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[El poliamor en pocas palabras en una reflexión de la que es

coautor mi amigo, el ministro unitariano neozelandés, Rvdo.


Derek McCullough. FJLG]

El poliamor, lo que es y lo que


no es
por Derek McCullough y David S. Hall

Este texto apareció publicado originalmente en inglés en:


Electronic Journal of Human Sexuality, Volume 6, Feb. 27,
2003/ www.ejhs.org

“No vayas por donde indica el sendero, en vez de ello dirígete por donde
no hay sendero y deja una huella”, Ralph Waldo Emerson.

“Tu amor se encuentra en ti. Es tuyo para nutrirlo, saborearlo y para


entregarlo a otros en la forma que tú decidas. El amor debe ser sin
calificaciones o demandas. Debes aprender a obtener el éxtasis a partir
de la felicidad de otros. Una vez que sientes amor por ti mismo, es fácil
darlo”, Wayne Dyer "Gifts from Eykis".

¿Qué es el poliamor?

El poliamor se ha definido como la filosofía y la práctica de amar a más


de una persona al mismo tiempo con integridad y honestidad. Es
sinónimo del poliamor la no monogamia responsable, ética e intencional.
Dado que estas denominaciones son poco explícitas, el término
“Polyamory” fue acuñado a finales de la década de los ochentas por una
sacerdotisa pagana: Morning Glory Zell y define una gama de diferentes
estilos de vida alternativos. En la mayoría de los casos, aunque no
necesariamente, esto implica algún nivel de involucramiento sexual o por
lo menos comportamientos sexuales íntimos.

Han existido diversas comunidades poliamorosas y comunas, siendo tal


vez la más famosa la comunidad de Oneida en el estado de Nueva York a
mediados de los años 1800. Sin embargo han sido experiencias aisladas y
semi-clandestinas por el clima moral prevalente en la época.

¿Qué es lo que los poliamoristas piensan, en general?

Los poliamoristas dicen que su filosofía no es mas que la aceptación


directa y la celebración de realidades de la naturaleza humana.

Los poliamoristas dicen que el sexo no es el enemigo, que el verdadero


enemigo es el engaño y la traición de la confianza que surgen de tratar
de limitar nuestra naturaleza como lo hace el sistema social rígido y
antinatural.

Los poliamoristas dicen que el sexo es una fuerza positiva si se aplica con
sinceridad, responsabilidad y confianza.

Los poliamoristas no tienen que cumplir a nivel individual cada una de las
necesidades de una pareja; reciben ayuda. Si a tu esposa le encanta la
ópera y a ti no te gusta, es probable que uno de sus amantes disfrute
llevándola a una función. Sin embargo si es un experto en computadoras
y te ayuda a arreglar la tuya, eres una persona muy afortunada.

Los poliamoristas dicen que el amor es infinito, no finito. Un ejemplo de


ello se da con los niños. Cuando mi hija mayor nació la amé muchísimo.
Cuando nació mi hijo me di cuenta de que no tenía que darle la mitad de
mi amor a cada uno, podía amar a ambos plenamente. Y mi tercer hijo
también es muy amado.

Lo mismo se aplica con los amigos; cuando conoces a una persona nueva
no tienes que pensar a quien vas a abandonar para que entre la nueva
persona. Como dijo una mujer al explicar por que escogió el poliamor:
“Me niego a aceptar el mito de que tengo que dejar de amar a una
persona antes de empezar a amar a otra”.

Los poliamoristas dicen que el amar a una persona no te da el derecho de


controlar el comportamiento de ella.

Los poliamoristas dicen que los celos no son innatos, inevitables o


imposibles de superar. Sin embargo se enfrentan frecuentemente a ellos
y suelen manejarlos exitosamente.

Los poliamoristas dicen que el amor debiera ser incondicional


contraponiéndose a la propuesta monogámica que dice: “te amaré con la
condición de que no ames a nadie mas, renunciando a todos los demás”.
Y tal y como lo muestra la historia, la monogamia y el matrimonio no son
salvaguardas para no enamorarse de otra persona.

Los poliamoristas creen en el involucramiento a largo plazo en una


relación, y aunque esta meta no siempre se logra en las relaciones poli,
tampoco se logran necesariamente en la monogamia.

Los poliamoristas creen que representan “genuinos valores familiares”.


Tienen el valor de vivir un estilo de vida alternativo que, aunque
condenado por la sociedad, es satisfactorio y brinda muchas
recompensas.

El Contraste con la monogamia.

Una de las premisas casi universalmente aceptada en nuestra sociedad es


la que considera que la pareja monogámica es la única estructura válida
para las relaciones humanas; es considerada de carácter tan superior que
ni siquiera se pone en duda. De hecho nuestra cultura le da tal énfasis, a
través de las normas culturales, la literatura, el cine, que pocas veces se
dan discusiones serias sobre probables alternativas.
El matrimonio monógamo se ha incorporado a tal grado en las leyes de
nuestro país, que especifica cómo debe gastarse el dinero destinado a la
educación sexual. También le otorga el derecho a la religión para definir
como reducir la pobreza, el aborto, las familias monoparentales y muchos
otros aspectos.

Las razones que suelen esgrimirse para considerar que el matrimonio


monógamo es la única forma aceptable de relación de pareja y el único
ámbito en el que se permiten las relaciones sexuales, generalmente se
presentan bajo dos categorías:

1. Es nuestro estado natural.


2. Es el único estado moral, él aprobado por Dios y cualquier otra opción
es pecaminosa.

Es interesante notar que estas son en esencia las mismas razones que se
dan por parte de los fundamentalistas para condenar la homosexualidad,
es decir que es no natural e inmoral y es por ello que se explica la
afinidad de los poliamoristas con los movimientos y la comunidad LGBT.

Existe un excelente libro de la editorial Beacon Press por E.J. Graff


titulado “¿Para qué sirve el matrimonio?” Las seis razones que da Graff
para el matrimonio son dinero, sexo, hijos, familia, orden y corazón. La
autora presenta una excelente revisión histórica del matrimonio y nos
muestra evidencias convincentes de que nuestra visión del matrimonio
está importantemente condicionada por la cultura y no es una condición
“natural” del organismo humano.

Si la vida inteligente se refiere a la búsqueda libre y responsable de la


verdad y el significado, es claro que las respuestas no cuestionadas son
mas peligrosas que las preguntas no respondidas. Es así que el
cuestionar el matrimonio monógamo puede considerarse como
obligatorio. ¿Estamos programados para ello? ¿Es acaso la única forma
moral de relacionarse con otras personas?

Solo es natural

“La complejidad de un sistema está limitada sólo si el sistema es rígido,


inflexible y aislado de su entorno. Los sistemas que se auto organizan en
constante interacción con el medio son capaces de incrementar
tremendamente su complejidad, abandonando su estabilidad estructural a
favor de la flexibilidad y de una evolución abierta”, Erich Jantsch "Design
for Living".

Cuando examinamos la estructura natural de las cosas, no resalta el


sistema binario. La estructura atómica tiene tres elementos: protón,
electrón y neutrón. Estos tres se combinan para producir un complejo
grupo de átomos y moléculas. Las estructuras arquitectónicas, desde las
pirámides hasta los domos geodésicos de Bucminster Fuller se
fundamentan en el triangulo. El la música un acorde formado por tres
notas es mucho mas dinámico y potente que el formado por dos notas.
Sé que estos no son argumentos para convencer sin embargo la triada es
una organización común entre los poli.

La evidencia creciente proveniente de la investigación en animales revela


que cada vez son menos las especies que son monógamas en su vida
natural. En el reino animal menos del 5% de las especies se consideran
como monógamas.

Los biólogos evolucionistas señalan que existen buenas razones para la


no monogamia, sin embargo sus teorías son difíciles de comprobar. El
postulado antropológico de que un macho sólo protege a sus
descendientes si tiene certeza de la paternidad ha sido cuestionado
recientemente en un libro titulado “Cultures of Múltiple Fathers”. En este
estudio los autores encuentran evidencias que muestran que los hijos de
mujeres que han tenido relaciones con varios hombres tienen mayor tasa
de supervivencia – dado que la “paternidad potencial” los hacía menos
vulnerables.

De las 1270 sociedades humanas que Murdoch consigna en su Atlas


Etnográfico, aproximadamente en un 85% existe alguna forma de
relaciones de esposas múltiples. Incluso las sociedades en las que
teóricamente prevalece la monogamia no logran ser convincentes de que
sea funcional. Por lo contrario parece existir mucha evidencia de que los
humanos occidentales no practican la monogamia por la alta tasa de
divorcios, infidelidad, el elevado número de embarazos en adolescentes,
el alto número de familias monoparentales entre otros indicadores. En
ocasiones vemos a personas que dejan un matrimonio razonablemente
bueno por que se enamoran de otra persona en lo que podría llamarse
monogamia serial. En síntesis considerar que los humanos estamos
programados para la monogamia es muy difícil de sostener.

En cualquier caso, dado que los humanos somos tan deficientes en


cuanto a la monogamia, otras estructuras de relación seleccionadas
libremente deberían también recibir apoyo.

Lo pecaminoso y malo del sexo se basa en la creencia de que a Dios no le


gusta el sexo. Este veneno tiene sus raíces en la antigua Asiria en las
religiones de Mitra y el Zoroastrianismo quienes fueron los primeros en
postular la “obscenidad de la carne”. El impulso sexual, que no puede
negarse, se convierte en una rica fuente de culpa y vergüenza implantada
la que se utiliza para manipular y degradar al individuo. Así todo
sentimiento sexual (natural) debe considerarse vergonzoso y por ende
mantenerse en secreto.

De alguna manera este acto vergonzoso y pecaminoso se transforma en


sagrado de la noche a la mañana si se acompaña por las palabras
correctas pronunciadas, por una persona que tiene el poder de casar a
otros. No parece importar cómo se arregló el matrimonio, o las razones
por las cuales las personas se casan o incluso si realmente desean
casarse. El único requisito es que se sometan al proceso legal.
Sin profundizar, una revisión de las principales religiones nos muestra
que:

1. Muchos de los textos antiguos fueron escritos por polígamos.


2. Muchas de las reglas se basan en la concepción de la mujer como una
propiedad, mas que en una promesa solemne entre iguales.

También vale la pena señalar que sin importar lo estricto de las


enseñanzas morales, los castigos severos, sean provenientes del Talibán
o de la Biblia, de Roma o de Washington, los seres humanos persisten en
su deseo de satisfacer sus deseos sexuales. Un artículo periodístico
reciente revela que un 40% de monjas tienen una historia de abuso
sexual previo o dentro de la jerarquía eclesiástica. La información sobre
los sacerdotes está empezando a surgir. La información sobre la
población general es más difícil de obtener por la resistencia a aceptar el
hecho de haber sido abusado o ser un abusador. Lo que es real es que
los delitos sexuales tienen a mucha gente en la cárcel.

Existe evidencia histórica, basada en hallazgos de grabados en templos


en Asia y por vasijas Europeas, de algunas religiones que ven nuestra
naturaleza humana en forma positiva; esto contrasta con la práctica
religiosa predominante en Occidente.

La monogamia serial es probablemente un compromiso entre el ideal


cultural de la monogamia y los hechos de la naturaleza humana; en otras
palabras se considera que se puede amar a más de una persona, pero
una a la vez. Los efectos destructivos de la monogamia serial sobre los
hijos están bien documentados, con 8 millones de familias
monoparentales en los Estados Unidos, los divorcios generados por
infidelidades y la creciente evidencia de asesinatos de cónyuges que ha
aparecido últimamente. Gran parte de la evidencia parece indicar que el
logro del ideal cultural de la monogamia es un mito.
El argumento moral en favor de la monogamia es una posición débil. Un
mejor argumento moral se puede hacer considerando lo que es mejor
para cada individuo y para la sociedad, esto es, haremos mejor la vida
insistiendo en el ejercicio del sexo sólo en el matrimonio heterosexual
monógamo, o bien dejando que los individuos encuentren formas
responsables de relacionarse que, usando un término pagano, “no dañe a
nadie”. La religión liberal ha tomado una buena postura apoyando a las
parejas homosexuales y heterosexuales así como a parejas no casadas.
¿Qué es tan difícil en cuanto a ver los paralelismos en cuanto a “más de
un par”?

Es una realidad que en la actualidad hay muchas personas


relacionándose sexualmente en grupos de mas de dos. La razón por la
que sigo hablando de “relacionarse sexualmente” es que esto parece ser
el obstáculo mayor para muchos. Si los poliamoristas se mantuvieran en
las relaciones platónicas, sin involucración sexual con las diversas
personas que aman, la mayoría les aplaudiría su comportamiento
amoroso. Sin embargo cuando aceptan que no sólo aman a más de uno
si no que tienen relaciones sexuales con más de uno, surgen todas las
banderas rojas.

Si se ve la televisión, se verá que el poliamor se ventila mucho, episodios


de Ally McBeal, programas de entrevistas como los de Montel Williams,
John Walsh, Geraldo y el Real Sex de HBO. Existen muchas películas
positivas hacia el poliamor realizadas en Hollywood y naturalmente que
los que son ricos y famosos pueden hacer lo que gusten con sus
relaciones y aún así reciben un trato favorable por la prensa. Lo que ha
sacado a los polis del closet es el internet, en donde las personas que
pensaban ser “los únicos” encuentran mucha compañía.

Frecuentemente, el término poliamor es malentendido. El poliamor no es


“la respuesta”. Si lo que buscas es una solución rápida para tus
problemas de pareja, no busques el poliamor. Es sólo una elección, como
lo es la monogamia, que necesita ser tomada con responsabilidad, y que
trae a la vez muchos retos. Definitivamente, no es la solución para un
mal matrimonio u otros problemas de pareja.

La confusión más común es entender al poliamor como un sinónimo de


ser swinger. Las relaciones sexuales swinger son esencialmente
recreativas. Algunas investigaciones han demostrado que las personas
que gustan de este tipo de relaciones, no se diferencian del resto de la
población, excepto por el hecho de que tal vez preferirían ir a un club
swinger que a jugar póquer el sábado por la noche.

Las relaciones swinger comparten mucho con el poliamor en el ser


relaciones no-monógamas, intencionales y responsables. Ambos “estilos
de vida” comparten la idea de que la sexualidad es positiva, placentera y
parte natural del ser humano y que las relaciones sexuales no son un
sinónimo de amor. La diferencia principal radica en que las relaciones
swinger se centran en el “sexo casual” y tienden a prohibir cualquier otro
tipo de intimidad, mientras que el poliamor se enfoca en relaciones
íntimas duraderas que incluyen relaciones sexuales.

Las relaciones swinger y las poliamor no tienen el sentido de “amor libre”


que tenían ciertas relaciones en los sesenta. En muchos sentidos, el amor
libre de los sesentas fue una respuesta a la enorme liberación de tabúes
que existían en contra de la sexualidad y no siempre iba acompañada de
honestidad y responsabilidad. Parecía, más bien, una excusa para tener
muchas relaciones sexuales y ligarlas al uso de drogas (como se solía
decir: “sexo, drogas y rock-n-roll”). Ello permitió ser catalogada como una
“fase” y facilitó el regreso a los valores “tradicionales”, reestablecidos en
los ochentas y noventas.

Los retos que enfrentan las personas poliamor son:

-Las relaciones sexuales


Este es el aspecto que se les dificulta a muchas personas. Cuando se
menciona el ejemplo del amor infinito hacia los hijos, la gente puede
entender el concepto, sin embargo, el aspecto sexual entre adultos se ve
de manera diferente. Confundimos frecuentemente el amor y el sexo, a
menudo pensando que el sexo se convierte en amor o a la inversa.
Durante mucho tiempo el adulterio fue la única causal de divorcio sin
embargo, la verdadera causal era el engaño y la traición no el aspecto
sexual en sí.

Como dice el proverbio Chino: “El principio de la sabiduría estriba en


llamar a las cosas por su nombre”. Cuando se logre entender la diferencia
entre amor y sexo e intimidad se habrá adelantado mucho en la
resolución de los problemas de las relaciones humanas. Mientras más
estudiamos el sexo, que sólo ha empezado a estudiarse científicamente
en el último siglo, más nos percatamos de su complejidad, su variabilidad
y su universalidad. Como fue señalado previamente, el disfrute del sexo
fue considerado como malo, especialmente en las mujeres (brujas).
Después con Freud se le consideró enfermedad. Durante muchos años la
ninfomanía se consideró una enfermedad de las mujeres a las que les
gustaba el sexo. (Véase Groneman).

La cuestión sexual se ha vuelto políticamente incorrecta, atacada tanto


por la derecha como por la izquierda, por las feministas radicales que ven
en él la degradación de la mujer. Debemos conocer estos puntos de vista
para poder dar una educación sexual adecuada.

De cualquier modo, el sexo se ve como pecaminoso, sucio y que


pertenece al ámbito privado. Los censores fílmicos ayudan a esta
concepción: si se muestra violencia en las películas se considera como
entretenimiento y si hay sexo explícito se le cataloga como X.

El temor al sexo nos ha convertido en personas discapacitadas.

De tal manera que el sexo no es el enemigo. Cuando se acepta con


honestidad y responsabilidad puede ser parte de la solución.
-Celos
Este es otro de los grandes mitos, que los celos son innatos, inevitables e
imposibles de superar. Incluso el mostrar celos es considerado como
muestra de amor y se utiliza como una excusa válida para el
comportamiento agresivo y violento. Hasta hace poco el sorprender a
nuestra esposa en la cama con un amante era un elemento de defensa
legal en casos de asesinato en algunos estados. Los celos, la posesividad
y el control son también centrales en la violencia doméstica que se
encuentra en el centro de la privacidad monogámica.

Nuestra cultura parece ser adicta a tres creencias básicas sobre las
relaciones, las que prácticamente garantizan la existencia de celos hasta
en las personas mas ecuánimes. Identificar y desmantelar estas creencias
es la manera más efectiva para manejar los celos.

Creencia básica # 1
Si mi pareja me amara realmente, no tendría deseo de una relación
sexual íntima con ninguna otra persona.

Esto se basa en el modelo consumible del amor en el que se piensa que


el amor o el interés en otra persona significan que se va a ser menos
amado. Es tan absurdo como la idea de que tener un segundo hijo es
indicativo de que no se ama bastante al primero. También se considera
que el amor y el sexo son la misma cosa y satisfacen las mismas
necesidades.

Creencia básica # 2
Si yo fuera una buena pareja, esposo, amante, mi compañero estaría tan
satisfecho que no le interesaría estar con nadie más.

Esta creencia es todavía más destructiva. En la primera por lo menos se


le puede echar la culpa al otro. Esta creencia incide directamente en auto
culparse por no ser un amante perfecto. Esta es también la base, muy
generalizada del mito romántico “de que el amante es la única persona
en el planeta”, esto también provoca serios problemas de autoestima que
son un campo fértil para los celos.

Creencia básica # 3
No es posible amar a más de una persona.

Esto de nuevo se encuentra fundamentado en la teoría de la dotación fija


de amor, de que solo tengo una cantidad finita de amor que dar.

Todas estas creencias se vinculan con el temor primario a la pérdida y al


abandono.

Los poliamoristas substituyen estas creencias por tres nuevas:

Nueva creencia básica 1


Mi pareja me ama y confía tanto en mí que podemos permitir que nuestra
relación se expanda y enriquezca por experimentar incluso amor por
otras personas. El mundo está lleno de amor y hay mucho para todos. El
amar a más de una persona es una elección que puede incrementar
exponencialmente el potencial para dar y recibir amor.

Nueva creencia básica 2


Mi pareja tiene tanta confianza en mí y en nuestra relación que el tener
otras parejas no generará celos que destruyan nuestro amor.

Nueva creencia básica 3


Sea cual sea el arreglo que hayamos hecho en cuanto a nuestras vidas
amorosas estos se han acordado de manera consciente y responsable por
todos los que participan. Insistimos en la integridad de nuestras
relaciones.

Aspectos prácticos

Vivimos en sociedad culturalmente monógama de tal manera que ser


poliamor te coloca en una postura excéntrica. Bajo el clima político
imperante también plantea peligros. Esto se ilustra por casos en que
padres han perdido la patria potestad por no vivir en un entorno de
familia tradicional.

Los poliamoristas son vistos por la sociedad como sospechosos.

Considerando todos estos problemas, ¿por qué insistir en ser


poliamoroso?

Ciertamente no es para poder tener más relaciones sexuales.

Darte cuenta de que eres poliamoroso en un mundo monógamo a


menudo te hace sentir que andas por la vida con secretillo sucio. Esto
puede provocarte ser aislado, enajenado y dificultar tu intimidad con
otras personas; todo ello por que estas ocultando un aspecto central de
ti.

Para los poliamoristas las recompenses son sencillas. Uno de los regalos
que te puedes dar a ti mismo es el permiso de ser tu mismo. Amarte a ti
incondicionalmente, respetando todas tus cualidades e inclinaciones te
permite vivir en paz. Esto forma parte de un proceso mayor de auto
diferenciación, de poder determinar quién eres y lo que es importante
para ti. El vivir como poli requiere la misma base de vivir moralmente con
ética, responsabilidad y honestidad.

Preguntas que tú debes contestarte:

Si la felicidad de mi pareja me es importante, ¿por qué me incomoda que


otros la puedan hacer feliz? ¿Qué es mas importante, la felicidad de la
pareja o recibir el crédito por ello?

¿Si yo considero a mi pareja atractiva, sexy, y amorosa así como


deseable, por que me sorprende y amenaza que otra persona la
considere igual?

Si la monogamia es tan natural, por qué existe una industria tan grande
que trata de las relaciones humanas, libros de cómo hacer las cosas bien,
de autoayuda, revistas, programas de radio y TV, guías y terapia
matrimonial, etcétera.

Referencias:
http://www.uupa.org/
http://www.lovemore.com/
http://www.lovethatworks.org/
http://www.lovewithoutlimits.com/

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Beckerman, S. and Valentine, P. (Eds.) "Cultures with Multiple


Fathers". U. Florida Press, 2002.

Foster, B., Foster, M., and Hadady, L. "Three in Love". Harper


Collins, 1997.

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Marriage in the 21st Century: The next sexual revolution". To
Excell Press, 1999.

Graff, E. J. "What is Marriage For?". Beacon Press, 1999.

Groneman, C. "Nymphomania". W. W. Norton, 2000.

Hood, L. "A City Possessed - The Christchurch Civic Creche Case".


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Lano & Parry (Eds.) "Breaking the Barriers to Desire: New


approaches to multiple relationships". Five Leaves Publications,
Nottingham, 1995.
Levine, J. "Harmful to Minors - The Perils of Protecting Children
from Sex". U. Minn. Press, 2002.

Lizst, C. and Easton, D. "The Ethical Slut: A guide to infinite sexual


possibilities". Greenery Press, 1997.

"Loving More" magazine, a quarterly publication for the polyamory


community.

Mazur, R. "The New Intimacy". To Excell Press, 1973, 2000.

Murdock, G. P. "Ethnographic Atlas". World Culture, Vol. 2-4,


1986.

Nearing, R. "The New Faithful: A Polyfidelity Primer". Polyfidelity


Educational Productions.
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