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Letizia Ortiz tuvo una relación adúltera con su ex amante Jaime del Burgos entre 2010 y 2011, mientras estaba casada con el príncipe Felipe. Del Burgos y Letizia discutieron planes para divorciarse de Felipe y mudarse juntos a Nueva York o España. Sin embargo, en 2011 Felipe descubrió la infidelidad y confrontó a Letizia, poniendo fin a su relación con Del Burgos.
Letizia Ortiz tuvo una relación adúltera con su ex amante Jaime del Burgos entre 2010 y 2011, mientras estaba casada con el príncipe Felipe. Del Burgos y Letizia discutieron planes para divorciarse de Felipe y mudarse juntos a Nueva York o España. Sin embargo, en 2011 Felipe descubrió la infidelidad y confrontó a Letizia, poniendo fin a su relación con Del Burgos.
Letizia Ortiz tuvo una relación adúltera con su ex amante Jaime del Burgos entre 2010 y 2011, mientras estaba casada con el príncipe Felipe. Del Burgos y Letizia discutieron planes para divorciarse de Felipe y mudarse juntos a Nueva York o España. Sin embargo, en 2011 Felipe descubrió la infidelidad y confrontó a Letizia, poniendo fin a su relación con Del Burgos.
Letizia le fue infiel a Felipe con Jaime del Burgos, su ex
amante.
El 2 de noviembre del 2003, la Casa Real anunció el compromiso de Felipe y Letizia, y
nuestro ilustre autor, Jaime Peñafiel, escribía una columna en el periódico El mundo en el que le pedía perdón a Eva Sannum, a Camila Parker y a Isabel Sartorius. A primera instancia, la elección de Felipe no parecía tan mala, ya que se había casado con una profesional, bastante en consonancia con los herederos de Holanda y Dinamarca, Guillermo y Federico, quienes se casaron con Máxima Zorreguieta, economista y con Mary Donaldson, abogada. Además, Letizia traía en su beneficio que era la primera española que se convertiría en reina de España después de tres extranjeras sucesivas: María Cristina, esposa de Alfonso XII y austriaca, Victoria Eugenia de Battenberg, la esposa inglesa de Alfonso XIII y la reina doña Sofía, griega de nacimiento. Fue así como el 6 de noviembre del 2003, en el Palacio de El Pardo, con motivo de la presentación a la prensa y la pedida de mano de Letizia, esta demostró su carácter fuerte y su capacidad de tener los pantalones bien puestos dentro de la relación. Sucedió cuando ella estaba hablando sobre su futuro y decía: Está claro que a partir de ahora y de forma progresiva, voy a integrarme y dedicarme en esta nueva vida con las responsabilidades que conlleva y con el apoyo y cariño de…En ese momento Felipe la interrumpió para intervenir él, pero Letizia no se dejó amedrentar y le dijo: Déjame terminar. Fue un momento que marcó un hito dentro de la relación, ya que quedó claro que Letizia tenía un carácter duro y áspero. Pero Letizia no sólo dejó marcada las líneas con su futuro esposo, sino también con el mismo Jaime Peñafiel, el autor del libro Letizia y yo. Peñafiel relata que el 11 de mayo de 2004, en el ayuntamiento del Madrid de Ruiz Gallardón, con motivo de la entrega de la medalla de honor de la ciudad de Madrid al príncipe Felipe, Letizia se acercó al periodista visiblemente molesta y señalándolo con el dedo y lo increpó: Mírame a los ojos, ¿tú crees que estoy triste?. A lo que él respondió: Yo no he dicho nunca que estés triste. Eres la única mujer del mundo que duerme con el príncipe de sus sueños. Pero como Letizia seguía enfadada, el periodista le dedicó un poema de Gutierre de Cetina que decía así: Ojos claros, dulces y serenos, ya que así me miráis, miradme al menos, a lo que ella respondió: yo no estoy airada, y tampoco es cierto que lleve unos tacones con más de ocho centímetros para compensar la diferencia de estatura con el príncipe. Y de pronto, ante la mirada de estupor del alcalde, de Felipe y del mismo Peñafiel, Letizia levantó la pierna para mostrármelos, en un acto de absoluta vulgaridad. Diez años después, el 22 de octubre del 2014, se volvió a encontrar con Letizia en una cena, y al verla le tendió la mano con cortesía. Ella tardó 4 minutos en contestar al saludo, pero finalmente, lo hizo, lanzándole esa mirada de hielo que la caracteriza. Luego, Letizia vetó la entrada de Peñafiel a los Premios Príncipe de Asturias. Fue una guerra más que declarada, en la que Peñafiel se llevó la peor parte, hasta que llegó del Burgos. En el capítulo 15 llegamos a uno de los puntos más medulares del libro, ya que finalmente nos presentan a Jaime del Burgos. Este inversionista y supuesto abogado, tuvo un rol muy importante en las capitulaciones matrimoniales de Letizia y Felipe, las cuales eran muy duras ya que en caso de divorcio, Letizia perdería la custodia de los hijos que tuviera con Felipe, algo que también hacen todas las casas reales del mundo. Según relata Peñafiel, Jaime del Burgo fue testigo del tenso momento en que Felipe le prometió a Letizia que en caso que el matrimonio no llegara a buen término respetaría siempre sus derechos como madre. Letizia firmó diciendo: aquí estamos a lo que estamos, esto no es un rollo de amor, consciente de que siendo una periodista que se ganaba la vida con el duro trabajo de las guardias en las salas de redacción, estaba haciendo el negocio de su vida. Y así sin duda, ha sido. Por otro lado, es importante destacar que cuando Felipe conoce a Letizia ya ella estaba viéndose íntimamente con Alonso, David Tejera, Jim Russo y con del Burgos, quien incluso le había comprado un anillo de matrimonio para pedirle que se casara con él. Sin embargo, el día de la propuesta, ella le comunicó que se había enamorado de otro hombre, el príncipe de Asturias, y le pidió que transformaran su relación en amistad. El libro también cuenta que la boda de Letizia y Felipe fue uno de los eventos más lujosos e importantes que estremecieron a la monarquía del mundo. Asistieron, entre algunos invitados especiales el príncipe Carlos de Inglaterra, Naruhito de Japón, la reina Paola y el rey Alberto de los belgas, la reina Silvia y el rey Carlos Gustavo de Suecia, el príncipe Hans Adams de Liechtenstein y varios jefes de estado como el presidente de Nicaragua, Enrique Bolaños, el ex de Colombia, Álvaro Uribe y otros más. El traje de novia de Letizia lo diseñó Manuel Pertegaz, quien no se sintió muy satisfecho con el resultado final ya que Letizia y sus hermanas modificaron constantemente el vestido. Además, Corina, la amante del rey Juan Carlos fue quien organizó el viaje de novios. El libro cuenta que una vez que Felipe inició su relación con Letizia, ella le presentó a Jaime del Burgos, y de inmediato se hicieron grandes amigos. A pesar de haber sido amantes entre el año 2002 al 2004, Letizia y Jaime optaron por mantener una relación de amistad y respeto mutúo. Y fue Jaime y no Juan Carlos, como siempre habíamos creído, quien pagó los trajes que lució la familia Ortiz Rocasolano, y también fue testigo de la boda real. Inmediatamente Jaime se introdujo en la familia real. Conoció a los padres de Felipe y a las infantas, aunque quedó algo decepcionado, ya que le parecieron superficiales y egoístas. Pero en 2010, después de la muerte de la hermana de Letizia, Erika Ortiz, Del Burgos y Letizia retomaron su relación amorosa, la cual se extendió dos años, hasta 2011. Según Jaime del Burgos, la muerte de Erika causó un quiebre en la relación matrimonial con Felipe. Letizia culpaba a la prensa y a la familia real de la muerte de su hermana, y las discusiones con Felipe eran constantes. Como Jaime era un amigo muy cercano, se quedaba a dormir en Zarzuela y hasta cuidaba a las hijas de Felipe y Letizia, Leonor y Sofía. Según del Burgos, en julio de 2010, tumbados en la misma hamaca en el palacio de la Zarzuela, Letizia le dijo te amo y él le respondió te amo. La última vez que se habían dirigido palabras de amor fue el 20 de mayo del 2004, en el Latigazo, un restaurante próximo a Zarzuela. Esa misma noche continuó su relación amorosa, interrumpida años antes, porque según Jaime, el amor siempre estuvo presente desde su primer viaje a Venecia en 2002. Entre 2010 y 2011, Jaime y Letizia hicieron varios viajes. Algunos destinos para la pareja de amantes fue Cabo verde, Grecia, Estados Unidos, Inglaterra y Provenza en Francia. Letizia lo visitaba a él en Londres con las princesas Leonor y Sofia, y Jaime la visitaba en Madrid. Durante ese año y medio discutieron el tema del divorcio con Felipe. Buscaron asesoramiento jurídico, fueron a ver una casa en La Florida en España, que lindaba con Zarzuela, y finalmente eligieron New York para establecerse. Además, como después de sus dos embarazos Letizia ya no podía tener más hijos, le propuso a Jaime que tuvieran un hijo por vientre subrogado en Los Ángeles. Jaime puso un nido de amor en la calle Miguel Ángel en la que ocurrían sus encuentros amorosos con Letizia. Pero en agosto de 2011, Letizia besó a Felipe en Las Regatas, y Jaime le reclamó. Poco después Felipe se enteró de la infidelidad y confrontó a Letizia. Inicialmente ella se fue de Palma de Mallorca, donde estaban pasando las vacaciones familiares, pero cuando Felipe le recordó las capitulaciones matrimoniales que establecían que en caso de un divorcio la custodia de las niñas le quedarían al padre, todo terminó. En noviembre del 2011 Letizia llamó a del Burgos y le dijo: No podemos seguir viéndonos, y colgó.