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ORIGINARIA -
TRIBUNAL SUPERIOR
Protocolo de Sentencias
Nº Resolución: 1
Año: 2019 Tomo: 1 Folio: 1-9
RECURSO DIRECTO
SENTENCIA NUMERO: 1.
En la ciudad de Córdoba, a los catorce días del mes de marzo de dos mil dieciocho, siendo
las doce horas, se reúnen en Acuerdo Público los señores vocales integrantes del Tribunal Superior de
Justicia, doctores María Marta Cáceres de Bollati, Domingo Juan Sesin, Aída Lucía Teresa Tarditti,
Luis Enrique Rubio, M. de las Mercedes Blanc G. de Arabel, Angel Antonio Gutiez y Humberto
Rodolfo Sánchez Gavier, bajo la presidencia de la primera, a fin de dictar sentencia en estos autos
RECURSO DIRECTO” (expte. SAC n.° 6081769), con motivo del recurso directo interpuesto por la
de obtener la admisión del recurso de casación (fs. 7/14) deducido en contra de la Sentencia número
Sesenta, dictada por la Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial de Tercera Nominación de esta
ciudad con fecha veintidós de julio de dos mil ocho (fs. 2/6vta.), y que fuera denegado por Auto
Interlocutorio número Ciento Setenta y siete de fecha veinte de abril de dos mil diez (fs. 24 y vta.).
referencia de los antecedentes de la causa, expuso la crítica que le merece el fallo que deniega la
Explica que el tribunal estérilmente pretende salvar la nítida contradicción en la que ha incurrido al
argüir que, cuando se refirió a la legitimidad del traslado de personal lo hizo de una manera intrínseca
y abstracta pero que en el caso concreto ha detectado determinadas circunstancias particulares de las
que infiere una motivación subjetiva que lo torna arbitraria o ilegítima, por lo que luego así lo califica.
Aduce que tal aseveración no es cierta y no se corresponde con las constancias concretas del
Sostiene que por el contrario, un simple repaso del fallo de marras permite hallar una primera
referencia del tribunal al aspecto del traslado, y a nadie escapará, dice, que lo hace en clara alusión al
caso concreto. No es cierto, afirma, que se trate de una mención de orden general y dogmática.
En primer término se asevera que el traslado no es una sanción encubierta, no les causa vejamen y no
es manifiestamente ilegítimo o arbitrario, sino que es el ejercicio de la atribución del Estado, pero
luego afirma que advierte alguna motivación subjetiva o connotación de tipo personal en esos
traslados.
Considera así demostrada la arbitrariedad del primer argumento empleado por la Cámara para
En segundo orden refiere que su representada afirmó que la sentencia era arbitraria habida cuenta que
en definitiva no explica cómo es que la decisión del Estado de respetar y cumplir la Ley n.º 9342, a la
que no se tacha de inconstitucional, sea un acto manifiestamente ilegítimo o arbitrario que torne viable
el amparo.
Denuncia que la aplicación combinada del decreto de traslado y de la Ley n.º 9342 como causa fuente
del menoscabo profesional que dicen los actores sufrir, constituye una simplificación inadmisible.
Explica que así se omite el tiempo que separa ambos acontecimientos, esto es, que la ley fue
sancionada casi ocho meses después de producidos los traslados y que en ese interregno sí se continuó
Razona que se debe afirmar que la aplicación de la nueva ley (que es constitucional, asegura) sólo
puede devenir en un acto manifiestamente arbitrario (por combinación) que torne admisible el amparo
si es que afirma lo que el tribunal no ha aseverado completamente: que se trató de una maniobra
compuesta de dos tramos, esto es, ordenar los traslados amparados en el ius variandi y suscribir un
acta acuerdo que refiera que son pases en comisión, pero todo ello a sabiendas de que ocho meses
después el Poder Legislativo derogaría la Ley n.º 5059 y esos empleados transferidos no cobrarían en
Por todo ello, concluye, la denegatoria del tribunal a conceder la casación interpuesta ha resultado
arbitraria.
Finalmente esgrime que la tercer y última razón desarrollada en el auto denegatorio (la magnitud de la
mengua salarial que revelaría por sí misma la inutilidad de otras vías legales) carece de trascendencia
a los fines de la crítica, porque en este aspecto la Cámara desborda claramente el acotado margen de
revisión intrínseca que se le ha asignado y no resulta entonces, argumento válido para avalar la
denegatoria.
2. Impreso a f. 39 el trámite de ley y notificado el Sr. Fiscal Adjunto del Ministerio Público de la
Provincia mediante providencia de fecha 27 de mayo de 2010, se dicta el decreto de autos (f. 41), el
3. La queja
El representante de la parte demandada interpone recurso directo (art. 402 del CPCC) con motivo del
Auto Interlocutorio número Ciento Setenta y siete de fecha veinte de abril de dos mil diez (fs. 24 y
vta.), dictado por la Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial de Tercera Nominación de esta
ciudad, por el que se deniega el recurso de casación articulado en contra de la Sentencia número
Sesenta (fs. 2/6vta.) en la que se admitió la apelación, se hizo lugar a la demanda y se declaró
inconstitucional el decreto provincial n.º 537/2006 en relación con los demandantes. En consecuencia
Registro General de la Propiedad antes de ser trasladados, o bien a mantenerlos en sus actuales
emplazamientos pero abonándoles, en este supuesto, los mismos haberes que percibirían en sus
puestos originales. Se le ordenó también abonar las diferencias de haberes desde la fecha en que
vienen siendo practicadas las disminuciones, con los intereses y la modalidad allí establecida.
La queja ha sido deducida en tiempo oportuno, habiéndose acompañado copias autenticadas por el
letrado patrocinante de la parte demandada de las piezas procesales pertinentes (art. 402 del CPCC por
remisión del art. 17 de la Ley n.° 4915) y el recurrente ha rebatido en el escrito recursivo los
argumentos de la denegatoria, motivo por el cual corresponde admitir formalmente la queja e ingresar
Abocados a su análisis es menester realizar un breve relato de las censuras contenidas en el mismo,
puesto que ello permitirá una mejor comprensión de los antecedentes de la causa para adentrarse en el
4. Recurso de casación
Los agravios de la casación, a los que encuadra bajo el motivo de falta de fundamentación lógica y
Expone que el fallo asegura, por un lado, que no existen elementos de juicio para suponer que el
traslado sea una sanción encubierta; pero luego afirma que, como no se les abona a los actores las
bonificaciones extras por imperio de la nueva ley, entonces sí se sospecha que existe alguna
Estima que la contradicción es flagrante y recae sobre una circunstancia dirimente: el traslado de los
actores no puede ser el resultado del ejercicio regular del ius variandi por parte del Estado y, al mismo
Alega que el único modo de salvar la contradicción consistiría en precisar que lo que ha querido
Pero en tal caso, aclara, sería la sanción de la ley la que estaría impregnada del subjetivismo y
connotación personal que se achaca en el fallo, lo que sería una afirmación dogmática, carente de todo
sustento.
Concluye que si los actores dejaron de percibir ciertos rubros de su salario no lo fue por el traslado en
sí, sino por el simple motivo que la ley determinó que para percibir las bonificaciones y premios que la
misma establece, el agente tiene que cumplir tareas en forma efectiva en el Registro, cosa que no
sucede en autos, pues los actores dejaron de cumplir tareas allí antes de la sanción de la ley citada.
Destaca que los actores nunca atacaron, en cuanto a su validez, a la Ley n.º 9342, y al no hacerlo, el
Juzga que el decisorio en crisis muestra toda su falencia argumental en el tramo esencial de su
razonamiento, cual es que el menoscabo patrimonial que aducen los accionantes deviene como
consecuencia ineludible de la entrada en vigor de una nueva ley, sancionada ocho meses después del
traslado que motiva este amparo. Aclara que el alegado menoscabo patrimonial no recae sobre la
remuneración propiamente dicha por su condición de empleado del Estado, sino que afecta los
Denuncia que la cámara esquiva el tratamiento de argumentos oportunamente esgrimidos por su parte,
que no tienen respuesta alguna: que la variación en el aspecto remunerativo de los actores se ha
producido por imperio de una nueva ley y que la Provincia debe cumplir con el mandato legal que le
prohíbe abonar los incentivos a los empleados que no prestan funciones en el Registro de la Propiedad,
mandato que no ha sido cuestionado en su constitucionalidad, ni mucho menos declarado tal en el fallo
impugnado.
Reitera que el traslado fue concretado de conformidad a los derechos que como empleador posee su
representada. Añade que, estando eso fuera de discusión, vale remarcar que el mismo fue realizado
mucho tiempo antes que la Legislatura sancionara la Ley n.º 9342, y fue concretado conforme la Ley
Enfatiza que la disminución de haberes es estrictamente consecuencia del cumplimiento por parte del
Poder Ejecutivo, del derecho vigente con relación al cual el Tribunal no tiene objeción alguna en
cuanto a su legalidad.
Advierte que el Tribunal argumenta los motivos que llevaron a los actores a interponer la acción de
amparo, supliendo la carga que nuestro derecho le impone al actor. Hace presente que el porcentaje de
quita o reducción al que alude el sentenciante (40%) carece de sustento pues no hay prueba alguna que
declara la inconstitucionalidad de un decreto que ordena el traslado de sus dependientes el que fue
realizado conforme la ley, cuando en el desarrollo de sus votos considera que lo que en realidad
vulneraría los derechos de los accionantes es la quita ordenada por una ley posterior, de la que nada
Acusa que el tribunal no sustenta su decisorio en ninguna disposición legal, lo que deja al descubierto
Un repaso de las circunstancias fácticas verificadas en la causa, y que constan en las actuaciones
principales que se tienen a la vista, conforme constancia de f. 244, permite visualizar con mayor
diferenciación con la cita de fojas de estas actuaciones, se indicará en adelante como “ep” (expediente
principal).
Surge también que en virtud de esa relación de empleo público y a partir de lo dispuesto por la
Ley n.º 5059, percibían, además de la remuneración normal habitual correspondiente al cargo de
compuesto de rubros varios tales como “horas extras”, “refrigerio”, “órdenes de servicio”,
39/2004”, etc. (v. gr., fs. 18, 20, 30, 33, 38, 39, 42, 46, todas del expediente principal, entre otras).
b. Mediante Decreto n.º 537 dictado por el Poder Ejecutivo provincial con fecha 10 de mayo de 2006
(fs. 49/51 ep), se ordenó el traslado de veintidós (22) agentes (entre ellos, los actores) a las
c. Con fecha 15 de mayo de 2006, y con motivo de la problemática suscitada en el ámbito del Registro
de la Propiedad a partir de la investigación judicial penal iniciada entonces por posibles delitos
vinculados con su actividad registral, se reunieron funcionarios del gobierno provincial con dirigentes
oportunidad el Acta Acuerdo que en copia obra agregada a fs. 95 y vta. ep.
d. El 17 de mayo de 2006, dieciocho (18) de los veintidós (22) agentes trasladados interpusieron la
n.º 537/2006, haciendo respetar sus derechos constitucionales, y se mande a pagar las diferencias de
e. Los agentes trasladados continuaron percibiendo hasta el mes de diciembre de 2006 incluido, a
provincia, autorizado por Ley n.º 5059 (cfr. fs. 114/115 ep, 117 ep, 119/120 ep, 123 ep, 125 ep, entre
Entre otras disposiciones y en lo que nos interesa a los fines de la resolución de la causa sub examen,
deroga la Ley n.º 5059, sus complementarias y modificatorias (art. 7), y dispone su vigencia a partir
g. El juzgado de primera instancia dictó sentencia en la causa disponiendo rechazar la acción deducida
(Sentencia n.º 105, dictada por el Juzgado de Primera Instancia y Décimo Novena Nominación en lo
Civil y Comercial de esta ciudad con fecha 19/4/2007; fs. 165/180 ep). La parte actora dedujo recurso
de apelación (fs. 182/188 ep). Concedido (f. 189 ep) y sustanciado el mismo (fs. 199/205vta. ep,
de esta ciudad admitió el recurso e hizo lugar a la demanda. Condenó a la Provincia a restituir a los
actores en los cargos que desempeñaban en el Registro antes de ser trasladados o bien a mantenerlos
en sus actuales emplazamientos pero abonándole los mismos haberes que percibirían en sus puestos
h. En su contra, la parte demandada interpone el recurso de casación (fs. 251/258 ep) que, denegado
(fs. 300 y vta. ep), motiva el recurso directo que habilita la intervención de este Tribunal.
6. Así, las cuestiones centrales sobre las que gira el recurso puesto a consideración del tribunal son el
alcance del ius variandi, con particular referencia a la afectación de la remuneración del agente,
En tal sentido, cabe recordar[1]que el ius variandi es la potestad de la que es titular la Administración,
y que importa para esta la posibilidad de modificar unilateralmente las obligaciones de los agentes
públicos que se hallan en una relación de sujeción especial, las que serán válidas en tanto sean
de tareas de un empleado puede ser considerado inválido si constituyese un medio encubierto para
obligar al agente a que renunciare a su empleo ante la imposibilidad cierta de cumplir las tareas
asignadas en el nuevo destino, lo que implicaría una modificación sustancial de la relación originaria.
Esta peculiaridad tiene su fundamento en el interés público que pretende alcanzarse a través de la
actuación administrativa. Se trata de una prerrogativa estatal que surge del ordenamiento jurídico y
que responde a la especial naturaleza de la actividad administrativa que exige aprovechar todas las
Sin embargo, la atribución del Estado de cambiar las tareas habituales de sus agentes por otras acordes
a las necesidades del servicio no es ilimitada y su ejercicio requiere el recuerdo constante de que la
relación de empleo público es contractual, por lo que dicha medida, que implica una modificación del
respectivo contrato, no debe alterar la esencia o sustancia misma de la relación. Aquellos cambios que
En apoyo de lo señalado cabe remarcar que la propia Constitución Nacional (CN) expresamente se
refiere a la estabilidad (art. 14 bis), en concordancia con el artículo 23, inciso 13 de la Constitución
Provincial (CP), que comprende el derecho a conservar la calidad y el rango funcional, más allá del
aspecto puramente remunerativo, mientras no se acredite causa legal que los haga perder[3], ya que la
mencionada prerrogativa constitucional integra la plataforma jurídica del sistema previsto como
garantía del administrado en relación de dependencia con la Administración, teniendo como corolario
progresar dentro de las distintas clases, grupos y categorías del escalafón administrativo y a estar
correctamente encasillado[4].
El ejercicio legítimo del ius variandi debe responder, en el caso de la Administración Pública, a tres
discrecionalidad puede ser definida como una modalidad de ejercicio que el orden jurídico confiere
expresa o implícitamente a quien ejerce la función administrativa, para que, mediante la apreciación
seleccionando una alternativa entre otras igualmente válidas para el derecho. El control judicial de la
misma implica fiscalizar una ponderación y una elección ya realizada, por lo que debe respetar el
poder exclusivo de valoración otorgado a la Administración y sólo controlar cuando se sobrepasen los
Las garantías que protegen todo tipo de trabajo y el ejercicio del llamado ius variandi conocen, en el
ámbito administrativo, una limitación, relacionada directamente con los fines públicos de la persona
constitucional, pauta o estándar jurídico con el que se supone se resolverá en cada caso concreto el
delicado equilibrio entre intereses opuestos y que permite, en suma, conocer si existe adecuación del
Es de la esencia de la relación de empleo público la potestad del empleador de variar las funciones
encomendadas en razón de la concreta necesidad del servicio, siempre y cuando, tales modificaciones
permite entrever o sospechar en el traslado de los actores algún tipo de motivación subjetiva,
atribuyendo al pase alguna connotación de tipo personal, porque más allá de ello, adviértase que
convalida, desde que en el primer punto de condena, expresamente dispone: “1) restituir a éstos en los
cargos que desempeñaban en el Registro General de la Propiedad antes de ser trasladados, o bien a
mantenerlos en sus actuales emplazamientos pero abonándoles en este supuesto los mismos haberes
Es decir entonces que el motivo principal de agravio es la variación no ya de las tareas o lugar de
trabajo, sino de las sumas percibidas mensualmente por los actores en su desempeño en la Provincia.
Esto se ve corroborado en tanto la cámara sostiene que “es preciso reiterar el criterio expresado (…)
en el sentido de que no habiendo elementos de juicio para suponer que se trate de una sanción
encubierta como alegan los amparistas, ni pruebas que demuestren que la asignación de cada uno de
o capacitación profesional, no se puede decir que tal acto sea manifiestamente ilegítimo o arbitrario,
siendo que, por el contrario, es una atribución del Estado distribuir su personal en la forma que
Y añade en fundamento de su condena que “[n]o se trata ya entonces de que el Estado no pueda
redistribuir a sus empleados, sino de que no puede hacerlo asignándoles funciones en áreas donde
pasan a percibir sueldos disminuidos en aquella proporción, puesto que en esta hipótesis el traslado
genera una lesión severísima al derecho de propiedad, a la garantía que tiene todo empleado de
conservar su sueldo a menos que medien razones extraordinarias y, naturalmente, siempre que estas
administración”.
mayores consideraciones; ello así por cuanto no sólo ha sido avalada por la Cámara, conforme se ha
expuesto precedentemente, sino que, por su parte, fue consentida por los actores, quienes no la han
impugnado y, más aún, han iniciado por ante el tribunal de primera instancia la ejecución de sentencia,
solicitando se emplace a la demandada para que realice la opción de cuál de las alternativas posibles
Surge claro entonces que lo que agravia a los actores, y es motivo central de la condena impuesta a la
Provincia por la cámara al hacer lugar al recurso de apelación y revocar la sentencia de primera
instancia, es la disminución que en sus ingresos perciben los agentes trasladados desde el Registro
Es decir, salvada esta cuestión, y habiendo establecido que el ejercicio del ius variandi en el caso de
Como se detalló anteriormente, resulta no controvertido en autos que los actores se desempeñan como
Surge también que en virtud de esa relación de empleo público y a partir de lo dispuesto por la
Ley n.º 5059, percibían, además de la remuneración normal habitual correspondiente al cargo de
compuesto de rubros varios tales como “horas extras”, “refrigerio”, “órdenes de servicio”,
39/2004”, etc.
Como ya tuvo oportunidad de señalar este Tribunal por intermedio de su Sala Laboral, la Ley n.º 5059
Escribanos como entidad de Derecho Público -Ley n.° 4183-, que autorizó a este último a prestar
proveer a su reestructuración y mejoramiento de los métodos operativos (art. 1) que habían quedado
vetustos a raíz del dictado de la Ley n.° 17801, mediante la cual se incorporó la técnica denominada
folio real. En virtud de ese convenio, el “obligado”, en relación al personal contratado, es el Colegio
de Escribanos, quien cooperaría, sin cargo alguno para la Provincia y en su exclusivo beneficio. Los
sueldos del personal contratado en virtud de ello se pagaban con un fondo especial conformado por
contribuciones que el Colegio percibía de sus afiliados para cubrir los gastos del servicio (arts. 3 y 7
Ello se ve corroborado desde que las sumas liquidadas con ese fondo se detallaban en un documento
fs. 144 y vta. ep, donde manifiestan “[e]l Colegio de Escribanos de la Provincia es quien nos abona
este sueldo (…) pues integra horas extras que la Provincia no otorga, ni paga”.
Pues bien, el traslado dispuesto por el Poder Ejecutivo mediante Decreto n.º 537 del año 2006 no
revista, ni de aquellas sumas que el Colegio de Escribanos liquidaba en virtud del convenio suscripto
bajo la vigencia de la Ley n.º 5059, las que se les siguieron efectivizando hasta finales de ese año,
conforme se acredita con la documental aportada por los actores (cfr. fs. 114 /115, 117, 119/120, 123,
Por Ley n.º 9342, sancionada en el mes de diciembre de 2006, se derogó su similar n.º 5059 que daba
andamiaje jurídico a la liquidación de las sumas referidas anteriormente, creando ahora sí en el ámbito
de las finanzas provinciales, una Cuenta Especial denominada “Ingresos de la Dirección General del
dictó la Resolución n.º 313/2006 y el Interventor de la Dirección del Registro General de la Provincia,
la Orden de Servicio n.º 1 (de fecha 8/1/2007) con la que se busca disponer de un cuerpo normativo
único que contemple los diversos regímenes de bonificaciones del personal que se desempeñe en el
ente, procurando brindar mayor claridad normativa y optimizar el desempeño de las diversas áreas del
La derogación de la Ley n.º 5059, y con ella la extinción del “Convenio de Colaboración y Asistencia
Gobierno provincial y el Colegio de Escribanos de la Provincia, determinó que este último dejara de
liquidar las denominadas remuneraciones a las que se ha hecho referencia anteriormente, no solo a los
entonces percibían los agentes trasladados, aspecto que es motivo central de agravio en la presente
Administración y realizado en ejercicio del ius variandi que le asiste, sin exceder los límites que el
ordenamiento jurídico le impone, sino a una medida de carácter general aplicable no tan solo a ellos
sino, como ha sido dicho, a la totalidad de los agentes provinciales que hasta entonces las percibían.
decidiera, mediante la Ley n.º 9342 que derogó la anterior n.º 5059, la creación de la cuenta especial a
la que hemos hecho referencia, y de la cual se liquidan las bonificaciones previstas en la Orden de
Servicio n.º 1 de la Dirección General del Registro General de la Provincia, conforme a los objetivos
explicitados en el artículo 2 de la ley, los que expresamente se determina serán liquidados al personal
que se desempeñe en él, aclarando que se conforma con quienes prestan servicios en forma efectiva en
el organismo registral, cualquiera sea la situación de revista al momento de su ingreso (en planta
por las distintas áreas de trabajo, d) mayor responsabilidad funcional, e) cumplimiento en tiempo y
forma de los trámites registrales ingresados en las áreas de producción y de las funciones
De allí que resulta razonable que sólo los perciban quienes en forma efectiva se desempeñan en el
Administración Provincial.
Téngase presente que al respecto se ha señalado que cuando la pérdida del adicional extraordinario no
es más que una consecuencia de la menor responsabilidad y carga horaria asignada al agente, no
que ha alcanzado, sino que busca establecer un razonable equilibrio de la ecuación económica entre la
En definitiva, en atención a los argumentos brindados precedentemente, cabe concluir que el ejercicio
del ius variandi realizado por la demandada en autos no excede los límites impuestos por el
palmaria ilegitimidad que debe ostentar para hacer procedente la acción de amparo intentada.
7. Conclusión
En razón de todo lo expuesto, corresponde admitir el Recurso Directo interpuesto por la demandada y
hacer lugar al Recurso de Casación denegado por el a quo. Revocar la Sentencia n.º 60, dictada por la
Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial de Tercera Nominación de esta ciudad con fecha 22
de julio de 2008 y confirmar su similar n.º 105 dictada el 19 de abril de 2007 por el Juzgado de
8. Costas
Finalmente, en relación a las costas, y teniendo presentes las particularidades de la causa, que
evidencian una singular complejidad, con importantes esfuerzos argumentativos desplegados por las
partes en sostén de sus respectivas posiciones; y en atención al resultado que se arriba, corresponde
imponerlas por su orden en todas las instancias (art. 130 CPCC, aplicable por remisión del art. 17 de la
Así votamos.
II.Revocar la Sentencia n.º 60, dictada por la Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial de
Tercera Nominación de esta ciudad con fecha 22 de julio de 2008 y confirmar su similar n.º 105
dictada el 19 de abril de 2007 por el Juzgado de Primera Instancia y Décimo Novena Nominación en
lo Civil y comercial de la ciudad de Córdoba, que rechazó la acción de amparo deducida por los
actores.
IV.Remitir las presentes actuaciones al tribunal a quo, a los efectos de ser agregadas al
Por el resultado de los votos emitidos, previo acuerdo, el Tribunal Superior de Justicia, en pleno,
RESUELVE:
I. Admitir el Recurso Directo interpuesto por la demandada Provincia de Córdoba y hacer lugar al
II.Revocar la Sentencia n.º 60, dictada por la Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial de
Tercera Nominación de esta ciudad con fecha 22 de julio de 2008 y confirmar su similar n.º 105
dictada el 19 de abril de 2007 por el Juzgado de Primera Instancia y Décimo Novena Nominación en
lo Civil y comercial de la ciudad de Córdoba, que rechazó la acción de amparo deducida por los
actores.
IV.Remitir las presentes actuaciones al tribunal a quo, a los efectos de ser agregadas al
[1] Cfr. TSJ, Sala Contencioso Administrativa, Sentencia n.º 95 de fecha 1/10/2013 in re “Aponte”.
[2] Cfr. TSJ, Sala Contencioso Administrativa, Sentencia n.º 6 de fecha 14/2/2001 in re “Rieder”.
[3] Cfr. TSJ, Sala Contencioso Administrativa, Sentencia n.º 49 de fecha 26/9/2006 in re “Herrera”, que reitera la doctrina
sentada en Sentencias n,º 57/1983 in re “Gianola”; n.º 52/1983 in re “Cosiansi”; n.º 20/1983 in re “Deluca”; y n.º 49/1980
in re “Herrera".
[4] Cfr. TSJ, Sala Contencioso Administrativa, Sentencia n.º 196 de fecha 30/11/2000 in re “Moine de Cornejo Núñez”.
[5] Cfr. Sesin, Domingo Juan; “El juez sólo controla. No sustituye ni administra. Confines del derecho y la política”, en LL
[6] Cfr. TSJ, Sala Laboral, Sentencia n.º 261 de fecha 6/10/2015, in re “Catania”.
[7] Cfr. TSJ, Sala Contencioso Administrativa, Sentencia n.º 95 de fecha 1/10/2013 in re “Aponte”.
SECRETARIO/A T.S.J.