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Trabajo devocional

con Apolo

Grimoir Magic Blog


@Grimoir.magic
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¿Quien es Apolo?
De la misma manera que en el mundo antiguo se concebía al Sol como el que
daba la luz, a Apolo se lo percibió como el dios que logra encender la luz interior.
"Conócete a ti mismo" era la inscripción a la entrada de su templo en Delfos, y
esto realzaba la importancia que tenía el dios como símbolo de la conciencia. A
este dios no se lo entendía como al Sol físico que se ve en el cielo; él era el
portador del Sol, el que lo llevaba del Este al Oeste cada día en su carroza de oro.
El Sol físico era lejano e intocable; era "lo Unico", la esencia de la vida misma,
imposible de alcanzar o de comprender acabadamente.

La forma humana de Apolo nos remite a un reflejo de algo que hay en la psiquis
humana -el contenedor o portador de lo inefable. No sorprende entonces que
Pitágoras y Platón apoyaran a Apolo, ya que el profundo sentido de la Filosofía -el
amor por la sabiduría- está ligado a este proceso de adquirir conciencia con el
fin de reconectarnos con eso que Platón llamó "las realidades eternas". Era
extraordinario su rol de romper maldiciones familiares y asesino de la oscuridad.
Y a él se encomendaban los atormentados por la culpa.

En Mitología, sus conflictos con el submundo ctónico de las deidades femeninas,


tales como Pitón, la serpiente gigante y las terribles Erinyes o Furias, lo marcaron
como el campeón que vence a las fuerzas del destino y las compulsiones
ancestrales. Y aún cuando se trata del mismo conquistador de estas fuerzas,
también las incorpora a su culto. La Pitón se convierte en uno de sus símbolos
más emblemáticos, tanto por la forma iconográfica de la serpiente
grecorromana, como por la figura de la Pitonisa, la sacerdotisa del oráculo que se
comunicaba con los dioses. Estas deidades-madres ctónicas eran también
veneradas en Delfos a través del ónfalos o piedra-ombligo, el centro de la Tierra,
el preciso lugar donde se manifestaba la luz del Sol.

Podemos observar la imagen del ónfalos, en algunas monedas acuñadas en


Delfos, como representada por un punto en el centro de un círculo; el círculo era
asociado con Apolo por el halo que se forma alrededor del Sol y se ve a través de
los cielos, y también porque el círculo no entraña ni comienzo ni final y por ende
sugiere la idea de divinidad y de eternidad.
Aunque no haya una documentación cierta que sugiera que el uso de esta
imagen - el punto en medio del círculo- diera posteriormente origen al glifo
astrológico que usamos para designar al Sol, y que se usara inicialmente en el
Renacimiento, es imposible ignorar la conexión.
¿Quien es Apolo?
Apolo el cosmocrator ("Dueño del Mundo")
Apolo es también el cosmocrator, el "Dueño del Mundo", el centro alrededor del cual gira
el sistema Solar. Es así como a menudo el arte antiguo suele retratarlo como sosteniendo
la
rueda del zodíaco, ya que este es el símbolo de la eclíptica -el camino aparente que
recorre el Sol alrededor de la Tierra- una forma en sí imaginaria, que refleja un ciclo de
desarrollo y que se percibe con el paso de las estaciones y en los multifacéticos ciclos de
nuestra vida personal. Sería bueno traer a colación que el zodíaco es un invento griego y
que coincide en el tiempo con el crecimiento del poder del culto de Apolo, que tuvo lugar
en el siglo V a.C. Tanto la Astrología, que hemos heredado de los griegos, como Apolo
mismo, están muy ligados entre sí y ambos reflejan la misma percepción básica del orden
cósmico. El movimiento sistemático del cosmos depende de la imagen de aquel Apolo
que lleva el propósito y la inteligencia de la luz divina del Sol. Y es gracias a su forma de
razonar que logra mantener a los planetas en sus órbitas.
Nuevamente nos encontramos con la oportunidad de mejorar mucho nuestra
comprensión respecto de la función Solar en un horóscopo, dado que ese centro ubica al
individuo en el centro mismo de su propia vida, permitiendo que otros aspectos de la carta
natal armonicen entre sí.

Al movimiento sistemático del cosmos se lo conoce también como "la música de las
esferas" y es aquí donde el dios de la música y cosmocrator va más allá y logra
establecer un patrón fundamental en la vida que a la vez sea sistemático y hermoso.
Cada carta natal debería ser vista de esta manera, a pesar de todos los demás aspectos
nefastos o planetas en detrimento o en caída que pudiéramos encontrar. Y quizá, hasta
deberíamos decir que depende más de nuestra habilidad para expresar nuestro Sol, que
se destraben aquellos aspectos menos armónicos más que por la naturaleza de los
aspectos planetarios en sí mismos.
En otras palabras, una cuadratura Marte-Saturno o bien una oposición Luna-Plutón,
puede generar un conflicto, pero es en realidad destructiva sólo cuando no haya un centro
al cual pueda atenerse el individuo en cuestión y equilibrar así las necesidades de estos
planetas. El Sol es el gran conciliador de los conflictos planetarios internos, permitiendo
que trabajen más a favor que en contra de la vida. Otra vez es ese sentido del sí mismo,
el que unifica toda la carta, no para ser controlado por él, sino para permitir su expresión y
reflexionar sobre él.
Apolo el artista ¿Quien es Apolo?
Apolo trae consigo a la cultura e inspira creativamente a los humanos gracias a la intervención
de las Musas. Este grupo de figuras femeninas representa a cada una de las artes. Es
interesante percatarnos de lo que los Griegos consideraban como arte. Calíope, la Musa de la
Música era la principal, atributo que también compartía con Apolo; de aquí viene la imagen de
la lira que suele acompañarlo en algunas esculturas y frescos antiguos. Urania es la Musa de la
Astrología, que entonces era una combinación de Astrología con la ciencia que ahora
conocemos como Astronomía. Desde esta perspectiva mitológica, a la Astrología no se la
concebía como una ciencia en el sentido que ahora le damos, sino más bien se la consideraba
como un Arte, por lo que la intervención de la Musa era más que necesaria para decodificar la
sabiduría de estos mensajes. La Mitología establece que la relación que mantenían las Musas
con Apolo, podía darse en tres categorías: como simples compañeras, como amantes, o como
hijas. Pero lo que está claro, es que cualquiera que haya sido la relación que mantuvieren entre
sí, ellas eran la viva expresión del poder que emanaba de Apolo para encender la creatividad
humana.

No debería sorprendernos entonces la conexión entre el Sol astrológico y el área de nuestra


creatividad, como concepto de la Casa V de un horóscopo. El dios provee la inspiración, pero
son sus Musas quienes lo encarnan de forma perceptible actuando como puentes para unir la
imaginación con lo divino. En la soberbia pintura de
Apolo y las Musas, de G. Moreau, se lo muestra enviando a las Musas para que eduquen e
inspiren a la humanidad. (ver imagen opuesta). Así entendemos a Apolo como educador, una
palabra griega cuya raíz significa "conducir hacia delante". Esta es la idea platónica de la
educación -obtener una respuesta del alma que nos haga recordar que provenimos de las altas
esferas. El arte como camino educativo es bastante diferente del arte tomado sólo como
entretenimiento o como mensaje político.

La dimensión Solar que adquiere la expresión artística es algo muy personal, que arranca de
muy adentro nuestro y refleja una especial conexión con la fuente de la vida. No se trata de
algo colectivo aunque podemos decir que cuando logramos crear mediante la inspiración, suele
arribarse al terreno de lo colectivo, siempre y cuando tengamos la mente lo suficientemente
abierta. Pero la fuente de la inspiración no abreva en lo colectivo, sí en el Sol personal, en la
esencia personal. El arte que comprende al Sol astrológico puede no necesariamente ser
reconocido como arte en si mismo; ya que es posible que se manifieste en la forma que
vivamos nuestra vida. Esta conexión Solar con la inspiración y como reflejo de la conciencia en
la vida de una persona, nos está sugiriendo que, cualquiera sea el emplazamiento del Sol en la
carta, este es el que nos va a hacer experimentar esa sensación de unión con lo divino por
cualquier medio creativo que elijamos para expresarnos y que sea el más inspirador de
nuestras almas. Así veremos la conexión entre el Sol y la vocación, ya se trate de una vocación
que sea financieramente remunerativa o bien una tarea a la que nos aboquemos en nuestras
horas de ocio. También nos sugiere que todos tienen una "vocación" en el sentido más
profundo, incluso si no se trata de algo que implique ganar dinero. Pero a menos que una
persona se abra a la inspiración, no puede dar lugar a su vocación y
mantener con lealtad sus valores y su propia visión.
¿Quien es Apolo?
Apolo el profeta
Comúnmente no asociamos al Sol con una profecía. Sí asociamos profecía con lo relativo a lo
mediúmnico, aunque lo mediúmnico tiene que ver con borrar los límites del individuo y la capacidad
de entrar en la vastedad del cosmos (o en la vida de otro ser humano) y percibir lo que allí sucede.
Tal como lo dijeran los oráculos de Apolo, la profecía es algo por completo diferente. A Apolo se lo
llamó el dios de la doble lengua porque sus predicciones dejaban a la gente totalmente perpleja;
pero lo que en verdad allí se decía era algo muy básico que luego podía interpretarse desde un
punto de vista muy personal (y frecuentemente eso era lo que sucedía). Entonces se decía que el
oráculo había fallado y de aquí es como surgen muchas situaciones donde el héroe o la heroína
hace trampas o bien asume las predicciones de manera equívoca llegando a resultados
desastrosos.

En otras palabras, el mensaje del oráculo no era de contenido psíquico, pero sí revelaba al instante
la pauta sobre la que se apuntalaba la vida del consultante, o resaltaba con pelos y señales un
capítulo específico en la vida de esa persona. Estamos hablando de lo que solemos calificar como
destino, pero en un sentido menos compulsivo del término. Las profecías de Apolo están
absolutamente emparentadas con el Sol astrológico. Cuando vislumbramos un diseño interior de
nuestro destino, nuestra vida cobra sentido y tenemos un motivo para vivir, y podemos tomar
conciencia de ello, si miramos en una carta natal el emplazamiento del Sol por casa, signo y
aspecto.

Aquí está nuestro futuro, la persona en que potencialmente somos capaces de convertirnos, la
persona que tanto deseamos y necesitamos ser, si es que tenemos como objetivo de vida algo más
que comer, reproducirnos y morir. Sin embargo, podemos malinterpretar esa luz que aporta la
interpretación del Sol, dependiendo mucho de nuestra edad, circunstancias, conflictos y
necesidades emocionales.

Pero de cierto modo sabemos que la historia central del destino personal está en algún lugar de
nuestro interior, y ésta es quizá la razón por la cual el Sol está tan estrechamente relacionado con
la vocación, con nuestro "llamado", o, como dice Howard Sasportas "un llamado del yo interior".
Profecía como destello del destino y destino encarnado en vocación, son las características que
quizá reflejan los más profundos vínculos de Apolo con el Sol astrológico. Es importante señalar
que la predicción del oráculo era provista por una Pitonisa, lo que significa que no podemos
escuchar la sabiduría directamente del Sol, sino a través de nuestros sentimientos, cuerpo e
imaginación. De no mediar este portavoz, el conocimiento de Apolo sería inaccesible. Pero a menos
que busquemos enérgicamente la sabiduría de Apolo, la Pitonisa quedará muda.

También podemos observar la pertinencia de la Astrología con Apolo en el sentido de que como
astrólogos buscamos encontrar aquel esquema que sea la historia central de la vida de una
persona. De hecho, la carta natal es un oráculo, aunque no en el sentido predictivo -si bien esta
área es inherente a la Astrología desde siempre- sino para comprobar que ese esquema básico
existe y que eso es lo que constituye nuestro destino. Se trata de algo más interno que externo, por
eso la Astrología hace tanto hincapié en este concepto, aún cuando las circunstancias de la vida
tiendan a reflejar y personificar la historia interna. Tal como sucedía en el oráculo de Apolo, las
configuraciones de la carta natal pueden ser malinterpretadas tanto por el astrólogo como por el
cliente, porque uno carece de la perspectiva para ver el panorama completo y
generalmente tiene una fijación en lo inmediato o con una preocupación en particular.
¿Quien es Apolo?
Apolo el Sanador
El papel que desempeñara Apolo como médico-sanador condujo al nacimiento de muchos
Asclepios o centros de sanación en todo el mundo antiguo. Según cuentan, Asclepios era hijo de
Apolo, una forma personificada del dios en carne humana, y en todos estos lugares sagrados de
curación siempre se asociaba la figura de Asclepios con su divino padre. Todavía sigue siendo un
misterio, qué tipo de medicina se practicaba en estos centros curativos, pero sabemos por ejemplo
que la música cumplía un papel terapéutico muy importante, tanto como lo hacían la guía e
inspiración que se aprendía de los sueños. Por lo tanto tomamos al Sol como un sanador interior y
sería importante para nosotros, como astrólogos, entender precisamente qué significa todo esto a
nivel psicológico. Lo que se entiende por enfermedad según el concepto de Apolo, era aquello que
se apagaba, que se quedaba sin la luz del Sol. Los griegos entendían la enfermedad como algo que
sucedía tanto a nivel psíquico como físico y la forma de restablecer la armonía con el alma, residía
en trabajar con la música y con los mensajes de los sueños.

En otras palabras, algo que actualmente denominaríamos: una conexión con el inconciente. Hoy en
día, muchos de nosotros, olvidamos lo profundo que puede afectarnos la música y de qué manera
puede, no sólo armonizarnos, sino también desarmonizarnos. La música se ha convertido
actualmente en algo tan político como cultural y corremos el peligro de perder de vista su función
educativa y como fuente de inspiración.

La música es el instrumento principal que utiliza Apolo el sanador, y se sabía que esa música
reflejaba la música de las Esferas -la armonía cósmica. Así se entiende a la enfermedad como un
estado inarmónico del alma, una ruptura de la conexión humana con el orden cósmico mayor, por
ende, lo que hace la curación es restaurar la armonía interior y reconectarnos con la fuente. En un
horóscopo, la voluntad de vivir está profundamente ligada con el Sol, y la voluntad de vivir tiene que
ver con la búsqueda del significado y a su vez este es el sentimiento de estar conectado con algo
más grande que uno mismo. El Sol nos da esa sensación de ser como una vasija que contiene algo
más grande, algo superior, y si logramos armonizar con
ello, encontramos el significado de la vida, incluso en aquellas circunstancias que se nos presentan
como trágicas o de pérdida. Bien sabe todo médico que sin la voluntad de vivir, el paciente se
muere, a pesar de la eficacia con que se pretenda curar al cuerpo físico. En el mundo antiguo el Sol
era Hyleg, el que daba la vida, y perder esa conexión significaba la pérdida de la voluntad de vivir.
Lo que sugieren estas antiguas metáforas por armonía, no se aplica al sentido ordinario del término
armonía que entendemos hoy por hoy; no existe ninguna carta natal exenta de conflictos como
tampoco lo está ninguna vida humana. Pero la gracia reside en ese sentido de alineación que
puede darnos el Sol en un horóscopo y esa alineación con respecto a un modelo superior -un
sentimiento del destino personal y el propósito de vida- puede elevar nuestro entendimiento al
concepto de curación que rige Apolo. El proceso de la psicoterapia es hoy un escenario más que
evidente donde podemos reconectarnos con ese sentido de lo que tenemos que ser, liberados de
toda presión y expectativas del contexto familiar y del inconsciente colectivo. Existe otro territorio
donde esta reconexión puede manifestarse y se trata del terreno artístico, siempre y cuando esté
exento de tintes políticos y lejos de las banales gratificaciones del entretenimiento. Pero tal
perspectiva tal vez sea incorrecta en estos días, ya que la palabra "elitista" siempre está a flor de
labios en quienes no tienen la menor intención de lograr esa conexión que el Sol nos pide que
hagamos. Ser una persona significa estar solo y estar en grupo al mismo tiempo, tal como lo es el
Dios-Sol per se.
Ritual e invocaciones
Ritual
Preparación del ritual

Antes de comenzar con el ritual, es necesario que te prepares


energéticamente. Así que mi recomendación personal es que
primero tomes un baño, te relajes y te despidas de cualquier
nerviosismo presente. Ya que te sientas en paz, realiza el siguiente
ejercicio:

1. Pon los pies descalzos sobre el suelo y extiende las manos al


cielo como las ramas de un árbol.
2. Cierra los ojos e imagina que por tus pies sube una energía
verde, la cual poco a poco sube por tus piernas, torso, brazos y
llega a tus manos.
3. Cuando sientas su calor en todo tu cuerpo, estás listo para
comenzar con el ritual.

Consagración del altar


Para consagrar el altar, necesitas pasar el incienso por toda la zona
donde vayas a realizar tu ritual: esto sólo se necesita hacer una vez
ya que después de esto el área quedará consagrada hasta que tú
decidas terminar de trabajar con la deidad en cuestión.

Oración de consagración:

"Portador de la luz que ilumina cada día, vigilante de los cielos y


señor del arco: a tu sagrado nombre y en el nombre de la
iluminación y la claridad , yo tu siervo (di tu nombre) consagro este
lugar para honrarte y devocionar tu nombre."
Ritual e invocaciones
Conexión con el altar

Para conectar con tu altar, es necesario que extiendas tu manos


hacía el y con los ojos cerrados, visualices un lazo dorado que cada
vez se hace más grueso y resistente. Abrelos cuando sientas que se
ha establecido correctamente.
Circulo de sal (Opcional)

Si te da más confianza tener un círculo de sal a tu alrededor al


momento de realizar el ritual, con total confianza puedes ponerlo:
pero recuerda que no es necesario porque al momento de levantar
el círculo energético tú ya contarás con la protección nata que
parte de tu propio espíritu.

Abrir el círculo

El objetivo de levantar el círculo, es potenciar tu energía en todas


las direcciones posibles y de esa manera crear una proyección
energética que te permitirá establecer un momento sagrado para
conectar con la deidad en cuestión. Esto será temporal, ya que
posteriormente se disolverá.

Primero con la punta de tu indice se trazará un circulo girando


sobre tu eje, empezando por el este. Esto se repetirá tres veces y
una vez que sientas la energía condensada a tu alrededor, dirás lo
siguiente:
Ritual e invocaciones
“Invocación volteando al este:
A este momento divino, llamo a los moradores del este; energías
de movimiento, sabiduría y evolución. Bienvenidos sean.

Invocación volteando al sur:


A este momento divino, llamo a los moradores del sur: energías de
fuerza y protección. Bienvenidos sean.

Invocación volteando al oeste:


A este momento divino llamo a los moradores del oeste: energías
de amor y vida. Bienvenidos sean.

Invocación al norte:
A este momento divino llamo a los moradores del norte: energías
de estabilidad, longevidad y firmeza.

Colocándote en el centro, dices lo siguiente:


Quinta esencia, tú que conectas al universo y das vida a todo
aquello que en él habita: acude a mi llamado para unificar las
energías. De este modo nos encontramos, en un tiempo que ya no
es un tiempo, en un lugar que ya no es un lugar porque estamos
entre los mundos y más allá de los mundos. Que los Dioses y las
Diosas nos protejan y ayuden en nuestro viaje Mágico. ¡Así Sea.
Ritual e invocaciones
Señora de la luna
Sagrada doncella
Protectora de los inocentes
A ti que eres la luz en el cielo nocturno, convoco con humildad a mi
llamado.
Selene, señora del firmamento baña con tu luz mi alma y con tus
suaves vientos, guía las velas de mi destino
Patrona del nacimiento, pido tu luz y fuerza para nacer como la dueña
de mi destino.
Artemis, cazadora impasible e inefable, dale tu bondad a mi corazón
para proteger a aquellos más débiles que yo y honrar tu nombre
Diana, con tu arco lanza la flecha que guíe mi camino a través de las
estrellas
Eginea, dame tu fuerza y determinación para enfrentar con valentía los
desafios del destino
Etolia, guía mi voluntad para que mis sueños se hagan realidad
Agorea, prótegeme en las noches más oscuras
Agrotera, guíame en los bosques del conocimiento
Alfea, permíteme aferrarme a mí misma sin importar los cambios
Potnia Theron, señora de las bestias, permiteme confrontar mis bajos
instintos y volverlos mi fortaleza
Curotrofa, resguarda mi inocencia y deja que mi corazón actúe con
pureza
Loquia, alumbra mi renacimiento
Delia, permíteme salir victoriosa de mis enfrentamientos
Febe, permiteme absorber la luz del sol y conservarla para brillar por
mi cuenta
A ti, reina de la noche y guardiana de sus secretos, entrego mi corazón
y voluntad por 40 noches
Confía en mí los secretos de la luna y los custodiará mi corazón
Protegeme en las sombras y con lealtad tu memoria honraré
En la luna nueva dame tu luz y renaceré
En la luna creciente dame tu luz y sanaré
En la luna llena dame tu luz y me fortaleceré
En la luna menguante te devolveré tu luz y a la oscuridad me entregaré
Desde los cielos con tu luz plateada protege mis sueños
En el silencio, revela para mí las enseñanzas del tiempo y la eternidad
Desciende sobre mí, dadora de la luz
Seamos una cuando el sol se oculta
Seamos una cuando la luna se llena y se vacía
Seamos una la eterna espiral de la vida
Bienvenida seas a mi alma, Artemis
Así sea
Ritual e invocaciones
Meditación
Se realiza una meditación para conectar con la deidad en cuestión y
durante este momento será cuando le dirás:
Tus motivos para trabajar con ella
Que ofrenda le darás
Cuánto tiempo durará tu devoción
Qué es lo que quieres obtener tú de esta devoción
Medita y deja que ella te muestre todo lo que debas saber, hasta que
sientas pertinente abrir los ojos.

Cierre del ritual

Te levantas y hablando al norte, dices lo siguiente:

De corazón agradezco a los espíritus del norte, por su perseverancia y


fortaleza. Vuelvan al corazón de la tierra, en paz partir y en paz volver,
así sea.

Volteando al oeste:
De corazón agradezco a los espíritus del agua por su energía de
amor y vida. Vuelvan al corazón de los océanos, en paz partir y en
paz volver, así sea.

Volteando al sur:
De corazón agradezco a los espíritus del fuego por su fuerza y
protección, vuelvan a al corazón de los volcanes, en paz partir y en
paz volver así sea.

Volteando al este
De corazón agradezco a los espíritus del aire por su movimiento y
sabiduría. Vuelvan al cielo y las nubes, en paz partir y en paz volver,
así sea.
Ritual e invocaciones
Quinta esencia dispérsate y vuelve al universo, así sea.

Señor y Señora, os agradecemos vuestra presencia en nuestro Círculo, Os


pedimos vuestra Bendición y Amor y ahora que regresáis a vuestros
escogidos reinos: ¡Os despedimos con respeto! Así sea.

Morrigan señora del inframundo y el amor, en los sueños pido tu guía y las
respuestas necesarias para mi evolución. Y al amanecer, sueltame para
volverme a tomar la noche siguiente durante 40 días. Así sea.

Seguido de esto, cierra el circulo con tu dedo indíce en sentido contrario


de las manecillas del reloj.

Ritual menor de destierro

Es de suma importancia que todas las mañanas al despertar realices


este ritual de destierro. De esa manera, la energía de la diosa será algo
que sólo vivirás en el astral.

Limpiar el área de trabajo.


Caminar trazando imaginariamente un círculo con la punta del pie. Sentir
el espacio dentro del mismo, este será el espacio consagrado al ritual.
1. Pararse mirando al Este.
2. Visualizarse vistiendo una túnica mágicka.
3. Visualizar, oír, sentir el espacio en donde se está trabajando. Delinear el
espacio imaginando un círculo alrededor de uno. Concentrarse en el
círculo y todo lo que está dentro del mismo. Hacer esto con la intensidad
tal como para que la percepción del círculo y el espacio que abarca
continúe aún con los ojos cerrados.
4. Manteniendo los ojos cerrados, realizar la respiración de fuego seguida
de una inspiración y exhalación profundas (para prevenir la
hiperventilación).
Hacer esto en 5 rondas. Imaginar que el propio aura va llenando poco a
poco el espacio consagrado.
Ritual e invocaciones
La Cruz Cabalística
5. Tocando la parte superior de la cabeza vibrar la palabra ATAH (a-té).
Imaginar que un rayo de luz descendiendo desde el infinito en línea recta
toca tu cabeza.

6. Tocar la base de la columna, e imaginar el rayo de energía descendiendo


por la columna. Imaginar que desciende hacia el infinito. Al tocar la base
vibrar MALKUTH (mal-kjut).

7. Tocando el hombro derecho imaginar un rayo de luz viniendo de la


derecha, desde el infinito, que toca el hombro derecho. Vibrar la palabra VE-
GEBURAH (vegueburá).

8. Tocando el hombro izquierdo imaginar que el rayo de luz atraviesa tu


cuerpo y continúa hacia el infinito. Al tocar el hombro izquierdo vibrar VE-
GEDULLAH (ve guedulá).

9. Visualizar la cruz que forman los rayos de luz. Juntar la palma de las manos
sobre el pecho. Imaginar una concentración de energía en forma de luz
brillante surgiendo del centro de esa cruz. Vibrar LA-OLAM (le-olam).

10. Manteniendo esta posición, vibrar AMEN

Cierre de devoción

40 días después de realizar este ritual diariamente, vendrá el cierre de


devoción, dónde sólo realizarás el mismo ritual pero en esta ocasión durante
la meditación despedirás a la deidad en cuestión, agradeciéndolo por todo el
proceso que vivió a tu lado.

Y como siempre, realizando el ritual de destierro.

Su altar puedes dejarlo donde está o en su defecto, retirarlo después de la


despedida.

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