hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del 13
conocimiento pleno del Hijo de Dios, a la condición de un
hombre maduro, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; 14 para que ya no seamos niños, sacudidos por las olas y llevados de aquí para allá por todo viento de doctrina, por la astucia de los hombres, por las artimañas engañosas del error ; 15 sino que hablando la verdad en amor, crezcamos en [a] [b]
todos los aspectos en aquel que es la cabeza, es decir, Cristo,
ESA ES LA VOLUNTAD DE DIOS QUE CRESCAMOS Y MADUREMOS
EN SUS CAMINOS…NOS ENCONTRAREMOS CON DIFERENTES OBSTACULOS EN ESTE CRECER..UNA DE ELLAS SON NUESTRAS EMOCIONES Y SENTIMIENTOS
Dios nos ha creado con emociones, y ellas son parte de
nuestro ser. Pero a la vez, debemos tener cuidado con no dejarnos llevar por nuestras emociones, porque si dejamos que ellas nos gobiernen, nos llevarán a tomar decisiones que tienen consecuencias que en algunos casos nos arrepentiremos toda la vida. Bien nos dice la Escritura que “la ira del hombre no obra la justicia de Dios”, Santiago 1:20. Qué son las emociones y sentimientos.. Para qué sirven las emociones? Las emociones sirven para poner en marcha el organismo cuando se detecta un cambio, preparándonos para reaccionar a los acontecimientos inesperados que ocurren a nuestro alrededor. Si no tuviéramos emociones nos sería muy difícil reaccionar ante las situaciones. Las emociones son estados internos caracterizados por pensamientos, sensaciones, reacciones fisiológicas y conductas que son subjetivos. Son universales, propias del ser humano y sirven, entre otras cosas, para comunicarnos con los demás. Existen seis categorías básicas de emociones:
MIEDO. .- SORPRESA. - ASCO O AVERSIÓN-IRA-ALEGRIA
TRISTEZA. Definición de sentimiento es un estado del ánimo que se produce por causas que lo impresionan, y éstas pueden ser alegres y felices, o dolorosas y tristes. El sentimiento surge como resultado de una emoción que permite que el sujeto sea conciente de su estado anímico. Los tipos de sentimientos se pueden dividir en negativos (tristeza, miedo, hostilidad, frustración, ira, desesperanza, culpa, celos), positivos (felicidad, humor, alegría, amor, gratitud, esperanza) y neutros (compasión, sorpresa). Los sentimientos son más duraderos, y las emociones son alteraciones del ánimo que son pasajeras.
ojo con esto hay sentimientos que son buenos y no hay
problema en que duren. Pero qué pasa con aquellos negativos?
Ojo también con las emociones son pasajeras…pero las
palabras expresadas ante la ira contra una persona. Como las borro?. Como hago para que esa persona olvide?..
El peligro de vivir por sentimientos
Algunas personas nunca han pensado en lo que significa vivir por sentimiento y vivir por fe que son dos caminos distintos. En la fe mi máxima prioridad es Dios pero en Los sentimientos mi máxima prioridad soy yo mismo. Cuando eres una persona madura las emociones son muy controladas por algo que se llama Temor a Dios. Una característica de vivir por sentimiento es que podemos sentir algo hoy y mañana no sentirlo. He visto muchas personas que están tan entusiasmadas por estudiar una carrera que al momento de tomar una decisión la toman por un sentimiento, y se ha dado el caso muchas veces que al comenzar, a la mitad o concluyendo la carrera deciden cambiarse expresando que nunca le gustó lo que estaban estudiando. No es lo mismo sentir paz por un sentimiento, que sentir paz como resultado de andar en el Espíritu. La paz basada en sentimientos está fundamentada en situaciones externas y es variable. Ejemplo: Solo siento paz cuando todo anda bien pero cuando me viene la luz alta entro en depresión. La paz de Dios como resultado de cosechar un fruto del Espíritu no varía, es inmutable y está fundamentada en los brazos de nuestro Dios. Ejemplo: Siento paz y siento gozo porque la paz de Dios trae gozo: aun cuando sé que tengo una deuda en el banco que no sé cómo pagar (Romanos 14: 17, Mateo 15:19). El corazón en la palabra no representa el que bombea sangre a todos los órganos del cuerpo, el corazón en la Biblia representa el ALMA y es donde están alojados los sentimientos y las emociones, tu manera de pensar, la razón, tu voluntad. Muchas veces escucho a personas dar consejos, que dicen: “Escucha a tu corazón y déjate llevar por lo que te dicte”. Piensan que porque una emoción sea fuerte, ya es verdadera y válida en sí misma, pero eso es un engaño. La Biblia nos alerta en cuanto a esto: “Engañoso es el corazón más que todas las cosas”, Jeremías 17:9.
Por eso es que nuestra mente debe de ser diariamente
renovada con la Palabra de Dios porque la vieja naturaleza (viejo hombre) te seduce a pecar constantemente (Romanos 6:6).
Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en
pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame Cuando vivimos por sentimientos no decidimos con firmeza, ya que hoy decido tomar un camino y mañana decido tomar otro. Cuando vivimos por sentimientos aislamos la voluntad de Dios porque nos acostumbramos a decidir nosotros, no Dios. Cuando Dios te dice VEN aún los vientos contrarios no te hacen retroceder pero cuando yo digo voy al momento de soplar los vientos no encuentro un fundamento por lo cual seguir y decido devolverme. Por eso cuando decides servir a Dios y lo haces por sentimiento, hoy dices que serás un evangelista pero ya mañana no tendrás deseos de ir a la iglesia. Debemos de aprender a controlar nuestros sentimientos ya que se originan en algo muy engañoso llamado EL CORAZÓN.
Si fuera por los sentimientos nunca servirías a Dios
con excelencia ya que nunca sentirás deseos de orar, leer la palabra, ayunar, predicar su palabra porque nunca sentirás hacer la voluntad de Dios, porque hacer la voluntad de Dios no viene por sentimiento sino por una decisión, por eso los sentimiento hay que quebrantarlos. Por eso uno de los problemas más comunes por lo cual muchas personas no dan el paso de fe es porque esperan sentirlo y el tiempo se le agota.
Las emociones están muy relacionadas con el corazón, y no
debemos anularlas, ya que seríamos robots sin ellas, personas frías y calculadoras. Pero no debemos dejarnos dominar por ellas: son pasajeras y, por muy intensas que sean, deben estar sometidas y conducidas por la Palabra de Dios.
Emociones bajo control
Entonces, ¿cómo podemos tratar con nuestras emociones a la luz de la Palabra de Dios para no equivocarnos? Aquí algunos consejos que pueden ayudarnos:
1. Nuestras emociones forman parte de un todo en nuestro
ser junto con nuestros pensamientos, sentimientos etc. Por eso, Dios nos exhorta a guardar nuestro corazón “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida”, Proverbios 4:23. Guardar nuestro corazón no es esconderlo, sino llenarlo y protegerlo con la Palabra de Dios y nuestra obediencia a ella. 2. Le preguntaron a Jesús cuál era el gran mandamiento de la ley, Jesús le contestó: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente”. Mateo 22:37. Aquí vemos que cuando adoramos y alabamos a Dios, todo nuestro ser está envuelto, incluyendo nuestras emociones. Lo triste y peligroso es cuando nos dejamos llevar solamente por ellas, y dejamos a un lado nuestra mente y razón. Necesitamos las emociones, por supuesto, pero con raciocinio. 3. Cuando nuestras emociones nos dicten algo abiertamente contrario a los mandatos de la Palabra de Dios, tenemos que obedecer lo que Dios nos dice sin dudar. Por sinceras y fuertes que sean nuestras emociones, seguirlas es desobediencia abierta a lo que Dios ya nos ha dejado dicho. “Engañoso es el corazón más que todas las cosas”, Jeremías 17:9.
4. Las emociones que no nos llevan a acercarnos más a
Dios y hacer su voluntad vienen de la carne y no del Espíritu. Por lo tanto, no debemos vivir según la carne nos dicte, sino según el Espíritu de Dios que mora en nosotros, “ustedes no están en la carne sino en el Espíritu, si en verdad el Espíritu de Dios habita en ustedes”, Romanos 8:9. Debemos hacer morir con Su ayuda las manifestaciones, las emociones y obras de la carne.
5. El Espíritu mismo nos da el poder para dominar y
distinguir si nuestras emociones son de Dios y me ayudan a crecer en mi vida cristiana, o si son de la carne y las tengo que desechar. No está en mis fuerzas, sino en el poder del Espíritu, como Pablo enseñó a Timoteo: “Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio (de disciplina)”, 2 Timoteo 1:7. El cristiano solo debe dejarse dominar por la Palabra de Dios y nuestra obediencia a ella.
Si fuera por los sentimientos nunca servirías a Dios
con excelencia ya que nunca sentirás deseos de orar, leer la palabra, ayunar, predicar su palabra porque nunca sentirás hacer la voluntad de Dios, porque hacer la voluntad de Dios no viene por sentimiento sino por una decisión, por eso los sentimiento hay que quebrantarlos. Por eso uno de los problemas más comunes por lo cual muchas personas no dan el paso de fe es porque esperan sentirlo y el tiempo se le agota. ¿Cómo ponemos los sentimientos bajo sumisión? Mateo 16:24.