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Triada Perfecta

Humanae Vitae: aportación al mundo actual


Marcela Palos
@amaresconferencias

La sociedad actual se encuentra desensibilizada. Se ha establecido la cultura de


la muerte, así como la hipersexualización y pornificación, afectando principalmente a
la niñez y la juventud.
La dignidad de la vida humana ha quedado supeditada a la supuesta calidad de vida que
la persona pueda alcanzar. Si su calidad de vida no cumple con las expectativas de
calidad determinadas por otros, entonces no tiene derecho a vivir. El concepto de
matrimonio ha sido atacado gravemente desde los años sesentas. Primero con la
“liberación sexual”, haciendo apologética de la unión libre. En años recientes, con la
deconstrucción del matrimonio. Reducido a un contrato temporal de
acompañamiento emocional y/o sexual. Valido para la unión de dos o más seres,
permitiendo uniones entre personas del mismo sexo, e incluso con seres no humanos
y dando paso al polyamor.
La triada perfecta en la que recaía la construcción social del matrimonio y por
tanto de la familia: amor, acto conyugal y procreación; han sido separadas. El amor y
la procreación se han arrancados del acto conyugal. El sexo puede ser entre extraños
por mero placer, y para evitar la procreación están los anticonceptivos y el aborto.
Como prácticas normales, se abre el paso a todo tipo de sexo: precoz, promiscuo,
antipersonal o no natural, pornografía y masturbación. El amor y la donación ya no
son la raiz del acto sino el placer. La procreación ya no necesita del abrazo esponsal.
Las Técnicas de Reproducción Asistida permiten generar vida en el laboratorio sin la
necesidad del amor humano y del acto sexual. En palabras de Jerome Lejeune:
“Anticoncepción es hacer el amor sin hacer un niño; fecundación in vitro es hacer un
niño sin hacer el amor; aborto es deshacerse del niño; y la pornografía es deshacer el
amor. Todo esto es incompatible con la ley natural.”

Humanae Vitae predijo esta tragedia. Su enseñanza fue rechazada: no podemos


eliminar a las personas humanas mediante la anticoncepción (mientras existan los
anticonceptivos, existirá el aborto, pues éste es su plan b); la vida debe ser protegida,
nadie debe quedar excluido del banquete de la vida (prudencia y generosidad entre los
esposos); no se puede excluir a Dios de la sexualidad humana y de la procreación de
la vida (sacramento del matrimonio). Si queremos saber qué es lo más valioso,
debemos observar qué es lo más atacado: la vida, el matrimonio, la familia y la
sexualidad. Es inminente volver a la vision profética de Pablo VI y restaurar la cultura
de la vida.

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