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España
Estado Españolnota 1
← Flag of Spain (1931–1939).svg
← Flag of Spain (1938–1945).svg
1939-1975
Flag of Equatorial Guinea (without coat of arms).svg (1968) →
Flag of Morocco.svg (1969) →
Flag of Spain (1977–1981).svg (1975) →
Escudo
Bandera Escudo
Lema nacional: «Una, Grande y Libre»
«Plus Ultra»
Himno nacional: Marcha Real
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Ubicación de {{{nombre_común}}}
España
Protectorado de Marruecos
Zona Internacional de Tánger
Capital Madrid
Idioma oficial Español
Religión Católica67
Gobierno Dictaduranota 2 unipartidistanota 3
Caudillo
• 1936-1975 Francisco Franco
Presidente del Gobierno
• 1938-1973 Francisco Franco
• 1973 Luis Carrero Blanco
• 1973 Torcuato Fernández-Miranda (interino)
• 1973-1976 Carlos Arias Navarro
Legislatura Dictadura militar
(1939-1942)
Cortes Españolas
(1942-1975)
Período histórico Entreguerras, Segunda guerra mundial, Guerra Fría
• Guerra civil
1936-1939
Miembro de:
La dictadura de Francisco Franco, España franquista, régimen franquista o
franquismo9 fue el período de la historia contemporánea de España correspondiente
con el ejercicio por el general Francisco Franco Bahamonde de la Jefatura del
Estado, esto es, desde el fin de la guerra civil en 1939 hasta su muerte y sucesión
en 1975.nota 4 Su amplia dimensión temporal y la total identificación de Franco con
el régimen mismo10 hace que a menudo también se utilice para designarlo la
expresión era de Franco.11
Acabada la guerra el general instauró una dictadura fascistizada,12 o régimen
semifascista,13 que incorporó una influencia clara de los totalitarismos alemán e
italiano en campos como las relaciones laborales, la política económica autárquica,
la estética, el uso de los símbolos14 o el unipartidismo.15 En sus últimos
estertores el régimen transitó más próximo a las dictaduras desarrollistas,16
aunque siempre conservó rasgos fascistas vestigiales,13 caracterizado por la
ausencia de una ideología claramente definida más allá de su proclamado
nacionalcatolicismo.
Se mantuvo una política económica basada en la autarquía. Esta fue provocada por la
derrota del Eje en la Segunda Guerra Mundial, durante la cual la dictadura
franquista, pese a adoptar una política oficial de no beligerancia,23 tuvo una
participación favorable a la Alemania nazi para la derrota de la Unión Soviética,
que se concretó mediante el envío de la División Azul, una unidad de voluntarios
que sirvió integrado en el Ejército alemán en el frente oriental durante dos años.
Esta colaboración con las potencias del Eje condujo al aislamiento internacional
tras la derrota de las mismas en 1945, promovido por los aliados en el seno de la
recién creada Organización de las Naciones Unidas.
Juan Carlos de Borbón fue el sucesor designado por Franco para la jefatura del
Estado, a título de príncipe de España, y a la muerte de este, en su proclamación
como rey, juró acatar los principios del Movimiento Nacional destinados a perpetuar
el régimen franquista. Sin embargo, no lo hizo, aunque se basó en el entramado
institucional franquista para promover la Ley para la Reforma Política, ratificada
en referéndum. Su resultado, 94 % a favor de la reforma, inició la transición a la
democracia en 1976.
Índice
1 Características
1.1 El Caudillo y sus poderes
1.2 Los «pilares» de la dictadura
1.3 El papel de las instituciones
1.4 La ideología franquista
1.5 La coalición «contrarrevolucionaria»
1.6 ¿El franquismo, un régimen fascista?
2 Historia
2.1 El primer franquismo (1939-1959)
2.1.1 El franquismo de 1939 a 1945
2.1.2 El franquismo de 1945 a 1950
2.1.3 El franquismo de 1950 a 1959
2.2 El segundo franquismo (1959-1975)
2.2.1 El franquismo de 1959 a 1969
2.2.2 El tardofranquismo (1969-1975)
3 Sociedad y cultura
3.1 Costumbres y usos sociales: del nacionalcatolicismo a la sociedad de consumo
de masas
3.2 Las mujeres durante la dictadura franquista
3.3 Propaganda, censura y medios de comunicación
3.4 El sistema educativo franquista
4 Memoria histórica
4.1 Condenas internacionales
5 Véase también
6 Notas
7 Referencias
8 Bibliografía
9 Enlaces externos
Características
El Caudillo y sus poderes
El principal rasgo definitorio del régimen franquista fue que una única persona, el
Generalísimo Franco —de ahí el nombre con el que se conoce—, acumuló en sus manos
unos poderes omnímodos24 como ningún otro gobernante había gozado jamás en la
historia de España.25 La Ley de Reorganización de la Administración Central del
Estado, promulgada por el propio Franco solo cuatro meses después del final de la
guerra civil española, así lo confirmó al atribuir al Caudillo, «invicto y
providencial», todos los poderes ejecutivos y legislativos:1526
Moneda de 5 pesetas acuñada en 1949. En el anverso la efigie del general Franco con
la inscripción Francisco Franco Caudillo de España por la G. [Gracia] de Dios. En
el reverso el nuevo escudo de España.
Como ha señalado Stanley G. Payne, «Franco siempre consideró su propio mandato como
«vitalicio». En uno de sus momentos más bajos, declaró enfáticamente a un destacado
general en una conversación privada: «Yo no haré la tontería de Primo de Rivera. Yo
no dimito, de aquí al cementerio». Franco creía que su victoria absoluta en la
guerra civil le había dado un cierto derecho de conquista, de modo que podía
aspirar a un mandato histórico, incluso divino, para conservar su posición de
Caudillo mientras se lo permitiesen sus condiciones físicas».27 A Franco «le
preocupaban menos las cuestiones ideológicas que a otros dictadores, lo que le
permitió ir adoptando diferentes programas económicos y modalidades de discurso
político. Aunque a nivel conceptual estaba muy próximo a la extrema derecha, y su
sentido pragmático de la realidad es en gran parte un invento de los apologistas
del franquismo, esto no le impidió ejercer cierta habilidad para adaptarse a las
nuevas situaciones marcadas por la política internacional».28
La ideología franquista
Véanse también: Simbología del franquismo y Lemas del franquismo.
La ideología —o mentalidad— franquista se basaba en cinco sencillas y genéricas
«ideas motrices» «que recogían el universo doctrinal compartido por todas las
instituciones y "familias" de la derecha española por igual y sin conflicto»:37
Falangistas
Véase también: FET y de las JONS
Dentro del gobierno los falangistas desempeñaron las carteras sociales, como el
Ministerio de Trabajo, el de Vivienda y el de Agricultura, además del ministro-
secretario general del Movimiento (miembro nato del gobierno, aunque sujeto también
a la designación por parte del Caudillo). En el primer franquismo alcanzaron un
37,9 % de los ministerios y un 30,3 % de los altos cargos de la administración. Un
ejemplo notable fue José Antonio Girón de Velasco, el ministro más joven (30 años)
y uno de los que duró más en el gobierno (1941-1957). Otro nombre destacable fue
José Luis Arrese.44 También hubo «aperturistas» procedentes de la «familia azul»,
como quien finalmente llevó a cabo la transición democrática, Adolfo Suárez. Esa
«pluralidad» se podía observar en las publicaciones afines: el diario El Alcázar
(que, tras distintas orientaciones, desde 1968 expresó las opiniones de lo que se
denominó el «búnker» —sector que aglutinaba a la derecha más extrema), el
oficialista Diario Arriba y Diario Pueblo, cercano a los sindicatos verticales y
dirigido por Emilio Romero.
Católicos
Valle de los Caídos, monumento franquista de carácter religioso en el cual yace
Primo de Rivera.
Desde el comienzo del franquismo, la Asociación Católica Nacional de Propagandistas
demostró mucha actividad, dirigida por los obispos y especialmente por la figura de
Ángel Herrera Oria, que controlaba también la prensa católica (Diario Ya). Esta
«familia» tenía una especial relación con el exterior, por su vinculación con la
Santa Sede y las democracias cristianas europeas. Controlaban el Ministerio de
Asuntos Exteriores y el Ministerio de Educación. Un buen ejemplo fue Joaquín Ruiz-
Giménez. La ACNdP también controló el sistema de represión franquista durante el
final de la guerra y la posguerra en España: los dos primeros ministros de Justicia
(Tomás Domínguez y Esteban Bilbao) y el primer director general de prisiones de la
Dictadura (Máximo Cuervo) fueron propagandistas.45
Tradicionalistas
Los tradicionalistas o carlistas perdieron gran parte de su relevancia política en
cuanto acabó la guerra. No obstante, mantuvieron ciertas cotas de poder. El área
que se les confiaba era el Ministerio de Justicia y la presidencia de las Cortes.
Ejemplo de ello fueron Esteban de Bilbao Eguía y Antonio Iturmendi Bañales, ambos
ministros de justicia y presidentes de las Cortes Españolas.
Monárquicos
Su órgano de expresión era el periódico ABC, de la familia Luca de Tena. Sus
relaciones con el régimen pasaron por acercamientos y distanciamientos (llegando a
algún tipo de represión, como el secuestro de una edición de ABC en 1966 o el
destierro de los que acudieron al llamado Contubernio de Múnich en 1962), al igual
que la relación ambigua que mantuvieron el general Franco y el pretendiente a la
Corona, Juan de Borbón, que se mantuvo exiliado en Estoril, desde donde mantenía un
consejo privado en el que se incluían personajes destacados de la dictadura, como
José María Pemán o Pedro Sainz Rodríguez.46
España se definió en las Leyes Fundamentales como un reino, pero Franco se negó a
ceder la jefatura del Estado o designar sucesor como preveía la Ley de Sucesión en
la Jefatura del Estado (votada en referéndum en 1947, en un acto de legitimación de
masas del franquismo), y mucho menos a un personaje en quien no confiaba, el conde
de Barcelona (título medieval de soberanía, vinculado a la corona de España que
usaba Juan de Borbón), a pesar de ser el heredero del rey anterior (Alfonso XIII).
Mientras tanto, su hijo Juan Carlos estaba siendo educado en España separado de su
padre. Finalmente quien obtuvo la designación fue Juan Carlos, en 1969 y tras una
prolongada espera, no sin signos inquietantes de que podía optarse por cualquier
otro «príncipe de sangre real» (como Alfonso de Borbón Dampierre, primo de Juan
Carlos, que contrajo matrimonio con Carmen Martínez-Bordiú Franco, nieta del
dictador, y que reclamó simultáneamente sus derechos legítimos sobre el trono de
Francia). En la enfermedad final de Franco, Juan Carlos, titulado príncipe de
España, llegó a ocupar interinamente la jefatura del Estado en 1974, que le fue
retirada como consecuencia de una transitoria mejoría del «Caudillo». En este
contexto, se refirió al dictador como «figura decisiva históricamente y
políticamente para España» o que «para mi es un ejemplo, día a día por su desempeño
patriótico al servicio de España, y además tengo un afecto y admiración muy grande
para él».47
Además, Juan Carlos hubo de jurar lealtad a los principios del Movimiento Nacional
tanto en su designación como príncipe en 1969 como en su proclamación real tras la
muerte de Franco en noviembre de 1975 mientras que en su primer discurso navideño
habló de su «tristeza» ante la pérdida del «Generalísimo» y su «respeto y
admiración» hacia él.48
Estatua ecuestre del Generalísimo Franco, obra del escultor José Capuz, que se
encontraba en la plaza del Caudillo (actual plaza del Ayuntamiento) de Valencia.
Fue inaugurada en 1964 con motivo de la celebración de los «XXV Años de Paz». Fue
retirada de la plaza en 1983 y trasladada a la sede de la Capitanía General de
Valencia en el Convento de Santo Domingo. En aplicación de la Ley de Memoria
Histórica fue llevada en 2010 a un acuartelamiento de Bétera, donde se encuentra en
la actualidad.
La cuestión de si el franquismo fue un régimen fascista ha sido el núcleo central
del largo, intenso e inacabado debate historiográfico sobre la naturaleza del
franquismo.49 Este debate, en el que no sólo han intervenido historiadores sino
también politólogos, sociólogos y juristas (e incluso protagonistas de los
hechos),49 ha girado en torno a dos posturas fundamentales: la que defienden los
que consideran que el franquismo fue un régimen fascista y la de los que siguiendo
la propuesta del politólogo Juan José Linz, formulada en 1964, lo consideran un
régimen autoritario, pero no fascista. Las dos posiciones han ido acercándose a lo
largo de los años ya que los defensores de la tesis del régimen autoritario han
reconocido la existencia de una fase inicial «semifascista» en el franquismo (como
Stanley G. Payne o Javier Tusell)50, e incluso el propio Linz ha caracterizado ya
al franquismo como un régimen autoritario «con componente fascista»,51 y los que
definen el régimen franquista como fascista, han añadido algún tipo de matiz para
diferenciarlo del «fascismo clásico».52
Visita a Berlín de Ramón Serrano Suñer, acompañado del general Sagardía, siendo
recibido por Himmler.
Al compás de los éxitos militares del Eje el régimen franquista aceleró su proceso
de fascistización, es decir, de adopción del ideario fascista y de sus formas
específicas de organización política y social, siguiendo sobre todo el modelo de la
Italia fascista, que había comenzado en la zona sublevada en plena guerra civil.61
La inspiración y dirección del proceso corrió a cargo del cuñadísimo Ramón Serrano
Suñer. Así se puso en marcha el encuadramiento y la movilización social a través de
tres organizaciones sectoriales del «partido único» FET y de las JONS (el Frente de
Juventudes, el Sindicato Español Universitario (SEU) y la Sección Femenina, cuya
finalidad era «formar a la mujer con sentido cristiano y nacionalsindicalista») y
un extenso entramado «nacionalsindicalista», llamado Organización Sindical Española
(OSE), en el que estaban obligados a afiliarse todos los «productores» (empresarios
y trabajadores).62
Sin embargo, el proceso de fascistización provocó serios temores entre los otros
dos pilares del franquismo, la Iglesia católica y el Ejército.64 Las tensiones con
el «partido único» acabarían estallando en agosto de 1942 con el atentado de Begoña
que provocó una grave crisis política que el general Franco resolvió destituyendo
al «cuñadísimo» Serrano Suñer que fue sustituido por el general monárquico
Francisco Gómez-Jordana que volvía a hacerse cargo del Ministerio de Asuntos
Exteriores.6566
El cambio en el signo de la guerra propició la más grave crisis que vivió el poder
dictatorial del Generalísimo Franco. El 8 de septiembre de 1943, recibió una carta
firmada por ocho de los doce tenientes generales en la que le pedían que
considerase la restauración de la monarquía, tal como le había reclamado don Juan
de Borbón, heredero legítimo de Alfonso XIII, en una carta enviada al Generalísimo
unos meses antes —será la única vez en 39 años que la mayoría de los generales le
pedían a Franco que renunciara—. Pero Franco no hizo la más mínima concesión y se
limitó a esperar y a situar en los puestos claves a militares fieles a su
persona.63
Llegada de Evita Perón a España (1947). La Argentina de Juan Perón fue uno de los
pocos apoyos con que pudo contar la dictadura franquista durante su aislamiento
internacional.
Sin embargo, la estrategia principal del franquismo para sobrevivir fue buscar la
legitimación monárquica. Así, en marzo de 1947 se dio a conocer la «crucial» Ley de
Sucesión en la Jefatura del Estado (quinta «ley fundamental»), en cuyo artículo 1°
se definía la forma del régimen político español como «un Estado católico, social y
representativo, que, de acuerdo con su tradición, se declara constituido en Reino».
El artículo 2° otorgaba de modo vitalicio la «Jefatura del Estado» al «Caudillo de
España y de la Cruzada, Generalísimo de los Ejércitos», convirtiendo así a Franco
en regente de hecho y de por vida en esta «monarquía sin rey». El artículo 6°
confería a Franco el derecho a designar sucesor «a título de Rey o de Regente» «en
cualquier momento» y con plena capacidad de revocación de su decisión.94
Franco dando un discurso en Éibar en 1949. Durante la época del aislamiento del
régimen el general Franco aparecía pocas veces vestido de militar.
La rehabilitación internacional del régimen franquista y la aprobación en
referéndum de la Ley de Sucesión en julio de 1947 debilitó hasta tal punto a la
opción monárquica, que don Juan de Borbón cambió de estrategia respecto a Franco y
el 25 de agosto de 1948 se entrevistó con el Generalísimo en su yate Azor anclado
en el golfo de Vizcaya. Como resultado de la misma se acordó que el hijo de don
Juan, Juan Carlos de Borbón, se educaría en España bajo la tutela del general
Franco —el 7 de noviembre el príncipe, de diez años de edad, llegaba a España—.99