Está en la página 1de 4

-1.- CASO PRÁCTICO Nº.

-A) SUPUESTO DE HECHO:

Hechos probados:

“Sobre las 22.20 horas del 22 de agosto de 2014, se encontraban Munir A. junto con Karim A. y
otros amigos en la puerta del bar “El Sardinero”, de Ceuta, tomando unas cervezas, y en un
momento dado, al reírse aquél, se dio por aludido el acusado Mohamed T.A., que estaba
también allí, y tras preguntarle a Munir de qué se reía, se entabló una discusión entre ambos
en la que se insultaron e incluso llegaron a empujarse, procediendo en un momento dado
Mohamed a retroceder dos o tres pasos y sacando una pistola semiautomática, marca
parabellum 9 mm, que llevaba dentro del pantalón, y que no ha sido localizada, le disparó una
sola vez a las piernas, tras lo cual se dio a la fuga en una motocicleta. Munir sufrió lesiones por
arma de fuego tanto en el miembro inferior derecho como en el izquierdo, tardando en curar
105 días, sufriendo, entre otras secuelas, cojera del miembro inferior derecho y atrofia de la
musculatura del miembro inferior izquierdo”.

-B) CUESTIONES:

-1) Analizar el comportamiento de Mohamed T.A. de acuerdo con los hechos probados que
seguidamente se describen. Procédase a su calificación jurídica y a la determinación de la
responsabilidad penal de Mohamed T.A.

-2) De apreciarse la concurrencia de ésta, procédase a la determinación e individualización de


la pena a imponer, así como de la responsabilidad civil. SOLUCIÓN

SOLUCIÓN:

1)

A)En primer lugar, siguiendo el esquema de la teoría jurídica del delito habría que considerar
que el comportamiento consistente en disparar, llevado a cabo por Mohamed constituye
acción, puesto que cuando Mohamed realiza este comportamiento, está consciente y no se
encuentra condicionado físicamente de manera necesaria. No concurre ninguna causa que
excluya la acción como el acto reflejo, la fuerza física irresistible o el estado de inconsciencia.

B)Una vez confirmada la existencia de acción, pasamos analizar la descripción que de dicha
acción hace el Código penal. Es decir, pasamos a analizar la tipicidad de dicha acción. El tipo
penal en el que se podría subsumir el comportamiento realizado por Mohamed es el del
delito de lesiones, recogido en los artículos 147 y ss.
C) En sede de tipicidad, distinguimos entre dos planos, la objetiva y la subjetiva. Dentro de la
objetiva, se debe tener en cuenta que el delito de lesiones es un delito de resultado, en la
medida en que el tipo penal que lo regula exige la presencia de un comportamiento, en este
caso, disparar, y de un resultado, el menoscabo en la salud física del sujeto que requiera para
su curación asistencia facultativa y tratamiento médico quirúrgico. Comportamiento y
resultado suceden en momentos cronológicos diferentes y son conceptualmente distintos.
Por ello hay que comprobar que el primero fue causa del segundo. Es preciso analizar en
primer lugar la relación de causalidad entre el disparo y el menoscabo en la integridad física
que sufre Munir. A efectos de confirmar este nexo causal, se debe utilizar la teoría de la
equivalencia de las condiciones. Según esta teoría un comportamiento se puede considerar
causa de un resultado si suprimido mentalmente, hace desaparecer el resultado tal y como
este en concreto se produjo. En este sentido, si suprimimos el disparo que Mohamed lleva a
cabo, el resultado consistente en el menoscabo de la salud física de Munir no se había
producido, así como tampoco se habrían producido las secuelas consistentes en atrofia
muscular y cojera. Confirmada la relación de causalidad es preciso analizar la imputación
objetiva. Se trata de averiguar si el resultado (menoscabo de la integridad física y secuelas)
es objetivamente imputable al comportamiento consistente en disparar. A tal efecto hay que
determinar si la acción consistente en disparar introduce un peligro jurídicamente
desaprobado. Semejante circunstancia se da, toda vez que disparar un proyectil a una
persona en una de sus extremidades introduce un peligro penalmente relevante al menos
para su integridad física. Lo segundo que hay que comprobar a efectos de confirmar la
imputación objetiva, es la previsibilidad objetiva del resultado (menoscabo en la integridad
física y secuelas) llevando a cabo la acción de disparar. Este juicio de previsibilidad objetiva se
realiza desde la perspectiva del hombre medio colocado en la posición del autor y desde un
punto de vista ex ante. En este sentido, se puede afirmar que un hombre medio colocado en
la posición de quien va a disparar a otro en la pierna, concebiría como objetivamente
previsible que la integridad física de ese otro se viera menoscabada y también que el disparo
pudiera objetivamente provocar

3)

A)Las secuelas como atrofia muscular y cojera: Comprobado que la acción introduce un
peligro jurídicamente desaprobado para la integridad física del sujeto y la previsibilidad
objetiva del resultado acaecido, pasamos a comprobar si tal resultado (en este caso el
menoscabo en la integridad física, atrofia muscular y cojera) es la concreción del mismo
riesgo que introdujo la acción de disparar. Y en efecto lo es (la acción de disparar pone en
peligro la salud física y es precisamente el daño en la salud física de Munir el resultado en
que se concreta dicho peligro).

b)Análisis la imputación objetiva, es preciso comprobar si la evitación del resultado coincide


con los fines de protección de la norma infringida. Este requisito también se cumple: uno de
los fines de la norma que nos prohíbe disparar a otra persona en sus extremidades es evitar
que se produzca el menoscabo en la salud física de la víctima que es precisamente el
resultado que se ha producido. Así pues se cumple el tipo objetivo del delito de lesiones,
respecto del cual, Mohamed, sería el sujeto activo pues es el quien realiza la acción típica de
modo directo. Sería autor material conforme a lo establecido en el artículo 28. El sujeto
pasivo sería Munir ya que es el titular del bien jurídico que es la integridad física. El delito
está consumado puesto que se ha realizado el resultado que exige el tipo penal. En atención
a los medios empleados, concretamente la pistola, sería de aplicación el tipo agravado de
lesiones recogido en el artículo 148.1º. No cabría aplicar los tipos agravados del 149 y del 150
ya que la cojera no supone inutilidad o pérdida de miembro corporal o pierna. Los términos
pérdida o inutilidad se emplean cómo sinónimos por lo que ésta última ha de ser total para
equipararse a la primera. Y la cojera no implica una pérdida o inutilidad total de la pierna, si
bien tendrá efectos de cara a la responsabilidad civil que será analizada más adelante.
Confirmada la tipicidad objetiva.

C)Análisis imputacion subjetiva: El delito de lesiones es cometido por Mohamed a título


doloso. Ello porque se dan en dicho sujeto tanto el elemento intelectual como el elemento
volitivo de esta forma de tipicidad subjetiva. Es decir que Mohamed es consciente de que
está disparando a Munir y le quiere disparar. Deteniéndonos en el análisis del ánimo
específico que inspira el comportamiento de Mohamed, se puede afirmar que se trata de un
ánimo de lesionar y no de matar. En este sentido los hechos no se podrían considerar como
constitutivos de tentativa de homicidio ya que hay que descartar el animus necandi puesto
que el Mohamed, aunque usa un medio de suma peligrosidad como es la pistola, sólo
dispara una vez y a un órgano no vital. Una vez que hemos constatado la existencia de una
acción típica pasamos a comprobar si además es antijurídica. Para ello debemos comprobar
si concurren causas de justificación, como son la legítima defensa, el estado de necesidad y el
ejercicio legítimo de un deber o derecho. Es preciso afirmar que no concurre ninguna de
dichas causas de justificación. Habría que detenerse, no obstante, en el análisis de la legítima
defensa. Cabría pensar que la conducta de Mohamed podría estar amparada parcialmente
en la legítima defensa. No obstante, hay que desechar esa idea puesto que el primer
requisito de la legítima defensa tal y como establece el artículo 21.4 del Código penal es la
existencia de una agresión ilegítima por parte del sujeto, en este caso Munir, que sufre la
lesión. Dicho elemento, la agresión ilegítima, constituye un requisito esencial de esta causa
de justificación sin el cual no se puede apreciar ni como circunstancia eximente completa ni
incompleta. Y no existe agresión ilegítima por parte de Munir pues los empujones y los
insultos que le dirige a Mohamed se producen en el seno de una riña mutuamente aceptada.
Es Mohamed quien disparando reacciona de manera completamente desproporcionada y sin
respetar las condiciones de la riña.

4) Dicha riña mutuamente aceptada no constituye agresión ilegítima a efectos de considerar


la legítima defensa. Confirmada la antijuricidad habría que analizar la culpabilidad. Para ello
debemos considerar si Mohamed es consciente del carácter antijurídico de su
comportamiento o si por el contrario incurre en un error de prohibición Y hay que concluir
afirmando que Mohamed es consciente de lo prohibido de su comportamiento. Es de todo
punto inverosímil que un sujeto considere que en el contexto en que se sucedieron los
hechos, le esté permitido disparar a otro con una pistola en la pierna y causarle lesiones.
Confirmado el conocimiento de la antijuricidad pasamos a analizar la imputabilidad de
Mohamed, siempre en sede de culpabilidad. Y concluimos que Mohamed es imputable pues,
de acuerdo con los hechos probados, no concurre en él ninguna causa que le impida
comprender la ilicitud, ni comportarse de acuerdo con dicha comprensión. No concurre por
tanto ninguna causa que disminuya o excluya la imputabilidad. Hay que descartar en este
sentido la posibilidad de considerar que Mohamed se encuentre en un estado pasional de
arrebato u obcecación, regulado como atenuante en el artículo 21.3º del Código penal. Nada
indica que así fuera en el relato de hechos.

5) En conclusión: el disparo de Mohamed sobre la pierna de Munir provocando el menoscabo


en la integridad física de éste, constituye un delito doloso y consumado de lesiones del
artículo en relación con el artículo 148.1º. Se trata por tanto de una acción típica, antijurídica
y culpable de la que debe responder Mohamed a título de autor, respecto de quien no
concurren circunstancias modificativas de la responsabilidad penal. Se trata asimismo de una
acción punible, es decir, susceptible de ser castigada con la pena que para la misma prevé el
Código penal, dado que el tipo delictivo aplicable (el del artículo en relación con el 148.1º) no
exige condiciones objetivas de punibilidad ni resulta de aplicación al caso ninguna excusa
absolutoria.

6)Confirmados estos extremos pasamos a determinar e individualizar la pena: Al estar la


infracción consumada y haberla realizado el responsable a título de autor, el marco
penológico que le corresponde a Mohamed es el establecido en el artículo 148, es decir, la
pena de prisión de 2 a 5 años. Ello porque tal y como dispone el artículo 61, cuando la Ley
establece una pena, se entiende que la impone a los autores de la infracción consumada.
Luego el marco penal abstracto que le corresponde a Mohamed es de 2 a 5 años de prisión.
Este marco penal abstracto coincide con el marco penal concreto pues no concurren en
Mohamed circunstancias modificativas de responsabilidad. Por lo que respecta a la
individualización de la pena, es preciso advertir que en principio a Mohamed se le puede
imponer cualquier pena comprendida en el intervalo señalado. A falta de datos sobre su
nivel de integración social, situación laboral y cargas familiares, sería correcto elegir
cualquier pena concreta comprendida dentro del intervalo que va de los 2 a los 5 años de
prisión. Si se le impone la pena de prisión de 2 años, es decir, la pena mínima, entonces
habrá que considerar la posibilidad de que dicha pena de prisión se suspenda conforme a lo
establecido en los artículos 80 y siguientes del Código penal.

7)En materia de responsabilidad civil, es preciso advertir que el artículo 116 del código penal
español señala que toda persona criminalmente responsable de un delito o falta lo es
también civilmente si del hecho se derivaren daños o perjuicios. Tal es el caso de Mohamed a
quien hemos considerado penalmente responsable como autor del delito de lesiones,
causante del daño corporal y dejó como secuelas la atrofia muscular y cojera de una
extremidad inferior. A efectos de establecer dicha responsabilidad, habría que aplicar las
tablas de indemnización por daño corporal anexas a la ley 30/1995, referenciada en el
esquema de la teoría jurídica del delito.

8)La tenencia de la pistola por parte de Mohamed podría ser constitutivo de un delito de
tenencia ilícita de armas previsto en el artículo 564 del Código penal. Si bien, de acuerdo con
los hechos probados la pistola no ha aparecido y tampoco se dice en ningún momento que
Mohamed careciese de la correspondiente licencia. Por estos motivos y en base al principio
in dubio pro reo, entiendo que no existe base probatoria para condenar a Mohamed por el
delito de tenencia ilícita de armas

También podría gustarte