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CRISTIAN ALBERTO LOPEZ RUIZ

INGENIERIA INDUSTRIAL Y DE
SISTEMAS

CAMPUS LA FE

7MO TETRAMESTRE

2024

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¿Qué es un proyecto de inversión?

Si nos preguntas la definición de proyecto de inversión, podemos calificarlo como un conjunto de


actividades en el que se detallan los recursos económicos y humanos que son necesarios
para llevar a cabo y obtener una rentabilidad futura. Así, por definición, una inversión supone la
necesidad de obtener un retorno (Return On Investment – ROI), ya que de otro modo no se justifica
la necesidad de realizar una inversión económica y estaríamos hablando de otros conceptos.

Por lo general, un proyecto de inversión está ligado a un negocio rentable y a un análisis coste
beneficio, en el que se intenta aplicar una metodología y se analizan diferentes claves para poder
hacer que el proyecto sea viable económicamente y pueda tener éxito.

Pasos para valorar un proyecto de inversión

Un proyecto de inversión, para que pueda llevarse a término, debe medirse en todas sus
dimensiones: económica, legal, técnica, social y ambiental. Considerando estos aspectos, se puede
decidir llevar a cabo una inversión en función de la rentabilidad y viabilidad del proyecto.

Es importante tener claro que los beneficios de un proyecto de inversión no son seguros, se trata
de una evaluación en el que se trata de determinar si el proyecto es o no factible. Hay varios pasos
que hay que tener en cuenta para ver si el proyecto puede funcionar.

1. Definición del proyecto

Todo proyecto de negocio rentable trata de resolver un problema o cubrir una necesidad. Esto permite
desarrollar el proyecto de forma conceptual antes de valorar su viabilidad económica.

2. Investigación de mercado

Es imprescindible conocer la competencia y la demanda de la solución o producto que deseamos


proponer. Si existe una demanda que se puede cubrir, entonces el proyecto es rentable
económicamente y puede tener visos de funcionar, aunque hay que analizar otros aspectos.

3. Estudio técnico del proyecto

Para poder cubrir la demanda de acuerdo a su necesidad, es necesario elaborar un estudio técnico
de proyecto. ¿Qué medios se van a utilizar para poder realizar ese proyecto? Las empresas suelen
necesitar maquinaria, personal, tecnología, instalaciones y otros elementos que suponen un coste,
pero que pueden ayudar a obtener una rentabilidad.

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Métodos para calcular los indicadores clave

A la hora de determinar la idoneidad y rentabilidad de un proyecto, es necesario conocer los


indicadores clave.

Valor Actual Neto (VAN)

Se trata de la diferencia entre los ingresos futuros y la cantidad que se invierte para poner en
marcha el proyecto. Cuando la relación entre estos dos elementos es positiva, hablamos de un
proyecto rentable. Sin embargo, si es necesario seguir invirtiendo indefinidamente y los ingresos
nunca llegan a cubrir la inversión, es un proyecto que no resulta rentable.

Además, hay que tener en cuenta el factor tiempo. No es lo mismo hacer una inversión continuada
durante 1 año que durante 5 años. Si la rentabilidad de un proyecto se alarga demasiado en el tiempo,
se puede considerar que llevar a cabo esa inversión tendría un alto coste de oportunidad, y aunque
sea rentable en el largo plazo, puede no ser conveniente, aunque en el largo plazo se recupere el
100% de la inversión.

Tasa Interna de Retorno (TIR)

Otro de los elementos que se puede analizar en un proyecto de inversión es el TIR o Tasa Interna de
Retorno. Se trata de un elemento en el que se determina la ganancia o pérdida que tiene un
proyecto para todas las partes. Este elemento se mide en porcentaje. Hablamos de la tasa de
retorno de la inversión.

La forma de calcular el TIR es la siguiente: restar el valor inicial (costes) al valor final (ventas), dividir
el resultado por el valor inicial y multiplicarlo por 100.
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Cuando el TIR es igual a cero, significa que sería indiferente realizar o no el proyecto de inversión,
ya que no se va a obtener una rentabilidad, aunque tampoco se pierda dinero. Si en cambio el TIR
es superior a la rentabilidad mínima aceptable, entonces es un proyecto rentable, mientras que si es
menor que el TIR, entonces es un indicador de que supondría un alto coste de oportunidad de llevarlo
a cabo y no vale la pena.

Plazo de Recuperación (Pay-back)

Otro de los elementos que puedes utilizar para analizar la rentabilidad de un proyecto de inversión
es el Pay-back. Se trata de un indicador financiero en el que se valoran las inversiones según el
plazo que tardará la empresa en llevar a cabo la recuperación del capital invertido. La inversión
es más rentable cuando permite recuperar en menos tiempo los recursos invertidos. Además, se
puede relacionar con los otros indicadores mencionados, como el TIR o el ROI.

Un proyecto no es rentable el primer año que obtiene beneficios, sino cuando el total de los beneficios
obtenidos a lo largo de uno o más ejercicios cubre totalmente la inversión inicial realizada. A la hora
de calcular el Pay-back, vemos que por ejemplo que una empresa puede perder dinero en el primer
año de inversión, lo que se suma al coste de la inversión inicial realizada. Cada año se van añadiendo
a la inversión realizada los beneficios o pérdidas que haya habido. Cuando se ha superado la cifra
de cero (es decir, se ha cubierto todo el capital invertido y se ha ganado dinero), disponemos de la
cantidad de años que se ha tardado para obtenerla.

El Pay-back nos muestra la liquidez que tendrá un proyecto de inversión y cuál será su riesgo, nos
proporciona seguridad y confianza y puede ser un indicador muy útil cuando se trata de invertir en
proyectos de alto riesgo.

5 pasos para un proyecto de inversión

1. Establece una meta


Todo proyecto exitoso nace de un objetivo bien definido y de implantar los plazos adecuados. A
partir de ahí será necesario recopilar toda la información y plasmarla en un documento que
conviertas en tu ruta de acción. El secreto es que ese programa sea minucioso, realista y
optimizado.

2. Enlista necesidades
Aunque existen diferentes tipos de proyectos de inversión, todos coinciden en el punto de elaborar
una lista de lo que tu empresa requiere para comenzar su actividad: financiaciones y gastos
iniciales.

3. Realiza un presupuesto de inversiones


Analiza las características que requiere tu negocio en cuanto a herramientas,
maquinaria, software o cualquier otro elemento. Lo ideal es que realices una clasificación de
necesidades para la operación diaria: recursos humanos, inmobiliario, servicios, etc.

4. Valora y compara
Pide varios presupuestos para poder conocer el costo de los elementos que comprarías hoy si
tuvieras que hacerlo. Valora el resto de los fondos empresariales que supondría su puesta en
funcionamiento (en caso de que los haya).

5. Planifica las operaciones


Una vez que tengas el listado de las necesidades, actividades y los diversos presupuestos de
inversiones, es momento de crear un plan de acción con fechas concretas. De esta forma tendrás
visibilidad del financiamiento que necesitarás en cada etapa del desarrollo de tu negocio.
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