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Demagogia y Oclocracia
Introducción
Desarrollo
El régimen político tendrá que ser el ejercicio del poder público que garantice la
cohesión de la polis mediante la correcta toma de decisiones por medios públicos,
debido a que este tipo de decisiones afecta a la colectividad y es de la importancia
de todos sus miembros.
Las tres formas de gobierno puras a las que alude Aristóteles, pueden definirse de
la siguiente manera: monarquía o gobierno de una sola persona, caracterizado por
su unipersonalidad, en el cual es una persona la que destaca sobre las demás,
posteriormente, tenemos a la aristocracia o el gobierno de los mejores, este tipo
de gobierno se basa en una pluralidad o grupo en donde sólo lo encabezan los
más preparados para el ejercicio público áristoi o también aquellos que sólo
procuran lo mejor para la colectividad y para la ciudad áristón y finalmente,
tenemos a la politeia o gobierno de los virtuosos4, en donde uno o varios hombres
destacan por su virtud y suele ser asociado con el concepto de República.
1
Cf. Aristóteles, Política, Libro III, Alianza, Madrid, 2017, pp. 140-188.
2
Aristóteles, Política, Alianza, Madrid, 2017, p. 153 (1278b).
3
Andrade Sánchez, Eduardo, Introducción a la ciencia política, Oxford, México, 2002, p. 5.
4
Cf. Aristóteles, Política, Alianza, Madrid, 2017, p. 156 (1279a).
2
En consecuencia, a estas tres formas puras de gobierno, les corresponden sus
correlativas degeneraciones o formas impuras:
5
Aristóteles, Política, Alianza, Madrid, 2017, p. 156 (1279b).
6
Giner, Salvador, Historia del pensamiento social, Ariel, Barcelona, 2015, pp. 65-66.
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demagogia sea considerada como la conducción del pueblo y al líder demagogo
se le llame el conductor del pueblo.
Ahora bien, una vez que hemos analizado los conceptos de las formas de
gobierno acuñados por Aristóteles, es momento que analicemos las que nos da
Polibio en su obra Historias, cuando trata de explicar el éxito y la grandeza de la
Constitución Romana.
Es muy importante señalar que Polibio fue uno de los grandes historiadores
romanos y también fue un filósofo, de hecho, se le considera un filósofo de la
historia, debido a que crea su propio método de estudio y se separa de Heródoto y
Tucídides. Retoma las formas de gobierno de Aristóteles para hacer un
4
planteamiento sobre las constituciones mixtas, es decir, aquellas que contienen
los tres tipos de gobierno (monarquía, aristocracia y democracia), dicho sea de
paso, Polibio realiza un estudio sobre el régimen de gobierno muy similar al que
en su momento realizó el estagirita.
Por último, “hay que llamar democracia a aquel régimen en el que la costumbre y
la tradición sea venerar a los dioses, honrar a los padres…y obedecer a las
leyes…siempre que prevalezca el interés de la mayoría.”8.
Podemos darnos cuenta que para Polibio, la transición entre estas formas de
gobierno es cíclica y que precisamente se suceden unas a otras con la caída de
cada una por el desgaste en el ejercicio del poder público, siendo la oclocracia el
7
Cf. Polibio, Historias, Akal, Madrid,1986, p. 158 (4).
8
Polibio, Historias, Akal, Madrid,1986, p. 158 (4).
9
Polibio, Historias, Akal, Madrid,1986, p. 158 (4).
5
último cierre del ciclo para regresar al principio, es decir, a la monarquía para
pasar a la tiranía, derrocada la tiranía, estaríamos presenciando el surgimiento de
la aristocracia la cual irremediablemente se convertiría en oligarquía y sería
destruida por un régimen democrático que terminaría en oclocracia y así
sucesivamente.
Pero todavía necesitamos saber que es lo que entiende Polibio por oclocracia:
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es incapaz de regirse en términos de absoluta igualdad: en la misma
democracia gobierna una élite popular. La degeneración de la democracia
entraña el triunfo de la mediocridad. Una sociedad completamente
igualitaria no puede sostenerse, porque la difusión absoluta del poder entre
todos supondría una guerra universal de cada individuo contra cada
individuo.11
Hasta aquí hemos podido analizar los conceptos establecidos por Aristóteles y
Polibio, así como la comparación que existe entre la demagogia y la oclocracia, sin
embargo, existe otro aspecto por abordar que es imprescindible e interesante, la
razón por la cual se crea la ira o el resentimiento que propicia la caída de la
República/politeia o de la democracia, es decir, parece que invariablemente el
cambio a la forma degenerativa de gobierno en estos dos filósofos obedece a un
descontento en el régimen de gobierno, sin embargo, ellos no profundizan en
dicho tema, solo se limitan a señalarlo, para lo cual, me gustaría comentar la idea
de Martha Nussbaum respecto de las emociones en la política, en particular, los
conceptos aportados por ella en el libro La ira y el perdón.
11
Giner, Salvador, Historia del pensamiento social, Ariel, Barcelona, 2015, pp. 114-115.
12
Cf. Nussbaum. Martha, La ira y el perdón, Fondo de cultura económica, México, 2018, p. 46.
7
El daño de estatus normalmente trae aparejado el sentimiento de venganza, es
decir, el deseo de vengarse es accesorio al sentimiento de ira porque se tiene la
necesidad de recobrar la posición dañada destruyendo la del que nos ha ofendido,
debido a que “la ira busca restaurar el control perdido y, por lo regular, logra al
menos generar la ilusión de que así fue.“ 13 Podríamos decir que existe un
pensamiento mágico retributivo que nos lleva a creer que sólo puede “saldarse” el
estatus dañado mediante la destrucción de la esfera del yo de la otra persona.
Dicho en otras palabras, queremos ver sufrir a quien o quienes nos hacen daño,
aún si no quiero participar en ninguna venganza, con el apoyo en la creencia del
pensamiento mágico, espero que la vida me retribuya con el sufrimiento de esa
persona.
13
Nussbaum. Martha, La ira y el perdón, Fondo de cultura económica, México, 2018, p. 47.
8
“Cuando tiene mucha importancia el lugar que cada invitado ocupa en la mesa,
hay algo mal en la cultura”.14
Si bien estos sentimientos son los motores de los cambios políticos, al encerrar ira
y resentimiento, tienen una base dañina que, en caso de no ser canalizados o
verdaderamente controlados, el nuevo régimen que se constituya no podrá realizar
consecuencias jurídicas y políticas sanas, porque en lugar de tratar de curar las
heridas del pasado, la acción política estará en búsqueda de venganza por ser la
exigencia de los ciudadanos ante tanta injusticia; por lo que la ira de las masas, al
contar con un reconocimiento político, puede dar lugar a grandes excesos,
polarizaciones e incluso la comisión de las mismas injusticias que en los
regímenes pasados pero en contra de quienes se perciban con algún privilegio.
14
Nussbaum. Martha, La ira y el perdón, Fondo de cultura económica, México, 2018, p. 234.
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“…sea como fuere, parece equivocado presentar a la clase baja o a personas
menos educadas como si fueran inexpresivas o primitivas, como si carecieran de
caminos de comunicación que no sean soltar patadas.”15
Laclau nos introduce al análisis de las multitudes o de las masas, a través del
prejuicioso punto de vista de Hipólito Taine, cuando éste hace referencia a las
multitudes que tomaron el liderazgo de la Revolución Francesa, en particular, a la
Comuna de París, la cual estaba formada por los sans culottes o los “sin
calzones”, quienes formaban a los sectores menos privilegiados del Tercer
Estado.
15
Nussbaum. Martha, La ira y el perdón, Fondo de cultura económica, México, 2018, pp. 74-75.
16
Laclau, Ernesto, La razón populista, Fondo de cultura económica, México, 2014, p. 34.
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En un primer esbozo de esta idea, parecería que tendríamos que enfrentarnos a
las masas con la empatía de un psicólogo que trata de entender la patología social
que le da origen a su formación, sin embargo, también es cierto que negarles
reconocimiento o importancia a su molestia por considerar que en la “turba
iracunda” sólo existen “desestabilizadores” o “vándalos”, también resulta un
panorama muy limitado de la verdad, entonces ¿Cómo llenamos los espacios
vacíos? “…la clave de la influencia que ejercen las palabras en la formación de
una multitud debe hallarse en las imágenes que evocan esas palabras, con total
independencia de su significado.” 17 En efecto, el poder del lenguaje, del
significante y significado es tan potente que si se seleccionan correctamente el
sentido que se les quiere atribuir a las acciones, incluso a las más impropias, las
mismas serán aceptadas por las masas en el marco pretendido.
11
otras palabras, la muchedumbre tomó el control de la acción política y se “sufrió la
tiranía de la plebe” enardecida.
Esto dio lugar a que surgiera con mucha fuerza la fusión del darwinismo con la
teoría de César Lombroso, en dónde se buscaba identificar posibles rasgos
criminales comunes o hereditarios, mediante la medición del cráneo de las
personas, ampliando su ámbito de estudio a las masas que participaron en la
Revolución Francesa, calificando a sus miembros de delincuentes con el apoyo de
la visión proporcionada por Hipólito Taine.
Sería hasta los estudios de Gabriel Tarde, en donde se acuñarían los términos de
público y de multitudes, en donde existen en lo individual, grupos sociales
“virtuales” que conviven en el día a día, pero que sólo se hacen reales cuando una
emoción compartida o colectiva los hace unirse, surgiendo la concepción de la
multitud.19
Ahora bien, para poder ser receptor del mensaje de una multitud, masas o
“agrupación criminal”, se requiere de un campo ideológico común, es decir, de
distintas lógicas sociales, que exista un “pegamento” de repetición dentro de una
misma racionalidad en la que generalmente se desenvuelve el círculo social-
ideológico de una persona, es decir, un sugestionante y un sugestionado.20
18
Laclau, Ernesto, La razón populista, Fondo de cultura económica, México, 2014, p. 54.
19
Cf. Laclau, Ernesto, La razón populista, Fondo de cultura económica, México, 2014, p. 62.
20
Cf. Laclau, Ernesto, La razón populista, Fondo de cultura económica, México, 2014, pp. 63-64.
12
Imaginad al campesino francés del siglo XVIII…Consideradle […] tan
apasionadamente enamorado de la tierra que consagra todos sus ahorros a
comprarla y la compra a cualquier precio. Para adquirirla, tiene que
empezar a pagar un derecho, no al gobierno, sino a otros propietarios de la
vecindad […] La posee al fin, y entierra en ella su corazón con su simiente.
Aquel pequeño rincón de tierra que le pertenece en propiedad en medio del
vasto universo le llena de orgullo y de independencia. Sin embargo, vienen
los mismos vecinos a arrancarle de su campo y a obligarle a trabajar en
otra parte y sin salario. Quiere defender sus cultivos contra los estragos de
la caza reservada a sus señores, y se lo impiden. Esos mismos señores lo
esperan al otro lado del río para exigirle un derecho de peaje. Los
encuentra nuevamente en el mercado donde le venden el derecho a vender
sus propios productos, y cuando de vuelta al hogar quiere emplear para su
uso el resto de su trigo […] no puede hacerlo sino después de haberlo
mandado a moler en el molino y a cocer en el horno de esos mismos
hombres. Una parte de los productos de su pequeño dominio tiene que
destinarla a engrosar las rentas de esas personas, rentas que son
irredimibles e imprescriptibles.21
Conclusiones
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ganarse su favor mediante esta “conducción” que sólo busca obtener el poder
mediante la “defensa” de la base electoral que lo ha puesto en la toma de
decisiones públicas.
Por otra parte, la oclocracia entendida como el gobierno de la plebe, de las masas
o de la turba iracunda, parecería que más que tratar de describir una realidad
social o tratar de entender el origen del resentimiento e ira que guardan las
multitudes, sólo se limita a denostar que, quienes conforman a la plebe, se
encuentran cegados por sus pasiones que no les permiten pensar o decidir
correctamente y que, al ser sus miembros los más bajos de la sociedad, no
pueden contar con un criterio adecuado.
Sin embargo, estos dos conceptos tienen un punto de encuentro que es necesario
reconocer, la inconformidad y el enojo del régimen político que ostenta el poder y
por el cual, es necesario derrocarlo o cambiarlo por cualquier vía, ya se una
pacífica e institucional, ya sea a través de las armas o de acciones violentas.
Es completamente equivocado el pensar que las masas que exigen estos tipos de
cambios están compuestas por criminales o por personas que, debido a su estado
miserable y de exclusión social, son colectivos que no tienen ningún raciocinio. Sin
embargo, lo que sí es importante para destacar, es que se debe de pertenecer a
cierto espectro o campo ideológico, el cual, sí puede estar determinado por una
serie de factores sociales o políticos específicos, que logran “permear” y transmitir
al interior de ellas, un mito integrador sobre el cual se identifique un solo
sentimiento o demanda social.
14
canino y subhumano de la sangre en la palestra política, logrando en
consecuencia, que los votantes crean que su estatus les ha sido devuelto al
sobajar el correspondiente a otro grupo o clase.
Por ejemplo, la dictadura del proletariado tal cual la concebía Marx, cargaba sobre
sus hombros venganza y el deseo de reivindicación a través de este sentimiento,
no podría ser benéfico para nadie cuando es pensado en términos retributivos, ya
que solo existe un desplazamiento de clase dominante que busca herir a la otra.
Al ser propia al hombre la actividad política, esta se encuentra sujeta, entre otras
cosas, al sentir de los ciudadanos. Su importancia radica en que el ejercicio
político impacta en la vida de todos los integrantes del Estado, de esta forma,
entendemos que la política se trata de la colectividad, es decir, nos importa porque
sus decisiones impactan en la vida de todos, nuestro futuro y estabilidad están
sujetos a las buenas o malas decisiones que sean tomadas por nuestros
gobernantes en esta ficción jurídica de la representación gubernamental.
15
La demagogia hace alusión a la manipulación, ya que a través de ella, se engaña
al pueblo y se conserva el poder mediante la apelación a sentimientos elementales
o mediante halagos, los cuales tratan de garantizar la cohesión social alrededor de
un mito integrador fuerte que penetre en la mayoría.
16
Bibliografía
3.- Giner, Salvador, Historia del pensamiento social, Ariel, Barcelona, 2015.
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