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NllEVA SERIE

22

El CAPITALISMO
y lA MODERNA
"
TEORIA S CIAl

Anthony Giddens

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EDITORIAL LABOR, S.A


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!iIH.], [".l Ei conu


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das importantes, En
en las
.,
con Oriente.25 {de lE 0dielún

211. lUJE pp. 22!l y 247; paréntellis del 2'l1.tor; tQAR, vol. 1. pp. 514 clón i0mpl':':c;c; de
:J' liM, 'gel TI,
RO, p. 1%,
:MI. 26.. EIJi{J, p.
25. Weber pj>na cierto énfallis en 1!L especia' situación geográfica de 27. .é,íliJYH J voL p" ,'272.
Europe. En le'. 111al¡¡¡ y en ChinB tie;rr&z contlnente),es COIlS-

291
290
p

1.J del cálcui" Llu<1na: de ¿;anancias y pérdidas


,'J, :llgo 121 cm-
mconcebible el capitalismo mo-
del

in1te¡:C3jooküo económico
m()1(1ClPCi.!1Có§ es-
que: existían
Jo lEl
de

empresa
., ,
una separaClOD entre 12.
los bazares orientales, sólo en Europa acen-
tuándose en extremo esta división. 29
Pero estas económicas no podd!:Hi\ darse sin
la administración jurídica racional del Estado moderno. Se
trata algo tan específico orden capitalista contemporá-
neo como 10 es la división de clases entre el Clllpital y el trabajo
en el ámbito económico. En términos generales, organiza-
ciones políticas pueden dasificarse de la IDÍsm31 manera que
las empresas económicas por lo que se refiere a si, los «medios
de administración» son poseídos por el personal administrativo
o si están separados de su propiedad, Como se ha indicado (en
el capítulo anterior), Weber aplica aquí en un sentido muy
28. EYEI, vol. 1. pp. 131-133.
29. Historia Económica Genera!, pp. 172-1.73 (de la edición ínglelllll.);
EP, pp. 12-13

292
293
-
11.
procewnm::mOs
e

právilegios,
lio, que
que el qllJt

Cli: acl.a ,
no se deduzca
Egipto y
suborcltnadór;

y tsnbién elite respecto qn!:: considerfl:': qu,' 11: bu!"ocracilil,


en. S1 mism2. un instrumento de al servido de
muy diferentes interese¡¡ de dominio, de puramente pDlítico
como purlilllente ecollómic" " de. otti, fudoíe, Por este motivo nQ debe
exligerarse, por típico que IR'. cor:.

En el Estado democrático modernc es imposible, natural-


mente, que masa de población gobierne, e!1 el sentido de
81, 8oÍlr$ 1& relación Webe,' co". michelG, el. GtlllatÍler Roth: The 33. JilBe
w!.gmoo de
Dllmlloratli ir.· XmpeM,¡:¡1! iÍJr5'f'trtU,1YlJ. EngelwM<'. Clifü;, 100<l, pp. :lAg..
1), 247 ("@lE ,!lwc00FI,{i< ljv'n<ll'I/J/!;l'temOdem"" <rol. 1,
257.
3:i. EYII" ,roí. n, p. 7"412. 34. ZYS, vol. 1, .;/}.

294
295
coordinación de funciones. que está en la
como e!1l Egipto,
base del crecimiento de la t",¡-,',,-,·.,
"in interrupciones,
.la expansión del capitalismo. eI y

socialista ¿¡Cdrrcsría consigo


siderablememe más

gativo, la
el progre§ivo
!lutoitre:WZ!a;Clém vayan más mimadóü
se en- profetas
empuje sacel'.d[otes,
fomentar la nalizadón
burocratizadón de la. industria; y del Estado, que en reruidad coherenteto,
reducirá más todavía la autonomía política de la ID,l's2, de la po- terpretadón y
blación. religioso
Un rasgo singular de la burocracia es que, una; vez estable- clarificaci611
cida, es algo, con palabras de Weber, prueba de escape1/>. pIo, con .la
En las sociedades del pasado donde la burocratizad6n se de- !no); la

36. EYB, vol. l. pp. 8{l y !l.


36. Weber consideró esto como de importancia decil'liva en IIU eVll>lua- y
clón de! probable éxito de una, revoluci6n lIociallllt6. en Alemani@ en
1m. VéWle GPS, pp. 446 y Sil. 37. )n"3, vol. U. EJ. 742.

296
297
plili\dón de tales que wdo el conjun-
to dd OrdeE! í:ósmko, de modo que De §(; liCOmeCln)j¡":'r!tos
concretos que no ge¡;m susceptibles: en 10'; té!"-
minos de su senüdo reIigiosn (¡¡S1, por el calvinismo
es unt< ética en este
e'tfkeluar J.íl significación del
en Uccld:e111te

Le¡
designal 1;1 grado en que el e§1:g (,;i",""'''''''''O\,1I"
dpios raóon¡)¡lmeni:e el
es, en ü::rllxlliKMJ§ de de organización
m᧠pos,¡ble. De un¡¡ maners. tRmpHa puede decirse
que be }", mltUJlíl, occidental se p011le en
eVJI.O,enCl,R¿ por el por todas
Oed·
oesíttro-
sub-

decir que
cep1:0 en el caso
tienen ni ide!!, cómo logr¡::. moverse el vehículo, y no neceo
sitlllfk síllbe.do [ ... J. El sabe much.fsimo más sobre sus
herram.i.entas.» Sin embargo «sabemos» estos principios, en el
sentido de que son asequibles al individuo que quiera cerdo-
rlllrse ellos, y su piocedee se rige por la creencill. de que «no
intervienen fuerzas misteriosas incalcUlables, sina que, en prin-
cipio, podemos controlar todaS! las cosas medJ.ente el cruculo».39
Es problemática la relación entre ladiscusi6n de bracio-
nalidad formal y la consecudón de la racionalidad material o
de contenido, es decir, la aplicación del cruculo racional al fo-
mento de objetivos o valores concretos. El capitalismo racional

OO. lJffY6, vol. l, pp. Sf y s. Cí. lOI!i comentarlos éle Frledmann ¡¡obre el
documento Cíe MAllC'Jm;i dndustrllll1lsierung und. Kap!tellsmusJ>: Jli{ag; Weber
SOZw.wg&e ll-eute, Tubinga. 1.965. pp, 201-5.
afr. ESO, p, 172.

298
fuentt del poder político L2I fJl5imilaóón de
o pl)de¡cs político ciones de los capitalistas 5e basan en la autorrenuncÍa y la con-
v económico es el teore:.l!lia clave de los escritos de Marx. Para tinua reinversión de las ganancias. Esto se pone de manifiesto.
Weber, por el contrario, los poderes político y militar son tan indica Marx, en la teoría de la economía política: {da economía
significativos histórAclllmente como el económico, y no se dedu- política, esa ciencia de la vique,za, es así también al mismo tiem-
cen necesarilllmente de él. po la ciencia de la renuncia, de la privación, del ohorro [ ... ].
Su verdadero el avaro ascético, pero usurero, y el esclavo
ascético, pero productivo».28 búsqueda de la riqueza por la
LA SECULARIZACIÓN y EL CARACTER CAPIT ALISrA riqueza es un fenómeno que, como carácter moral general, sólo
MODERNO se halla dentro del capitalismo moderno. En este punto Marx
es tan específico como 'Weber: «L0. pasión por la riqueza es una
Éste es el lugar apropiado para entrar en el tema de la innovación peculiar; es decir, es algo diferente de la sed ins-
«secularizaCÍóm>. Este vocablo, como es natural, difícilmente tintiva de bienes particulares, como vestidos, armas, joyas, mu-
puede expresar. las múltiples consecuencias que Marx y Weber jeres, vino [ ... ]. La andón a estas rosas puede darse sin di-
atril5uyen al descenso de la creencia relígiosa con el avance del nero; la sed de autoenriquedmiento es el producto de un de-
capitalismo. Para \Weber, el progresivo «desencantamiento» terminado desarrollo social, y no es mIgo natural, sino histó-
del. mundo es un proceso fomentado. precisamente por la racio- rico.» 29
nalización estimulada por la pmfeda religiosa. La eliminación Marx y Weber consideran el capitalismo maduro como un
del ritual mágico se complet:it con el advenimiento del calvi- mundo en que la religión es por una organización
nismo, el cual, a su vez, va perdiendo actualidad con la madurez social en la que la racionalidad \tecnológica dene el supremo
de la producción industrial Es dudoso hasta qué dominio. Marx :subraya frecuentemente los efectos seculariza-
punto Marx hubiese aceptado. detalles específicos de la des- dores del progreso del capitalismo, el cual ,«ha ahogado el sa-
cripción que hace Weber de la. afinidad entre la ética protestan- grado éxtasis de! fervor religioso, el entusiasmo caballeresco
te y el «espíritm> de la empresa capitalista moderna. Pero Marx y el sentimentalismo del pequeño burgués en las aguas heladas
acepta la importancia histórica. de tal conexión en sí; y subraya del cálculo egoísta». Es por esto que la teoría de la sociedad
fielmente la «racionalidad ascética» del capitalismo moderno. burguesa, la economía política, puede servir como base para una
Según Marx, esto se manifiesta en el predominio del mercado explicación y una critica científica del desarrollo del capitalis-
en las relaciones humanas,. y en la prosecución de la ganancia . mo; en la sociedad burguesa «todo 10 sagrado es profanado, y
monetaria como un fin en sí misma. El dinero es el compendio los hombres, al fin, se ven forzados a considerar serenamente
de la autoalienadón humana bajo el capitalismo, puesto que re- sus condiciones de existencia y sus relaciones redprocas».30
duce todas las cualidades humanas a valores cuantitativos de En la concepción de Marx, el descenso de la religión posi-
cambio. El capitalismo tiene así un carácter <<universalizador», bilita el que se dé cumplimiento a .las creencias que en el orden
que destruye las particularidades de las .culturas tradicionales tradicional permanecían ({llusadas»; en el sentido de que la
y que da origen a su propia «moralidad monetaria»: «el capi- perfección de la vida en IosdeIos es un sustituto místico de la
tal se desarrolla irresistiblemente más allá de los límites y pre- posibilidad de una existencia satisfactoria para todos los hom-
juicios nacionales [ ... ] destruye la autosatisfacdón confinada a
estrechos límites y basada en un modo tradicional de vida y 28. MEll/', p. 159.
29. pp. 133 y ss. Aqul la posición oe Marx se acerca a la que
reproducción».:!;' El capitalismo es «ascético» en cuanto las ac- más tarde fonnuló Slmmel con mb detalle. GlllOlIll SlllilVlEL: Philo8ophte
des aeldea, Lelpzig, 1900. 'Neber observli. sobre el libro de Simmei:
ddentlftca demasiado la acoDomia monetaria con el capitalismo, ,con de-
27. Gn;., p. 313. Aqui Marx indiCf;\ algo qUE Weber elaborará mM tr!mento de su análisis I.!onc:reto». PE, p . .185 (no aparece al final de la
tarde con todo detalle en BUS estudios soJ:n>e las sctlviéillHies «rsclonall- edición castellana).
¡¡adoras» de los sacerdocios. 30. ·OE, vol. ll, pp.. 23 y 3. (<<l'lisrih'lelito

346 347
la sociedad. La descripción que hace Weber de los efectos de
bres aquí en la tierra. Sin embargo, esto no es realizable den-
la rutina burocrática es casi idéntica al relato de Marx sobre
tro de! capitalismo. El orden capitalista sirve para desmistificar
las consecuencias de la alienación en el capitalismo:
y para agudizar la alienación de los hombres, pero al hacer
esto crea las condiciones que permitirán la consecución de una La burocracia en su desarrollo pleno se halla también, en sentido es-
nueva sociedad en la que será posible llevar a cabo los valores pecífico, bajo el principio sine ira ac sludio. Su pecularidad específica, tan
expresados en forma religiosa por el cristianismo. «La abolición bienvenida para el capitalismo, la desarrolla en tanto mayor grado cuanto
de la religión en cuanto dicha ilusoria del pueblo es necesaria más se «deshumaniza», cuanto más plenamente alcanza las peculiarida-
para su dicha real.») 31 Para Marx, esto no significa la «desapa- des específicas que le son contadas como virtudes: la eliminación del
amor, del odio, y de todos los elementos sensibles puramente personales,
rición» de los valores morales, sino la extirpación de compro- de todos los elementos irracionales que se sustraen al cálculo.$2
misos con valores que, primero, tienen la función de legitimar
intereses parciales de clase y, segundo, no e'stán expresados en Weber percibe así una irracionalidad primaria dentro del
términos racionales (la «ideología» posee ambas características). capitalismo. La racionalidad formal de la burocracia, si bien
Se dice frecuentemente que la sociedad del futuro que Marx posibilita la realización técnica de tareas administrativas en gran
anticipó en sus escritos, en la «etapa superior del comunismo» escala, infringe substancialmente algunos de los valores más
constituye meramente otra versión del utilitarismo; y así sería típicos de la civilización occidental, al posponer la individuali-
efectivamente si se tratara de una te aria apoyada sólo en el dad y la espontaneidad. Ahora bien, no hay ninguna manera
materialismo Pero si se comprende el parecer de Marx racional de superar esto. La «fatalidad de los tiempos» es vivir
sobre la conciencia que se apoya en la dialéctica del sujeto-ob- en una sociedad envuelta por una «petrificación mecanizada».
jeto, tal crítica no puede mantenerse. En otras palabras, el co- Sólo cabe pensar que un renacimiento carismático de nuevos
munismo da origen a su propia moralidad intrínseca, que cierta- dioses ofrezca una alternativa.33
mente no puede definirse en los términos de un agregado de
individuos cada uno de los cuales sigue sus propios intereses Sin embargo, la integridad nos obliga a declarar que el numeroso
egoístas. grupo que ahora se entretiene en espera de nuevos profetas y redentores
La principal fuente de disparidad entre Marx y Weber en se encuentra en la misma situación que resuena en el hermoso canto del
vigía edomita del período del exilio, incluido entre los oráculos de Isaías:
relación con las consecuencias de la disminución del dominio
«Alguien me grita desde Seir: "Centinela, ¿qué hay de la noche? centi-
de la religión sobre la vida social, no está donde se busca or- nda, ¿qué hay de la noche?" Dice el centinela: "Se hizo de mañana y tam-
dinariamente, es decir, en la desaparición de «ideales». De bién de noche. Si queréis. preguntar, volveos, veriid."» El pueblo a quien
hecho, el resultado de la evaluación crítica sobre cuál es el modo iban dirigidas estas palabras ha buscado y esperado más de dos mile-
de vida característico estimulado por el capitalismo, es nota- nios [ ... ].S4
blemente semejante en los escritos de ambos autores (el predo-
minio de la racionalidad tecnológica). Pero, para Weber, las Por tanto, la divergencia entre Marx y Weber con raíces
exigencias técnicas de la organización de una sociedad «secular» más profundas se refiere al problema dé hasta qué punto las
entrañan necesariamente la sumersión o la negación de algunos características alienantes que Marx atribuye al capitalismo como
de los valores principales que estimulan el desarrollo de tal forma específica de sociedad clasista proceden efectivamente
sociedad: no queda abierta ninguna otra posibilidad. En el pen- de una racionalidad burocrática, elemento necesario de la forma
samiento de Marx, por otra parte, las caracterís·ticas alienantes
del capitalismo moderno arrancan de su carácter clasista, y se
eliminarán por medio de la reestructuración revolucionaria de 32. EY8, vol. n. p. 732; WuG, vol. 2. p. 571.
33. EP, p. 259.
34. Esa, p. 191:
31. 8LR, p. 94.

348 349

L
Gesammelte Aulsiítz.e zur Social· "lid Wirtschaftsgeschichte, Tubinga,
1924.
Jugendbrielc, Tubinga, sin fecha.
Die romische Agrarlfschichte in ihrer Bedeutung f¡¡r des Staats- und
Privatrecht, Stuttgart, 189l.
Die. Verhiíltnisse der Landarbeiter im Ostelbischen Deutschland, Leip-
zig, 1892. .
Historia Econ6mica General, México, 1964 (ed. íngl. Nuevl!. York, 1961).
«Antikritisches zum "Geist des Kapitalismus", Archiv für Soúalwissen-
schall und Soz.ialpolitik, vol. 30, 1910, pp. 176-202.
«Antikritisches Schlusswort zum "Geist des Kapitalismus"», Archiv !ür
Sozialwissenschaft untI Sozialpolitik, vol. 31, 1910, pp. 554-599.

CAPiTULO PRIMERO,

El Estado y la «auténtica democracia» . .36


Praxis revolucionaria. '" 39
La alienación y la teoría de la ecOnomía política . 44
Concepción temprana del comunismo . 53
CAPíTULO n. EL MATERIALISMO HISTÓRICO 57
La tesis materialista . 62
Los sistemas prec1asistas . 65
El mundo antiguo . . . . . .. 70
El feudalismo y 10.s orígenes de la formación ca-
pitalista . 7 ')
CAPÍTULO IJI. LAS RELACIONES DE PRODUC-
CIÓN y LA ESTRUCTURA CLASISTA. 81
El dominio clasista .... 83
Estructura dasÍsta y relaciones de mercado. 86
Ideología y cóndenda 89
CAPITULO IV. TEORíA DESARROLLO CA-
PITALISTA 97

399
398
La teoría de la plusvalía . 97
Las «contradicciones» económicas de la produc- Tercera parte. MAX WEBER
ción capitalista 106
La tesis de la «pauperización» 111
IX. MEX WEBER: PROTEST ANTIS-
CAPÍTULO
MO y CAPITALISMO 205
Concentración y centralización . 114
(,bra:; 207
La trascendencia del capitalismo 118
212

Segunda parte. DURKHEIM


225
CAPÍTULO V. PRIMERAS OBRAS DE DURKHEIM 127 226
La sociología y la «ciencia de la vida moral» . 129
Los objetivos de Durkheim en «la división del 237
trabajo» . 135
CAPÍTULO XI .
El crecimiento de la solidaridad orgánica . 143
Individualismo y anomia . 147
DE SOCIOLOGíA
Las relaciones sociales y la orientación del pro-
CAPÍTULO VI. SU CONCEPCION DEL' MÉTODO ceder social . 252
SOCIOLOGICO . 151 Legitimidad, dominación y autoridad . 256
El problema del suicidio . 152 El influjo de las relaciones de mercado: clases y
«Exterioridad» y «coerción» . 156 estamentos 269
La lógica de la generalización explicativa 161
165 CA:t>ÍTULO XII. RACIONALIZACIÓN, GRANDES
Normalidad y patología .
RELIGIONES Y CAPITALISMO OCCIDEN-
CAPÍTULO VII. INDIVIDUALISMO, SOCIALIS· TAL 277
MO y «GRUPOS PROFESIONALES» 169 Religión y magia
"
279
La confrontación con el socialismo . 169 La teodicea' india y china . 282
La función del Estado 175 La difusión del racionalismo secular , 291
La democracia y los grupos profesionales 178
CAPÍTULO VIII. LA RELIGION y LA DISCIPLI-
Cuarta parte. CAPITALISMO, SOCIALISMO
NA MORAL 183
y TEORfA SOCIAL
El carácter de lo sagrado . 186
El ceremonial y el ritual . 191
CAPÍTULO XIII. EL INFLUJO DE MARX 303
Las categorías del conocimiento 194
Sociedad y política en Alemania: el punto de
Racionalismo, ética y «culto al individuo» . 197
vista de Marx 304
La relación de \Veber con el marxismo .y con
Marx 310
Francia en el siglo XIX: Marx y el; crecimiento
del mar.r.:ismo .318
Marx evaluado por Durkheim . 323
400 401

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