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SATURNO

TEXTOS SOBRE SATURNO (15/15+)

Recopilación de los varios textos que he publicado sobre Satvrno ♄

TEXTOS SOBRE SATURNO (1/15):

— F. S.

Hablar sobre la gnosis saturnal significa primero entender que los mitos y las tradiciones sagradas
(como el culto), no pueden ser literalmente comprendidos por lo poco o mucho que se tiene, y
tampoco desde un concepto dual puesto que la forma en cómo lo estamos entendiendo no es lo
mismo a como se comprendía en la antigüedad, así como también es necesario entender que lo
que hoy lo tenemos visto como un planeta o como un aspecto simbólico, en el pasado era una
divinidad.

Entonces, como entendemos que tenemos que quitarnos el cesgo de lo bueno o malo, de la carga
moral que las religiones contemporáneas han educado, la forma en cómo los dioses han operado
es con sus propias formas que muchas veces como humanos no entendemos del todo, pues la
perspectiva o la energía en cómo se interpreta es diferente entre dioses y humanos.

Habiendo dicho lo anterior, es también importante tener en cuenta más no apegarse, que durante
cientos de años Saturno en distintas culturas ha tenido una connotación negativa y
particularmente oscura porque representa parte de los miedos más profundos del hombre: la
muerte, el caos, la oscuridad y el karma.

Saturno puede ser considerado como una entidad primigenia, una que nació del oscuro y primitivo
oceano cósmico que fue relegado a este una vez que el nuevo “orden-logo-cosmos” nació (que la
‘luz separó’).

En un sentido humano, lo saturnino representaría lo negativo y disruptivo porque el caos


generalmente representa eso: destrucción y muerte. Sin embargo, es parte, ha sido y siempre será
parte de la vida misma (por eso es inherente y no se puede desligar de esta).

Mientras algunos lo han visto como un viejo vestido de negro, lisiado o cojo, con semblamente
severo o enojado y portando una hoz o una espada, otros se quedan con el símbolo planetario que
es el propio planeta anillado. Sin embargo la manifestación de esta fuerza ctónico y caótica es, por
mucho, más que una simple alegoría.

Muchos le temen y muchos otros lo respetan, propio de una divinidad y de un rey de alto nivel.
Hablar de Saturno, como deidad, es no hablar solo de un viejo y lúgubre dios desde nuestro
aspecto humano, sino desde un aspecto de espíritu, de una fuerza cósmica que va mucho más allá
de una fría y seca comprensión humana y que ha estado, desde el inicio, con el todo y con
nosotros.

REDEVNT SATVRNIA REGNA ♄


El tiempo (cronos) es un fenómeno del principio de realidad (saturno). Cada planeta tiene 2
regencias. Saturno reina sobre Capricornio y Acuario. Decimos que el sol está Invicto (sol negro)
cuando está en la constelación de Capricornio. Le denominamos así debido al equinoccio de
invierno, punto en el cual el sol llega a su punto más bajo, de menos luz y “las tinieblas ganan a la
luz” . Es tiempo de introspección, de reposo e hibernación. El tiempo obliga a meterse hacia
dentro , a estar en casa, porque fuera las horas de oscuridad y el frío acechan. Implica otra manera
de relacionarse y hacer, se puede comer en la medida que se ha hecho una buena cosecha
durante las otras estaciones (por eso saturno es Karmico, recoges lo que siembras). Se considera el
punto de muerte donde la vida se reconfigura para volver a nacer de nuevo con otro ciclo en
equinoccio de primavera, y lleva el aprendizaje de todo el anterior. Es el comenzamiento del cierre
de todo el ciclo (porque es un signo cardinal). Seguirá con Acuario y acabará en piscis…donde se
disolverá en el agua universal hasta que Aries vuelva a empezar.

Saturno no es el caos, saturno es la norma y el principio de realidad que se esconden bajo lo que
se expresa en la forma vital. Saturno es la estructura, la forma, el esqueleto, lo inmutable, lo que
subyace ante el cambio.

Saturno es el karma y el contador de el , la prueba y el yugo que purifica el alma vida tras vida . el
sufrimiento que deja la gran lección , la evolución del joven a la experiencia si madurez y su futura
vejez , es la reflexión profunda , la sabiduría de el profecional en lo alto de la carrera es un sabio
abuelo y también tu abuelo y maestros sabios,

Y en el inmaduro y descuidado el es la fatalidad y la enfermedad , es el que rompe todo atravez


del tiempo, son los huesos rotos , el esqueleto de la muerte .

También el que saca a la luz lo verdaderamente real

Saturno. Es la depresión profunda el sufrimiento de la vida pasada que hoy se tiene que arreglar,,
el frío intenso de la soledad ,el invierno de el espíritu la mesura , la experiencia , la sabiduría
después de el dolor , la responsabilidad , el realismo .

Saturno es muchas cosas , hay que hablar del bien y del mal para saber realmente lo que es
Saturno .

El es el tiempo , es el ocho es también el que no muere y va al infinito ,

Es el que vence a todo dios porque nadie vence al tiempo , es la vida a peso de plomo .

Saturno es el plomo y lo denso , lo pesado de nuestros vicios y la enfermedad obtenida de ellos,


es el material que purifica lo infernal de nuestras pasiones plutonicas negativas el es el carbón
que hace arder al infierno más no es el infierno , es el material que arde , y nos hace arder en
sufrimiento o en purificación de el error

Ya que de el es el anciano sabio que aclara todo o mata toda mentira con la espada del tiempo .

TEXTOS SOBRE SATURNO (2/15):


— F. S.

Según los poetas romanos e historiadores, los romanos no tenían en principio una religión oficial,
es por ello que se llenaron de cultos y no de doctrinas (como en la Teogonía griega de Hesiodo).
Dentro de sus costumbres, tenían el adoptar dioses extranjeros, principalmente por sus avances
militares pues esto les ayudaba a fortalecer su poder y a expandirse.

Sin embargo, en lo que hoy conocemos como Italia, también había algunos cultos como el que se
piensa era el de los etruscos, a quienes los griegos también conocieron.

Partiendo entonces de este hecho, y del avance que los romanos tuvieron y que conquistaron a
distintos pueblos (entre ellos los griegos y los etruscos), se cree que Saturno pudo venir de entre
ellos (por las guerras romano-etruscas).

Antiguamente, los italo-romanos tenían un culto a este dios de la agricultura (del cual hasta su
etimología sigue sin ser clara), y el cual fue posteriormente ligado con Cronos tomándose como si
fuera el mismo.

Estudiando los orígenes divinos y las naturalezas de ambos personajes, bien se puede apreciar que
poseen similitudes como las de ser dioses de la agricultura y del tiempo, sin embargo a diferencia
de Cronos/Kronos, Saturno tuvo un culto más fuerte en Roma (debido a las saturnalias, algo que
Cronos no tenía) y todavía dentro del mito, después de ser destronado del Olimpo, Cronos quedó
exiliado en el Tártaro y hasta ahí termina su mito, pero para Saturno todavía continúo e inclusive
el mito lo toma como mucho más benevolente hacia con los hombres pues se cuenta llego a Lacio
a gobernar (y en donde lo recibió Janus, el dios de las dos caras). Es justamente considerado que
durante su reinado, Roma-Italia-Lacio tuvo su edad de oro.

Saturno no era considerado un dios del tiempo sino hasta mucho tiempo después cuando fue
ligado con Cronos, y es debido a esta helenización y a la inmersión de los griegos a Roma que
Saturno por ser también un dios agrícola, tuvo cualidades del tiempo (y eso posiblemente por
tema de las temporadas y el tiempo de las cosechas). Con el tiempo, y después de llegar a Lacio, a
Saturno se le atribuyeron cualidades civilizadoras tales como ser el dios de la moneda, de las leyes
y de la justicia. Pero, esta misma situación entre divinidades bien la podemos comprender al
estudiar los dioses prehispánicos (aztecas, mayas, etc.) junto con su historia y cultura.

A Saturno también se le asoció con el sol, pero con el tiempo esto fue cambiado y su asociación se
dio a otros dioses. Como paréntesis, el Sol Negro no es una divinidad, pero también se le asocia a
Saturno por ser la primera estrella/sol (hasta hay una teoría llamada “el amanecer púrpura”), algo
que podemos encontrar al estudiar a los Babilonios pues asocian o describen como iguales a
Saturno con el Sol (y que aquí también se describe una edad de oro de los babilonios).

Sin embargo, dentro de las múltiples divinidades a las cuales Saturno fue asociado se le conocen a
las del griego Cronos, al persa Mitra (al cuál luego se asociaría con Saturno por ser también una
divinidad agrícola y después a ambos con el cristiano Jesús), al Gnóstico Demiurgo, al Hindú Shani,
al hebreo Satán (visto desde dos ópticas esotéricas siendo una relacionada con Pan y con su
entronización en los tiempos de Capricornio [diciembre], y hasta con Jehová YWVH, y si nos
ponemos creativos hasta lo podríamos homologar hasta con el mismo Tezcatlipoca.
Algunos aún más aventurados lo asocian en cierta gnosis luciferina con Lucifer (por tema de ser
guardián de la octava esfera y es el que atraviesa el caótico umbral).

Se le asoció también con el cananeo Baal Moloch por las múltiples historias (no confirmas
arqueológicamente) en donde comía niños, aunque la misma asociación se tiene con Cronos y con
Saturno. Si este canibalismo es suficiente para asociar a divinidades, entonces hay muchas otras
que pudieran ser “Saturno”.

Empero, si nos regresamos al mito y a la cosmogonía, particularmente a Saturno se le asocia con


dos dioses: el griego Cronos (Chronos/Kronos), y el hindu Shani. Es precisamente de este último
con quien comparte similitud astrológicamente.

Algunos lo asocian con Shani, el “saturno” hindú pues esta divinidad es la encargada de impartir
justicia en la tierra, los hombres le temen y le rezan para que los guarde del mal y de los
obstáculos y es el día Sábado, “Shanivara”, nombrado en honor a este dios.

Shani es además un dios a temer, pues también se le asocia con la muerte, la enfermedad y las
calamidades. Se le considera un soberano en el mundo de los muertos.

En la astrología Védica, Shani Dev (el planeta saturno), define principalmente la fortuna y la salud,
por lo que estar mal con este planeta significaría desgracia, adversidad y maldad.

Así como se toma a Saturno, Shani es malentendido principalmente por nuestros miedos, dolores,
pérdidas y frustraciones, pues al ser regente sobre el mundo terrenal todo aquello a lo que
estemos estrechamente ligados puede estar comprometido.

Por ello aquellos que sean dedicados a trabajar a estos dioses como a estas fuerzas, pueden
encontrar en ellos disciplina, compromiso, límites y delimitaciones, pero también en desapegos,
fuerza y libertad. Sin embargo y desde luego, también hay otras divinidades que pueden enseñar
lo mismo aunque de otros modos.

Entonces, y para terminar, siendo prácticos como los romanos: para fines esotéricos los dioses
arriba mencionados comparten similitudes simbólicas que permiten que puedan ser considerados
como el mismo (por el tipo de energía, influencia y aprendizajes); para cuestiones históricas, cada
uno tiene su propio desarrollo que los lleva a su particular mito y culto; y para cuestiones religiosas
tal como los cultos, definitivamente NO LO SON, porque cada divinidad en su nombre y en su
culto, tienen su propia energía y su propio egregor.

TEXTOS SOBRE SATURNO (3/15):

“(…) también Saturno, porque cumple la voluntad divina, es bueno en sí, y solo puede tener malos
efectos si los hombres hacen mal uso de sus dones.”

— Guillermo de Auvernia, atribuyendo a Saturno la capacidad de iluminar en el ser humano


la virtus intellectiva, la virtud del pensamiento especulativo.

Hablar de los aspectos positivos de Saturno no es tarea sencilla porque se debe enfrentar primero
al enorme peso que su nombre conlleva.
El dios romano se ha caracterizado por ser de naturaleza “siniestra” porque “hace lo que tiene que
hacer” frente a las condiciones que tenga en frente, y castigará al que tenga que castigar si no se
cumple con la ley.

Lo cierto es que Saturno puede ser también, si se trabaja adecuadamente, una divinidad noble y
bastante benévola hasta un arquetipo sensato a desarrollar. Mucho se habla de su poder
destructivo pero bastante poco de los dones que es capaz de otorgar.

El templo a Saturno, por ejemplo, es una de las edificaciones más antiguas que constituyen el foro
romano, además de servir como un monumento a este dios, también cumplía con la función de
guardar los documentos del estado y ser sede al tesoro del Imperio (El Aerarium, <<Ærarium
populi Romani>>).

Según el historiador Stamper (2005), se guardaba el tesoro y los documentos porque durante el
reinado de Saturno no se cometían robos en Italia, siendo además que no existía la propiedad
privada y todo era como del bien común. Por eso algunos edificios dedicados a este dios, eran
construidos con el dinero del erario (pues había un culto público y un culto privado).

Entonces, además de ser “el último, el que vivía en los límites del cielo” (por ser el último planeta
conocido en aquel momento), Saturno fue además un guardián y protector. Por ello, uno de los
trabajos mágicos que se pueden encontrar con esta divinidad está relacionado con la preservación
de la riqueza.

Saturno entonces fue un emblema de lógica y de razón. La naturaleza “saturnina” bien se decanta
por lo frío, severo y melancólico, pero también puede ser bien canalizado hacia lo estructurado, lo
bien cimentado y los vínculos en general (propio también de la cultura romana, por lo que se
caracterizó).

En la Anatomía Oculta, y recordando que en un sentido simbólico el cuerpo humano es el macro y


el microcosmos, Saturno representa al esqueleto, los huesos, la rótula, los dientes, el vaso y la
vesícula, es el sentimiento de posesión y en la confianza en uno mismo.

“En el cielo, existe un igual que tiene su igual en la tierra, y en la tierra existe un igual que posee su
igual en el cielo. Saturno no podría, por lo tanto, reinar en la tierra, si no hubiera un Saturno
terrestre […] No hay dos Saturno, sino uno solo; el de la tierra es el alimento del Saturno celestial,
y este último alimenta al Saturno terrestre.” — Astronomía Magna (1537), Paracelso.

Trabajar con Saturno es trabajar los cimientos, las bases y los primeros pasos. Alquímicamente, y
aunque eso se verá en otra publicación, es el plomo e interactúa durante la primera fase de la gran
obra, en la nigredo.

Como capacidad creadora, grandes pensadores como Aristóteles, Platón, Paracelso, Marsilio
Ficino, ven en este concepto llamado “Saturno” una cualidad única que no ven en otros: la
capacidad creativa de la melancolía. Sin embargo, también su abrumadora contraparte: su
destructiva capacidad.

Saturno es, entonces, uno de los dioses que más enseña, pero lo hace a través del sufrimiento y
del dolor, pues con su oscuridad nos lleva o nos saca del mundo común y del cálido mundo solar a
las profundidades del alma, a la noche oscura, en donde somos ligados con este dios “a través del
ocio, la solicitud, la enfermedad, la teología, el ocultismo, la superstición, la agricultura, la magia y
el luto.”

Imagen: “Saturn, From the Seven Planets”, Plate 1, c. (1532-1562), por Virgil Solise.

TEXTOS SOBRE SATURNO (4/15):

— F. S.

Trabajar esotéricamente con Saturno puede hacerse desde distintas formas, y desde distintas
perspectivas.

Algunos llaman a Saturno como “el cosechador de vidas” pues su energía puede ser utilizada
desde sus dos extremos: así como puede procurar la vida también la puede quitar.

No por nada, muchos ocultistas le temen porque donde inicia Saturno la magia común termina, sin
embargo inicia una nueva porque se pone a prueba la voluntad del practicante, la fuerza de su
dominio por sí mismo y el desarrollo de las capacidades mágicas para dominar esas limitantes.

Saturno también nos habla de silencio y de madurez; sobre el silencio, no solo se considera por la
concentración de la energía al no disiparla, como también en el enfoque mental para canalizar los
pensamientos hacia el trabajo mágico y esotérico. Con respecto a la madurez, es el éxito que se
consigo pero sólo a través del fracaso, de la aridez y de la rigidez.

Se ha dicho que esta energía de vida y de muerte, de igual modo puede ser benevolente como
destructora. En la alta magia, los pentáculos de Saturno se utilizan para someter, alejar, espantar y
desterrar espíritus (tanto los de espacios y trabajos como los que guardan los tesoros), ejecutar
rituales de destrucción y muerte, llevar a la locura y a la enfermedad.

Sin embargo, se puede utilizar también de forma antagónica pues así como se puede desterrar
espíritus puede propiciar el entorno para atraerlos, ralentizar o acelerar enfermedades, quitarlas
en algunos casos y acallar la mente. En donde algunas divinidades buscan expandir como Júpiter,
Saturno pone los límites, en donde se quieren buenos cimientos, Saturno puede ser llamado.

Entonces, como guardián del umbral y siendo uno de los dioses más relacionados con lo religioso,
lo oculto y la superstición, Saturno es, por demás, una fuerza tremendamente poderosa. Y ahí
donde hay fe, donde hay ciencia y donde hay voluntad, esta divinidad podrá ser llamada.

Los aspectos en los que uno puede destronar, ahuyentar, alejar o bien sentir la fuerza negativa de
Saturno es: con la avaricia, el apego, el exceso, las injusticias y las mentiras. No por nada y al igual
que a Leviathan, Tezcatlipoca y a Shiva, a Saturno se le conoce como el rompedor de ilusiones.

Con respecto al uso de hierbas y plantas para rituales o inciensos, se pueden considerar aquellas
que crezcan en lugares de sombra, secos y fríos: acónito (semillas, raíz), amaranto, espárragos,
belladona, cerezo negro, eléboro, canabis, ciprés, datura, hierba del diablo, toronja, cicuta,
cáñamo, beleño, cola de caballo, hiedra, mandrágora y gordolobo, entre las principales.

Esto para trabajar maleficios y muerte, destrucción, curación, protección, invisibilidad, autoridad,
(auto)disciplina, restricciones, limites, limitaciones, separaciones, organización, administración,
tiempo, justicia y diplomacia. Sus colores: negro, índigo y azul oscuro.
Debe destacarse que las plantas saturninas nos pueden ayudar a reclamar ese poder oculto y a
aferrarnos a él.

Es entonces que a través del entendimiento de las influencias de Saturno, del sufrimiento, del
veneno y de la muerte, que somos más capaces de transformarnos a nosotros mismos. Esta
transformación nunca es fácil, sin embargo es verdadero y es real. El resurgir de las cenizas es el
resultado de la destrucción y de la desecación.

Como última recomendación y antes de comenzar a trabajar espíritus del inframundo, deidades
ctónicas, muertos y sombras, es necesario ahondar en nuestra propia oscuridad, caminar en ella y
dejarnos abrazar por ella, porque solo viviéndola a consciencia es como podemos empujar
nuestros límites, y al empujarnos superamos nuestras limitaciones.

“Nadie se ilumina imaginando figuras de luz, sino haciendo consciente su oscuridad.”

— Carl G. Jung

Redevnt Satvrnia Regna

TEXTOS SOBRE SATURNO (5/15):

— F. S.

“Saturno el dios antiguo representa la ley eterna que no puede ser rota. Saturno es, como
siembres, así cosecharás. Saturno es el pasado moviéndose siempre hacia el futuro.”

— Manly Palmer Hall

Visto desde un punto de vista exotérico y hasta cabalístico, Saturno está relacionado con la fuerza
de la voluntad, la constancia, el trabajo duro, la responsabilidad y el sentido del deber [frente a las
normas].

Con Saturno prevalece o se trabaja, en primera instancia, sobre lo material, pues como hemos
dicho anteriormente esta energía empuja o se retrae.

En este sentido, este arquetipo nos empuja a nuestros límites y a trabajar nuestra identidad y
nuestra individualidad pues al retraernos nos hace enfocarnos en nosotros mismos. El trabajo con
el silencio es, además de constante, profundo pues no es un simple trabajo con las emociones sino
con la raíz de los pensamientos y las percepciones.

Es por lo anterior, que Saturno bien nos ayuda a afianzarnos sobre la tierra y nos trae a la realidad,
a lo verdadero, a lo esencial y a lo visible. Trabajar con esta energía es enfrentarnos a nosotros
mismos y a nuestra propia realidad.

En un sentido de astrología junguiana, esta divinidad se asocia con el pasado, el tiempo y la


reflexión, de modo que también puede ser bien considerado como un conservador y protector de
las tradiciones antiguas, incluyendo nuestros hábitos y de nuestras costumbres. Por ello es bien
dicho que con este dios cosechas lo que has sembrado, y en virtud del trabajo que has hecho, es el
resultado que tendrás.

Desde luego sabemos que el mundo no es solo una construcción social nuestra, sino que a partir
de nuestras construcciones mentales, interpretamos al mundo a nuestra imagen y semejanza. Por
ello es que es importante el conocimiento de uno mismo para aprender a reconocerse a uno
mismo en el entorno.

Esto, no solo nos ayudaría a trabajar con patrones de conducta, sino también con pensamientos
disruptivos y mentiras y fantasías (creadas por uno mismo).

Saturno actúa sobre nosotros, no por malevolencia, sino en consecuencia de nuestro propio
trabajo en nosotros. De esto podemos decir entonces que nos lleva a la introspección, y es uno de
los trabajos más difíciles a trabajar.

Este dios es también visto como una figura de autoridad, y se le reconoce a través del concepto de
jefe, obispo, hierofante y sumo pontífice (aclarando que desde el aspecto social, más no el
simbólico pues en el tarot Saturno es la muerte, el arcano XIII, y en ciertas ocasiones, el diablo, por
cuestión numerológica, el arcano XV). Por ello trabajar con Saturno lo vuelve a uno más espiritual,
y en sentido sentido, religioso (pues lo une a uno con sus aspectos superiores).

Como pequeño paréntesis, si uno desea trabajar a Saturno desde la astrología, sugeridamente
debe hacerlo desde la cábala, no desde la horoscopía moderna.

También, Saturno en cierto sentido, se asocia con los temores y las obligaciones, no solo la carga
que uno siente o tiene sino también las que él mismo se auto impone. Por ello, por esta carácter
de (auto severidad), trabajar con este dios es un esfuerzo tremendo, sin embargo altamente
responsable porque por ello mismo también nos ayuda a liberarnos (desapegarnos).

El mito cuenta que la estatua de Saturno en el foro romano, estaba de los pies encadenado con un
lazo de lana durante todo el año, representando justamente las ataduras y las limitaciones. Y es
durante la saturnalia, que era liberado en representación a los tiempos de disfrute, exceso y gozo,
por un año de mucho trabajo, constancia y esfuerzo.

TEXTOS SOBRE SATURNO (6/15):

— F. S.

“Esta es la noche del solsticio, la noche más larga del año. Ahora las tinieblas triunfan y aún así
todavía queda un poco de luz. La respiración de la naturaleza está suspendida, todo espera, todo
duerme. El Rey Oscuro vive en cada pequeña luz. Nosotros esperamos al alba cuando la Gran
Madre dará nuevamente a luz al sol, con la promesa de una nueva primavera. Así es el
movimiento eterno, donde el tiempo nunca se detiene, en un círculo que lo envuelve todo.
Giramos la rueda para sujetar la luz. Llamamos al sol del vientre de la noche. Así sea.”
- Palabras pronunciadas por una sacerdotisa romana para dar inicio a la Saturnalia.

~[Víspera de las Saturnalias]~

17.12/25.12

TEXTOS SOBRE SATURNO (7/15):

— F. S.

IO, SATURNALIA!

IO, SATURNALIA!

IO, SATURNALIA!

IO, SATVRNVS!

<<Saturnus mihi compede exoluta

Et multo gravidus mero December

Et ridens Iocus et Sales protervi

Adsint, dum refero diem beatum

Laeti Caesaris ebriamque aparchen.>>

La traducción sería la siguiente:

“Vengan a mí Saturno, libre de sus grilletes, y diciembre, cargado de abundante bebida, y el


hilarante juego y las bromas audaces para que cante el día afortunado y la embriagadora noche,
que magnánimo, César, nos ofrece.”

— Fragmento tomado del poema 6 del libro I de las Silvas de Estacio.

Las Saturnales: la fiesta del Dios Satvrno


Originalmente, en este día se celebraba la consagración del Templo de esta divinidad el 17 de
diciembre (y que después se extendería hasta el 25), inicia con sacrificios y un banquete público
(lectisternium), al grito multitudinario de <<IO, SATURNALIA>> que se extendía por toda Roma.

Saturno fue un dios bastante querido pues el representa (y del cuál se dice nació) la Edad de Oro,
la era mitológica en donde no regían leyes escritas, tribunales ni jueces, la justicia y los códigos
eran respetados, había abundancia, paz e igualdad. Las tierras eran fértiles y producían toda clase
de frutos, por eso era el dios más venerado de la agricultura, la siembra y los cereales (junto a su
esposa Ops).

Socialmente, los esclavos se sentaban a la mesa y eran servidos por sus amos, recibiendo regalos
además por parte de estos. Se intercambiaban regalos, se reunían parientes y amigos, teniendo
como tradición que fuesen los niños los primeros en recibir regalos.

El día terminaba con una visita y con ofrendas al templo de Saturno para agradecer por el año y
pedir la buena venia y augurio del año que estaba por entrar.

La Saturnalia posteriormente terminaba el 23.12 con la <<Sigillaria>>, con obsequios de canastas


de frutas, granos, figurillas de cerámica y terracota, velas y otros hacia familiares y amigos, y
posteriormente el 24/25.12 con el <<Natalis Solis Invictis>>, el nacimiento del Sol Invictus (Mitra):
el que moría como hombre y resucitaba como dios solar.

“Nosotros, los espíritus de la tierra, pagamos tributo y sacrificio a nuestro padre oscuro. Un
tiempo para celebrar con nuestra familia y con nuestros amigos en el nombre de Saturno.”

Salve Satvrnvs!

IO, SATURNALIA,

IO, SATURNALIA,

IO, SATURNALIA.”

TEXTOS SOBRE SATURNO (8/15):

— F. S.
“Quede el buey de follaje coronado en reposo en su tinada hasta que el blando aliento de Zéfiro
dé la señal para nuevos trabajos. Y tú, aldeano, suspende bajo el cobertizo el emérito arado;
helada por el invierno no quiere la tierra que desgarren su seno. Déjala que descanse; concluida
como está la siembra, justo es que reposen también aquellos la labraron. ¡Alégrese la aldea!
¡purifíquense las vacas! ¡ofrézcanse en los rústicos altares las tortas anuales!... ¡Crezca la blanda
simienta escudada sin cesar por tu amparo, oh Saturno! Protege los tiernos tallos contra el frio
devorador de las heladas. Mientras dure la siembra abre el cielo á los vientos serenos; enterrado
el grano en la tierra riégala con benéfica lluvia. Aparta de los campos el funesto pico de las aves
devastadoras, y vosotras también, laboriosas hormigas, respetad la esparcida simiente, ya que así
en llegando la siega habrá de ser mayor vuestro botín. Hagan los dioses que crezca el trigo libre del
tizón, que no se seque la espiga en abrasado ambiente, que, sin ser escuálida, no sea para ella
causa de muerte el mismo exceso de vida! Quiera el Cielo que la zizaña, de repugnante aspecto,
no se presente jamás en nuestras tierras, que no las fatiguen las hierbas estériles, y finalmente
que devuelvan los campos con usura el trigo y la cebada.”

— Ovidio

Saturno es considerado como el fundador, la divinidad máxima de la agricultura en Italia (Lacio), y


de él se hacían datar todos los procedimientos agrícolas (especialmente el abono de las tierras).

Gran parte de lo que se conoce de Saturno y de su culto se le debe a poeta romano Publio Ovidio
Nasón (43 a.C. – 17 d.C.), mejor conocido simplemente como Ovidio.

El poeta, mencionaba que dentro de los ritos que tenían para con esta divinidad, era que, a la
estatua que se tenía de este en el foro romano, era amarrada de sus pies con fajas de lana pues de
este modo se aseguraban de su presencia y de sus favores.

También, se dice que era costumbre montar altares a Saturno en lugares altes, y que se acercaban
a su altar no con la cabeza velada (<<celato capite>>) como hacia con otros dioses, sino que
llegaban con la frente descubierta (<<aperto capite>>), significando así que “el tiempo lo descubre
todo”.

Pero también Saturno exigía sangre; víctimas humanas se inmolaban en sus altares en memoria de
las que el hijo de Urano devoraba en el Cielo, arrojando a las aguas del rio Toscano dos cuerpos
humanos en ofrenda al anciano de la guadaña. Con el tiempo, y con la llegada del héroe de Tirinto,
se cambió los cuerpos de este ritual por dos maniquíes rellenos de paja para seguir representando,
y venerando, a este dios.

Por ello, y a diferencia de Cronos, Saturno no tuvo una cosmogonía tan profunda pero si un culto y
un mito más avanzado que el de su homónimo griego.

¿Cuáles eran los símbolos relacionados con Saturno?

Bien, además de ser representando como un anciano con ropajes oscuros, tenía de principal
herramienta la hoz o guadaña (por la cuál es bien representando su símbolo y que posteriormente
se haría más larga), se le solía cubrir la cabeza con un velo, le llegaron a poner alas que
representarían la velocidad del tiempo, un reloj de arena y una serpiente mordiéndose la cola, en
emblema de la eternidad.

Entonces, si Saturno era la máxima divinidad agrícola, la divinidad que tuvo a fieles que fueron
llamados “los raros descendientes de la estirpe del Rey Saturno”, al dios que adoraban con tal
cariño por ser el dios civilizador, el de las prósperas cosechas y al cuál pronunciar su nombre era
señal de abundancia y prosperidad, ¿cómo fue que se corrompió el Rey Saturno al “maléfico
Saturno”?

Bueno, esa es lectura para otro post.

Bibliografía:

- Gebhardt, Victor (1881). Los dioses de grecia y roma o mitología greco-romana. Libro
segundo; divinidades de la tierra, Capítulo primero: Saturno y Jano.

Imagen: The Trustees of the British Museum (1596).


TEXTOS SOBRE SATURNO (9/15):

— F. S.

Saturno como dios agrícola no se encontraba solo, y usualmente se relacionaba con otras dos
divinidades de quien se dice también era bendecido de sus favores: Ops y Lua Saturni (Lua Mater).

En el mito, Ops (nombre que en latín significa abundancia) era hermana y esposa de Saturno y con
quien engendraría 12 hijos, pero a diferencia de su esposo quien tuvo un mito más desarrollado
que Cronos, a Ops se le puede notar una franca igualdad con Rea.

Mientras que Saturno era protector y sembrador, Ops era una diosa que traía riqueza y
abundancia pues era fuente de fertilidad. Se le dedicó un templo (cerca del capitolio) y dos
celebraciones al año, una en agosto y otra en diciembre (10 y 19 respectivamente [Opalia, esta
última]) gracias al Rey Titus Tatius, el mismo que cambió la inmolación saturnal.

Los símbolos de esta divinidad ctónica eran las semillas, pan y tierra, particularmente el trigo y a
veces representada con un cetro (por ser una potestad en la tierra).

Sin embargo había otra diosa más oscura y que hasta parecería la contraparte de Ops: Lua Saturni.

Poco se sabe de esta diosa, pero lo que se sabe es que era una diosa de temer pues cuando eran
tiempos de guerra, acompañaba a Saturno como diosa de la infertilidad, destrucción, plagas,
calamidades y hasta de la orfandad.

Solo se le conoce un solo rito, y era que se le ofrendaban las armas de los guerreros vencidos pues
esto era, tanto una señal para bajar la moral de los enemigos (Cayo Plautius y Pablo Emilio), similar
a lo que se hacía con Vulcano, Marte y Minerva, como también un acto de magia simpática (pedir
por la debilidad del enemigo a futuro).
Según Titus Livy/Livio, historiador romano, su nombre proviene del latín <<luo>> que significa
“disolver”, y <<lues>> “material de descomposición”, y se le asocia directamente con Saturno
como su esposa y consorte. Macrobio, otro historiador, señala que el nombre correcto de Lua era
Lua Consivia.

Lo anterior, tomando en cuenta que había dioses, según se cuenta, que sus nombres reales no
eran conocidos por cualquiera.

Por último, con certeza no se sabe si Lua Saturni era una divinidad autóctona sabina o etrusca, sin
embargo lo poco que se sabe de ella es una divinidad con moral suficiente como para castigar a
otros.

Tal vez sea otro rostro de Ops, como Saturno que puede generar y quitar o bien como Hékate, con
sus múltiples rostros. Saberlo es, por el momento, difícil.

Bibliografía:

Marcos-Casquero, Manuel. A. (1980). Lua Saturni. Universidad de Salamanca.

Imagen: “De Godin Ops” (1598), Karel van Mander the Elder.

TEXTOS SOBRE SATURNO (10/15):

— F. S.

El mundo del conocimiento que Saturno nos puede entregar solo se obtiene a través del viaje
difícil y peligroso.

Sus elementos principales: Tierra y agua. Ácido y Agrio. Plomo y oro.

Su simbolismo para trabajar es a través de la nígredo, la muerte, la melancolía y la noche oscura


del alma.

Sus símbolos: la hoz/guadaña, el reloj de arena, alas, cadenas, velo y la piel. En algunos casos el
ourobores y la muerte.
Sus símbolos geométricos: el triángulo, el hexagrama y el cubo.

Sus piedras preciosas: Cornalina, zafiro, jaspe, calcedonia y todas las cosas terrestres oscuras.

Sus hierbas y plantas: La belladona, el asfodelo, la planta de la serpiente, hierba mora negra,
beleño negro, cicuta venenosa, eléboro, artemisa, ajenjo, agrimonia, sello de salomón, ruda,
comino, benjuí, mandrágora y las que aturden y no producen frutos, o las que producen raíces,
hojas o ramas negras y de frutos negros como higuera negra, pino y el ciprés, todo árbol
pernicioso que no produce frutos, torcido, amargo y de lor violento, de sombra negra, resina
negra, mirra. Se relaciona también salvia, laurel y romero.

Sus animales asociados: retirados, solitarios, nocturnos, tristes, contemplativos o salvajes,


malignos o avaros, tímidos, melancológicos, muy laboriosos o muy holgazanes, de grito horrible y
que devora a sus crías: el cocodrilo, la cabra, el topo, asno, lobo, liebre, mula, gato, dragón,
basilisco, el sapo, serpientes, escorpiones, hormigas, ratas y gusanos. Las grullas, avestruces, pavo
reales, el búho, murciélago y el cuervo.

Sus aspectos planetarios: Saturno tiene de amigos a Mercurio, Júpiter, el sol y la luna, (Agrippa) y
tiene de amigo íntimo amigo a Marte (Papus) y de enemigo o contrarios a Venus (Agrippa) y a
Marte (Agrippa). Para trabajar al planeta, la Luna es una de tus mejores opciones, pues es a través
de esta que tiene influencia también en la tierra.

Sus colores: negro, azul oscuro y morado. Su mejor día para trabajar sería el sábado en las horas
que a este le corresponde (1, 8, 15 y 22), aunque puedes potenciarlo o bien trabajar otros
aspectos el sábado a la hora planetaria de otro planeta.

Sus signos son 3, siendo capricornio y acuario sus principales y libra como exaltación.

Los lugares de fácil invocación, siendo con mayor facilidad aquellos lugares hostiles y ocultos:
desiertos, bosques, valles, cuevas, marigueras, montañas, cementerios, minas de carbín, lugares
fangosos.

Sus números: principalmente el 6 y el 15.


Sus entidades, ángeles y guardianes: Zaphkiel, Orifiel, Sabathiel, Binah-Satariel.

Sus usos mágicos y esotéricos: para protección, para destierros, corte de lazos, exorcismos,
vinculaciones, tiempos, oscuridad/sombra, para comunicarse con otros espíritus (particularmente
los de la muerte y/o inframundo), autodisciplina, normas y para obtener el favor y la gracia de lo
relacionado con la autoridad y las leyes.

Invocación sugerida:

“Titan celestial, espíritu Saturnal, Kronos anillado, rey ctónico de la muerte, cuerpo celestial,
gigante de los míl límites del cielo, vuelve tu mirada hacia mi círculo terrestre. Deja que tu
oscuridad se asiente aquí y se mezcle con el poder de mi ritual.”

Advertencia: Tome en cuenta que al invocar las fuerzas saturnales es propenso a recibir visitas de
espíritus, muertos, invisibles. Si va a trabajar con estas fuerzas, busque establecer una relación no
de dominancia.

TEXTOS SOBRE SATURNO (11/15):

— F. S.

Uno de los símbolos esotéricos más profundos y oscuros que podemos encontrarle a Saturno es el
del cubo negro.

Esta figura representa la manifestación material de saturno en la tierra y a la realidad (o matrix, en


donde todo se encuentra y como mundo material) de forma tridimensional, lo que de igual modo
y esotéricamente hablando, el cubo como figura geométrica se encuentra representando a la
tierra (sólidos platónicos y pitagóricos).

En perspectiva, el hexagrama, como unión de principios (triángulos) y como figura que permite
conectar entre los mundos espirituales (superiores e inferiores), posee dentro de sí un cubo el cuál
se puede asociar también con el núcleo o con el alma de las cosas, que es firme y que es sólido.
Lo curioso es que en 1981 y 1982, en el planeta Saturno fue descubierta una forma nubosa de
hexágono en su polo norte , y cuando la misión espacial Voyager la descubrió, y aunque no pudo
ser vista en el 2004 por la sonda Cassini, se pudo verla más tarde en 2014 y 2017.

Algunos hacen la asociación de saturno con deidades como Buda, Shiva y Jesús puesto dicen que la
aureola son los anillos de dicho planeta al igual que el ojo de saturno (el centro del hexagono) es el
ojo que todo lo ve (o el <<Infernum Ocularis>>, ‘Eye of Hell’. En este sentido, se dice también que
este “Ojo” gobierna las estrellas y al corazón del hombre (pues en un sentido estricto, nada se le
puede ocultar).

En palabras de Arthur Moros, el cubo se relaciona con el caos primordial en donde fue cortado
cuando surgió, y el corte, sus bordes rectos y sus ángulos artificiales, representan la mutilación y
restricción de Saturno, así como de las dimensiones de la prisión (tártaro) en dónde está
confinado. Este cubo es, simultáneamente, la prisión y al mismo tiempo el trono del Dios oscuro.

El hexágono de Saturno entonces en perspectiva es un cubo. Y es precisamente negro porque


representa a lo desconocido, lo oculto y al inframundo de Saturno, que a su vez, es el símbolo de
este en la tierra (y que lo liga a la tierra).

DATOS PECULIARES:

1. Se dice que Salomón creó el Talismán de Saturno (llamado también Talisman de Rempham),
utilizado para proteger y controlar a entidades maléficas, creyendo que eran encerradas dentro
del cubo.

2. Al revisar la carta del tarot del diablo podremos observar que este está sentado sobre un cubo
negro, el cuál representaría que está por encima y controlando/encadenado del mundo
físico/terrenal.

3. Existen diversas esculturas de cubos negros alrededor del mundo, por mencionar algunas: el
‘Alamo’ ó Astor Place Cube (1967) en Nueva York, El cubo de Hamburgo (2007), la Kaaba islámica y
los existentes en Australia y Dinamarca, entre otros. No se sabe exactamente qué significan, pero
se les asocia con el culto a Saturno y al Sol Negro, inclusive asociándolo con el satanismo por la
relación que se creó Saturno-Pan-Satán.

TEXTOS SOBRE SATURNO (12/15):

— F. S.
“Pídele a Saturno en peticiones relacionadas con ancianos u hombres generosos, senadores y
gobernantes de ciudades, ermitaños, los que trabajan en la tierra, restauración de ciudadanía y
herencia, hombres ilustres, labradores, constructores de edificios, sirvientes, ladrones, padres,
abuelos, y bisabuelos. Si te encuentras en contemplación y tristeza, o en melancolía o enfermedad
grave…”

“….que cuando desees hablar con [Saturno] y orarle, vístete con vestiduras negras; es decir, toda
la ropa sobre tu cuerpo debe ser negra, y también debes usar un gorro negro del tipo que usan los
doctores, y usted debe usar zapatos negros. Entonces vaya a un lugar reservado para estos
trabajos, alejado de otras personas, y apropiado para la clase de gente más humilde, caminando
con una mente humilde”

— Tomado del libro de Picatrix

Himno Órfico a Saturno ♄

Padre ETÉREO, poderoso Titán, escucha,

Gran fuego de dioses y hombres, a quienes todos temen:

Dotado de varios consejos, puros y fuertes,

A quien pertenecen la perfección y la disminución.

Consumiste por ti todas las formas que mueren cada hora,

Por ti restaurado, su antiguo lugar abastecido;

El mundo inmenso en cadenas eternas,

Fuerte e inefable tu poder contenido

Padre de la vasta eternidad, divino,

Oh poderoso Saturno, varias palabras son tuyas:

Flor de la tierra y de los cielos estrellados,

Esposo de Rea y esposa de Prometeo.

Naturaleza obstétrica, raíz venerable,

De donde brotan las diversas formas de ser;

No hay partes peculiares que tu poder encierre,

Difundido por todo, de donde surgió el mundo,


Oh, el mejor de los seres, de una mente sutil,

Propicio escuchar los santos rezos venerados;

Los sagrados ritos benévolos asiste,

Y concede una vida intachable, un final bendito.

TEXTOS SOBRE SATURNO (13/15):

— F. S.

“El hombre es capaz de alcanzar todos aquellos logros espirituales e intelectuales que se proponga
con la ayuda “de lo alto”, bien sea a través de sueños proféticos, bien de la influencia de Saturno”.

- Henry Cornelius Agrippa

Una de las imágenes que se tenían de Saturno era la de un hombre sobre una piedra imán, con
rostro de ciervo y patas de camello, sentado sobre un trono o montado en un dragón, con una
guadaña en la mano derecha y una flecha en la izquierda.

En la alquimia, Saturno marca el inicio de la gran obra pues es el conductor hacia la etapa o
proceso mejor conocido como <<nigredo>>, pues es el que enseña y destruye la materia para
transmutarlo o pudrirlo y hacerlo materia prima para la gran obra.

Dentro de esta etapa, se conocen también como símbolos asociados a Saturno, al sol negro (en
ocasiones visto como luna nueva o negra), al cuervo, a la calavera y hasta como un ángel pero,
pero también es el hexagrama o estrella de seis puntas, misma que vemos coloreada de negro en
distintas imágenes y grimorios medievales.

En este sentido, Saturno, como el cuervo negro, son la metanoia y la muerte mística, el solve et
coagula necesario para que el proceso hacia la iluminación o reconstrucción pueda darse.
Entonces, durante la Nigredo o etapa de “descomposición”, la materia es sometida al fuego
alquímico para desintegrarse y rescatar su esencia, que de forma simbólica y alegórica, representa
el encontrarse a uno mismo. Operativa y químicamente, en esta etapa la “materia” se reduce,
entra en cocción.

Es por ello, que aquí el papel de Saturno funge como desarticulador de lo viejo, destructor del
orden y disgregador de las estructuras. La función es abrir el camino a través de una etapa de
muerte y descomposición, que en otras palabras, sería la ruptura de conceptos, ideas, patrones y
condicionamientos mentales.

“Saturno es la puerta hacia lo divino, pero es una puerta difícil de abrir y angosto es el camino que
lleva hacia ella.” — John Frawley

Es en esta etapa, en donde el caos y el sufrimiento (apegos) se hacen presentes; el hombre se


enfrenta a sí mismo y a lo que ha sido y es. La enfermedad aparece. Y no es sino hasta que el
hombre es capaz de encontrarse en la noche, reconocerse en su sombra y oscuridad, que no podrá
aceptarse para integrar lo que es, abriendo paso así a la transformación que le precede (en la
siguiente etapa llamada Albedo).

Por ello, también se le conoce a la Nigredo como el “más negro que el negro más negro”, pues de
forma interna el caos y las crisis se están dando lugar. Aquí, visto desde el punto de vista
psicológico, lo llaman “la noche oscura del alma”, que también es un concepto religioso, cristiano
para ser específico.

“Para el alquimista, el que necesita principalmente la redención no es el hombre, sino la deidad


que está perdida y durmiendo en la materia.” — Carl Gustav Jung

No obstante, la filosofía también se ocupó de Saturno a través de la nostalgia y de la melancolía.

La melancolía, es un estado permanente de desinterés y un estado anímico de tristeza que afecta


y adolece a todas las emociones.

Gustav Jung, y con cierto sentido, interpreta a la astrología de la antigüedad como la vieja
psicología, y en este sentido, bien los planetas y sus relaciones pueden agrupar y describir los
aspectos psíquicos (mentales-alma y emocionales) de los hombres.
En palabras de Manly P. Hall:

“Saturno representaba para los antiguos la sabiduría suprema, el poder antiguo que debía
finalmente también devorar todas las cosas que eran menos que él. Así todas las cosas que nacen
de la sabiduría deben de ser devoradas al final por la sabiduría. Esta es la extraña sabiduría
abstracta de la meditación; la meditación de la cual las cosas nacen y a la cual todas las cosas
regresan. Este era un tipo de conciencia que engendra, pero que sosteniendo y poseyendo
siempre obliga a la cosa que ha engendrado a regresar a sí misma y ser disuelta… Saturno
representaba el principio de la creación que representa a la vez el símbolo de la muerte, pues
todo lo que ha sido creado debe de morir… Saturno era el devorador, el principio de los
movimientos que en sí mismos deben de terminar, era el principio de la separación que es en sí
misma la más grande ilusión y que la final debe de llegar a su fin. Saturno juega muchos papeles
aparentemente en conflicto, pero siempre bajo un principio subyacente: Saturno es el principio y
el fin; el principio de la esperanza y el fin de la esperanza; Saturno es la muerte y Saturno es la vida
eterna, depende de la dirección del movimiento, puesto que los antiguos creían que de los anillos
de Saturno las almas eran lanzadas al espacio empíreo.”

Aristóteles tomaba a Saturno como el precursor del genio, y esta idea se extendió por toda la edad
media y durante el renacimiento. Hombres como Alberti, Marsilio Ficino, Miguel Ángel,
Buonarroti, Francisco de Goya e inclusive hasta el mismo Leonardo Da Vinci, son relacionados con
la figura del artista y del genio Saturno. Y justamente Sigmund Freud, comenta sobre esto más
tarde en “Duelo y Melancolía” que las emociones bien canalizadas, como la melancolía, podían
manifestar expresiones intelectuales y artísticas, utilizando para ello la belleza, el genio y el
conocimiento como un resarcimiento de la dolorosa melancolía.

Como dato particular, hay un extensísimo y muy hermoso desarrollo histórico relacionado con la
melancolía en el arte, que bien vale la pena conocer.

Empero, visto desde un aspecto clínico o psicológico, en la antigüedad a la depresión se le conocía


como melancolía, y estar deprimido o en melancolía significaba “estar en Saturno” ó ser “hijo de
Saturno” (esto sin mencionar claro los aspectos negativos del “maléfico” dios romano que como
castigo podía ejercer sobre los hombres).

Pero también, eran hijos de Saturno los genios y los locos, pues se relacionaba su capacidad de
abstracción en sí mismo que esta conexión con lo profundo y en lo interno, era visto como algo
sumamente complejo y difícil pues no cualquiera llegaba a esos niveles de reflexión.
A modo de analogía, una persona deprimida o en melancolía estaría encerrada en el pasado, en las
épocas doradas o “tiempos de antaño” en donde se presupone, era feliz, justamente, como en la
historia y el mito se cuenta era la época dorada de Saturno. De este modo, se une tiempo, tristeza
y ensimismación.

Es este conflicto lo que hace que el individuo entre en estado “saturnino”/taciturno, sin embargo
debemos recordar que este apego nos encadena, y no nos permite avanzar. Y tal y como en la
primera etapa de la obra, en la nigredo, tenemos dos caminos: la larga y tortuosa negación que
bien puede durarnos indefinidamente, o bien aceptarlo y entrar al caos de la transformación.

Sin embargo e inevitablemente, cualquiera de estos dos caminos es estar bajo la presión y la
influencia del poderoso Satvrno.

Termino con un extracto de los Himnos del Agartha (textos de la revista SYMBOLOS que recopilan
los cantos, historias y sagas de los dioses):

“A SATURNO:

Aún a sabiendas de tu severidad,

Puesto que todo debe retornar a su origen,

Aceptamos en nuestro corazón,

Los designios de la total aniquilación,

Tan cercana en estos tiempos finales.

Tu faz oscura no es sino la visión del peregrino que asciende por el Árbol de la Vida,

Y le invita a la continua cocción en su Altar Portátil,

Pues debe desprenderse de todo aquello que no es Uno.

Tu Melancolía pre-alumbra un estado más luminoso del alma,

Permitiendo la Visión.”

— F. S.

Imagen: “Melancolia I” (1514), Albrecht Dürer.


TEXTOS SOBRE SATURNO (14/15):

— F. S.

Uno de los temas que es necesario tocar relacionado con Saturno es el del Sol Negro, del cuál se
dice es antiguo y su culto persiste aún hoy en día.

Antes de iniciar, debe aclararse que tocar este tema puede ser medianamente complejo y requiere
paciencia pues mucha de la información que primeramente nos arroja son asociaciones sobre el
culto a saturno, al sol negro/cubo negro y a dioses antiguos, en donde todo termina
conjuntándose en una gran teoría conspirativa. Por ello se pide discreción, inclusive, sobre lo
mencionado en este post y en el libro (Ars Sol Niger).

Las asociaciones entonces se dan por tres cuestiones: por tener un origen común (Mesopotamia,
India, Grecia), por similitudes lingüisticas y por la interpretación esotérica, que se relacionan con
estos símbolos.

Ya se ha hablado de este dios desde su aspecto mitológico y astrológico, sin embargo existen otras
perspectiva que dan lugar a esta relación, y uno de ellos es el astronómico que con el tiempo se va
adjudicando historias e interpretaciones.

De los temas asociados y que también tienen su propio desarrollo de forma individual son: El culto
a saturno, el culto a la muerte, mitos y dioses sangrientos, astronomía y astrología de origen
mesopotámico, eclipses, esoterismo hindú, alemán y judío, paganismo y paganismo nórdico, la
nigredo en la alquimia y alquimia medieval, la teoría del primer sol (el amanecer púrpura),
asociación sol-saturno y saturno-luna, el sol de media noche, el cubo negro, satanismo y el 666 (y
recientemente, el sendero de la mano izquierda).

Como antesala, la astrología, la astronomía y la religión tienen un papel bastante importante en la


historia porque estas además de contarnos mitos, nos cuentan la historia de las civilizaciones, sus
costumbres, pensamientos, creencias y sus destinos.

Las primeras relaciones que tenemos sobre Saturno como Sol Negro, las encontramos estudiando
a los Babilonios de quienes se sabe relacionaban directamente al Sol con Saturno.
Esto con el tiempo y con el desarrollo de las culturas, vemos que el verdadero rey celeste no era el
Sol dorado sino el Sol negro (black) Saturno, uno de los dioses más antiguos. A esto se le va
conociendo como “Sincretismo Solar” (y que tendrá gran relevancia a futuro para ciertos grupos
esotéricos alemanes, uno relacionado con el tercer reich y otro relacionado con el culto al
demiurgo saturno-lucifer).

Es por este sincretismo, que tenemos fuertes relaciones entre dioses: al dios sirio-fenicio Él y Baal
con Saturno; a los griegos Kronos-Saturno, Apolo-Saturno y Pan-Saturno; al persa Mitra-Saturno; al
egipcio Osiris-Saturno; al hindú Shani-Saturno; y finalmente, al judeocristiano Satán-Saturno. Fue
este último y asociado con el paganismo y dioses astados, que fue construyéndose el “símbolo del
mal” que actualmente se centra en el “satánico” culto al sol negro/saturno.

Al revisar la astronomía de Mesopotamia, vemos que en principio era de cinco planetas y no de


siete, considerando a estos Venus, Mercurio, Júpiter, el Sol y Marte. Aquí, el Sol es Saturno
(llamado Shamash), y como también sabemos, a Saturno se le ha nombrado de distintas formas
dependiendo el contexto cultural, sin embargo no es lo mismo hablar de Saturno como dios
ctónico a tomarlo como planeta ni como sol de media noche.

Entonces, hablar de Mesopotamia es hablar de sumerios, asirios, egipcios, persas, hindúes y


griegos, pues parte de su conocimiento fue transmitiéndose a las culturas predominantes.

Esta relación de Saturno-Sol Negro no aparece en la mitología de forma directa, pero si de forma
simbólica y astrológica. Esto lo vemos mucho más tarde a través de las leyendas del agartha y que
tendría peso para la SS alemana.

Aquí entonces comienza a dársele forma a uno de los símbolos que de esencia es cien por ciento
alemán: el sol negro con sus 12 runas sigel. Esta runa tiene especial importancia porque es un
símbolo solar, junto con la esvástica que aparece en distinto mitos y culturas. Es por ello que se
menciona como “antiguo culto germano solar” al sol negro pero esto es falso porque aunque si
existen los cultos solares por toda europa, ninguno tenía el símbolo del sol negro (pues los
germanos, nórdicos, celtas, tenían por separadas a los dioses del sol como a los dioses de la
muerte, no como los egipcios o como los hindúes que sí asocian características negativas o duales
en los mismos dioses).

Al tercer reich se le conoció también como el sol negro, sin embargo la historia en su intento por
guardar respeto al pueblo judío y a la humanidad, no lo menciona. Sin embargo y para efectos en
el desarrollo del culto satánico al sol negro/saturno, sería el símbolo lo que se asociaría
directamente de esta referencia. Aunado a esto, la fuerte predominancia moral y la lucha
ideológica entre “el bien y el mal”, hizo que el sol negro tuviera relaciones destructivas y
apocalípticas.

Posteriormente, Saturno tomaría peso en el egregor colectivo a través de su asociación


Baal/Moloch-Saturno y Satán-Saturno, principalmente por el carácter sanguinario relacionado con
los sacrificios (de niños) y por su relación pagana y astrológica con Pan y la cabra. Fuera de la
biblia, hasta el momento no hay otra referencia antropológica en donde se mencione que a
Baal/Moloch se le sacrificaban infantes, pero Ovidio si menciona que a Saturno se le inmolaban
hombres (que posteriormente fue cambiado este rito-costumbre), dentro del mito Kronos-Saturno
también se menciona y dentro de la creencia religiosa dentro de los judíos, Saturno era el planeta
de los Edomitas y estos adoraban a los dioses de la fertilidad, siendo el minotauro cananeo
Moloch una de estas.

Estas asociaciones, derivadas a las esotéricas que se le ha dado a Satán (como la numerológica
666), siendo el 6 el número de Saturno, ha dado fuertes razones para tomarlos como iguales.
Inclusive, dentro del gnosticismo y entendiendo que estos tuvieron fuerte impulso en grecia, hizo
que se tomara como demiurgo a satán-saturno, siendo esta la razón (que posteriormente se
reforzaría con el símbolo del cubo negro como prisión terrenal del hombre) por la cuál terminaría
por reforzarse toda esta idea de Saturno como el dios oscuro más imponente y maléfico (que ya
de por si desde la edad media y durante el renacimiento era considerado así) que puede existir.
Esto y sin mencionar las implicaciones místicas judías que Saturno tiene.

En la alquimia también está presente, pero no figura dentro del culto. Lo mismo ocurre en la
cosmovisión prehispánica con el jaguar como el sol de media noche. De igual modo hay una
referencia cósmico-astronómica-mítica como agujero negro, pero tampoco se toma en cuenta.
Otra referencia es la del amanecer púrpura, otra teoría que menciona que el primer sol de la tierra
era el anillado Saturno, y que al estar tan cerca daba un tono morado en la atmósfera hasta que
las fuerzas cósmicas hicieron que el sol dorado se impusiera frente a Saturno (y hasta hay
referencias relacionadas con las edades en la tierra).

En resumen, para entender a Saturno como Sol Negro, existen distintas referencias como la
astronómica y la mítica que tienen un carácter neutro (como fuerza de la naturaleza sin carácter
moral), la alquímica y filosófica de naturaleza positiva (destrucción vista como medio para la
transformación), y las esotéricas y místicas que tienen una connotación bastante negativa (que
aunque también es destructiva, puede ligeramente usarse desde una forma positiva aunque en
gran medida es impositiva).
Históricamente, Saturno trascendió como figura religiosa y simbólica desde su concepto pagano en
Roma como divinidad de la agricultura, hasta su forma análoga como un impulsor para la
creatividad y el genio (la melancolía).

Lo cierto es que tanto a Saturno como al Sol Negro, les sigue un egregor relacionado con la
muerte, y como he dicho anteriormente al igual que con el culto a satán y a la brujería, negar que
haya personas que bajo estas prácticas comentan actos que demeriten parte de lo que son, es
exactamente lo mismo que demeritar otras corrientes místicas solo porque unos cuántos han
hecho actos atroces en nombre de (como los sacrificios en nombre de cualquier dios en cualquier
religión).

No obstante, tampoco podemos generalizar el aura de muerte, caos y destrucción que tanto al sol
negro como a Saturno les rodea. Es real y es fuerte, sin embargo lo que también es real es que
depende de cada persona cómo lo aborde, pues la energía con la que se trabaja puede variar
acorde al origen desde la que se esté tomando como también del carácter de la persona que lo
trabaje/invoque.

Por ello a como he dicho en un inicio: para hablar del culto a saturno/sol negro, hay que hacerlo
con discreción. Y como pueden notar, es un tema bastante extenso que en una simple publicación,
no se puede abordar a detalle.

— F. S.

#Saturn #BlackSun #SolNegro #Saturno #Satan #Misticismo #Paganismo #CuboNegro #Dioses


#Cultos #VRIL #Sol #Luna #Astrología #Astronomía #Mesopotamia #Grecia #Roma #Eclipse
#Muerte #Mitología #Religión

Imagen: “Dark Sun” (16th), from “Splendor Solis” by Anonymous.

TEXTOS SOBRE SATURNO (15/15):

— F. S.

Como he compartido a lo largo de estas quince publicaciones, antes de trabajar con cualquier
espíritu uno debe conocerlo en lo más posible pues desde ya, desde que uno comienza a
estudiarlo, a pensarlo y hasta en mencionarlo en voz alta, esta comenzando a trabajar el vínculo
con esa entidad.

Es cierto, es un trabajo que requiere mucho más que simples pronunciamientos y decretos, por
ello es algo que requiere tiempo, paciencia y trabajo constante, pero sobretodo, atreverse a
hacerlo, teniendo siempre en mente y en cuenta que puede no resultarnos y que puede chocar
con nosotros.

Pero eso es precisamente parte del trabajo con entidades, espíritus y divinidades. Si fuera así de
fácil como prender una vela, entonces todos le pediríamos a más de una divinidad (o hasta la
misma) para que nos cumplan todos nuestros deseos. No, esotérica y mágicamente, así no
funciona.

Entonces, recapitulando, Saturno es una divinidad que tiene muchas implicaciones dentro de su
mito como dentro de su energía; uno puede trabajarlo pero también debe de trabajar estas
energías consigo mismo, abriéndose al trabajo esotérico que tiene que realizar para comprender
lo que este nos responde y lo que necesitamos, y así coincidir con nuestra voluntad.

En ocasiones podremos no entender los mensajes de los dioses porque estas energías no siempre
operan acorde a nuestro entendimiento como tampoco esperemos que actúen si no establecemos
correctamente el canal. Me ha pasado, nos pasa a todos y es hasta normal que llegue a tardarse
en manifestarse esta energía, pero es que como cualquier relación y como cualquier trabajo
esotérico, requiere tiempo, para conocerlo y saber entenderlo.

Por otro lado, tampoco debemos olvidar que divinidades como Saturno, poseen fuerzas que van
más allá de nuestro mortal y temporal conocimiento como lo es la muerte o la justicia; lo que para
nosotros es la muerte en forma literal o simbólica, operativamente sus efectos llegan a sentirse
diferentes, por eso el trabajo académico o mental nunca llegará a ser igual ni el mismo desde la
operación, desde que uno agarra la hoz o se hace arder para renacer.

Saturno es un dios de temer, llega a ser noble y justo cuando realmente se le entiende y puede
ayudarnos en cuestiones mismas que le competen como en los procesos del duelo, de la
melancolía y hasta del sufrimiento, sin embargo esto no significa que no pueda ponernos también
en estas situaciones para comprenderlo.
Podemos ver a los dioses como arquetipos, pero trabajarlos ya en magia o en términos de brujería
es bastante diferente porque decir que uno tiene que atravesar su propia oscuridad es diferente a
tener que atravesarla con todos sus amigos y familiares alrededor.

Y esto es parte de lo que Saturno puede enseñarnos, no solo brindarnos sus dones y favores sino
también lo que podemos aprender de este y de su obrar, y así como pedimos debemos recordar
que también debemos retribuir parte de esa energía.

Tal y como lo he dicho, mucho de cómo lo abordemos y de cómo lo juzgamos tiene que ver
también con nuestro carácter, razón por la cuál verlo únicamente con el velo de la moral es,
además de un error, una limitante para todo el trabajo que se puede llegar a desarrollar con esta
divinidad.

Por último, pero no por eso menos importante, hay que ser sensatos al momento de trabajar con
Saturno: si vamos a llamarlo, vamos a trabajarlo con el respeto y la solemnidad que se merece,
respetar sus fuerzas y también darle sus ofrendas. El trabajo, por muy magos o brujos bajo el cuál
lo estemos haciendo, ya sea si lo vemos como parte de nuestro culto personal como si lo vemos
también como una fuerza complementaria a otras, siempre hay un intercambio con nosotros, y si
algo he aprendido trabajando con Saturno es que, así como yo trabaje, así seré recompensado,
pues la energía no fluye bajo preceptos morales sino bajo la forma en la que estemos operando, y
si operamos mal o no sabemos operarla, entonces así hablarán nuestros resultados.

Satvrno, señor de la agricultura y de la justicia, dios de la vida y de la muerte, rey civilizador y ángel
del tiempo, fuerza que rompe cadenas o que las pone, que ata y libera, que nubla y que revela,
que sostiene y que da cimientos, que destruye y que debilita, que responsabiliza y que hace
crecer, el que ha tenido muchos nombres y al que más temen, el viejo, loco y anciano, el que da
paso a la abundancia y que permite retenerla, el que quita y lleva a la pobreza, a la enfermedad y
orfandad, el que da principio y termina ciclos, que permite al trigo crecer y le da fin, quien enseña
a través del sufrimiento, de la muerte, del caos y de la destrucción, el que libera de apegos,
trabajos mágicos y prejuicios, el que guía a la locura y al genio, a la creatividad y a la consciencia, el
que destrona y que devora, el que enseña sobre la fuerza a través de las noches y de la oscuridad,
el de los límites y de las delimitaciones, el que nos conecta con lo superior y con lo inferior.

El seis está en tu nombre y en tu símbolo, la hoz y el tiempo son tus herramientas, la cabra y la
serpiente tus acompañantes, la tierra y el cielo tus reinos, el cubo tu trono y tus límites, y en tu
estrella la fórmula mágica para contactar contigo.

Ave Satvrnvs.
Redevnt Satvrnia Regna.

Imagen: © The Trustees of the British Museum

Saturno

Por Clavícula Nox

Saturno: el planeta de la iniciación, el puente entre el despertar del yo inferior y del yo superior.

Es el planeta de la reencarnación y del karma, es decir: de la esperanza y de la responsabilidad.

Saturno nos recuerda que no solo existe un lado oscuro, oculto allá a la sombra de Júpiter, perdido
en Occidente, sino también un lado lumínico o dorado, uno que trae gozo y estabilidad, uno que
trae consciencia y confianza.

En épocas de los romanos, las [fiestas] saturnales eran fiestas que tenían banquetes, regalos y una
convivencia social donde no había distinciones de clases. Eran festines dedicados a Saturno, el dios
de la agricultura quien enseñaba que toda semilla, que todo inicio, que todo germen, debe ser
confinado ciertamente bajo un periodo de oscuridad, tal cuál el planeta se interna allá en
occidente. Es por eso que fue considerado como el Dios de la civilización, el de la humanización. Y
estas, fueron precisamente, las fiestas sustituidas hoy por navidad.

Sin embargo volviendo a las enseñanzas de este planeta, no exige, pide un sacrificio voluntario
porque sabe la diferencia entre el deber y el querer, que termina por ser retribuido de una forma
espléndida cuando las inteligencias superiores son despertadas, o dime tú si es que no es lo mismo
hacer algo por hacerlo a hacerlo por la voluntad de querer hacerlo.

¿Por qué?

En sanscrito, Saturno es “Sani” y significa “Ser”. Descompuesto en sus dos raíces, “Sa” y “Ni”,
significa la “causa principal expresándose y limitándose en una forma o en un ser nuevo, en un
punto de equilibrio entre el ser y la nada”. Es entonces, que este símbolo aparece como el
principio de la manifestación en el tiempo; es el Maestro de la vida y de la Muerte, es el equilibrio,
el puente uniendo la constructividad con la destructividad. El principio saturniano ya había sido
manifestado con Jano, la antigua divinidad italiana con dos caras mirando en direcciones opuestas.
Una era la de un anciano y la otra la de un adolecente, Símbolos del pasado y del futuro que no
son sino dos formas del “Eterno presente”.

Es un planeta que inspira a cerrar voluntariamente un ciclo y empezar uno nuevo, pues nos
conecta con nuestro Maestro interior o superior, aquel que nos enseña que todo cambio siempre
puede ser para bien como para mal. Y si decide, pues, que sea para lo segundo, entenderá el
sacrificio que este requiere: tiempo, pensamientos, emociones o sentimientos que se acumulan,
que evitan avancemos. Pero este no solo exige un sacrificio de sangre, que es simbólicamente un
aspecto de nuestro esfuerzo, trabajo, de nuestra carnalidad material, sino que es un sacrificio
mental para sacrificar ideas negativas o pensamientos recurrentes que en lugar de elevarnos, nos
atan, nos anclan a la materialidad.

Saturno es el Capricornio del Zodiaco, es el Satán el Jehová de los mitos judeocristianos, es el


Cronos devorador que nos recuerda la importancia en devorar los “hijos”, es decir, el producto de
aquello que ha nacido mal y necesita ser cambiado desde raíz, como la concepción de las cosas o
los prejuicios anclados que tenemos sobre las cosas.

Así es Saturno, una divinidad con dos rostros que nos enseña, a las buenas y a las malas, a transitar
de lo material a lo espiritual, pues como seres perfectibles que somos, alcanzar esos estados
superiores de consciencia es parte del trabajo como seres humanos, y para ello es necesario
atravesar la oscuridad, que es ignorancia mal aspectada y es un mar cósmico de oportunidades, de
potencial.

Es por eso que Saturno nos invita a que todo centro de operaciones, a que todo acto de magia y de
espiritualidad sea situado en el interior de uno mismo, bajo voluntad, bajo uso de nuestra
consciencia.

Es por eso que simboliza un lado materialista, lo terrenal como una roca cual hueso en sistema
oseo. Es el fundamento, la estructura, la base de donde se edifica a presente y futuro. Es el dios
oscuro que nos afecta desde las profundidades de nuestra psíque, de nuestra alma, pues se
sumerge en nuestra inconsciencia y en nuestro pasado dando como resultado quienes somos y
hacia dónde queremos ir.

Dime tú, entonces, ¿cómo está vuestro saturno? Descubre el error, la duda, los falsos cimientos
que te hacen ser quien no eres y hacer lo que no debes. Reflexiona, medita, piensa en ello y
sumérgete en ti, en todo tu ser en un lugar donde el tiempo lo es todo porque es el pasado, el
presente y el futuro: tú.

I. Cronos-Saturno

Saturno, fue el último planeta distante visible en la antigüedad, documentado principalmente por
los Asirios (700 A.C.) y siendo visto por primera vez bajo el telescopio de Galileo Galilei en 1610.

Es el guardián del Monte Philosophorum, el antiguo dios de las cosechas, el que enseñó
agricultura, viticultura y la acuñación de la moneda. Es el planeta civilizador. El “Reluciente”, Ninib-
Ninurta para los sumerios, el Sol de la Noche para los egipcios, Cronos para los griegos y Saturno
para los romanos, es uno de los dioses y culto más antiguos.

Es el planeta que yacía en el límite, en la frontera de lo desconocido con lo conocido. Es el planeta


y arquetipo de los límites, aquello que limita al alma humana, sin embargo también es el que
permite el paso a la trascendencia.

Es el planeta de Ficino, Platón, Kepler y Newton. Representa la sabiduría suprema, el poder


antiguo que debía devorar todas las cosas. Así entonces todo lo que nace de la sabiduría debe ser
devorado al final por la sabiduría a través de la meditación, en la cual todas las cosas nacen y al
cual todas las cosas han de retornar (Manly Palmer Hall).

Ver parte II:

Arte:

(Izq). Rubens, Pedro Pablo: “Saturn”, 1636 – 1638. Óleo sobre lienzo. Estilo: Barroco.

(Der). Goya, Francisco de: “Saturno devorando a un hijo”, 1819-1823. Óleo sobre revoco
trasladado a lienzo. Estilo: Expresionista.

“Oh tu Señor, cuyo nombre es poderoso, cuya apariencia es grandiosa, cuyo pneuma es elevado,
Oh tu Señor Saturno, tú, frío, seco, oscuro, hacedor de bien y de mal, recto en el amor, juramento,
amigo, único, incomparable, rico en comprensión, impenetrable, cumplidor de promesas, cansado,
indolente, que se mantiene en problemas y penas, usted que se aleja de sus amigos y alegría, viejo
en años, rico en astucia, experimentado, astuto, engañoso, inteligente, comprensivo, usted quien
trae aumento y quien destruye, cuya desgracia favorece la miseria y cuya felicidad favorece: te lo
ruego, padre primigenio, por tus grandes buenas obras y nobles atributos, permite que este
talismán ponga fin a la dilación, el cansancio, los bloqueos, los obstáculos y los sistemas de
creencias poco saludables y Traer abundancia inmediata, prosperidad y éxito en todas mis
empresas. Concédeme que me otorgue la solemnidad, la sobriedad, la aceptación, la obediencia,
la diligencia, la disciplina, la estructura, la estabilidad, la comprensión, el conocimiento de mí
mismo y mis límites necesarios, y todas las demás cualidades, rasgos, habilidades, poderes y
bendiciones de Saturno. Exijo en mi vida, esfera y entorno.

En nombre de Dios y en nombre de los ángeles Heylil e Isbil, quienes se encuentran sobre Saturno
en todo el frío y el hielo, el Señor de la Séptima Esfera, te invoco por todos tus nombres: en árabe
Zuhal, en latín Saturnus, en ¡En hebreo Shabatathai, en persa Kewan, en griego Kronos, en
sánscrito Shanaishchara! Por el Señor del Altísimo Edificio, que me concedas mi petición y
escuches mi llamado, y obedezcas en obediencia a Dios y su gobierno y permitas que este talismán
ponga fin a la dilación, el cansancio, los bloqueos, los obstáculos y los sistemas de creencias poco
saludables y traiga abundancia inmediata, prosperidad y éxito en todas mis empresas. Concédeme
que me otorgue la solemnidad, la sobriedad, la aceptación, la obediencia, la diligencia, la
disciplina, la estructura, la estabilidad, la comprensión, el conocimiento de mí mismo y mis límites
necesarios, y todas las demás cualidades, rasgos, habilidades, poderes y bendiciones de Saturno.
Exijo en mi vida, esfera y entorno.”

Salve Satvrnvs!
II. El Amanecer Morado (The Purple Dawn)

Saturno-Cronos es el sol superior quien dominó antes que Apolo-Zeus al destronar a Urano-Caelus,
su padre.

Existe una teoría que dice Saturno fue el primer Sol de la Tierra, y que el astro Sol amarillo, en una
lucha de proporciones cósmicas, expulsó a la enana marrón hacia los límites del sistema solar, sin
embargo quedó limitado (saturno) bajo la infuencia magnética de este (del sol amarillo).

Según esta teoría, saturno era una estrella que estaba por apagarse, y con luz púrpura iluminaba la
tierra en un perpetuo estado de semi-oscuridad, donde no había día, noche ni estrellas en el cielo.
Era como un ojo que miraba al mundo fíjamente. A esto se le conoce como “el amanecer púrpura”
(The Purple Dawn).
La tierra giraba sobre el eje saturnal, pues este es un planeta gaseoso que contiene principalmente
hidrógeno y helio en proporciones muy similares a las del sol. Esto, hacía que hubiera una especie
de “plasma”, una “burbuja gigante” que rodeaba a la tierra bloqueando las luces de otras estrellas.
Sin embargo, la tierra se encontraba en medio de Saturno y del Sol, y al choque de ambas
heliosferas, Saturno fue arrojado a los límites: cronos era expulsado al tártaro, osiris asesinado y
su cadaver enviado a lo lejos y lucifer se transformaba en una estrella caída.

[Ver teorías del cambios en la relación electromagnética entre la tierra y el sol]

Después de esto, se dice que ocurrió una “era dorada” en donde los reyes-sacerdotes, los sangre
azul, descendientes de los refugiados de esta catástrofe, fueron los padres de las civilizaciones de
Egipto, Sumeria y Mesoamérica: si, los atlantes.

Al tener todos un “antecedente común”, la escritura primitiva permitió grabar estos encuentros, y
este astro-deidad, fue considerada como el sol original, sin embargo en otras partes se hizo la
asociación con el dios Moloch-Baal para los fenicios, el Dios Shamash para los sumerios, Nemrod
en mesopotamia, Ël para los cananeos, Marduk en babilonia, brama en la india, y cronos y saturno
para los griegos y romanos respectivamente y como herederos de los conocimientos religiosos de
las civilizaciones antes mencionadas, pasando a ser este último pueblo quién le dio una naturaleza
un poco menos “hostil” y más alegre en sus fiestas saturnales (aunque también realizaban
sacrificios al inicio de sus ceremonias).

Ver parte 1:

Ver parte 3:

Límites y ataduras

Dentro de los atributos que recibe Saturno, es que es considerado el “Señor de los límites”, el que
restringe, ata, limita, aisla, separa. Pero que a su vez, también es el señor que impone orden,
estructura, delimita, concreta, fortalece, organiza, da forma. Por esto es que es considerado el
señor del Karma, porque es el que con justicia, con razón, ejecuta el orden cósmico y no es
impulsado como lo hacen desde la pasión y el arrojo como Marte o Neptuno.

Desde niños, nos encontramos inmersos en un mundo, en una cultura, que constántemente nos
impone sus reglas, sus normas, sus preceptos y sus juicios, y que con el tiempo nos refuerza a
través de los distintos sistemas como lo son la familia, los amigos, la escuela y el trabajo. Al fin de
cuentas, seres sociales, no podemos hacer a un lado estas normas hasta que nos encontramos en
el punto de crisis, en el punto donde cuestionamos nuestro status quo y donde comenzamos a
rebasar esas reglas y esos límites.

Es sano, porque salirse de vez en cuando de las normas nos hace recordar que nuestro potencial y
nuestra capacidad creativa es mucho más amplia de lo que pensamos, y de lo que nos hacen
pensar, pues constántemente y como un acto normal, validamos lo que otros dicen de nosotros,
pero más importante, que terminamos por hacerlo consciente o real para nosotros mismos.

<<Homo homini lupus>>, “El hombre es un lobo para el hombre.” (Thomas Hobbes, El Leviatán
(1651)), es un recordatorio no solo de que como especie, un individuo es capaz de explotar y
maltratar al otro cuando está por encima de este, sino que también, uno puede volverse violeto,
agresivo y salvaje si la situación así lo amerita.

Bajo esto, entonces, y bajo la idea de Epicteto sobre que la libertad no es obtener lo que uno
quiere sino en controlar los propios deseos, se abre una puerta enorme para conocerse a uno
mismo y aprovechar mejor todo aquello que de forma natural, en sí mismo uno ya lo tiene.

Con esta breve reflexión, no solo declaro ser mi propia figura de autoridad, sino también mi propio
verdugo, pues así como cada idea es capaz de sorprenderme, así también son capaces de minar
mis esfuerzos como lo hacen las emociones. Con esto no digo que es malo o contraproducente
tener emociones, al contrario, además de vivirlas, podemos aprovecharlas como parte del flujo y
reflujo de la naturaleza misma, al estar nosotros dentro de la naturaleza pero también por encima
de esta.

Somos dioses dormidos atrapados en la mediocridad de otros. Y no por decir esto me eximo mi
responsabilidad para actuar y salir de esto, sino en reconocer que el dar poder a otros sobre
nosotros, nos hace en gran medida vulnerables, pues así como una caricia puede ser suficiente
para amanzar bestias, así una herida puede transformarse en una cicatriz que nos recuerde que
peores cosas hemos pasado, y las hemos superado.

Y aunque sabemos que al final de la vida la muerte siempre gana, depende de nosotros saber
cómo jugamos en vida; si elegimos ser víctimas de lo que otros dicen de nosotros, de la culpa que
nos inculcan, de los miedos que nos implantan, de las inseguridades y debilidades de otros que
nos rodean y que terminamos por aceptar también como nuestras, o si desafíamos esos límites
impuestos, si vamos más allá de lo que creemos que sabemos y somos, si vamos más allá de lo que
el común y el vulgar, alcanzan a observar.
Los caminos que atraviezan las sendas oscuras son en verdad peligrosos, pues no solo nos
conducen a la locura y al infierno, sino también a la resurección de nosotros mismos. Si no
estamos dispuestos a ser enterrados vivos en lo más profundo de la tierra, a ser abandonados en
la noche más fría, oscura e infinita, a ser quemados en vida y vivir en constánte lucha, ¿cómo
pretendemos pensar si quiera que el “todo” logre escucharnos, y más pensar que ejecutará mi
voluntad?

No nos confundamos: naturaleza y universo son cosas distitas, y mientras nosotros somos con
esta, esta está con nosotros, pero si nosotros aprendemos que estas fuerzas son parte de
nosotros, entonces las respuestas aparecerán, y los hilos que mueven a los mundos serán
francamente visibles.

Lo que limita a las personas es la falta de carácter, de lenguaje y de visión, el que comprenda esto,
verá un nuevo universo; si nos atamos a lo que todos se atan, entonces estaremos a merced de
quienes no están atados. Peligrosa es saber, pero más peligroso lo es no saber.

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