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Unidad de Aprendizaje:
Clínica de Nefrología
Docente:
Dra. Liliana Sánchez Vargas.
GLOMERULOPATIAS
Equipo
4
Elaborado por
Fragoso de la Cruz Daniela Sarahi
Grupo
3MM7
Fecha
14 / 06 / 2023
GLOMERULOPATIAS PRIMARIAS
ENFERMEDAD DE CAMBIOS MÍNIMOS
Definición.
Este trastorno, relativamente benigno, es la causa más frecuente de síndrome
nefrótico en niños y se caracteriza por glomérulos con apariencia normal en la
microscopía óptica.
Patogenia.
La patogenia de la enfermedad de cambios mínimos todavía se desconoce, pero se
plantea que se debe a moléculas circulantes que lesionan los podocitos y producen
la proteinuria por borrado de los pedicelos.
Cuadro Clínico.
Se manifiesta por evolución del
síndrome nefrótico y proteinuria
selectiva. No hay hipertensión, y
la función renal está conservada
en la mayoría de los pacientes.
Diagnóstico.
• Biopsia renal:
Es necesaria en todos los
adultos y en los niños con
presentaciones atípicas.
• Microscopia electrónica:
• Muestra edema con
tumefacción difusa
(borramiento) de los pedicelos de los podocitos epiteliales.
• Exámenes de sangre: Se presentará colesterol alto y bajos niveles de
albúmina en la sangre.
Tratamiento.
• Corticoesteroides (60 mg/m2 de prednisona por vía oral, 1 vez al día,
durante 4 a 6 semanas en niños, y 1 a 1,5 mg/kg por vía oral, 1 vez al día, 6 a
8 semanas en adultos.
• Los pacientes que mejoran deben continuar durante otras 2 semanas, y
luego pasar a un régimen de mantenimiento para disminuir la toxicidad (2
a 3 mg/kg en días alternos durante 4 a 6 sem en niños, y durante 8 a 12 sem
en adultos, y dosis en disminución durante los siguientes 4 meses).
• Pacientes que no mejoran con los corticoides, los que tienen recaídas
frecuentes y los dependientes de corticoides pueden lograr una remisión
prolongada con un fármaco citotóxico oral (generalmente, 2 a 3 mg/kg de
ciclofosfamida por día durante 12 semanas o 0,15 mg/kg de clorambucilo
por día, durante 8 semanas).
La mayoría de los pacientes que no mejoran con estas intervenciones responden a
terapias alternativas, como los inhibidores de la enzima convertidora de
angiotensina (ECA), azatioprina y micofenolato mofetilo.
Cuadro Clínico.
• En el 80% de los casos la NM se presenta con un síndrome nefrótico
completo, proteinuria >3.5 g/24h, hipoalbuminemia e hiperlipidemia.
• Hematuria microscópica (descartar trombosis venosa renal y tumor).
• Edema.
• Hipertensión (Insuficiencia renal).
• En casos graves hay presencia de glucosuria y túbulo toxicidad por una
proteinuria.
De forma secundaria se presentan otros trastornos, como:
• Infecciones (hepatitis B crónica, sífilis, esquistosomiasis, paludismo).
• Neoplasias malignas, sobre todo carcinoma de pulmón y de colon, y
melanoma.
• Enfermedades autoinmunitarias, sobre todo lupus eritematoso sistémico.
• Exposición a las sales inorgánicas ( oro, mercurio).
• Fármacos (penicilamina, captopril, antiirulamatorios no esteroideos).
Diagnóstico.
• Biopsia renal
• Evaluación de las causas secundarias.
• Estudio con microscopia electrónica:
Muestra que este claro engrosamiento se
debe, en parte, a unos depósitos
subepiteliales, agrupados contra la MBG,
separados entre sí por pequeñas
protrusiones a modo de espigas de la
matriz de la MBG y formados como
reacción a los depósitos (patrón en espiga
y cúpula)
Tratamiento.
El tipo de tratamiento debe de adaptarse a las características de cada paciente
Tratamiento conservador:
• Período de observación sin tratamiento inmunosupresor
Definición.
También llamada Glomerulonefritis mesangiocapilar.
Histológicamente, la GNMP se caracteriza por alteraciones de la MBG y del
mesangio, y por la proliferación de las células glomerulares.
Representa el 5-10% de todos los casos de síndrome nefrótico idiopático en niños y
adultos.
Cuadro Clínico.
Algunos pacientes presentan solo hematuria o proteinuria en rango no nefrótico;
otros tienen un cuadro combinado de síndrome nefrótico y nefrítico
• Sx Nefritico (agudo): Hipertensión, Hematuria y Proteinuria
• Sx Nefrotico (60-80%): Edema, Proteinuria (orina con espuma), Astenia
Hiporexia y Anorexia (pérdida del apetito).
Los pacientes con GnMP pueden presentar una enorme variedad de síntomas y
signos, desde: microhematuria aislada con o sin proteinuria, hasta la presencia de
síndrome nefrótico, sin que exista ninguna relación entre la forma patológica y la
forma de presentación.
El modo de presentación en aproximadamente el 50% de los casos es como un
síndrome nefrótico, aunque puede debutar como una nefritis aguda o una
proteinuria leve.
El pronóstico es malo en general.
La GNMP de tipo I también puede asociarse a otros trastornos (GNMP secundaria),
como:
• LES.
• Hepatitis B y C.
• Hepatopatía crónica e infecciones bacterianas crónicas.
De hecho, muchos de los casos considerados idiopáticos parecen estar relacionados
con la hepatitis C y la crioglobulinemia asociada.
Diagnóstico.
• Estudio con microscopía óptica:
Los glomérulos son grandes y muestran una acentuación de su aspecto
lobulado con proliferación de células mesangiales y endoteliales, e
infiltración leucocitaria.
• Microscopia electrónica:
La GNMP de tipo I se caracteriza por depósitos subendoteliales definidos.
• Inmunofluorescencia.
Tratamiento.
Al entender que la NIgA es una enfermedad mediada por inmunocomplejos, el
objetivo terapéutico es disminuir la respuesta inmune anormal y actuar sobre la
proliferación celular, la inflamación y la glomeruloesclerosis.
Tratamiento.
Aún no existe evidencia de un tratamiento eficaz y definitivo para esta patología.
• Utilización de inhibidores de la enzima conversora de angiotensina (IECA)
y antagonistas de los receptores de angiotensina II (ARA II) para preservar
la función renal en este grupo de enfermedades.
• En pacientes con GC3 primaria y fenotipo nefrítico-nefrótico, se han
probado numerosos esquemas terapéuticos, incluido el uso de corticoides e
inmunosupresores, plasmaféresis e intercambio plasmático.
• Se han descrito varios regímenes de tratamiento diferentes (MMF y
glucocorticoides, rituximab y eculizumab), pero los resultados son
limitados.
Patogenia.
La patogenia de la PHS no está bien establecida.
Para muchos autores la IgA parece tener un papel primordial tanto en la PSH como
en la nefropatía IgA22-24. En ambas enfermedades se ha encontrado un aumento
de células circulantes productoras de IgA con aumento de IgA sérica,
inmunocomplejos que contienen IgA y depósitos de IgA en glomérulo, piel e
intestino.
Por lo tanto, se ha sugerido que la PSH y la nefropatía IgA podrían ser expresiones
clínicas distintas de una misma entidad nosológica.
Cuadro clínico.
Se caracteriza por las siguientes manifestaciones clínicas:
• Afectación de la piel en forma de púrpura, simétrica y de predominio
en los miembros inferiores.
• Afectación articular en forma de artralgias y artritis
predominantemente en rodillas y tobillos.
• Afectación digestiva: Dolor abdominal, que puede acompañarse de
hemorragia
• Afectación Digestiva: Complicaciones poco frecuentes son la invaginación,
la perforación y la Pancreatitis.
• Afectación renal: En el 30-50% de los casos la hematuria macro o
microscópica, es la manifestación más frecuente, asociada o no a
proteinuria, en el 79% de los casos.
Solo el 21% de los que tienen afectación renal desarrollarán síndrome
nefrótico o nefrítico.
Las manifestaciones renales en el 80% de los casos aparecen durante las
primeras cuatro semanas, aunque pueden preceder al resto de las
manifestaciones extrarrenales.
Solo del 1 al 3% regresarán a la insuficiencia renal terminal.
Diagnóstico.
El diagnóstico se basa casi siempre en los síntomas.
El pediatra puede hacer análisis de sangre y de orina para ayudar a descartar otras
afecciones y controlar la función renal. No existe un análisis de sangre específico
para diagnosticar la púrpura de Schöenlein-Henoch.
A los pacientes con dolor abdominal intenso se les puede realizar una ecografía del
abdomen.
En el caso de pacientes que tienen síntomas parciales o inusuales, una biopsia de
piel o de riñón pueden ayudar al diagnóstico.
Tratamiento.
• El tratamiento de la PSH es sintomático, con reposo relativo durante el
brote, hidratación y analgésicos.
• Se recomienda la utilización de antiinflamatorios no esteroideos (AINE) si
hay dolor articular y/o abdominal.
Diagnóstico.
• El diagnóstico definitivo de la brucelosis se realiza con la evidencia de
Brucella en la sangre o en otros tejidos.
Un presunto diagnóstico en pacientes con infecciones activas también se puede
realizar mediante:
• Demostración alta de títulos de anticuerpos específicos para Brucella
(≥ 1:160):
La aglutinación del suero, es la prueba indirecta, así como el 2-
mercaptoetanol (2-ME), y aún más específica es la reacción en cadena de la
polimerasa.
Los criterios diagnósticos de la brucelosis en las regiones endémicas son:
• Un título ≥ 1:320 en STAT (prueba estándar de aglutinación en
tubo) y/o un título ≥ 1:160 en 2-ME.
➢ Frank O’Brien. (Jul. 2021). Lupus Eritematoso Sistémico (LES). MD, Washington
University in St. Louis, 26p.
➢ Kumar Vinay, Abbas, Abul K., Aster Jon C. (2018). Cap 12. Sistema
Hematopoyético y Linfático. Robbins Patología Humana. Elsevier España, 472p.
➢ Kumar Vinay, Abbas, Abul K., Aster Jon C. (2018). Cap 13. Infecciones Pulmonares.
Robbins Patología Humana. Elsevier España, 519p.