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RENOVACIÓN DEL CERTIFICADO DE CALIDAD

El certificado de calidad ISO 9001 se obtiene mediante la implantación de un sistema de gestión de la


calidad, iniciando así el camino hacia la mejora continua. Se trata de una normativa de carácter internacional
que forma parte de la familia de las normas ISO 9000 que se puede aplicar en cualquier organización, con
independencia de su sector de actividad y de su tamaño. Establece una serie de procesos para mejorar el
funcionamiento de la compañía y que de esta manera logre una posición más privilegiada en el mercado.
Una de las características más destacadas de este certificado de calidad es que tiene un
enfoque específicamente basado en procesos y orientado hacia la eficiencia en la gestión. Destaca
especialmente la importancia de integrar diversos aspectos de riesgo en la estrategia de gestión de calidad y
mejora continua. Además, durante el proceso de implantación de la norma se identifican las debilidades que
presenta la compañía.

Renovación de la norma ISO 9001


La validez de la norma ISO 9001 es de tres años. Una vez transcurrido este periodo de tiempo, es necesario
emitir un nuevo certificado, para lo cual la empresa debe someterse a una auditoría de renovación. Es de
especial interés implantar y renovar el certificado de calidad porque demuestra el gran interés que tiene una
compañía en seguir una estructura de la gestión sistematizada y en satisfacer las necesidades de sus clientes.
Cualquier empresa que haya obtenido esta norma ofrece todas las garantías del buen cumplimiento de su
actividad. Gracias a la renovación se confirma de nuevo la excelente calidad de la compañía en todos sus
procedimientos, al igual que la eficiencia, lo que supone una mejora de la calidad y el prestigio. Pero, sobre
todo, se obtiene un nivel máximo de satisfacción por parte de los clientes, el principal objetivo de cualquier
organización.

ISO 9001: 2015


Es interesante señalar que la primera norma ISO 9001 se creó en el año 1987. Desde entonces se han
introducido de manera progresiva una serie de novedades, de manera que la norma vigente en la actualidad
es muy diferente a la primera.
La revisión que se llevó a cabo en el año 2000 supuso un gran avance cualitativo al pasar el objeto del
aseguramiento de la calidad a la gestión de la calidad en la empresa. Fue entonces cuando se introdujo
el enfoque hacia la mejora continua, que sigue vigente en la actualidad.
Uno de los rasgos más característicos de la ISO 9001:2015 es que no requiere obligatoriamente un manual de
calidad. Además, se elimina la figura del responsable de dirección y se aplica un sistema de documentación
mucho más flexible. Son cambios lógicos teniendo en cuenta la evolución del mercado.
En la nueva norma es muy importante integrar una serie de aspectos de riesgo en la estrategia de gestión e
identificar las debilidades que presentan las organizaciones en el sistema de gestión.
A todo ello se le une la adopción de una estructura de ciclo de mejora continua, que debe ser utilizada por
todos los modelos de gestión, lo que facilita la integración de aspectos tan relevantes en el ámbito social y
corporativo actual como los medioambientales, los de responsabilidad social o los de seguridad y salud en el
trabajo, entre otros.

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