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Mis emociones

Efesios 4:13-15 La Biblia de las Américas (LBLA)


hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del
13 

conocimiento pleno del Hijo de Dios, a la condición de un


hombre maduro, a la medida de la estatura de la plenitud de
Cristo; 14 para que ya no seamos niños, sacudidos por las olas y
llevados de aquí para allá por todo viento de doctrina, por la
astucia de los hombres, por las artimañas engañosas del
error ; 15 sino que hablando  la verdad en amor, crezcamos en
[a] [b]

todos los aspectos en aquel que es la cabeza, es decir, Cristo,

ESA ES LA VOLUNTAD DE DIOS QUE CRESCAMOS Y MADUREMOS


EN SUS CAMINOS…NOS ENCONTRAREMOS CON DIFERENTES
OBSTACULOS EN ESTE CRECER..UNA DE ELLAS SON NUESTRAS
EMOCIONES Y SENTIMIENTOS

Dios nos ha creado con emociones, y ellas son parte de


nuestro ser. Pero a la vez, debemos tener cuidado con no
dejarnos llevar por nuestras emociones, porque si
dejamos que ellas nos gobiernen, nos llevarán a tomar
decisiones que tienen consecuencias que en algunos casos
nos arrepentiremos toda la vida. Bien nos dice la Escritura
que “la ira del hombre no obra la justicia de Dios”, Santiago
1:20.
Qué son las emociones y sentimientos..
Para qué sirven las emociones? Las emociones sirven para poner en marcha
el organismo cuando se detecta un cambio, preparándonos para reaccionar a los
acontecimientos inesperados que ocurren a nuestro alrededor. Si no
tuviéramos emociones nos sería muy difícil reaccionar ante las situaciones.
Las emociones son estados internos caracterizados por pensamientos,
sensaciones, reacciones fisiológicas y conductas que son subjetivos. Son
universales, propias del ser humano y sirven, entre otras
cosas, para comunicarnos con los demás.
Existen seis categorías básicas de emociones:

 MIEDO. .- SORPRESA. - ASCO O AVERSIÓN-IRA-ALEGRIA


TRISTEZA. 
Definición de sentimiento  es un estado del ánimo que se produce por
causas que lo impresionan, y éstas pueden ser alegres y felices, o
dolorosas y tristes. El sentimiento surge como resultado de una emoción
que permite que el sujeto sea conciente de su estado anímico.
Los tipos de sentimientos se pueden dividir en negativos (tristeza, miedo,
hostilidad, frustración, ira, desesperanza, culpa, celos), positivos (felicidad, humor,
alegría, amor, gratitud, esperanza) y neutros (compasión, sorpresa).
Los sentimientos son más duraderos, y las emociones son
alteraciones del ánimo que son pasajeras.

ojo con esto hay sentimientos que son buenos y no hay


problema en que duren. Pero qué pasa con aquellos
negativos?

Ojo también con las emociones son pasajeras…pero las


palabras expresadas ante la ira contra una persona. Como las
borro?. Como hago para que esa persona olvide?..

El peligro de vivir por sentimientos


Algunas personas nunca han pensado en lo que significa
vivir por sentimiento y vivir por fe que son dos caminos
distintos.
En la fe mi máxima prioridad es Dios pero en
Los sentimientos mi máxima prioridad soy yo mismo.
Cuando eres una persona madura las emociones son muy
controladas por algo que se llama Temor a Dios. 
Una característica de vivir por sentimiento es que podemos
sentir algo hoy y mañana no sentirlo. He visto muchas
personas que están tan entusiasmadas por estudiar una
carrera que al momento de tomar una decisión la toman por
un sentimiento, y se ha dado el caso muchas veces que al
comenzar, a la mitad o concluyendo la carrera deciden
cambiarse expresando que nunca le gustó lo que estaban
estudiando.
No es lo mismo sentir paz por un sentimiento, que
sentir paz como resultado de andar en el Espíritu.
La paz basada en sentimientos está fundamentada en
situaciones externas y es variable. Ejemplo: Solo
siento paz cuando todo anda bien pero cuando me
viene la luz alta entro en depresión. La paz de Dios
como resultado de cosechar un fruto del Espíritu no
varía, es inmutable y está fundamentada en los brazos
de nuestro Dios. Ejemplo: Siento paz y siento gozo
porque la paz de Dios trae gozo: aun cuando sé que
tengo una deuda en el banco que no sé cómo pagar
(Romanos 14: 17, Mateo 15:19).
El corazón en la palabra no representa el que bombea
sangre a todos los órganos del cuerpo,
el corazón en la Biblia representa el ALMA y es
donde están alojados los sentimientos y las emociones,
tu manera de pensar, la razón, tu voluntad.
Muchas veces escucho a personas dar consejos, que dicen:
“Escucha a tu corazón y déjate llevar por lo que te
dicte”. Piensan que porque una emoción sea fuerte, ya es
verdadera y válida en sí misma, pero eso es un engaño. La
Biblia nos alerta en cuanto a esto: “Engañoso es el corazón
más que todas las cosas”, Jeremías 17:9.

Por eso es que nuestra mente debe de ser diariamente


renovada con la Palabra de Dios porque la vieja
naturaleza (viejo hombre) te seduce a pecar
constantemente (Romanos 6:6).

Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en


pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame
Cuando vivimos por sentimientos no decidimos con
firmeza, ya que hoy decido tomar un camino y
mañana decido tomar otro. Cuando vivimos por
sentimientos aislamos la voluntad de Dios porque nos
acostumbramos a decidir nosotros, no Dios. Cuando
Dios te dice VEN aún los vientos contrarios no te
hacen retroceder pero cuando yo digo voy al momento
de soplar los vientos no encuentro un fundamento por
lo cual seguir y decido devolverme. Por eso cuando
decides servir a Dios y lo haces por sentimiento, hoy
dices que serás un evangelista pero ya mañana no
tendrás deseos de ir a la iglesia. Debemos de aprender
a controlar nuestros sentimientos ya que se originan en
algo muy engañoso llamado EL CORAZÓN.

Si fuera por los sentimientos nunca servirías a Dios


con excelencia ya que nunca sentirás deseos de orar,
leer la palabra, ayunar, predicar su palabra porque
nunca sentirás hacer la voluntad de Dios, porque
hacer la voluntad de Dios no viene por sentimiento
sino por una decisión, por eso los sentimiento hay
que quebrantarlos. Por eso uno de los problemas más
comunes por lo cual muchas personas no dan el paso
de fe es porque esperan sentirlo y el tiempo se le
agota.

Las emociones están muy relacionadas con el corazón, y no


debemos anularlas, ya que seríamos robots sin ellas,
personas frías y calculadoras. Pero no debemos dejarnos
dominar por ellas: son pasajeras y, por muy intensas que
sean, deben estar sometidas y conducidas por la Palabra de
Dios.

Emociones bajo control


Entonces, ¿cómo podemos tratar con nuestras emociones a
la luz de la Palabra de Dios para no equivocarnos? Aquí
algunos consejos que pueden ayudarnos:

1. Nuestras emociones forman parte de un todo en nuestro


ser junto con nuestros pensamientos, sentimientos etc. Por
eso, Dios nos exhorta a guardar nuestro corazón “Sobre
toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él
mana la vida”, Proverbios 4:23. Guardar nuestro corazón
no es esconderlo, sino llenarlo y protegerlo con la Palabra
de Dios y nuestra obediencia a ella.
2. Le preguntaron a Jesús cuál era el gran mandamiento
de la ley, Jesús le contestó: “Amarás al Señor tu Dios
con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu
mente”. Mateo 22:37. Aquí vemos que cuando adoramos
y alabamos a Dios, todo nuestro ser está envuelto,
incluyendo nuestras emociones. Lo triste y peligroso es
cuando nos dejamos llevar solamente por ellas, y dejamos
a un lado nuestra mente y razón. Necesitamos las
emociones, por supuesto, pero con raciocinio.
3. Cuando nuestras emociones nos dicten algo
abiertamente contrario a los mandatos de la Palabra de
Dios, tenemos que obedecer lo que Dios nos dice sin
dudar. Por sinceras y fuertes que sean nuestras emociones,
seguirlas es desobediencia abierta a lo que Dios ya nos ha
dejado dicho. “Engañoso es el corazón más que todas
las cosas”,  Jeremías 17:9.

4. Las emociones que no nos llevan a acercarnos más a


Dios y hacer su voluntad vienen de la carne y no del
Espíritu. Por lo tanto, no debemos vivir según la carne nos
dicte, sino según el Espíritu de Dios que mora en
nosotros, “ustedes no están en la carne sino en el
Espíritu, si en verdad el Espíritu de Dios habita en
ustedes”, Romanos 8:9. Debemos hacer morir con Su
ayuda las manifestaciones, las emociones y obras de la
carne.

5. El Espíritu mismo nos da el poder para dominar y


distinguir si nuestras emociones son de Dios y me ayudan
a crecer en mi vida cristiana, o si son de la carne y las
tengo que desechar. No está en mis fuerzas, sino en el
poder del Espíritu, como Pablo enseñó a
Timoteo: “Porque no nos ha dado Dios espíritu de
cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio
(de disciplina)”, 2 Timoteo 1:7.
El cristiano solo debe dejarse dominar por la Palabra de
Dios y nuestra obediencia a ella.

Si fuera por los sentimientos nunca servirías a Dios


con excelencia ya que nunca sentirás deseos de orar,
leer la palabra, ayunar, predicar su palabra porque
nunca sentirás hacer la voluntad de Dios, porque
hacer la voluntad de Dios no viene por sentimiento
sino por una decisión, por eso los sentimiento hay
que quebrantarlos. Por eso uno de los problemas más
comunes por lo cual muchas personas no dan el paso
de fe es porque esperan sentirlo y el tiempo se le
agota.
¿Cómo ponemos los sentimientos bajo
sumisión? Mateo 16:24.

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