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TEMA 5.

- LAS VANGUARDIAS
: tendencias y características. Ramón Gómez de la Serna

5.1.- Las vanguardias: definición y rasgos comunes.

El término vanguardias surge en Francia durante los años de la Primera Guerra [1914-1917]. Su origen está en el
vocablo francés avant-garde, término de origen militar y político, que refleja el espíritu de lucha, de combate y de
confrontación que el nuevo arte del siglo oponía frente al llamado arte decimonónico o académico.
Desde el principio, el arte vanguardista adquiere una impronta provocadora contra lo antiguo, lo naturalista o lo que
se relacionara con el arte burgués. Así, las primeras manifestaciones de estos movimientos vanguardistas están
repletas de actos de impacto social, como expresión de un profundo rechazo a la cultura burguesa. La Primera
Guerra, como expresión del afán imperialista y del profundo fracaso de esa burguesía por conseguir la paz, será el
período en que afloren todas estas manifestaciones artísticas extraordinarias con una gran versatilidad. Los
llamados ismos se sucederán uno tras otro.
Auge y crisis. Los vanguardismos despuntan inmediatamente antes o durante la Primera Guerra, llegan a su apogeo
durante la década de los años 20, entran en crisis a partir de 1929 y desaparecerán en la década de los 30.
La Segunda Guerra mundial acabará con los vanguardismos. Sólo quedará su influencia en el arte moderno cuya
expresión más genuina será el arte de Estados Unidos a partir de los años 40.
Características de las vanguardias (según el estudio de Giménez Frontín):
1 -. Oposición a las estéticas de corte naturalista que provienen del siglo anterior.
2-. Arte de minorías, surgió en sus orígenes, separado del gusto popular, aunque progresivamente se ha ido
integrando en el actual arte de masas.
3.- Arte condenado a la fugacidad, en perpetuo cuestionamiento de uno mismo, en continua experimentación de
nuevas formas.
4.- Constante adaptación a las necesidades de la expresión de las nuevas experiencias de conciencia.
5.- Subjetividad creadora capaz de captar por anticipado el espíritu de los tiempos y la crisis histórica.
6.- Papel crucial del lenguaje como medio de expresión de esa experiencia.
En definitiva, las vanguardias fueron las avanzadillas de la sensibilidad creadora de nuestro tiempo.

5.2. Los movimientos de vanguardia: Expresionismo, Futurismo, Cubismo, Dadaísmo y Surrealismo.

Las vanguardias están constituidas por una serie de movimientos de ruptura con el arte anterior, que se suceden
unos a otros en el primer tercio del siglo XX.
Veamos algunos de los “ismos” más relevantes por la huella que han dejado en nuestra literatura y, en general, en
el arte actual.
 Expresionismo.
Supuso una acentuación de algunos rasgos del impresionismo y del naturalismo. Sus límites cronológicos son
aproximados: van de 1910 hasta 1925, pero ya en el s. XIX se encuentran numerosos rasgos expresionistas.
Alcanza mayor vigor en Alemania y los países centroeuropeos donde sigue vigente hasta los años treinta. La
estética expresionista cree que el arte debe ir más allá y ser expresión del mundo interior del artista, para lo cual se
subrayan hasta la deformación aquellas características físicas o psicológicas de lo que se describe. Abundan, por lo
tanto, los personajes extraños, las descripciones intensas y a menudo simbólicas, las caricaturas, los rasgos
grotescos, las situaciones absurdas y el uso libre del lenguaje. Autores: Frank Kafka (El Castillo, La Metamorfosis)
y el dramaturgo Bertolt Brecht.
 Cubismo.
Nació en Francia en el año 1905 y fue encabezado por Guillaume Apollinaire y después continuó Max Jacob. Sus
principales rasgos consisten en: la asociación de elementos imposibles de concretar, desdoblamiento del autor,
disposición gráfica de las palabras, sustitución de lo sentimental con el humor y la alegría y el retrato de la realidad
a través de figuras geométricas. Dentro de las técnicas usadas se encuentra el collage, y principalmente, la
descomposición de las imágenes en figuras geométricas de modo de representar el objeto en su totalidad, incluidos
todos sus planos, en la obra. Su tipo de poesía más popular fue el caligrama.
 Futurismo.
Movimiento literario y artístico surgido en Italia en el primer decenio del siglo XX. Nació con un manifiesto, y
varió y fijó sus propios enunciados en una serie de manifiestos. El 20 de febrero de 1909 F.T. Marinetti publicó en
«Le Fígaro» de París un primer Manifiesto en el que proclamó como formas de expresión del futurismo “la
agresividad, la temeridad, el salto mortal, la bofetada, el puñetazo”.
En 1912, el mismo Marinetti, con el Manifiesto técnico de la literatura futurista, apuntó como medio específico de
expresión literaria las «palabras en libertad», que eran capaces de traducir, por analogía y sugestión, los
mecanismos psíquicos y el frenesí de la vida moderna. Esto comportaba la abolición de la sintaxis, de la
puntuación, de las partes calificativas del discurso (adjetivos, adverbios). Las nuevas teorías se aplicaron también a
la pintura, a la música, a la escultura, a las artes escénicas. Es decir, a todas las artes en general.

 Dadaísmo.
El movimiento Dadá surgió a la vez en Suiza y Estados Unidos en 1916. Desde Zurich se expandió hacia Alemania
y hacia Francia, más tarde llegaría su influencia a EEUU, sobre todo en la ciudad de Nueva York. El movimiento
Dadá tiene la particularidad de no ser un movimiento de rebeldía contra otra escuela anterior, sino que se funda en
un cuestionamiento de todo el marco conceptual del arte y de la literatura de antes de la Primera Guerra.
El origen del término Dadá es confuso y controvertido. De acuerdo con la versión de Tzara y Ball, la palabra surge
de la casualidad: abriendo las páginas de un diccionario, el primer término señalado fue ese: dada. De acuerdo con
otras versiones, fueron los camareros del Café Terrasse, lugar donde se solían encontrar estos artistas
centroeuropeos, quienes identificaron primeramente al grupo como dada: para esos camareros, las lenguas habladas
por aquellos emigrados eran incomprensibles, salvo la sílaba "da-da" ("sí, sí", en ruso y otras lenguas). Todo esto
muestra claramente algunas características del dadaísmo: su propensión al absurdo, la exaltación de lo ilógico, la
búsqueda del primitivismo. Son polémicos, mordaces e inconformistas. Estéticamente, se renuncia al significado se
reivindica la espontaneidad, el lenguaje incoherente.
Tristan Tzara, Francis Picabia fueron sus principales representantes y también André Bretón, Paul Eluard y Louis
Aragón, que cuando llegó la decadencia de este movimiento en los años veinte, iniciaron el surrealismo.

 Surrealismo.
El Surrealismo puede dar sentido por sí solo al movimiento vanguardista. La capacidad imaginativa y la sugerencia
de sus construcciones mentales significaron, sin duda, una verdadera revolución en el arte posterior a la Primera
Guerra.
La palabra “surrealisme” es un término francés compuesto del prefijo sur y el nombre réalisme. La primera vez
que aparece es en el título de la obra de Apollinaire. Su traducción sería algo así como "superrealismo" o "sobre el
realismo". De esa forma querría dar a entender el arte que está más allá de la realidad.
Freud ejerce una influencia decisiva en el movimiento. Sus teorías acerca del mundo autónomo de los sueños, de la
capacidad automática de la psiquis, del profundo y oscuro mundo interior de la mente -el subconsciente o
inconsciente- aparecen como reveladoras de una nueva naturaleza del arte humano. Bretón comienza a estudiar al
psicoanalista vienés ya en 1916.
El concepto de surrealismo ya había sido citado por Apollinaire. Sin embargo, André Bretón aporta un nuevo
contenido y una nueva significación.
Con la segunda Guerra Mundial el movimiento llega a su fin, aunque ha dejado una vasta influencia en el lenguaje
artístico de la actualidad, sobre todo en el “arte de masas” y también en la literatura.

5.3. Las vanguardias en España: Creacionismo y el Ultraísmo. Ramón Gómez de la Serna.

El Creacionismo y el Ultraísmo son dos movimientos vanguardistas netamente españoles. Su proceso evolutivo lo
podemos situar entre 1918 y 1923. Conectado con las tendencias vanguardistas provenientes de Francia, se
caracterizarán por el rechazo de lo sentimental, de lo trágico, de lo subjetivo y de lo íntimo. Ya no es época -dicen
los ultraístas- de cantar al amor, a la muerte, a Dios, ni siquiera al hombre. Están en la línea de la
“deshumanización del arte”.
El poeta, como creador que es, debe purificar la literatura de toda la carga moral, filosófica o política que,
proveniente desde el Romanticismo, la había impregnado. La poesía, como el arte, se convierte en fin en sí misma;
en líneas generales siguen el presupuesto de “el arte por el arte”. Frente a otras tendencias que todavía mantienen la
carga humana de la literatura -fijémonos en la fuerza social que tendrá el surrealismo- estos cortos movimientos
poéticos son quizás los que más se distancian de la literatura como reflejo de la realidad del mundo circundante.

El Creacionismo
Fue introducido en España en 1918 por el poeta chileno Vicente Huidobro. Así comenzará su influencia sobre un
pequeño grupo de artistas partícipes de tertulias vanguardistas. A esto se unió la ingente actividad de Ramón
Gómez de la Serna y el papel renovador de otras figuras como Juan Ramón Jiménez o José Ortega y Gasset.
El Creacionismo, este término quiere dejar patente que la obra literaria es totalmente autónoma del mundo. El poeta
debe dejar ya de cantar a la naturaleza; lo que tiene que hacer es imitar a la naturaleza, eliminar todo lo descriptivo
o anecdótico. Hay que "hacer un poema como la naturaleza hace un árbol".
Junto a Huidobro hay que destacar a Juan Larrea y Gerardo Diego como fundadores del Creacionismo.
Rasgos del creacionismo:
 Se suprimen los signos de puntuación
 Yuxtaposición gratuita de imágenes, sin referente claro
 Ilaciones semánticas de las imágenes, sin un hilo conductor aparente, donde a veces la “afonética” juega
ese papel unitario.
 El poeta debe crear el poema tal como la naturaleza crea el árbol.
 Prescinde de lo anecdótico, de lo descriptivo.

El Ultraísmo
El Ultraísmo tiene bastante en común con el Creacionismo y, desde luego, contó con una gran aceptación entre las
minorías literarias: participan en su gestación personas como Cansinos-Asséns, Eugenio Montes, Isaac del Vando,
Adriano del Valle, Rafael Lasso de la Vega o Jorge Luis Borges, en aquel momento presente en España. Así mismo
serán numerosas las revistas que difunden sus principios poéticos: Grecia, Cervantes, Ultra, Plural, Alfar, etc.
Precisamente en la revista Grecia apareció el primer manifiesto en 1919. Su corta vida no impidió que se exportara
a Hispanoamérica, donde tuvo una buena acogida por Borges además de González Lanuza, Piñero y Ortelli, entre
otros. En cuanto al término Ultraísmo, Guillermo de Torre apunta a su autoría y al papel de Cansinos-Asséns.
Rasgos del Ultraísmo:

 El poema ultraísta deja notar las influencias del cubismo, del futurismo y del dadaísmo.
 Imágenes y metáforas chocantes, ilógicas, donde destacan el mundo del cine, del deporte, del adelanto
técnico: "Los motores suenan mejor que endecasílabos" (Guillermo de Torre).
 Eliminación de la rima
 Tendencia a establecer una disposición tipográfica nueva de las palabras del poema, pretendiendo de
ese modo hacer ver una fusión de la plástica y la poesía.
 Neologismos, tecnicismos y palabras esdrújulas.
Las vanguardias se reflejaron en la literatura española de muy diversas maneras: en el intelectualismo de la
generación del 14 o novecentismo; la “poesía pura o desnuda” de Juan Ramón Jiménez; la novela innovadora de
Pérez de Ayala o de Benjamín Jarnés; más adelante la poesía de la Generación del 27 que unirá tradición y
vanguardia en Gerardo Diego, Alberti, y el surrealismo de Poeta en Nueva York. Sin embargo, fue la figura de
Ramón Gómez de la Serna la que lideró la vanguardia en España en la primera mitad del siglo XX.

Ramón Gómez de la Serna.


Nació en Madrid en 1888 y murió en 1963 en Buenos Aires. Fue un escritor puro; no intervino en política, aunque
sí mantuvo posturas libertarias en su juventud. Su vida fue una continua ruptura con las convenciones; cultiva lo
extravagante, lo grotesco, lo provocativo siempre. Es, por lo tanto, una plena encarnación del espíritu y actitudes de
la vanguardia. Defendió y difundió las nuevas corrientes en Ismos en 1923.
Su extensísima obra tiene como eje la greguería. Con este nombre (significa algarabía en su doble acepción de
alboroto y lenguaje incomprensible) designa el autor un nuevo género en el que breves apuntes encierran una
metáfora insólita. Él mismo la definió como Humorismo más Metáfora. Hay cierto parentesco de las greguerías,
como señaló Cernuda, con los juegos conceptuales del Barroco, pero, además, anticipa un innovador uso de la
metáfora en los jóvenes poetas.
Además de sus varios tomos de greguerías, la obra de Ramón se compone de multitud de cuentos y varias novelas.
Como novelista es innovador: en sus novelas desaparece el argumento y lo sustituye por cuadros, divagaciones. Es
lo que llamaba “novela libre”. La más famosa es El torero Caracho (1927), distorsionada visión de la fiesta
nacional. Es autor de biografías que él llamó “retratos” sobre Quevedo, Goya, Valle-Inclán, memorias
Automoribundia, ensayos El rastro, El circo, además de su contribución al teatro de vanguardia.
RAMÓN GÓMEZ DE LA SERNA

Las greguerías consisten en frases breves, de tipo aforístico, que no pretenden expresar ninguna máxima o
verdad, sino que retratan desde un ángulo insólito realidades cotidianas con ironía y humor, a base de
expresiones ingeniosas, alteraciones de frases hechas o juegos conceptuales o fonéticos
.
Ramón Gómez de la Serna definió la Greguería como: Metáfora + Humor = Greguería.

Greguerías de Gómez de la Serna:

Venecia es el sitio en que navegan los violines.


El reloj del capitán de barco cuenta las olas.
El viento es torpe: el viento no sabe cerrar una puerta.
El Coliseo en ruinas es como una taza rota del desayuno de los siglos.
La ametralladora suena a máquina de escribir de la muerte.
El lápiz sólo escribe sombras de palabras.
El agua no tiene memoria: por eso es tan limpia.
La postura de la cigüeña sobre una pata se debe a lo largas que son las esperas hasta que salen los niños.
La pulga hace guitarrista al perro.
¿Qué está haciendo en realidad la luna? La luna está tomando el sol.
El perfume es el eco de las flores.
Después de nudista se es huesista.
El mar sólo ve viajar: él no ha viajado nunca.
En el vinagre está todo el mal humor del vino.
El espantapájaros semeja un espía fusilado.
El tenedor es el peine de los tallarines.
Abrir un paraguas es como disparar contra la lluvia.
La ópera es la verdad de la mentira, y el cine es la mentira de la verdad.
El tiempo no es oro, es purpurina.
Cuando una mujer chupa un pétalo de rosa, se da un beso a sí misma.
¡Qué tragedia! Envejecían sus manos y no envejecían sus sortijas.
El poeta se alimenta de galletas de luna.
La lluvia es triste porque nos recuerda cuando fuimos peces.
Al inventarse el cine, las nubes paradas en las fotografías comenzaron a andar.
El fotógrafo nos coloca en la postura más difícil con la intención de que salgamos más naturales.
La S es el anzuelo del abecedario.
La Luna es un banco de metáforas arruinado.
Debía de haber unos prismáticos de oler para percibir el perfume de los jardines lejanos.
El fotógrafo nos coloca en la postura más difícil con la intención de que salgamos más naturales.

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