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Diego Torreblanca ccssdiego@gmail.

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TEMA 11 – LA CREACIÓN DEL ESTADO FRANQUISTA: FUNDAMENTOS IDEOLÓGICOS Y


APOYOS SOCIALES (1939 – 1975)

ÍNDICE

1. Introducción.
2. Consolidación y fundamentos ideológicos del fanquismo
3. La evolución política del régimen
a) Leyes fundamentales e institucionalización
b) Posguerra y estabilización (1939 – 1959)
c) La tecnocracia y crisis de la dictadura (1959 – 1975)
4. Evolución económica: autarquía y desarrollismo
5. Las transformaciones sociales y la oposición al régimen
6. Conclusiones

1. Introducción

El régimen totalitario del general Francisco Franco se extiende desde el final de la


Guerra Civil, el 1 de abril de 1939, hasta la muerte del dictador el 20 de noviembre de
1975. Durante prácticamente cuatro décadas, la ideología franquista se impuso a través
del control social, la censura y la represión, aunque con el paso de los años irá chocando
cada vez más con la modernización social surgida a raiz del desarrollo económico de los
años sesenta.

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2. Fundamentos ideológicos, sociales y políticos del franquismo

Durante la propia guerra franco iba a descartar la idea de una dictadura militar
transitoria, como había previsto el general Mola al iniciar el alzamiento; en su lugar, se
planteará la creación de un nuevo Estado que “regenerase” España, desterrando
cualquier atisbo de democracia o libertad. Era el nacimiento del Estado totalitario en
nuestro país, cuyos fundamentos ideológicos podrían resumirse en:

- Antiliberalismo, anticomunismo y antiparlamentarismo.


- El militarismo impregnó muchos aspectos de la vida cotidiana: uniformes y
emblemas, desfiles o actos de exaltación de la bandera y el himno.
- Nacionalcatolicismo, con un papel privilegiado de la Iglesia católica,
desapareciendo de la sociedad el divorcio, el matrimonio civil, los cementerios
laicos o los nombres no apostólicos. Además, Franco se pensaba el elegido de
Dios (providencialismo) para salvar el país de los males del comunismo.
- El tradicionalismo siempre estuvo vigente en los discursos de Franco, repletos
de ultranacionalismo y de un exhacerbado centralismo político, que negaba
cualquier diferencia regional.

Este nuevo sistema se inspiraba claramente en los modelos fascistas europeos (sobre
todo el italiano) estableciendo un partido único en abril de 1937, unificando a
falangistas y tradicionalistas en Falange Española Tradicionalista y de las JONS
(FET de las JONS). También se adoptaron símbolos fascistas como el saludo, y todos
los poderes quedaban concentrados en manos de Franco, que era al mismo tiempo
Generalísimo de todos los ejércitos y Caudillo de España. Esta estructura será conocida
cada vez más como el Movimiento Nacional.

En cuanto a los apoyos sociales de la dictadura, desde un principio contó con el


soporte de la alta burguesía financiera e industrial, la vieja oligarquía terrateniente
y los campesinos dueños de pequeñas propiedades, que se sentían amenazados por
las colectivizaciones obreras republicanas. Además de estas bases sociales, el
franquismo contó con una serie de apoyos políticos, las llamadas “familias” o grupos
de influencia del régimen.

El primero de estos grupos fueron los militares, cuya lealtad se vio recompensada
con el nombramiento de altos cargos en la administración, ocupando siempre las
carteras militares y puestos relacionados con la defensa. Fue sin duda el grupo más fiel a
Franco, subordinado directamente a su persona.

En segundo lugar, los elementos falangistas tuvieron especial preponderancia en los


primeros momentos del régimen, adoptándose el uniforme, las insignias e himnos de
Falange, algo que fue disminuyendo a raíz de la derrota del fascismo en la II Guerra
Mundial. Además, desde la muerte de José Antonio Primo de Rivera y la unificación
con los tradicionalistas, la ideología original de Falange se fue diluyendo y
transformando en una obediencia ciega al Caudillo.

En tercer lugar, la Iglesia proporcionó al Régimen un elemento de legitimación más


allá de la victoria militar, asegurando además el control ideológico de la población.
Desde los años sesenta, el Opus Dei se convertirá en una de las organizaciones más
influyentes de la dictadura, constituyendo una auténtica élite social. Sólo a partir del

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Concilio Vaticano II en 1962 comenzó a producirse cierto distanciamiento entre la


jerarquía eclesiástica y el dictador.

Por último, los monárquicos formaron un conjunto de tendencias diversas. Los


carlistas tuvieron un papel escaso durante la dictadura, mientras que los demás
apoyaban una restauración monárquica (encarnada en la figura de Don Juan de Borbón)
al terminar la guerra. A pesar de que esto no se produjo y el conflicto provocado por el
Manifiesto de Lausana, muchos monárquicos continuaron apoyando a la dictadura.

En la práctica, Franco intentó mantener siempre el equilibrio entre estos colectivos,


evitando que nadie acaparase demasiado poder. Además, el dictador eligió normalmente
a sus colaboradores por su lealtad personal, eficacia y falta de ambiciones, de modo
que siempre se mantuvo como la cabeza indiscutible del Estado.

3. La evolución política del régimen

a) Institucionalización y Leyes Fundamentales

Desde el principio la dictadura va a intentar crear un marco legal en el que apoyarse


a través de una serie de Leyes Fundamentales, que vinieron a recoger algunas de las
normas básicas de funcionamiento del Estado. Se trató de un proceso largo y complejo,
que comenzó en 1938 con el Fuero del Trabajo, que implantaba un sistema
corporativo vertical similar al italiano, con un sindicato único controlado por Falange.
En 1942, la Ley Constitutiva de las Cortes establecía las bases para la elección de un
órgano “representativo” y dotar al régimen de aires democráticos, en vistas del retroceso
militar de las potencias del Eje en la II Guerra Mundial. El Fuero de los Españoles
(1945) recogía los derechos y deberes de todos los ciudadanos del país, aunque en la
práctica no se reconocieron derechos políticos o sociales.

La Ley de Referéndum Nacional de 1945 supuso un nuevo intento de dar una falsa
imagen de representatividad, mientras que la Ley de Sucesión (1947) declaraba al
Estado español como “reino”, correpondiendo la jefatura del mismo a Franco de forma
vitalicia y reservándole el derecho de elegir a su sucesor. Por último, la Ley de
Principios del Movimiento Nacional (1957) y la Ley Orgánica del Estado (1967)
terminaban de configurar un sistema que se llamó a si mismo “Democracia Orgánica”,
intentando una vez más presentar al Estado franquista dentro de un marco legal, y
ocultando la concentración de poderes en manos del dictador.

b) Posguerra y estabilización (1939 – 1959)

El estallido de la II Guerra Mundial fue determinante en las relaciones


internacionales del régimen en sus primeros años de vida, dado el estrecho vínculo que
unía al franquismo con las potencias del Eje. A pesar de ello, España se declaró neutral
al comienzo del conflicto, pero tras las entrevistas de Franco con Hitler (Hendaya) y
Mussolini (Bordighera) y la influencia interna del germanófilo Serrano Súñer
(Ministro de Exteriores), se cambió el estatuto de neutralidad por el de no beligerancia y
se envió a un cuerpo de voluntarios, la División Azul, a luchar en el frente oriental.

Sin embargo, a partir de 1943, cuando la guerra comience a cambiar de signo,


España volvería a la neutralidad y comenzaría a cuidar las relaciones con los aliados,

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sustituyendo a Serrano Suñer por Gómez Jordana, reduciendo la propaganda favorable a


Alemania y retirando a la División Azul. A pesar de ello, al finalizar el conflicto se
produjo el aislamiento internacional del franquismo: la ONU condenó al régimen de
Franco y recomendó el boicot económico y la retirada de embajadores del país. La
respuesta fue inmediata por parte del mundo, y sólo algunos países con regímenes
afines ideológicamente como los de Salazar (Portugal) o Perón (Argentina) mantuvieron
sus relaciones con España.

El recrudecimiento de la Guerra Fría a partir de 1949, cuando la URSS haga


estallar su primera bomba atómica, dio un cambio radical a la situación. El
anticomunismo de Franco de repente se convirtió en un elemento interesante para las
potencias del bloque occidental, de modo que España fue admitida progresivamente en
las organizaciones internacionales. En 1953 se produjo la firma de un tratado con
EE.UU por el que España cedía una serie de bases militares en territorio nacional a
cambio de apoyo militar, económico y político. El mismo año, Franco firmaba un nuevo
Concordato con la Santa Sede que afianzaba aún más sus relaciones con la Iglesia
católica. El mayor símbolo de la salida del aislamiento fue sin duda la visita del
presidente norteamericano Dwight Eisenhower en 1959, uno de los grandes
protagonistas de la derrota del fascismo que ahora no mostraba reparos en apoyar a un
régimen de ideología similar.

c) La tecnocracia y la crisis de la dictadura (1959 – 1975)

A pesar de las ayudas exteriores, la economía seguía al borde del colapso, por lo que
desde 1957 empezaron a formar parte del gobierno numerosos miembros del Opus Dei
como Ullastres, Navarro Rubio o López Rodó, los llamados “tecnócratas”, que
comenzaron a introducir leves cambios orientados a la apertura exterior. Así, los años
sesenta se van a convertir en la época dorada del franquismo, produciéndose un
impresionante desarrollo económico y modernización social, que se vieron frenadas por
el inmovilismo e incapacidad política de la dictadura.

En este contexto los falangistas, de la mano de Manuel Fraga, protagonizaron una


leve apertura ideológica con la Ley de Prensa de 1966, que eliminaba la censura
previa, aunque establecía un riguroso sistema de multas para aquellas publicaciones que
no se ajustasen a los principios del Movimiento Nacional. En el mismo año se aprobaba
también una Ley de Libertad Religiosa, que establecía un reducido marco de tolerancia.
En 1969, Juan Carlos de Borbón era designado sucesor a la jefatura del Estado, con el
título oficial de Príncipe de Asturias.

A pesar de todo, las medidas aperturistas provocaron la irritación de los sectores


más reaccionarios, el llamado búnker franquista. Además, el Concilio Vaticano II
propició la aparición de actitudes críticas por parte de la Iglesia. Con ello comenzaba a
resquebrajarse la unidad del régimen que, ante un posible cambio de sistema, optó por
las posturas más inmovilistas, avaladas por Franco y su hombre de confianza, el
almirante Luis Carrero Blanco.

Será precisamente la muete de este último, víctima de un atentado de ETA el 20


de diciembre de 1973, la que desencadene definitivamente la crisis del franquismo. Las
tensiones entre aperturistas e inmovilistas se agravaron y aunque en febrero de 1974 el
nuevo gobierno de Carlos Arias Navarro prometía una reforma del sistema (el

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“espíritu del 12 de febrero”), la enfermedad de Franco y la incertidumbre sobre el


futuro del régimen acabaron inclinando al gobierno hacia el inmovilismo.

Internacionalmente, en abril de 1974 caía el régimen salazarista en Portugal y el


gobierno claudicaba ante Marruecos en el problema saharaui tras la Marcha Verde de
Hassan II. Estudiantes y grupos opositores se manifestaban en las calles, y el terrorismo
de ETA y el FRAP1 hacía mella en todo el país. Con ello se recrudecieron la represión y
las críticas internacionales al franquismo. Finalmente, el 20 de noviembre de 1975
Franco fallecía a los 83 años, dejando como legado un régimen anacrónico e inmerso
en una profunda crisis.

4. Evolución económica: autarquía y desarrollismo

La Guerra Civil desarticuló por completo la economía española, sumiendo a gran


parte de la población en el hambre y la miseria: la renta nacional de 1935 no consiguió
superarse hasta 1951, y la renta per cápita, hasta 1954. Aún así, la grave crisis de la
posguerra se debió también a la ineficaz política del gobierno que, aislado, va a buscar
la autosuficiencia económica (autarquía). El eje fundamental de esta política será el
fomento del desarrollo industrial a través del INI (Instituto Nacional de Industria),
creándose numerosas empresas estatales para suplir la falta de iniciativa privada, aunque
la gran mayoría de ellas cargaron con fuertes pérdidas las arcas estatales.

Respecto a la agricultura, dirigida a través del Servicio Nacional del Trigo, se


adoptaron medidas orientadas al aumento de la producción que fueron a todas luces
insuficientes y obligaron a una importación masiva de grano. Las consecuencias de la
autarquía fueron nefastas, y obligaron a mantener las cartillas de racionamiento hasta
1951, dando lugar a la aparición de un importante mercado negro (el estraperlo), con
precios desorbitados.

La corrección de la política económica vino de manos de las ayudas económicas


estadounidenses y los gobiernos de la tecnocracia, con el Plan de Estabilización de
1959, que se centró en el control de la inflación y el equilibrio de la balanza de pagos.
El sector industrial y los servicios se consolidaron como las actividades fundamentales
de la economía española, desplazando a la agricultura. Además, las innovaciones
técnicas traídas del extranjero permitieron aumentar la productividad y los salarios, lo
que se tradujo en un aumento de la demanda de bienes de consumo y el nivel de vida
de la sociedad española en general. La crisis mundial de 1973 coincidió con la crisis
política del franquismo, lo que impidió la puesta en práctica de las medidas económicas
apropiadas.

A pesar de la propaganda del momento sobre el “milagro económico español”, lo


cierto es que el crecimiento sólo fue posible en el marco de una extraordinaria
coyuntura internacional. Las innovaciones tecnológicas limitaron la creación de
empleo, dando lugar a una intensa emigración a Europa, sin la cuál el desempleo
habría crecido a niveles catastróficos. Por otra parte, el bienestar europeo generalizado
provocó un boom turístico que, junto con las remesas enviadas por los emigrantes,
resultaron fundamentales en el equilibrio de la balanza de pagos.

1
Frente Revolucionario Antifascista y Patriota

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5. Las transformaciones sociales y la oposición al régimen

El franquismo supuso cambios muy profundos en la sociedad española; las


libertades de época republicana dejaron paso al control social e ideológico de la
población a través de FET de las JONS, con el Frente de Juventudes o la Sección
Femenina dirigida por Pilar Primo de Rivera. En la enseñanza, monopolizada por la
Igleisa, se introdujo la “Formación del Espíritu Nacional”, asignatura en la que se
adoctrinaba a los jóvenes en los principios básicos del Movimiento. Además, la
represión se extendió mucho más allá del final de la guerra con la Ley de
Responsabilidades Políticas, orientada a la depuración de todos aquellos que hubiesen
colaborado con la República, paradójicamente acusados de sublevación. A pesar de ello,
hasta 1948 existió una oposición armada en forma de guerrilla, el maquis, que
protagonizó numerosos enfrentamientos con la Guardia Civil.

Con la expansión económica y el turimo se produjo la modernización social, que


chocaba con el inmovilismo del régimen. Así, se puede decir que el gran éxito
económico del franquismo fue al mismo tiempo uno de los elementos que más lo
debilitó en el plano ideológico y cultural.

Respecto a la oposición política, poco a poco logrará recomponerse tanto a través de


los viejos partidos como mediante nuevos grupos de presión como la democracia
cristiana. El partido más destacado fue sin duda el PCE, que inició una política de
infiltración en las organizaciones de la dictadura y se acercó a todas las fuerzas
antifranquistas. El PSOE por su parte tuvo una actividad muy limitada hasta el
Congreso de Suresnes en 1973, donde la dirección quedó en manos de militantes del
interior como los sevillanos Felipe González y Alfonso Guerra. El nacionalismo
también cobró importancia en los últimos momentos de la dictadura a través del PNV o
la nueva Convergencia Democrática de Catalunya.

Por último, no podemos olvidarnos de la actividad terrorista de grupos de


izquierda como el FRAP y, sobre todo, ETA (Euskadi Ta Askatasuna), que llevó a cabo
importantes atentados como el asesinato de Carrero Blanco, antes mencionado, o el de
la Cafetería Rolando en Madrid.

6. Conclusiones

La dictadura franquista se extendió durante casi 40 años, provocando como hemos


podido ver profundos cambios en las estructuras sociales, políticas y económicas del
país, marcando a muchas generaciones de españoles. De hecho, las repercusiones del
franquismo han ido más allá del mismo, marcando considerablemente la vida política
posterior, de forma que no podemos decir que la dictadura fuese un paréntesis entre dos
períodos democráticos, si no que sus estructuras se encuentran en muchos casos en la
base del funcionamiento de la España actual, y se siguen generando polémicas como la
acaecida en torno a la reciente exhumación del dictador.

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PREGUNTAS CORTAS

1. ¿Entre qué fechas se extendió la dictadura del general Franco en España?


a. Explique brevemente los fundamentos ideológicos de la dictadura.
b. Explique brevemente los apoyos políticos del franquismo.

2. ¿Con qué nombre se conocen las principales leyes de la dictadura franquista?


a. Describa brevemente las más importantes de dichas leyes.

3. ¿En qué año concluyó oficialmente la Guerra Civil Española?


a. Describa con brevedad la política de la dictadura franquista hasta 1949.

4. ¿En qué año firmo la dictadura franquista un acuerdo con Estados Unidos?
a. Explique brevemente los acontecimientos que llevaron a España a salir
del aislamiento internacional.

5. ¿Con qué nombre conocemos a los políticos del franquismo desde 1959?
a. Describa brevemente los elementos más destacados, políticos y
económicos, de dicho periodo.

6. ¿Qué dirigente franquista fue asesinado por ETA en los últimos años de la
dictadura?
a. Explique con brevedad la evolución política de la dictadura desde ese
momento.

7. ¿Cuál fue la política económica de la dictadura durante la posguerra?


a. Describa los aspectos más destacados y consecuencias de dicha política.

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TEMA 11 – LA DICTADURA FRANQUISTA (1939 – 1975)

Apartado Contenidos Puntuación


1. Introducción
- Fechas y cambios sociales
(0,25 puntos)
- Totalitarismo/fundamentos ideológicos
2. Fundamentos del régimen - Modelo fascista italiano: Movimiento
(1 punto) - Apoyos sociales y Familias políticas x4
- Equilibrio y lealtad personal
- Leyes Fundamentales x7
3a/b. Leyes y posguerra - Democracia Orgánica: apariencia
(0,75 puntos) - Política II Guerra Mundial
- Aislamiento y estabilización
- Tecnócratas (nombres) y apertura
- Fraga y Ley de Prensa + Juan Carlos
3c. Tecnocracia y crisis
- Inmovilismo: búnker + Vaticano II
(0,75 puntos)
- Carrero Blanco + Arias Navarro
- Portugal, Marruecos, terrorismo, 20N
- Autarquía: hambre y racionamiento
4. Evolución económica - INI, Trigo, estraperlo
(0,75 puntos) - Plan Estabilización, mejora y crisis 73
- Milagro económico: contexto
- Juventudes y Sección Femenina
5. Transformaciones sociales - Adoctrinamiento, represión y maquis
(0,5 puntos) - Éxito económico, fracaso cultural
- PCE, PSOE, Nacionalismo, Terrorismo
6. Conclusiones
- Cambios sociales + base actual
(0,25 puntos)

- Ortografía y términos específicos


I – Vocabulario y Expresión
- Redundancias, frases ordenadas…
II – Presentación y Estructura
- Márgenes, letra, tachones…
(1,25 puntos)
- Orden lógico, índice, títulos…

V - Errores

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