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UD3 LA LITERATURA DE FIN DE SIGLO. EL MODERNISMO Y LA


GENERACIÓN DEL 98

1. CARACTERÍSTICAS COMUNES DE LA LITERATURA DE FIN DE


SIGLO
2. EL MODERNISMO. CARACTERÍSTICAS Y AUTORES
3. LA GENERACIÓN DEL 98. CARACTERÍSTICAS Y AUTORES

UD3 LA LITERATURA DE FIN DE SIGLO. EL MODERNISMO Y LA


GENERACIÓN DEL 98
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1. CARACTERÍSTICAS COMUNES DE LA LITERATURA DE FIN DE


SIGLO
Tanto Modernismo como Generación del 98 fueron coetáneos desde finales del XIX
(1880) hasta la I Guerra Mundial y compartieron una actitud rebelde, bohemia y
antiburguesa de dos maneras: los modernistas buscaron la evasión espacial y temporal
(Oriente, París, lo neoclásico…) y el 98 hizo una crítica explícita ante los problemas de
España. Por ello rompieron con la estética realista, representante del mundo burgués,
al tiempo que recurrieron a un tono neorromántico, bien desde la melancolía modernista
o bien desde el pesimismo individualista del 98. Esto propició la renovación de géneros:
“nivola” unamuniana, “esperpento” valleinclanesco, sonetos en alejandrinos, cultivo de
versos en desuso, etc.
2. EL MODERNISMO
La palabra tuvo inicialmente un sentido despectivo, pero la asumió con orgullo el
poeta nicaragüense Rubén Darío (1867-1916) su creador, para designar una actitud
inclinada hacia lo nuevo.
● ORÍGENES: es un movimiento producto de varias influencias :
- Hispanoamericana: allí tiene sus orígenes y surge como rechazo a todo lo español
- Francesa: debido a dos corrientes poéticas, el Parnasianismo, creado por
Leconte de Lisle, que busca la expresión de la belleza y la perfección formal, el
arte por el arte; recurre a la mitología griega, ambientes orientales, España
medieval... ya que posee una actitud escapista y de evasión. Y el Simbolismo ,
cultivado por Baudelaire y Verlaine, que nos dice que la misión del poeta es
sugerir, por medio de símbolos, aquello que está escondido tras cualquier realidad.
Influye más en el modernismo español, qué es más intimista y simbolista.
- En España, además posee influencia de Bécquer, que es su punto de partida.

● TEMAS
Búsqueda de la belleza en todas sus formas:
- Para ello recrean objetos y lugares hermosos, lo exótico y cosmopolita, París, lo
bello, el refinamiento y lo aristocrático frente a la vulgaridad anterior.
- Buscan despertar los sentidos, por lo que atienden a la exterioridad sensible,
presentando sensaciones y emociones intensas.
Intimidad del poeta: manifestando vitalidad (búsqueda de la felicidad) y melancolía
(rechazo de la realidad).
- Recogen la desazón romántica, el malestar y rechazo de la sociedad, el mundo de
las pasiones y el alejamiento de la razón.
- Esto les lleva a la evasión y escapismo en el espacio y el tiempo: países lejanos,
exóticos, orientales...
- Cosmopolitismo: París.
- Amor y erotismo: amores imposibles, experiencias sensuales…
- Temas americanos: indigenismo, búsqueda de las raíces.
- Temas hispánicos: reafirmación frente a lo anglosajón.

● ESTÉTICA

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GENERACIÓN DEL 98
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En sí mismo, el modernismo tiene una finalidad estética: el arte por el arte, es el deseo
de armonía y perfección.
- Hay una búsqueda de la belleza, la musicalidad y recursos rítmicos: anáfora,
paralelismo, aliteración…
- Búsqueda de los valores sensoriales (sinestesia), es una literatura de los sentidos,
que pueda sugerir sensaciones (táctiles, olfativas, gustativas).
- Hay un enriquecimiento del idioma mediante palabras coloridas, sonoras y
musicales, cultismos…

● MÉTRICA
Deseo de ritmo.
- Recuperan estrofas clásicas modificando el número de versos o sílabas, con
preferencia por el arte mayor: alejandrinos, dodecasílabos, eneasílabos, sonetos
en alejandrinos (influencia francesa)
- Influencia de la antigüedad clásica: adaptación del metro latino al esquema
acentual del castellano.

● EVOLUCIÓN EN ESPAÑA
Comienza con Salvador Rueda como precursor. En 1896 se publica Prosas profanas de
Rubén Darío, en el que se puede ver el preciosismo formal, pero muy pronto el
Modernismo en España se orienta hacía una menor brillantez externa y un predominio
del intimismo, más simbolista. Sus máximos representantes son Valle Inclán (Sonatas),
Antonio Machado (Soledades) y Juan Ramón Jiménez en su etapa sensitiva.
● REPRESENTANTES
RUBÉN DARÍO
Fue periodista y diplomático, famoso antes de los veinte años y un ídolo para otros
poetas. Murió joven. Persigue la belleza formal posee influencia parnasiana simbolista
piensa que los poetas son seres superiores inspirados por la divinidad con una concepción
aristocrática de la poesía.
Azul... (1888), libro de poemas y cuentos escrito y publicado en Chile, es la primera
revelación del espíritu moderno de Darío. Posee gran influencia parnasianista, ya que
busca la belleza formal: cisnes, hadas, princesas, palacios, mitología… con abundante
adjetivación, cultismos y ornamentación formal.
Su libro de poemas Prosas profanas (1896) fue la consagración de la estética
dariana y creó polémica en torno a sus temas eróticos y fue el que inició verdaderamente
el Modernismo literario. «Si Azul... simboliza el principio de mi primavera, y Prosas
profanas mi primavera plena, Cantos de vida y esperanza encierra las esencias y savias
de mi otoño».

LA GENERACIÓN DEL 98

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GENERACIÓN DEL 98
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El influjo del Modernismo, especialmente de Rubén Darío, se tradujo en los


escritores españoles en una literatura más intimista. Agrupados por un espíritu de
protesta y amor al arte, estos escritores e intelectuales españoles volcaron en sus obras
sus reflexiones sobre la realidad del país y sus preocupaciones filosóficas.

La GENERACIÓN DEL 98 debe su nombre al llamado “desastre del 98”. La


decadencia del país y el desastre motiva que estos autores analicen el problema de
España: las causas de sus males, las posibles soluciones, el pasado, el futuro, etc. y
tomen una actitud muy personal ante esta cuestión: buscan el conocimiento de España
viajando por ella, describiendo los campos, las ciudades, los viejos monumentos, para
intentar recrear su historia a través de los paisajes de Castilla, donde proyectan sus
angustias personales. Además, estos escritores e intelectuales volcaron en sus textos
sus preocupaciones existenciales, dolorosas y personales reflexiones acerca del destino
del hombre y el sentido de la vida: la muerte, el paso del tiempo, Dios… que tratan de
buscar respuestas abstractas y filosóficas a problemas concretos y prácticos.

Sus integrantes son Miguel de Unamuno, José Martínez Ruiz “Azorín”, Pío
Baroja, Antonio Machado, Ramiro de Maeztu y Ramón del Valle-Inclán.

Reaccionan contra lo anterior proponiendo un estilo sobrio donde predomina


el fondo sobre la forma, una expresión precisa y exacta; sencillez y rigor que renovaron
el lenguaje literario. Además, utilizan palabras tradicionales, huyendo de la expresión
recargada; predomina el subjetivismo, por lo que a veces los textos se cargan de lirismo.

Géneros literarios que cultivan:

● El ensayo: Unamuno, Azorín y Maeztu centrados en el tema de España y en los


problemas existenciales.
● La novela: de forma renovada, Unamuno, Azorín, Valle-Inclán y sobre todo Pío
Baroja.
● Algunos intentaron renovar, sin éxito, el género teatral, como Valle-Inclán.
● El género lírico, cuyo mayor representante es Machado.
El bilbaíno Miguel de Unamuno (1864-1936) vivió sobre todo en Salamanca, donde
fue catedrático de Griego y rector de la Universidad. Fue considerado el ideólogo de la
Generación. El problema de España fue descrito a partir del concepto de “intrahistoria”
en su ensayo En torno al casticismo (1895); y el sentido de la vida humana fue
tratado en el ensayo Del sentimiento trágico de la vida (1913). Rechazó la escritura
tradicional, esa “escritura ovípara” (que incuba la obra) a favor de la “escritura vivípara”
(que da a luz sin preparación), que dio como resultado Niebla (1914), con el subtítulo de
“nivola”, sobre la relación entre el creador (Unamuno) y su criatura (el personaje), quien
se rebela contra aquél (tema de la angustia existencial). Otra es San Manuel Bueno,
mártir (1933), un cura sin fe a favor de la esperanza de sus feligreses.
El sevillano Antonio Machado (1875-1939) estudió en la Institución Libre de
Enseñanza y fue profesor y traductor de Francés. Abordó temas íntimos y recuerdos, pero
también la preocupación por España, el paso del tiempo y la muerte. Definió su poesía
como la “búsqueda de la palabra esencial en el tiempo”, que le llevó a expresarse
mediante símbolos (la tarde, la fuente…llenos de significados). Ejemplos de su etapa
modernista fueron Soledades, galerías y otros poemas (1907). De su etapa
noventayochista destacó Campos de Castilla (1912 y 1917), de expresión más sencilla,
evoluciona hacia los temas propios de la generación del 98: descripción del pasaje

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castellano y preocupación patriótica, el amor a la naturaleza y a las gentes de Castilla. Y


durante su etapa filosófica escribió Nuevas canciones (1924) y la obra en prosa Juan de
Mairena (1936). Tras la Guerra Civil Machado será una referencia para los poetas
comprometidos.
El alicantino José Martínez Ruiz, “Azorín” (1873-1967) se dedicó al periodismo.
Fue gran crítico literario, renovador del ensayo (Ruta de Don Quijote, 1905), pero
también renovó la novela, cuyas narraciones son muy lentas a favor de descripciones
detallistas, para captar la esencia de las cosas (estilo contemplativo). De ahí que su tema
principal fuera el paso del tiempo. Escribió una trilogía autobiográfica (La voluntad,
1902, Antonio Azorín, 1903, y Las confesiones de un pequeño filósofo, 1904) .
El donostiarra Pío Baroja (1879-1956) fue médico hasta que se marchó a Madrid
para regentar una panadería. Recoge la influencia de la novela realista de Galdós y Clarín.
Aparte de ensayos y memorias, escribió más de 70 novelas de temática social (critica
hipocresía, injusticia y aburguesamiento) de estilo rápido y espontáneo. Concibe nuestra
existencia como una dura lucha por sobrevivir en un mundo hostil, con una visión
pesimista y desengañada de la vida. Él mismo dividió su obra (trilogías) en “novelas de
pensamiento”, llenas de personajes tristes, escépticos y sin esperanza: Camino de
perfección (1902), La busca (1904) o El árbol de la ciencia (1919); y “novelas de
acción”, de aventuras: Zalacaín el aventurero (1909) o las Memorias de un hombre de
acción (1913-1935).
Valle-Inclán (1866-1936) hizo prosa modernista en las Sonatas (1902-1905), pero
también incidió en preocupaciones noventayochistas con Tirano Banderas (1926), sobre
la caída de un dictador y llena de léxico y costumbres americanas, y con El ruedo ibérico
(1927-1936), contra Isabel II.

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GENERACIÓN DEL 98
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UD5. EL NOVECENTISMO Y LAS VANGUARDIAS


1. INTRODUCCIÓN
2. EL NOVECENTISMO:
● CARACTERÍSTICAS
● GÉNEROS Y AUTORES
3. LAS VANGUARDIAS:
● DEFINICIÓN
● CARACTERÍSTICAS
● FINALIDAD
● MOVIMIENTOS MÁS SIGNIFICATIVOS,
● AUTORES Y OBRAS

UD5. EL NOVECENTISMO Y LAS VANGUARDIAS


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EL NOVECENTISMO O GENERACIÓN DEL 14

1. CARACTERÍSTICAS
Estos escritores situados entre la Generación del 98 y la Generación del 27 son autores
cuyos objetivos fueron la renovación estética y la creación de un arte y una Literatura
propias del siglo XX, es decir, del novecientos.
● Dejan de lado la queja de los autores del 98 y tratan de hacer un análisis
más riguroso y frío, casi científico de los problemas, para solucionarlos.
● Este grupo de autores, con una sólida formación intelectual y una
expresión artística opuesta a la tradición, vieron en lo europeo un modelo
que se debía imitar para conducir al progreso y la modernización de
nuestra sociedad.
● Antirromanticismo, clasicismo y deshumanización: huida del
sentimentalismo romántico y los adornos modernistas.
● Pretenden solucionar el problema de España desde el poder,
involucrándose en la vida pública a través del periodismo, la docencia, la
política...

2. GÉNEROS Y AUTORES
El Novecentismo supone la consolidación de un tipo de intelectual diferente al
bohemio modernista. Los escritores sienten una gran preocupación por la ciencia y la
educación como factores determinantes para transformar el país (en 1910 se funda la
Residencia de estudiantes, en 1915 la Residencia de señoritas y en 1918 el Instituto
Escuela, que recoge la semilla de la Institución Libre de Enseñanza).
El género más importante es el ENSAYO. La importancia del intelectualismo
determina el cultivo de este género. Destacan autores como Ortega y Gasset, Manuel
Azaña, Eugenio d'Ors, Clara Campoamor o Américo Castro, que van a intervenir
activamente en la prensa, en instituciones culturales, educativas y científicas, y en la
política. José Ortega y Gasset es el principal referente e ideólogo del Novecentismo.
En su obra La deshumanización del arte afirma que el arte moderno es un arte
deshumanizado porque no hace referencia a los sentimientos y es antirrealista. Se trata
de un arte de ideas dirigido a una minoría.
La POESÍA novecentista se suele identificar con la poesía pura: poesía de la
inteligencia, que anhela la perfección formal y pretende que la palabra poética sea el
medio para combatir el tiempo y dar sentido a la vida. El máximo representante es Juan
Ramón Jiménez (Diario de un poeta recién casado)
En esta época la NOVELA sigue en dos líneas principalmente: por un lado, es
una novela de éxito con tintes realistas, y, por otro lado, una novela que pretende
renovar el género continuando los intentos del Modernismo y 98. Esta novela es
minoritaria.
Presenta cuatro tipos fundamentales: el lirismo, Gabriel Miró (Las cerezas del
cementerio), el intelectualismo con Ramón Pérez de Ayala (Troteras y danzaderas), el
humor con Wenceslao Fernández Flórez (El bosque animado) y la deshumanización,
Benjamín Jarnés (Locura y muerte de nadie).

LAS VANGUARDIAS
Con el término VANGUARDIA se designan aquellos movimientos que se oponen
ferozmente al pasado y que proponen ―con sus manifiestos― nuevos caminos para el
arte y las letras y suponen una radical renovación del concepto de literatura y del

UD5. EL NOVECENTISMO Y LAS VANGUARDIAS


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lenguaje poético. Los ismos vanguardistas se desarrollan en las primeras décadas del
siglo XX y se suceden en Europa y América a un ritmo muy rápido.
1. CARACTERÍSTICAS
Poseen afán experimental y voluntad de ruptura con respecto al arte anterior;
pretenden desarrollar un arte nuevo y presumen de un marcado antisentimentalismo.
Este afán de originalidad les hará renegar de los valores y formas de expresión
tradicionales de la cultura por lo que buscarán la experimentación de nuevas formas.

2. FINALIDAD
Son movimientos diversos e incluso contradictorios que buscan la provocación
y la polémica, ser rompedores e irracionales. Suelen darse a conocer en las revistas
literarias mediante proclamas o manifiestos en los que atacan lo que consideran el arte
oficial y afirman sus nuevas propuestas estéticas.

3. MOVIMIENTOS MÁS SIGNIFICATIVOS: AUTORES Y OBRAS

―El futurismo fue fundado por el italiano Filippo Marinetti, que en 1909 publicó en
París su primer manifiesto. Admiran los avances técnicos: la velocidad, las máquinas,
la industria, los deportes.

―El cubismo, cuyos inicios se sitúan en la pintura buscaba la descomposición de la


imagen tradicional en diversos ángulos y perspectivas. Su adaptador literario fue
Apollinaire, inventor de los caligramas.

―Dadaísmo ―de “dadá”, imitación de los primeros balbuceos del bebé que,
deliberadamente, no pretende significar nada― fue fundado por Tristan Tzara (1916).
Pretende romper con el arte y la literatura de la corrompida sociedad burguesa, para
recuperar la falta de lógica y la inocencia de la infancia.

―Expresionismo, surgido en Alemania, en 1905, no reniega del pasado ni rinde culto a


la modernidad (se incluye en las vanguardias con reservas). Tiende a la deformación
sistemática de la realidad para proyectar sobre ella la atormentada visión del mundo del
artista. En esta atmósfera intelectual y estética han de situarse la obra de Frank Kafka,
auténtico renovador de la novela contemporánea y la obra de Bertolt Brecht, uno de los
principales innovadores del teatro del siglo XX.

―El surrealismo se dio a conocer en el Manifiesto surrealista publicado en 1924 por


André Bretón. Supuso la proyección creadora de las teorías sobre el inconsciente y la
interpretación de los sueños de Freud. En la literatura se utiliza la escritura
automática, que supone la transcripción espontánea de ideas y palabras que pasan por
la cabeza del escritor. Sus imágenes visionarias, estructuras sintácticas, combinaciones
métricas, fuerza y originalidad influyeron en los poetas del 27. Se puede hablar de
literatura, cine (Luis Buñuel) o pintura surrealista (Dalí).
En España lo encontramos en algunas obras de la Generación del 27: Lorca,
Aleixandre, Alberti. La Residencia de Estudiantes de Madrid fue lugar de encuentro
para surrealistas como Lorca, Dalí y Buñuel. De esa relación surgieron obras de
colaboración como la película El perro andaluz.
La labor de ciertos intelectuales que difundieron los ismos europeos en
publicaciones como Prometeo o la Revista de Occidente contribuyó a la llegada de
nuevas corrientes en ESPAÑA. Cansinos Assens (1882―1964) y Ramón Gómez de la
Serna (1888-1963) fueron grandes representantes. Cansinos Assens colaboró en

UD5. EL NOVECENTISMO Y LAS VANGUARDIAS


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Prometeo y fue uno de los mayores representantes del ultraísmo. Destacó por ensayos
como La nueva literatura (1927), donde difundía la nueva estética. Ramón Gómez de
la Serna, director de Prometeo, se encargó de publicar en 1909 el Manifiesto futurista y
la Proclama, que marcarán la historia de la literatura española. Aunque escribió novelas
de temas muy diversos, es conocido sobre todo por sus greguerías, sorprendentes
asociaciones de humorismo y metáfora.

―El ultraísmo (que aúna cubismo, futurismo y dadaísmo) se difundió a través de la


revista Ultra o Grecia, y sus autores pretendían ir más allá de la realidad, con una visión
lúdica y humorística. Destacaron en él autores como Guillermo de Torre y Jorge Luis
Borges.

―El creacionismo. Al llegar a España desde Chile el escritor Vicente Huidobro en


1918, se dio comienzo al creacionismo, que aspiraba a convertir la poesía en una
realidad autónoma y ajena a cualquier intento de descripción del mundo exterior.
Innovaciones tipográficas, ausencia de sentimentalismo, uso de metáforas
sorprendentes… son algunos de sus rasgos más característicos. Los autores españoles
Gerardo Diego (Imagen, Manual de espumas) y Juan Larrea (Rendición de espíritu)
destacaron en esta corriente.

UD5. EL NOVECENTISMO Y LAS VANGUARDIAS


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UD8- LA GENERACIÓN DEL 27

1. CARACTERÍSTICAS DEL GRUPO, INTEGRANTES.


Reciben el nombre de Generación o grupo del 27, porque se reúnen es un homenaje celebrado en el
Ateneo de Sevilla de 1927 para conmemorar el tercer centenario de la muerte de Góngora, modelo de esta
generación, aunque todos ellos mantenían ya estrechas relaciones de amistad.
La crítica incluye en este grupo a Pedro Salinas, Jorge Guillén, Dámaso Alonso, Gerardo Diego,
Federico García Lorca, Rafael Alberti, Vicente Aleixandre, Luis Cernuda, Emilio Prados y Manuel
Altolaguirre, aunque con frecuencia se incorporan otros autores (incluyendo poetisas como Ernestina de
Champourcín, Concha Méndez y Josefina de la Torre).
Su producción literaria coincide en el tiempo con la de los escritores de la Generación del 98, los
escritores vanguardistas y Juan Ramón Jiménez; además de con otras figuras importantes del mundo de la
cultura (Dalí, Picasso, Buñuel…). Este período de gran esplendor artístico y cultural se ha llamado también
Edad de plata
[La gran tarea común de este grupo es la Antología de la poesía española contemporánea, de Gerardo
Diego que, en 1932 ofrece, junto a la selección de sus poemas, un análisis crítico de su poesía y sirve de
cohesión al grupo. Su segunda antología, en 1934, ya no fue un trabajo destinado a alumbrar una nueva
generación poética, sino que consistió en un esfuerzo de “naturaleza histórico literaria”, para documentar los
logros de una generación.]
La vida del grupo como tal se desarrolla entre 1920 y 1936. Esta generación es burguesa, liberal y
universitaria. Comparten un mismo talante progresista y semejantes inquietudes intelectuales.
Muchos fueron profesores y coincidieron en Madrid entre los años veinte y treinta. Algunos de ellos
(Lorca, Alberti y Prados), vivieron unos años en la Residencia de estudiantes. Su pertenencia a familias
económicamente acomodadas los hace universitarios y ayudados de medios como viajes, libros e idiomas,
colaboraron en numerosas revistas literarias (Litoral, Carmen, Revista de Occidente, Caballo verde para la
poesía…); se reúnen en tertulias y asisten a diversos actos de homenaje.
A pesar de tener cada uno una poética y estilo personal, comparten la búsqueda de la innovación, de
la creación de un arte nuevo que, en un principio, responde a los planteamientos del arte deshumanizado de
las Vanguardias, que busca la autonomía de la expresión artística, ajena a los sentimientos desbordados: una
poesía para minorías, centrada en el uso de la metáfora y de la imagen que sugiere la subjetividad del
poeta.
Sin embargo, a su conciencia de modernidad hay que añadir el respeto por la tradición, tanto por la
tradición cercana (Juan Ramón Jiménez, Ortega, Gómez de la Serna y los noventayochistas) como por la
lejana (Góngora, Lope, Manrique, Cervantes…) sin olvidar la importancia que tienen, en muchos, las
formas populares o clásicas que alternan con otras novedosas como el verso libre o el versículo.
Quizá su mérito consista en haber sabido equilibrar los ismos y la tradición. Su producción es una
síntesis entre influencias diversas y esto se manifiesta en la sucesión de distintas tendencias poéticas
(neopopularismo, poesía clásica, poesía pura y poesía de vanguardia) que se suceden en las siguientes
etapas:

2. ETAPAS Y EVOLUCIÓN DEL GRUPO


● La primera es una época de iniciación, en la que están presentes distintas tendencias:
o La huella del Romancero y Cancionero populares dan lugar a la tendencia del
Neopopularismo: intensidad lírica en composiciones breves, verso corto, estribillos,
paralelismos, repeticiones ... Destacan Marinero en tierra de Rafael Alberti y
Romancero gitano de Federico García Lorca y Canciones del farero de Emilio Prados.
o El peso de la fuerte tradición poética del siglo de Oro se manifiesta en una poesía

UD8- LA GENERACIÓN DEL 27


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clásica renovada mediante metáforas e imágenes subjetivas; usan estrofas y versos


tradicionales, endecasílabos, la décima, la octava real y el soneto, Sonetos de amor
oscuro de Lorca. Además, la influencia de Garcilaso, Bécquer y de la poesía intimista
de Machado se deja sentir en la trilogía amorosa de La voz a ti debida, Razón de amor
y Largo lamento de Pedro Salinas. También Las islas invitadas de Manuel
Altolaguirre.
o Aunque pronto se dejan influir por las vanguardias, el arte deshumanizado y la poesía
pura de Juan Ramón Jiménez, creando una poesía racionalista en obras como
Cántico de Jorge Guillén y en Poemas puros y Poemillas de la Ciudad de Dámaso
Alonso, Espadas como labios de Vicente Aleixandre y Manual de espumas de
Gerardo Diego.
● La segunda etapa, hacia 1929 posee una clara conciencia de cambio: las formas y el espíritu
anteriores están desgastadas y, frente al arte deshumanizado se propone la rehumanización; frente a la
poesía pura, la poesía impura; frente a la evolución, el compromiso. En estos cambios jugó un papel
decisivo el Surrealismo. Surgen así las obras de Alberti, Sobre los ángeles, García Lorca, Poeta en
Nueva York, Cernuda, Los placeres prohibidos, Imagen de Gerardo Diego y La destrucción o el amor,
de Vicente Aleixandre. La preocupación por lo humano irá en aumento con los años, pero no
abandonarán la búsqueda de la belleza.
● Una vez terminada la Guerra Civil (1936―1939) da comienzo la tercera etapa de la Generación del
27, la cual supone la disgregación de este grupo de escritores, antes tan unidos. Debido a la guerra y
la muerte de Lorca, la inmensa mayoría de autores tuvieron que exiliarse, tan solo permanecieron en
España: Vicente Aleixandre, Dámaso Alonso y Gerardo Diego y el grupo acaba por desligarse.
Dámaso Alonso desarrolla una labor como crítico-docente e investigador; destaca su obra Hijos de la
ira (1944). Luis Cernuda verá publicados sus libros en 1964 bajo el título de La realidad y el deseo .
Jorge Guillén completa su ciclo poético con Clamor (1957).

UD8- LA GENERACIÓN DEL 27


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UD9 EL TEATRO ANTERIOR A 1939. TENDENCIAS, AUTORES Y OBRAS


PRINCIPALES

PANORAMA DE LA ESCENA ESPAÑOLA; TENDENCIAS:

1. TEATRO COMERCIAL (EL QUE TRIUNFA):


o La alta comedia benaventina. Características y autores
o El teatro poético. Características y autores
o El teatro humorístico. Características y autores

2. EL TEATRO INNOVADOR Y QUE QUIERE TRIUNFAR


o La Generación del 98: características, autores y obras.
El innovador Valle-Inclán: características y obras.
o La Generación del 27: autores.
García Lorca: características y obras.

UD9 EL TEATRO ANTERIOR A 1939. TENDENCIAS, AUTORES Y OBRAS PRINCIPALES


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PANORAMA DE LA ESCENA ESPAÑOLA: TENDENCIAS


En las primeras décadas del siglo XX, se estrenaron infinidad de obras teatrales, pues el teatro era el
espectáculo de entretenimiento por excelencia y varias generaciones de dramaturgos coexistían. Sin embargo,
―a excepción del de Valle-Inclán y Lorca― la crítica valora muy negativamente este periodo; la escena
española pasaba por un período de decadencia y atraso respecto al resto de Europa, determinado por grandes
condicionamientos comerciales e ideológicos, dado que los empresarios tenían que adaptarse a los gustos del
público burgués para hacer rentables las representaciones.
Debido a esto, los autores deben optar por ceñirse a los gustos de ese público o que su teatro quede
relegado a la lectura de una minoría. Esta situación provoca la polarización de la escena en dos tendencias
opuestas: el teatro que triunfa y el que pretende triunfar.

1. TEATRO COMERCIAL (EL QUE TRIUNFA)


Destinado a un público burgués, es escasamente crítico y aporta pocas novedades técnicas, sin embargo,
será el que triunfe en las salas. Dentro de él destacan tres tendencias:
● La alta comedia benaventina. Características y autores
Jacinto Benavente escribe piezas conservadoras, que se adaptan a los gustos del público. En sus obras,
se percibe una crítica superficial de la hipocresía y los convencionalismos burgueses, pero sin llegar a ser
conflictivo. Sus piezas poseen una buena construcción dramática y un lenguaje cuidado y espontáneo. Cultivó,
especialmente, dos géneros: el drama rural (La malquerida) y la alta comedia (Rosas de otoño), pero su
obra más destacada es, sin duda, Los intereses creados (1907), que se inspira en la commedia dell’arte italiana.
● El teatro poético. Características y autores
El teatro poético, escrito en verso, triunfa presentando, con una ideología tradicionalista, grandes
hechos del pasado e ideales de la antigua nobleza; tal es el caso de Marquina (Las hijas del Cid) y Villaespesa
(“La leona de Castilla") o una visión folklórica como los hermanos Machado en La Lola se va a los puertos.
● El teatro humorístico. Características y autores
Aborda temas superficiales con una trama fácil que se resuelve favorablemente y personajes populares
que resultan divertidos por su jerga.
Destacó, por encima de todos, Carlos Arniches, autor de sainetes de ambiente madrileño en los que
creó un lenguaje castizo que el pueblo de Madrid acabó por imitar. En sus sainetes los ambientes y los tipos
(los chulapos) son populares, pero sus diálogos revelan gran manejo de la palabra. Posteriormente, cultivó la
«tragedia grotesca», modalidad teatral que mezcla lo cómico y lo patético, lo risible y lo conmovedor.
Destaca La señorita de Trevélez, sobre una sangrante broma de unos señoritos a una mujer madura y soltera
de una ciudad provinciana, criticando así la inmoralidad y ociosidad de la clase burguesa.
En esta corriente de humorismo fácil se sitúan también los hermanos Álvarez Quintero (El patio) que
muestran una Andalucía amable y vitalista y Pedro Muñoz Seca, que destacó con obras como La venganza
de don Mendo con el género del astracán, disparatadas piezas, llenas de juegos de palabras que dan lugar a
malas interpretaciones o a situaciones cómicas y absurdas que buscan la risa del espectador.

2. EL TEATRO INNOVADOR O QUE PRETENDE TRIUNFAR


Pretende romper con el drama burgués realista de finales del siglo XIX, ofreciendo un nuevo tipo de
obras, bien por su carga crítica, bien por sus innovaciones técnicas, o por ambos aspectos. Esta tendencia,
sin embargo, fue un fracaso comercial, pues no tuvo la aceptación del público, exceptuando algunas piezas.
En general, es un teatro que abandona el realismo y convierte el drama en un cauce de reflexión
filosófica, como ya hicieron los escritores del 98 y el 14 con la novela; algunos autores, además, recuperan
formas tradicionales de teatralidad como la tragedia, el auto sacramental o la farsa.
Los escritores del 98: características, autores y obras
● Unamuno trata en sus obras temas existenciales, de conciencia o de fe, buscando mostrar la
interioridad de los personajes. (El otro y Fedra).
UD9 EL TEATRO ANTERIOR A 1939. TENDENCIAS, AUTORES Y OBRAS PRINCIPALES
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● Azorín utiliza elementos irreales y simbólicos, con personajes alegóricos. (Angelita)


● Jacinto Grau triunfa en Europa, pero fracasa en España. Intenta la renovación con la tragedia y los
mitos clásicos como en El señor de Pigmalión.
● El innovador Valle-Inclán: características y obras
El verdadero innovador del teatro, por su influencia posterior, fue Valle-Inclán. Presenta una
producción compleja, con diversa aceptación entre el público.
El ciclo mítico de la trilogía de las Comedias bárbaras presenta una Galicia mítica, primitiva y cruel en
la que se produce la degradación moral un linaje señorial, regido por la avaricia y la lujuria. Su siguiente obra,
Divinas palabras, supone ya un paso hacia el esperpento.
Con el ciclo de la farsa, se intensifican los elementos grotescos. Son obras en verso situadas en un
espacio muy 'ridículo', propio del siglo XVIII: jardines, rosas, cisnes… que parodia el modernismo. Destaca
La marquesa Rosalinda.
El ciclo esperpéntico supone la culminación de este proceso dramático. El ESPERPENTO presenta una
realidad deformada para evidenciar la degradación social del país y lo absurdo y miserable de la existencia.
Valle se sirve de la degradación de los personajes (animalización y cosificación), que son grotescos, en
ambientes sórdidos y degradados. Es un teatro de crítica de una realidad falsa y de unos valores que ya no
tienen sentido. Se inicia en 1920 con Luces de bohemia, que relata el viaje infernal (dantesco) por las calles
madrileñas de Max Estrella, poeta bohemio, pobre y ciego, acompañado de don Latino de Híspalis, su falso
amigo, miserable y ruin. Martes de Carnaval agrupa tres obritas entre las que sobresale Las galas del difunto,
que recrea el mito literario de Don Juan desde el esperpento.
La Generación del 27: autores, características y obras
Intentan llevar su renovación lírica a las tablas. Aunque Alberti (El hombre deshabitado) y Salinas
(El director) escriben algunas piezas teatrales, sus mayores logros fueron producidos ya en el exilio.
Trayectoria similar fue la de Alejandro Casona, con triunfos antes de la guerra, como La sirena varada, y
en el exilio otros títulos. Mezcla acertadamente los elementos líricos y simbólicos para crear un teatro que
gozó de bastante aceptación, como en La dama del alba. A su vuelta a España no cosechó tanto éxito.
Pero el autor más influyente fue Federico García Lorca, cuyos temas principales son la frustración,
el deseo de libertad (casi siempre encarnado en personajes femeninos) y la realidad (la sociedad, la tradición,
la familia…) que impide conseguir lo que se anhela. Su mundo dramático nos presenta dos fuerzas opuestas:
el principio de autoridad y el deseo de plenitud personal que luchan en un universo poético plagado de
símbolos, alternando el verso y la prosa, con un lenguaje cargado de intensidad lírica y una escenografía muy
cuidada.
● Entre sus primeras obras, destaca Mariana Pineda, con tintes modernistas (sobre la heroína que muere
ajusticiada por haber bordado una bandera liberal).
● También escribe farsas, como La zapatera prodigiosa. Son obras cómicas breves cargadas de lirismo.
● Su teatro vanguardista nunca fue representado en su época. Él mismo llama “comedias imposibles” a
El público y Así que pasen cinco años, de clara influencia surrealista.
● El culmen de su teatro llega con las tragedias rurales (Trilogía dramática de la tierra española), con
mezcla de elementos líricos cultos y populares, como Bodas de sangre (fuga de la novia con su
antiguo amante), Yerma (maternidad frustrada) y La casa de Bernarda Alba, que está considerada su
mejor obra. Todos los elementos dramáticos, desde los nombres a los símbolos poéticos, así como la
escenografía y el vestuario están perfectamente integrados y nos conducen inexorablemente a un final
trágico.

UD9 EL TEATRO ANTERIOR A 1939. TENDENCIAS, AUTORES Y OBRAS PRINCIPALES


UD9 COMENTARIO DE LA CASA DE BERNARDA ALBA EN RELACIÓN CON SU CONTEXTO
HISTÓRICO Y LITERARIO

CONTEXTO HISTÓRICO
Federico García Lorca escribió La casa Bernarda Alba en 1936, año trágico que marca el comienzo
de la Guerra Civil. Fue también el año de su muerte, fusilado por tropas franquistas en su Granada natal.
Tras el triunfo de la II República en 1931 se suceden unos años muy convulsos; el 18 de julio de
ese mismo año la sublevación del General Franco contra el gobierno provoca un sangriento conflicto que
durará tres años. [La ayuda exterior (de la Alemania nazi y la Italia de Mussolini al bando franquista), las
tensiones internas y el agotamiento forzaron la derrota del gobierno republicano, a pesar del apoyo recibido
de la Unión Soviética y de las Brigadas internacionales.]
La guerra marcó para siempre la vida y la obra de los autores del 27, condenados a la muerte, el
exilio o el exilio interior.
CONTEXTO LITERARIO Y COMENTARIO
La Casa de Bernarda Alba, obra cumbre del autor, escrita en 1936 en la cima de su carrera literaria, es una
de las muestras más representativas del teatro innovador que pretende triunfar, un teatro en consonancia
con el de los grandes dramaturgos europeos de su época, que no tuvo éxito en España, con un panorama
escénico dominado por obras comerciales del gusto burgués. Se estrenó en Buenos Aires y en otras capitales
europeas en 1945; en España no sería hasta 1950.
La trayectoria de su autor está marcada por su infancia granadina en una familia culta, su formación en
Madrid en la Residencia de estudiantes, su adscripción y relaciones con los miembros de la Generación del
27 y la huella del surrealismo. A partir de 1931 colabora con el gobierno de la II República en un grupo de
teatro universitario, La Barraca, con el propósito de difundir los grandes clásicos teatrales por las tierras de
España. Esta labor como director y escenógrafo le involucra definitivamente con el género dramático.
Partiendo de la tradición teatral española del siglo de Oro y de las vanguardias, desarrolla una
dramaturgia llena de lirismo y de gran trascendencia simbólica.
La obra, inspirada en una familia real vecina de Lorca, cuenta cómo tras la muerte de su segundo marido,
Bernarda Alba impone a sus cinco hijas un período de luto de ocho años. Los conflictos que provoca esta
situación, el ansia de libertad y las pasiones encarnadas en los personajes, se desbordarán a medida que el
encierro se hace patente. Desencadenante de la tragedia será la figura de Pepe el Romano, pretendiente de
Angustias, hija mayor y heredera, pero atraído por la juventud y la belleza de Adela, la menor, y amado, a su
vez, por Martirio.
LCDBA plantea la temática más personal de Lorca: el principio de autoridad, encarnado por
Bernarda, que trae consigo la frustración amorosa y la muerte (el final trágico de Adela), frente al
principio de libertad, encarnado por las hijas, sobre todo por Martirio y Adela, pero, fundamentalmente,
por Mª Josefa, madre de Bernarda; en sus palabras se mezclan locura, verdad y poesía. Sus apariciones
simbolizan los anhelos de las hijas: libertad, matrimonio y maternidad.
Junto a este tema central se pueden señalar otros temas conexos como pueden ser la moral tradicional y
la presión social sobre los individuos, las diferencias sociales, el orgullo de casta, la condición de la mujer
en la sociedad española de la época y la sumisión femenina en el matrimonio.
A partir de la temática descrita, la obra se ajusta a la concepción de Lorca del teatro como “poesía que se
levanta del libro y se hace humana y habla y grita, llora y se desespera”; encarnada por unos personajes
vestidos con “un traje de poesía” y a los que les vemos a la vez “los huesos y la sangre”. Todo ello da lugar
a un universo mítico basado en un realismo poético en el que se conjugan elementos tomados de la realidad,
( una familia vecina, un escenario conocido) y costumbristas, reflejo de usos populares (el duelo, el luto, el
ajuar, la reja, los segadores…), junto con un profundo simbolismo: simbolismo del río y de los pozos
(muerte); frente a la casa familiar, el mar o el campo serán símbolos de libertad; el olivar, el lugar de los
encuentros amorosos; el agua y la sed son vida y anhelos, el vestido verde con el que Adela rompe el luto
presagia su trágico final; el caballo que cocea los impulsos eróticos reprimidos.
El lenguaje es otro de los instrumentos esenciales en la conjunción de realidad y poesía. Por una parte,
nos da impresión de realidad el lenguaje popular, sin caer en vulgarismos fáciles, muy enraizado en el
habla andaluza; por otra, mediante el simbolismo y con abundantes imágenes y comparaciones, Lorca nos
transmite un profundo lirismo.
1

UD11 LA NOVELA ESPAÑOLA DE 1939 A FINALES DE LA DÉCADA DE LOS 70.


TENDENCIAS, AUTORES Y OBRAS REPRESENTATIVAS

1. CONSECUENCIAS DE LA GUERRA; LA NOVELA DEL EXILIO, AUTORES Y OBRAS


2. LA DÉCADA DE LOS 40: NOVELA NACIONALISTA, NOVELA FANTÁSTICA, NOVELA
EXISTENCIAL Y EL TREMENDISMO

3. LA DÉCADA DE LOS CINCUENTA: REALISMO SOCIAL Y NEORREALISMO

4. LA DÉCADA DE LOS SESENTA: DESCUBRIMIENTO DE LA NOVELA


HISPANOAMERICANA, RASGOS MÁS SIGNIFICATIVOS, AUTORES Y OBRAS

(DE TODAS LAS TENDENCIAS, CARACTERÍSTICAS, AUTORES Y OBRAS)

UD11 LA NOVELA ESPAÑOLA DE 1939 A FINALES DE LA DÉCADA DE LOS 70.


TENDENCIAS, AUTORES Y OBRAS REPRESENTATIVAS
2

La Guerra Civil supuso un corte drástico en la vida cultural de España. Durante la dictadura del
general Franco (1939-1975) diversos factores dificultaron la creación y publicación de nuevas novelas,
principalmente, la censura, el aislamiento internacional y la marcha de muchos de los narradores anteriores.
En la narrativa hasta 1975 podemos encontrar estas tendencias:
1. LA NOVELA DEL EXILIO, AUTORES Y OBRAS
El exilio de numerosos escritores que desarrollaron su creación fuera de España refleja, a pesar de sus
diversas orientaciones, algunos rasgos comunes: el recuerdo de la España anterior a 1936, la añoranza de los
amigos desaparecidos, la reflexión sobre la guerra, la descripción de los nuevos ambientes, el desánimo ante
la certeza del imposible regreso...
Uno de sus principales autores fue Ramón J. Sender. En su extensa obra se encuentran varias
tendencias y temas: narraciones realistas, alegóricas, históricas, autobiográficas, etc. Su obra más destacada
es Réquiem por un campesino español y la serie de novelas Crónica del alba con la Guerra Civil como
elemento importante.
Por otra parte, destaca también la obra narrativa de Max Aub. Su tema principal es el ser humano
como ser social, político y moral. Su producción más considerada es la serie sobre la Guerra Civil y sus
consecuencias, como en Campo de los almendros.
2. LA DÉCADA DE LOS 40: NOVELA NACIONALISTA, NOVELA FANTÁSTICA, NOVELA
EXISTENCIAL Y EL TREMENDISMO
A consecuencia de la guerra, las tendencias artísticas que se habían iniciado en los años anteriores
fueron interrumpidas violentamente, lo que obligó a la nueva generación de novelistas a partir de la nada y
explorar nuevas formas narrativas, inspirándose en la novela realista y naturalista del siglo XIX y, entre sus
contemporáneos, principalmente, Baroja.
Las tendencias de la DÉCADA DE LOS CUARENTA son:
- La novela nacionalista que se acerca a la Guerra Civil desde la óptica de los vencedores. Destacaron en
esta corriente Edgar Neville, con Frente de Madrid; y Torrente Ballester, con Javier Mariño.
- La novela fantástica, donde la fantasía, el humor y la creación de mundos imaginarios constituyeron
recursos para rechazar la cruda realidad: Wenceslao Fernández Flórez, El bosque animado.
- La novela existencial. Esta corriente se aleja de la denuncia social para instalarse en la conciencia
personal del “yo”. De ahí que los grandes temas sean la soledad, la inadaptación, la frustración, la muerte…
Abundan en ella personajes marginados y desarraigados, o desorientados y angustiados, revelando el
malestar del momento. Destacan Nada de Carmen Laforet (premio Nadal 1945, refleja el desencanto ante
una realidad asfixiante a través de una universitaria que va a estudiar a Barcelona) y La sombra del ciprés es
alargada de Miguel Delibes.
- El TREMENDISMO, refleja también la angustia y la desolación propias de la novela existencial, pero
insiste en lo más sórdido y desagradable de la realidad; se inicia con La familia de Pascual Duarte, primera
novela de Camilo José Cela, publicada en 1942. Entronca con la novela picaresca y presenta la
autobiografía de un condenado a muerte.
3. LA DÉCADA DE LOS CINCUENTA: REALISMO SOCIAL Y NEORREALISMO
Las novelas publicadas en los años 50 ofrecen un testimonio crítico de la sociedad española de la
época; las caracterizan la temática social - se desplaza el interés desde el individuo a lo colectivo- y su
adscripción a la tradición literaria del realismo.
Marca este cambio la publicación, en 1951 en Buenos Aires, de La colmena de Camilo José Cela (la
obra fue prohibida en España durante años); en ella el realismo imperante en la década anterior se convierte
en objetivista, en fría reproducción de la vida en el Madrid de la época. Esta obra, origen del realismo
social, se caracteriza por su protagonista colectivo, la condensación temporal y la visión pesimista de las
rutinas y miserias cotidianas de una multitud de personajes que luchan por sobrevivir en un entorno de
soledad y frustración.

UD11 LA NOVELA ESPAÑOLA DE 1939 A FINALES DE LA DÉCADA DE LOS 70.


TENDENCIAS, AUTORES Y OBRAS REPRESENTATIVAS
3

Para los autores del realismo social la literatura es un instrumento con el que cambiar el mundo, por
eso el escritor tiene el compromiso de denunciar la realidad del momento: la falta de libertad, las injusticias
sociales y las penosas condiciones de vida de la gente común en la España de posguerra, presentadas desde
un punto de vista crítico. Se trata de novelas que muestran la solidaridad con los humildes. Los temas más
importantes son: la vida del campo, con su duro trabajo y miseria (La zanja de Alfonso Grosso); el mundo
del trabajo y las relaciones laborales, como en Central eléctrica de López Pacheco; el tema urbano y la
miseria de los suburbios (La resaca, de Juan Goytisolo).
[Sin embargo, en el extremo opuesto, se hallan las novelas de la burguesía, en las que se trata el
vacío y el egoísmo de esta clase social, especialmente en los jóvenes ociosos y conformistas (Encerrados
con un solo juguete, de Juan Marsé).]
En cuanto a sus rasgos formales característicos podemos destacar la tendencia al argumento lineal y a
la concentración espacio temporal; la preferencia por el personaje colectivo o representativo; y la objetividad
del narrador; escasez y funcionalidad de las descripciones y un lenguaje sencillo sin gran elaboración
estética (salvo excepciones, como Camilo José Cela), con abundantes diálogos que pretenden reflejar el
habla real.
Por último, el neorrealismo agrupa a una serie de autores que poseen una mayor preocupación
estética y carecen de una voluntad explícita de denuncia; se centran en los valores éticos y en la presencia
cotidiana de la soledad y la frustración. La acción es generalmente escasa y se desarrolla a través de diálogos
coloquiales. En esta corriente se sitúan Carmen Martín Gaite con Entre visillos y Rafael Sánchez Ferlosio
con El Jarama, máxima expresión del objetivismo con sus diálogos.
4. LA DÉCADA DE LOS SESENTA: LA NOVELA EXPERIMENTAL, RASGOS MÁS
SIGNIFICATIVOS, AUTORES Y OBRAS
En la década de los 60, junto al agotamiento del realismo, hay que destacar dos factores que
favorecieron la decisiva modernización de la novela española: el descubrimiento de la novela
hispanoamericana (Mario Vargas Llosa, Gabriel García Márquez…); y la influencia de los grandes
renovadores de la literatura universal (Proust, Kafka, Joyce…).
Esta nueva novela se aparta de la política y el compromiso social y se centra en representar la realidad
según su punto de vista, dando más importancia a cómo se narra, que a la historia, con una voluntad de
renovación estética, de experimentar.
Algunos de sus rasgos principales son: frecuentes cambios de perspectivas narrativas; se concede
una gran importancia al monólogo interior; ruptura de la secuencia cronológica y de la división
tradicional del relato (los capítulos son sustituidos por secuencias separadas por espacios en blanco o sin
separaciones y, a veces, se insertan collages o materiales diversos); el argumento es irrelevante; se concede
más importancia al tratamiento de la anécdota. Los personajes son seres en conflicto con su entorno y con
su propia personalidad, los espacios simbólicos y se toman licencias ortográficas y tipográficas.
Los autores más destacados de esta corriente fueron Luis Martín-Santos, con Tiempo de silencio,
donde el subdesarrollo, la inmoralidad, el atraso de la ciencia y el deseo de subir a toda costa en la escala
social presentan un retrato desolador de la época, junto con una profunda renovación de las técnicas
narrativas; Miguel Delibes, con Los santos inocentes o Cinco horas con Mario, en la que introduce
innovaciones narrativas como el monólogo interior que muestra la brecha todavía existente entre “las dos
Españas”; Juan Benet, con Volverás a región, novela experimental compuesta de diversas anécdotas
contadas fragmentariamente, sin orden cronológico; Juan Goytisolo, con Señas de identidad, sobre la
búsqueda del sentido a la vida; y Juan Marsé, con Últimas tardes con Teresa, visión crítica de la burguesía
catalana, en la que emplea las técnicas narrativas experimentales.
También algunos narradores más jóvenes comienzan en esta línea experimental, caso de José María
Guelbenzu, con El mercurio (1967), y Eduardo Mendoza, con La verdad sobre el caso Savolta (1975).
Esta última abre paso a una cierta recuperación de la intriga o «vuelta a la narratividad», ya que desarrolla
una trama de crímenes y amores con el telón de fondo de los conflictos sociales de la Barcelona de
principios de siglo.
UD11 LA NOVELA ESPAÑOLA DE 1939 A FINALES DE LA DÉCADA DE LOS 70.
TENDENCIAS, AUTORES Y OBRAS REPRESENTATIVAS
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UD11 LA NOVELA ESPAÑOLA DE 1939 A FINALES DE LA DÉCADA DE LOS 70.


TENDENCIAS, AUTORES Y OBRAS REPRESENTATIVAS
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UNIDAD 13 EL TEATRO DE 1939 HASTA LA ACTUALIDAD. TENDENCIAS, AUTORES Y


OBRAS REPRESENTATIVAS.

1. CONDICIONAMIENTOS COMERCIALES Y SOCIALES

2. TEATRO EN EL EXILIO

3. AÑOS 40.-AÑOS CUARENTA: EVASIÓN Y HUMOR

4. AÑOS 50.-TEATRO EXISTENCIALISTA Y SOCIAL (Lectura de Historia de una escalera de


Antonio Buero Vallejo)

5. AÑOS 60 Y 70.-RENOVACIÓN FORMAL

6. A PARTIR DE 1975.-COMIENZO DE LA DEMOCRACIA. TENDENCIAS PRINCIPALES


(Lectura de Las bicicletas son para el verano de Fernando Fernán Gómez)

(DE TODAS LAS ÉPOCAS CARACTERÍSTICAS, AUTORES Y OBRAS MÁS SIGNIFICATIVAS)

UD13 EL TEATRO DE 1939 HASTA LA ACTUALIDAD. TENDENCIAS, AUTORES Y OBRAS


REPRESENTATIVAS.
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1. CONDICIONAMIENTOS COMERCIALES Y SOCIALES
El asesinato de Federico García Lorca, la muerte de Unamuno y Valle Inclán, y el exilio de otros
dramaturgos importantes, deja a los nuevos autores sin figuras de referencia capaces de impulsar un teatro
renovador. Además, el género continúa teniendo los mismos condicionamientos comerciales que antes del
36 (los empresarios han de tener muy en cuenta los gustos del público, burgués en su mayoría, que acude a
las salas).
A estos obstáculos comerciales se unen ahora condicionamientos ideológicos como es el de la férrea
censura por parte del gobierno y de la iglesia, que impiden la crítica o el reflejo fiel de la realidad. Pocas son
las posibilidades de un teatro que vaya más allá de la capacidad de autocrítica del público burgués; y en el
terreno estético, hay una fuerte resistencia ante nada que se salga de las formas tradicionales.
En consecuencia, los autores se ven ante el dilema de resignarse a que su teatro quede relegado a la
lectura (TEATRO SOTERRADO) o ceñirse a los condicionamientos y gustos del público dando lugar, en la
primera posguerra, a un teatro que prefiere la comedia con un carácter de evasión o escapista (TEATRO
VISIBLE) y que busca una diversión intrascendente o conformista.
2. AÑOS 40: EVASIÓN Y HUMOR
Continúa la alta comedia o la comedia burguesa de al estilo de Benavente. Busca entretener al público
burgués con obras amables e intrascendentes. Está representada por Pemán, Edgar Neville (El Baile 1952) y
Juan Ignacio Luca de Tena.
Lo que destaca en esta década es el teatro de humor e innovador de Enrique Jardiel Poncela Cuatro
corazones con freno y marcha atrás (1936) o Eloísa está debajo de un almendro (1940) y de Miguel
Mihura, precedente del teatro del absurdo. La obra más representativa de Mihura es Tres sombreros de
copa estrenada en 1952, 20 años después de ser escrita. Es una comedia que, mediante juegos de palabras y
situaciones disparatadas, critica, con un humor amargo, la rutina y mediocridad de la burguesía de
provincias y la vida miserable del teatro de variedades. Se enfrentan dos mundos y dos concepciones de la
vida: la vida poética y de libertad de PAULA y la vida burguesa y convencional de DIONISIO que,
finalmente, no es capaz de cambiar su destino trazado.
3. TEATRO EN EL EXILIO
Paralelamente, en el exilio, Max Aub publica en 1942 San Juan. La obra plantea las vicisitudes de un
contingente de emigrados judíos que huyen de los nazis en un barco, el “San Juan”, y que no logran ser
recibidos en ningún puerto. Rafael Alberti escribe El adefesio (tragedia simbólica) en 1944 y Noche de
guerra en el Museo del Prado (drama político) en 1956. Alejandro Casona continúa con un teatro poético y
de misterio con La dama del alba (1944), [La barca sin pescador (1945)] y Los árboles mueren de pie
(1949).
4. AÑOS 50: TEATRO EXISTENCIALISTA Y SOCIAL
Un público más joven y universitario, cierta relajación de la censura y la influencia europea,
posibilitan en esta década otro tipo de teatro, que intentó renovar la escena y manifestar su oposición a la
dictadura. Este teatro, comprometido con la realidad social y política plantea temas como la injusticia social
y la condición humana.
Se inicia en 1949 con el estreno de Historia de una escalera de ANTONIO BUERO VALLEJO, que será
el autor más destacado de la segunda mitad del s.XX en España. Buero escribe dramas con una
interpretación simbólica que, dentro de los márgenes permitidos por la censura, pretenden interrogar al
espectador sobre su vida y que tome conciencia de la trágica condición del ser humano, que es dolor e
incertidumbre. En la obra de este autor se pueden distinguir tres etapas:
●Etapa existencial (reflexión sobre la condición humana): en Historia de una escalera (1949) los
protagonistas son cuatro jóvenes, vecinos de una vieja casa. La obra refleja un mundo gris donde las
frustraciones se repiten, no sólo por el peso del medio social sino también por la debilidad personal. De esta
misma época es también En la ardiente oscuridad.
●Teatro social (denuncia de injusticias que atañen a la sociedad): destacan, con tintes históricos: Un
soñador para un pueblo (sobre Esquilache) y El concierto de San Ovidio (1962 ambientada en el París
UD13 EL TEATRO DE 1939 HASTA LA ACTUALIDAD. TENDENCIAS, AUTORES Y OBRAS
REPRESENTATIVAS.
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previo a la Revolución francesa) y sobre todo, El tragaluz (1967) que se centra en unos personajes marcados
inexorablemente por la Guerra Civil.
●Etapa de innovación: destaca La fundación (1974) donde el espectador ve la escena a través de los
personajes mediante los efectos de inmersión que utiliza.
Otro dramaturgo importante influido por el existencialismo es Alfonso Sastre, cuyos dramas
contienen una denuncia explícita de las injusticias sociales y la situación política de España. Destaca
Escuadrón hacia la muerte (1953) tragedia antibelicista que denuncia la falta de libertad y La mordaza obra
de agitación política y social (1954).
A finales de los 50 se acentúa la tendencia realista. Son importantes, Lauro Olmo con La camisa
(1962), drama sobre la emigración del campo a la ciudad, y José Martín Recuerda con Las salvajes de
Puente San Gil reflexión sobre la hipocresía y la barbarie. [ También, José M.ª Rodríguez Méndez con Los
inocentes de la Moncloa y Ricardo Rodríguez Buded con La Madriguera]
5. AÑOS 60 Y 70.- RENOVACIÓN FORMAL
Dentro del teatro comercial, siguen triunfando las comedias de Mihura, Alfonso Paso, Jaime de
Armiñan y Ana Diosdado. Entre los nuevos dramaturgos sobresale Antonio Gala. Durante los años setenta
goza del favor del público con obras como Anillos para una dama o Por qué corres, Ulises.
Pero en esta década, al igual que en la novela, se produce una renovación que da lugar al teatro
experimental. Los nuevos autores consideran acabado el Realismo social y buscan nuevas propuestas
estéticas, aunque en ocasiones no exentas de crítica social. Influidos por las nuevas corrientes dramáticas
europeas como el Teatro del absurdo (existencialismo y vanguardia, Beckett) y el Teatro de la crueldad
(violencia e irracionalidad) crearon obras que no encontraron facilidades para ser representadas, o por
problemas con la censura, o porque sus audacias formales no resultaron del agrado del público. Por eso
constituyen el llamado “teatro soterrado”, “teatro del silencio”, teatro “underground” o vanguardista.
En este teatro vanguardista destaca FERNANDO ARRABAL. Imaginación, elementos surrealistas,
lenguaje infantil y ruptura con la lógica son las características de su teatro: El triciclo y Pic-nic. Exiliado en
Francia desde 1955, sus obras son teatro cercano al absurdo; encuadradas en el Movimiento Pánico, buscan
provocar y sobrecoger al público por medio de la violencia o la locura.
FRANCISCO NIEVA, (dos veces Premio Nacional de Teatro, Premio Príncipe de Asturias de las
Letras, académico de la Lengua...) es el más importante de los dramaturgos experimentales de la segunda
mitad de siglo. Aunque escribe obras de teatro desde los años 50, no las ve representadas de forma regular
hasta después de la muerte de Franco. Su teatro, que él mismo denomina teatro furioso, es onírico y
fantástico. A través de él, critica la España tradicional marcada por la represión, por lo que aboga por la
transgresión y la liberación sexual con elementos cercanos al esperpento y al surrealismo en Pelo de
tormenta.
6. A PARTIR DE 1975: COMIENZO DE LA DEMOCRACIA. TENDENCIAS PRINCIPALES
Paradójicamente, finalizada la dictadura y eliminada la censura, ha sido en estos años cuando la crisis
del teatro español se ha hecho más evidente. Un importante fenómeno que ha ayudado a paliar esta crisis,
ha sido la creación de instituciones teatrales oficiales, tanto del estado como de las comunidades autónomas
o municipios. Así, en 1978 se creó el Centro Dramático Nacional y posteriormente El Centro Nacional de
Nuevas Tendencias Escénicas y la Compañía Nacional de Teatro Clásico.
La diversidad de tendencias y la convivencia de distintas generaciones de autores y actores dificulta la
tarea de encontrar rasgos compartidos; no obstante, el apoyo institucional y la pérdida de la importancia de
la representación y el texto dramático frente al director, han condicionado el desarrollo del género.
Además de autores individuales, triunfan grupos de Teatro independiente, como Els Joglars, Els
Comediants o Tábano; Junto a ellos, Francisco Nieva, que ve triunfar sus obras en esta etapa, y otros como
Sanchís Sinisterra, ¡Ay, Carmela! José Luis Alonso de Santos, Bajarse al moro; Fernando Fernán
Gómez, Las bicicletas son para el verano; Paloma Pedrero, Besos de lobo e Ignacio Amestoy con Cierra
bien la puerta. Sus temas principales son la sociedad contemporánea, las relaciones personales y la Guerra
civil.
UD13 EL TEATRO DE 1939 HASTA LA ACTUALIDAD. TENDENCIAS, AUTORES Y OBRAS
REPRESENTATIVAS.
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UD13 EL TEATRO DE 1939 HASTA LA ACTUALIDAD. TENDENCIAS, AUTORES Y OBRAS


REPRESENTATIVAS.
UD13- LAS BICICLETAS SON PARA EL VERANO DE FERNANDO FERNÁN
GÓMEZ EN RELACIÓN CON SU CONTEXTO HISTÓRICO Y LITERARIO
Las bicicletas son para el verano, se escribió ya en la democracia (1977); obtuvo el
premio Lope de Vega y se estrenó en 1982. Su contexto literario es el del nuevo teatro:
grupos independientes y nuevas tendencias dramáticas. No obstante, siguen vigentes
autores de la generación realista con las que la obra comparte más analogías, que con las
tendencias vanguardistas del momento.
No es una reproducción de la realidad, sino que dramatiza, mediante la ficción, lo
que fue la Guerra Civil, mostrando aspectos cotidianos de la vida en el Madrid de la
época, con el telón de fondo de la historia. El espectador conoce el final de la guerra y el
régimen franquista que llegará después, mientras que en la obra no se sabe qué va a pasar,
cómo será la vida después. La ironía de este hecho da a la audiencia cierto sentido de
conocimiento, porque estamos más informados que los personajes sobre los sucesos
históricos que se desarrollan. El autor destaca, así, su inocencia, ya que muchos no
parecen entender la realidad de la guerra y sus efectos; además, nadie sabe cuánto durará.
No obstante, algunos, como Don Luis, saben, en el fondo, que su vida ya nunca será igual.
El dramaturgo también utiliza el humor para aliviar la tensión. Doña Marcela y Don
Simón resultan cómicos por sus riñas, Luisito debido a sus intentos de cortejar a las chicas
con sus poemas y sus atrevimientos con María y Julio por sus reacciones extremas al
sentir el rechazo de Manolita.
Algunos de los temas principales que se desarrollan son: el sufrimiento que trae la
guerra (todos los personajes se ven afectados por la pérdida de amigos y familiares que
mueren o desaparecen, viven entre tiroteos y bombardeos, buscando refugio entre la
destrucción cada vez más patente); la solidaridad entre vecinos y amigos, unas veces de
forma interesada, pero otras con verdadera generosidad; la frustración de las perspectivas
profesionales y amorosas de los personajes (D. Luis y Luisito con la literatura, Manolita
con el teatro, Julio con Manolita); el destino de los personajes, funesto para los que
tuvieron algo que ver con el bando republicano (D. Luis, Luisito, Manolita, María, Pedro)
y esperanzador para los del bando nacional (la familia de Pablo, D. Álvaro el casero y
Basilio, un personaje antipático que ha sabido hacer favores a todos y salvar su propio
pellejo)
Los personajes de la obra representan diferentes modos de afrontar la vida y sus
inconvenientes. El autor aporta pocos datos sobre ellos y es su comportamiento el que nos
va descubriendo su carácter y sus posturas, más conservadoras en unos casos (doña
Dolores, doña Mª Luisa) y menos tradicionales en otros, como el del padre y Manolita,
personaje a través del que Fernán Gómez realiza una clara defensa de la profesión de
cómico.
El simbolismo se encuentra principalmente en el título y el tema de la bicicleta. Al
principio, la bicicleta representa los días alegres y despreocupados de la juventud, de
excursiones de verano con chicas. El verano que Luisito anhela no llega a ocurrir y, por el
contrario, se encuentra encerrado en un piso debido a la guerra. Al final, también se habla
de comprarle una bicicleta a Luisito, pero esta vez para el trabajo; ahora representa la
juventud perdida y la súbita llegada de la madurez, cuando debe ser el hombre de la casa,
dejar a un lado sus propias aspiraciones y asumir responsabilidades.
Supeditados a una evidente verosimilitud, el lenguaje es ágil y coloquial,
encontramos varios escenarios (un parque, las casas de vecinos, el sótano donde se
refugian); transcurre en varios años, los de la guerra, y hay más de una acción. Está
dividida en dos actos y en una sucesión de cuadros rápidos y cortos que reflejan,
simbólicamente, el fluir del tiempo e incluye, además, un prólogo, que acaba siendo el
anuncio de lo que sucederá, y un epílogo, -poco tiempo después de finalizada la guerra- y
que se sitúan en el mismo escenario: un campo de la Ciudad Universitaria. Allí, don Luis
UD13- LAS BICICLETAS SON PARA EL VERANO DE FERNANDO FERNÁN
GÓMEZ, EN RELACIÓN CON SU CONTEXTO HISTÓRICO Y LITERARIO
explica a su hijo el miedo al futuro por su ideología izquierdista. (No ha llegado la paz, ha
llegado la victoria.) El diferente tiempo histórico en el que se sitúan los personajes y los
espectadores confirma -para el autor- los temores que se avecinan con el nuevo régimen.
“Sabe Dios cuándo habrá otro verano”.

UD13- LAS BICICLETAS SON PARA EL VERANO DE FERNANDO FERNÁN


GÓMEZ, EN RELACIÓN CON SU CONTEXTO HISTÓRICO Y LITERARIO
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UD 14. LA POESÍA ESPAÑOLA DE 1939 A LA ACTUALIDAD. TENDENCIAS, AUTORES Y OBRAS


REPRESENTATIVAS.

CONTEXTO HISTÓRICO Y CULTURAL: LA REHUMANIZACIÓN DE LA POESÍA


1. MIGUEL HERNÁNDEZ
2. LA POESÍA DE LA POSGUERRA: 1940-1955. POESÍA ARRAIGADA Y POESÍA
DESARRAIGADA
3. LA POESÍA SOCIAL: 1955-1960
4. DE LA POESÍA SOCIAL A UNA NUEVA POÉTICA: AÑOS 60
5. LOS NOVÍSIMOS Y LA POESÍA EXPERIMENTAL: LOS 70
6. LOS ÚLTIMOS AÑOS DEL SIGLO XX Y PRINCIPIOS DEL XXI

(DE TODAS LAS TENDENCIAS, CARACTERÍSTICAS, AUTORES Y OBRAS MÁS SIGNIFICATIVAS)

UD14. LA POESÍA ESPAÑOLA DE 1939 A LA ACTUALIDAD. TENDENCIAS, AUTORES Y


OBRAS REPRESENTATIVAS.
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En el mismo contexto sociocultural en el que se desarrollan la novela y el teatro (desaparición de las


generaciones poéticas anteriores, la censura existente, el aislamiento internacional y la crítica y denuncia de
la sociedad del momento) se suceden varias generaciones poéticas que parten de LA REHUMANIZACIÓN
DE LA POESÍA. En la última etapa de la generación de 1927 la poesía inicia un proceso de rehumanización,
que continuará en las obras de los poetas que escriben en España tras la guerra. Esta poesía abarca tanto los
problemas existenciales como una visión del hombre inmerso en los problemas de su sociedad. No será hasta
fechas muy recientes cuando se retome la preocupación por la innovación formal.
1. MIGUEL HERNÁNDEZ
Miguel Hernández es contemporáneo de los poetas de la década de los 40. Su trayectoria poética, truncada
por su temprana muerte, parte de la influencia de algunos de los poetas del 27 (Alberti, Aleixandre y Neruda).
Tres son sus obras fundamentales: El rayo que no cesa (1936) de temática amorosa, Viento del pueblo (1937)
cuyo tema central es el sufrimiento de los desfavorecidos y Cancionero y romancero de ausencias centrado
en el amor y la paternidad y escrito en la cárcel, donde muere en 1942.
2. LA POESÍA DE POSGUERRA: 1940-1955. POESÍA ARRAIGADA Y POESÍA
DESARRAIGADA
En la década de los 40 encontramos la “generación del 36”; parte de ellos continuó su producción en el exilio
y los que siguieron en España cultivaron principalmente dos tendencias:
● La poesía arraigada será la de aquellos autores identificados con el régimen imperante, que presentan
una visión del mundo optimista y buscan la perfección formal a través de una vuelta a Garcilaso y los clásicos.
Tratan temas tradicionales, religiosos y patrióticos. Destacan Luis Rosales, Leopoldo Panero y Luis Felipe
Vivanco.
● La poesía desarraigada es opuesta a la anterior. Sus autores poseen una visión de la existencia
pesimista y angustiada, que revela un mundo caótico. Hijos de la ira (1944) de Dámaso Alonso, obra
fundamental de esta década presenta una poesía existencial y comprometida con los problemas del hombre y
su angustia vital. La religiosidad, presente también en estos poetas, adopta el tono de la desesperanza, de la
duda. Destaca también Blas de Otero.
[Otras corrientes marginales como el Postismo y los poetas del grupo Cántico continúan tendencias
vanguardistas influenciados por el Surrealismo y la Generación del 27; destacan Carlos Edmundo de Ory y
Pablo García de Baena respectivamente.]
2. LA POESÍA SOCIAL: 1955-1960
La poesía desarraigada desemboca en el Realismo social, poesía que denuncia los problemas sociales y se
compromete con la realidad del momento. Este paso lo marca la publicación en 1955 de dos poemarios
fundamentales: Pido la paz y la palabra de Blas de Otero y Cantos iberos de Gabriel Celaya. En ambas obras
estos poetas superan su anterior etapa de angustia existencial, para situar los problemas humanos en un marco
social. La poesía debe, según estos poetas, tomar partido ante los problemas del mundo que les rodea y ser un
instrumento para transformar el mundo (“La poesía es un arma cargada de futuro”). Trata temas como España
y el hombre, con un lenguaje claro y un tono coloquial para comunicarse con una mayoría. En esta etapa
destaca también José Hierro con una poesía más intimista.
3. DÉCADA DE LOS 60
Hacia el final de la década de los 50 comienzan a aparecer poetas nuevos que representan la superación de la
poesía social: Ángel González, Jaime Gil de Biedma, José Ángel Valente o Claudio Rodríguez pertenecen a
este grupo que propone un nuevo lirismo. Hay en todos ellos una preocupación fundamental por el hombre,
pero desde un enfoque individual y cotidiano, desde la experiencia personal ; es un retorno a lo íntimo; la
evocación nostálgica de la infancia, el amor, el erotismo, la amistad… son temas constantes. Esta vuelta a lo
cotidiano marcará un estilo antirretórico, que busca la belleza pero con una voz personal.
4. LOS NOVÍSIMOS Y LA POESÍA EXPERIMENTAL: LOS 70
En 1970 se publica la antología Nueve novísimos poetas españoles, en la que se reúne a algunos poetas nacidos
entre 1939 y 1948, entre otros Manuel Vázquez Montalbán, Félix de Azúa, Pere Gimferrer, Vicente Molina-
UD14. LA POESÍA ESPAÑOLA DE 1939 A LA ACTUALIDAD. TENDENCIAS, AUTORES Y
OBRAS REPRESENTATIVAS.
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Foix, Ana Mª Moix o Leopoldo María Panero. Son poetas nacidos tras la guerra, que comienzan a escribir con
una nueva sensibilidad en una sociedad de consumo muy influida por los medios de comunicación. Se inspiran
en los poetas de la generación anterior, en los surrealistas ingleses o franceses, en la nueva poética
hispanoamericana y la música, el cine, la publicidad o el arte contemporáneo.
Entre sus temas encontramos motivos “personales” (la infancia, el amor), junto a cuestiones “públicas” (la
guerra del Vietnam, los conflictos raciales…) con una visión crítica y sarcástica de la sociedad de consumo.
No hacen una poesía de contenidos, sino que lo que les importa, ante todo, es el estilo. buscando un nuevo
lenguaje, con influencia del surrealismo, por su ruptura con la lógica de un mundo absurdo (escritura
automática, versículo y caligramas, metapoesía: que no imita la realidad, sino que crea una ilusión). En este
sentido se habla de una nueva vanguardia, una poesía experimental que se preocupa por renovar la forma del
mensaje y no se detiene ante el riesgo de ser hermética o difícil.
5. LOS ÚLTIMOS AÑOS DEL SIGLO XX Y PRINCIPIOS DEL XXI
Con la llegada de la democracia a partir de 1975 surgirán tantas tendencias poéticas que es casi imposible
establecer una clasificación; se advierte un cambio en los poetas antes citados que frenan los excesos
culturalistas y rupturistas y se inician rutas que conducen a una poesía personal e intimista. Aun así, es difícil
establecer una única línea común en la poesía de los años 80 y 90, porque es posible encontrar representantes
de las poesías más variadas y dispares.
Entre sus rasgos generales están la rehumanización y recuperación del yo, el afán de comunicación y
renovación lingüística, el humor y la ironía, la vuelta al compromiso, la influencia del realismo y la
metapoesía.
Varias son las corrientes que marcarán la lírica de las últimas décadas:
• Poesía de la experiencia: que combina lo cotidiano, la contemporaneidad y la intimidad del poeta con
un léxico sencillo y cotidiano y la recuperación de las formas métricas tradicionales. Destacan Luis
García Montero, Jon Juaristi y Benjamín Prado.
• Poesía del silencio, minimalista, de carácter reflexivo y filosófico, compuesta por poemas breves
donde destacan Clara Janés y José Ángel Valente.
• Otras corrientes son el neosurrealismo, que continua la poesía de los novísimos, con Blanca Andreu y
Ana Rosetti y la poesía épica o coral que hace referencia a la historia y a los mitos del pasado, con
Luis Antonio de Villena.
A partir de 1990 no existe una tendencia dominante, aunque hay una menor presencia del yo poético y se
busca la renovación lingüística. Destacan Ada Salas y Enrique Falcón.
Con el cambio de siglo, los poetas reflejan en sus obras sus inquietudes personales. Tratan temas como la
reflexión sobre el mundo, la libertad y la vida, donde destaca Caballero Bonald y el amor y la pasión con Pere
Gimferrer.

UD14. LA POESÍA ESPAÑOLA DE 1939 A LA ACTUALIDAD. TENDENCIAS, AUTORES Y


OBRAS REPRESENTATIVAS.
1

UD15 LA NOVELA ESPAÑOLA DE 1975 A LA ACTUALIDAD.


TENDENCIAS, AUTORES Y OBRAS REPRESENTATIVAS.

INTRODUCCIÓN

COEXISTENCIA DE CUATRO GENERACIONES DE NOVELISTAS

TENDENCIAS NOVELÍSTICAS:
METANOVELA

NOVELA LÍRICA

NOVELA HISTÓRICA

NOVELA DE CRÓNICAS Y GENERACIONALES

NOVELA POLICIACA Y DE INTRIGA

NOVELA CULTURALISTA

NOVELA REALISTA:
Novela del realismo crítico y social
Novela de la memoria
Novela psicológica
Novela mítica y fantástica
Novela expresionista
Novela intimista

EL S. XXI

UNIDAD 15.- LA NOVELA ESPAÑOLA DE 1975 A LA ACTUALIDAD


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Tras la muerte de Franco en 1975, la novela se desarrolla en un ambiente de libertad que permite dar a conocer
mejor nuestra literatura en Europa y la difusión de la literatura occidental en España. Esto es debido a la
desaparición de la censura (lo que supone la publicación de novelas españolas prohibidas en nuestro país y
editadas en el extranjero); a la recuperación de las obras escritas en el exilio y al mayor conocimiento de la
narrativa extranjera. Por todo esto la novela de esta época ofrecerá multitud de tendencias, de las cuales,
cada novelista escogerá la propia, sin que haya propuestas colectivas.
En estos años coexisten cuatro generaciones de novelistas:
1. Generación de 1936: Torrente Ballester, Camilo José Cela, Miguel Delibes, José Luis Sampedro.
2. Generación de medio siglo (años 50): Goytisolo, Benet, Marsé, Carmen Martín Gaite.
3. Generación del 68 (años 75) cultiva la novela experimental e intelectual (que tiene su origen en Tiempo
de silencio de Martín Santos) dirigida a un lector culto. Atiende más a la forma que al contenido: no
hay casi argumento, abundan los monólogos interiores y presenta una sintaxis compleja. Destacan:
Eduardo Mendoza, José Mª Guelbenzu y Juan José Millás.
4. Nueva promoción de los 80: Manuel Vicent, Julio Llamazares, Javier Marías, Rosa Montero, Antonio
Muñoz Molina, Luis Landero…
TENDENCIAS NOVELÍSTICAS
1. Metanovela: cuenta una historia y al tiempo, el proceso de creación de la propia novela. Juegos de la
edad tardía de Luis Landero y Papel mojado de Juan José Millás.
2. Novela lírica: centrada en los sentimientos del autor y la reflexión sobre la propia existencia. El
desorden de tu nombre, de Juan José Millás, o La lluvia amarilla de Julio Llamazares
3. Novela histórica: El hereje de Miguel Delibes, así como la saga protagonizada por el capitán
Alatriste, de Arturo Pérez-Reverte, ambientada en el Siglo de Oro; ambientadas en la Guerra Civil,
Soldados de Salamina de Javier Cercas; La voz dormida de Dulce Chacón.
4. Novela de crónicas generacionales: se centran en el pasado inmediato, los años del franquismo, las
manifestaciones antifranquistas, la transición política: José María Guelbenzu: La noche en casa.
5. Novela policíaca y de intriga: este subgénero resurge con especial fuerza; destaca Manuel Vázquez
Montalbán, autor de una serie protagonizada por el detective Pepe Carvalho y Antonio Muñoz Molina
en Beltenebros.
6. Novela culturalista: se ocupa de analizar y explicar diferentes aspectos de la cultura occidental, Juan
Manuel de Prada con Las máscaras del héroe.
7. Novela realista: realismo renovado
• REALISMO CRÍTICO Y SOCIAL. Visión crítica de la realidad de la época: Juan José Millás
en Letra muerta.
• DE LA MEMORIA. Subjetividad y autobiografía evocando el pasado: El cuarto de atrás de
Carmen Martín Gaite.
• PSICOLÓGICA. Análisis interior de los personajes. El río de la luna de José María Guelbenzu.
• MÍTICA Y FANTÁSTICA. Juegos de la edad tardía de Luis Landero
• EXPRESIONISTA. Se aproxima a lo grotesco, al esperpento: El nombre que ahora digo de
Antonio Soler.
• INTIMISTA. Aborda temas como la memoria y la identidad, la soledad, el fracaso o la falta de
sentido vital, Tranvía a la Malvarrosa, de Manuel Vicent.
En el s. XXI la novela continúa cultivando temas diversos: filosóficos, históricos, sociales y políticos o
metalingüísticos, y distintos subgéneros, como el cuento, que se revaloriza en este periodo con autores como
Bernardo Atxaga o Manuel Rivas.

UNIDAD 15.- LA NOVELA ESPAÑOLA DE 1975 A LA ACTUALIDAD

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