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¿Cómo hacer un ensayo de la vida de James Joyce?

● Janeth Acosta
● El planeta de Abraham
● Rodolfo Martínez.
● Noe Capelo
● Miguel Salazar
● Hipólito Mena
● Orlando Rener desde Estados Unidos
● Onida Rojas, desde Nicaragua
● Arelis Pichardo
● Verónica

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James Joyce: El escritor que quedó ciego por la sífilis.

Introducción:

James Joyce fue un escritor irlandés que escribió varias obras, entre ellas Ulises, Dublineses y
Retrato de un adolescente. Tuvo una vida marcada por la tragedia, la enfermedad y el alcoholismo.
Su padre también fue alcohólico y por desgracia, él repitió el patrón de bebida que vivió en su hogar.
Se enamoró perdidamente de la que sería su compañera de toda la vida, una mujer llamada Nora
con la que experimentó todo tipo de conductas perturbadas, entre ellas el sadomasoquismo, la
cronofilia y el intercambio de parejas. Su única hija padeció una terrible esquizofrenia que hizo que
viviera internada la mayor parte de su vida, aunque se casó y tuvo un hijo. James vivió su vida de
manera autodestructiva, gastando todo lo que ganaba en las cantinas, acostándose con prostitutas y
desarrollando una sífilis mal cuidada que lo llevó finalmente a la ceguera, algo terrible para un
escritor. Esta enfermedad lo hizo vivir con terribles dolores que volcó en la creación de muchos de
sus personajes. A pesar de eso, sin duda James Joyce contribuyó a reformar la literatura
contemporánea, y nadie ha cambiado el lenguaje como él.

Desarrollo:

En 1882, James Joyce nace en Brighton Square, en Rathgar, un barrio de clase media de
Dublín, en el seno de una familia católica. Sus padres se llamaban John y May. James fue el mayor de
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los diez hermanos supervivientes, seis mujeres y cuatro varones. Uno de los hermanos fallecidos
habría sido mayor que él, puesto que nació y murió en 1881.La madre quedó encinta en total quince
veces, las mismas que la señora Dedalus, en Ulises.La familia de su padre, originaria de Fermoy, fue
concesionaria de una explotación de sal y piedra caliza en Carrigeeny, cerca de Cork. Joyce, como su
padre, sostenía que su ascendencia familiar provenía del antiguo clan irlandés de los Galway y su
familia presumía de ser descendientes del libertador irlandés Daniel O'Connell.

Tanto su padre como su abuelo contrajeron matrimonio con mujeres de familias adineradas.
En 1887 el padre de James, John Stanislaus Joyce, fue nombrado recaudador de impuestos de varios
distritos por la Oficina de Recaudación del Ayuntamiento de Dublín. Esto permitió a la familia
trasladarse a Bray, un pequeño pueblo de cierta categoría residencial, a diecinueve kilómetros de
Dublín. En Bray vivían junto a una familia protestante, los Vance. Una hija de éstos, Eileen, fue el
primer amor de James. El escritor la evocó en el Retrato del artista adolescente, citándola por su
propio nombre. Este personaje resurgirá en varias otras obras, incluso en Finnegans Wake.

Un día en que estaba jugando con su hermano Stanislaus junto a un río, James fue atacado
por un perro, lo que le acarrearía una fobia de por vida hacia estos animales. También le causaban
pavor las tormentas, debido a su profunda fe religiosa, que hacía que las considerase como un signo
de la ira de Dios. Un amigo le preguntó en cierta ocasión por qué estaba asustado, y James replicó:
«A ti no te criaron en la Irlanda católica».

En 1891, con nueve años, James escribe el poema titulado "Et tu, Healy", que trata de la
muerte del político irlandés Charles Stewart Parnell. El padre quedó tan encantado que hizo
imprimirlo, e incluso envió una copia a la Biblioteca Vaticana. En noviembre de ese mismo año, el
padre de James ve su nombre registrado en la Stubbs Gazette, un boletín de impagos y quiebras, y
es apartado de su trabajo. Dos años más tarde es despedido, coincidiendo con una severa
reorganización de la Oficina de Recaudación, que comprendía una importante reducción de
personal. Este fue el inicio de la crisis económica de la familia, debida a la incapacidad del padre para
gestionar sus finanzas, y también a su alcoholismo. Esta tendencia, muy común en su familia, sería
heredada por su hijo mayor, bastante manirroto en general; solo en sus últimos años adquirió James
el hábito del ahorro, especialmente debido a la grave enfermedad mental que aquejó a su hija Lucia,
circunstancia que le acarreó grandes gastos.

El futuro escritor se educó en el selecto Clongowes Wood College, un internado de jesuitas,


cerca de Sallins, en County Kildare. Según su primer biógrafo, Herbert S. Gorman, al ingresar en este
centro (1888), era «de constitución esbelta, muy nervioso, sensible como una niña y tenía la
bendición o la maldición (esto depende del punto de vista) de un temperamento introspectivo».
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James, que «fue elegido para el honor de servir como monaguillo en misa», no tardó en distinguirse
como alumno muy aventajado, en todo menos en matemáticas. Destacaba incluso en materia
deportiva. Sin embargo, se vio obligado a abandonar los estudios cuatro años más tarde debido a los
problemas financieros de su padre. Se matriculó entonces en el colegio de la congregación de los
Christian Brothers, ubicada en North Richmond Street, Dublín. Más tarde, en 1893, se le ofreció una
plaza en el Belvedere College de la misma ciudad, regentado igualmente por jesuitas. La oferta se
hizo, al menos en parte, con la esperanza de que el distinguido estudiante ingresara en la orden, sin
embargo este rechazó el catolicismo cuando conoce a Nora, quien sería su futura esposa.

James siguió destacando en los estudios. Muy concienzudo en su preparación, obligaba a su


madre a tomarle diariamente la lección después de la comida.En esta época, recibió distintos
premios escolares. Sus lecturas en la época del Belvedere son abundantes y profundas, en inglés y
francés.En 1898, se matriculó en el recientemente inaugurado University College de Dublín para
estudiar lenguas: inglés, francés e italiano. Joyce era recordado por ser buen estudiante, aunque de
trato difícil. Seguía aplicándose con ahínco a la lectura. Según uno de sus más importantes
glosadores, Harry Levin, en general dedicaba sus esfuerzos a los idiomas, la filosofía, la estética y la
literatura contemporánea europea.Algunos de sus biógrafos han destacado como su interés
principal la gramática comparada.

También se sabe que tomaba parte activa en las actividades literarias y teatrales de la
universidad. En 1900, como colaborador de la revista The Fortnightly Review, publica su primer
ensayo, con el título de "New Drama", sobre la obra del noruego Henrik Ibsen, uno de sus escritores
predilectos. En este periodo, escribió algunos artículos más, además de dos obras teatrales, hoy
perdidas. Muchas de las amistades que hizo en la universidad aparecerían retratadas
posteriormente en sus obras. Según Harry Levin, el escritor «no olvidaba ni perdonaba nada.
Cualquier parecido con personas y situaciones reales, vivas o muertas, era cuidadosamente
cultivado».

Joyce fue miembro de la Literary and Historical Society, de Dublín. Presentó su trabajo
titulado "Drama and Life" a dicha sociedad en 1900. Con ocasión de la lectura pública de este
ensayo, se le exigió que suprimiera varios pasajes. Joyce amenazó al presidente de la sociedad con
no leerlo, y al final consiguió hacerlo sin una sola omisión. Sus palabras fueron duramente criticadas
por algunos asistentes, y Joyce les replicó pacientemente durante más de cuarenta minutos, por
turno, sin consultar una nota, lo que consiguió suscitar grandes aplausos entre el público. En esa
época conoció a Lady Gregory, y en octubre de 1902, a W. B. Yeats, encuentro que sería
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trascendental para Joyce. Este poeta le escribió una carta en el mes de diciembre elogiando su
poesía y aconsejándole que cambiase de aires.

En 1903, tras su graduación, se instaló en París con el propósito de estudiar Medicina, pero
la ruina de su familia (que se vio obligada a vender todos sus enseres e instalarse en una pensión) le
hizo desistir de sus propósitos y buscar trabajo como periodista y profesor. Su situación financiera
era tan precaria entonces como la de su familia, hasta el punto de que pasó verdadera hambre, lo
que hacía llorar a su madre cada vez que llegaba carta de París. James regresó a Dublín meses
después para asistir a su madre, quien terminó muriendo de cáncer. La muerte de su madre lo sumió
en un desasosiego que lo llevó a la búsqueda de amistades por los bajos fondos dublineses. Gustaba
de vagabundear con una gorra y unos ajados zapatos de tenis. Fueron días difíciles en los que se
hundió en el alcoholismo y la vida con prostitutas.

En 1904 conoció a Nora Barnacle, una joven de Galway que trabajaba como camarera de
pisos en el hotel Finn's, de Dublín. Se dice que tuvieron su primera cita el 16 de junio de 1904, y por
tal motivo esta fue la fecha elegida para ambientar su obra capital, Ulises. Además con Nora, James
comenzó a explorar su sexualidad ya que ella tenía gustos extraños que hoy se conocen como
cronofilia. Además les gustaba la pornografía y el intercambio de parejas.

Joyce y Nora se desplazaron primero a Zúrich, donde se suponía que le esperaba un puesto
como profesor de inglés en la Berlitz Language School, facilitado por un agente en Inglaterra. Resultó
que el agente inglés había sido estafado, pero finalmente Joyce consiguió dar clases en Pula (Pola, en
italiano).Desde octubre de 1904 hasta marzo de 1905, permaneció en Pula dando clases a oficiales
de la armada austrohúngara estacionados en la base militar de dicha ciudad. En marzo de 1905 se
descubrió un complot de espionaje en la ciudad y todos los extranjeros fueron expulsados. Con la
ayuda de Artifoni, los Joyce regresaron a Trieste y James empezó a enseñar inglés allí. Permanecería
en la ciudad durante la mayor parte de los diez años siguientes. El idioma que se hablará en casa del
escritor a partir de ese momento será el italiano. En esta lengua reprendería años después a su hijo
Giorgio y se comunicaría siempre con su hija Lucia, mientras esta se hundía en una demencia
progresiva.

La vida rutinaria en Trieste frustraba la pasión viajera del escritor, quien decidió trasladarse a
Roma a finales de 1906. Marchó con la seguridad de contar con un puesto administrativo en un
banco de la ciudad. Sin embargo, sintió enseguida gran aversión por esta y terminó regresando a
Trieste, a principios de 1907. Su hija Lucia nació en el verano de ese mismo año. También en 1907
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apareció su primer libro, el volumen de poemas de amor Música de cámara y se le presentaron los
primeros síntomas de iritis, una enfermedad de los ojos que con los años le dejaría casi ciego.

Continuó durante estos años escribiendo, principalmente relatos, e iniciándose en la línea


experimental que sería característica de su obra posterior. También manifestó en esta época, por un
lado, cierto rechazo por la búsqueda nacionalista de los orígenes de la identidad irlandesa, y por
otro, su voluntad de preservar y fomentar la propia experiencia lingüística, que guiaría todo su
trabajo literario. Esto le condujo a reivindicar su lengua materna: el inglés.

Joyce regresó a Dublín en el verano de 1909, llevando con él a su hijo Giorgio. Su propósito
era visitar a su padre y publicar su libro de cuentos Dublineses. Sin embargo, por esa época sufrió
uno de los mayores disgustos de su vida, cuando a través de un complot organizado por sus amigos
Saint-John Gogarty y Vincent Cosgrave, le fue sugerido que su compañera, Nora, le había sido infiel
en el pasado y que el niño no era hijo suyo. Al final se comprobó que todo era una mala broma.

Una vez superada esa preocupación, visitó a la familia de Nora, en Galway. Esta fue su
primera visita a la familia de su mujer y, para su alivio, la acogida que se le dispensó fue muy
satisfactoria. Estaba preparándose para volver a Trieste cuando decidió llevar consigo a una de sus
hermanas, Eva, para que ayudase a Nora en las labores domésticas. Regresó a dicha ciudad, pero
solo por un mes. Volvió a Dublín representando a unos propietarios para tratar de instalar en esta
ciudad un cine, el "Volta". Su gestión fue exitosa, aunque el escritor solo se involucró en ella durante
unos meses pues sus socios no tardaron en vender el negocio. En el año 1912, el alcoholismo de
James se agravó y le era difícil mantener un empleo. Para ayudar a la economía doméstica, el
escritor pronunció varias conferencias en la universidad y siguió publicando artículos en los
periódicos.

Volvió fugazmente a Dublín con toda su familia, en el verano de 1912. Prosiguió la pugna
sobre la publicación de Dublineses con el editor George Roberts. Mientras estaba en Irlanda, su
hermano Stanislaus, que seguía en Trieste, le informó de que iban a echarlos por falta de pago.
Finalmente, Stanislaus buscó otro piso más pequeño a donde se trasladaron todos. Las discusiones
sobre Dublineses con su editor se centraban principalmente en el relato "An Encounter" ("Un
encuentro"), en el que la trama insinúa que uno de los personajes es homosexual. El libro finalmente
no se publicó (no lo haría hasta dos años más tarde) y aquel fue el último viaje de Joyce a Dublín,
pese a las muchas invitaciones por parte de su padre y de su viejo amigo, el poeta William Butler
Yeats. En esa época trató al escritor Ettore Schmitz, quien fue alumno suyo de inglés y con el cual
mantendría una larga amistad. Entre 1911 y 1914 se enamoraría platónicamente de una de sus
alumnas, Amalia Popper, hija de un negociante judío llamado Leopoldo. Esta joven le sugeriría
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multitud de escritos y poemas, a veces preñados de humor e ironía. En 1913, el poeta Ezra Pound, al
tanto de la precariedad de su economía, le escribe por recomendación de Yeats para ofrecerle
algunas colaboraciones que le permiten no morirse de hambre.

Al año siguiente, 1914, a punto de desatarse la Primera Guerra Mundial, consiguió por fin
que un editor londinense al que conocía de tiempo atrás, Grant Richards, publicase Dublineses. La
mayor parte de las críticas surgidas fueron buenas, aunque censuraban algunos cuentos por cínicos
o sin sentido. En ese tiempo, el escritor siguió trabajando en el Retrato, terminó Exiliados y empezó
Ulises, novela que tenía en la cabeza ya desde 1907 y que sería su obra más importante, aunque algo
extraña. En 1915, Joyce y su familia, ciudadanos británicos dejaron Trieste por la guerra. Los Joyce se
trasladaron a Zúrich, Suiza, país neutral, donde el escritor vivió años de gran creatividad. En esta
época, su fama crecía día a día, pero sus ingresos seguían siendo exiguos. Sobrevivió a base de dar
clases. También contó con la ayuda de Harriet Shaw Weaver, editora de la revista The Egoist, quien
se convirtió en su agente y le aportó ingresos suficientes para sobrevivir. James gastaba demasiado
en bebida y en jergas con los amigos, por lo que aunque Harriet le enviaba suficiente dinero para
que se dedicara a escribir, James se gastaba la mayor parte en lujos totalmente innecesarios.

En diciembre de 1916 se publicó la primera edición norteamericana de Dublineses y la


primera de Retrato del artista adolescente. Ambas se llevaron a cabo por los esfuerzos del editor
neoyorquino B. W. Huebsch. El Retrato, basado en la inconclusa Stephen el héroe, es en parte un
monólogo interior de sentido profundamente irónico, en el que Joyce demuestra su maestría en el
retrato psicológico. La publicación en Estados Unidos le dio a conocer a un público mucho más
amplio. Sin embargo en 1917 se agudizó la mala salud de James. Se le agravaron los problemas en la
vista que ya se le habían declarado en Trieste: padecía glaucoma y una sífilis ocular muy avanzada.
En su obra Nighttown, James mencionaría este pasaje de la siguiente manera: “Dublín y sus mujeres
de mala fama son una trampa mortal para los compañeros jóvenes”. La enfermedad de James
empezó con una llaga mal curada que no le producía dolor y que confundió con una cortadura, pero
muy pronto evolucionó a un salpullido. Por falta de tratamiento adecuado, la enfermedad
finalmente le llegó al globo ocular y le produjo una pérdida gradual de la visión.

Con todo, su fama se había agigantado hasta el punto de que llegó a recibir donaciones
regulares de dinero en metálico por parte de una admiradora anónima. En 1917, durante un viaje de
salud a Locarno, se enamoró de una doctora alemana de veintiséis años, Gertrude Kaempffer, a la
que hizo francas proposiciones sexuales que ella nunca aceptó ya que James tenía inclinaciones
sexuales que incluían el sadomasoquismo y actividades que involucraban desperdicios humanos. La
mujer quedó horrorizada.
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En 1918 Joyce fundó en Zúrich la compañía teatral "The English Players" con un actor inglés
llamado Claud Sykes pero sus problemas con el alcoholismo continuaban. Esto le trajo muchas
discusiones con Nora, quien le decía que el alcohol afectaba su capacidad para escribir. Aunque Nora
no era muy fanática del estilo literario de su esposo ya que lo consideraba muy complicado porque
creaba palabras nuevas y terminologías raras, la venta de sus libros pagaba las cuentas del hogar.
Por otro lado, la relación entre ellos tomó tintes extraños. Practicaban el sadomasoquismo e
intercambiaban cartas en las que era obvio que tenían gustos raros en su vida marital. En una de
estas cartas James expresaba lo siguiente:

¡Me gustaría que me flagelaras, Nora, amor mío! Me encantaría haber hecho algo que te
desagradara, algo insignificante incluso, tal vez una de mis costumbres bastante indecentes que
te hacen reír: y después oír que me llamas a tu habitación y encontrarte sentada en un sillón con
tus gruesos muslos separados y la cara roja como un tomate de ira y un bastón en la
mano(Joyce,1918 ).

Los Joyce regresaron a Trieste, pero a mediados de 1920, James fue atraído a París por Ezra
Pound, que lo tentó con la posibilidad de que se tradujesen al francés el Retrato y Dublineses. Joyce
iba para estar una semana, pero al final se quedó veinte años. El año de 1921 fue un año muy
importante ya que pudo terminar la novela Ulises. Durante el mismo, mantuvo una estrecha relación
con el escritor estadounidense Robert McAlmon, quien le prestó dinero y le sirvió de mecanógrafo
para el último capítulo de Ulises: "Penélope". En ese año conoció a Ernest Hemingway, con quien
tuvo una buena amistad. En 1922 se produjo una discusión fuerte en Marcel Proust y James Joyce al
regreso de una fiesta. Compartieron un taxi y James le dijo a Macel Proust que era un bodegón
analítico porque el lector terminaba las frases antes que él. Nunca más volvieron a hablarse.

La publicación de Ulises, considerada su obra maestra, representó la consagración literaria


de James Joyce. La obra fue publicada por la estadounidense Sylvia Beach, propietaria de la famosa
librería Shakespeare & Co. Se trata de una novela experimental en la que cada episodio pretendía
generar su propia técnica literaria y que usaba el flujo de conciencia y el monólogo interior (técnica
que había usado ya en su novela anterior).

Ulises es una novela llena de simbología, en la que el autor experimenta continuamente con
el lenguaje. Hace constantes ataques a las instituciones, principalmente a la Iglesia católica y al
Estado, y tiene pasajes muy obscenos. Es una inversión irónica de la Odisea de Homero y explora con
meticulosidad las veinticuatro horas del 16 de junio de 1904. Sus personajes son tres dublineses de
la clase media baja: el judío Leopold Bloom, que vaga por las calles de Dublín para evitar volver a
casa, su esposa Molly quien le está siendo infiel; y el joven poeta, Stephen Dedalus, que presenta un
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perfil más maduro del protagonista de su obra anterior, Retrato del artista adolescente. Ulises es a
grandes rasgos un retrato psicológico de nuestro tiempo.

En años posteriores, Joyce viajó con frecuencia a Suiza para operarse los ojos y también para
tratar a su hija Lucia, quien padecía esquizofrenia. El gran Carl Jung trató a la hija de James e incluso
concluyó, después de leer unas cartas intercambiadas entre padre e hija, que James también era
esquizofrénico. Jung afirmó que ambos, padre e hija, se deslizaban al fondo de un río, solo que él
sabía bucear y ella se hundía irremediablemente en la locura. La enfermedad de Lucía fue un duro
golpe para James, ya que había concentrado muchas esperanzas en esta única hija. Gastó
muchísimo dinero en clínicas mentales con la esperanza de curarla, pero desafortunadamente fue
imposible.

En cualquier caso, se desconocen los detalles particulares de la relación que mantenía Joyce
con su hija esquizofrénica. Stephen Joyce, heredero actual del escritor, quemó las miles de cartas
intercambiadas entre padre e hija, cartas que habían sido recibidas por él en 1982, a la muerte de
Lucia. Stephen Joyce afirmó en una carta al editor del New York Times: «En cuanto a la destrucción
de la correspondencia, se trataba de cartas personales dirigidas por Lucia a su familia. Fueron
escritas muchos años después de morir Joyce y Nora y no hacían referencia a ellos. También fueron
destruidas algunas tarjetas postales y un telegrama de Samuel Beckett dirigido a Lucia. Esto se hizo a
requerimiento por escrito del propio Beckett». Por supuesto, alrededor de la desaparición de estas
cartas hay un enorme misterio que nunca podrá resolverse.

Por otro lado, es innegable el tremendo apoyo femenino que recibió James para seguir
escribiendo. Básicamente tuvo tres mecenas: María Jolas, Eugene Jolas y Harriet Shaw Weaver.
María y Eugene eran dos admiradoras que apoyaron al escritor en sus largos años de escritura de
Finnegans Wake y que la publicaron por partes en su revista literaria bajo el nombre de Work in
Progress. Por su lado Harriet Shaw Weaver le dio un excelente apoyo financiero con el objetivo de
que se dedicara a escribir. Sin estas tres mujeres James no hubiera podido sobrevivir ya que gastaba
compulsivamente. Por otro lado, no todas las reseñas de Ulises eran positivas. Su hermano le dijo al
respecto: «Si la literatura va a evolucionar en el sentido que indican tus últimas obras, va a llegar a
ser, como intuyó Shakespeare hace muchos años, mucho ruido y pocas nueces». A la misma Nora no
le gustaban las obras de su marido, ya que realmente eran perturbadoras. En una ocasión le dijo:
«¿Por qué no escribes libros normales para que la gente corriente pueda entenderlos?»
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En 1931, atendiendo a los ruegos de su hija y de su padre, Joyce contrajo matrimonio con su
compañera de siempre, Nora Barnacle. Llevaban conviviendo desde hacía casi tres décadas y no
sentían la necesidad de casarse, pero lo hicieron para complacer a la familia. Desafortunadamente
poco después del matrimonio murió su padre y esto lo hundió en una gran depresión. En una
ocasión dijo: «No ha sido su muerte lo que me ha aplastado, sino la autoacusación de no haberlo
visitado nunca más». Poco después se produjo el nacimiento de su nieto Stephen, en febrero de
1932, y le dedicó su poema "Ecce Puer", en el cual se lee: «¡Oh, padre abandonado, /perdona a tu
hijo!».

En ese tiempo, siguió con interés la difusión y traducción de sus obras a otros idiomas,
aunque impidió la adaptación cinematográfica de Ulises. W. B. Yeats le ofreció un puesto en la recién
creada Academia de Letras Irlandesas, que él rechazo con cortesía: «[...] dado lo que mi propio caso
fue, es y, probablemente, será [...] veo claramente que no tengo derecho alguno a que mi nombre
conste entre los de sus miembros».Su vida social se redujo mucho en sus últimos años en París, que
dedicó intensamente a la terminación de su último libro llamado Finnegans Wake. La obra se publicó
en 1939, pero no fue bien acogida por la crítica. En esta novela, la aspiración literaria al estilo propio
es llevada al extremo y hasta el absurdo, pues, partiendo del vanguardismo característico de Ulises,
el lenguaje deriva experimentalmente desde el inglés llano hacia un idioma apenas inteligible. Para
su composición, Joyce amalgamó elementos de hasta sesenta lenguas diferentes, vocablos insólitos
y formas sintácticas completamente nuevas.

La dureza de los comentarios sobre Finnegans Wake y el comienzo de la Segunda Guerra Mundial
supusieron un mazazo para el escritor. Por otra parte, continuaban los problemas con la salud
mental de su hija Lucia, y para colmo de su nuera, Helen, quien también fue diagnosticada con
esquizofrenia. Joyce se volvió triste e intratable; bebía demasiado, no hablaba con nadie y perdió la
vista casi por completo. Finalmente la familia regresó a Zúrich a finales de 1940, huyendo de la
ocupación nazi de Francia.

El 11 de enero de 1941 se sometió a una operación de úlcera de duodeno perforada. Si bien


mejoró en los primeros momentos, al día siguiente recayó y, a pesar de varias transfusiones, entró
en coma. Se despertó a las dos de la madrugada del 13 de enero de 1941, y pidió a una enfermera
que llamara a su esposa e hijo, antes de perder la consciencia de nuevo. Murió quince minutos más
tarde, antes de que llegase su familia. En el informe de la autopsia figura como causa de la muerte la
peritonitis.

Joyce está enterrado en el Cementerio de Fluntern. Nora le sobrevivió diez años. Se halla
enterrada a su lado, al igual que su hijo Giorgio, muerto en 1976. Cuando los arreglos para el
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entierro de Joyce se estaban realizando, un sacerdote católico trató de convencer a Nora de celebrar
una misa funeral. Siempre fiel al criterio de su esposo, ella respondió: «No podría hacerle a él tal
cosa. Jamás me lo hubiera perdonado».

Conclusión:

Sin duda James Joyce fue un hombre con profundos matices. Fue alcohólico, amante del
sadomasoquismo y de las prácticas íntimas más extrañas. Tuvo la desgracia de tener una hija con
esquizofrenia y vivió una existencia marcada por la desgracia. Sin embargo, hizo suyas todas estas
experiencias y las volcó en la creación de una obra estupenda llamada Ulises. Hombre inicialmente
muy cristiano, se vio seducido por los placeres de la carne y experimentó con el fetichismo y la
sexualidad desenfrenada con prostitutas, algo que le produjo una sífilis mal atendida que lo llevó a la
ceguera. Sin embargo, tuvo la suerte de estar rodeado de tres mujeres muy importantes en su vida
literaria que se encargaron de financiar su extravagante vida y su producción artística. Esta es la
escandalosa vida de James Joyce, un gran reformador de la novela contemporánea, un hombre
hundido en el caos y la autodestrucción, pero también un genio de la Literatura.

Lista de referencias:

Ser Podcast. Cronovisor | James Joyce, 100 años de un escritor


legendario.https://youtu.be/5LbU5q9YMuQ

James Joyce se quedó ciego porque tenía sífilis.https://www.abc.es/cultura/libros/20140605/abci-


james-joyce-sifilis-
201406041950.html#:~:text=James%20Joyce%20%2C%20el%20famoso%20escritor,esta%20
enfermedad%20de%20transmisi%C3%B3n%20sexual.
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