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Revista Europea de Ortodoncia 29 (2007) i96–i101 © Sociedad Europea de Ortodoncia. Publicado por Oxford University Press en nombre de la Sociedad Europea de Ortodoncia.
doi:10.1093/ejo/cjl097

Los roles diferenciales de las matrices funcionales periósticas y

capsulares en el crecimiento orofacial.
Melvin L. Moss
Nueva York, EE.
UU. (Transacción de la Sociedad Europea de Ortodoncia 1969 págs. 193­206)

RESUMEN Históricamente, los estudiantes de craneología creían, erróneamente, que sólo los procesos activos
de deposición y reabsorción superficial y de expansión intersticial estaban involucrados en el crecimiento del

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cráneo. La introducción del método de análisis craneal funcional puso énfasis principal en el papel morfogenético
de la matriz funcional. Se definen los dos tipos principales de matrices funcionales, la perióstica y la capsular. Los
primeros alteran el tamaño y la forma de los tejidos esqueléticos mientras que los segundos alteran la posición
espacial. Se ha demostrado que la mayor parte del crecimiento esquelético facial se debe a la traslación pasiva
de los tejidos esqueléticos dentro de la cápsula orofacial, respondiendo a la expansión volumétrica previa y
primaria de los espacios funcionales oro­nasofaríngeos, que actúan como matrices capsulares.

Introducción
tejidos cartilaginosos. Las declaraciones residuales contemporáneas
Los mecanismos biológicos del crecimiento orofacial siguen siendo que pretenden restablecer estos conceptos erróneos en ortodoncia
un tema de constante interés para todos los estudiantes de se deben, en parte, a los antecedentes biológicos poco
craneología. Los tejidos esqueléticos, cartílagos y huesos, son el satisfactorios de algunos investigadores individuales y, en parte,
foco habitual tanto de la atención clínica como de la intervención a una adhesión continua y provincial a concepciones anteriores e
incorrectas
terapéutica, así como los objetos primarios de la observación radiográfica. de los mecanismos de crecimiento craneal. descartado
Además, los tejidos óseos son los únicos materiales disponibles hace mucho tiempo por la corriente principal del pensamiento
para el paleontólogo de vertebrados y el osteólogo humano. craneológico moderno. Siguen apareciendo artículos escritos por
Por estas razones, entre otras, es habitual, lingüística y autores que obviamente todavía están atrapados en la espuria
conceptualmente, considerar que los tejidos esqueléticos dicotomía entre los datos de Brash (1934) y de Massler y Schour
poseen procesos de crecimiento primarios e intrínsecos; (1951) sobre el mecanismo de crecimiento de la bóveda craneal;
autosuficiente para dar cuenta de los fenómenos observados el primero describe un mamífero de cráneo grueso y el segundo
de crecimiento orofacial normal y anormal. una forma de cráneo delgado. El trabajo mutuamente confirmatorio
Dos siglos de experimentación con tejidos esqueléticos con de otros investigadores modernos refuta una tesis tan poco
colorantes vitales y marcadores metálicos establecieron, muy sofisticada desde el punto de vista biológico (cf: Hoyte, 1966).
pronto, que los tejidos óseos alteran su forma sólo por Volviendo a nuestra discusión, los conceptos más antiguos y clásicos
acreción y resorción superficial, mientras que los tejidos intentan describir cómo se alteró el tamaño y la forma de los tejidos
cartilaginosos tienen un proceso adicional y significativo de esqueléticos, pero no por qué. Además, no describen satisfactoriamente
expansión intersticial. La controversia anterior sobre el papel cómo los órganos esqueléticos cambian sus posiciones relativas, ni
del periostio y el pericondrio como fuentes vitales de estos siquiera cuando cuantificamos con precisión la cantidad de "derivación",
fenómenos superficiales se resolvió finalmente hace sólo "translocación" o de los huesos producida por el efecto neto de las
cuatro décadas (Keith, 1919). Utilizando estos datos, hace aposiciones y resorciones superficiales. El método operativo de análisis
unos 25 años se intentó describir los procesos biológicos del craneal funcional es una contribución significativa a la solución de estos
crecimiento orofacial de la siguiente manera: a) el hueso y el problemas.
cartílago alteran su tamaño y forma mediante deposición y Las bases experimentales y teóricas de esta técnica están publicadas
eliminación superficial; y b) los órganos esqueléticos (huesos) extensamente en otros lugares (Moss, 1962 bb; 1969a). , 1968a, ,
se mueven entre sí como resultado de una fuerza expansiva, 1969a , ,b ; Moss y Young, 1960). De manera sucinta,
de "empuje", generada principalmente por la expansión la cabeza es una región en la que se llevan a cabo una serie de
intersticial de los tejidos suturales o cartilaginosos. En esta funciones (respiración, visión, olfato, digestión, etc.). Cada función
formulación se consideraba que los tejidos de sutura interósea se logra completamente mediante un componente craneal
eran análogos a las placas de crecimiento de los huesos funcional que consta de dos partes. La totalidad de cualquier
largos; mientras que se pensaba que las sincondrosis del función la realiza una matriz funcional, y cada una de esas
tabique nasal, el cóndilo mandibular y el cráneo basal eran homólogas a dichas placas de crecimiento.
matrices está protegida y sustentada biomecánicamente por una unidad esque
En las últimas décadas, un corpus cada vez mayor de datos Trabajos recientes nos permiten definir dos tipos de matrices
experimentales refutó de manera concluyente la generación de cualquier funcionales y dos tipos relacionados de unidades esqueléticas. La
primera es la matriz perióstica. Músculos, glándulas, neurovasculares.
fuerza expansiva primaria dentro de las estructuras suturales o esplacnocraneales.
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MATRICES FUNCIONALES EN EL CRECIMIENTO OROFACIAL
haces y dientes son excelentes ejemplos. Estas matrices actúan
directamente sobre unidades microesqueléticas relacionadas individualmente. la expansión volumétrica de las matrices capsulares.
Tales matrices producen expresión morfológica de sus demandas
operativas mediante procesos activos de deposición y resorción,
alterando así el tamaño y la forma (es decir, la forma) de sus unidades
microesqueléticas mediante procesos de transformación. En diversos
grados, los cambios transformadores del crecimiento producen
"derivación", "translocación" deolas unidades microesqueléticas. Por
ejemplo, el crecimiento primario de los músculos pterigoideo medial y
masetero, del músculo temporal y del músculo pterigoideo lateral
provoca un cambio de crecimiento transformador secundario en las
apófisis angular, coronoides y condilar mandibular, respectivamente.
Tales cambios no sólo alteran su forma, sino también la posición de
estas unidades microesqueléticas contiguas entre sí.
Sin embargo, ninguno de estos procesos es responsable del movimiento
de la totalidad de las unidades microesqueléticas mandibulares (es decir,
de la unidad macroesquelética mandibular) lejos de la base del cráneo o
de las unidades esqueléticas maxilares.
Todas las unidades microesqueléticas dependen completamente de
las demandas morfogenéticamente primarias de sus matrices periósticas
funcionales para cambios de tamaño y forma, así como para su
mantenimiento. Está establecido que no existe una determinación
genética directa ni de la forma ni de la posición de ninguna unidad
esquelética. La actividad genética morfológica se dirige principalmente a
las matrices funcionales y, por tanto, sólo indirecta y secundariamente a
los tejidos esqueléticos (Grüneberg, 1963).
Todas las unidades microesqueléticas orofaciales, junto con sus
matrices periósticas, existen dentro de una serie de cápsulas orofaciales
(oral, nasal, faríngea), que rodean y protegen los espacios de
funcionamiento de las cavidades oral, nasal y faríngea.
Nuestro segundo tipo de matriz funcional es la capsular; que consiste en
estos espacios de funcionamiento. Las masas neural, orbitaria y ótica
son otras matrices capsulares cefálicas.
Las matrices capsulares actúan indirectamente tanto sobre la totalidad
de todas las unidades microesqueléticas integradas (es decir, sobre las
unidades macroesqueléticas) como sobre sus matrices periósticas. Las
matrices capsulares no actúan mediante los procesos de resorción y
deposición. Más bien, a medida que aumenta el volumen de los espacios
en funcionamiento, la cápsula circundante se expande y las unidades
macroesqueléticas integradas se trasladan pasivamente en el espacio.
Dado que las matrices periósticas se traducen simultáneamente, a su vez
alteran sus demandas funcionales, produciendo transformaciones
sincrónicas de sus respectivas unidades microesqueléticas. La aparición
aparentemente simultánea de cambios de crecimiento tanto traslativos
como transformativos juega un papel importante en la creación de la
confusión que ahora existe sobre los mecanismos del crecimiento
orofacial.
Experimental y clínicamente es posible aislar estos dos aspectos del
crecimiento. Podemos demostrar de manera concluyente que ni el
cartílago del tabique nasal ni el cóndilo mandibular son sitios primarios
de crecimiento orofacial expansivo. Así como las superficies de las
unidades microesqueléticas responden secundariamente mediante
transformación a matrices periósticas, los márgenes suturales y los
cartílagos cefálicos responden transformativamente en una
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de manera secundaria, compensatoria, a las traslaciones producidas por
La eliminación completa de los tejidos suturales sólo da como resultado una
dehisencia de la sutura (es decir, por una pérdida local de la transformación secundaria).
De manera similar, la eliminación de los cartílagos faciales (o su ausencia
congénita) no interfiere con el crecimiento traslativo orofacial.
La traslación normal de la mandíbula superior en bebés arrinencefálicos
y con paladar hendido bilateral, así como en aquellos a los que les falta
un tabique, son una prueba clínica de que el cartílago nasal no es un sitio
primario de dicho crecimiento traslativo. El crecimiento normal de todas
las unidades microesqueléticas mandibulares no condilares en pacientes
con ausencia congénita de sus procesos condilares establece el papel no
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traslativo de estos cartílagos.
Esto es tan cierto que los pacientes jóvenes con anquilosis congénita o
adquirida de la articulación temporomandibular (unilateral o bilateral) son
tratados con éxito mediante condilectomía bilateral (Moss y Rankow,
1968). Podemos estudiar cuantitativamente el papel de la traducción y la
transformación (el papel de las matrices perióstica y capsular) en el
crecimiento orofacial. Utilizando múltiples tinciones vitales en ratas, Cleal
et al. (1968) proporcionan datos sobre la magnitud y la dirección del
crecimiento óseo transformativo orofacial y neurocraneal. Comparando
estos datos con los nuestros, que miden la suma de traslación y
transformación, observamos los siguientes resultados al analizar el
crecimiento vertical de los adolescentes en el plano sagital:
a) altura de la abertura nasal anterior: transformación 35,4 por
ciento, traducción 64,6 por ciento;
b) altura desde la mitad del hueso frontal hasta el plano del paladar duro ­
transformación 22,5 por ciento, traducción 77,5 por ciento; c)
altura desde el centro del hueso parietal hasta el borde inferior del
basisfenoides, transformación, 32,4 por ciento, traslación 67,6 por
ciento.
Evidentemente las 'deriva' o Las 'traducciones' debidas a la
transformación activa directa de unidades microesqueléticas en
respuesta a sus crecientes matrices periósticas oscilan entre el 25 y el
33 por ciento, mientras que la traducción pasiva indirecta de unidades
macroesqueléticas en respuesta a la expansión volumétrica de las
matrices capsulares oscila entre 66 y 75 por ciento.
Los efectos del crecimiento transformador y traslativo no siempre son aditivos.
Por ejemplo, Cleal et al. (1968), observan que la superficie cerebral del basis­
esfenoides se transforma hacia arriba mientras se traslada hacia abajo. Además,
la escama occipital se transforma anteriormente mientras se traslada posteriormente.
Recientemente demostramos métodos para cuantificar tanto la magnitud como la
dirección de los vectores de crecimiento transformativo y traslativo (Moss y Salentijn
(1969a, b 1970). Aquí introdujimos dos términos que requieren aclaración. Trazados
de etapas sucesivas de crecimiento longitudinal o transversal La película de datos
,
de crecimiento se puedesuperponer correctamente en la base anterior del cráneo
y alternativamente y de manera menos significativa mediante cualquier técnica
cefalométrica. Lo que se observa es un crecimiento interóseo, la suma de la
transformación activa y la traslación pasiva. Ahora es posible distinguir entre ambas.
Reinscripción
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Se ha demostrado que los trazados mandibulares en los agujeros
mentonianos son tan precisos como los obtenidos por Björk (1964,
1968) utilizando implantes metálicos. Ahora observamos un crecimiento
intraóseo, que es totalmente transformador. La superposición de ambos
conjuntos de trazados permite la sustracción visual, biológica y verbal
de la transformación del crecimiento intraóseo de la suma de la
transformación y la traducción del crecimiento interóseo, dejando la
traducción sola. Nuestros datos publicados indican que alrededor del
66­75 por ciento del crecimiento mandibular vertical normal se debe a
la traslación pasiva de la unidad macroesquelética mandibular como
respuesta secundaria a la expansión volumétrica primaria de los
espacios funcionales orofaciales que actúan como una matriz capsular.
El cambio de posición de las unidades microesqueléticas ramales,
como se esperaba, se debe a una transformación. En la Figura 1 se
muestra un ejemplo sorprendente del predominio de las matrices
capsulares en el crecimiento mandibular vertical.
, tomado de los datos de Björk y Kuroda (1968).
En este momento presentamos las primeras analogías similares del
crecimiento esquelético de la mitad de la cara, con datos de crecimiento
longitudinal publicados por Björk (1964; 1968), utilizando implantes
metálicos. Se ha vuelto habitual considerar que el descenso vertical del
paladar duro en relación con la base anterior del cráneo es de naturaleza
totalmente transformadora o tiene una contribución variable de
supuestas fuerzas expansivas generadas por el crecimiento intersticial
dentro de los cartílagos del tabique nasal. Habiendo refutado esto último
anteriormente (Moss y Greenberg, 1967; Moss y Bromberg, 1968; Moss
y Simon, 1968), pasemos ahora al posible papel de las matrices
capsulares.
El análisis gráfico de los datos de Björk para el crecimiento medio de
su población de muestra muestra que, en promedio, casi todo el
crecimiento vertical del paladar duro es traslativo (Fig. 2).
En cualquier caso, esta generalización no es cierta. Los ejemplos de
las Figuras 3 y 4 dejan claro, incluso como primera aproximación,
Figura 1 La dominancia de las matrices capsulares y del crecimiento traslativo
se muestra en este caso de 'hipoplasia bilateral congénita' de los cóndilos
mandibulares (según Björk y Kuroda, 1968). a) El crecimiento interóseo se
presenta en el período comprendido entre los 11 años 5 meses y los 19 años
5 meses. Esta es la suma de traducción y transformación. El registro se realiza
en la base craneal anterior. b) Se muestra crecimiento intraóseo, totalmente
transformativo, con reabsorción en negro y deposición con cruces. c) La
superposición de (a) y (b) ahora muestra que casi todo el movimiento vertical
aquí es traslativo. Los espacios de funcionamiento orofaríngeo, al no poder
expresar su dirección normal de crecimiento, provocan esta deformación ya
que la magnitud de la fuerza de crecimiento de estas matrices capsulares permanecehubiera
musgo ml
que la traducción pasiva representa una proporción significativa del
crecimiento vertical total del paladar duro. La transformación es
responsable de la posterior 'reubicación'. El trabajo continuo en nuestro
laboratorio, que se publicará en otros lugares, abordará este tema de
manera más definitiva.
Discusión
El profesor Tulley felicitó al profesor Moss por su artículo: él
personalmente había creído durante algún tiempo muchas de las cosas
que se habían dicho. Odiaba estar en desacuerdo con el profesor Moss,
pero aun así tenía intención de hacerlo. La mayoría de la gente estaría
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de acuerdo con gran parte de lo que había dicho el profesor Moss. Sin
embargo, no estarían de acuerdo en que se tratase de un concepto
nuevo. Las sugerencias que se estaban presentando tenían al menos
50 años de antigüedad. Estuvo de acuerdo en que aquellas personas
que simplemente están trasplantando huesos no están estudiando el
concepto completo de crecimiento, pero muchas personas han estado
trasplantando yemas de extremidades y no solo estructuras óseas. En
su opinión, si bien el 95 por ciento de lo que el profesor Moss había
expuesto era correcto, el 5 por ciento restante era peligroso. En primer
lugar, se preguntaría si era razonable utilizar el agujero mentoniano
como punto de referencia sobre el cual superponer trazos de la
mandíbula con varios años de diferencia en el crecimiento. Todos
sabemos que la matriz funcional y la forma en que emergen las
estructuras nerviosas hacen que la posición del agujero mentoniano
sea completamente diferente en estas dos etapas.
El profesor Moss no era médico, la mayoría de su audiencia eran
médicos, pero estaría de acuerdo, como científico, en que sería
imprudente poner demasiado énfasis en un solo caso de ausencia de
los cóndilos.
Habría muchas personas entre el público que habían visto numerosos
casos de condilectomía temprana sin el éxito que el profesor Moss
había afirmado para el caso que había mostrado. Ayer había dicho que
no les hacíamos ningún favor a los niños si no se extirpaban los cóndilos
tempranamente.
El profesor Tulley había tenido la oportunidad de estudiar casos durante
15 años (el doble de los que se muestran en el artículo del profesor
Moss), pero no pudo ver el mismo resultado final y sin duda esto sería
apoyado por otros en la audiencia con gran entusiasmo. tener más
experiencia de la que tenía.
Todos vemos muchos casos patológicos y le gustaría preguntar si la
secreción endocrina excesiva en ciertos casos específicos, como la
acromegalia, actúa enteramente sobre la matriz funcional.
Otro punto peligroso que se ha planteado, y aquí el artículo del Dr.
Fränkel es relevante, es la idea de que podemos estimular el crecimiento
de ambos más allá de su potencial genético. El profesor Tulley consideró
que en su artículo el profesor Moss había dado la respuesta ya
preparada a las personas que creían que esto era una posibilidad y le
gustaría preguntar al profesor Moss si, con toda honestidad, creía que
era posible estimular el crecimiento óseo para esta medida.
El profesor Moss dijo que iba a ser muy directo. Si todo el mundo
inalterada.
conocido estos conceptos durante 50 años, ¿por qué?
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MATRICES FUNCIONALES EN EL CRECIMIENTO OROFACIAL
Figura 2 El crecimiento medio de la parte media de la cara se muestra en estos datos
derivados de los de Björk (1964) para una muestra de 32 niños daneses. Los registros
son los indicados en la Figura (1). Ver texto para más detalles.
¿No habían hecho algo al respecto? ¿Por qué sus tratamientos y sus
conceptos no fueron mejores? Con respecto al Presidente y al Profesor
Tulley, no creía que las cosas de las que hablaba en términos de matriz
funcional fueran las mismas de las que estaban hablando. Los
conceptos que estaba desarrollando eran posiblemente biológicamente
más sofisticados de lo que muchos oradores habían pensado.
Lamentó que el nombre, Matriz Funcional, pareciera haberse
popularizado y no estaba contento con el uso bastante fácil que algunas
personas estaban haciendo de los conceptos que él estaba
desarrollando. Los seguidores del Dr. Fränkel afirmaron que su
indudable buena técnica de manipulación se basaba en sus creencias
y teorías, pero él dudaba de que estos trabajadores estuvieran utilizando
su terminología o conceptos y debía declinar cualquier responsabilidad
por su trabajo basado en sus propias teorías. En cuanto al uso del
agujero mentoniano, el profesor Tulley se equivocó. Sabía, como sabían
todos los presentes, que la forma y dirección del agujero mentoniano
se altera con el crecimiento y el desarrollo, pero la posición del sitio
endoóseo original del agujero, como en cualquier agujero nutritivo de
cualquier hueso, no se altera y esto puede demostrarse mediante
estudios de implantes metálicos. Pensó que él y el profesor Tulley
estaban hablando de cosas diferentes. Estuvo de acuerdo en que la
posición externa cambia pero el sitio interno del foramen
i99
no migra en absoluto y estaba perfectamente justificado su uso.
Además, habiendo comprobado que podía reproducir este trazado con
precisión, pudo aplicarlo al magnífico estudio de implantes del Dr. Björk
y obtuvo los mismos resultados. ¡Ahora cóndilos! ¿Por qué todos los
demás no han podido reproducir estos resultados? El problema es de
técnica quirúrgica. La situación era comparable a los primeros días de
la cirugía del paladar hendido, cuando las técnicas quirúrgicas
desafortunadas producían cicatrices extensas y el resultado en el
crecimiento de la parte media de la cara era más grave que el de una
hendidura no operada. Hay muchas formas de extraer los cóndilos y
muchas razones para hacerlo pero la condición sine qua non para
obtener buenos resultados es la ausencia de cicatrices postoperatorias.
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Se pueden observar casos durante 15 años o 50, pero son las tres
primeras semanas las que cuentan en términos de resultados. Esperaba
que el profesor Tulley no lo considerara un científico tan pobre como
para confiar en un solo caso. Mostró sólo uno porque su trabajo se
limitaba a 30 minutos pero tenía una serie extensa de casos que habían
sido seguidos durante bastantes años, tanto de adultos como de niños,
y los resultados han sido uniformes.
La técnica en los Estados Unidos se está utilizando en un gran número
de centros quirúrgicos importantes. El método era una técnica sin
'
cicatrices'. Se corta el pterigoideo lateral y se le permite retraerse. Se
extrae toda la cabeza condilar, incluido el cuello, y se toman medidas
para que no queden cicatrices, lo que incluye, en ocasiones, la
aplicación de una serie de películas plásticas sobre los bordes cortados,
pero se trata de una técnica que no deja cicatrices con movimiento
inmediato. no fijación.
Ahora bien, en cuanto a la acromegalia, el signo clínico que la
mayoría de los pacientes mostrarán primero es el agrandamiento de la
lengua. De vez en cuando se plantea la pregunta: ¿la hormona del
crecimiento afecta al cartílago per se o actúa principalmente sobre los
tejidos blandos? Todo lo que había discutido sobre la matriz funcional
se basaba en ciertas suposiciones: es decir, que hemos estado tratando
dentro de lo que se llama "normal". Creía que el sitio principal de acción
de la hormona somatotrófica eran los tejidos blandos, pero éste era un
punto interesante.
El Dr. Logan dijo que estaba totalmente de acuerdo con el profesor
Moss cuando dijo que no estamos de acuerdo sobre el significado de
Matriz Funcional. En su opinión, el profesor Moss probablemente no
estaba informado sobre lo que estábamos pensando en Europa y le
interesaría saber qué pensaba sobre los casos Fränkel en las
manifestaciones más adelante en el programa.
El profesor Moss dijo que el Dr. Logan no debería necesariamente
asumir un estado de provincianismo intelectual en el orador. Por el
contrario, estaba muy bien informado sobre el pensamiento anatómico,
antropológico y ortodóncico en el Reino Unido, así como en el continente.
En cuanto al profesor Fränkel, sus comentarios anteriores también
servirían en este caso.
El profesor Baume dijo que el profesor Moss había afirmado que los
genes no afectan al cartílago. El profesor Baume citó el trabajo de
Stockard sobre el cruce de perros para establecer qué cartílagos
estaban determinados genéticamente; al mostrar malformaciones había
indicado que había algo genético
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Figuras 3 – 4 Los datos originales son los de Björk (1964, 1968) y se muestran en cada
figura como (a). En ambos casos (b) muestra la cantidad y dirección de la transformación
activa, mientras que (c) muestra los vectores de traducción pasiva. Lamentablemente, la
figura original no mostraba la superficie bucal del paladar duro, de modo que lo único que
podemos demostrar son los cambios de los bordes alveolares y de la superficie nasal. En
ambos niños, la traducción en respuesta a las matrices capsulares representa la mayor
parte del crecimiento vertical total.
control del crecimiento óseo a través de los cartílagos y que estos
centros cartilaginosos a veces carecían genéticamente.
Anteriormente había discutido la cronología de la fusión de cartílagos
en varios animales y se había referido a la rata, a la que Evans había
llamado un animal genéticamente enano. Algunos cartílagos de rata
nunca se fusionan y, si se les administra hormona de crecimiento,
comenzarán a crecer nuevamente. El profesor Moss había dicho que la
hormona del crecimiento actuaba principalmente sobre los tejidos
blandos, pero recordaría que en tiempos la hormona del crecimiento se
llamaba hormona condrotrópica y se creía que actuaba inicialmente
sobre el cartílago. Existe evidencia experimental en ratas y perros
adultos. Evans les dio hormona de crecimiento a los perros salchicha y
aumentaron en longitud pero no en altura porque no había cartílagos
epifisarios en la tibia porque el perro salchicha es un enano
acondroplásico. Esta es una prueba más de que la hormona del
crecimiento actúa sobre el cartílago. La teoría de la matriz funcional
dejó muchas cosas sin explicar.
El profesor Moss no había mostrado el perfil de su paciente pero
sabemos que la anquilosis produce el perfil de cara de pájaro. Había
realizado sistemáticamente cortes histológicos durante el crecimiento
en monos y había demostrado que cuando la mandíbula crece lo hace
tanto en anchura como en longitud. ¿Cómo puede ocurrir esto? Hay
resorción en la inserción del pterigoideo mesial y aposición en la
inserción del músculo masetero. ¿Cómo podría el profesor Moss
explicar esto?
El músculo temporal se inserta en la parte anterior de la rama pero esta
parte de la mandíbula se reabsorbe. El centro de crecimiento inicial es
el cartílago condilar y este conduce y dirige el crecimiento en longitud y
anchura. Aceptaría que esto podría ser secundario pero, en su opinión,
sin duda juega un papel importante en el crecimiento de la mandíbula.
musgo ml
El profesor Moss respondió que las fotografías del perfil que el
profesor Baume deseaba ver habían sido publicadas más de 18 meses
antes en el Angle Orthodontist. En el breve artículo que acababa de
presentar, no afirmó haber presentado ni siquiera una sinopsis
moderada del método de análisis craneal funcional y, para comprender
plenamente sus teorías, era necesario leer la literatura relevante anterior.
El profesor Moss no podía aceptar el trabajo de Stockard sobre la
hibridación en perros como datos científicos que pudieran utilizarse
para establecer el papel del cartílago en el crecimiento de los seres
humanos. Su propio trabajo sobre la matriz funcional no es una filosofía,
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es el resultado de una investigación anatómica experimental durante
un período de unos 15 años. Comenzó como, y sigue siendo, una
morfología experimental con conclusiones derivadas únicamente de
datos experimentales. Inicialmente, el profesor Moss no sabía si lo que
presentaba en términos de análisis funcional y matriz funcional era
bueno, malo o indiferente en el tratamiento clínico del paciente. Nunca
se ideó con el concepto de tener algo que ver con técnicas clínicas.
Originalmente fue una investigación craneológica. Sin embargo, ha
demostrado ser valioso clínicamente.
No podía permitir que su presentación en esta reunión fuera interpretada
como un intento de dar la suma y sustancia del método. Sí creía que la
odontología había pasado de una fase restauradora a una preventiva
y, al menos en su escuela, de una profesión puramente técnica a una
con una base verdaderamente científica. No creía que los ortodoncistas
de ningún país estuvieran adecuadamente capacitados en ciencias
biológicas y esto era tan cierto en los Estados Unidos como en otros
lugares. La base científica sólo podía ser alcanzada por individuos que
con una formación clínica adecuada estuvieran dispuestos a dedicar la
mayor parte de su tiempo como científicos serios y era inevitable que
esas personas tuvieran conceptos muy sólidamente fundamentados
que serían muy perturbadores para presentar clínicamente. creencias
orientadas. Serían rejuvenecedores y refrescantes, y los ortodoncistas
sólo se beneficiarían de estos trabajadores si primero se deshicieran
del concepto de que todo lo que habían hecho en el pasado estaba
bien. El profesor Moss dijo que era una especie de educador en
odontología y que su política era educar mediante la irritación. A juzgar
por la reacción en la discusión, había enseñado bien hoy.
El Dr. Stockli dijo que el profesor Moss había sugerido que la
mandíbula crece sin cóndilo y citó como evidencia el hecho de que la
mandíbula continúa creciendo después de la resección del cóndilo.
Esta no es una observación nueva, pero la pregunta realmente es si es
la misma mandíbula, el mismo tamaño y la misma relación en el espacio
que habría tenido sin la resección. Hasta donde el Dr. Stockli sabía,
nadie había sugerido jamás que necesitáramos el cartílago condilar
para el crecimiento del proceso alveolar.
El profesor Moss respondió que en su serie de condilectomías
bilaterales la mandíbula ahora acondílea no asumió "la misma relación
que habría tenido sin la resección", ya que la posición preoperatoria,
obviamente, sería anormal.
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MATRICES FUNCIONALES EN EL CRECIMIENTO OROFACIAL
Sin embargo, en su serie, las mandíbulas acondíleas alteraron
tanto su forma como su posición de una manera y en un grado
homólogos a los de los pacientes normales. Finalmente, la Dra.
Moss estuvo de acuerdo con el Dr. Stockli en que el cartílago
condilar no era necesario para el crecimiento del proceso alveolar.
De hecho, uno de los puntos básicos del análisis craneal
funcional fue precisamente la independencia de dichos
componentes craneales funcionales mandibulares.
Reconocimiento
Mi colega, la profesora Letty Salentijn, Departamento de Anatomía de
la Universidad de Columbia, desempeñó un papel importante en este
trabajo, que fue financiado en parte por una subvención NB 00965,
Institutos Nacionales de Salud.
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