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La sociedad actual se ha vuelto cada vez más desensibilizada a los valores de la vida, el matrimonio y la familia. La dignidad humana se ha subordinado a la calidad de vida determinada por otros. El concepto de matrimonio se ha reducido a una unión temporal basada en el placer en lugar del amor y la donación. Las técnicas de reproducción asistida permiten tener hijos sin amor u sexo. Mientras tanto, la enseñanza de Humanae Vitae predijo esta tragedia y defendió la protección de la vida, la inclus
Descripción original:
Título original
Familia Bienestar Social y los Riesgos que enfrenta parte I 01
La sociedad actual se ha vuelto cada vez más desensibilizada a los valores de la vida, el matrimonio y la familia. La dignidad humana se ha subordinado a la calidad de vida determinada por otros. El concepto de matrimonio se ha reducido a una unión temporal basada en el placer en lugar del amor y la donación. Las técnicas de reproducción asistida permiten tener hijos sin amor u sexo. Mientras tanto, la enseñanza de Humanae Vitae predijo esta tragedia y defendió la protección de la vida, la inclus
La sociedad actual se ha vuelto cada vez más desensibilizada a los valores de la vida, el matrimonio y la familia. La dignidad humana se ha subordinado a la calidad de vida determinada por otros. El concepto de matrimonio se ha reducido a una unión temporal basada en el placer en lugar del amor y la donación. Las técnicas de reproducción asistida permiten tener hijos sin amor u sexo. Mientras tanto, la enseñanza de Humanae Vitae predijo esta tragedia y defendió la protección de la vida, la inclus
La sociedad actual se encuentra desensibilizada. Se ha establecido la cultura de
la muerte, así como la hipersexualización y pornificación, afectando principalmente a la niñez y la juventud. La dignidad de la vida humana ha quedado supeditada a la supuesta calidad de vida que la persona pueda alcanzar. Si su calidad de vida no cumple con las expectativas de calidad determinadas por otros, entonces no tiene derecho a vivir. El concepto de matrimonio ha sido atacado gravemente desde los años sesentas. Primero con la “liberación sexual”, haciendo apologética de la unión libre. En años recientes, con la deconstrucción del matrimonio. Reducido a un contrato temporal de acompañamiento emocional y/o sexual. Valido para la unión de dos o más seres, permitiendo uniones entre personas del mismo sexo, e incluso con seres no humanos y dando paso al polyamor. La triada perfecta en la que recaía la construcción social del matrimonio y por tanto de la familia: amor, acto conyugal y procreación; han sido separadas. El amor y la procreación se han arrancados del acto conyugal. El sexo puede ser entre extraños por mero placer, y para evitar la procreación están los anticonceptivos y el aborto. Como prácticas normales, se abre el paso a todo tipo de sexo: precoz, promiscuo, antipersonal o no natural, pornografía y masturbación. El amor y la donación ya no son la raiz del acto sino el placer. La procreación ya no necesita del abrazo esponsal. Las Técnicas de Reproducción Asistida permiten generar vida en el laboratorio sin la necesidad del amor humano y del acto sexual. En palabras de Jerome Lejeune: “Anticoncepción es hacer el amor sin hacer un niño; fecundación in vitro es hacer un niño sin hacer el amor; aborto es deshacerse del niño; y la pornografía es deshacer el amor. Todo esto es incompatible con la ley natural.”
Humanae Vitae predijo esta tragedia. Su enseñanza fue rechazada: no podemos
eliminar a las personas humanas mediante la anticoncepción (mientras existan los anticonceptivos, existirá el aborto, pues éste es su plan b); la vida debe ser protegida, nadie debe quedar excluido del banquete de la vida (prudencia y generosidad entre los esposos); no se puede excluir a Dios de la sexualidad humana y de la procreación de la vida (sacramento del matrimonio). Si queremos saber qué es lo más valioso, debemos observar qué es lo más atacado: la vida, el matrimonio, la familia y la sexualidad. Es inminente volver a la vision profética de Pablo VI y restaurar la cultura de la vida.