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Concepto de Dialecto.
Dialecto se define como una variación lingüística de diferente distribución geográfica que afecta, sobre todo, al plano
fonológico y léxico-semántico de la lengua y, en menor medida al plano morfológico. Estos rasgos diferenciadores del
dialecto se distribuyen por lo que se denomina isoglosas de manera que los rasgos de diferentes dialectos pueden coincidir
en algunas regiones. Por esta razón se puede hablar de variedades dialectales, entendiéndolas como “conjunto de hablas
definido de manera imprecisa por el haz de isoglosas de una serie de fenómenos lingüísticos dialectales”.
En la actualidad en España se pueden distinguir dos grandes grupos de dialectos:
1.- Dialectos medievales (de origen latino): astur-leonés y aragonés.
2.- Dialectos septentrionales: en ocasiones esta variedad es la entendida como Normativa del castellano, la hablada en el
antiguo reino de Castilla. Sin embargo, existen también en este territorio ciertas variaciones sobre la norma, debidas, entre
otras causas al influjo en algunas zonas de otras lenguas autóctonas como el gallego, el vasco o el catalán.
3.- Dialectos meridionales que son la consecuencia de la evolución del castellano: andaluz, extremeño, murciano y
canario. Desde otro punto de vista, estos tres últimos, junto con el ribagorzano y el riojano admiten ser agrupados como
dialectos de transición.
Amarillo anaranjado - Hablas del norte en contacto con otra lengua romance Amarillo mostaza - Resto de hablas
castellanas del norte Amarillo chillón - Hablas de transición del sur Amarillo pálido - Dialecto andaluz
Andaluz.
Su frontera puede trazarse de la forma siguiente: en el occidente coincide con los límites de la provincia de Badajoz
con Huelva y Sevilla. En el centro, la parte norte de Córdoba. Entre Ciudad Real y Jaén, el límite coincide con el
administrativo, aunque algunas características, tales como el yeísmo, relajación de la-s implosiva final, han penetrado en
la comunidad de Castilla- la Mancha. En el ángulo de la costa almeriense coincide con el límite administrativo con
Murcia.
De todas las hablas peninsulares, el andaluz es la única variedad dialectal de orígenes no primitivamente románicos.
Se trata de una evolución del castellano llevado a tierras andaluzas por los colonizadores y repobladores a partir del siglo
XIII hasta principios del XVI. Es, pues un dialecto del castellano.
Rasgos característicos:
1.- Creación de un signo fonológico para el plural mediante la apertura de las vocales finales, ya que al aspirarse la –s
final no había distinción entre singular y plural. En conjunto, el sistema vocálico andaluz presenta una configuración de
cinco fonemas en posición acentuada y dos series de cinco elementos cada una en posición final, distinguiendo vocales
abiertas y vocales cerradas.
2.- Seseo y ceceo: realización de /z/ como /s/ y de /s/ como /z/, respectivamente. En Huelva, Sevilla y Córdoba vacilan la
realización castellana y el seseo. El seseo es norma social de la clase alta. El ceceo se extiende por las zonas interiores y
costeras de Huelva, Cádiz, Málaga, Granada y Almería.
3.- Aspiración de la h- inicial de palabra y de la j- castellana, aunque este fenómeno no es general: no se da en la
provincia de Jaén y en la Andalucía oriental.
4.- Aspiración de la-s en posición implosiva (final de sílaba y final de palabra) y de –z y –r.
5.- Confusión en algunas zonas de ll con y. Esto es el yeísmo, rasgo que, como hemos dicho antes se extiende hacia el
centro de la península con distintas realizaciones.
6.- Confusión frecuente de r y l implosivas. Er niño
7.- La ch castellana se pronuncia como fricativa.
8.- En cuanto a variedades morfosintácticas destacaremos el cambio frecuente de género en algunos sustantivos y, sobre
todo en Andalucía occidental, la sustitución de “vosotros” por “ustedes”: “ustedes hacéis”.
9.- En cuanto al léxico, se encuentran arcaísmos mozárabes o arabismos no generales en castellano: marjal (medida
agraria), almud (celemín, medida de tierra).
Extremeño.
Se presenta como un habla de transición entre el dialecto leonés y el andaluz. El influjo del castellano (de Madrid) es
muy intenso. Se extiende por la geografía extremeña. Cáceres presenta más rasgos leoneses que andaluces. En Badajoz
ocurre lo contrario.
Características:
De los caracteres leoneses el más importante es el cierre de las vocales finales –o, -e en –u, -i. Los caracteres
andaluces son: yeísmo, ceceo, seseo, confusión de –r y –l implosivas, la aspiración de h- (procedente de f- inicial latina) y
de la j castellana). También es muy usual el diminutivo en –ino: mesina, coloraíno.
Murciano.
Se habla en la provincia de Murcia, parte de las de Alicante y Albacete y en los partidos de Orcera (Jaén), Huéscar
(Granada) y Vélez Rubio (Almería).
El murciano es un dialecto de transición sobre el que actúan cuatro modalidades distintas: la castellana, la aragonesa,
la catalana y la andaluza. La suma de esos cuatro rasgos constituye el dialecto murciano, que recibe el nombre de
“panocho”.
Características: De entre las meridionales las más importantes son: yeísmo, seseo y ceceo, aspiración de la -s final,
realización del diptongo –ei- como –ai- (sais por seis) Por lo que respecta a las aragonesas y catalanas: mantenimiento de
algunas consonantes sordas intervocálicas (pescatero por pescadero, acachar por agachar) y la palatalización de l- inicial
(lluego por luego).
Canario.
Es también un dialecto de transición porque en él convergen distintos rasgos que se documentan en otras hablas
meridionales del español. Está extendido por todo el archipiélago canario. Por ser prácticamente las mismas de los
dialectos meridionales, principalmente del andaluz, nos remitimos a las de este dialecto. Sin embargo, tiene algunas
peculiaridades propias como son: la excesiva relajación de la última sílaba de las palabras y la inclusión en su vocabulario
de palabras de origen guanche (pueblo aborigen de las islas).
El manchego es la variante del castellano que se emplea en La Mancha. Su ámbito geográfico más estricto
correspondería a gran parte de las provincias de Albacete y Ciudad Real y las zonas situadas más al sur
de Cuenca y Toledo. En este dialecto existen influencias intensas de otros dialectos (murciano)
e idiomas (valenciano, mozárabe, etc.) y muy especialmente del aragonés. También, debido a su profundo
conservadurismo, existe un importante sustrato del latín o el árabe.
Ribagorzano. Es un habla de transición entre el argonés y el catalán. Ribagorza fue una comarca aislada desde
antiguo. Se extiende entre las cuencas del Noguera Ribagorzana y las de Esera y del Cinca. Ocupa la Alta y Baja
Ribagorza con la Litera.
Riojano. Se habla en una zona fronteriza entre Aragón, Navarra y Castilla del Norte. La zona Alta tiende hacia
Castilla, y la Baja hacia Aragón y Navarra.
Judeoespañol
Judeoespañol
El djudeo-espanyol, djidio, djudezmo o ladino es la lingua favlada por los sefardim, djudios arrondjados de la
Espanya en el 1492. Es una lingua derivada del kastilyano i favlada por 150 000 personas en komunitas en
Israel, la Turkiya, antika Yugoslavia, la Gresia, el Marroko, Espanya i las Amerikas, entre munchos otros.
Español
El judeo-español, djudio, djudezmo o ladino es la lengua hablada por los sefardíes, judíos expulsados de
España en 1492. Es una lengua derivada del castellano y hablada por 150 000 personas en comunidades en
Israel, Turquía, la antigua Yugoslavia, Grecia, Marruecos, España y América, entre muchos otros.
Cuento: El hazino desovedyente (I. Pontremoli)
Un adamn 1 kayo hazinon 2 de munço tiempo i vino un mediko savido a verlo i le dyo promeza ke asta tantos dias lo
melezina: Basta ke se kudye a bever las melezinas i espesias ke le dara, i ke no koma demazyado, ni kozas ke aze danyo
al estomk . İ el hazino no eskuço al mediko, i iba komiendo todo lo ke le dezeava su alma, i no kudyava por azer la
melezina del mediko. İ viniendo el tiempo, en lugar de melezinarse, se izo hazino mas munço. İ kuando vino el mediko a
ver al hazino, le demando el hazino al mediko:
- «¿Onde esta tu sensya, ke tienes tu fama grande ke sos dotor valido, ke de sierto me dates palavra ke oy me tenía que
melezinar i adrav me ize mas hazino?»
Le respondyo el dotor:
- Ya es maraviya komo bives ainda, ke para lo ke kargates la estomka, i no kijites bever las melezinas que te dişe, ya kalia
ke murieras; i sierto ke, si me eskuçavas a mi de no komer todo lo ke te dişe, ya estavas agora rezyo. Esto no es otro ke tu
kijites matar de ti para ti; por eso, si keres eskuçarme de oy endelantre, es ke te akavides en todo lo ke te ordenare i, en
akavidandote bien, por sierto ke asta pokos dias te melezinas; ma, si no te guadras en estos dias, no tengas keşa kon mi.
Notas
1. adam: hombre
2. hazino: enfermo
3. estomka: estómago
4. adrava: en vez
TEXTO 1
De pronto se oyó un disparo, el perro lanzó un gemido sordo y no ladró más. Unos hombres a caballo
llegaron vociferando y maldiciendo. Dos se apearon y otro quedó cuidando las bestias.
—¡Mujeres..., algo de cenar!... Blanquillos, leche, frijoles, lo que tengan, que venimos muertos de hambre. — ¡Maldita
sierra! ¡Sólo el diablo no se perdería! — Se perdería, mi sargento, si viniera de borracho como tú... Uno llevaba galones
en los hombros, el otro, cintas rojas en las mangas.
—¿En dónde estamos, vieja?... ¡Pero con una... ¿Esta casa está sola?
—¿Y entonces, esa luz?... ¿Y ese chamaco?... ¡Vieja, queremos cenar, y que sea pronto! ¿Sales o te hacemos salir?
—¡Hombres malvados, me han matado mi perro!... ¿Qué les debía ni qué les comía mi pobrecito Palomo? La mujer
entró llevando a rastras el perro, muy blanco y muy gordo, con los ojos claros ya y el cuerpo suelto.
— ¡Mira nomás qué chapetes, sargento!... Mi alma, no te enojes, yo te juro volverte tu casa un palomar; pero, ¡por
Dios!... No me mires airada... No más enojos... Mírame cariñosa, luz de mis ojos, acabó cantando el oficial con voz
aguardentosa.
TEXTO II
Señá Remigia, entra otra vecina doblando su flaco espinazo para franquear la puerta, ¿no tiene unas hojitas de laurel
que me dé pa hacerle un cocimiento a María Antonia?... Amaneció con el cólico...
Y como, a la verdad, sólo lleva su pretexto para curiosear y chismorrear, vuelve los ojos hacia el rincón donde está el
enfermo y con un guiño inquiere por su salud.
Señá Remigia baja los ojos para indicar que Demetrio está durmiendo...
-Ande, pos sí que está usté también, señá Paquita...; no la había visto...
-Güenos días le dé Dios, ña Fortunata... ¿Cómo amanecieron?
Pos María Antonia con su “superior”... y, como siempre, con el cólico...
En cuclillas, pónese cuadril a cuadril con señá Panchita.
- No tengo hojas de laurel, mi alma -responde ñá Remigia suspendiendo un instante la molienda; aparta de su rostro
goteante algunos cabellos que caen sobre sus ojos y hunde luego las dos manos en un apaste, secando un gran puñado de
maíz cocido que chorrea una agua amarillenta y turbia. Yo no tengo; pero vaya con señá Dolores: a ella no le faltan
nunca yerbitas.
Ña Dolores donde anoche se jué pa la Cofradía. A sigún razón vinieron por ella pa que juera a sacar de su cuidado a la
muchachilla de tío Matías.
-¡Ande, señá Pachita, no me lo diga!...
Las tres viejas forman animado corro y, hablando en voz muy baja, se ponen a chismorrear con vivísima animación.
-¡Cierto como haber Dios en los cielos!...
¡ Ah, pos si yo juí la primera que lo dije: «Marcelina está gorda y está gorda»! Pero naiden me lo quería creer...
-Pos pobre criatura... ¡Y pior si va resultando con que es de su tío Nazario!...
¡Dios la favorezca!...
¡No, qué tío Nazario ni qué ojo de hacha!... ¡Mal ajo pa los federales condenados¡...
-¡Bah, pos aistá otra enfeliza más!