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Taller de

Inteligencia emocional
y
comunicación asertiva
Inteligencia emocional
• La Inteligencia Emocional es un constructo que nos ayuda a entender
de qué manera podemos influir de un modo adaptativo e inteligente
tanto sobre nuestras emociones como en nuestra interpretación de
los estados emocionales de los demás. Este aspecto de la dimensión
psicológica humana tiene un papel fundamental tanto en nuestra
manera de socializar como en las estrategias de adaptación al medio
que seguimos
• 1. Autoconocimiento emocional
• Se refiere al conocimiento de nuestros propios sentimientos y emociones y cómo nos
influyen. Es importante reconocer la manera en que nuestro estado anímico afecta a
nuestro comportamiento, cuáles son nuestras capacidades y cuáles son nuestros
puntos débiles. Mucha gente se sorprende de lo poco que se conocen a ellos mismos.
• Por ejemplo, este aspecto nos puede ayudar a no tomar decisiones cuando estamos en
un estado psicológico poco equilibrado. Tanto si nos encontramos demasiado alegres y
excitados, como si estamos tristes y melancólicos, las decisiones que tomemos estarán
mediadas por la poca racionalidad. Así pues, lo mejor será esperar unas horas, o días,
hasta que volvamos a tener un estado mental relajado y sereno, con el que será más
sencillo poder valorar la situación y tomar decisiones mucho más racionales.
Autocontrol emocional (o autorregulación)
• El autocontrol emocional nos permite reflexionar y dominar nuestros sentimientos o
emociones, para no dejarnos llevar por ellos ciegamente. Consiste en saber detectar las
dinámicas emocionales, saber cuáles son efímeras y cuáles son duraderas, así como en ser
conscientes de qué aspectos de una emoción podemos aprovechar y de qué manera
podemos relacionarnos con el entorno para restarle poder a otra que nos daña más de lo
que nos beneficia.
• Por poner un ejemplo, no es raro que nos enfademos con nuestra pareja, pero si
fuéramos esclavos de la emoción del momento estaríamos continuamente actuando de
forma irresponsable o impulsiva, y luego nos arrepentiríamos. En cierto sentido, buena
parte de la regulación de las emociones consiste en saber gestionar nuestro foco de
atención, de manera que no se vuelva contra nosotros y nos sabotee.
• Se ha observado que la capacidad de autocontrol está muy ligada a la habilidad a la hora
de utilizar el lenguaje: en muchos aspectos, saber gestionar adecuadamente las propias
emociones depende de encontrar narrativas que nos permitan priorizar más unos
objetivos a largo plazo que otros que tienen que ver con ceder a los impulsos de lo
inmediato. Esto encaja con el hecho de que la Inteligencia Emocional comparte tiene
mucho en común con la Inteligencia Verbal; tal y como se ha visto al analizar las
puntuaciones en pruebas de inteligencia de muchos individuos
• Automotivación
• Enfocar las emociones hacia objetivos y metas nos permite mantener la 
motivación y establecer nuestra atención en las metas en vez de en los
obstáculos. En este factor es imprescindible cierto grado de optimismo e
iniciativa, de modo que tenemos que valorar el ser proactivos y actuar con
tesón y de forma positiva ante los imprevistos.
• Gracias a la capacidad de motivarnos a nosotros mismos para llegar a las metas
que racionalmente sabemos que nos benefician, podemos dejar atrás aquellos
obstáculos que solo se fundamentan en la costumbre o el miedo injustificado a
lo que puede pasar.
• Además, la Inteligencia Emocional incluye nuestra habilidad a la hora de no
ceder a las metas a corto plazo que pueden llegar a eclipsar los objetivos a
largo plazo, a pesar de que los segundos fuesen mucho más importantes que
los primeros si nos fueran ofrecidos también a corto plazo (proyectos
ambiciosos, planes de ganar mucha experiencia, etc.)
Reconocimiento de emociones en los demás (o empatía)
• Las relaciones interpersonales se fundamentan en la correcta
interpretación de las señales que los demás expresan de forma
inconsciente, y que a menudo emiten de forma no verbal. La
detección de estas emociones ajenas y sus sentimientos que pueden
expresar mediante signos no estrictamente lingüísticos (un gesto, una
reacción fisiológica, un tic) nos puede ayudar a establecer vínculos
más estrechos y duraderos con las personas con que nos
relacionamos.
• Además, el reconocer las emociones y sentimientos de los demás es
el primer paso para comprender e identificarnos con las personas que
los expresan. Las personas empáticas son las que, en general, tienen
mayores habilidades y competencias relacionadas con la IE.
Relaciones interpersonales (o habilidades sociales)
• Una buena relación con los demás es una fuente imprescindible para nuestra felicidad personal e incluso, en
muchos casos, para un buen desempeño laboral. Y esto pasa por saber tratar y comunicarse con aquellas personas
que nos resultan simpáticas o cercanas, pero también con personas que no nos sugieran muy buenas vibraciones;
una de las claves de la Inteligencia Emocional.
• Y es que este tipo de inteligencia está muy relacionado con la Inteligencia Verbal, de manera que, en parte, se
solapan entre sí. Esto puede ser debido a que parte del modo en el que experimentamos las emociones está
mediado por nuestras relaciones sociales, y por nuestra manera de comprender lo que dicen los demás.
• Así, gracias a la Inteligencia Emocional vamos más allá de pensar en cómo nos hacen sentirnos los demás, y
tenemos en cuenta, además, que cualquier interacción entre seres humanos se lleva a cabo en un contexto
determinado: quizás si alguien ha hecho un comentario despectivo sobre nosotros es porque siente envidia, o
porque simplemente necesita basar su influencia social en este tipo de comportamientos. En definitiva, la
Inteligencia Emocional nos ayuda a pensar en las causas que han desencadenado que otros se comporten de un
modo que nos hace sentirnos de un modo determinado, en vez de empezar pensando en cómo nos sentimos y a
partir de ahí decidir cómo reaccionaremos ante lo que otros digan o hagan.
Emociones
Las emociones son reacciones que todos experimentamos: alegría, tristeza, miedo, ira… Son conocidas por todos
nosotros pero no por ello dejan de tener complejidad.
• ¿Cuáles son las 6 emociones universales?
• Mira cuáles son las 6 emociones básicas que tienes.
• - El enojo.
• - La tristeza.
• - El asco o desagrado.
• - El miedo.
• - La alegría

Las emociones son las reacciones de la mente y el cuerpo ante determinada situación o estímulo externo o
interno”, explica Guerra.

“Las emociones", agrega, "no son positivas o negativas. Tienen un tono y cada una de estas emociones nos
ayuda para algo en particular”. En un día puedes llegar a sentirlas todas, incluso dos o más al mismo tiempo
Diferencia entre emociones y sentimientos
• Las emociones son estados afectivos que surgen de un estimulo
determinado como por ejemplo ver una película, un chiste, recibir un
alago, de recibir una notica difícil y es concordante con una situación en
especifico.
• Los sentimientos son la capacidad de pensar y reflexionar de manera
consciente sobre lo que se siente y, por tanto, tiene que ver con la
capacidad de pensar en términos abstractos y simbólicos. Las obras de
arte, por ejemplo, son la caracterización clásica de los sentimientos,
porque son sublimaciones abstractas de las emociones y son
perdurables o duraderos en el tiempo, como el amor por la familia, de
un ser querido.
Hacer conscientes nuestras emociones
Comunicación asertiva
Actividades

• Ejercicios y actividades para desarrollar tu Inteligencia Emocional


• Si ya sabes qué es la Inteligencia Emocional y cuáles son sus beneficios, el siguiente paso es ponerla en práctica. A continuación te presentamos una lista de actividades y consejos que te permitirán desarrollar tu Inteligencia
Emocional.
• 1. Ten tu diario de emociones
• Para comenzar a practicar la Inteligencia Emocional diariamente, no hay nada mejor que tener un diario emocional. Esta actividad es simple, pues es similar al clásico diario de adolescente.
• Para llevar a cabo el diario de emociones, sólo tienes que tomarte 10 o 20 minutos al día, preferiblemente antes de acostarte, para hacer un repaso de cómo ha ido tu jornada a nivel emocional. Si por ejemplo sientes que has
estado experimentando estrés y te sientes triste, anótalo. Revisa cómo te has sentido durante la semana y compáralo con la semana anterior.
• Es importante que añadas estrategias para sentirte mejor, es decir, tareas que puedes realizar para evitar el exceso de emociones negativas. Con el diario de las emociones es posible trabajar el autoconocimiento emocional y la
regulación emocional a medida que lo vas utilizando. Esta estrategia es útil para entender tus emociones y para darte feedback sobre cómo te sientes.
• 2. Escucha activa: observa el lenguaje no verbal
• La escucha activa es una de las habilidades sociales que todos deberíamos poseer pero que raramente ponemos en práctica. Y es que existe una gran diferencia entre escuchar y oír. La escucha activa se centra no solamente en
las palabras, es decir, que tiene en cuenta el lenguaje no verbal y la comunicación de las emociones.
• Para llevarlo a cabo en tu día a día, es necesario que te tomes unos minutos de tus conversaciones para, de manera voluntaria, escuchar activamente. Es posible que creas que es sencillo, pero es habitual que en vez de prestar
atención plena a la comunicación de la otra persona, nuestros pensamientos y nuestras creencias contaminen nuestra comunicación interpersonal. Así que la próxima vez que estés delante de alguien, tómate unos minutos para
observar su lenguaje corporal, sus gestos, sus miradas, sus expresiones y las emociones que intenta transmitir el otro interlocutor.
• Artículo relacionado: “Escucha activa: la clave para comunicarse con los demás”
• 3. La rueda de la vida
• La rueda de la vida es una de las técnicas más eficaces para conocernos a nosotros mismos y corregir aquellas áreas de nuestra vida con las que no estamos contentos. Realizar este ejercicio no lleva más de 20 minutos y su
funcionamiento es muy simple. Su eficacia es tal, que incluso los expertos en desarrollo personal utilizan esta técnica.
• Esta técnica nos ayuda a saber cuáles son nuestros deseos y necesidades, que muchas veces quedan ocultos por la exigencias sociales. Por tanto, es una forma de empoderarnos frente a la vida, de plasmar en un papel lo que
realmente queremos y lo que es importante para nosotros. Así podemos tener una visión clara más clara de hacia dónde queremos ir, desde fuera de nuestra cabeza.
• Para realizar este ejercicio, necesitamos una hoja de papel que contenga un círculo para que podamos poner qué áreas de nuestra vida son importantes para nosotros y queremos trabajar. Por ejemplo, trabajo, amistades,
pareja, familia, ocio… Después, es necesario evaluar cada variable con una puntuación que muestre nuestra preferencia. Por ejemplo, si el trabajo es lo más importante, pondremos el número “1”. Una vez tengamos claro el orden
de preferencia, es necesario anotar diferentes acciones para mejorar nuestra vida.
• 4. Meditación vipassana
• Existen diferentes tipos de meditación, y aunque muchas personas piensen que esta técnica solamente sirve para calmarnos, algunas de estas prácticas meditativas son realmente útiles para mejorar la Inteligencia
Emocional. Una de las más conocidas es la meditación vipassana. De hecho, vipassana es un término del idioma Pali que significa “observación” o “visión clara”.
• La meditación vipassana pone énfasis en la conciencia y la atención en la respiración, focalizando la mente en el aire que entra y sale por la nariz. Cuando la mente comienza a rumiar, es necesario etiquetar los pensamientos y
las emociones, observarlos y dejarlos ir, aceptándolos.
• 5. Detente un minuto
• La regulación emocional también es una de las claves de la Inteligencia Emocional y de las relaciones interpersonales. Pero no siempre es posible detenerse un minuto de nuestra vida para analizar el momento presente.
Imagínate que estás en una negociación colectiva en el trabajo y las cosas se van de las manos. El ambiente se ha vuelto tenso y no estáis llegando a un acuerdo porque existe un cierto tono de crispación. Es posible que desees
pararte un momento, aclarar la mente y responder y negociar con la cabeza más que con el corazón.
• Puedes aprender a relajarte y controlar tus emociones con la meditación de un minuto. Una vez que la hayas perfeccionado, puedes usarla en cualquier momento y en cualquier lugar. En el ejemplo anterior (el de la negociación
colectiva), si las cosas se van de las manos, siempre es mejor tomarse 5 minutos de descanso para que las aguas vuelvan a su cauce y la negociación pueda retomarse con serenidad. En esa situación podrías aprovechar ese
descanso para practicar este ejercicio.
• Lee un libro
• Las habilidades de Inteligencia Emocional es posible trabajarlas y mejorarlas con el tiempo. Si quieres gozar de sus beneficios, es una buena opción leer
algún libro de esta temática de los muchos que hay en el mercado. Estos textos son una buena manera de adquirir conocimiento tanto teórico como
práctico, y seguro que notarás la diferencia. La variedad de libros es tal, que incluso podrás ayudar a tus hijos a desarrollar la Inteligencia Emocional si
es que lo deseas.
• En el siguiente artículo podrás encontrar una lista de obras editoriales que seguro que te serán de utilidad: “
10 libros sobre inteligencia emocional que necesitas leer”.
• 6. Apúntate a un taller
• Si leer un libro sobre Inteligencia Emocional es una gran opción para mejorar tus habilidades emocionales y de relación con los demás, mejor aún es
apuntarte a un curso de crecimiento personal sobre esta temática de los muchos que hay disponibles. Lo cierto es que ésta es una buena manera de
realizar prácticas grupales de tipo experiencial y vivencial.
• Además, también puedes optar, por ejemplo, por cualquiera de los cursos en Inteligencia Emocional que imparten centros especializados, los cuales
permiten recibir formación de calidad en formato online y desde cualquier lugar con conexión a Internet. Así, las personas interesadas en perfeccionar
las habilidades mentales vinculadas a la Inteligencia Emocional pueden involucrarse en un programa de entrenamiento muy accesible y de calidad.
• 7. Asiste a sesiones de coaching
• Además de estas últimas dos opciones, es posible asistir a sesiones de coaching para desarrollar tu Inteligencia Emocional. Un coach es un experto en
desarrollo personal que te ayudará a conocerte mejor y a desarrollar tus habilidades emocionales, además de acompañarte en el proceso de cambio
para que mejores tu bienestar y superes tus creencias limitantes.
• El coach te facilitará herramientas que te ayudarán a mejorar tu Inteligencia Emocional y, además, lograr tus metas y objetivos. Si el coach tiene
formación universitaria como psicólogo, mucho mejor

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