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AUVERS-
SUR-OISE
Hecho por Fernando López
1ºNTA
ÍNDICE
1. Análisis de la obra.
2. Autor.
3. Relación con la filosofía.
4.Opinión personal
5. Webgrafía.
ANÁLISIS DE LA OBRA
La iglesia de Auvers-sur-Oise
es un cuadro pintado al
óleo sobre tela del
pintor holandés Vincent van
Gogh. Creada en el año 1890.
Mide 94 cm de alto y 74 cm de
ancho. Esta pintura se
encuentra en el Museo de
Orsay (París, Francia) y esta
inspirada en la capilla con el
mismo nombre. Es una de las
últimas obras de Vicent Van
Gogh antes de morir.
ANÁLISIS DE LA OBRA
En esta pintura, queda relejado el estado de ánimo de
angustia y desconsuelo de Van Gogh. Él expresó su
estado de ánimo con esa fascinante y sombría iglesia,
donde aparecen los fantasmas que amenazaban su
espíritu y qué quizás le llevaron a automutilarse la oreja.
Colores fríos, azul, verde violeta , colores intensos,
homogéneos, en lugar de realistas.
Cielo oscuro, opaco, duro, metálico, como una terrible
tormenta en mitad del Hades.
Se puede observar que hay un camino dividido por la
iglesia. En 1890 Van Gogh estaba intranquilo,
angustiado, y entonces quedó reflejado en el cuadro el
debate entre el camino de la vida y el de la muerte.
AUTOR
Vincent Willem van Gogh nació en Zundert el 30 de
marzo de 1853 y murió en Auvers-sur-Oise el 29 de
julio de 1890. Fue un pintor neerlandés, uno de los
principales exponentes del postimpresionismo. Pintó
unos 900 cuadros y realizó más de 1600 dibujos. Él
pudo sobrevivir gracias a su hermano Theo, ya que
fue quien le apoyaba económicamente.
Desde joven tuvo inclinación hacia el dibujo. Su
primer trabajo fue en una galería de arte. En 1879, a
la edad de veintiséis años, se marchó como misionero
a una región minera de Bélgica, donde comenzó a
dibujar a la gente de la comunidad local. En 1889
pintó su obra mas importante llamada La noche
estrellada
RELACIÓN CON LA FILOSOFÍA
Coetáneo de Nietzsche, los dos desdichados y solitarios murieron en la locura. La
incomprensión de Vincent, la fama incipiente que tenia y la muerte en su mejor momento, solo
dice los que era y lo que hubiera sido capaz de crear. Según Nietzsche, los filósofos tenían que
ser artistas, creadores, con el fin de expresar totalmente sus pensamientos.
Esta obra artística refleja el advenimiento de un cambio radical en la cosmovisión del siglo
XIX. Nietzsche abominaba de un mundo dominado por los dogmas y el fanatismo, y van
Gogh rehuía de un mundo artístico dominado y dirigido por los academicistas. Ninguno de los
querían complacer a nadie, sino que querían crear el nuevo mundo moderno uno, de forma
racional, y el otro estéticamente.