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Estudio Introductorio

Desarrollo y evolución de la Teoría de Relaciones Internacionales


Yleana M. Cid Capetillo

El estudio de “lo internacional”, o por lo menos la reflexión sobre los vínculos


entre diferentes naciones, tiene un origen tan remoto como el del pensamiento
filosófico, histórico, jurídico y político. Sin embargo, no es sino hasta que se
produce el surgimiento institucional de una disciplina universitaria, que recibe
diferentes denominaciones (International Affairs, World Politics, World Affairs),
que termina siendo reconocida como Relaciones Internacionales, después de un
debate –que en algunos sentidos persiste hasta la actualidad– principalmente
por el término acuñado por Jeremy Bentham, el cual se refiere a la suma de la
historia diplomática y de la política exterior de los Estados; por ello algunos
autores preferían el de Relaciones Interestatales que alude al reconocimiento de
que el Estado se constituyó como el actor dominante de la política mundial.
Mientras que otros, se inclinan por denominarla Sociología de las Relaciones
Internacionales, pues estudiamos a la sociedad internacional en su desarrollo
como tal a través de la historia.
No es casualidad que la preocupación por explicar el acontecer
internacional haya conducido a la creación de dos instituciones de investigación.
La Carnegie Endowment for International Peace que apareció en 1910, junto con
su Revista International Conciliation,1 la cual ha delineado el camino del
conocimiento en materia de política internacional durante más de un siglo. Y la
segunda, la World Peace Foundation.2
Asimismo, durante los años previos al fin de la Primera Guerra Mundial, la
inquietud por dar una solución a la guerra y consumar la paz llevaron a la
publicación de tres textos fundamentales que pusieron de manifiesto la
necesidad de crear una disciplina encaminada al estudio de lo internacional. El
primero fue el de Paul Reinsch intitulado World Politics at the End of Nineteenth
Century en 1900; el segundo, An Introduction to the Study of International

1
New York: American Branch of the Association for International Conciliation, 1907-1972, en
https://www.worldcat.org/title/international-conciliation/oclc/1586943
2
Vigente hasta la actualidad, fundada por Edwin Ginn en 1910. Ver su sitio en la Universidad de Tufts en
https://sites.tufts.edu/wpf/history/

Antología Teoría de Relaciones Internacionales


Dra. Yleana M. Cid Capetillo
2

Relations en 1916: y el tercero tenía por título Imperialismo. Fase superior del
capitalismo de Lenin, el cual apareció en 1917.
Se insiste en el hecho de que el fin de la Primera Guerra Mundial, las
negociaciones de paz de París y el anuncio de los 14 puntos del presidente
estadounidense Woodrow Wilson, favorecieron un contexto que articuló un
cuerpo normativo que permitiera ordenar la política mundial, manejar las
condiciones que impulsan el enfrentamiento bélico y promover la paz. Por ello
es que en las negociones de Paz de París se acuerda la creación de la Royal
International Society en Londres y el Council on Foreign Relations en Nueva
York.3 Posterior a esto y producto de todas las condiciones antes mencionadas,
se promueve la impartición de la primera cátedra denominada “Woodrow Wilson”
de Política Internacional a cargo de Alfred Zimmern en la Universidad de
Aberystwyth en el País de Gales.
Entre 1919 y 1939 antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial, se
impone una visión que más que explicar los procesos internacionales, busca
normarlos. Sus cimientos son eminentemente históricos, jurídicos y éticos, lo
cual es tangible en el manejo del discurso aunque, obviamente, disfraza una
política de poder, misma que es evidenciada por E.H. Carr en su libro The Twenty
Years Crisis,4 en donde plantea el debate que se estaba produciendo entre lo
que él denominó como idealismo (también conocido como utopismo o
liberalismo) y una nueva visión que estaba siendo planteada por otros autores,
como Reinhold Niebur, a la cual se le bautizó como realismo.
Una vez empezada la guerra, en 1941 aparece un libro que adopta esta
visión, aunque el autor establece que pretende hacer un estudio de carácter
sociológico. Nos referimos a La Política del Poder, de Georg Schwarzenberger5
que, junto con el más famoso Política entre las naciones. La lucha por el poder

3
Ver Robert D. Schulzinger et al., Los sabios de los asuntos exteriores.la historia del Consejo de Asuntos
Exteriores, Ed. Prisma, Mexico, 1986, 349 pp.
,4 Ver la edición en español: E.H. Carr, La crisis de los veinte años (1919-1939). Una introducción al
estudio de las Relaciones Internacionales, Traduc. Emma Benzal Alonso, Pról. Esther Barbé, Libros de la
Catarata, Madrid, 2004, 321 pp.
5
Hay traducción al español: Georg Schwarzenberger, La política del poder. Estudio de la sociedad
internacional, Traduc. Julieta Campos y Enrique González Pedrero, Fondo de Cultura Económica, México,
1960.
3

y por la paz,6 de Hans J. Morgenthau, plantean los principios que deben guiar la
comprensión de la política internacional.
La esencia del pensamiento realista consiste en señalar que la política
internacional es fundamentalmente desarrollada por el Estado, que se
desenvuelve en un medio anárquico y que actúa con base en el interés definido
en términos de poder. Raymon Aron, en 1961, en su libro Paz y Guerra entre las
naciones,7 completa el análisis al profundizar en las razones del monopolio legal
y legítimo de la violencia por parte del Estado y profundiza en las condiciones
que permiten la existencia de la anarquía en el medio internacional. Él plantea
que los actores principales de las relaciones internacionales son el soldado y el
diplomático, que se derivan de la dicotomía que las caracteriza: la guerra y la
paz.
Cuando, a principios de la década de los sesenta, Thomas Kuhn publica
su libro La estructura de las revoluciones científicas,8 se introduce en nuestra
disciplina la noción de paradigma para diferenciar las corrientes teóricas que en
su seno se han desarrollado, por ello es que los términos de paradigma, teoría y
corriente de pensamiento se utilizan de manera indistinta, aunque entre ellos
exista diferencia. Por otra parte, Hans Morgenthau había publicado en The
American Science Review, en 1952, un artículo con el título de “Another Great
Debate”.
Con estos hechos, se empieza a hablar del desarrollo de la disciplina a
partir de debates identificables, el primero entre el idealismo y el realismo, en
donde se resalta el hecho de que se enfrentan paradigmas opuestos o en pugna,
como dirían después Dougherty y Pfaltzgraff;9 el segundo entre el realismo y el
cientificismo. Entre finales de la década de los 50 y toda la de los 60 se produce
el auge de la concepción cientificista que sostiene con el realismo un debate que
más que inter-paradigmático es intra-paradigmático puesto que sustenta los
mismos principios gnoseológicos que se venían sosteniendo en las corrientes

6
La más reciente edición en español es: Hans J. Morgenthau, Política entre las naciones. La lucha por el
poder y la paz, Edición revisada por Kenneth W. Thompson. Traduc. Herber W. Olivera, 2a. ed., Grupo
Editor Latinoamericano, Argentina, 1986.
7
Raymond Aron, Paz y guerra entre las naciones, Traduc. Luis Cuervo, Ed. Revista de Occidente, Madrid,
1963.
8
Hay varias ediciones de: Thomas Kuhn, La estructura de las revoluciones científicas, Breviarios del
Fondo de Cultura Económica, México.
9
Ver James E. Dougherty y Robert L. Pfaltzgraff (hijo), Teorías en pugna en las Relaciones
Internacionales, Trduc. Cristina Piña, Grupo Editor Latinoamericano, Buenos Aires, 1993.
4

tradicionales –conocidas en EU como el main stream– pero plantea una seria


querella por las deficiencias metodológicas que habían detenido el desarrollo
científico de Relaciones Internacionales.
Impresionados por los avances que se daban en la Economía, en la
Psicología, en las Matemáticas e incluso en la Lingüística, se propone una serie
de “teorías”, que en realidad eran en su mayoría modelos, como la Teoría de los
Juegos10, la Teoría de la Negociación Internacional,11 la Teoría del Conflicto,12
las Técnicas de Simulación, la Teoría de las Comunicaciones,13 la Teoría de
Sistemas,14 entre otras. Modelos que, al final, lo que buscan era dotar de un
cuerpo duro a Relaciones Internacionales introduciendo el uso de variables
numéricas y su interpretación a través de la estadística sin desprenderse de las
explicaciones cualitativas.
Para hacer referencia a las teorías o modelos antes mencionados
explicaremos de manera superficial cuál es el objetivo de cada una de ellas. Por
ejemplo, la teoría de juegos parte de la idea de un hombre lúdico, es decir que
sólo a través del juego el hombre se desarrolla, esto a nivel internacional nos
refiere el juego de estrategias que deben seguir los Estados. La propuesta es
que el juego se haga sólo entre dos actores o entre una cantidad ilimitada de los
mismo en donde haya ganadores y perdedores, siendo los primeros acreedores
a alguna compensación o ganancia.
En el caso de la teoría de la negociación digamos que es una conjunción
de varias teorías: teoría de juegos, teoría de la organización, teoría de la
comunicación, teoría de la evidencia, teoría de la opción y teoría de la decisión
colectiva, entre otras, pues presupone la existencia de un conflicto y da por
sentado un interés común de las partes que intervienen para resolverlo a través
de la negociación. Una de las concepciones más importantes de esta teoría es
la de la “estrategia” que es vista como la aplicación de la fuerza potencial.

10
Ver Thomas C. Schelling, Estrategia del Conflicto, Traduc. Adolfo Martin, Estructura y Función, Ed.
Tecnos, Madrid, 1964.
11
Alfred Zimmerman es su representante más destacado.
12
Jessie Bernard, “El estudio sociológico del conflicto”, en Stanley Hoffman, Teorías contemporáneas
sobre relaciones internacionales, op cit., pp. 163-173.
13
Karl Deutsch, Los nervios del gobierno, Traduc. Alberto Ciria, Edit. Paidós, Argentina, 2ª edic., 1971,
pp. 171-271.
14
Morton Kaplan, “Sistema y proceso de la política internacional”, en Stanley Hoffman, Teorías
contemporáneas sobre relaciones internacionales, op. cit., pp. 141-161.
5

Mientras que la teoría de sistemas tiene diversos usos: 1) Permite exponer


explícitamente el conjunto de variables acerca de las cuales se enuncian
diversas proposiciones (estructura). 2) La teoría –en particular la teoría de los
sistemas- permite la integración de variables procedentes de disciplinas
distintas. 3) El investigador debe constatar si las variables elegidas son
relevantes. Por tanto, aunque la teoría no es una garantía de perfección como
no es tampoco una garantía de intuición creadora, nos da un método explícito y
adecuado para eliminar o detectar las deficiencias en el tratamiento de un tema.
4) La teoría proporciona un método para “ajustar” las semejanzas estructurales
de una materia a otra. Especialmente, permite un rápido estudio de las
semejanzas y las diferencias entre tipos de estructuras que de otro modo serían
totalmente distintas.
La teoría de las comunicaciones, por su parte, da gran importancia a la
información y los canales de comunicación que permitan al receptor identificar el
verdadero significado de los hechos. La información puede medirse y contarse,
y el funcionamiento de los canales de comunicación para transmitir o distorsionar
la información puede evaluarse en términos cuantitativos. Así, uno de los
métodos de medición es la psicología del rumor –que funciona como el juego de
teléfono descompuesto.
Con sustento en los estudios del conductismo (behaviorismo, en su
término españolizado) desarrollados dentro de la Psicología, John Burton hace
importantes aportaciones para la comprensión de la manera en cómo se
conducen los actores internacionales en sus relaciones políticas.15
Desde la Teoría de los Sistemas, Morton Kaplan hace su aplicación al
estudio de la política internacional con una trascendencia bastante considerable.
Y, finalmente, desde las Teorías de la Comunicación, Karl Deutsch hace su
propia propuesta sobre las bases de la comunicación en la política internacional.
Definitivamente, desde finales de la década de los años 40 hasta muy
entrada la década de los 70 se produce un predominio incuestionable de la
política del poder o del realismo político (Real Politik),16 que está íntimamente

15
John W. Burton. “La dinámica del cambio en la sociedad mundial”, en El estudio científico de las
relaciones internacionales, CRI, FCPS, UNAM, México, 1970, pp. 85-104.
16
John A. Vasquez, en su tesis doctoral que después presenta en su libro El poder de la política del poder,
Traduc. Ana Stellino. Ediciones Gernika, México, 1991. En donde se encarga de demostrar con datos
6

asociado a la preponderancia de las visiones de las escuelas estadounidenses,


de donde se lanza la idea de que la nuestra es “la primera ciencia americana”17.
Se afianzan las ideas de que el Estado soberano en un medio anárquico busca
su supervivencia a través de la autoayuda (self help), que es un actor unitario y
racional que, por lo tanto, elige sus opciones con base en esta consideración
(rational choice).
Sin embargo, incluso utilizando la metodología propuesta por Thomas
Kuhn, debemos señalar que el paradigma del Realismo Político coexiste con
otras propuestas que se derivan de paradigmas subordinados que cuestionan al
dominante. En este caso, debemos señalar que desde mediados de la década
de los 60 pero sobre todo a lo largo de toda la de los 70, desde la Sociología y
la Economía latinoamericanas se empieza a armar una explicación de la manera
en que se desenvuelve el capitalismo en un proceso de internacionalización con
base en dos procesos que dan nombre a sendas teorías: la dependencia 18 y el
imperialismo19. Todo ello desde una visión marxista que no sólo explica la
vinculación de los países del Tercer Mundo con los industrializados, sino que
además desmiente la validez de la denominación de países “en vías de
desarrollo” o “subdesarrollados”, puesto que se demuestra que el desarrollo, la
opulencia, la industrialización, de cara a la pobreza o rezago en los países del
sur, forman parte de la misma lógica del desarrollo desigual y combinado del
capitalismo, sus formas de explotación, la ley de la división del trabajo y, más
tarde, las teorías del imperialismo sostienen que no hay tal división entre norte y
sur puesto que en nuestros países hay sectores amplios y sólidos de burguesía
que se beneficia de los mismos procesos.
Las anomalías que se le van presentando al paradigma realista una vez
que ya no puede dar respuesta a las interrogantes que levantan los cambios
internacionales, dan pauta al surgimiento de múltiples y variadas críticas que se
producen incluso en su seno.

estadísticos, bibliográficos y de programas de investigación, que la política del poder ejercía una hegemonía
incuestionable en las escuelas y universidades estadounidenses.
17
Stanley Hoffmann. “An American Social Science: International Relations”, en James Der Derian (editor),
International Theory. Critical Investigations, New York University Press, New York, 1995, pp. 212-241.
18
Los autores más destacados son Ruy Mauro Marini, Theotonio Dos Santos, Vania Bambirra, entre otros.
19
Ver los estudios de Annouar Abdel Malek y de Samir Amin.
7

Entre los cuestionamientos más interesantes que se producen en la


década de los 70 se debe mencionar el que realiza la Teoría de la
Interdependencia,20 que plantea que el Estado no es más el actor dominante en
la sociedad internacional, que la jerarquía de los temas se ha disuelto y que hay
una agenda internacional más diversificada en la que los temas también son
sociales y económicos y ya no sólo político militares, que existen una serie de
canales de comunicación (como los transgubernamentales) y que la situación de
interdependencia compleja se extiende por el mundo con características de
sensibilidad y vulnerabilidad dependiendo de la asimetría entre los países.
La indecisión o indeterminación que caracteriza a la Teoría de la
Interdependencia anuncia la división que se daría después entre quienes se
apegan más a las visiones realistas y quienes prefieren las idealistas, dando
paso a los neos, que al irse afirmando en sus revisiones y propuestas arman una
serie de versiones a las que Robert O. Keohane aglutinó bajo la denominación
de reflectivistas.
Los neo-realistas, como Kenneth Waltz, dentro del debate que se ha
producido en la teoría de Relaciones Internacionales responden a la pretendida
superación del realismo y, junto con él, de las corrientes tradicionalistas que
sostienen que el sistema westfaliano está extinto –o en vías de extinción- sobre
todo porque el Estado (en el contexto del neoliberalismo y la globalización) vio
muy reducido su campo de acción en un juego de suma cero en el que las
capacidades y tareas que perdió, que abandonó o que no fue capaz de ejercer
fueron asumidas por otros actores de carácter económico (empresas
transnacionales) o social (organizaciones no gubernamentales). A esos
argumentos, el citado autor replica que, se ha producido un cambio en el
sistema, no un cambio de sistema y que el Estado reserva capacidades que no
le son ni le pueden ser arrebatadas por otros actores.
Los neo-idealistas o neo-liberales han dado consistencia a una corriente
que se reconoce como institucionalista y que hereda del utopismo la confianza
en que la creación de instituciones internacionales, su respeto y observancia,
son la única garantía de contener la política de poder y construir un mundo en el
que predomine la cooperación.

20
Robert O. Keohane y Joseph S. Nye, Poder e interdependencia. La política mundial en transición,
Traduc. Herber Cardoso Franco, Grupo Editor Latinoamericano (GEL), Buenos Aires, 1988, 305 pp.
8

También con esta confianza, los constructivistas que introducen el término


de agente para sustituir el de actor, preferido por la corriente tradicional, dicen
que la anarquía no es una realidad pre-existente que se les impone a los estados
sino que es lo que ellos mismos han querido construir, pues al final las relaciones
en la sociedad internacional son construcciones derivadas de las prácticas
sociales dentro de ella.
Así, la Teoría de Relaciones Internacionales en el siglo XXI se enfrenta a
retos inimaginables y a otros que están presentes desde la creación de la
disciplina, los cuales han tomado otras caras, pero en el fondo la esencia es la
misma. Los retos ante esta realidad están marcados por los fenómenos
climáticos, la pobreza, la expansión del mercado, la aparición y desaparición de
actores, los problemas de género, tan sólo por mencionar algunos.
Así pues, el presente estudio sólo ha tenido la finalidad de hacer un breve
recorrido por el desarrollo teórico de Relaciones Internacionales, destacando al
lector los puntos más relevantes de éste, para despertar en él, el interés y
curiosidad por acercarse a la Teoría de Relaciones Internacionales tradicional,
la cual da sustento y lógica a los debates más actuales en la materia.
Con la finalidad de que los jóvenes estudiantes de la licenciatura de
Relaciones Internacionales conozcan de manera directa las expresiones
originales de los autores más destacados de las corrientes y tendencias que aquí
se han esbozado, les ofrecemos esta Antología de Teorías de Relaciones
Internacionales I, la cual no pretende agotar la extensa literatura que hay sobre
la materia pero sí cumple con el propósito de presentar textos difíciles de
conseguir por la fecha de su publicación primigenia, porque se encuentran
agotados o porque están editados en muy diversas fuentes.
Evidentemente, existe un número considerable de libros en nuestro
idioma que hacen un amplio recuento de todo el desarrollo de la teoría y de la
disciplina desde sus orígenes hasta nuestros días y que frecuentemente son
utilizados como textos básicos de un curso sobre la materia. Nuestra convicción
consiste en pensar que el internacionalista que inicia su formación disciplinaria,
más que atenerse a interpretaciones de segunda o tercera mano, debe conocer
el lenguaje original de los autores, sus ideas y argumentos principales, además
del sustento metodológico que dan a sus conceptos, muchas veces con ejemplos
o aplicaciones en acontecimientos históricos muy propios del momento en que
9

elaboraron sus propuestas. Por otra parte, es recomendable que, para alcanzar
una comprensión cabal de la evolución de la teoría de Relaciones
Internacionales, el alumno se preocupe por conocer la historia del siglo XX que,
aunada a la práctica y compromiso personal, es la materia prima con la cual
trabajaron nuestros autores.
Finalmente, se recomienda que para tener una lectura ordenada de los
distintos textos que se incluyen en esta antología, se siga el listado que se ofrece
en el programa de la materia, el cual, además, presenta otras lecturas que no se
incluyen aquí por tratarse de ediciones recientes y de fácil acceso y otras que
son recomendadas como complementarias para ampliar los temas.

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