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FORMATO ENSAYO LITERARIO

Introducción:
<Se busca poner en contacto al lector con la temática y las ideas principales
a ser ampliadas posteriormente. Aquí se puede presentar el qué, por qué y
para qué se aborda el tema.>

Desarrollo:
Aquí va describiendo los diferentes puntos que comprende el tema planteado
en la introducción. Es conveniente, en este tipo de ensayo, ir formulando
apreciaciones personales (en el ensayo literario no se trata de documentar
mediante bibliografía y citas en exceso, lo más importante es la opinión del
autor). También, el autor analiza el contenido y establece argumentos que
sostengan su perspectiva; para esto puede colocar citas de las obras que
escogió para analizar o argumentos de otros escritores reconocidos que
concuerden con su punto de vista.

Conclusiones:
Expresa de manera clara y concreta sus apreciaciones finales. Se puede
hacer resumen de los argumentos expuestos en el desarrollo.

Aquí se puede incluir los tópicos finales, si se desea, como agradecimientos,


bibliografía u otros.

Aspectos formales:

 El trabajo tendrá un mínimo de una página, escrita a espacio doble en


letra Arial 11.
 Se trabajará en hoja con margen normal.
 Además, deberá tener una hoja de carátula.

P.D. Recuerda que un ensayo literario se caracteriza por la libertad que tiene el
autor para elaborar sus ideas (siempre con lógica y coherencia), por ello no
está sujeto a un formato único. Aquí te doy una propuesta de formato que te
puede ser útil, pero no es la única manera de realizar un ensayo literario.
EJEMPLO

Ensayo: Autorregulación Emocional para una buena


convivencia
Nuestras vidas pueden ser maravillosas y al mismo tiempo impredecibles. Todos

nosotros somos capaces de tener un comportamiento desconcertante y que este tenga

distintas maneras de aparecer en diferentes escenarios. En ocasiones estas pueden

tener forma de rabietas, golpes y gritos. Por supuesto, sería maravilloso si todos

aprendieran por sí mismos a mantener la calma, a responder bien a la frustración, a

controlar los enfados… pero eso no es posible. Cabe recalcar que ninguno de

nosotros ha nacido sabiendo cómo controlar las emociones. Es por eso que en este

ensayo hablaremos sobre la importancia de la autorregulación emocional para lograr

una buena convivencia.

La autorregulación es el ser capaz de controlar tus sentimientos para que no

interfieran en las relaciones diarias o en la calidad de vida. Esto podría implicar ser

capaz de resistir perder el control en situaciones molestas o frustrantes, o ser capaz

de calmarse cuando los grandes sentimientos *normalmente negativos* aparecen en

escena. Por ejemplo cuando una persona no tiene un muy buen día y es consciente de

ello y justo ese día un amigo le dice una broma, por supuesto es de esperarse que la

persona pierda el control y suelte toda su ira hacia el amigo, sin embargo, esta

persona sabe que tiene un mal día y que por eso le ha afectado más la broma, así

como que su amigo lo ha hecho con buena intención. Por ello, decide no presentar

una reacción de ira y opta por decirle a su amigo que hoy no se encuentra muy bien y

preferiría que no le hiciera bromas. Esto muestra que la persona supo tener un buen

manejo de sus emociones y estar calmada a pesar de estar teniendo un mal día.

Es falso decir que la autorregulación se trata de “no sentir”. El bloqueo de los

sentimientos o reprimirlos puede causar tantos problemas como cualquier precipitación


que podamos tener. No hay nada malo en tener sentimientos *buenos o negativos*.

Todos los sentimientos son válidos y las personas deben saber que tienen pleno

derecho a sentir lo que sienten en el momento en que lo hacen. Lo que importa, es el

cómo gestionan esos sentimientos, y eso es lo que deben poner en práctica. Por

ejemplo cuando los padres ceden a los berrinches o trabajan horas extras para calmar

a sus hijos cuando se disgustan y se comportan mal, los niños tienen dificultades para

desarrollar la autodisciplina. Esto muestra que la clave consiste en criar a los hijos

hacia la posibilidad de reconocer y expresar lo que sienten sin sentirse mal, y sin

causar daños *ni físicos ni emocionales* a ellos mismos o a los demás.

Cada día, las personas están expuestas continuamente a una amplia variedad de

estímulos potencialmente incitantes. Estudios e investigaciones afirman que muchas

de las conductas problemáticas que se originan en las personas se deben a problemas

en el proceso de la regulación de sus emociones, dando lugar a un efecto negativo en

la salud general de la persona. Por ejemplo, las personas que tienen como estilo de

regulación la supresión son más sujetas a padecer de cambios debido a la pérdida de

su expresividad afectiva. Esto muestra que la habilidad para controlar las emociones

depende de la aptitud, de la capacidad para distinguir estados internos, consiguiendo

controlar mejor sus estados afectivos.

En conclusión, en este ensayo hemos intentado ofrecer un panorama de cómo la

autorregulación es importante en nuestras vidas centrándonos especialmente en cómo

es vital para formar una buena convivencia, tal como lo hicimos en los tres puntos. En

el primero hablando sobre el control de las emociones y cómo lograrlo, luego el

segundo aclarando que la autorregulación no se trata de no sentir nada, sino de

aprender poco a poco y, por último, y no menos importante, sobre la autorregulación

emocional en nuestra salud.

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