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Dictadura de Francisco Franco 49 idiomas

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Coordenadas: 40°31′17″N 3°46′30″O (mapa)
Características
La dictadura de Francisco Franco, dictadura franquista, España
El Caudillo y sus poderes
franquista, régimen franquista o franquismo10 fue el período de la Estado Español6
Los «pilares» de la historia contemporánea de España correspondiente con el ejercicio por el
dictadura Periodo histórico y Estado desaparecido
general Francisco Franco Bahamonde de la Jefatura del Estado desde el fin
El papel de las de la guerra civil en 1939 hasta su muerte en 1975 y desmantelamiento en 1939-1975
instituciones
1978.nota 3 Su amplia dimensión temporal y la total identificación de Franco
La ideología franquista con el régimen mismo11 hace que a menudo también se utilice para
La coalición designarlo la expresión era de Franco.12
«contrarrevolucionaria»
Acabada la guerra el general instauró una dictadura fascistizada,13 o
¿El franquismo, un régimen semifascista,14 que incorporó una influencia clara de los
régimen fascista? Bandera Escudo
totalitarismos alemán e italiano en campos como las relaciones laborales, la
Historia política económica autárquica, la estética, el uso de los símbolos15 o el Otros nombres: España franquista
Lema: «Una, grande y libre»
El primer franquismo unipartidismo.16 En sus últimos estertores, el régimen transitó más próximo
(1939-1959) «Plus ultra»
a las dictaduras desarrollistas,17 aunque siempre conservó rasgos fascistas
Himno: Marcha Real
El franquismo de 1939 a vestigiales,14 caracterizado por la ausencia de una ideología claramente
1945
definida más allá de su proclamado nacionalcatolicismo.
¿Problemas al reproducir este archivo?
El franquismo de 1945 a
En los años 1940 la dictadura militar se afianzó mediante la represión
1950
política y económica de los opositores. Unas 485 000 personas habían
huido al exilio.18 Algunos autores afirman que entre 9000 y 15 000 fueron
los exiliados españoles que terminaron en campos de concentración nazis,
de los que sobrevivieron la mitad.19 20 Otros acabaron en los campos de
concentración franquistas —estudios informan de al menos 367 000
prisioneros y entre 150 y 188 campos—.19 Hacia noviembre de 1940 había
280 000 hombres y mujeres detenidos en las prisiones del Estado.21 22
Parte de la historiografía estima que entre 23 000 y 46 000 personas fueron
ejecutadas en la posguerra;23 otra, alrededor de 50 000.21

Se mantuvo una política económica basada en la autarquía. Esta fue


provocada por la derrota del Eje en la Segunda Guerra Mundial, durante la España
cual la dictadura franquista, pese a adoptar una política oficial de no Protectorado de Marruecos

beligerancia,24 tuvo una participación favorable a la Alemania nazi para la Zona Internacional de Tánger

derrota de la Unión Soviética, que se concretó mediante el envío de la


Coordenadas 40°31′17″N 3°46′30″O
División Azul, una unidad de voluntarios que sirvió integrado en el Ejército
Capital Madrid
alemán en el frente oriental durante dos años. Esta colaboración con las
Entidad Periodo histórico y
potencias del Eje condujo al aislamiento internacional tras la derrota de las Estado desaparecido
mismas en 1945, promovido por los aliados en el seno de la recién creada Idioma oficial Español
Organización de las Naciones Unidas. Superficie
• Total 504 030 km²
En los años 50, en el marco de la Guerra Fría, la posición geográfica de
Población (1975)
España y su dictadura militar se acabaron convirtiendo en estratégicos para
• Total 35 563 535 hab.
los Estados Unidos y sus aliados europeos frente a la Unión Soviética. La
• Densidad 70,56 hab/km²
alianza de España con los Estados Unidos puso fin al aislamiento
Religión Católica7 8
internacional del régimen y favoreció una paulatina apertura de la economía
Moneda Peseta (₧., ESP)
nacional, que seguía a unos niveles de desarrollo inferiores a los del resto
Período histórico Entreguerras, Segunda
de economías de Europa occidental, que en la guerra mundial habían guerra mundial, Guerra
sufrido desastres similares al de la guerra civil española. Fría
• 1936-1939 Guerra civil
En los años sesenta y principios de los setenta, el desarrollismo económico
• 1 de abril Fin de la guerra
mejoró de forma notable, aunque desigual, el nivel de vida de la mayoría de de 1939
la población, que formó una clase media hasta entonces casi inexistente. El • 27 de agosto Concordato con la Santa
nivel de libertad personal y política no aumentó del mismo modo. de 1953 Sede

Empezaron las movilizaciones de oposición a la dictadura por parte de • 23 de septiembre Pactos de Madrid
de 1953
trabajadores y estudiantes.
• 14 de diciembre Ingreso en las Naciones
Juan Carlos de Borbón fue el sucesor designado por Franco para la jefatura de 1955 Unidas

del Estado, a título de príncipe de España, y a la muerte de este, en su • 6 de abril Independencia de


de 1956 Marruecos
proclamación como rey, juró acatar los principios del Movimiento Nacional
• 28 de julio Aprobación del Plan de
destinados a perpetuar el régimen franquista. Sin embargo, no lo hizo, de 1959 Estabilización
aunque se basó en el entramado institucional franquista para promover la • 12 de octubre Independencia de
Ley para la Reforma Política, ratificada en referéndum. Su resultado, 94 % a de 1968 Guinea Ecuatorial

favor de la reforma, inició la transición a la democracia en 1976. • 20 de diciembre Asesinato de Carrero


de 1973 Blanco
• 20 de noviembre Muerte de Franco
Características [ editar ] de 1975
• 1975-1978 Transición democrática
El Caudillo y sus poderes [ editar ] Forma de gobierno Dictaduranota 1
unipartidistanota 2
El principal rasgo definitorio del régimen franquista fue que una única
Caudillo
persona, el Generalísimo Franco —de ahí el nombre con el que se conoce • 1936-1978
Francisco Franco
—, acumuló en sus manos unos poderes omnímodos25 como ningún otro
Juan Carlos I
gobernante había gozado jamás en la historia de España.26 La Ley de
Presidente del
Reorganización de la Administración Central del Estado, promulgada por el Gobierno
propio Franco solo cuatro meses después del final de la guerra civil • 1938-1973 Francisco Franco
española, así lo confirmó al atribuir al Caudillo, «invicto y providencial», • 1973 Luis Carrero Blanco
• 1973 Torcuato Fernández-
todos los poderes ejecutivos y legislativos:16 27
Miranda (interino)
• 1973-1976 Carlos Arias Navarro
Artículo 7. Correspondiendo al Jefe del Estado la suprema potestad de
Legislatura Dictadura militar
dictar normas de carácter general, conforme al artículo 17.º de la Ley
(1939-1942)
de 30 de enero de 1938, y radicando en él de modo permanente las Cortes Españolas
funciones de gobierno, sus disposiciones y resoluciones, adopten la (1942-1975)
forma de Leyes o Decretos, podrán dictarse, aunque no vayan Miembro de ONU, OCDE, OSCE
precedidas de la deliberación del Consejo de Ministros, cuando razones
de urgencia así lo aconsejen, si bien el Jefe del Estado dará después Precedido por Sucedido por

conocimiento a aquél de tales disposiciones o resoluciones. ← (1968) →


← (1969) →
Como ha señalado (1975) →
Stanley G. Payne,
«Franco siempre [editar datos en Wikidata]
consideró su propio
mandato como «vitalicio». En uno de sus momentos más bajos, declaró
enfáticamente a un destacado general en una conversación privada:
«Yo no haré la tontería de Primo de Rivera. Yo no dimito, de aquí al
Moneda de 5 pesetas acuñada en 1949. En el cementerio». Franco creía que su victoria absoluta en la guerra civil le
anverso la efigie del general Franco con la inscripción había dado un cierto derecho de conquista, de modo que podía aspirar
Francisco Franco Caudillo de España por la G. a un mandato histórico, incluso divino, para conservar su posición de
[Gracia] de Dios. En el reverso el nuevo escudo de
Caudillo mientras se lo permitiesen sus condiciones físicas».28 A
España.
Franco «le preocupaban menos las cuestiones ideológicas que a otros
dictadores, lo que le permitió ir adoptando diferentes programas
económicos y modalidades de discurso político. Aunque a nivel conceptual estaba muy próximo a la extrema derecha, y su
sentido pragmático de la realidad es en gran parte un invento de los apologistas del franquismo, esto no le impidió ejercer
cierta habilidad para adaptarse a las nuevas situaciones marcadas por la política internacional».29

En principio, la legitimidad del poder del general Franco provenía de su designación por parte de los generales que habían
encabezado la sublevación militar contra la República como «Generalísimo de las fuerzas nacionales de tierra, mar y aire» y
como «jefe del Gobierno del Estado español» al que se conferían «todos los poderes del Nuevo Estado». De esa manera,
Franco personificaba la autoridad del Ejército, «símbolo efectivo de la unidad nacional», como se afirmaba en uno de los
decretos que promulgó.30

Pero enseguida el general demostró su intención de superar esa categoría de mero dictador militar para asumir otras
fuentes de legitimación de su poder y, en efecto, muy pronto demostró su voluntad de emular a los dictadores fascistas al
proponerse a sí mismo como el Caudillo de una España «Una, grande y libre». Y al mismo tiempo se fue forjando la tercera
fuente de legitimidad: la de ser una persona enviada por la Providencia Divina para la «redención» y «salvación» de la
«nación» y de su religión, el catolicismo. El caudillaje como principio de autoridad se basaría, pues, en el carisma
excepcional de un dirigente ejemplar por sus dotes y capacidades demostradas en una coyuntura específica: la guerra civil
española.31

Así, cuando esta terminó el 1 de abril de 1939, la legitimidad de su poder quedó plenamente confirmada, por lo que desde
entonces la victoria en la guerra se convertiría en la fuente última y suprema de su autoridad indiscutida y de su derecho a
ejercer el poder de modo vitalicio. Franco era la persona que había «salvado» a España de su «destrucción», por lo que
tenía «derecho» a regir con plenos poderes sus «destinos» durante el resto de su vida. La inscripción «Francisco Franco,
Caudillo de España, por la gracia de Dios» se imprimió en las monedas que portaban su efigie.32 Por otro lado, el «mito de
la Cruzada», la negación de la existencia de una guerra civil iniciada por una insurrección militar —la contienda de 1936-
1939 había sido una «Cruzada de Liberación» desencadenada por un Alzamiento Nacional—, se convirtió «en uno de los
nexos de identidad de las familias franquistas».33

Los «pilares» de la dictadura [ editar ]

La dictadura franquista se apoyó en tres «pilares»: el Ejército, la Iglesia y el partido único16 Falange Española
Tradicionalista y de las JONS. Como el mismo Franco reconoció en privado, «la Falange, el Ejército y la Iglesia» son las tres
«fuerzas» que constituyen «la base del Movimiento Nacional».16

Los militares, al menos durante el primer franquismo, ocuparon cerca del 40 % de los altos cargos de la administración y de
las empresas estatales, y siempre habrá entre cuatro y siete ministros militares.34 Además, el Ejército siempre actuó como
el garante último de la continuidad del franquismo y durante mucho tiempo fue el instrumento principal en la represión de
cualquier movimiento u organización de oposición a la dictadura franquista.16 35 La Iglesia católica proporcionó la
justificación ideológica, militante y beligerante del franquismo.16 El partido único FET y de las JONS fue «el instrumento
clave para organizar a los partidarios del régimen, suministrar fieles servidores administrativos y encuadrar y controlar a la
sociedad civil a través de sus órganos dependientes (Organización Sindical, Sección Femenina, Frente de Juventudes)».16
34

El papel de las instituciones [ editar ]

El franquismo no se dotó del equivalente a una constitución de los regímenes liberales o democráticos porque Franco
siempre se mostró reacio a promulgar leyes que pudieran obligarle a él mismo, ya que lo que más le importó durante su
larga dictadura fue conservar intacto todo su inmenso poder del que solo era responsable «ante Dios y ante la historia» —y
ante nadie más—.36 Así, bajo el franquismo la fuente de autoridad fue el propio Franco, no las instituciones, y el Caudillo
solo fue promulgando las llamadas «leyes fundamentales» de su régimen cuando lo creyó necesario para afianzarlo. «La
estructura definitiva del sistema de Franco se creó, en consecuencia, lentamente, en el periodo comprendido entre los años
1942 y 1947. […] En 1943 se constituyeron unas Cortes totalmente controladas, basadas en el corporativismo siguiendo la
tendencia filosófico política dominante en la España de la preguerra. La desconfianza hacia los partidos políticos como
instrumento de representación fue característica de personajes tan diferentes como el dictador Primo de Rivera, que
organizó la actividad política en una Asamblea Nacional Consultiva sin ellos o Fernando de los Ríos, diputado del PSOE y
uno de sus pensadores de cabecera, que acuñó el término "democracia orgánica" para el sistema del partido que confiaría
la representación a organizaciones naturales, como los sindicatos. De hecho, Franco adoptó esta etiqueta para definir su
régimen. En 1945 se promulgó una ley que definía los derechos de los ciudadanos llamado Fuero de los Españoles, una de
las ocho leyes fundamentales de su estado, y finalmente, en 1947, se instituyó una monarquía de carácter meramente
nominal».37

Desde el punto de vista institucional, el órgano más importante fue el Gobierno, pues este se constituyó en el «lugar» de
representación de las «familias» que integraban la coalición derechista franquista —falangistas, carlistas, monárquicos y
católicos—, sin olvidar la presencia de los mandos militares, como corresponde al origen del régimen. El propio Franco lo
reconoció en privado: «los gobiernos deben tener una representación de las fuerzas que han contribuido a la victoria».16
Como ha señalado el historiador Enrique Moradiellos, «la habitual reunión de los viernes del Consejo de Ministros habría de
ser el decisivo foro de encuentro y debate franco y reservado entre las fuerzas de la coalición franquista; el mismo foro que
en un régimen liberal y democrático desempeña el Parlamento o los órganos de la prensa libre». Y además «Franco tuvo la
gran habilidad de ejercer un continuo arbitraje moderador entre todas ellas,... contraponiendo a unas «familias» contra otras
para evitar el excesivo crecimiento de una única opción que pudiera hacer sombra a su poder personal y a su condición
arbitral».16

La ideología franquista [ editar ]

Véanse también: Simbología del franquismo y Lemas del franquismo.

La ideología —o mentalidad— franquista se basaba en cinco sencillas y genéricas «ideas motrices» «que recogían el
universo doctrinal compartido por todas las instituciones y "familias" de la derecha española por igual y sin conflicto»:38

1. El antiliberalismo, que se reflejaba en su rechazo a todos los principios e ideas propias de los regímenes liberales y
democráticos, identificados con la masonería. Al principio este antiliberalismo fue acompañado del anticapitalismo
propio de la retórica fascista.
2. El anticomunismo, en el que el franquismo incluía no solo al comunismo propiamente dicho, sino a todas las ideas y
organizaciones obreristas, incluidas las socialistas y anarquistas. Además, el franquismo al igual que los fascismos
identificaba el «comunismo» —o «bolchevismo»— con el «judaísmo».
3. El radical nacionalismo españolista, uniformista y centralista, que tachaba de «separatista» cualquier idea o proyecto
diferente por moderado que fuera.
4. El catolicismo integrista, que dará nacimiento al «nacionalcatolicismo».
5. El conservadurismo social tradicional y reaccionario que puso fin a las medidas secularizadoras y modernizadoras
republicanas (como la Ley de Divorcio, los cementerios civiles, la coeducación, la educación laica, etc.) al entregar de
nuevo al clero católico el control de las costumbres civiles y de la vida intelectual del país.

Así, por ejemplo, en el libro de texto de 1939 Catecismo patriótico español, del obispo Menéndez-Reigada,39 se decía que
«los enemigos de España son siete: el liberalismo, la democracia, el judaísmo, la masonería, el capitalismo, el marxismo y el
separatismo».40

El historiador Javier Tusell señala en su obra Historia de España en el siglo XX (1999) en relación con la ideología del
régimen:41

Si la voluntad fascistizadora, sin duda, existía, cabe preguntarse, sin embargo, por qué no sólo no triunfó, sino por
qué estuvo siempre muy lejos de conseguirlo. Por supuesto, la respuesta a esta pregunta se encuentra en la
dinámica política, es decir, en la propia evolución de los acontecimientos en los que, como hemos visto, se entrelazó
estrechamente la política interna con la situación internacional. En suma, la fascistización del régimen sólo hubiera
sido posible en el caso de que la España de Franco hubiera decidido intervenir en la guerra mundial al lado del Eje;
eso hubiera traído, con toda probabilidad, una modificación paralela de sus estructuras políticas definitiva e
irreversible.
Javier Tusell, Historia de España en el siglo XX. III. La dictadura de Franco (1999)41

El historiador estadounidense Stanley G. Payne en su libro El fascismo (1982) califica al franquismo de 1939 a 1945 de
«semifascista» y a partir de la segunda fecha en adelante de «autoritario burocrático»:42

Es innegable que el franquismo inicialmente contenía un importante componente de fascismo; pero estaba tan
limitado en el marco de una estructura derechista, pretoriana, católica y semipluralista que probablemente sería más
exacto aplicarle la categoría de «semifascista». (...) A finales de 1945, España había avanzado bastante en el
proceso de transición de un Estado semifascista y parcialmente movilizado a un régimen «autoritario burocrático»,
corporativista y no movilizado.
Stanley G. Payne, El fascismo (1982)42

La coalición «contrarrevolucionaria» [ editar ]

Dentro de una completa subordinación al «Caudillo», hubo diferentes «familias» o grupos —nunca partidos— con diversa
sensibilidad política. Cada una trató de influir en las decisiones del dictador, y la habilidad de éste consistió en confiarles
parcelas de poder convenientemente medidas, apoyarse sucesivamente en una «familia» u otra según conviniera en cada
momento, desplazando del primer plano (sin dejar de contar con ellas) a las que se hacían incómodas por alguna razón
interna o externa y garantizarse de esa manera su presencia indiscutida en el poder. Cuando estalló algún escándalo que
podía atribuirse de algún modo a los recelos entre las familias (como el caso MATESA), Franco optaba por soluciones
expeditivas y salomónicas («castigar» a ambas partes, de forma paternalista). Eran habituales las expresiones de Franco en
que despreciaba la actividad política (propia de «politicastros»), e incluso ninguneaba a sus propios ministros, haciéndose
célebre su consejo: «haga como yo, no se meta en política».43

Falangistas

Véase también: FET y de las JONS

Los «camisas viejas» de la Falange original de José Antonio Primo de Rivera muy pronto
empezaron a recelar de los «camisas nuevas» incorporados, sobre todo, en la Guerra Civil,
especialmente cuando el Decreto de Unificación suprimió todos los partidos reuniendo a los que
apoyaron el Alzamiento Nacional en el partido único FET y de las JONS (Falange Española
Tradicionalista y de las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista), al servicio del liderazgo
absoluto de Franco.44 El partido único aspiraba a controlar la vida social y económica a través
del resto de las instituciones del Movimiento: Frente de Juventudes, Sección Femenina,
Sindicato Vertical, Auxilio Social, etc.

Dentro del gobierno los falangistas desempeñaron las carteras sociales, como el Ministerio de
Trabajo, el de Vivienda y el de Agricultura, además del ministro-secretario general del Yugo y flechas para
Movimiento (miembro nato del gobierno, aunque sujeto también a la designación por parte del camisa. Años 1940.
Caudillo). En el primer franquismo alcanzaron un 37,9 % de los ministerios y un 30,3 % de los
altos cargos de la administración. Un ejemplo notable fue José Antonio Girón de Velasco, el ministro más joven (30 años) y
uno de los que duró más en el gobierno (1941-1957). Otro nombre destacable fue José Luis Arrese.45 También hubo
«aperturistas» procedentes de la «familia azul», como quien finalmente llevó a cabo la transición democrática, Adolfo
Suárez. Esa «pluralidad» se podía observar en las publicaciones afines: el diario El Alcázar (que, tras distintas orientaciones,
desde 1968 expresó las opiniones de lo que se denominó el «búnker» —sector que aglutinaba a la derecha más extrema), el
oficialista Diario Arriba y Diario Pueblo, cercano a los sindicatos verticales y dirigido por Emilio Romero.

Católicos

Desde el comienzo del franquismo, la Asociación Católica Nacional de Propagandistas


demostró mucha actividad, dirigida por los obispos y especialmente por la figura de Ángel
Herrera Oria, que controlaba también la prensa católica (Diario Ya). Esta «familia» tenía una
especial relación con el exterior, por su vinculación con la Santa Sede y las democracias
cristianas europeas. Controlaban el Ministerio de Asuntos Exteriores y el Ministerio de
Educación. Un buen ejemplo fue Joaquín Ruiz-Giménez. La ACNdP también controló el sistema
de represión franquista durante el final de la guerra y la posguerra en España: los dos primeros
ministros de Justicia (Tomás Domínguez y Esteban Bilbao) y el primer director general de
prisiones de la Dictadura (Máximo Cuervo) fueron propagandistas.46

A partir de 1957 accedieron al gobierno los ministros económicos (denominados «tecnócratas»)


procedentes del Opus Dei (congregación religiosa fundada por José María Escrivá de
Balaguer), y protegidos por Luis Carrero Blanco: Mariano Navarro Rubio y Alberto Ullastres, Valle de los Caídos,
responsables del Plan de Estabilización de 1959 y el desarrollismo posterior. Y al frente de monumento franquista de
todos ellos Laureano López Rodó. carácter religioso en el
cual yace Primo de
La renovación de la Iglesia católica en el Concilio Vaticano II propició un distanciamiento con el Rivera.
régimen franquista de una parte de la jerarquía eclesiástica, dirigida por el cardenal Vicente
Enrique y Tarancón. Llegó a ser muy evidente en el caso Añoveros.

Tradicionalistas

Los tradicionalistas o carlistas perdieron gran parte de su relevancia política en cuanto acabó la guerra. No obstante,
mantuvieron ciertas cotas de poder. El área que se les confiaba era el Ministerio de Justicia y la presidencia de las Cortes.
Ejemplo de ello fueron Esteban de Bilbao Eguía y Antonio Iturmendi Bañales, ambos ministros de justicia y presidentes de
las Cortes Españolas.

Monárquicos

Su órgano de expresión era el periódico ABC, de la familia Luca de Tena. Sus relaciones con el régimen pasaron por
acercamientos y distanciamientos (llegando a algún tipo de represión, como el secuestro de una edición de ABC en 1966 o
el destierro de los que acudieron al llamado Contubernio de Múnich en 1962), al igual que la relación ambigua que
mantuvieron el general Franco y el pretendiente a la Corona, Juan de Borbón, que se mantuvo exiliado en Estoril, desde
donde mantenía un consejo privado en el que se incluían personajes destacados de la dictadura, como José María Pemán o
Pedro Sainz Rodríguez.47

España se definió en las Leyes Fundamentales como un reino, pero Franco se negó a ceder la jefatura del Estado o
designar sucesor como preveía la Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado (votada en referéndum en 1947, en un acto de
legitimación de masas del franquismo), y mucho menos a un personaje en quien no confiaba, el conde de Barcelona (título
medieval de soberanía, vinculado a la corona de España que usaba Juan de Borbón), a pesar de ser el heredero del rey
anterior (Alfonso XIII).

Mientras tanto, su hijo Juan Carlos estaba siendo educado en España separado de su padre. Finalmente quien obtuvo la
designación fue Juan Carlos, en 1969 y tras una prolongada espera, no sin signos inquietantes de que podía optarse por
cualquier otro «príncipe de sangre real» (como Alfonso de Borbón Dampierre, primo de Juan Carlos, que contrajo
matrimonio con Carmen Martínez-Bordiú Franco, nieta del dictador, y que reclamó simultáneamente sus derechos legítimos
sobre el trono de Francia). En la enfermedad final de Franco, Juan Carlos, titulado príncipe de España, llegó a ocupar
interinamente la jefatura del Estado en 1974, que le fue retirada como consecuencia de una transitoria mejoría del
«Caudillo». En este contexto, se refirió al dictador como «figura decisiva históricamente y políticamente para España» o que
«para mi es un ejemplo, día a día por su desempeño patriótico al servicio de España, y además tengo un afecto y
admiración muy grande para él».48

Además, Juan Carlos hubo de jurar lealtad a los principios del Movimiento Nacional tanto en su designación como príncipe
en 1969 como en su proclamación real tras la muerte de Franco en noviembre de 1975 mientras que en su primer discurso
navideño habló de su «tristeza» ante la pérdida del «Generalísimo» y su «respeto y admiración» hacia él.49

¿El franquismo, un régimen fascista? [ editar ]

Artículo principal: Naturaleza del franquismo

La cuestión de si el franquismo fue un régimen fascista ha sido el núcleo central del


largo, intenso e inacabado debate historiográfico sobre la naturaleza del
franquismo.50 Este debate, en el que no sólo han intervenido historiadores sino
también politólogos, sociólogos y juristas (e incluso protagonistas de los hechos),50
ha girado en torno a dos posturas fundamentales: la que defienden los que
consideran que el franquismo fue un régimen fascista y la de los que siguiendo la
propuesta del politólogo Juan José Linz, formulada en 1964, lo consideran un
régimen autoritario, pero no fascista. Las dos posiciones han ido acercándose a lo
largo de los años ya que los defensores de la tesis del régimen autoritario han
reconocido la existencia de una fase inicial «semifascista» en el franquismo (como
Stanley G. Payne o Javier Tusell)51 , e incluso el propio Linz ha caracterizado ya al
franquismo como un régimen autoritario «con componente fascista»,52 y los que
definen el régimen franquista como fascista, han añadido algún tipo de matiz para
diferenciarlo del «fascismo clásico».53
Estatua ecuestre del Generalísimo
Sin embargo, como no se llegaba a alcanzar un consenso sobre el tema el Franco, obra del escultor José Capuz,
que se encontraba en la plaza del
historiador Ismael Saz propuso en 1993 considerar al franquismo como un «régimen
Caudillo (actual plaza del
fascistizado», alternativa que fue aceptada por algunos historiadores y que cuando Ayuntamiento) de Valencia. Fue
menos introdujo en el debate el concepto de fascistización. Con su propuesta de inaugurada en 1964 con motivo de la
«dictadura fascistizada» Saz consideraba que se captaba la «especificidad» del celebración de los «XXV Años de
Paz». Fue retirada de la plaza en 1983
franquismo: «los elementos que le asemejan al fascismo lo diferencian nítidamente y trasladada a la sede de la Capitanía
de las simples dictaduras de derechas o regímenes autoritarios; los que los General de Valencia en el Convento de
distancian de aquél impiden su consideración como dictadura fascista. En la Santo Domingo. En aplicación de la
Ley de Memoria Histórica fue llevada
combinación de ambas facetas está la esencia del régimen franquista».54 En el
en 2010 a un acuartelamiento de
cuadro siguiente se exponen las diferencias y coincidencias entre el franquismo y el Bétera, donde se encuentra en la
fascismo según Saz: actualidad.

Coincidencias y diferencias entre el franquismo y los regímenes fascistas, según Ismael Saz.

Coincidencias Diferencias

La correlación de fuerzas en el seno de la alianza


La dictadura franquista se basaba en la
contrarrevolucionaria no fue nunca favorable al sector fascista; su
misma alianza antidemocrática y
política represiva y aniquiladora de la oposición obrera y
contrarrevolucionaria que la italiana o
democrática sólo fue parcialmente acompañada de un esfuerzo
alemana, era tan represiva ―y en cierto
de removilización o articulación de un consenso activo; hubo algo
sentido incluso más― que aquellas;
de política de plaza pero bastante más de cárcel, iglesia y cuartel;

El partido único fue realmente un partido unificado desde arriba y


Se estructuraba sobre la base de un desde fuera; el caudillo no era la expresión, plasmación o
partido único y en el principio del concreción, de alguna forma de supuesta voluntad popular, sino
caudillaje; en todo caso de la voluntad divina —por la gracia de Dios— y
militar;

El Estado franquista era menos intervencionista y más


Tenía la misma concepción centralizada y
respetuoso de la sociedad civil que el fascista, pero estaba
uniformadora del Estado; copió buena
también mejor estructurado, carecía, es decir, de las
parte de las instituciones esenciales del
connotaciones anárquicas y darwinistas, propias, en mayor o
régimen fascista italiano;
menor grado, de los regímenes fascistas;

Adoptó algo parecido a una ideología La ideología oficial podía ser o no una ideología pero desde luego
oficial; no era una ideología fascista;

Nadie creyó nunca al sindicalismo del Sindicato Vertical, y la


Instauró unas estructuras
autarquía más que obedecer a la lógica interna de los regímenes
pretendidamente supraclasistas o
fascistas... conectaba perfectamente con las tendencias
corporativas y se refugió en la autarquía
autárquicas, defensivas, de un capitalismo que más que en
económica;
expansión hacia fuera buscaba protección frente al exterior;

Quiso durar con mucho de la retórica e instrumentos del modelo


Anunció, como las dictaduras fascistas, su fascista mientras existiese el dictador, para dejar paso después a
propósito de durar. una monarquía más o menos tradicional pero que, desde luego,
poco tendría que ver ya con el fascismo.

Historia [ editar ]

El primer franquismo (1939-1959) [ editar ]

Artículo principal: Primer franquismo

El primer franquismo (1939-1959) fue la primera gran etapa de la historia de la dictadura del general Franco comprendida
entre el final de la guerra civil española y el abandono de la política autárquica con la aplicación del Plan de Estabilización
de 1959, que dio paso al franquismo desarrollista o segundo franquismo que duró hasta la muerte del Generalísimo. Se
suele dividir en tres subetapas: la primera de 1939 a 1945 que se corresponde con la Segunda Guerra Mundial y durante la
cual el régimen franquista experimentó un proceso de fascistización ya iniciado durante la guerra civil para asemejarse a la
Alemania nazi y, sobre todo, a la Italia fascista y que se vio abortado por la derrota de las potencias del Eje; la segunda
subetapa, de 1945 a 1950, constituyó el período más crítico de la historia de la dictadura franquista a causa del aislamiento
internacional al que fue sometido y a la ofensiva de la oposición, pero los cambios «cosméticos» que introdujo y sobre todo
el estallido de la Guerra Fría acabó reintegrándolo al bloque occidental anticomunista; la tercera etapa, de 1951 a 1959, ha
sido llamada también el decenio bisagra55 por constituir una época intermedia entre el estancamiento de los «autárquicos»
años 1940 y la «desarrollista» de los años 1960, y que también ha sido caracterizada como la época del «esplendor del
nacional-catolicismo».

El franquismo de 1939 a 1945 [ editar ]


Artículo principal: Franquismo de 1939 a 1945

Cuando se inició la Segunda Guerra Mundial el 1 de septiembre de 1939, el general


Franco se vio obligado a proclamar «la más estricta neutralidad» de España debido
a las precarias condiciones económicas por las que atravesaba el país tras una
guerra civil que hacía solo cinco meses que había terminado.56 Pero las victorias
alemanas sobre Holanda, Bélgica y Francia en junio de 1940 y la entrada en la
guerra de Italia del lado de Alemania —el día 10—, dieron un vuelco a la situación. Y
así el 13 de junio de 1940, cuando los alemanes estaban a punto de entrar en París,
el general Franco abandonaba la «estricta neutralidad» y se declaraba «no El general Franco junto al dirigente
beligerante», que era el estatuto que había adoptado Italia antes de entrar en la nazi Heinrich Himmler, durante su
guerra. Al día siguiente las tropas españolas ocupaban Tánger, ciudad internacional visita a Madrid (1940).

que quedó incorporada de hecho al Protectorado español de Marruecos.57

El 23 de octubre de 1940 Franco y Hitler mantuvieron una entrevista en Hendaya para intentar resolver los desacuerdos
sobre las condiciones españolas para su entrada en la guerra del lado de las potencias del Eje. Un primer resultado del
encuentro fue la firma de un protocolo secreto en el que Franco se comprometía a entrar en la guerra en una fecha que él
mismo determinaría y en el que Hitler garantizaba solo vagamente que España recibiría «territorios en África».58 59 Otro
resultado fue que, cuando Hitler inició la invasión de la Unión Soviética el 22 de junio de 1941, el general Franco decidió
enviar un contingente de soldados y oficiales voluntarios (unos 47 000 soldados en total, incluidos los diferentes relevos),
que sería conocido con el nombre de «División Azul» (por el color del uniforme falangista).60 61

Al compás de los éxitos militares del Eje el régimen franquista aceleró su proceso de
fascistización, es decir, de adopción del ideario fascista y de sus formas específicas
de organización política y social, siguiendo sobre todo el modelo de la Italia fascista,
que había comenzado en la zona sublevada en plena guerra civil.62 La inspiración y
dirección del proceso corrió a cargo del cuñadísimo Ramón Serrano Suñer. Así se
puso en marcha el encuadramiento y la movilización social a través de tres
organizaciones sectoriales del «partido único» FET y de las JONS (el Frente de
Visita a Berlín de Ramón Serrano Juventudes, el Sindicato Español Universitario (SEU) y la Sección Femenina, cuya
Suñer, acompañado del general finalidad era «formar a la mujer con sentido cristiano y nacionalsindicalista») y un
Sagardía, siendo recibido por Himmler. extenso entramado «nacionalsindicalista», llamado Organización Sindical Española
(OSE), en el que estaban obligados a afiliarse todos los «productores» (empresarios
y trabajadores).63

El 17 de julio de 1942, el general Franco promulgaba su segunda «ley fundamental», la Ley Constitutiva de las Cortes, como
«órgano superior de participación del pueblo español en las tareas del Estado» y ámbito para «el contraste de pareceres,
dentro de la unidad del régimen», pero que no tenían ninguna capacidad legislativa, sino meramente «consultiva».64

Sin embargo, el proceso de fascistización provocó serios temores entre los otros dos pilares del franquismo, la Iglesia
católica y el Ejército.65 Las tensiones con el «partido único» acabarían estallando en agosto de 1942 con el atentado de
Begoña que provocó una grave crisis política que el general Franco resolvió destituyendo al «cuñadísimo» Serrano Suñer
que fue sustituido por el general monárquico Francisco Gómez-Jordana que volvía a hacerse cargo del Ministerio de
Asuntos Exteriores.66 67

En noviembre de 1942 tropas británicas y estadounidenses desembarcaban en el norte de África para desalojar de allí al
Afrika Korps de Rommel y a las tropas italianas. Para Franco era el fin de sus sueños imperiales y un posible riesgo de
invasión por parte de los aliados dado su alineamiento con Alemania e Italia.60 68 Pero no fue hasta después de la caída de
Mussolini en julio de 1943 tras el desembarco aliado en Sicilia, cuando el general Franco volvió a la «estricta neutralidad» en
contra de sus propios deseos69 y en noviembre ordenaba la retirada del frente ruso de la «División Azul» además de la
paralización del proceso de fascistización.70

El cambio en el signo de la guerra propició la más grave crisis que vivió el poder dictatorial del Generalísimo Franco. El 8 de
septiembre de 1943, recibió una carta firmada por ocho de los doce tenientes generales en la que le pedían que considerase
la restauración de la monarquía, tal como le había reclamado don Juan de Borbón, heredero legítimo de Alfonso XIII, en una
carta enviada al Generalísimo unos meses antes —será la única vez en 39 años que la mayoría de los generales le pedían a
Franco que renunciara—. Pero Franco no hizo la más mínima concesión y se limitó a esperar y a situar en los puestos
claves a militares fieles a su persona.64

Mientras tanto la situación económica no mejoraba debido fundamentalmente a la


catastrófica política económica autárquica e intervencionista que se estaba
aplicando.71 El resultado era una pésima asignación de los recursos productivos, y
la prueba del mal funcionamiento del sistema fue que inmediatamente surgió, al
margen del mercado regulado (y de las cartillas de racionamiento), un mercado
negro, conocido como «estraperlo», hacia el que se canalizaban los productos ya
que a allí alcanzaban unos mayores precios.72
Cartilla de racionamiento española Así pues, la aplicación de la política
de 1945.
autárquica e intervencionista al servicio de
«un Estado imperial militar» provocó «una
profunda depresión económica que duró más de una década».73 Se produjo una
fuerte caída de la producción agraria que provocó una gravísima hambruna73 y
únicamente cuando la escasez llegó a ser dramática en la segunda mitad de la
década de los 40, el general Franco, autorizó la importación de productos Imagen de arado en 1950 en El
Saucejo, provincia de Sevilla. La
alimentarios, por lo que sólo gracias al trigo argentino y estadounidense, España se
agricultura española durante los años
salvó de una total catástrofe alimentaria.74 cuarenta se caracterizó por la baja
productividad y la escasa tecnificación.
Empeoraron las condiciones de vida y trabajo de los jornaleros, de los campesinos
pobres, de los obreros de las industrias y de los trabajadores de los servicios, con un
marcado descenso de los salarios reales.75 Se interrumpió el proceso de industrialización que España venía
experimentando desde la segunda década del siglo , y no se consiguió recuperar los niveles industriales de 1935 hasta
quince años después de terminada la guerra, en 1955.76 Se disparó la inflación, debido a los cuantiosos déficits
presupuestarios financiados con emisiones de deuda pignorable que era tomada por la banca privada, que la podía
transformar inmediatamente en efectivo (monetizar) en el Banco de España.77 El historiador de la economía Carlos Barciela
al hacer balance de los años de la autarquía franquista ha destacado que «el consumo de la población, incluido el de
productos de primera necesidad se hundió de forma dramática, y el hambre se cebó en millones de españoles»78 por lo que
concluye que la «evolución de la economía española en los años cuarenta fue catastrófica».79

El franquismo de 1945 a 1950 [ editar ]

En la Conferencia de Potsdam las tres potencias vencedoras en la ll Guerra Mundial


(Estados Unidos, Gran Bretaña y la Unión Soviética) hicieron pública una
declaración sobre la «cuestión española» que decía:80

Los tres gobiernos, sin embargo, se sienten obligados a declarar que, por su
parte, no apoyarán ninguna solicitud de ingreso (en la ONU) del presente
Gobierno español, el cual, habiendo sido establecido con el apoyo de las
potencias del eje, no posee, en razón de sus orígenes, su naturaleza, su historial
y su asociación estrecha con los países agresores, las cualidades necesarias
para justificar ese ingreso.

La probable victoria de los aliados en la Segunda Guerra Mundial había suscitado


enormes expectativas entre la oposición republicana, lo que había dado lugar a la
creación de la Alianza Nacional de Fuerzas Democráticas81 y al recrudecimiento de
la actividad guerrillera (el «maquis»), cuyo hecho más destacado fue el intento de
invasión del Valle de Arán en octubre de 1944 por parte de un contingente de unos
6000 guerrilleros comunistas, pero que constituyó un sonoro fracaso.82

Mientras, en agosto de 1945, se celebró una sesión


Caricatura del dibujante
especial de las Cortes republicanas en México en la se estadounidense John F. Knott (1945)
nombró un gobierno presidido por José Giral, del que en el que aparece un general Franco
quedaron excluidos los negrinistas y los comunistas.83 con la esvástica nazi que se ve
amenazado por su colaboración con
Sin embargo, el gobierno republicano no fue reconocido
las potencias del Eje en la Segunda
por ninguna de las potencias vencedoras ni por la ONU, Guerra Mundial, como las
por lo que José Giral acabaría presentando su dimisión declaraciones a favor de la victoria de
la Alemania nazi o el envío de la
en febrero de 1947.84 Además la oposición republicana
División Azul al frente ruso.
se dividió entre los partidarios de aliarse con los
monárquicos y aceptar un referéndum sobre la forma de
Estado, y los que siguieron defendiendo la legitimidad republicana.83

Paralelamente los monárquicos recrudecieron su ofensiva. El 19 de marzo de 1945, cuando la


derrota de Hitler estaba muy cercana, don Juan de Borbón rompía totalmente con el franquismo
al hacer público el Manifiesto de Lausana en el que declaraba que «el régimen implantado por
José Giral, Presidente
del Gobierno de la
el general Franco, inspirado desde el principio en los sistemas totalitarios de las Potencias del
República en el exilio. Eje», era incompatible con la victoria aliada y «compromete también el porvenir de la Nación».
Por eso mismo pedía Franco que dejara paso a la «Monarquía tradicional».85 En febrero de
1946 don Juan trasladó su residencia oficial a Estoril (cerca de Lisboa) donde recibió una carta
de bienvenida firmada por 458 miembros de la elite española, incluidos dos exministros, lo que causó una honda
preocupación en Franco —«es una declaración de guerra», dijo.86 87

La respuesta del franquismo al aislamiento internacional y al recrudecimiento de la oposición monárquica, fue la paralización
definitiva del proceso de fascistización, y la introducción de ciertos cambios que lo hicieran más presentable exteriormente,
«pero sin reducir un ápice el poder omnímodo y vitalicio» del «Generalísimo».85 Un primer paso fue la promulgación el 17
de julio de 1945, del Fuero de los Españoles, tercera de las «leyes fundamentales», que pretendía ser una carta de
derechos y libertades pero imponía muchas restricciones y no daba garantías en su ejercicio por lo que constituyó una mera
manifestación retórica.88 Un segundo paso fue nombrar un nuevo gobierno en el que daba entrada al político católico
Alberto Martin Artajo, que se iba a encargar del Ministerio de Asuntos Exteriores, el más trascendental en aquellos
momentos, y que iba estar acompañado de otros dos ministros de esa misma tendencia. El objetivo era reforzar el
catolicismo del Régimen y ofrecer una nueva imagen al mundo.89 Así el gobierno eliminó buena parte de los símbolos
falangistas, como el saludo fascista con el brazo en alto, y a la hora de referirse al «partido único» ya no se utilizó el término
oficial Falange Española Tradicionalista y de las JONS sino que se prefirió utilizar el nombre de «Movimiento Nacional».89 Y
en su lugar se dio prioridad a la base católica del franquismo lo que dio nacimiento a lo que se llamó más tarde
«nacionalcatolicismo»: la identificación de la Iglesia católica con el régimen franquista. Así, aunque la vuelta a muchos
aspectos de la vida religiosa ya se había producido durante la guerra civil y la inmediata posguerra, los ritos religiosos se
introdujeron en todos los aspectos de la vida, tanto pública como privada.90 El 22 de octubre de 1945 Franco promulgó la
Ley del Referéndum Nacional —cuarta de las «leyes fundamentales»— que permitía al Jefe del Estado someter a consulta
de los españoles aquellos proyectos de ley que considerase oportunos.89

Finalmente Franco, siguiendo los consejos de Luis Carrero Blanco,91 ordenó


«cerrar filas» en torno al régimen y recordó obsesivamente la guerra civil. Para ello
la actividad guerrillera fue utilizada como «prueba» de que la guerra civil
continuaba.80

Sin embargo, los cambios «cosméticos» y la campaña y la actividad desplegada


para convencer al mundo de que el franquismo no había tenido nada que ver con las
potencias fascistas derrotadas en la guerra, no surtieron ningún efecto inmediato. El
ostracismo efectivo del régimen franquista se inició el 28 de febrero de 1946, cuando Áreas donde actuó el maquis.
el gobierno francés cerró la frontera con España y cuatro días después una
declaración conjunta de Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia expresaba su
repudio del franquismo y su confianza en que «españoles patriotas y de espíritu liberal encontrarán los medíos para
conseguir una pacífica retirada de Franco» y el retorno a la democracia.92

Al mismo tiempo la cuestión de las sanciones a imponer al régimen franquista fue debatida en la ONU a lo largo de ese año,
1946, siempre con la negativa de Gran Bretaña y de Estados Unidos a acordar medidas económicas o militares. Finalmente,
el 12 de diciembre de 1946, la Asamblea General de la ONU acordó por 34 votos a favor, seis en contra y trece
abstenciones, la condena del régimen franquista en la que se decía que «por su origen, naturaleza, estructura y
comportamiento general, el régimen de Franco es un régimen fascista, organizado e implantado en gran parte merced a la
ayuda de la Alemania nazi y de la Italia de Mussolini», lo que «hace imposible que este pueblo participe con los de las
Naciones Unidas en los asuntos internacionales… hasta que se forme en España un gobierno nuevo y adecuado… cuya
autoridad emane del consentimiento de los gobernados». A continuación recomendaba la inmediata retirada de los
embajadores acreditados en Madrid. Esta última medida fue aplicada por la gran mayoría de los países.93

El régimen franquista organizó el 9 de diciembre de 1946 una gran manifestación de «indignación nacional» en la Plaza de
Oriente de Madrid bajo el lema «¡Franco sí, comunismo no!» y desde el balcón principal del Palacio Real el Caudillo se
dirigió a la multitud y atribuyó el aislamiento del régimen a una conjura de la masonería y el comunismo.94 Además el
mismo día que la Asamblea General de la ONU condenaba al régimen, las Cortes franquistas aprobaban acuñar nuevas
monedas con la efigie de Franco con la leyenda: «Francisco Franco Caudillo de España por la Gracia de Dios».89 Otra vía
para hacer frente al aislamiento fue buscar el apoyo internacional de los círculos católicos y anticomunistas en todo el
mundo, especialmente entre los países latinoamericanos —donde encontró el apoyo del general Juan Perón en Argentina
—.92

Sin embargo, la estrategia principal del franquismo para sobrevivir fue buscar la
legitimación monárquica. Así, en marzo de 1947 se dio a conocer la «crucial» Ley de
Sucesión en la Jefatura del Estado (quinta «ley fundamental»), en cuyo artículo 1°
se definía la forma del régimen político español como «un Estado católico, social y
representativo, que, de acuerdo con su tradición, se declara constituido en Reino».
El artículo 2° otorgaba de modo vitalicio la «Jefatura del Estado» al «Caudillo de
España y de la Cruzada, Generalísimo de los Ejércitos», convirtiendo así a Franco
en regente de hecho y de por vida en esta «monarquía sin rey». El artículo 6°
confería a Franco el derecho a designar sucesor «a título de Rey o de Regente» «en
cualquier momento» y con plena capacidad de revocación de su decisión.95

Al no hacerse mención a ningún derecho dinástico de sucesión, la respuesta de don


Juan fue una nueva declaración —el Manifiesto de Estoril del 7 de abril de 1947—
en la que rechazó la Ley y defendió los derechos hereditarios de sucesión al trono,
que recaían en su persona. Este mensaje no se hizo público en España, donde la Llegada de Evita Perón a España
(1947). La Argentina de Juan Perón
prensa lanzó una campaña contra «el pretendiente».96 Como ha señalado Paul fue uno de los pocos apoyos con que
Preston, a partir de la promulgación de la Ley de Sucesión, Franco actuó «al modo pudo contar la dictadura franquista
de un monarca en el recientemente proclamado reino de España» y «tomó para sí durante su aislamiento internacional.

las prerrogativas reales hasta el punto de crear títulos nobiliarios».97 Para buscar la
legitimidad «democrática» del régimen, la ley fue primero aprobada por las Cortes el 7 de junio, y luego sometida a
referéndum el 6 de julio de 1947, produciéndose una altísima participación y el voto afirmativo del 93 % de los votantes
como resultado de la propaganda oficial —la única que se permitió— y de otras medidas de presión —por ejemplo, la
presentación y sellado de la cartilla de racionamiento como forma de identificación electoral—.96

A finales de 1947 aparecieron las primeras pruebas de que el inicio de la guerra fría estaba cambiando la actitud de las
potencias occidentales hacia el régimen de Franco al tener España un valor estratégico para el bloque del «mundo libre»
ante un posible «ataque comunista» sobre Europa Occidental. A principios de 1948 Francia reabría la frontera con España y
a principios de 1949 el régimen franquista recibía el primer crédito concedido por un banco estadounidense con la
aprobación de su gobierno —por valor de 25 millones de dólares—.98

El proceso de «rehabilitación» de la dictadura franquista se completó formalmente en 1950, después de que en junio de ese
año estallara la guerra de Corea. El 4 de noviembre de 1950 la Asamblea General de la ONU revocó por amplia mayoría —
gracias al apoyo estadounidense y a la abstención francesa y británica— la resolución de condena del régimen franquista de
diciembre de 1946. Así en los meses siguientes regresaron a Madrid los embajadores occidentales y se aprobó la entrada
de España en los organismos internacionales especializados de la ONU.99

La rehabilitación internacional del régimen franquista y la aprobación en referéndum


de la Ley de Sucesión en julio de 1947 debilitó hasta tal punto a la opción
monárquica, que don Juan de Borbón cambió de estrategia respecto a Franco y el
25 de agosto de 1948 se entrevistó con el Generalísimo en su yate Azor anclado en
el golfo de Vizcaya. Como resultado de la misma se acordó que el hijo de don Juan,
Juan Carlos de Borbón, se educaría en España bajo la tutela del general Franco —el
7 de noviembre el príncipe, de diez años de edad, llegaba a España—.100

Por su parte, la oposición republicana, ante el reconocimiento internacional del


Franco dando un discurso en Éibar
franquismo, se quedó sin argumentos, y la actividad guerrillera decayó. Los en 1949. Durante la época del
comunistas abandonaron la guerrilla por completo en 1952, mientras que los aislamiento del régimen el general
anarquistas aún llevarían a cabo acciones esporádicas hasta 1963. Así pues, desde Franco aparecía pocas veces vestido
de militar.
1949 y hasta la década de los sesenta, la oposición antifranquista interna y del exilio
vivió su «travesía del desierto».101

El franquismo de 1950 a 1959 [ editar ]

En 1951 volvió la protesta obrera a consecuencia de las penosas condiciones


laborales y el incremento de los precios con la huelga de tranvías de Barcelona de
1951102 lo que obligó al general Franco a reaccionar, y en julio nombró un nuevo
gobierno que debería rectificar en parte la política económica para asegurarse que la
conflictividad social no se reproducía, aunque siguió siendo un gabinete con el
predominio del catolicismo político. En él, por fin entró Carrero Blanco, con el rango
de ministro subsecretario de la Presidencia.103

Después de largas negociaciones se llegó al acuerdo sobre un nuevo Concordato


con la Iglesia católica, que supuso un paso de vital importancia en el reconocimiento
internacional del régimen y además la ratificación del predominio que el franquismo
había concedido a la Iglesia católica a cambio de su identificación total con el
régimen.104 En realidad el Concordato lo que hacía era ratificar el statu quo ya
existente entre la Iglesia y el Estado desde la guerra civil y, especialmente, desde
1945 con la hegemonía del «nacionalcatolicismo». A partir de la firma del
Concordato, como ha señalado Enrique Moradiellos, «el triunfo nacionalcatolicismo Romería en un pueblo de
Andalucía (1953). Los años 1950
fue definitivo e incontestable, convirtiéndose en la ideología oficial del Estado y el
fueron los del esplendor del nacional-
patrón normativo de la conducta moral, pública y privada, del conjunto de la catolicismo.
sociedad española».105

Las negociaciones con Estados Unidos para la instalación de cuatro bases


estadounidenses en territorio español (el llamado «Pacto de Madrid»)a cambio de
una limitada ayuda económica y militar, culminaron con la firma de tres «pactos
ejecutivos» por los que España quedaba incorporada al sistema de defensa
occidental, pero sin acceder a la toma de decisiones al ser vetado su acceso a la
OTAN. Las bases que se iban a instalar estaban teóricamente bajo la soberanía
conjunta de España y de Estados Unidos, pero existía un acuerdo secreto adicional,
por el que Estados Unidos podía decidir unilateralmente cuándo utilizarlas «en caso Inauguración de los Bloques
de evidente agresión comunista que amenace la seguridad de Occidente». Por otro Ramiro Ledesma (hoy Grupo Mariola)
de la Obra Sindical del Hogar en 1956,
lado, se almacenó armamento atómico en ellas, a pesar de las protestas de las
en el barrio de La Mariola de Lérida.
autoridades franquistas.106

Después del acuerdo de la Asamblea General de 1950, España pudo integrase


progresivamente en los organismos especializados de la ONU, y finalmente (en diciembre de 1955) fue admitida como
miembro de pleno derecho de la ONU. Era el final del aislamiento del franquismo.99

En febrero del año siguiente se produjeron unos incidentes violentos en la


Universidad de Madrid como resultado del enfrentamiento entre estudiantes que se
estaban manifestando a favor de elecciones libres al SEU y un grupo de falangistas
que venían de celebrar la ceremonia anual del «Día del estudiante caído». Como
resultado de la reyerta hubo un estudiante falangista gravemente herido de un
balazo en el cuello (probablemente por disparo de uno de sus compañeros, que iban
armados).107 108
El ministro de Educación Nacional
Era la primera crisis interna de envergadura a la que tuvo que enfrentarse el
Joaquín Ruiz Giménez (en el centro)
Régimen desde 1942 —el 11 de febrero se decretaba por primera vez desde su junto al general Franco durante la
promulgación la suspensión de los artículos 14 y 18 del Fuero de los Españoles— inauguración del Instituto Nacional de
Investigaciones Agrarias (1954).
que Franco la resolvió destituyendo a los dos ministros «responsables» de los
hechos: al católico Joaquín Ruiz Giménez, ministro de Educación, y al falangista
Raimundo Fernández Cuesta, secretario general del Movimiento y responsable del SEU.109

En este contexto se produjo la independencia de Marruecos y la guerra de Ifni-Sahara. En marzo de 1956, Francia otorgó la
independencia a la zona de Marruecos que estaba bajo su Protectorado, lo que obligó a hacer lo mismo un mes después al
gobierno español —al producirse también en su zona disturbios independentistas—. Y a continuación el nuevo Estado de
Marruecos reclamó también la soberanía sobre el enclave de Ifni, un territorio en la costa atlántica marroquí bajo soberanía
española que no formaba parte del Protectorado español en Marruecos, por lo que no fue cedido en el momento de la
independencia. La guerra de Ifni-Sahara fue silenciada por la prensa y hasta febrero de 1958 no se consiguió restablecer la
normalidad en Ifni y en el Sahara español.110

Una nueva crisis política tuvo lugar en 1957 a raíz de proyecto del falangista José Luis Arrese de institucionalizar el
franquismo a partir de reforzar los poderes del «partido único» falangista, que desató una gran oposición en el seno del
Ejército, en la Iglesia católica, en el resto de «familias» del régimen y en el propio gobierno (Carrero Blanco incluido).111 Los
monárquicos franquistas tildaron el proyecto de «totalitario» y la jerarquía eclesiástica lo denunció por estar «en desacuerdo
con las doctrinas pontificias» y por no tener «raíces en la tradición española», defendiendo, en cambio, que se promoviera
una «verdadera representación orgánica» en vez de una «dictadura de partido único, como fue el fascismo en Italia, el
nacionalsocialismo en Alemania o el peronismo en la República Argentina». Ante tal cúmulo de protestas, y ante la prioridad
que comenzó a dar a los problemas económicos, el Generalísmo decidió en febrero de 1957 archivar sine die el proyecto de
Arrese. Del mismo solo vería la luz al año siguiente el proyecto de Ley de Principios del Movimiento Nacional, totalmente
remodelado por Carrero Blanco.112 En esta sexta «ley fundamental» del franquismo se definía al Movimiento no como un
partido o una organización, sino como una «comunión» (al modo carlista) y el régimen franquista era caracterizado como
una «monarquía tradicional, católica, social y representativa», un principio «permanente e inalterable por su propia
naturaleza». Además se reiteraba la confesionalidad «Católica, Apostólica y Romana» del Estado español y su compromiso
con la «la participación del pueblo» en las tareas de gobierno a través de la «representación orgánica» de las «entidades
naturales de la vida social: familia, municipio y sindicato».113

Ante el serio agravamiento de la situación económica, Carrero Blanco convenció a Franco para que renovara el gobierno
dando entrada en los Ministerios económicos a dos «técnicos» que tenían en común pertenecer a un instituto secular
católico llamado Opus Dei (Alberto Ullastres, que se haría cargo del Ministerio de Comercio, y Mariano Navarro Rubio, del
de Hacienda). Carrero Blanco había entrado en contacto con este grupo a través de un joven catedrático de derecho,
Laureano López Rodó, también miembro del Opus Dei, al que Carrero acababa de nombrar para un alto cargo en su
ministerio, la Subsecretaría de la Presidencia. Su objetivo era poner en marcha un programa de racionalización y
liberalización económica conectada a una reforma de la Administración del Estado.114 115

A partir de 1958 volvieron a aparecer las huelgas —que continuaban siendo un delito
—, sobre todo en Asturias y en Cataluña, centradas en las reclamaciones salariales
ya que la inflación estaba provocando la caída de los salarios reales. En particular, la
minería de la hulla asturiana fue escenario de recurrentes huelgas que aportaron un
nuevo mecanismo de representación obrera que iba a tener singular éxito en el
futuro: la comisión de obreros elegida entre los huelguistas, al margen de los
«enlaces sindicales» y de los «vocales jurados de empresa» de la Organización
Sindical franquista, para plantear sus reclamaciones directamente a la dirección de
El general Franco con el presidente
su empresa o a los patronos. La intensidad del movimiento huelguístico asturiano Eisenhower (1959).
fue tal que llevó a Franco a decretar el 14 de marzo de 1958 la segunda suspensión
del Fuero de los Españoles y el estado de excepción en la región por cuatro
meses.116

Los años cincuenta se cerraron con dos acontecimientos bastante importantes en la historia del franquismo: la inauguración
el 1 de abril de 1959 —20 años después del final de la guerra civil— del Valle de los Caídos, el monumento conmemorativo
del «Generalísimo» a su victoria en la Guerra Civil y que iba a acoger sus restos cuando muriera;117 y la breve visita a
Madrid del presidente de los Estados Unidos, el general Eisenhower, en diciembre de 1959, nada menos que el
excomandante en jefe de los ejércitos aliados que habían derrotado a las potencias fascistas en la II Guerra Mundial.118
Esta visita, según Moradiellos, «probablemente constituyó la apoteosis internacional de la dictadura de Franco».110 118

El segundo franquismo (1959-1975) [ editar ]

Artículo principal: Segundo franquismo

El segundo franquismo (1959-1975), también llamado franquismo desarrollista, fue


la segunda gran etapa de la dictadura del general Franco, durante la cual se produjo
un crecimiento económico espectacular —se habló del «milagro económico
español»— que dio lugar a una «gran transformación» social, pero que no estuvo
acompañada de cambios políticos. Se suele dividir en dos subetapas: la primera, de
1959 a 1969, caracterizada por los fracasados intentos de «apertura» del régimen y
que termina con el triunfo de los «inmovilistas» encabezados por el almirante
Carrero Blanco; y la segunda, de 1969 a 1975, también llamada «tardofranquismo»,
que ocupa los años finales de la dictadura, marcados por el asesinato de Carrero Imagen del Barrio de las Flores en
La Coruña, de protección oficial,
Blanco en diciembre de 1973 y la enfermedad final del Generalísimo Franco que
construido entre 1964 y 1967 e
moriría el 20 de noviembre de 1975. inaugurado por Franco119 .

El franquismo de 1959 a 1969 [ editar ]

Entre 1957 y 1959 la economía española se encontraba «al borde del abismo»120 y
para afrontar esta difícil situación el equipo de «tecnócratas» del Opus Dei del
gobierno nombrado en 1957 puso en marcha el Plan de Estabilización y
Liberalización, un conjunto de disposiciones decretadas entre el 17 de julio y el 5 de
agosto de 1959 con la finalidad de «dar una nueva dirección a la política económica,
a fin de alinear la economía española con los países del mundo occidental y liberarla
de intervenciones heredadas del pasado que no se corresponden con la
necesidades de la situación», según consta en el Memorándum aprobado el 30 de
junio y dirigido por el gobierno español al FMI y a la OECE.121

Los objetivos del Plan fueron alcanzados con bastante rapidez —estabilización de
los precios, tipo de cambio de la peseta mantenido, saneamiento de la balanza de
pagos, al combinarse la caída de las importaciones con el aumento de los ingresos
por turismo y las primeras inversiones extranjeras— y así se conjuró el peligro de la
suspensión de pagos.122 A partir de ese momento la economía española Franco y su esposa Carmen Polo
(1968).
experimentó un crecimiento sin precedentes que acabó transformando radicalmente
la estructura social del país.122 La razón de este crecimiento hoy no ofrece dudas.
Gracias a las medidas liberalizadoras puestas en marcha, la economía española pudo aprovechar, por fin, las favorables
condiciones del mercado internacional y los impactos positivos del «hipercrecimiento» que se estaba produciendo en las
economías occidentales desde el final de la II Guerra Mundial.123

Así pues, se puede decir que el crecimiento de los «dorados sesenta» fue el
resultado de una recuperación de oportunidades anteriormente perdidas a causa de
las limitaciones que imponían la política autárquica e intervencionista, ya que a partir
de 1959 se pudieron aprovechar cuatro componentes esenciales: los bajos precios
de las materias primas, en general, y de los productos energéticos en particular,
especialmente el petróleo; la mayor disponibilidad de nuevas fuentes de financiación
exterior, nutrida ahora de remesas de emigrantes (6000 millones de dólares entre
1960 y 1975),124 divisas de turistas (de 6 millones de visitantes en 1960 se pasó a El crecimiento de la población
más de 34 millones en 1973)124 y entradas de capital (cerca de 7000 millones de española entre 1950 y 1981 tuvo una
distribución geográfica
dólares entre 1960 y 1973),124 a modo de elementos compensadores de los fuertes
extremadamente desequilibrada
déficits comerciales registrados en el periodo; la fácil adquisición, en un mercado
internacional expansivo, de la tecnología y de los productos necesarios para
secundar los cambios que el propio crecimiento impone en los patrones de la demanda de bienes de producción y de
consumo; y las abundantes disponibilidades de mano de obra, que tenía sus dos grandes reservas en la población femenina
y en la población agraria deseosa de incorporarse a puestos de trabajo industriales, con la válvula de seguridad adicional
que permitía desviar hacia mercados laborales de otros países europeos la mayor parte de la fuerza de trabajo excedente
(alrededor de dos millones de emigrantes), lo que hizo posible que la tasa de desempleo se mantuviera en unos niveles muy
bajos —alrededor del 2 % a lo largo de la década de los 60—.124

Durante este periodo de enorme crecimiento —entre 1960 y 1973 fue superior al
7 % anual y en la industria cerca del 10 %— se produjo un cambio estructural en la
economía: España dejó de ser un país predominantemente agrario para convertirse
en un país industrial—la participación del producto agrario en el PIB bajó del 22,6 %
en 1960 al 11,6 % en 1973 y la población activa agraria pasó del 39,8 % en 1960 al
24,9 % en 1970—.125

El «milagro económico español»» trajo


consigo importantes cambios sociales,
aunque en realidad, como ha subrayado
Santos Juliá, «lo que define a los años
sesenta no es el comienzo del proceso de
modernización, sino la reanudación de una
historia paralizada por una voluntad política

Caricatura de De Alba publicada


victoriosa al término de una guerra civil»,126
Playa de Tosa de Mar en 1974. El
por The Washington Daily News en la y por las consecuencias internacionales de turismo fue una de claves del «milagro
que los ancianos dictadores de su separación temporal del ámbito económico español».
España y de Portugal, Franco y
económico y político organizado por Estados
Salazar, se reúnen para dialogar:
«¡Usamos estos garrotes porque los Unidos, produciéndose así lo que algunos
necesitamos!». historiadores, como Enrique Moradiellos,
han llamado la «paradoja del franquismo»:
que «el régimen político que había interrumpido literalmente durante veinte años el
proceso de modernización económica y social iniciado en España a finales del siglo
XIX [en 1950 el porcentaje de la población activa agraria seguía siendo superior al
de 1930]» fue a partir de la puesta en marcha del Plan de Estabilización de 1959 su
«nuevo promotor y patrocinador».127 , aprovechando su reincorporación a los flujos
comerciales y financieros internacionales a través de la OECE (incorporándose a
ella en 1958-59 ) y las incrementadas relaciones con Estados Unidos.

«En definitiva, durante los años sesenta fue conformándose una nueva sociedad
Una madre con sus tres hijos junto
española cada vez más próxima a sus homólogas de Europa occidental en su a su Seat 600 a mediados de los años
estructura, composición, características y grado de desarrollo y diversificación. Una 1960. El Seat 600 fue el símbolo de la
nueva sociedad de consumo de
sociedad progresivamente instalada en la cultura del consumo masivo y el disfrute
masas.
del ocio, con una renta per cápita de 1042 dólares en 1960 que se convirtió en 1904
al término de la década (Italia pasó entonces de 1648 a 2653 dólares)».128

Pero los cambios económicos y sociales no estuvieron acompañados de cambios políticos ya que el programa político de los
«tecnócratas», que gracias al apoyo de Carrero Blanco consolidaron sus posiciones en las dos remodelaciones del gobierno
que se llevaron a cabo en 1962 y 1965,128 se fijó como objetivo conseguir aumentar el bienestar material de la población
para dotar de esa forma de una nueva legitimidad «de ejercicio» al régimen franquista129 y completar su institucionalización
para asegurar su perdurabilidad «después de Franco». Así se aprobó una Ley de Bases de la Seguridad Social en 1963 y en
1966 la Ley Orgánica del Estado, que iba a constituir la última y la más importante de las «leyes fundamentales» del
franquismo, ya que haría las veces de una Constitución.130 Para dotarla de una legitimidad «popular» la Ley Orgánica del
Estado fue sometida a referéndum, que se celebró el 14 de diciembre de 1966 y en el que el 95,9 % de los votantes dio su
apoyo al sí (solo el 1,8 % votó no).131

Ante el ascenso de los «tecnócratas» los falangistas se «atrincheraron» en la Organización Sindical franquista promoviendo
una «apertura» de la misma hacia los trabajadores que la convirtiera en un grupo de presión en el seno del franquismo. Ese
fue el proceso que dirigió el ministro José Solís Ruiz y que culminó con las elecciones sindicales de «enlaces» y de «vocales
jurados» de finales de 1966, que gozaron de una relativa libertad. Pero estas elecciones no reforzaron las posiciones
falangistas, sino todo lo contrario, ya que sirvieron para que la oposición de izquierda a través del movimiento clandestino de
las «comisiones obreras» copara muchos de los puestos elegidos.128

El proyecto «aperturista» falangista de Solís se complementaba con la creación de «asociaciones» dentro del Movimiento,
para dotar al régimen franquista de un cierto nivel de «participación» popular en el llamado «contraste de pareceres». Pero
su proyecto fue aparcado por la oposición «inmovilista» de los «tecnócratas» y de Carrero —que contaron además con el
apoyo total del propio general Franco—, ante el temor de que las «asociaciones» pudieran ser la vía para la reaparición de
los partidos políticos.132 133

En realidad los dos únicos éxitos apreciables que lograron los «aperturistas» fueron la aprobación de la Ley de Prensa e
Imprenta de marzo de 1966, y la Ley de Libertad Religiosa de junio de 1967. La primera fue promovida por el joven ministro
falangista, Manuel Fraga Iribarne, y supuso un notable avance al suprimir la censura previa y autorizar a las empresas
editoras a designar libremente al director del diario o de la revista.134 135 136 Sin embargo, la ley imponía unas duras
sanciones administrativas, civiles y penales, si se sobrepasaban los numerosos límites que imponía el artículo 2.º.137

La segunda ley fue promovida por los católicos franquistas, concretamente por el ministro de asuntos exteriores Fernando
María Castiella, de acuerdo con las nuevas orientaciones del Concilio Vaticano II, pero al final impuso fuertes restricciones a
las confesiones no católicas. Cómo dijo Carrero: «toda práctica que no sea católica compromete la unidad espiritual de
España».134 138

Tras la promulgación de la Ley Orgánica del Estado, la posición de Carrero Blanco


se vio reforzada al ser nombrado por Franco en septiembre de 1967 vicepresidente
del gobierno.139 Eso le permitió poner en marcha la «Operación Príncipe»140 cuyo
objetivo era que el general Franco designara como su sucesor al hijo de don Juan
de Borbón, el príncipe Juan Carlos de Borbón, que desde 1948 estaba bajo la
«tutela» de Franco.141 142 El 22 de julio de 1969 Franco lo propuso a las Cortes
como «mi sucesor» al frente de una «Monarquía del Movimiento Nacional,
continuadora perenne de sus principios e instituciones» y asumiendo el título de
Cartel de propaganda a favor del príncipe de España, y aquellas lo aprobaron por 491 votos a favor, 19 en contra y 9
'Sí' en el Referéndum sobre la Ley
abstenciones.143
Orgánica del Estado celebrado el 14
de diciembre de 1966 convertido en un El triunfo incontestado de Carrero con el
plebiscito sobre Franco (no hubo
nombramiento de don Juan Carlos como
propaganda a favor del 'NO').
sucesor acentuó el enfrentamiento en el
seno del gobierno entre los «tecnócratas» y
los «aperturistas», cuyo episodio final lo constituyó el «escándalo Matesa» que
estalló a mediados de 1969, ya que en él se vieron implicados dos ministros del
Opus Dei, lo que intentó ser aprovechado por los ministros «aperturistas», Solís y
Fraga, para desbancar a los «tecnócratas» del gobierno —difundiendo los hechos
en la prensa del Movimiento que ellos controlaban—. Sin embargo, el resultado final El general Franco presidiendo el
desfile militar de la Victoria (Madrid, 5
fue el contrario al esperado: el Opus Dei salió reforzado al aceptar Franco las
de junio de 1969). En segundo plano
demandas de Carrero a favor de un «gobierno unido y sin desgaste».144 145 Así el príncipe Juan Carlos a quien al mes
nació en octubre de 1969 el «gobierno monocolor», un término que fue acuñado por siguiente Franco lo designaría como
su sucesor «a título de rey».
sus adversarios al estar integrado casi exclusivamente por «tecnócratas» del Opus
Dei o por personas afines o leales a Carrero Blanco o a López Rodó.146 Carrero fue
ratificado en la vicepresidencia pero ejerciendo las funciones de presidente real, pues el almirante recibiría en adelante a los
ministros y despacharía semanalmente con ellos, y los tres ministros «aperturistas» —Fraga Iribarne, Solís y Castiella—
salieron del gobierno.146

Por otro lado, los cambios sociales provocados por el acelerado crecimiento económico de la «década prodigiosa»
revivificaron viejos conflictos y abrieron otros nuevos, lo que propició el resurgimiento de la oposición antifranquista que puso
fin a su larga «travesía del desierto» desde finales de los años 1940.147

El primer y más importante desafío al que tuvieron que hacer frente los gobiernos franquistas fue el retorno de la
conflictividad obrera que arrancó con la huelga minera de Asturias de 1962148 y que dio nacimiento a las «comisiones
obreras» que surgieron espontáneamente para negociar directamente con los patronos los convenios colectivos al margen
de la Organización Sindical oficial.149

Un segundo frente del que tuvo que ocuparse el régimen fueron las protestas estudiantiles en la Universidad150 que
obtuvieron el apoyo de algunos catedráticos —como José Luis López Aranguren, Enrique Tierno Galván y Agustín García
Calvo, que fueron expulsados de la Universidad de Madrid por esa causa— y que lograron la disolución del SEU.151 152

Un tercer ámbito de oposición, que fue el que mayor desconcierto causó en el régimen y en el propio Franco, fue la
aparición de sectores católicos que se oponían al franquismo, un fenómeno directamente relacionado con el nuevo rumbo
pastoral y democratizador del Concilio Vaticano II. Así numerosos católicos progresistas —y también sacerdotes—
participaron en las protestas obreras y estudiantiles, además de servir las iglesias como centros de reunión, aprovechando
la inmunidad de la que gozaban gracias al Concordato de 1953. Como resultado de esas actividades de oposición, unos
cien sacerdotes y frailes pasaron por la cárcel concordataria de Zamora entre 1968 y 1975.153

También resurgieron las reivindicaciones culturales y políticas en Cataluña y en el País Vasco. El acto de protesta que suele
señalarse como el inicio del renacimiento del nacionalismo catalán fueron los sucesos del Palau de la Música al que
siguieron la fundación de la primera organización cultural catalanista, Omnium Cultural y la primera convocatoria desde la
guerra civil para celebrar la (ilegal) «diada nacional» del 11 de septiembre.154

En cuanto al nacionalismo vasco, el renacimiento nacionalista también fue el


resultado de la actividad de las nuevas generaciones surgidas tras la guerra que
rechazaban el supuesto conformismo y pasividad del PNV y del gobierno vasco en
el exilio. Así fue como surgió en julio de 1959, un nuevo partido nacionalista llamado
ETA (Euskadi Ta Askatasuna: «Patria Vasca y Libertad»), que en 1962 se definió
como «movimiento revolucionario de liberación nacional» y que acabó optando por
la «lucha armada» para poner fin a la «opresión del pueblo vasco» que llevaba a
cabo la dictadura franquista. En agosto de 1968, ETA asesinaba en Irún a un
comisario de policía acusado de torturador. Desde entonces, la actividad terrorista
de ETA —otro muerto en 1968, uno en 1969, un secuestrado en 1970— se
convertiría en el primer problema político y de orden público del franquismo, que
Logo de ETA.
respondería al desafío con una represión general e indiscriminada en el País Vasco
de enorme dureza.155

En este contexto de creciente conflictividad obrera, estudiantil, eclesiástica y


regional los partidos y organizaciones obreras (PSOE, UGT, CNT, PCE) se
reconstruyeron en el interior, y de ellos el grupo más activo, mejor organizado y con
mayor militancia fue el Partido Comunista de España.156

Precisamente fue sobre estas organizaciones de la izquierda obrera sobre las que
se cebó la represión franquista, siendo el caso del dirigente comunista Julián
Grimau, ejecutado en abril de 1963 por unos presuntos crímenes cometidos durante
la guerra civil, el que levantó una mayor oleada de protestas en toda Europa. Como
consecuencia de ellas los «delitos políticos» pasaron de la jurisdicción militar a la
civil, al crearse el Tribunal de Orden Público (TOP). El TOP en los cuatro primeros
años de actividad incoaría más de 4500 sumarios por delitos de «propaganda
ilegal», «asociación ilícita», «reunión ilegal», «manifestación ilegal», «difamación del
Jefe del Estado», etc.157
Santiago Carrillo, secretario
Fuera del ámbito de la izquierda obrera, también surgieron algunos grupos
general del PCE.
encabezados por personalidades destacadas, como los demócrata-cristianos de
José María Gil Robles —el antiguo líder de la CEDA—, de Manuel Giménez
Fernández —también exmiembro de la CEDA— o del exministro Joaquín Ruiz Giménez —que en 1964 fundó la revista
Cuadernos para el Diálogo, que pronto se convertiría en el principal órgano de expresión «tolerado» de la oposición
antifranquista—, los socialdemócratas del antiguo falangista Dionisio Ridruejo, o los monárquicos de Joaquín Satrústegui —
que seguían fieles a don Juan de Borbón—.158 El acto de mayor repercusión de estos grupos tuvo lugar en junio de 1962
con motivo de la celebración en Múnich del IV Congreso del Movimiento Europeo en el que se opusieron a la entrada del
régimen franquista en la Comunidad Económica Europea (CEE), por lo que la prensa franquista la llamó el «contubernio de
Múnich». La CEE ya había declarado que «los estados cuyos gobiernos carecen de legitimidad democrática y cuyos pueblos
no participan en las decisiones gubernamentales ni directamente ni mediante representantes elegidos libremente, no pueden
pretender ser admitidos en el círculo de los pueblos que forman las Comunidades Europeas».159

Por otra parte, en el ámbito internacional, la dictadura franquista hizo frente durante
este período por una parte a las demandas por aparte de la ONU con respecto a los
territorios de la Guinea Española. En noviembre de 1965, la IV Comisión de la
Asamblea de la ONU, aprobó un proyecto de resolución en el que se pedía a
España que fijase lo antes posible la fecha para la independencia de Guinea
Ecuatorial. En diciembre de 1966 el Consejo de Ministros del Gobierno español
acordó preparar una Conferencia Constitucional sobre el tema. En octubre de 1967
se inauguró dicha Conferencia, presidida por Fernando María Castiella, ministro
español de Asuntos Exteriores. Los trabajos de la Conferencia llevaron a la Firma de la independencia de
Guinea Ecuatorial por el entonces
independencia de Guinea Ecuatorial en octubre de 1968, y a la crisis diplomática
ministro español Manuel Fraga junto al
entre España y Guinea Ecuatorial de febrero de 1969. Por otra parte, como producto nuevo presidente Macías Nguema el
de otra crisis diplomática con el Reino Unido, en junio de ese mismo año se inició el 12 de octubre de 1968.

cierre de la Verja de Gibraltar.

El tardofranquismo (1969-1975) [ editar ]


Artículo principal: Tardofranquismo

Durante los cuatro años que estuvo en el poder el gobierno «monocolor» de 1969,
se fue acentuando la ruptura entre los «inmovilistas», a cuyo frente se situó ya
claramente el almirante Carrero, con el respaldo del propio general Franco, y los
«aperturistas».160 161 Estos últimos, conforme se ahondaron sus diferencias con los
«inmovilistas», fueron adoptando una postura cada vez más decididamente
«reformista» al convencerse de que la única salida posible al franquismo era la
democracia, aunque «de imprecisos contornos» y «tutelada» desde el poder, Plaza de la Cibeles de Madrid en
1968.
mientras que los «continuistas inmovilistas» reafirmaron su negativa a introducir el
más mínimo cambio en el régimen franquista, por lo que también se les llamó
«ultras» o «búnker».162

El gobierno «monocolor» de Carrero fue perdiendo en gran medida el control de la


situación ante el recrudecimiento de la conflictividad laboral y estudiantil, frente a la
que sólo supo responder con el empleo de las fuerzas de orden público.163 164
«Como medida de escarmiento público, en 1970 el Gobierno decidió que 16
personas detenidas por su presunta militancia en ETA (entre ellas, dos sacerdotes)
fueran juzgadas conjuntamente en consejo de guerra». Pero el efecto que se logró

10:38 fue exactamente el contrario del que se pretendía, ya que el anuncio del juicio
sumarísimo que finalmente se celebraría en diciembre en Burgos levantó una ola de
Documental británico de 1971 solidaridad en el País Vasco y en Navarra que fue un revulsivo clave para que el
sobre la España de Franco. Incluye el
nacionalismo vasco recuperara su implantación social.164 165 Además, el «juicio de
desfile de la Victoria de 1970 o 1971,
la disolución de una manifestación de Burgos» suscitó una campaña internacional de solidaridad con el pueblo vasco y a
estudiantes de la Universidad de favor del restablecimiento de las libertades democráticas en España. Como
Madrid por la Policía Armada a caballo respuesta el Movimiento organizó una gran manifestación de apoyo a Franco en la
con motivo del juicio de Burgos y el
Plaza de Oriente de Madrid. Asimismo, el «juicio de Burgos» supuso un nuevo jalón
nombramiento del príncipe Juan
Carlos como sucesor de Franco en el distanciamiento entre la Iglesia católica y el franquismo, ya que motivó una
(Duración: 10 minutos). crítica pastoral conjunta de los obispos vascos y un pronunciamiento de la
Conferencia Episcopal Española a favor de la clemencia y las garantías procesales.
Al final, en vista del eco despertado y de las numerosas peticiones de clemencia llegadas de todas partes, el general Franco
optó por conmutar las seis penas de muerte que dictó el tribunal militar.166

A mediados de 1973 era cada vez más evidente el fracaso político del «continuismo
inmovilista» de Carrero y los «tecnócratas».167 Así lo denunció al mismo Franco el
ministro de la Gobernación, Tomás Garicano Goñi, cuando presentó su dimisión en
mayo de 1973. Sin embargo, de esta crisis salió aún más reforzado Carrero Blanco,
al ser nombrado por Franco presidente del Gobierno, cargo que «el Caudillo» nunca
había querido ceder en treinta y siete años de dictadura. Sin embargo, el nuevo
gobierno de Carrero solo iba a durar seis meses.168

En efecto, en la mañana del 20 de diciembre de 1973 ETA detonó una bomba


colocada bajo el asfalto en una céntrica calle de Madrid cuando pasaba el coche
oficial del almirante Carrero Blanco, causándole la muerte. La rápida asunción del
poder por el vicepresidente Torcuato Fernández Miranda, ante el aturdimiento de El Generalísimo Franco durante
Franco al recibir la noticia, impidió que se pusieran en marcha medidas extremas por una audiencia en el Palacio de El
Pardo (abril de 1972).
parte de los sectores «ultras» del régimen y el Ejército no fue movilizado —al final
del funeral hubo un intento de agresión del cardenal Tarancón que había oficiado la
ceremonia—169 . Se abrió así la crisis política más grave de todo el franquismo, ya que había sido asesinada la persona que
había designado Franco para asegurar la supervivencia de su régimen después de su muerte.170

Por influencia de su entorno familiar, Franco nombró en enero de 1974 a Carlos Arias Navarro presidente del Gobierno, lo
que supuso que los «tecnócratas» del Opus Dei quedaran excluidos. En su lugar, Arias recurrió a las «familias» del régimen,
intentando guardar un cierto equilibrio entre «continuistas» y «reformistas». Pero Arias Navarro carecía de proyecto político
propio.171

En un principio, pareció que adoptaba el proyecto «reformista»: en el discurso de presentación del nuevo gobierno
pronunciado ante las Cortes franquistas el 12 de febrero de 1974, Arias Navarro hizo ciertas promesas «aperturistas».172
173 , pero este nuevo «espíritu del 12 de febrero», como lo bautizó la prensa, solo duró un par de semanas, ya que a finales
de mes el arzobispo de Bilbao, monseñor Antonio Añoveros Ataún, era conminado a marcharse de España por haber
suscrito una pastoral a favor de la «justa libertad» del pueblo vasco, y sólo unos días después, el 2 de marzo, el anarquista
catalán Salvador Puig Antich, acusado de la muerte de un policía, era ejecutado a garrote vil, a pesar de las manifestaciones
de protesta duramente reprimidas por la policía y de las peticiones de clemencia procedentes de todo el mundo.174 152

El anacronismo y la soledad del franquismo se hicieron patentes cuando el 25 de


abril de 1974 triunfó en Portugal un golpe militar que puso fin a la dictadura
salazarista, la más antigua de Europa, y la sensación de que se estaba asistiendo a
su crisis agónica y final se acentuó cuando en julio de 1974 el general Franco fue
hospitalizado a causa de una tromboflebitis, lo que le obligó a ceder temporalmente
sus poderes al príncipe Juan Carlos. Pero una vez recuperado mínimamente, los
reasumió a principios de septiembre.175 176

A los pocos días, un brutal atentado de ETA causaba la muerte a 12 personas —y


hería a más de 80— en virtud de una bomba colocada en la cafetería Rolando de la El presidente del gobierno Carlos
Arias Navarro visita al general Franco
calle del Correo de Madrid, al lado de la Puerta del Sol, y que solían frecuentar durante su convalecencia en el
policías de la cercana Dirección General de Seguridad. Este hecho alentó aún más hospital de La Paz en Madrid.
al «búnker», que con el respaldo del propio Franco, consiguió que el ministro más
«aperturista», Pío Cabanillas, fuera destituido el 29 de octubre, lo que provocó un
hecho insólito en la historia del franquismo, ya que en solidaridad dimitió otro ministro «reformista», Antonio Barrera de Irimo,
y otros altos cargos de la administración de la misma tendencia, muchos de los cuales serían protagonistas destacados de
la transición democrática.177 178

Conforme se veía más cercana la muerte del general Franco, se fue registrando un paulatino reforzamiento de la oposición
antifranquista que al mismo tiempo fue convergiendo hacia la unificación de sus diversas propuestas para acabar con
dictadura.179 El modelo que se siguió fue el de la Asamblea de Cataluña, creada en noviembre de 1971 cuyo lema
reivindicativo «Llibertat, Amnistía i Estatut d'Autonomia» sería adoptado por toda la oposición.180 Así en julio de 1974
Santiago Carrillo, secretario general del Partido Comunista de España, presentó en París la Junta Democrática, el primer
fruto del proceso de convergencia de la oposición de ámbito estatal, y cuyo programa se basaba en la «ruptura
democrática» con el franquismo mediante la movilización ciudadana.181 Sin embargo, el PCE no consiguió integrar en su
«organismo unitario» a las fuerzas de oposición que no estaban dispuestas a aceptar la hegemonía comunista —con el
PSOE a su frente— y que además discrepaban con los integrantes de la Junta Democrática en un asunto fundamental: que
estaban dispuestas a aceptar la monarquía de Juan Carlos si esta conducía al país hacia un sistema político plenamente
representativo. Estos grupos acabarán constituyendo su propio organismo unitario en junio de 1975, llamado Plataforma de
Convergencia Democrática.181

El inicio de la crisis económica en 1974, que se agravó en 1975 con el consiguiente aumento de la inflación y del
desempleo, alimentó la oleada de huelgas y de movilizaciones obreras más importante de la historia del franquismo.182
Además, la actividad terrorista aumentó, tanto de ETA —18 víctimas mortales en 1974 y 14 en 1975— como del FRAP—tres
atentados en 1975 con resultado de muerte—, lo que a su vez recrudeció la represión, llegándose a aprobar en agosto de
1975 un decreto-ley «de prevención y enjuiciamiento de los delitos de terrorismo y subversión contra la paz social y la
seguridad personal» que revalidaba la jurisdicción militar como en el primer franquismo. Esta espiral represiva se cebó
especialmente en el País Vasco.183

En aplicación de la legislación antiterrorista, entre el 29 de agosto y el 17 de septiembre de 1975 fueron sometidos a


distintos consejos de guerra y sentenciados a muerte tres militantes de ETA y ocho del FRAP, lo que provocó una importante
respuesta popular y de rechazo en el exterior, así como peticiones de clemencia por parte de los principales dirigentes
políticos europeos —incluido el papa Pablo VI—.184 A pesar de ello, Franco no conmutó las penas de muerte a dos de los
tres militantes de ETA y a tres de los ocho del FRAP, y los cinco fueron fusilados el 27 de septiembre de 1975. Este hecho,
calificado como «brutal» por la mayor parte de la prensa europea, no hizo sino acentuar el rechazo internacional al
franquismo y dio lugar a que se produjeran numerosas manifestaciones antifranquistas en varias ciudades europeas.
Asimismo, los embajadores de los principales países europeos abandonaron Madrid, con lo que el régimen franquista volvía
a experimentar un aislamiento y reprobación muy similares a los que había sufrido en la inmediata posguerra mundial.185

Como respuesta, el 1 de octubre de 1975 el Movimiento organizó una concentración de apoyo a Franco en la plaza de
Oriente de Madrid. En su discurso un Franco muy débil y casi sin voz volvió a afirmar que existía una «conspiración
masónico izquierdista» en «contra de España».186 Doce días después, el general Franco caía enfermo. El 30 de octubre,
consciente de su gravedad —ya había sufrido dos infartos—, traspasó sus poderes al príncipe Juan Carlos. El 3 de
noviembre era operado a vida o muerte en un improvisado quirófano en el mismo palacio de El Pardo, siendo trasladado a
continuación al hospital La Paz de Madrid, donde fue sometido a una nueva intervención quirúrgica.187 188

Mientras esto sucedía, el príncipe Juan Carlos, jefe del Estado interino, tuvo que
hacer frente a la gravísima crisis que se estaba gestando en la colonia del Sahara
Occidental, como consecuencia de la Marcha Verde de civiles marroquíes que había
organizado el rey de Marruecos, Hassan II, para forzar a España a que le entregara
el control del territorio que reclamaba como integrante de su soberanía. El día 14 de
noviembre se alcanzaba el Acuerdo Tripartito de Madrid por el que España se
retiraba de la colonia y cedía su administración a Marruecos —la mitad norte— y a
Mauritania —la mitad sur—.189 190
Portada del diario franquista Arriba
A primera hora de la mañana del 20 de noviembre de 1975, el presidente del dando la noticia de la muerte de
gobierno Carlos Arias Navarro anunciaba por televisión el fallecimiento del Franco. 20 de noviembre de 1975.
«Caudillo» y a continuación leía su último mensaje, el llamado testamento político de
Franco.191 La capilla fúnebre fue instalada en el Palacio de Oriente de Madrid,
donde se formaron largas colas para acceder al salón donde se encontraba el féretro descubierto que contenía su cadáver.
Al funeral posterior no asistió ningún jefe de Estado ni de Gobierno, salvo el dictador chileno Augusto Pinochet, un gran
admirador de Franco.192

Sociedad y cultura [ editar ]

Véase también: Arte y cultura en el franquismo

Costumbres y usos sociales: del nacionalcatolicismo a la sociedad de consumo de masas


[ editar ]

El franquismo detuvo la «gran transformación» social que se estaba produciendo


en España desde los inicios del siglo .193 En palabras de Santos Juliá, la
sociedad de las dos primeras décadas de la posguerra española —del primer
franquismo— se caracterizó por ser una sociedad «reprimida, regimentada,
recatolizada y autárquica».194

Una sociedad reprimida porque «las nuevas autoridades se propusieron erradicar


todo lo que la sociedad liberal del medio siglo de restauración y todo lo que la
sociedad democrática de cinco años de República había, mal que bien, visto
La España rural seguía manteniendo
surgir». Sobre la clase media y la clase obrera «cayó un terror sistemático,
un enorme retraso respecto a otros
administrado sin tasa por consejos de guerra hasta bien entrados los años lugares del país, y mucho más respecto
1950».195 Una sociedad regimentada porque todas las actividades económicas y a otros lugares de Europa. En los años
sociales fueron sometidas a un estricto control del «partido único» Falange 50 y 60 miles de españoles emigraron
desde los pueblos en búsqueda de
Española Tradicionalista y de las JONS y de sus organismos dependientes como la
mejores condiciones laborales.
Organización Sindical Española, el Frente de Juventudes o la Sección Femenina
que formaron una «penetrante red de jefaturas de todo tipo que se extendía sobre
el cuerpo de la sociedad».196 Una sociedad recatolizada porque la Iglesia católica con el apoyo del Nuevo Estado,
especialmente tras la derrota de los fascismos en la Segunda Guerra Mundial, emprendió una vasta empresa de
recuperación de la influencia social perdida a través del control total del sistema educativo y del dominio de los espacios
públicos, «escenarios permanentes de magnas ceremonias cívico religiosas y de procesiones».197 Una sociedad
autárquica, aislada del mundo exterior, en la que se rompieron «todos los vínculos que durante los decenios anteriores había
establecido un esforzado núcleo de la intelligentsia española», y cuyo resultado fue en el terreno económico «un largo
periodo de hambre y miseria que se tradujo para millones de españoles en un descenso hasta alcanzar el nivel de
subsistencia».198 «Ésa fue la sociedad que instauró la dictadura. Medir el daño es imposible; pero es indudable que fue
infligido a conciencia y con pleno éxito», concluye Santos Juliá.199

Como ha señalado Julio Gil Pecharromán:200

Durante los años cuarenta... gran parte de la actividad cotidiana estaba regulada en unos cauces bien precisos...
Suprimido el divorcio, anulada la coeducación, regulados los «usos amorosos» conforme un estricto código de moral
familiar, la separación de sexos se convertía en una norma casi universal, destinada a evitar comportamientos
indecorosos. Éstos, por otra parte, resultaban difíciles de realizar. Las autoridades civiles y eclesiásticas vigilaban
rigurosamente que los trajes de baño fueran «decentes», que las lecturas «inmorales» estuvieran lejos del alcance
de la mayoría de la población, que se evitaran las blasfemias y las expresiones malsonantes, que los espectáculos
públicos, y especialmente los bailes «agarrados», no supusieran incitaciones al erotismo...

La reanudación de la «gran transformación» se produjo a partir de 1960 como consecuencia del «milagro económico
español», produciéndose así, como ha destacado Enrique Moradiellos, la paradoja del franquismo: que «el régimen político
que había interrumpido literalmente durante veinte años el proceso de modernización económica y social iniciado en España
a finales del siglo XIX [en 1950 el porcentaje de la población activa agraria seguía siendo superior al de 1930]» fue a partir
de la puesta en marcha del Plan de Estabilización de 1959 su «nuevo promotor y patrocinador».127 Así, «durante los años
sesenta fue conformándose una nueva sociedad española cada vez más próxima a sus homólogas de Europa occidental en
su estructura, composición, características y grado de desarrollo y diversificación. Una sociedad progresivamente instalada
en la cultura del consumo masivo y el disfrute del ocio, con una renta per cápita de 1042 dólares en 1960 que se convirtió en
1904 al término de la década (Italia pasó entonces de 1648 a 2653 dólares)».128

Una de las manifestaciones de la «gran transformación» fue el cambio en las formas


de diversión. Aparecieron los tocadiscos portátiles y la música ligera triunfó entre los
jóvenes con grupos como El Dúo Dinámico, Fórmula V, Los Bravos... que trajeron
los bailes «sueltos». En otra línea estaba la música del Festival de Benidorm, en el
que triunfó Julio Iglesias, así como el Festival de Eurovisión en el que Massiel lucía
minifalda entonando su ganador «La, la, la».

También se abrió paso un nuevo concepto: el ocio. Su planificación se llevaba a


cabo en unos folletos que se editaban los fines de semana, llamados Guías del ocio.
También se extendieron las vacaciones, cuyo destino principal fueron las playas
donde surgieron nuevas modas, muy contrarias a la moral tradicional. En 1962 los
españoles pudieron ver por primera vez en el cine un biquini, el que lucía Ursula
Andress en la película de acción Agente 007 contra el Dr. No de la serie James
Bond. En las piscinas del interior el biquini tardó más en extenderse llegándose a A partir de los años 1960 empieza
producir un motín de mujeres en Zaragoza que la prensa llamó la Guerra de los el boom del turismo en España,
afectando sobre todo a las regiones
biquinis. Las costas se bautizaron con nombres atractivos para llamar la atención de
mediterráneas. En la imagen una
los turistas, como Costa Brava, Costa del Sol, Costa Dorada, Costa Blanca, Costa playa de Benidorm hacia 1960, un
del Azahar, Costa Verde o Costa de la Luz. Para acoger al creciente turismo se destino turístico que experimentó un
crecimiento espectacular en aquellos
empezaron a construir hoteles y apartamentos.
años.
Por otro lado, las corridas de toros, bautizadas como la «Fiesta Nacional», pasaron
a un segundo plano gracias a un deporte en auge: el fútbol. Incluso se llegó a
fabricar un sucedáneo del mismo en miniatura, el futbolín, que causó furor incluso entre los propios futbolistas, aunque su
inventor, Alejandro Finisterre, no lo había creado con este fin, sino para rehabilitar a niños mutilados en un sanatorio.

Las mujeres durante la dictadura franquista [ editar ]

Las mujeres también fueron víctimas de la represión franquista. Más de 100 fueron
sentenciadas a muerte por los consejos de guerra y ejecutadas, buena parte de ellas
en Madrid y en Andalucía,201 —el caso más conocido fue el de Las Trece Rosas,
fusiladas en agosto de 1939— y muchas esposas, viudas, hermanas o hijas de
republicanos fueron humilladas y castigadas «con el pelado al rape, la purga, la
marcha por las calles del pueblo y el despojo de sus bienes».202

La política del régimen franquista respecto de las mujeres supuso un enorme


retroceso respecto de la República ya que se propuso imponer el modelo de familia
Placa conmemorativa de Las Trece
católica tradicional basado en la total subordinación de la esposa al marido y volver Rosas, en el cementerio de la
a reducirlas al ámbito doméstico —«el regreso de la mujer al hogar», se dijo— tal Almudena de Madrid.
como se había proclamado en el Fuero del Trabajo de 1938: «liberar a la mujer
casada del taller y de la fábrica». Así se dificultó su acceso a la enseñanza y a la
vida profesional y laboral y se abolieron o restringieron sus derechos tanto en el ámbito público como en el privado —por
ejemplo, se volvió al Código Civil de 1889 y a la antigua Ley de Enjuiciamiento Criminal, que sancionaban la inferioridad
jurídica de las mujeres—.203

Se pusieron innumerables obstáculos al trabajo de las mujeres, especialmente de las casadas, estableciéndose
restricciones para su inscripción en los registros de colocación y la autorización del marido para poder ser contratadas.
Además en numerosas ordenanzas laborales se estipulaba que la mujer en cuanto se casaba tenía que dejar su trabajo,
siendo compensada con una dote. Cumplía una función similar el llamado «plus familiar», establecido en 1945, que era una
ayuda económica cuya finalidad era «fortalecer la familia y su tradición cristiana, la sociedad perfecta y el cimiento de la
Nación». Además se impidió por ley el acceso de las mujeres a buena parte de los cuerpos de la Administración pública,
especialmente a los superiores como abogado del Estado, juez, fiscal, diplomático, registrador de la propiedad, notario,
inspector de trabajo, agente de cambio y bolsa, etc.204

Sin embargo, estas medidas no pudieron evitar que las mujeres trabajaran, por «evidentes razones de subsistencia
familiar», pero siempre cobrando salarios más bajos que los de los varones —entre un 30 y un 50 %—. Y también
participaron en los conflictos laborales a las que, según un delegado provincial de la OSE, «por razones de su sexo y
especial manera de reaccionar, es dificilísimo el convencer con razones, ni discutirlas con argumentaciones».205 Por otro
lado, muchas recurrieron al estraperlo, cambiando productos, manufacturados por ellas mismas, por alimentos. El estraperlo
estaba considerado un delito y acarreaba penas de cárcel y multas.

En 1937 se creó el Servicio Social de la Mujer, liderado por Mercedes Sanz Bachiller y Javier Martínez de Bedoya, para
conseguir mano de obra femenina gratuita, y era obligatoria para mujeres de edades comprendidas entre los 17 y los 35
años de edad, eso sí, que estuvieran solteras, y trabajarían en hospitales, comedores… Las mujeres de clase media y alta
trabajaban en la Acción Católica, asistiendo a los desfavorecidos de la clase obrera, y visitando a los vencidos en la guerra.

El comportamiento y la actitud de las mujeres fue objeto de especial vigilancia y no fueron infrecuentes las condenas de
mujeres por conductas consideradas «moralmente inaceptables», lo que conllevaba normalmente la humillación y la
marginación. Y no solo eran excluidas las mujeres «adúlteras» o las que habían abortado, sino también las que habían sido
víctimas de violaciones o de abusos sexuales. Para llevar a cabo esta labor de control de la moralidad femenina se creó el
llamado Patronato de Protección a la Mujer, dentro del Ministerio de Justicia, cuyo objetivo era defender «las buenas
costumbres» y atender a «las víctimas del vicio», buscando su «arrepentimiento y recristianización».204 Asimismo
desempeñó un papel importante en la fijación del estatus subordinado de las mujeres la Sección Femenina.205 La revista de
la Sección Femenina, liderada por Pilar Primo de Rivera, enseñaba a las mujeres a comportarse, siempre supeditadas al
hombre, sin derechos, sin opiniones, solo sumisión.

La Iglesia católica por su parte se esforzó en imponer los valores tradicionales tanto en el ámbito privado como público,
preocupándose especialmente por vigilar y condenar cualquier comportamiento o actitud de las mujeres que pudiera dar
lugar a «pecaminosas intenciones». Así aplaudió la abolición de la coeducación en las escuelas, y también se propuso, y en
parte lo logró, la separación por sexos en las piscinas y en las playas y que se utilizaran determinados tipos de bañadores y
albornoces después del baño —en 1951 se llegó a celebrar el primer «Congreso Nacional de Moralidad en Playas, Piscinas
y márgenes de ríos»—. También fueron objeto de preocupación de los eclesiásticos el vestido femenino —para lo que dieron
severas instrucciones sobre faldas, mangas, escotes o medias— y los bailes «modernos», «raíz de incontables pecados y
ofensas contra Dios», según el obispo de Ibiza, y «feria predilecta de Satanás», según el cardenal Pedro Segura, arzobispo
de Sevilla.206

La situación de las mujeres comenzó a cambiar en la década de 1950 y sobre todo en los años 1960 como consecuencia de
las transformaciones económicas y sociales que se produjeron en esos años y que supusieron «un progresivo incremento
del trabajo asalariado legal de las mujeres, así como un mayor acceso a los niveles medios y altos de la educación. Y todo
ello comportó cambios en las propias estructuras familiares, el incremento de la presencia de las mujeres en las esferas
públicas y una mayor difusión de modelos alternativos sobre la condición femenina, que contrastaban claramente con los
valores propiciados por el discurso oficial franquista».207

En 1961 se aprobó la Ley sobre Derechos Políticos, profesionales y Laborales de la Mujer, que acababa con la
discriminación salarial y de acceso al trabajo, aunque continuaba en vigor la necesidad de la autorización del marido. Esta
obligación se mantuvo hasta 1976, cuando entró en vigor la Ley de Relaciones Laborales. En 1973, como preparación al
Año Internacional de la Mujer 1975 llegó la excepción discriminatoria: el gobierno dio el cargo de jefas locales de movimiento
(actual alcaldesas) a siete mujeres, las primeras y únicas alcaldesas de la dictadura.

Propaganda, censura y medios de comunicación [ editar ]

Artículo principal: Censura durante el franquismo

Las autoridades franquistas prohibieron todos los periódicos liberales, republicanos


y de izquierdas y sus bienes fueron incautados por el Estado. La libertad de Cuatro ejemplos de la censura
franquista208
expresión desapareció pues todos los periódicos quedaron sometidos a la censura
Esta Jefatura [del Movimiento]
previa establecida en la Ley de Prensa de 1938 y sus directores fueron nombrados
comunicará a los directores de los
por el gobierno.209 La censura se completaba con las consignas obligatorias, por periódicos de su provincia la
las que los directores de los periódicos tenían que publicar determinadas conveniencia de que se abstengan de
informaciones que a veces incluían los titulares y hasta editoriales.210 En 1939 se juzgar o prejuzgar la obra del
creó el Registro Oficial de Periodistas y Franco tenía el carné número uno. En 1941 Gobierno o de la Administración,

nació la Escuela Oficial de Periodismo, que exigía a los alumnos ser militantes de como así mismo [sic] de publicar
trabajos, cualquiera que sea su firma,
FET y de las JONS, y en 1942 el Servicio Español de Auscultación de la Opinión
en los cuales se haga excitación a
Pública.
realizar o mejorar cualquier función
Como ha destacado Santos Juliá, la consecuencia de que «los medios de de gobierno o administrativa.
comunicación [estuvieran] bajo censura imperativa, obligados no sólo a no tocar
ciertas cuestiones sino a tratar de otras en los términos establecidos por la autoridad ¡Atención censores! Todas las
fotografías sobre campeonatos de
competente» fue que «la opinión pública, por definición, no existe, pues no hay
deportes de la Sección Femenina, en
espacio público en el que pueda expresarse y debatirse una opinión».211
las que las camaradas estén
Para difundir sus ideas y actuaciones el franquismo se dotó de una extensa red de enseñando las rodillas están
medios de comunicación públicos dependientes de la Delegación Nacional de prohibidas y por tanto deberán ser

Prensa y Propaganda, dependiente del Ministerio de la Gobernación —a partir de tachadas.

1951 se integraría en el nuevo ministerio de Información y Turismo—. Formaban


Quedan terminantemente prohibidos
parte de ella cuarenta diarios, que serían conocidos como la prensa del Movimiento,
los anuncios relativos a la venta de
entre los que destacaban Arriba, el órgano oficial de FET y de las JONS, y Pueblo, fotografías de Rita Hayworth en la
el periódico de la Organización Sindical Española —entre 1952 y 1975 estuvo película Gilda. Sírvase adoptar las
dirigido por Emilio Romero—, pero el de más tirada y más leído era el diario medidas necesarias para que no
deportivo Marca.209 aparezca ningún anuncio en los
indicados periódicos de su
Además de los cuarenta diarios, el aparato de prensa y propaganda contaba con
jurisdicción.
dos agencias oficiales de noticias —Agencia EFE y Pyresa— así como con dos
redes de emisoras de radio, Radio Nacional de España y la Red de Emisoras del El mundo de la política, sobre el que
Movimiento, contando la primera con el monopolio de la información pues solo se generaliza constantemente en la
Radio Nacional, creada en 1937, podía emitir noticias y el resto de emisoras película All the King's Men, aparece

públicas y privadas estaban obligadas a conectar con ella a determinadas horas del como un mundo lleno de ambiciones
personales y egoístas... Por ello,
día. Otro medio de propaganda fue el NO-DO, creado en 1942, un noticiero cuya
aunque la película constituya una
proyección era obligada en todos los cines, antes de las películas.212 Cada
obra muy interesante para un público
documental duraba 10 minutos y a través de él se transmitían los valores del preparado, no debería ser ofrecida
régimen y se exaltaba la figura del Caudillo. por TVE. La mayoría de los
telespectadores españoles, que hoy
La Iglesia católica contaba con su propia red de prensa y radio. El más importante
se cuentan por millones, tienen unos
de los diarios católicos era Ya213 y en cuanto a la radio la Iglesia tardó en integrar
niveles culturales limitados, y el
sus emisoras locales pues hasta 1959 no nació la Cadena de Ondas Populares
efecto que produciría la película sería
Españolas (COPE).214 Los monárquicos tenían el diario ABC, propiedad de la perjudicial.
familia Luca de Tena.215 Además de la Editorial Católica, que publicaba el Diario Ya
y Prensa española, con ABC, había otros grupos periodísticos privados como el
Grupo Godó, con La Vanguardia, y Bilbao Editorial, con El Correo español-El Pueblo Vasco.

Durante el primer franquismo (1939-1959) el medio de mayor difusión fue la radio que tuvo un desarrollo espectacular en la
inmediata posguerra —se pasó de 300 000 receptores en 1936 a cerca de un millón de 1943—. La cadena privada más
importante fue la Sociedad Española de Radiodifusión (Cadena SER) con 45 emisoras en 1965. Los programas de mayor
audiencia eran los seriales, los concursos, las retransmisiones deportivas de los domingos y los shows de fin de
semana.214 Sus objetivos, como los del conjunto de la cultura de masas del franquismo, fueron, «vía el entretenimiento y la
evasión, la integración social y la desmovilización del país».216 De entre los programas de radio destacaron en la época El
consultorio de Elena Francis, Ama Rosa, La sangre es roja o Lo que no muere.

En el segundo franquismo (1959-1975) la televisión desplazó a la radio como el medio de comunicación de masas de mayor
difusión pero con el mismo objetivo desmovilizador. Nació en 1956 cuando empezó a emitir Televisión Española, un
organismo público financiado con la publicidad y que a partir de 1966 puso en marcha un segundo canal.217 Los programas
líderes de audiencia televisiva fueron Estudio 1, Bonanza, Historias para no dormir, los documentales de Félix Rodríguez de
la Fuente o Los Chiripitifláuticos. En el Festival de la Canción de Eurovisión 1961, España debutaba, pero fue en la edición
de 1968 en la que España con Massiel logró la victoria. En 1969, España fue el país anfitrión del festival repitiendo triunfo,
junto con otros tres países, por segundo año consecutivo.

De entre las publicaciones que, no sin problemas y censuras, consiguieron mantener cierta independencia se encontraba La
Codorniz, fundada en 1941 por Miguel Mihura, una revista de humor de tirada semanal. Contó con colaboradores como
Mingote, Chumy Chúmez, Serafín, Tono, Jardiel Poncela, Ramón Gómez de la Serna, Gila, José Luis Coll, Carlos Luis
Álvarez, Cándido y Máximo entre otros muchos. En 1944 la dirigió Álvaro de Laiglesia y desapareció en 1978. Al final de la
dictadura hubo otras revistas satíricas como Hermano Lobo, El Papus y Por Favor y también otras directamente críticas con
el Régimen Franquista, que bordeaban continuamente el límite de lo tolerado, como Cuadernos para el Diálogo, Triunfo,
Índice, SP y Cambio 16. Entre la prensa diaria fueron sin duda los periódicos vespertinos madrileños Informaciones y Madrid
los que, a partir de finales de los años 60, presentaron líneas editoriales menos oficialistas.

El sistema educativo franquista [ editar ]

Artículo principal: Sistema educativo franquista

El sistema educativo franquista se ha definido como autoritario, nacional-católico,


sexista, clasista, ultranacionalista español, dogmático, doctrinal y reaccionario
(opuesto a las innovaciones pedagógicas), exactamente lo contrario que el sistema
educativo de la República que se caracterizaba por ser democrático, laico, promotor
de la igualdad de sexos mediante la coeducación, igualitario, integrador de las
lenguas y culturas propias de las «regiones autónomas», plural, contrario al
adoctrinamiento y abierto a las innovaciones pedagógicas.

El autoritarismo era uno de los rasgos esenciales del régimen franquista del que
formaba parte el sistema educativo. Por eso se ha hablado de escuela autoritaria e
incluso de escuela cuartel en la que los principios que regían la relación entre
maestros y alumnos eran los de unidad, jerarquía, obediencia y disciplina. Por
ejemplo, el segundo objetivo de la Enseñanza Primaria según la Ley de 1945 era
«formar la voluntad, la conciencia y el carácter del niño en orden al cumplimiento del
deber y a su destino eterno». Pero el maestro no sólo debía mostrar a los alumnos Recreación de un aula típica de
la necesidad del principio de autoridad en la escuela sino también en todos los una escuela durante el franquismo,
presidida por un crucifijo y los retratos
niveles de la vida.218
de Franco (a su derecha) y de José
El nacional-catolicismo estaba presente en todo el sistema educativo franquista, ya Antonio Primo de Rivera (a su
izquierda). Museo de historia de
que la religión católica inspiraba los programas educativos a todos los niveles de la
Cataluña.
enseñanza.219 En una Orden de diciembre de 1938 se decía que había que
«saturar de espíritu religioso y patriótico la labor educativa donde deben
resplandecer… los dos grandes amores: el amor a Dios y al amor a la patria».220 El artículo 5 de la Ley de Enseñanza
Primaria de 1945 decía: «La educación primaria, inspirándose en el sentido católico, consubstancial con la tradición escolar
española, se ajustará a los principios del Dogma y de la Moral católica y a las disposiciones del Derecho Canónico vigente».
Por otro lado, la escuela pública era subsidiaria de los colegios de la Iglesia, especialmente en la enseñanza media.219

El ultranacionalismo español también era una de las piedras angulares del sistema educativo. En la Ley de Enseñanza
Primara de 1945 se decía en el artículo 6º sobre la «Formación del espíritu nacional» y en el artículo 7º sobre la «lengua
nacional» lo siguiente:

Artículo sexto.— Es misión de la educación primaria, mediante una disciplina rigurosa, conseguir un espíritu
nacional fuerte y unido e instalar en el alma de las futuras generaciones la alegría y el orgullo de la Patria, de
acuerdo con las normas del Movimiento y sus Organismos.
Artículo séptimo.— La lengua española, vínculo fundamental de la comunidad hispánica, será obligatoria y objeto de
cultivo especial, como imprescindible instrumento de expresión y de formación humana, en toda la educación
primaria nacional.

El sistema educativo franquista era sexista pues establecía la estricta separación de


los niños y las niñas en la escuela y su formación diferenciada. En una Orden del 1
de mayo de 1939 se decía que el «sistema pedagógico de coeducación» era
«contrario enteramente a los principios religiosos del Glorioso Movimiento Nacional
y, por tanto, de imprescindible supresión por antipedagógico y antieducativo para
que la educación de los niños y las niñas responda a los principios de sana moral y
esté de acuerdo con todos los postulados de nuestra gloriosa tradición».221 El
artículo 14º de la Ley de Enseñanza Primaria de 1945 volvía a insistir en lo mismo:
Grupo de niñas de un colegio «El Estado por razones de orden moral y de eficacia pedagógica, prescribe la
religioso de Figaredo en 1951. separación de sexos y la formación peculiar de niños y niñas en la educación
primaria». Y el artículo 11 de esa misma ley establecía la educación diferenciada
para los niños y las niñas: «La educación primaria femenina preparará especialmente para la vida del hogar, artesanía e
industrias domésticas».221 En el preámbulo de la Ley de 20 de septiembre de 1938 por la que se establecía un nuevo
Bachillerato se señalaba como uno de los síntomas de decadencia el «afeminamiento» contrapuesto al «viril heroísmo de la
juventud en acción».221

El dogmatismo estaba presente en todas las disciplinas pero tal vez donde era más evidente era en la enseñanza de la
historia, que estaba supeditada a una doble doctrina: la del partido único FET y de las JONS y la de la Iglesia católica. Así,
como destacó hace tiempo el historiador Manuel Tuñón de Lara, en la educación franquista la historia estaba considerada
«como una simple interpretación ideológica del pasado que servirá para modelar el espíritu de los niños y de los jóvenes»,
«una sierva de la enseñanza política y eclesiástica». En el cuestionario de Geografía e Historia para alumnos de segunda
enseñanza publicado el 14 de abril de 1939 se incluían epígrafes como los siguientes: de la dictadura de Primo de Rivera se
destacaba el «retorno a los principios de autoridad»; sobre la Segunda República Española se proponía estudiar: «los
pseudointelectuales despechados, la masonería y los financieros judíos internacionales hacen caer la monarquía. La
segunda República. Sus desastres, sus desórdenes, sus crímenes»; sobre el fascismo, en cambio, «su sentido nacional,
espiritual e histórico que restituye su dignidad a la persona humana». Y como colofón: «Superioridad moral de nuestro
espíritu imperial».222

El clasismo del sistema educativo franquista fue reconocido por las propias autoridades educativas en 1969 cuando
publicaron el «Libro Blanco» en que se basaría la reforma educativa que se plasmaría en la Ley General de Educación de
1970. En él se reconocía que de hecho existían dos sistemas educativos en España: uno para las familias de las clases
altas y medias que llevaban a sus hijos a los colegios de la Iglesia y que conseguían llegar a la Universidad ―que era
gratuita, lo que dado su carácter minoritario constituye «la expresión más acabada del clasismo del sistema»―223 , y otro
para los «sectores sociales menos favorecidos» que llevaban a sus hijos a las escuelas públicas y que no pasaban del nivel
de la enseñanza primaria, incorporándose inmediatamente después al mercado de trabajo.224

El sistema educativo franquista lo que pretendía era adoctrinar no enseñar. En el


artículo 1º de la Ley de Enseñanza Primaria de 1945 se decía: «la educación
primaria tiene como objetivo formar la voluntad, la conciencia y el carácter del niño
para el cumplimiento del deber y su destino eterno; infundir el amor y la idea de
servicio a la patria, de acuerdo con los principios inspiradores del Movimiento».220
En un manual escolar se hacía la siguiente exaltación del Caudillo (las frases
aparecían sobre el dibujo del rostro del general Franco):225
Campamento del Frente de
Hace unos cuantos años, España era muy desgraciada, porque la mandaban los Juventudes en Orio (Guipúzcoa) en
malos españoles. 1944.
Franco hizo la guerra para echarlos, y salvó a la Patria.
Fue una guerra muy larga, pero Dios concedió la victoria a los buenos.
El Caudillo trabajó mucho en aquella guerra. Y ahora trabaja también en la paz,
para hacer de España una nación grande y para que los españoles sean felices.

El carácter reaccionario de las prácticas educativas franquistas y su oposición a cualquier innovación pedagógica226 se
puede observar en el siguiente discurso pronunciado por el Teniente de Alcalde de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona
ante los maestros asistentes a un Cursillo de Orientación celebrado en septiembre de 1939:219

Se ha de lograr la transformación entera de aquel Magisterio que se llamó español, sin serlo más que por
residencia, porque prescindía de la luz que irradiaban los propios pedagogos nacionales como Luis Vives, San José
de Calasanz, San Ignacio de Loyola y el moderno Padre Manjón y buscaba ser reflejo de las orientaciones
extranjeras de los Pestalozzi y de los Froebel, de los Decroly y de los Montessori; de aquel lastimoso Magisterio que
se inspiró exclusivamente en los principios de la revolución francesa, de la libertad, de la igualdad y la fraternidad, a
través de los cuales llegó a la escuela sin Dios…

Se hacía especial hincapié en rechazar las «pedanterías y barbarismos» de la Institución Libre de Enseñanza,218 a la que
se hacía responsable de haber conseguido «arrancar del corazón de muchos maestros todo sentimiento de piedad cristiana
y de amor a la gran patria española, ideales únicos capaces de hacer fecunda la labor docente».227

Memoria histórica [ editar ]

Véanse también: 20-N y Franquismo sociológico.

La simbología franquista ha pervivido en la sociedad española tras la muerte de Franco, especialmente durante la
Transición, hasta bien entrado el siglo .228 El símbolo más conocido, el escudo portador del águila de San Juan
(emblema de los Reyes Católicos), no fue legalmente abolido de la bandera de España hasta 1981 por el Gobierno de
Leopoldo Calvo Sotelo.229 Por otro lado, los nostálgicos del régimen franquista se han venido concentrando el 20 de
noviembre (día de la muerte de Franco) en el Valle de los Caídos, a pesar de que la Ley de Memoria Histórica prohíbe
expresamente la realización de las mencionadas concentraciones.230

En 2018 se decide comenzar el procedimiento para hacer públicos los archivos secretos de la Guerra Civil y el franquismo
hasta 1968.231

Condenas internacionales [ editar ]

En 2006, el Parlamento Europeo condenó el franquismo, concluyendo que existen evidencias suficientes para probar la
violación de los derechos humanos durante el mismo. Además, recomendó que el reconocimiento de la condena de la
dictadura no debe limitarse a un mero reconocimiento histórico, sino a la eliminación de los símbolos de la dictadura.232

El 17 de marzo de 2006 la Comisión Permanente de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (entidad
supraestatal que engloba a un total de 47 países europeos incluyendo a Turquía) recomendó233 al Consejo de Ministros del
Consejo de Europa adoptar una declaración oficial de condena internacional del régimen franquista y declarar el 18 de julio
de 2006 como día oficial de condena de dicho régimen. Asimismo, urgió al Gobierno de España a cumplir las siguientes
recomendaciones: creación de un comité nacional que investigue las violaciones de los derechos humanos durante el
régimen de Franco que envíe sus informes al Consejo de Europa, facilitar a todos los investigadores el acceso a todos los
archivos civiles y militares que contengan documentos que puedan establecer la verdad sobre la represión, erigir una
exhibición permanente en la basílica subterránea del Valle de los Caídos —donde Franco estaba enterrado— explicando
cómo fue construida por prisioneros republicanos y eliminar símbolos de la dictadura, tales como, estatuas y nombres de
calles.

La Asamblea Parlamentaria, en la citada Recomendación 1976, condenó unánimemente las «graves y múltiples violaciones
de Derechos Humanos cometidas en España por el régimen franquista, entre 1939 y 1975».

Entre las conclusiones del documento de trabajo sometido a discusión en la Comisión Permanente «hay suficientes
evidencias para probar que los abusos contra los derechos humanos bajo el régimen de Franco fueron extensivos y
sistemáticos» y propone a la comisión que cree un comité de expertos con el objetivo de recoger y evaluar toda la
información posible.

El 3 de mayo de 2006 el Consejo de Ministros del Consejo de Europa, en su 963.ª reunión respondió234 a la Asamblea
Parlamentaria con tres puntos en los que remarcó su condena al régimen de Franco como a todos los regímenes totalitarios
por sus violaciones a los derechos humanos y la necesidad de recordar dichos crímenes para evitar repetir los errores del
pasado. También apuntó que la transición española es un ejemplo para todos los países que siguen el mismo proceso de
cambio a un régimen democrático. Y en lo que respecta a la recomendación específica de un día internacional de condena
al régimen de Franco señaló que todos los regímenes totalitarios merecen ese tratamiento, y que singularizar uno en
concreto podría crear la impresión equivocada de que unos regímenes totalitarios merecen más la condena que otros.

Véase también [ editar ]

Causa General Depuración franquista del Política exterior franquista durante


Concordato entre el Estado español magisterio español la Segunda Guerra Mundial
y la Santa Sede de 1953 Lemas del franquismo Simbología del franquismo
Cronología del franquismo Oposición al franquismo Tribunal Especial para la Represión
de la Masonería y el Comunismo

Notas [ editar ]

1. ↑ A pesar de no tener a un rey por jefe de Estado, el gobierno de Franco declaró oficialmente al país reino, ante la incongruencia
que habría sido considerarlo república. Reino es la denominación que aparece en las Leyes Fundamentales del Reino.8 9
2. ↑ Aunque a partir de septiembre de 1943 el régimen exigía que los medios se refirieran al partido único del régimen como un
«movimiento», que rechazaba la categoría de partido, en la práctica el mismo, la Falange Española Tradicionalista y de las Juntas
de Ofensiva Nacional Sindicalista (FET y de las JONS), actuaba como tal.
3. ↑ El intervalo de tiempo (1939-1975) se refiere a un período histórico preciso de la historia de España, a pesar de que el período de
vigencia de las instituciones de la dictadura, con su creación y extinción, es más amplio.

Referencias [ editar ]

1. ↑ Instrumento de ratificación de 37. ↑ Payne, 2000, p. 252. 125. ↑ Moradiellos, 2000, p. 137; 139.
España del acuerdo entre el 38. ↑ Moradiellos, 2000, p. 22. 126. ↑ Juliá, 1999, pp. 186.
gobierno del Estado Español y el 39. ↑ Menéndez-Reigada (2003). 127. ↑ a b Moradiellos, 2000, p. 135.
gobierno de la República Popular de «Introducción: Un catecismo para los 128. ↑ a b c d Moradiellos, 2000, p. 147.
Polonia sobre el desarrollo de los borregos de Franco». En Hilari 129. ↑ Moradiellos, 2000, p. 149-150.
intercambios comerciales, la Raguer, ed. Catecismo patriótico 130. ↑ Moradiellos, 2000, p. 151-152.
navegación y la cooperación español. Ediciones Península. 131. ↑ Moradiellos, 2000, p. 152.
económica, industrial y tecnológica ISBN 84-8307-595-4. Wikidata Q111222778.
132. ↑ Moradiellos, 2000, p. 157.
(1974). 40. ↑ Moradiellos, 2000, p. 23.
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están— en los
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común para denominar a la nación Tienen dos 153. ↑ Moradiellos, 2000, p. 164-165.
fue Estado Español1 2 3 o, entradas. Una por 154. ↑ Moradiellos, 2000, p. 165.
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profesión y práctica de la Religión Falange”, porque
160. ↑ Moradiellos, 2000, p. 173-174.
Católica, que es la del Estado se entra por José
Español, gozará de la protección Antonio y se sale 161. ↑ Mateos y Soto, 1997, pp. 68-72.

oficial. Nadie será molestado por sus por Desengaño. 162. ↑ Moradiellos, 2000, p. 174-175.

creencias religiosas, ni el ejercicio [1] 163. ↑ Moradiellos, 2000, p. 176.


privado de su culto. No se permitirán 164. ↑ a b Moradiellos, 2000, p. 179.
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190. ↑ Mateos y Soto, 1997, pp. 106-108.
superviviente» . ABC. 9 de menos fascista de los regímenes
191. ↑ Suárez Fernández, 2007, pp. 800-
diciembre de 2013. «Los fascistas o el más próximo al
8011.
historiadores llevan años discutiendo fascismo de entre los no fascistas; o,
192. ↑ Preston, 1998, p. 961; 967.
cómo catalogar a su régimen. / Juan desde otra perspectiva, el más
193. ↑ Juliá, 2000, p. 73-74. «Una
José Linz, profesor de la Universidad totalitario de los regímenes
sociedad agraria en transformación,
de Yale, lo incluyó en su taxonomía autoritarios, o el menos totalitario de
unas ciudades en crecimiento, una
de «régimen autoritario» ». entre los de esta categoría”
industrialización basada en
11. ↑ Rodríguez Jiménez, 1997, 54. ↑ Saz, 2004, p. 89-90.
empresas de pequeño y mediano
p. 263. "Él [Franco] era, muy por 55. ↑ García Delgado, 2000, p. 138. «Por
tamaño sin ausencia de las grandes,
encima de las instituciones, la pieza muchos conceptos, el de los
una clase obrera con potentes
fundamental del régimen, el régimen cincuenta puede ser considerado
sindicatos, unas clases medias en
de Franco, una dictadura personal…" como el decenio bisagra entre el
expansión: esa era, a grandes
12. ↑ Ramón Tamames La República. La estancamiento del primer franquismo
trazos, la sociedad española de los
Era de Franco, volumen 7 de la y el conjunto de sobresalientes
años treinta»
Historia de España de Alianza impulsos y cambios que la economía
194. ↑ Juliá, 2000, p. 73.
Editorial. ISBN 978-84-206-9568-6 registrará en los últimos tres lustros
195. ↑ Juliá, 2000, p. 75.
13. ↑ Saz Campos, 2004, p. 90. del régimen, a partir de 1960»
196. ↑ Juliá, 2000, p. 79-80.
14. ↑ ab La tesis defendida por Payne en 56. ↑ Moradiellos, 2000, p. 63-64.
197. ↑ Juliá, 2000, p. 81-82.
dicho dossier puede sintetizarse con 57. ↑ Moradiellos, 2000, p. 64-65.
198. ↑ Juliá, 2000, p. 84-86.
estas palabras: 58. ↑ Moradiellos, 2000, p. 66.
199. ↑ Juliá, 2000, p. 90; 93. «Franco
59. ↑ Payne, 1997, p. 30.
Entre 1937 y 1943, bloqueó el proceso de profundas
60. ↑ a b Moradiellos, 2000, p. 67.
el franquismo transformaciones sociales y políticas
61. ↑ Payne, 1997, p. 33.
constituyó un iniciado en torno a 1910; exterminó a
régimen «semi- 62. ↑ Moradiellos, 2000, p. 45.
los dirigentes obreros y campesinos;
fascista», pero 63. ↑ Moradiellos, 2000, p. 70-74.
aniquiló con el silencio, la muerte o el
nunca un régimen 64. ↑ a b Moradiellos, 2000, p. 78-79.
exilio la primera generación
fascista cien por 65. ↑ Moradiellos, 2000, p. 74; 76. intelectual que había establecido,
cien. Después
66. ↑ Moradiellos, 2000, p. 77-78. más que estrechos puentes,
pasó treinta y dos
67. ↑ Payne, 1997, p. 38. espaciosas avenidas con la ciencia,
años
evolucionando 68. ↑ Payne, 1997, p. 40-42. el pensamiento y el arte europeos.
como un sistema 69. ↑ Moradiellos, 2000, p. 68. Dejó al país sin pasado en que
autoritario 70. ↑ Moradiellos, 2000, p. 68-69. mirarse, sin un lugar que reconociera
«posfascista», como propio. Hundió a la sociedad
71. ↑ Barciela, 2002, p. 355-357. «La
aunque no
defensa de la autarquía suponía una española en la miseria al arrancarle
consiguió eliminar
aberración desde el punto de vista violentamente sus más recientes
completamente
económico. Para un país pequeño raíces históricas, la memoria de lo
todos los vestigios
residuales del como España, pretender un que en los años inmediatos había
fascismo. desarrollo basado en el mercado sido».
interior y en sus propios recursos 200. ↑ Gil Pecharromán, 2008, p. 74.
» Glicerio Sanchez Recio. En torno a revelaba una ignorancia palmaria de 201. ↑ De Riquer, 2010, p. 142.
la Dictadura franquista Hispania los más elementales principios 202. ↑ Juliá, 2000, p. 78.
Nova económicos… Igualmente absurda 203. ↑ De Riquer, 2010, p. 295; 293.
15. ↑ Cabrera y Rey, 2017; Capítulo V resultaba la pretensión de intervenir 204. ↑ a b De Riquer, 2010, p. 294.
16. ↑ a b c d e f g h i Moradiellos, 2000, de manera totalitaria, y hasta en sus 205. ↑ a b De Riquer, 2010, p. 295.
p. 20. más mínimos detalles, en la actividad
206. ↑ De Riquer, 2010, p. 292-293. «Esta
17. ↑ «La ausencia de un ideario definido económica… Todo ello, en definitiva,
moralización de las costumbres
le permitió transitar de unas fórmulas se tradujo en una pésima asignación
estaba basada en la perversa doble
dictatoriales a otras, rozando el de los recursos económicos»
moral que hacía caer en las mujeres
fascismo en los cuarenta y a las 72. ↑ Barciela, 2002, p. 339-340. todas las responsabilidades en los
dictaduras desarrollistas en los 73. ↑ a b Moradiellos, 2000, p. 82. posibles excesos sexuales
sesenta»., cap. «El franquismo como 74. ↑ Barciela, 2002, p. 342-343. masculinos, que eran contemplados
dictadura». 75. ↑ Moradiellos, 2000, p. 84-85. como algo casi natural»
18. ↑ González Madrid, 2012, p. 11. 76. ↑ Moradiellos, 2000, p. 82-83. 207. ↑ De Riquer, 2010, p. 295-296.
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parte estudia comparativamente los 92. ↑ a b Moradiellos, 2000, p. 97. 221. ↑ a b c Subirats, 1976, p. 43.
factores de orden internacional e 93. ↑ Moradiellos, 2000, p. 98. 222. ↑ Tuñón de Lara, 1976, p. 35-36.
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Error en la cita: La etiqueta <ref>
popular no tardó en cambiar la frase es-2000-viviendas/0003_201908H22
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Enlaces externos [ editar ]

Wikisource contiene el Decreto nombrando Jefe del Gobierno a Francisco Franco.


Artículos en Wikinoticias: Garzón ordena la exhumación de 19 fosas de la guerra civil española
«La visita de Eisenhower a España ». Documentos RNE. RNE. 2009-12-19. min. 56:37.
Franquismo y represión de la masonería
Consejo Europeo: Necesidad de condena internacional del Franquismo
El Informe para discusión en la comisión permanente
La cuestión de la impunidad en España y los crímenes franquistas.
Mapa de la Memoria
La dictadura franquista
Franquismo y represión de la homosexualidad
Artículo de Lluis Medir sobre la Ley de la memoria histórica
Testimonio personal sobre la República, el exilio, y la vida en la dictadura (enlace roto disponible en Internet Archive; véase el
historial, la primera versión y la última). (en catalán y castellano)
La ley de Memoria Histórica prohíbe actos franquistas en el Valle de los Caídos
Ley aprobada en el Parlamento sobre reconocimiento a familiares de personas víctimas de la dictadura.
Ley33/1981 de cambio del escudo de la bandera de España.
Los Audios de Nixon sobre España El País (9 de junio de 2020)

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