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Roj: STS 4411/2003 - ECLI:ES:TS:2003:4411

Órgano: Tribunal Supremo. Sala de lo Penal


Sede: Madrid
Sección: 1
Nº de Recurso: 252/2002
Nº de Resolución: 948/2003
Fecha de Resolución: 24/06/2003
Procedimiento: RECURSO DE CASACIÓN
Ponente: JOSE RAMON SORIANO SORIANO
Tipo de Resolución: Sentencia

Resumen:

- QUIEBRA DOLOSA. * Inmunidad de la decisión penal frente a sentencias laborales o


civiles sobre la misma cuestión. * Denegación de la práctica de pruecba en su día
admitida, por innecesariedad.

Encabezamiento
SENTENCIA

En la Villa de Madrid, a veinticuatro de Junio de dos mil tres.

En el recurso de casación por quebrantamiento de forma e infracción de ley,


que ante Nos pende interpuesto por la acusación particular SMOKING TRADING, S.L.
(antes CDC TEXTIL, S.L.) contra Sentencia dicxtada por la Audiencia Provincial de
Barcelona, Sección Tercera, que absolvió a Fidel y Vicente, del delito de quiebra dolosa
del que habían sido acusados, los Excmos.Sres.Magistrados componentes de la Sala
Segunda del Tribunal Supremo que al margen se expresan se han constituído para
votación y fallo bajo la Presidencia del primero de los indicados y Ponencia del
Excmo.Sr.D.José Ramón Soriano Soriano, siendo también parte el Ministerio Fiscal,
habiendo comparecido como recurridos los acusados, que han sido absueltos, Fidel y
Vicente, representados por la Procuradora Sra.Gilsanz Madroño que igualmente
representa a la entidad NECTAR PLUS, S.L., en su calidad de responsable civil
subsidiaria, y estando dicha acusación particular recurrente representada por el
Procurador Sr.Vázquez Guillén.

I. ANTECEDENTES
1.- El Juzgado de Instrucción nº 15 de Barcelona, incoó Procedimiento
Abreviado con el número 2591/1998 contra Fidel y Vicente, y una vez concluso los
remitió a la Audiencia Provincial de Barcelona, cuya Sección Tercera con fecha
dieciocho de diciembre de dos mil uno, dictó Sentencia que contiene los siguientes
HECHOS PROBADOS:

" Fidel, mayor de edad, sin antecedentes penales, fue desde su constitución el
15 de mayo de 1991, Administrador de la Sociedad Limitada ARTIVES, dedicada a la
confección y comercialización de riopa infantil, Vicente, hijo de aquél, en unión suya y
de su hermana, constituyó el 29 de abril de 1996, la sociedad limitada NECTAR PLUS,
dedicada a la confección y comercialización de ropa, constando él como Administrador,
si bien quien la gestionaba en la práctica era su referido padre. Esta segunda sociedad
estaba domiciliada de hecho en la calle Bdal, 16 de Barcelona, domicilio que en la
práctica compartía con la otra sociedad, con la que igualmente compartía los
trabajadores.

Durante los años 1996 y 1997, Fidel, imputaba indistintamente a ARTIVES,


S.L. a NECTAR PLUS, S.L. las deudas que la gestión de ambas sociedades originaba,
indistintamente una y otra. En aquel periodo de tiempo, NECTAR PLUS, S.L. contrajo
una deuda con CDC TEXTIL, S.L. -por suministros textiles que esta sociedad hizo- que
de conformidad con el legal representante de CDC TEXTIL, S.L., Fidel imputó a
ARTIGES, S.L., sociedad que fue declarada en quiebra, a instancias de CDC TEXTIL,
S.L. mediante auto de 2 de julio de 1997 del Juzgado de 1ª Instacia 37 de Barcelona,
siendo el pasivo de 66.024.526 pesetas, y el total de acreedores 29".

2.- La Audiencia de instancia dictó el siguiente pronunciamiento:

"FALLO: SE ABSUELVE a D. Fidel y a D. Vicente del delito de quiebra dolosa del


que habían sido acusados, y se declaran de oficio las costas procesales.

Únase testimonio de la presente resolución en el Rollo de la Audiencia, y


trasládese el original al Libro de Sentencias, notificándolo en legal forma a las partes".

3.- Notificada la Sentencia a las partes, se preparó recurso de casación por


quebrantamiento de forma e infracción de ley por la acusación particular SMOKING
TRADING, S.L. (antes CDC TEXTIL, S.L.), que se tuvo por anunciado, remitiéndose a
esta Sala Segunda del Tribunal Supremo las certificaciones necesarias para su
sustanciación y resolución, formándose el correspondiente rollo y formalizándose el
recurso.

4.- El recurso interpuesto por la representación de la acusación particular


SMOKING TRADING, S.L. (antes CDC TEXTIL, S.L.), se basó en los siguientes
MOTIVOS DE CASACIÓN: Primero.- Por quebrantamiento de forma del art. 850 nº 1
de la L.E.Cr . en relación al artículo 746.3 con vulneración de los artículos 6.3 d) de
la Convención de Roma de 4 de noviembre de 1950 y art. 14.3 del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos de 19 de diciembre de 1966. Segundo.-
Por infracción de Ley del art. 849-2º de la L.E.Cr . por haber existido error en la
apreciación de la prueba, designándose a los efectos dispuestos en el párrafo 2º del
art. 855 de la L.E.Cr . los documentos indubitados que constan en autos. Tercero.-
Subsidiariamente al Motivo de Casación anterior, y para el caso de inadmisión o,
alternativamente de no estimación, plantean el siguiente motivo casacional: Por
infracción de Ley del artículo 849-1º L.E.Cr . en relación con el art. 5.4 de la L.O.P.J .
en base a la infracción del artículo 24.1 en relación al art. 1.18 ambos de la
Constitución española . Cuarto.- Por infracción de Ley del art. 849-1º L.E.Cr . por
haberse infringido a entender de dicho recurrente, el art. 260 del vigente Código Penal
, el cual enumeran, a los solos efectos de la preparación del plenario del recurso.
5.- Instruído el Ministerio Fiscal del recurso interpuesto impugnó los motivos
alegados por el recurrente, igualmente se ha dado traslado a la parte recurrida que
impugnó también el mismo; la Sala admitió a trámite dicho recurso y quedaron
conclusos los autos para señalamiento de fallo cuando por turno correspondiera.

6.- Hecho el correspondiente señalamiento, se celebró la votación y fallo del


presente recurso el día 18 de Junio del año 2003.

II. FUNDAMENTOS DE DERECHO


PRIMERO.- Por quebrantamiento de forma, y con simultáneo apoyo en nuestra
Ley Rituaria Penal (art. 851-1 º) y preceptos integrados en Convenios Internacionales
suscritos por España (Convenio de Roma de 1950, art. 6.3 d. y Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos de Nueva York de 1966, art. 14.3 e.), alega, en el primer
motivo, indefensión por no permitírsele el uso de los medios de prueba que se estimen
pertinentes ( art. 24-2 C.E .).

1. El recurrente se queja por la denegación de la suspensión del juicio por


parte del Tribunal provincial para que pudiera declarar el testigo Everardo, que no
compareció a juicio. Sí lo hizo en una sesión anterior, en la que se suspendió el mismo.

No cabe duda que desde el punto de vista formal el recurrente ha cumplido con
todas las exigencias legales para que, en esta instancia procesal, se analice
debidamente su queja.

En efecto, cumplió con los requisitos de forma:

a) diligencia probatoria propuesta en tiempo y forma.

b) declaración de pertinencia de la prueba testifical propuesta y programación


para la práctica de la misma en el juicio oral.

c) constancia en acta de la protesta, ante la negativa a suspender el juicio oral.

Pero también deben concurrir para la prosperabilidad del motivo, los siguientes
requisitos de fondo:

a) que la prueba propuesta sea necesaria.

b) que su práctica sea material y jurídicamente posible.

c) que la omisión ocasione indefensión a la parte que la propuso, circunstancia


ésta que puede colegirse de las preguntas que pretenden formularse al testigo y su
repercusión en el fallo.

2. Todos cuantos requisitos acabamos de mencionar se cumplieron, salvo el


relativo a la necesidad de prueba, por su posible repercusión en el fallo.

No es de más recordar en este momento la doctrina que esta Sala tiene


establecida relativa a los conceptos de pertinencia y necesidad de la prueba.
Nos dicen las Sentencias nº 1116 de 12/06/2001 y nº 689 de 09/05/2003
que "ya por reiterada doctrina del Tribunal Europeo de Derechos Humanos -casos
Brimovit, Kotouski, Windisch y Delta- se reconoce que no es un derecho absoluto e
incondicionado.

El Tribunal Constitucional tiene declarado que no se produce vulneración del


derecho fundamental a la prueba, cuando ésta es rechazada, aun siendo pertinente,
porque su contenido carece de capacidad para alterar el resultado de la resolución
final, y en este sentido se articula la diferencia entre prueba pertinente y prueba
necesaria, estimando que sólo la prueba necesaria, es decir, aquélla que tiene aptitud
de variar el resultado, que sea indebidamente denegada puede dar lugar a una
indefensión con relevancia constitucional ( SS. T.C. 149/1987 ; 155/1988 ;
290/1993 ; 187/1996 , etc. etc).

Es preciso distinguir, por tanto -reitera la S. de esta Sala de 12 de junio de


2000 , entre <<pertinencia>> y <<necesidad>> de un determinado medio de prueba.
El art. 659 L.E.Cr . al regular el trámite de admisión de las pruebas propuestas por las
partes, alude al concepto de pertinencia. Sin embargo, el art. 746 de la misma Ley de
Ritos , al referirse a la suspensión del juicio oral, es más estricto, pues exige que el
Tribunal <<considere necesaria>>, la prueba no practicada. Si pertinente es lo
oportuno y adecuado, necesario es lo indispensable y forzoso y cuya práctica resulta
obligada para evitar que pueda ocasionarse indefensión. De ahí que haya de
examinarse ponderamente las circunstancias que concurren en cada caso, para decidir
sobre la suspensión del acto del juicio oral.

En el mismo sentido SS. del T.Supremo de 8 y 16 de febrero, 5 de abril y 26 de


mayo de 2000".

3. Trasladando la doctrina reseñada a nuestro caso, resulta que las preguntas


que pretendía efecutar al testigo y que pudieron repercutir en alguna medida en la
sentencia (más bien en escasa medida), se hallaban contenidas en el documento
obrante al folio 355 de las actuaciones. En él el testigo en su calidad de representante
legal de "Prenatal" daba respuesta a un requerimiento realizado por el Juzgado de
Instrucción nº 15 de Barcelona que intervino en fase sumarial, a una serie de aspectos
o puntos que se le formulaban.

Todas las partes procesales, entre las que se incluye la parte recurrente,
aceptaron íntegramente su contenido, en el que se desarrollaban prácticamente todas
las cuestiones que, en las preguntas formuladas en acta, interesaba la parte
proponente le fueran respondidas.

La innecesariedad resulta evidente y justificada la denegación de suspensión


del juicio por parte del órgano jurisdiccional de instancia.

El motivo debe decaer.

SEGUNDO.- Con base en el nº 2 del art. 849 L.E.Cr . alega en el correlativo


ordinal, error de hecho en que incurrió el Tribunal al valorar la prueba, como se
desprende de los documentos que a este efecto menciona.
1. Los documentos invocados lo constituyen unas resoluciones judiciales, en
particular, dos sentencias dictada por el Juzgado de lo Social nº 9 de Barcelona,
consecuencia de sendas demandas interpuestas por trabajadoras de las empresas de
los querellados, SEMAFORO, S.L., ARTIVES, S.L. y NECTAR PLUS, S.L., en las que se
declara la responsabilidad solidaria de tales empresas y se manifiesta la convicción del
Tribunal sobre la "existencia de un único interés familiar que, a través de diversas
formas empresariales y distintas apariencias mercantiles, configura un grupo
empresarial que permite la comunicación de responsabilidades patrimoniales...."

El tercero de los documentos invocados es la sentencia de la Sección 15ª de la


Audiencia Provincial de Barcelona, que confirma el auto dictado en primera instancia
por el Juzgado de esta clase nº 37 de la mentada ciudad en los autos de juicio
universal de quiebra, calificando a dicha quiebra de fraudulenta. Destaca dentro de
este proceso el informe del Comisario de la quiebra, el cual trató de buscar las causas
de la situación de insolvencia, considerando que ello había sido debido al mismo
desajuste patrimonial entre el activo y el pasivo; no someterse a expediente concursal
a pesar de haber cesado en la actividad; y endeudamiento de la empresa con sus
proveedores, no obstante la inviabilidad de la situación financiera de la misma.

2. Ante este planteamiento impugnativo, el motivo debe decaer, por simples


razones formales.

En primer término, el censurante exige, en el último párrafo del desarrollo del


mismo, se proceda a la repetición del juicio y se redacte nueva sentencia teniendo en
cuenta los hechos acreditados a medio de los documentos que refiere.

El recurrente es obvio que ha confundido las posibilidades que el cauce


procesal utilizado le brinda. Por la vía del error facti no puede declararse la nulidad de
una sentencia con repetición de juicio como si de un defecto formal se tratare o
estuvieramos ante una violación insubsanable de un derecho fundamental. En base a
los documentos el recurrente podrá instar la modificación del factum, en esta instancia
casacional, para de ese modo aplicar o dejar de aplicar al caso determinados preceptos
penales sustantivos.

Desde otro punto de vista, la improsperabilidad del motivo vendría impuesta


por carecer los documentos invocados del carácter de literosuficiencia. Nunca ha
atribuído la jurisprudencia de esta Sala el carácter de documento a las resoluciones
judiciales de otros Tribunales.

La propia sociedad recurrente reconoce al desarrollar argumentalmente este


motivo que "los jueces penales no están vinculados por el contenido de las sentencias
dictadas por otras jurisdicciones y expresamente recoge el Código Penal que no
quedará vinculado el juez penal a la calificación de la quiebra que se haga por el juez
civil" ( art. 260-4 C.P .)

3. La intransferibilidad de las conclusiones o decisiones de un juicio


desarrollado ante la jurisdicción laboral y otro sobre los mismos hechos ante la penal
resulta obvio a la vista de los fines diversos que persiguen ambas jurisdicciones, que
operan sobre culpas distintas y no manejan de igual modo el material probatorio. En
este sentido son de mencionar los contrapuestos principios sobre valoración de la
prueba dominantes de uno y otro orden jurisdiccional: en el penal "in dubio pro reo", y
en materia laboral "in dubio pro operario"-

Otro tanto cabe decir entre la jurisdicción civil y penal que el propio artículo
260 del C.Penal , explicita, disipando cualquier posible duda y ello a pesar del dictámen
del Comisario. La fraudulencia de la quiebra podría depender de alguno de los datos
que dicho Comisario aportó, particularmente, por carecer de contabilidad en el año
1997, pero en ningún caso pudo acreditarse la realización de actos defraudatorios por
parte de los acusados tendentes a provocar la crisis económica o insolvencia de las
empresas en perjuicio de los acreedores. El propio Juzgado civil deja constancia de que
"no puede inferirse mala fe o malversación de bienes propios en .perjuicio de la masa".

Pero a mayor abundamiento, y como justificación de que no se ha utilizado


unas y otras sociedades para defraudar a los acreedores, la propia fundamentación
jurídica de la combatida reconoce la identidad de los mismas, con iguales trabajadores,
domicilio, dirección empresarial, etc.

Todavía cabe afirmar que para la prosperabilidad del presente motivo es


necesaria la no concurrencia de otras pruebas contradictorias, que incidan sobre el
mismo aspecto a que el documento se refiere.

Segun la sentencia, se contó en las declaraciones de los trabajadores de las


diferentes empresas y la del querellante D. Alexander, que permitieron al Tribunal
alcanzar el convencimiento de la inexistencia de acto delictivo alguno.

A su vez, el perjudicado aceptaba que una deuda se cargara a una u otra


sociedad y el acusado o acusados también asumían compromisos de pago de
cualquiera de ambas sociedades, lo que excluye cualquier intento doloso de eludir la
responsbilidad patrimonial. Con ello queda descartado que la creación de otra sociedad
tuviera por objeto servir de escudo o salvaguarda de los bienes de los acusados, con el
fin de enervar cualquier reclamación o responsabilidad frente a terceros acreedores.

El motivo no puede merecer acogida.

TERCERO.- Con carácter subsidiario respecto al anterior, en el tercero de los


que articula la sociedad querellante, denuncia, vía art. 849-1º L.E.Cr . y 5-4 L.O.P.J .,
la infracción del art. 24-1º, en relación al 118, ambos de la Constitución española .

1. Según el recurrente se ha violado el derecho a la tutela judicial efectiva, por


cuanto la sentencia combatida no puede considerarse una resolución razonada y
fundada en derecho. Estima vulnerado igualmente el principio de seguridad jurídica, al
quebrar la expectativa de los justiciables a obtener para una misma cuestión una
respuesta unívoca.

Consecuencia de tal protesta entiende que no pueden persistir contradicciones.


En tal sentido nos dice:

-unos mismos hechos no pueden existir y dejar de existir al mismo tiempo.


-unos mismos hechos diferentemente apreciados deben merecer una
justificación o motivación especial.

2. Más de una vez esta Sala ha tenido ocasión de desarrollar las distintas
facultades o posibilidades que otorga a todo justiciable el derecho a la tutela judicial
efectiva. En general comprendería:

a) el acceso a los Jueces y Tribunales competentes en defensa de los derechos


e intereses legítimos.

b) la posibilidad u oportunidad de alegar y probar ante dichos Tribunales las


propias pretensiones en un proceso legal y en régimen de igualdad con la parte
contraria, sin sufrir en ningún caso indefensión.

c) el derecho a recibir una respuesta razonada y fundada jurídicamente dentro


de un plazo prudencial.

d) el de ejercitar los recursos establecidos en la ley ante resoluciones que se


estiman desfavorables.

e) el de obtener la ejecución del fallo judicial recaído.

De todas esas posibilidades de actuar ha dispuesto la entidad recurrente, no


habiéndosele privado de ninguna de ellas. Cosa distinta es que pretenda confundirse
tal derecho fudamental con la exigencia de que la resolución dictada por el órgano
jurisdiccional ha de ser conforme a todos y cada uno de los pedimentos formulados.

El Tribunal sentenciador ha dictado una resolución absolutoria, razonando y


justificando su procedencia, después de emitir un juicio ponderado y fundado acerca de
los hechos y el derecho aplicable dando cumplida respuesta a las pretensiones de las
partes. Con ello resulta plenamente observado el derecho a la tutela judicial efectiva.

3. La afirmación de que unos hechos existen para una jurisdicción y no para


otra, no merece ser acogida, porque nunca se tomaron en consideración, como hechos,
las conductas fraudulentas, típicamente previstas en la ley penal. Respecto a unos
mismos hechos se pueden producir resoluciones totalmente contradictorias, en
distintos órdenes jurisdiccionales, consecuencia de haber abordado las pretensiones o
controversias suscitadas bajo ópticas totalmente diferentes.

Pretender que la calificación civil de fraudulenta de la quiebra, así como los


pronunciamientos laborales que condena a las Sociedades, titularidad de los acusados,
al pago solidario de las deudas sociales, pueden suponer la automática condena en
sede penal de los acusados, es tanto como negar la libertad de interpretación de las
normas y la finalidad y contenido diverso de la legalidad civil, laboral y penal.

La contradicción en los hechos probados o admitidos por las distintas


jurisdicciones no es tal, sino una diversa contemplación de los mismos fenómenos, con
perspectivas, criterios, principios y normas diferentes.
La alegación de que deben justificarse resoluciones diferentes ante casos
iguales, constituye un mandato dirigido a órganos jurisdiccionales del mismo orden.

4. No existe, por consiguiente, quiebra de espectativas o vulneración de la


seguridad jurídica, sino convivencia armónica de distintas jurisdicciones, pues si alguna
debe prevalecer sobre las demás es la penal por ser la preferente.

Los hechos probados de una sentencia penal firme podrán imponerse a la


jurisdicción civil o laboral, pero no al contrario, siendo de todo punto imposible
condenar a una persona, sin haberse acreditado debidamente la realización de las
conductas típicas imputadas, por el solo hecho de haber recaído decisiones civiles o
laborales sobre la misma cuestión.

Consiguientemente el art. 118 de la Constitución española desplegará su


efectividad obligando a todos a respetar y cumplir las resoluciones judiciales, incluída
la sentencia absolutoria que la Audiencia Provincial de Barcelona dictó en su día y
ahora se discute.

El motivo debe rechazarse

CUARTO.- En el último de los motivos aducidos se alega infracción de ley, con


base en el art. 849-1º L.E.Cr ., por entender inaplicado el art. 260 del C.Penal ,
cuando debió serlo.

El sustento procesal del motivo condiciona su análisis al respeto más estricto a


los hechos declarados probados.

La sociedad recurrente no ha alterado, por la vía del error facti los términos en
que se expresaba el relato histórico de la sentencia. De él no se desprende la
realización de conducta típica alguna. Si alguna duda pudieran ofrecer sus términos
genéricos, la fundamentación jurídica los aclara, excluyendo la hipótesis de una
consciente sucesión de empresas, encaminada a la creación de obstáculos jurídicos
impeditivos de la efectividad de los créditos.

En modo alguno se ha podido acreditar, y de ahí el enmudecimiento del factum


en este supuesto, cualquier acto o conducta tendente a vaciar de activo una empresa,
mediante el traslado de sus bienes o existencias a otras, frente a la que no pueden
realizar reclamación los acreedores, por no haber sido esta última parte contratante.

Tales sospechas han quedado desterradas, mediante el silencio del factum y las
explicaciones de la fundamentación jurídica. La insolvencia era de las dos sociedades, o
si se quiere de las tres, pertenecientes a los acusados, estando dispuestos aquéllos a
hacer los pagos o afianzamientos de créditos indistintamente a través de una u otra
sociedad.

Conforme a todo lo dicho, procede desestimar el motivo y con él el recurso,


con expresa imposición de costas al recurrente y pérdida del depósito constituído (
art. 901 L.E.Cr .)
III. FALLO
Que debemos DECLARAR Y DECLARAMOS NO HABER LUGAR al recurso de
casación interpuesto por la representación de la acusación particular SMOKING
TRADING, S.L. (antes CDC TEXTIL, S.L.), contra la Sentencia dictada por la Audiencia
Provincial de Barcelona, Sección Tercera, con fecha dieciocho de diciembre de dos mil
uno , en causa seguida a Fidel y Vicente, por delito de quiebra dolosa, con expresa
imposición a dicha recurrente de las costas ocasionadas en su recurso y pérdida del
depósito que constituyó en su día.

Comuníquese esta resolución a la mencionada Audiencia Provincial de


Barcelona, a los efectos legales procedentes, con devolución de la causa.

Así por esta nuestra sentencia, que se publicará en la Colección Legislativa lo


pronunciamos, mandamos y firmamos Enrique Bacigalupo Zapater José Ramón Soriano
Soriano Diego Ramos Gancedo

PUBLICACION.- Leida y publicada ha sido la anterior sentencia por el


Magistrado Ponente Excmo. Sr. D José Ramón Soriano Soriano , estando celebrando
audiencia pública en el día de su fecha la Sala Segunda del Tribunal Supremo, de lo
que como Secretario certifico.

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