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TEMA 2: VARIEDADES GEOGRÁFICAS DEL ESPAÑOL.

2.1. Variedades geográficas del español septentrional.


2.2. Variedades geográficas del español meridional.
2.3. El español en el mundo como lengua materna, oficial, aprendida… El sefardí.
2.4. El español de América.

Concepto de Dialecto.
Dialecto se define como una variación lingüística de diferente distribución geográfica que afecta, sobre todo, al plano
fonológico y léxico-semántico de la lengua y, en menor medida al plano morfológico. Estos rasgos diferenciadores del
dialecto se distribuyen por lo que se denomina isoglosas de manera que los rasgos de diferentes dialectos pueden coincidir
en algunas regiones. Por esta razón se puede hablar de variedades dialectales, entendiéndolas como “conjunto de hablas
definido de manera imprecisa por el haz de isoglosas de una serie de fenómenos lingüísticos dialectales”.
En la actualidad en España se pueden distinguir dos grandes grupos de dialectos:
1.- Dialectos medievales (de origen latino): astur-leonés y aragonés.
2.- Dialectos septentrionales: en ocasiones esta variedad es la entendida como Normativa del castellano, la hablada en el
antiguo reino de Castilla. Sin embargo, existen también en este territorio ciertas variaciones sobre la norma, debidas, entre
otras causas al influjo en algunas zonas de otras lenguas autóctonas como el gallego, el vasco o el catalán.
3.- Dialectos meridionales que son la consecuencia de la evolución del castellano: andaluz, extremeño, murciano y
canario. Desde otro punto de vista, estos tres últimos, junto con el ribagorzano y el riojano admiten ser agrupados como
dialectos de transición.

Amarillo anaranjado - Hablas del norte en contacto con otra lengua romance Amarillo mostaza - Resto de hablas
castellanas del norte Amarillo chillón - Hablas de transición del sur Amarillo pálido - Dialecto andaluz

2.1. Variedades geográficas del español septentrional.


Se entiende por español septentrional la modalidad del español empleada en el centro y norte de España, área que va
desde Cantabria por el norte, a La Mancha en el sur y toda la comunidad autónoma de Castilla y León (salvo las zonas
occidentales de León, Zamora y Salamanca) hasta Aragón (salvo la zona norte de Huesca y las zonas orientales de la
región). Es el modelo que sirvió de base para la normalización del idioma en la península, ya que corresponde a la zona
de origen y primera expansión del castellano. Por ello, el español septentrional tiende a considerarse más conservador y el
más cercano en muchos aspectos al español normativo.
En el habla de las tierras castellanas por tradición, es decir, en las que nació el castellano o que fueron castellanizadas
en un primer momento como Burgos, Valladolid, etc., encontramos los siguientes rasgos dialectales:
• Uso del leísmo (le en función de complemento directo referido a una cosa), laísmo y loísmo (la y lo en función de
complemento indirecto): Este apartamento ya le vimos; La dije que no viniera.
• Pronunciación como z de la d final de palabra: Madriz.
En el castellano que se extendió hacia el este (La Rioja, Navarra y Aragón), lo más destacable son los rasgos
aragoneses que han penetrado en el castellano hablado:
• Uso de los pronombres precedidos de preposición: con tú, con mí...
• Se evita el acento de las palabras esdrújulas: pajaro, medico...
• Uso del sufijo diminutivo -ico: pajarica.
• Abundante uso de la partícula pues.
En el castellano que se extendió hacia el oeste (Asturias, León, Zamora y Salamanca, y parte de Cáceres), aparecen
en los hablantes rasgos del antiguo dialecto leonés:
• Tendencia a cerrar las vocales finales: otru ('otro').
• Diminutivos en -ín, -ina: niñín ('niñito'), niñina ('niñita').
• Uso del pretérito perfecto simple en vez del compuesto: Ya trajeron los muebles (‘Ya han traído los muebles’).
En las comunidades autónomas bilingües el español ha adoptado realizaciones peculiares en las que destacan
las interferencias o transferencias de elementos fonéticos, morfosintácticos y léxicos de una lengua a otra.
El catalán influye en las siguientes peculiaridades del castellano hablado en Cataluña:
• La articulación palatal o velar del fonema / l /: Lluis (palatal), algo (velar)
• Ensordecimiento del fonema /d/ al final de palabra: amistat.
• Pronunciación labiodental de /v/ en zonas que distinguen entre /b/ y /v/: vivo
• Interferencias gramaticales y léxicas como:
o Uso del artículo con el nombre propio: el Joan.
o Dequeísmo: afirmó de que….
El gallego influye en las siguientes peculiaridades del castellano:
• Entonación peculiar de los hablantes gallegos.
• Cierre de las vocales finales / e /, / o / que suenan a menudo como / i /, / u /: nochi, tengu.
• Uso único del pretérito perfecto simple: Ahora lo vi por Ahora lo he visto.
• Preferencia por el diminutivo –iño: vaquiña
• Reducción de grupos consonánticos cultos: perfeto por perfecto, inorar por ignorar …
• Sufijación tras el verbo de los pronombres personales: Díjome que fuera.
El vasco influye en las siguientes peculiaridades del castellano:
• Alteración del orden de las palabras
• Uso del condicional en lugar del imperfecto de subjuntivo: Si vendría se lo daría por si viniera se lo daría.
• Confusiones en el género de los sustantivos.

2.2.- Variedades geográficas del español meridional.

Andaluz.
Su frontera puede trazarse de la forma siguiente: en el occidente coincide con los límites de la provincia de Badajoz
con Huelva y Sevilla. En el centro, la parte norte de Córdoba. Entre Ciudad Real y Jaén, el límite coincide con el
administrativo, aunque algunas características, tales como el yeísmo, relajación de la-s implosiva final, han penetrado en
la comunidad de Castilla- la Mancha. En el ángulo de la costa almeriense coincide con el límite administrativo con
Murcia.
De todas las hablas peninsulares, el andaluz es la única variedad dialectal de orígenes no primitivamente románicos.
Se trata de una evolución del castellano llevado a tierras andaluzas por los colonizadores y repobladores a partir del siglo
XIII hasta principios del XVI. Es, pues un dialecto del castellano.
Rasgos característicos:
1.- Creación de un signo fonológico para el plural mediante la apertura de las vocales finales, ya que al aspirarse la –s
final no había distinción entre singular y plural. En conjunto, el sistema vocálico andaluz presenta una configuración de
cinco fonemas en posición acentuada y dos series de cinco elementos cada una en posición final, distinguiendo vocales
abiertas y vocales cerradas.
2.- Seseo y ceceo: realización de /z/ como /s/ y de /s/ como /z/, respectivamente. En Huelva, Sevilla y Córdoba vacilan la
realización castellana y el seseo. El seseo es norma social de la clase alta. El ceceo se extiende por las zonas interiores y
costeras de Huelva, Cádiz, Málaga, Granada y Almería.
3.- Aspiración de la h- inicial de palabra y de la j- castellana, aunque este fenómeno no es general: no se da en la
provincia de Jaén y en la Andalucía oriental.
4.- Aspiración de la-s en posición implosiva (final de sílaba y final de palabra) y de –z y –r.
5.- Confusión en algunas zonas de ll con y. Esto es el yeísmo, rasgo que, como hemos dicho antes se extiende hacia el
centro de la península con distintas realizaciones.
6.- Confusión frecuente de r y l implosivas. Er niño
7.- La ch castellana se pronuncia como fricativa.
8.- En cuanto a variedades morfosintácticas destacaremos el cambio frecuente de género en algunos sustantivos y, sobre
todo en Andalucía occidental, la sustitución de “vosotros” por “ustedes”: “ustedes hacéis”.
9.- En cuanto al léxico, se encuentran arcaísmos mozárabes o arabismos no generales en castellano: marjal (medida
agraria), almud (celemín, medida de tierra).

Extremeño.
Se presenta como un habla de transición entre el dialecto leonés y el andaluz. El influjo del castellano (de Madrid) es
muy intenso. Se extiende por la geografía extremeña. Cáceres presenta más rasgos leoneses que andaluces. En Badajoz
ocurre lo contrario.
Características:
De los caracteres leoneses el más importante es el cierre de las vocales finales –o, -e en –u, -i. Los caracteres
andaluces son: yeísmo, ceceo, seseo, confusión de –r y –l implosivas, la aspiración de h- (procedente de f- inicial latina) y
de la j castellana). También es muy usual el diminutivo en –ino: mesina, coloraíno.

Murciano.
Se habla en la provincia de Murcia, parte de las de Alicante y Albacete y en los partidos de Orcera (Jaén), Huéscar
(Granada) y Vélez Rubio (Almería).
El murciano es un dialecto de transición sobre el que actúan cuatro modalidades distintas: la castellana, la aragonesa,
la catalana y la andaluza. La suma de esos cuatro rasgos constituye el dialecto murciano, que recibe el nombre de
“panocho”.
Características: De entre las meridionales las más importantes son: yeísmo, seseo y ceceo, aspiración de la -s final,
realización del diptongo –ei- como –ai- (sais por seis) Por lo que respecta a las aragonesas y catalanas: mantenimiento de
algunas consonantes sordas intervocálicas (pescatero por pescadero, acachar por agachar) y la palatalización de l- inicial
(lluego por luego).

Canario.
Es también un dialecto de transición porque en él convergen distintos rasgos que se documentan en otras hablas
meridionales del español. Está extendido por todo el archipiélago canario. Por ser prácticamente las mismas de los
dialectos meridionales, principalmente del andaluz, nos remitimos a las de este dialecto. Sin embargo, tiene algunas
peculiaridades propias como son: la excesiva relajación de la última sílaba de las palabras y la inclusión en su vocabulario
de palabras de origen guanche (pueblo aborigen de las islas).

Otros dialectos de transición:

El manchego es la variante del castellano que se emplea en La Mancha. Su ámbito geográfico más estricto
correspondería a gran parte de las provincias de Albacete y Ciudad Real y las zonas situadas más al sur
de Cuenca y Toledo. En este dialecto existen influencias intensas de otros dialectos (murciano)
e idiomas (valenciano, mozárabe, etc.) y muy especialmente del aragonés. También, debido a su profundo
conservadurismo, existe un importante sustrato del latín o el árabe.
Ribagorzano. Es un habla de transición entre el argonés y el catalán. Ribagorza fue una comarca aislada desde
antiguo. Se extiende entre las cuencas del Noguera Ribagorzana y las de Esera y del Cinca. Ocupa la Alta y Baja
Ribagorza con la Litera.

Riojano. Se habla en una zona fronteriza entre Aragón, Navarra y Castilla del Norte. La zona Alta tiende hacia
Castilla, y la Baja hacia Aragón y Navarra.

2.3. El español en el mundo como lengua materna, oficial, aprendida… El sefardí.


El español, como el francés, el italiano, el rumano y el portugués, es una lengua romance y, como tal, evolucionó del
latín vulgar. Se originó en la península Ibérica, que hoy en día alberga a España y Portugal. La continuación castellana del
latín vulgar (de la región española de Castilla), mezclada con el árabe tras la conquista musulmana, terminó formando la
lengua española estandarizada del siglo XI.
El español se fue extendiendo con el paso de los siglos de manera que en la actualidad 580 millones de personas
hablan español en el mundo. De ellos, 483 millones son hispanohablantes nativos, es decir, que lo hablan como lengua
materna.
La lengua española es la lengua oficial y materna de España, aunque comparte cooficialidad en Cataluña, Galicia y el
País Vasco con las respectivas lenguas autóctonas de estos territorios autónomos. Es el idioma oficial de los siguientes 21
países: Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, Guinea
Ecuatorial, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, España, Uruguay y Venezuela; además de
Puerto Rico. Aunque no sea idioma oficial, el español se habla también en Estados Unidos, Belice, Andorra y Gibraltar.
También se utiliza el español como vehículo de comunicación: en Filipinas; subsiste en las ciudades del antiguo
protectorado español de Marruecos (Tetuán, Alcazalquivir, Xauen, Larache, Tánger) y en las ciudades españolas,
enclavadas en territorio africano, de Ceuta y Melilla.
Por el número de hablantes, ocupa la tercera posición en el mundo, después del chino-mandarín, el inglés. Este hecho
hace que la lengua española sea considerada como lengua oficial e internacional dentro de los diversos organismos
internacionales hoy existentes (ONU, FAO, UNESCO, etc.), en compañía del francés, del inglés y ruso.
La importancia de una lengua, y también la del español, no se mide sólo por su número de hablantes sino por el
hecho de ser un vehículo de cultura y por el valor económico y político del país de origen. En el caso del español esto es
innegable, pero el desarrollo de una lengua se logra manteniendo un nivel cultural y rico de la misma en competencia con
otras lenguas y con las tendencias disgregadoras. Las soluciones a este problema pasan por la unificación de la lengua a
partir de políticas lingüísticas y creación de organismos competentes que traten de canalizar y coordinar innovaciones que
surjan tanto en España como en Sudamérica. Este papel lo desempeñan actualmente los Institutos Cervantes que se
encuentran diseminados por todo el mundo y la colaboración de las RAE española y de todos los países hispanohablantes.
El sefardí o judeo-español, es un dialecto del castellano medieval hablado por los judíos expulsados por los Reyes
Católicos en 1492. Formaron comunidades importantes en Portugal, norte de África y, sobre todo, en los Balcanes.
Hoy, esta lengua se habla en el entorno familiar de las comunidades sefardíes diseminadas por todo el mundo. El
centro actual más importante está en Israel y dispone de emisora de radio, periódicos e internet.
Los rasgos lingüísticos más destacables del sefardí son los propios del castellano hablado en el siglo XV. Así ocurre
con el sistema consonántico y su pronunciación: distinción de los fonemas b (pronunciación bilabial) y v (pronunciación
labiodental), conservación del grupo consonántico latino –mb-, conservación de la F- inicial (favlada por hablada), seseo
y yeísmo, conservación de la grafía K (kastilyano); en el plano morfológico (utilización de vos, en lugar de usted o vuesa
merced); en el plano léxico presenta préstamos de lenguas balcánicas, sobre todo del turco y otras lenguas como el
francés, italiano, etcétera.

Judeoespañol
Judeoespañol

El djudeo-espanyol, djidio, djudezmo o ladino es la lingua favlada por los sefardim, djudios arrondjados de la
Espanya en el 1492. Es una lingua derivada del kastilyano i favlada por 150 000 personas en komunitas en
Israel, la Turkiya, antika Yugoslavia, la Gresia, el Marroko, Espanya i las Amerikas, entre munchos otros.
Español
El judeo-español, djudio, djudezmo o ladino es la lengua hablada por los sefardíes, judíos expulsados de
España en 1492. Es una lengua derivada del castellano y hablada por 150 000 personas en comunidades en
Israel, Turquía, la antigua Yugoslavia, Grecia, Marruecos, España y América, entre muchos otros.
Cuento: El hazino desovedyente (I. Pontremoli)
Un adamn 1 kayo hazinon 2 de munço tiempo i vino un mediko savido a verlo i le dyo promeza ke asta tantos dias lo
melezina: Basta ke se kudye a bever las melezinas i espesias ke le dara, i ke no koma demazyado, ni kozas ke aze danyo
al estomk . İ el hazino no eskuço al mediko, i iba komiendo todo lo ke le dezeava su alma, i no kudyava por azer la
melezina del mediko. İ viniendo el tiempo, en lugar de melezinarse, se izo hazino mas munço. İ kuando vino el mediko a
ver al hazino, le demando el hazino al mediko:
- «¿Onde esta tu sensya, ke tienes tu fama grande ke sos dotor valido, ke de sierto me dates palavra ke oy me tenía que
melezinar i adrav me ize mas hazino?»
Le respondyo el dotor:
- Ya es maraviya komo bives ainda, ke para lo ke kargates la estomka, i no kijites bever las melezinas que te dişe, ya kalia
ke murieras; i sierto ke, si me eskuçavas a mi de no komer todo lo ke te dişe, ya estavas agora rezyo. Esto no es otro ke tu
kijites matar de ti para ti; por eso, si keres eskuçarme de oy endelantre, es ke te akavides en todo lo ke te ordenare i, en
akavidandote bien, por sierto ke asta pokos dias te melezinas; ma, si no te guadras en estos dias, no tengas keşa kon mi.
Notas
1. adam: hombre
2. hazino: enfermo
3. estomka: estómago
4. adrava: en vez

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2.4. El español de América.


Los orígenes. Debemos tener en cuenta que el español llevado por los colonizadores no fue, en un principio
homogéneo, ni por el origen de los españoles que se fueron al nuevo continente ni, tampoco, por su extracción socio-
cultural. Esto quiere decir que el español de América es el resultado de la homogeneización de las diferentes hablas
españolas que allí coincidieron en el período denominado español preclásico.
Son muchos los rasgos en que coinciden el dialecto andaluz y las distintas hablas hispanoamericanas, tales como el
seseo, yeísmo, aspiración de –s implosiva, aspiración de h- procedente de f- latina, etc. Esta tesis que defiende la fuerte
influencia de la norma andaluza en el español de América se apoya en consideraciones, además de lingüísticas, de tipo
etnográfico y sociológico: la mayoría de los conquistadores y pobladores eran andaluces; muchos de los expedicionarios,
aún sin ser andaluces, se veían obligados a pasar largas temporadas en Sevilla, por lo que se contagiaban de los rasgos
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propios de esta zona. Además, el monopolio del comercio y relaciones con América correspondía durante los siglos XVI y
XVII a Sevilla y Cádiz.
La influencia andaluza es más notoria en las Antillas y costas del Caribe, y se registra con mayor nitidez en las tierras
bajas y en las costas, mientras que las altiplanicies estuvieron y están más influidas por la norma castellana.
Influencia indígena. Es indudable que hubo una fuerte influencia de las lenguas de sustrato, es decir de las lenguas
indígenas que allí se hablaban, sobre el español. Las lenguas que más han influido en el español son: el arahuaco de las
Antillas, el caribe, el náhualt, el quechua, el araucano y el guaraní.
Entre las influencias observadas destacan: la peculiar entonación de las distintas hablas españolas americanas rica en
ascensos y descensos melódicos. El uso de sufijos “-eco, -eca” para gentilicios (azteca, guatemalteco), este rasgo procede
del náhualt. Pero donde más se nota la influencia de lo indígena en la lengua española es en el léxico. Son prestamos
amerindios:
o Del caribe: canoa, piragua, cacique, tabaco, tiburón, hamaca, etc.
o De Méjico: tomate, aguacate, hule, ocelote, chocolate, petate…
o Del guaraní: ñandú, tapir, jaguar.
Estos indigenismos léxicos se dieron primero en la lengua española oral y luego pasaron a la lengua escrita y a la
literatura (ya en el Diario de Colón aparece más de una docena de vocablos indígenas).
Distribución geográfica del español de América. El español es lengua oficial de dieciocho repúblicas americanas, y
coexiste oficialmente con el inglés en Puerto Rico, se habla también en algunas zonas del Sur de los EEUU, como
California, Arizona, Tejas, Nuevo Méjico y Florida, y en ciudades como Nueva York, San Francisco, Los Ángeles, hay
grandes núcleos de hispanohablantes.
La distribución más aceptada y también más general es la que distingue entre “altiplanicies” y “tierras bajas”; en
aquéllas se asentaron colonizadores de origen, sobre todo, castellano; en estas, otros de origen andaluz:
a) En las altiplanicies, las vocales átonas aparecen muy relajadas y con una clara tendencia a la desaparición,
mientras que las consonantes se pronuncian con fuerza. Pudiera ser que en estas zonas hubiera un mayor sustrato
de lenguas indígenas que influyeron en la fonética y en el léxico del español asentado allí.
b) En las tierras bajas, por el contrario, predomina un consonantismo relajado parecido al andaluz: aspiración y
pérdida de la-s implosiva; pérdida de –d- intervocálica; articulación aspirada de la j; alternancia por confusión
entre r y l en final de sílaba.
Hay muchas otras divisiones dialectales que se basan: en la distribución por isoglosas de fenómenos como el yeísmo,
zeísmo, voseo y las formas verbales utilizadas con el pronombre “vos”, o en fenómenos léxico-semánticos.
Rasgos Fonéticos:
a) El seseo y el ceceo, aunque con pronunciación distinta a la del castellano. El ceceo es más raro y se han
registrado casos en Colombia, El Salvador, Nicaragua y Argentina.
b) El yeísmo es menos general que el anterior y aparece en la mayor parte de América, salvo en áreas de carácter
conservador en las que se detecta todavía la distinción entre la pronunciación de la ll/y.
Parece tratarse de un fenómeno de evolución castellana de finales del XVII y de América tanto como de España.
En América la realización fonética del yeísmo es mucho más rica y compleja que en español, entre las
realizaciones que se producen destaca el zeísmo.
c) La aspiración o pérdida de –s implosiva es atribuible también al andaluz, y se extiende por muy amplias áreas.
d) La confusión de las líquidas /l/ y /r/ es también fenómeno de posible origen andaluz. Incluso hay zonas de
América en que dichas consonantes vocalizan en i.
e) La h- inicial procedente de f- inicial latina, se pronuncia aspirada en toda Latinoamérica, pero sólo en ambientes
rústicos.
Rasgos Morfosintácticos:
a) Voseo: es la modificación del sistema verbal en ciertas zonas del español de América, debido a la sustitución del
pronombre de la segunda persona del singular “tú” por el pronombre “vos”, y en la segunda de plural sustituye el
pronombre “vosotros” por “ustedes”. Domina en Argentina, Uruguay, Paraguay, América Central (excepto
Panamá) y el estado de Chiapas en México. En las demás zonas alternan el voseo y el tuteo.
b) En relación con este rasgo está la conservación de la desinencia verbal arcaica de la segunda persona del plural
del verbo castellano: cantáis (castellano), cantás o cantáis (realizaciones del voseo del español americano).
c) Abundancia de diminutivos y aumentativos para expresar la fuerte emotividad que los hispanohablantes reflejan a
través del idioma.
d) Las adverbializaciones de adjetivos “¡qué lindo cantás!
e) Empleo del Pretérito Perfecto simple donde el castellano emplea el perfecto compuesto: “qué fue” por “qué ha
sido”.
f) Ausencia de leísmo, laísmo y loísmo.
g) Empleo de las formas “los” por “nos” y “losotros” por “nosotros”.
h) Empleo de perífrasis verbales de presente con valor de futuro: “voy a + infinitivo”.
i) Uso del pronombre reflexivo con verbos intransitivos: “me amanecí leyendo”.
j) Uso especial de adverbios: “no más”, “como no”, “recién”, con los significados de “ahora mismo”.
Rasgos léxicos.
a) En general, en el español de América las palabras han adquirido frecuentemente una acepción parcial o totalmente
nueva: “vereda” (acera), “carro” (automóvil).
b) Uso de muchas palabras que en España han perdido su vigencia y que por uso las sentimos los españoles como
arcaicas: “alistar” (poner a punto); avante (adelante); “lindo” (bueno, excelente).
c) Los neologismos por derivación se dan con profusión en el español de América. Uno de los sufijos más utilizados es “-
iar”, con el que se forman nuevos verbos como “corniar” (matar una res); “cueriar” (azotar con un látigo de cuero).
d) Préstamos extranjeros: en Argentina predominan los italianismos; en Las Antillas de procedencia afronegroide “bongo”
(tambor), “ñangostarse” (ponerse de rodillas); también son abundantes los galicismos: “usina” (fábrica); “masacrar”
(matar). Pero, como en la Península es el anglicismo el que ha irrumpido en el siglo XX con más fuerza: “parquear”,
“chopear” (ir de compras), “crucial”, “salvaguardar”, etc.

FRAGMENTOS: Los de abajo, Mariano Azuela.

TEXTO 1

De pronto se oyó un disparo, el perro lanzó un gemido sordo y no ladró más. Unos hombres a caballo
llegaron vociferando y maldiciendo. Dos se apearon y otro quedó cuidando las bestias.
—¡Mujeres..., algo de cenar!... Blanquillos, leche, frijoles, lo que tengan, que venimos muertos de hambre. — ¡Maldita
sierra! ¡Sólo el diablo no se perdería! — Se perdería, mi sargento, si viniera de borracho como tú... Uno llevaba galones
en los hombros, el otro, cintas rojas en las mangas.
—¿En dónde estamos, vieja?... ¡Pero con una... ¿Esta casa está sola?
—¿Y entonces, esa luz?... ¿Y ese chamaco?... ¡Vieja, queremos cenar, y que sea pronto! ¿Sales o te hacemos salir?
—¡Hombres malvados, me han matado mi perro!... ¿Qué les debía ni qué les comía mi pobrecito Palomo? La mujer
entró llevando a rastras el perro, muy blanco y muy gordo, con los ojos claros ya y el cuerpo suelto.
— ¡Mira nomás qué chapetes, sargento!... Mi alma, no te enojes, yo te juro volverte tu casa un palomar; pero, ¡por
Dios!... No me mires airada... No más enojos... Mírame cariñosa, luz de mis ojos, acabó cantando el oficial con voz
aguardentosa.

TEXTO II

Señá Remigia, entra otra vecina doblando su flaco espinazo para franquear la puerta, ¿no tiene unas hojitas de laurel
que me dé pa hacerle un cocimiento a María Antonia?... Amaneció con el cólico...
Y como, a la verdad, sólo lleva su pretexto para curiosear y chismorrear, vuelve los ojos hacia el rincón donde está el
enfermo y con un guiño inquiere por su salud.
Señá Remigia baja los ojos para indicar que Demetrio está durmiendo...
-Ande, pos sí que está usté también, señá Paquita...; no la había visto...
-Güenos días le dé Dios, ña Fortunata... ¿Cómo amanecieron?
Pos María Antonia con su “superior”... y, como siempre, con el cólico...
En cuclillas, pónese cuadril a cuadril con señá Panchita.
- No tengo hojas de laurel, mi alma -responde ñá Remigia suspendiendo un instante la molienda; aparta de su rostro
goteante algunos cabellos que caen sobre sus ojos y hunde luego las dos manos en un apaste, secando un gran puñado de
maíz cocido que chorrea una agua amarillenta y turbia. Yo no tengo; pero vaya con señá Dolores: a ella no le faltan
nunca yerbitas.
Ña Dolores donde anoche se jué pa la Cofradía. A sigún razón vinieron por ella pa que juera a sacar de su cuidado a la
muchachilla de tío Matías.
-¡Ande, señá Pachita, no me lo diga!...
Las tres viejas forman animado corro y, hablando en voz muy baja, se ponen a chismorrear con vivísima animación.
-¡Cierto como haber Dios en los cielos!...
¡ Ah, pos si yo juí la primera que lo dije: «Marcelina está gorda y está gorda»! Pero naiden me lo quería creer...
-Pos pobre criatura... ¡Y pior si va resultando con que es de su tío Nazario!...
¡Dios la favorezca!...
¡No, qué tío Nazario ni qué ojo de hacha!... ¡Mal ajo pa los federales condenados¡...
-¡Bah, pos aistá otra enfeliza más!

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