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TEMA 3.

LAS VANGUARDIAS Y EL NOVECENTISMO

1. INTRODUCCIÓN

A principios del siglo XX, surge en Europa un conjunto de movimientos artísticos que se suceden rápidamente
hasta la década de los treinta. Las vanguardias o “ismos” se caracterizan por un afán de ruptura con la estética
previa, con la búsqueda de nuevos temas y la experimentación con las formas expresivas.

Entre el modernismo, la generación del 98 y las vanguardias, surge en España un movimiento denominado
novecentismo o generación de 1914. A pesar de la no participación de España en la contienda, la Primera
Guerra Mundial marcó a este grupo de escritores, cultivadores sobre todo de novela y ensayo, que
reivindicaban la integración de España en Europa.

2. LAS VANGUARDIAS

Tras la terrible experiencia de la Gran Guerra, se desarrollan en varios países de Europa una serie de
movimientos artísticos diferentes pero que comparten una visión novedosa y moderna del arte y de la
literatura. Se caracterizan por el antirrealismo, la autonomía del arte, la preponderancia dada a lo ilógico y
onírico y el interés por romper los hábitos de los lectores, situando la obra en los límites de la comprensión.
Entre los que se consolidan e influyen en la literatura posterior podemos citar los siguientes:

- Cubismo: emplea los caligramas, popularizados por Guillaume Apollinaire, o poemas donde la distribución
de los versos forma imágenes.

- Futurismo: creado por el italiano Marinetti. Huyen del sentimentalismo y alaban la belleza de las máquinas.
- Dadaísmo: abanderado por Tristan Tzara, proponen una literatura radicalmente libre, en la que la lógica no
interviene.

- Surrealismo: es el movimiento de mayor influencia. Exploran el mundo del subconsciente con técnicas como
la escritura automática. Su huella en España es palpable en poetas de la generación del 27 como Federico
García Lorca (Poeta en Nueva York), Vicente Aleixandre (Espadas como labios), Rafael Alberti (Sobre los
ángeles) o Luis Cernuda (Los placeres prohibidos).

3. LAS VANGUARDIAS HISPÁNICAS: ULTRAÍSMO Y CREACIONISMO

En el ámbito hispánico, el intelectual Ramón Gómez de la Serna mantuvo un fuerte compromiso estético con
los ismos y fue uno de sus principales motores en España.

-El ultraísmo, específicamente hispánico, comienza en 1918, con el manifiesto de Rafael Cansinos Assens, bajo
el especial influjo del futurismo. Expresa su pensamiento en revistas como Ultra, Cosmópolis o Reflector. Sus
principales autores son Cansinos Assens, Guillermo de Torre y Jorge Luis Borges. El ultraísmo prefiere
expresarse mediante la poesía, cuyo eje son las imágenes y las metáforas. En cuanto al estilo se evita cualquier
referencia sentimental o moral, y se prefieren temas de la realidad moderna. Al igual que otros ismos, sus
textos suprimen nexos, fórmulas de equivalencia, adjetivos y elementos ornamentales, y desarrollan una
utilización original de la tipografía.

-El creacionismo aparece como fuertemente influido por el cubismo, y vive su plenitud entre 1918 y 1922.
Tiende hacia la búsqueda de una poesía pura. En cuanto al estilo, su base es la creación de imágenes
yuxtapuestas, al modo de la pintura cubista. En su poesía, se trata de crear un mundo nuevo, que prescinde
de lo anecdótico y sentimental, y extrae de la vida sus motivos, reorganizados en una creación independiente
y nueva.

Sus principales autores son el chileno Vicente Huidobro y parte de la obra de Gerardo Diego, en especial su
poemario Manual de espumas (1924). Las revistas que recogieron las obras creacionistas fueron Grecia,
Cervantes y Tablero.
TEMA 3. LAS VANGUARDIAS Y EL NOVECENTISMO

4. NOVECENTISMO O GENERACIÓN DEL 14

Aunque esta etiqueta ha tenido menos éxito que la del 98 o el 27, se conoce como generación del 14 (la fecha
alude al comienzo de la Primera Guerra Mundial) o novecentismo a un grupo de escritores españoles que
alcanzaron su plenitud literaria durante la segunda década del siglo XX. Se trata de un grupo de escritores muy
heterogéneo y coetáneo de los primeros cultivadores de las vanguardias, aunque los autores del novecentismo
prefirieron la narrativa y el ensayo a la poesía. Comparten con los de la generación del 98 su inquietud por el
problema de España, aunque rechazan la visión dramática y subjetiva de sus predecesores. Podemos dividir a
sus miembros en tres grupos según el género que cultivaron mayoritariamente:

A) Novelistas: - Ramón Pérez de Ayala: en sus novelas abunda el elemento intelectual con continuas
digresiones. Posee un estilo literario muy elegante y suele optar por la experimentación técnica. Sus principales
libros son Belarmino y Apolonio y Tigre Juan, publicados ambos durante los años 20.

- Gabriel Miró: este escritor alicantino crea en sus novelas un mundo lleno de percepciones sensoriales, donde
las descripciones son más importantes que la acción. En la década de los 20 publica dos novelas relacionadas
entre sí y ubicadas en la ficticia ciudad de Oleza (trasunto de Orihuela): Nuestro Padre San Daniel y El obispo
leproso.

- Ramón Gómez de la Serna: autor de una obra heterogénea e inclasificable influida por las vanguardias.
Publicó en los años 20 varias novelas caracterizadas por su enorme libertad: por ejemplo, Cinelandia y El torero
Caracho. Destacó por sus greguerías, mezcla genial de humor y metáfora.

B) Ensayistas: - José Ortega y Gasset: fue una de las figuras intelectuales más importantes de la época. Con él,
el ensayo alcanza en España su máxima expresión al desarrollar una teoría filosófica en la que son importantes
la idea de circunstancia y el concepto de perspectivismo. Sus ensayos más importantes publicados durante los
años 20 fueron La España invertebrada, sobre las causas de la decadencia española, y La deshumanización del
arte.

- Eugenio D’Ors: cultivó la glosa, esbozo de un pequeño ensayo que surge a partir de una anécdota o de un
hecho artístico, literario o político. En 1926 recopiló algunas de sus glosas publicadas en periódicos en su libro
Glosari.

C) Poetas: - Juan Ramón Jiménez. Iniciado en el modernismo en sus primeros libros (Arias tristes, Jardines
lejanos), su poesía se aleja de este con la publicación de Diario de un poeta recién casado (1916) e inicia una
nueva etapa denominada poesía desnuda o poesía pura (aquella que prescinde de la anécdota o de cualquier
apego a la realidad y a la actualidad para cantar las cosas eternas). Se trata de una poesía intelectual,
minoritaria y difícil en constante creación, despojada de excesos retóricos. Los poemas son con frecuencia muy
breves y sin apenas rima. Por primera vez en nuestra lengua aparecen el verso libre y el poema en prosa. A
esta época pertenecen también libros como Piedra y cielo o La estación total. Tras esta etapa, Juan Ramón
Jiménez evolucionará hacia una etapa llamada suficiente o verdadera, que apunta a un conocimiento que
podría denominarse espiritual o metafísico. De esta última etapa destaca el poemario Espacio.

5. CONCLUSIÓN

Para concluir, el comienzo del siglo XX es un momento de muchos cambios en toda Europa. Estos cambios se
suceden rápidamente como los movimientos que forman el novecentismo y sobre todo las vanguardias, a
menudo efímeros y minoritarios. Estos movimientos tuvieron una gran importancia en el arte y la literatura de
su tiempo. Por otra parte, la mayoría de los poetas del 27, que se inician en estos movimientos, pronto
evolucionarán hacia otras técnicas.

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