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PRODUCTO ACADÉMICO FINAL

FACULTAD DE DERECHO

ESCUELA ACADÉMICA PROFESIONAL


DE DERECHO
TEMA:
Análisis de la Resolución N° 3255-2015/SPC-INDECOPI, emitida por la Sala
Especializada en Protección al Consumidor del INDECOPI

ASIGNATURA:

Derecho de Consumidores

Integrantes:

 Jackeline Fátima Mamani Farfán 73076234

Cusco-Perú

2023

INTRODUCCION
El estado peruano, en su Constitución vigente de 1993, procura la defensa del
interés del consumidor o usuario, tipificando una defensa genérica sobre el
derecho a la información que tienen estos por los productos o servicios que
podrían adquirir, velando en ese sentido por su salud y seguridad. En relación
con esto, el Código de Protección y Defensa del Consumidor complementa
regulando sobre la necesidad de proteger al consumidor por su evidente
posición de inferioridad frente a su proveedor.

Asimismo, el Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la


Protección de la Propiedad Intelectual (en adelante, INDECOPI) tipifica como
infracciones en los casos que, sin que medie una razón objetiva, se prohíbe el
ingreso de una persona o un grupo de personas a un local por su condición
social, edad, género, raza, etc., en aras de proteger el derecho de igualdad y el
mandato de no discriminación, el INDECOPI, a través de la Sala Especializada
en Protección al Consumidor del Tribunal de Defensa de la Competencia y de
la Propiedad Intelectual (en adelante, la Sala), diferenciaba tres (3) supuestos:
el trato diferencia lícito, el trato diferenciado ilícito y la discriminación en el
consumo. No obstante, este criterio cambió a partir de la Resolución N° 2025-
2019/SPC-INDECOPI del 24.07.2019, pues se suprimió el supuesto del trato
diferenciado ilícito al determinarse que toda conducta que implique un trato
diferenciado, sin que medien causas objetivas y razonables, calificaría como un
acto discriminatorio. En otras palabras, el criterio actual ya no requiere que
dicho trato se fundamente en uno o más de los motivos prohibidos establecidos
en el numeral 2 del artículo 2 de nuestra Carta Magna.

Ahora bien, el objetivo general al que se quiere arribar en el presente trabajo de


investigación es el siguiente: tener conocimiento y realizar un análisis de la
Resolución N° 3255-2015/SPC-INDECOPI; determinar son los principales
fundamentos en los que la SPC basó su pronunciamiento y por último
fundamentar nuestra opinión respecto a lo resuelto por la SPC en el caso
expuesto.
.
¿De qué trata el caso expuesto en la Resolución N° 3255-2015/SPC-
INDECOPI? Realizar un resumen y análisis de los hechos.

El caso expuesto trata del hecho suscitado en el centro comercial Plaza San
Miguel, donde Julio Lavalle Sotillo se encontraba sentado con el que fuese su
pareja, demostrando el afecto propio de una persona enamorada. Pasado un
tiempo de estar sentados, son abordados por un vigilante del centro comercial,
el cual con prepotencia comienza a regañarles por tales actos. La pareja
intenta decirle que había otras personas haciendo lo mismo, a lo que el guardia
responde que por ellos no habría problemas ya que eran mujer y hombre.
La persona agraviada denuncio tales hechos a INDECOPI. La CPC, comenzó
una investigación respecto a los hechos, sin llegar a encontrar fundamentación
objetiva en los descargos que presentó la empresa. Por lo tanto, mediante la
Resolución N° 241-2015/ILN-CPC la sancionó con 10 UIT y ordenó como
medidas correctivas, que la empresa capacite a su personal sobre tópicos
relacionados a la discriminación e igualdad en las relaciones de consumo. Así
mismo, dictaminó que colocase en sus establecimientos, carteles donde deje
constancia que no discrimina por razón de orientación sexual, raza, religión,
etc. Este centro comercial, apeló dicha resolución, argumentando
principalmente que la CPC había erróneamente comparado la calidad de
consumidores de los agraviados, ya que ellos habían comentado que habían
recurrido a su establecimiento a conversar. La SPC, con Resolución N° 3255-
2015/SPCINDECOPI confirma la sanción puesta en primera instancia,
argumentando - además de que la acción de la empresa era una clara
manifestación de discriminación - que si bien es cierto, la empresa no llegó a
ofrecer algún producto o servicio a los agraviados, estos al estar dentro del
local (el cual es un establecimiento abierto al público) se hallaban expuestos a
una relación de consumo, y el cual pudo haberse realizado si es que no se
hubiese presentado esta problemática. Por lo tanto sancionó al centro
comercial con una multa de 8 UIT, más la aplicación de medidas correctivas
complementarias a fin de evitar que a futuro pase un hecho similar.
¿Cuáles son los principales fundamentos en los que la SPC basó su
pronunciamiento?
La sala baso sus fundamentos en:
[...] una conducta es discriminatoria cuando no se aplican las mismas
condiciones comerciales a consumidores que se encuentran en situación de
igualdad y cuando la conducta infractora está motivada por la pertenencia del
consumidor a un grupo humano determinado, lo cual se sustenta en prejuicios
que afectan la dignidad de las personas. cabe resaltar que el tipo infractor de
discriminación en el consumo no se restringe a supuestos de negativa de
contratar, pudiendo comprender también restricciones arbitrarias o
interrupciones del servicio verificadas una vez entablada la relación de
consumo. En ese contexto, podemos concluir que la discriminación en el
consumo se materializa cuando el proveedor trata de manera diferente e
injustificada al consumidor que busca adquirir un producto y/o servicio que
ofrece, sustentado su conducta en alguno de los motivos prohibidos, estando
en una etapa preliminar, dentro o expuesto a una relación de consumo.
Ahora bien, el artículo IV del Título Preliminar del Código recoge la definición
legal de consumidor de acuerdo con lo siguiente:

“Artículo IV. Definiciones Para los efectos del presente Código, se entiende
por: 1. Consumidores o usuarios
1.1 Las personas naturales o jurídicas que adquieren, utilizan o disfrutan como
destinatarios finales productos o servicios materiales e inmateriales, en
beneficio propio o de su grupo familiar o social, actuando así en un ámbito
ajeno a una actividad empresarial o profesional. No se considera consumidor
para efectos de este Código a quien adquiere, utiliza o disfruta de un producto
o servicio normalmente destinado para los fines de su actividad como
proveedor.
1.2 Los microempresarios que evidencien una situación de asimetría
informativa con el proveedor respecto de aquellos productos o servicios que no
formen parte del giro propio del negocio.
1.3 En caso de duda sobre el destino final de determinado producto o servicio,
se califica como consumidor a quien lo adquiere, usa o disfruta”.
De lo anterior podría inferirse que únicamente aquellas personas que
adquieran, utilicen o disfruten el producto o servicio ofrecido por el proveedor,
esto es, que se encuentren inmersas en una efectiva relación de consumo,
calificarían como consumidores en los términos de la normativa de protección
al consumidor. Siguiendo tal razonamiento, la denuncia de una persona que no
cumpla las características antes mencionadas, debería ser declarada
improcedente en todos los casos.
Sin embargo, y conforme ya ha sido expuesto en anteriores pronunciamientos,
debe tenerse en cuenta que la lógica de las normas de protección al
consumidor no coincide necesariamente con aquellas que guían el derecho civil
contractual o el sistema de responsabilidad civil, sino que tiene un cariz distinto,
una significación más amplia de sus conceptos, como es la noción de
consumidor, debido a la vocación de dichas normas de otorgar una “especial
protección” a los consumidores, en fiel cumplimiento 4 Véase la Resolución
22132013/SPCINDECOPI del 19 de agosto de 2013. 9/32 TRIBUNAL DE
DEFENSA DE LA COMPETENCIA Y DE LA PROPIEDAD INTELECTUAL Sala
Especializada en Protección al Consumidor RESOLUCIÓN 32552015/SPC-
INDECOPI EXPEDIENTE 3252014/ILNCPC del artículo 65º de la Constitución
citado precedentemente. En tal sentido, el 5 artículo II del Título Preliminar del
Código establece que las normas de protección al consumidor deben ser
interpretadas en el sentido más favorable al consumidor.
En virtud de lo anterior, la Sala reconoció que existen supuestos excepcionales
en los que el proveedor denunciado no ha prestado efectivamente un servicio
al denunciante, es decir, no se configura propiamente una relación de
consumo, y, pese a ello, en virtud de una interpretación pro consumidor, se
considera como consumidores a tales denunciantes teniendo en cuenta que se
han visto expuestos o comprendidos indirectamente a los efectos de una
relación de consumo.

3. ¿Cuál es su opinión respecto a lo resuelto por la SPC en el caso


expuesto? Argumente su posición.
Para la Sala fue fundamental que, de los videos proporcionados por los
denunciantes, se desprendía una desvaloración por parte del personal de
seguridad a su orientación sexual respecto de la orientación sexual de otras
parejas que se encontraban en la misma zona del centro comercial, siendo que
la denunciada no demostró la existencia de causas distintas a la discriminación
que justificaran dicho trato diferenciado. En tal sentido, la Sala señaló que, si
bien rechazaba las conductas obscenas realizadas en un lugar público por
cualquier persona independientemente de su orientación sexual, dichas
conductas alegadas por la denunciada no fueron probadas en el caso concreto,
por lo que esta debía ser sancionada. Este pronunciamiento es particularmente
importante pues no solo es el primer caso donde, a nivel del Tribunal del
Indecopi, se reconoce y sanciona la discriminación en el consumo por
orientación sexual en la modalidad de represión de manifestaciones de afecto
de parejas, sino porque además revierte el criterio establecido en el caso
Supermercados Peruanos.
La sala se pronuncio de forma que otros establecimientos no actúen de la
misma manera, ya que la igualdad de trato, no debe estar supeditada a tu
orientación sexual, raza o etnia, por tanto es necesario crear cultura de
tolerancia en las personas a fin de que no se vuelva a realizar acciones que
contraviene los derechos fundamentales de las personas.

CONCLUSIONES
1. El derecho a la igualdad no solo tiene como finalidad que las personas sean
tratadas como iguales, sino también que aquellas que se encuentran en una
situación similar sean asistidas en igualdad de condiciones. De ahí que, se
afirme que este derecho implica un tratamiento igual a los iguales y desigual a
los desiguales.
2. La discriminación es un acto mediante el cual una persona trata de manera
diferente a otra, basándose en alguno de los Motivos Prohibidos, es decir,
afectando su dignidad personal. Este tipo de conductas no han sido ajenas a
las relaciones de consumo, por lo que, a nivel normativo, el mandato de no
discriminación ha sido recogido como derecho de los consumidores y como
deber de los proveedores en el Código.
3. Existe la necesidad establecer una distinción entre tipo infractor asociado a
la discriminación y el trato diferenciado ilícito, debido a que el cambio de criterio
afecta negativamente a (i) los proveedores, pues la equiparación indebida una
conducta que solo vulnera el principio de igualdad con un acto discriminatorio,
lacera su reputación e impacta directamente en su economía, y (ii) los
consumidores, dado que la unificación de un único tipo infractor, complejiza la
dinámica probatoria que se ha venido desarrollando en los casos de
discriminación en el consumo.
4. El criterio adoptado por la Sala no desincentiva que los proveedores incurran
en actos discriminatorios, sino que, por el contrario, podría impulsar la
materialización de incentivos perversos que les permitan evitar las
consecuencias económicas adversas que genera dicho criterio.

REFERENCIA:
 Resolución 3255-2015/SPC-INDECOPI del 19 de octubre del 2015.
 Constitución Política del Perú (1993).
 Código del consumidor.

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