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SUJETOS E INSTITUCIONES - 1er PARCIAL

García, Carolina Guadalupe - Mainieri, Clarisa - Ramos Sánchez, Marián Lucía (Gamarí) - Solari, Delfina en
Casos para trabajar los derechos en la escuela. Colección Julio 2023. Hurlingham: UNAHUR

La niña invisible: Catalina

A los diez días de comenzadas las clases en una escuela primaria estatal de Morón, la prosecretaria le
informa a la docente de primero del turno tarde, que va a tener una alumna nueva llamada Catalina,
haciendo una observación a que la familia no la inscribió antes, ya que no tenía los útiles para trabajar y
el guardapolvo. A la salida, la docente habla con el padre haciendo hincapié en que no se preocupe si
aún no tiene algún material, que lo importante es que asista y comience a vincularse con sus
compañeres, le entrega unas planillas para completar, le comunica que tiene que comprar un cuaderno
de comunicados y le escribe el número de la mamá delegada de primero para ingresar al grupo de
WhatsApp, lo cual le permitirá estar al tanto de algunas novedades. Al pasar varios días, la familia no se
suma al grupo de WhatsApp, y tampoco tienen cuaderno de comunicados, por lo cual la única forma de
comunicarse es durante la salida escolar. Al preguntarle a la mamá por qué no se sumó al grupo, y por
qué no tiene el cuaderno de comunicados, ella refiere que no pudo hacerlo, y que no tiene plata para
comprar el cuaderno. La docente ofrece mediar y ponerla en contacto con el resto de las familias y en el
transcurso del día, se suma a este grupo; por otro lado, se compromete a conseguirle el cuaderno,
resaltando que es importante estar comunicados entre la familia y la escuela.
Durante estas primeras semanas, Catalina comienza a faltar, dado que había una ola de calor. Si bien la
falta es justificada, la docente fue enviando a través de la plataforma de WhatsApp actividades para la
continuidad pedagógica. Al volver, Catalina no había realizado ninguna de ellas. La docente a la salida le
proporciona a la familia un cuaderno de comunicados y también los libros que entregó el Estado para
trabajar.
Llegando al mes de abril, Catalina había realizado menos actividades en clase en relación al grupo, por
sus ausencias, sumado a que las tareas para realizar en casa estaban sin hacer.
Las ausencias de Catalina comienzan a ser más recurrentes, y cuando asiste no lleva consigo su
cartuchera, libros y cuadernos. Luego del horario de salida, la docente ayuda a la mamá a completar las
planillas que tenía pendientes y le pregunta sobre la pérdida de los materiales, a lo que refiere que
teniendo seis hijos en la casa todo se pierde. La docente le propone darle un cuaderno nuevo y una
cartuchera, y que esos materiales queden en la escuela, y que la familia lo vea semanalmente, para ver
cómo está trabajando. También habla con la bibliotecaria para conseguir nuevos libros.
La docente incentiva a Catalina para avanzar en sus aprendizajes, motivando a ampliar su vocabulario y
comunicación, que para entonces continuaba utilizando onomatopeyas en vez de palabras, centrándose
en promover la participación, felicitándola por sus producciones, destacando cuán importante es su
aporte para la clase, que frente a las repetidas ausencias aún no la identifica, ni se involucra con ella. Así
comienza a crearse un vínculo de confianza con la docente, en el cual Catalina se alegra ante sus propios
logros.
Al cerrar las notas del primer trimestre los profesores de las áreas especiales no logran reconocer a
Catalina, no solo faltó mucho, sino que también su presencia fue invisible para algunes actores de la
institución.
Por otro lado, la docente nota que Catalina no viene higienizada y con ropa acorde al clima; también
suele llegar impaciente al horario de la merienda, manifestando tener hambre. Hablando con la niña,
poco a poco, va contando qué cosas le gustan, sus comidas favoritas, juegos, pasatiempos y con qué
sueña. En unas de sus charlas la docente, se da cuenta que su desayuno-almuerzo es en ocasiones un
mate cocido con pan o una factura, ya que su papá trabaja en una panadería, y que la mayor parte de
las veces va a la escuela sin comer. Solicita autorización a la dirección para darle algún abrigo que se
encuentra a disposición en la escuela y se propone darle una merienda reforzada y alimentos para que
lleve a su casa. Por otro lado, se cita a la familia para conversar sobre la situación. Llegado el día de la
reunión, la familia no asiste, y así sucede repetidas veces.
Al llegar los primeros fríos del año Catalina deja de asistir. Al comunicarse la docente con la mamá
telefónicamente, refiere que está enferma y que al día siguiente irá, pero durante varios días no asistió a
la escuela. Dado que la situación se mantiene varios días, se informa a dirección y comienza a intervenir
el Equipo de Orientación. Al intentar comunicarse el EOE con la familia, la mamá se niega a sostener la
conversación. Así llega el receso escolar perdiendo contacto con la familia y pensando cómo intervenir
en la segunda etapa del año para que Catalina pueda sostener su trayectoria educativa.

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