Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
robótica
DAN B. ELLIS y MEREDITH A. ALBRECHT
PUNTOS CLAVE ■ La cirugía robótica ha experimentado un crecimiento explosivo. Hasta 2018 se habían realizado más
de tres millones de procedimientos usando el sistema da Vinci en todo el mundo.1
■ La cirugía robótica no es una auténtica cirugía autónoma, sino que el robot se utiliza como «manos
ayudantes» mecánicas que ayudan a los cirujanos expertos.
■ Al crear imágenes tridimensionales, permitir un mayor movimiento de los instrumentos laparoscópicos
dentro del cuerpo de un paciente y permitir movimientos precisos, la cirugía robótica puede mejorar
la capacidad de un cirujano para visualizar patologías y realizar procedimientos complejos.
■ Dado el tamaño del equipo robótico y la necesidad de una posición específica del paciente durante
las intervenciones, la cirugía robótica puede presentar desafíos únicos para los profesionales
de anestesia.
■ Para facilitar la exposición quirúrgica, la cirugía robótica a menudo requiere la insuflación de una
cavidad corporal con dióxido de carbono. La insuflación y la reabsorción de dióxido de carbono
pueden provocar distintos cambios fisiológicos.
■ La cirugía robótica se ha utilizado con éxito para atender a pacientes que se someten a procedimientos
urológicos, ginecológicos, colorrectales, hepatobiliares, otorrinolaringológicos, cardíacos y torácicos.
¿Qué es un robot? A medida que avanzaban los trabajos para crear disposi-
tivos para realizar intervenciones, también continuaron los
Según el diccionario Merriam-Webster, un robot es «una trabajos para permitir el control remoto de los dispositivos.
máquina que se asemeja a una criatura viviente al ser capaz de A mediados de los noventa, se utilizó un software de reconoci-
moverse de forma independiente (como al caminar o rodar sobre miento de voz para controlar la posición de un laparoscopio y
ruedas) y realizar acciones complejas (como agarrar y mover para ayudar a la retracción de los órganos durante la cirugía
objetos)». Desarrollado en los años ochenta por la National laparoscópica tradicional. Este dispositivo, llamado sistema
Aeronautics and Space Administration (NASA), un robot es un endoscópico automatizado para el posicionamiento óptimo
dispositivo controlado a distancia que permite realizar tareas (AESOP), sigue estando disponible hoy en día (fig. 71.1). En
en espacios alejados de la presencia humana. Con el tiempo, muchos sentidos, este dispositivo fue el precursor de los dis-
los robots comenzaron a realizar tareas a bordo de las naves positivos inteligentes personales y en nuestros hogares.
espaciales de la NASA. Mientras que el concepto inicial de la Podría decirse que el mayor avance en la cirugía robótica
ciencia robótica era útil en la exploración espacial, el gobierno ocurrió en 1991, cuando se desarrolló una versión maestro-
de EE. UU. comenzó a buscar otras aplicaciones de la tecnología. esclavo de un robot. Este dispositivo permitió a un cirujano
El Departamento of Defensa (DD) de EE. UU. comenzó a tra- sentarse alejado de su paciente y controlar remotamente los
bajar para llevar al campo de batalla los robots que eran útiles brazos articulados. Dos dispositivos similares, el sistema de
en el espacio. Reconociendo que un número desmesurado de cirugía robótica da Vinci y el sistema quirúrgico ZEUS, apa-
soldados americanos morían en el campo de batalla por hemo- recieron en el mercado más o menos al mismo tiempo. La
rragias o heridas quirúrgicas no tratadas, el DD buscó usar empresa matriz de da Vinci adquirió los derechos de propiedad
estas tecnologías en los quirófanos. Con el objetivo de tener un intelectual del sistema ZEUS y dejó de fabricar el producto.
cirujano que operase a distancia a pacientes en lugares de difícil Como resultado, solo el sistema da Vinci está disponible para
acceso, el ejército invirtió en el desarrollo de brazos articulados su uso hoy en día (fig. 71.2).
controlados a distancia que pudieran realizar procedimientos Finalmente, se añadieron cámaras tridimensionales de alta
quirúrgicos. definición a los robots, lo que permitió a los cirujanos explorar la
Al mismo tiempo, la primera colecistectomía laparoscópica anatomía de un paciente y acceder a sitios quirúrgicos tradicio-
del mundo se realizó en Francia. Este procedimiento alteró para nalmente difíciles de alcanzar desde una consola situada junto
siempre el curso de la cirugía tradicional, y comenzó la era de las a la mesa de operaciones. Aunque varias empresas de robótica
intervenciones quirúrgicas mínimamente invasivas. han desarrollado productos, por el momento solo quedan dos:
Durante la siguiente década, varias compañías desarrollaron AESOP y da Vinci.
una variedad de robots médicos y la ciencia rápidamente avanzó. El robot da Vinci tiene cuatro componentes (fig. 71.3; v. fig. 71.2):
El primer dispositivo de este tipo apareció a principios de los 1. La consola del cirujano (figs. 71.4 a 71.6).
años noventa, cuando se creó un instrumento para pulverizar 2. Instrumentos EndoWrist (figs. 71.7 y 71.8).
hueso y crear espacio para prótesis de cadera durante la cirugía 3. Carro de visión óptica.
ortopédica. 4. Carro de paciente con cuatro brazos móviles (fig. 71.9).
Figura 71.1 A. La consola del robot ZEUS consiste en un monitor de vídeo y dos empuñaduras que convierten los movimientos de las manos del cirujano
en señales eléctricas que mueven los brazos del robot. B. Dos sistemas automatizados de endoscopia para su colocación óptima (AESOP) dispuestos en
apoyos independientes sujetan el material, y un tercer brazo controla los movimientos de la cámara. (Por cortesía de Computer Motion, Sunnyvale, CA, USA.)
Figura 71.2 Sistema da Vinci de cirugía robótica: dos consolas para los cirujanos, carro de paciente con cuatro brazos quirúrgicos y una torre de ópticas.
(Por cortesía de Intuitive Surgical, Sunnyvale, CA, USA.)
El cirujano se sienta en la consola del quirófano (v. figs. 71.4 ¿Por qué se prefiere el robot?
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Descargado para Paola Escaneo Otero (paola.escaneo.otero@sergas.es) en Xunta de Galicia Consellería de Sanidade de ClinicalKey.es por Elsevier en diciembre
12, 2023. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2023. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
2238 SECCIÓN IV • Subespecialidades en el tratamiento del adulto
Figura 71.3 Distribución del quirófano durante un caso de cirugía general robótica. (Por cortesía de Intuitive Surgical, Sunnyvale, CA, USA.)
Descargado para Paola Escaneo Otero (paola.escaneo.otero@sergas.es) en Xunta de Galicia Consellería de Sanidade de ClinicalKey.es por Elsevier en diciembre
12, 2023. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2023. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
71 • Anestesia para cirugía robótica 2239
Figura 71.6 Sistema de cirugía robótica da Vinci. A. Imagen virtual tridimensional del campo quirúrgico. B. Controles principales que traducen los
movimientos de la muñeca, las manos y los dedos del cirujano en movimientos en tiempo real de los instrumentos quirúrgicos dentro de las cavidades
del paciente. (Por cortesía de Intuitive Surgical, Sunnyvale, CA, USA.)
movimientos gruesos del brazo del robot da Vinci, movimientos Esencialmente, la cirugía robótica es útil siempre que la micro-
finos de los brazos articulados y acciones quirúrgicas realizadas cirugía es necesaria y el órgano objetivo es difícil de alcanzar.
por los brazos articulados (tabla 71.1; v. figs. 71.7 y 71.8). Es sobre todo valiosa si su uso convierte lo que tradicionalmen-
Estos brazos articulados no están limitados por las restricciones te es un procedimiento abierto en un procedimiento mínima-
asociadas a las articulaciones de la muñeca humana. Además, mente invasivo.
el robot permite miniaturizar movimientos más grandes y más
toscos en el campo operatorio. Por ejemplo, si se mueven los con-
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.
troles 5 mm, los brazos articulados pueden moverse solo 1 mm. Aplicaciones futuras
Esta miniaturización permite un control más fino. Además, el
software del robot puede reducir o eliminar los temblores de las
de la cirugía robótica
manos, mejorando así la seguridad y la precisión de la cirugía. A medida que las modalidades de imagen e inteligencia artificial
se apliquen a la cirugía robótica, el campo evolucionará. Es
probable que los brazos articulados no rígidos y flexibles de
¿Cuándo se utiliza el robot? tamaño progresivamente menor sustituyan en última instancia
a los actuales brazos articulados rígidos. Los brazos articulados
El robot se utiliza en histerectomía, prostatectomía, nefrectomía, «serpenteantes» facilitarán que se hagan menos y más pequeñas
cirugía cardíaca, colectomía, laparoscopia general, toracoscopia incisiones en un paciente y permitirán que se realice una ciru-
y procedimientos otorrinolaringológicos transorales. Aunque la gía menos invasiva, quizás incluso sin cicatrices. Por último, a
mayoría de las intervenciones realizadas con el robot da Vinci medida que la inteligencia artificial evoluciona, es posible que
son urológicas (prostatectomía) y ginecológicas (histerectomía), la cirugía robótica semiautónoma se desarrolle con algoritmos
se están descubriendo nuevas aplicaciones. informáticos que guíen los instrumentos quirúrgicos.
Descargado para Paola Escaneo Otero (paola.escaneo.otero@sergas.es) en Xunta de Galicia Consellería de Sanidade de ClinicalKey.es por Elsevier en diciembre
12, 2023. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2023. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
2240 SECCIÓN IV • Subespecialidades en el tratamiento del adulto
Figura 71.7 Grados de libertad de movimientos (GLM). A. Los instrumentos de cirugía laparoscópica tradicional tienen solamente cuatro GLM y una
empuñadura. Estos movimientos son el de inserción (esto es, movimiento del eje z), giro, y movimientos a lo largo de los ejes x e y fuera del cuerpo
del paciente con un punto de palanca, lo que constituyen los cuatro GLM. B. Descripción de los movimientos de los instrumentos EndoWrist, con dos
articulaciones fuera del cuerpo del paciente, lo que produce siete GLM. (Copyright 1999 Intuitive Surgical, Sunnyvale, CA, USA.)
Descargado para Paola Escaneo Otero (paola.escaneo.otero@sergas.es) en Xunta de Galicia Consellería de Sanidade de ClinicalKey.es por Elsevier en diciembre
12, 2023. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2023. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
71 • Anestesia para cirugía robótica 2241
Vasoconstricción pulmonar
La vasoconstricción pulmonar resulta de la insuflación debido a:
1. Absorción de CO2.
2. Compresión física de los pulmones.
La absorción de CO2 resulta en hipercapnia y acidosis. La
respuesta del sistema pulmonar a la hipercapnia es la vaso-
constricción, con el fin de preservar el intercambio gaseoso
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Descargado para Paola Escaneo Otero (paola.escaneo.otero@sergas.es) en Xunta de Galicia Consellería de Sanidade de ClinicalKey.es por Elsevier en diciembre
12, 2023. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2023. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
2242 SECCIÓN IV • Subespecialidades en el tratamiento del adulto
insuflación de CO2, aumenta el desajuste ventilación/perfusión. la cirugía robótica requiere la operación a distancia de equipos
Este desajuste causa una disminución de la oxigenación. laparoscópicos e instrumentación quirúrgica. Por lo tanto,
La atelectasia también lleva a una vasoconstricción pulmo- gran parte de la retroalimentación normal entre el cirujano
nar hipóxica (VPH). La VPH es un mecanismo compensatorio y el paciente se ve alterada, ya que los cirujanos son retirados
que permite al cuerpo desviar preferentemente la sangre de las de sus pacientes y reemplazados por voluminosos instrumentos de
regiones pulmonares pobres en oxígeno a las regiones ricas en acero. Por lo tanto, los pacientes corren un riesgo mucho mayor
oxígeno, y mejora el intercambio de gases desviando la sangre a de sufrir lesiones yatrógenas que sus pares no robóticos. Ade-
las zonas del pulmón que se ventilan normalmente.7 Este efecto más, esta separación del paciente y el trabajo desde el interior de
parece estar causado por los sensores mitocondriales que ins- la consola del cirujano dificulta la comunicación entre el equipo
piran a los canales de calcio con voltaje para aumentar el calcio de la sala de operaciones y el cirujano.
citosólico, lo que conduce a la vasoconstricción. Para reducir al mínimo las lesiones nerviosas, se debe pres-
La insuflación del peritoneo también disminuye la distensi- tar una cuidadosa atención a la posición del paciente. Dado
bilidad respiratoria y eleva las presiones en la vía aérea. Este el tamaño del robot, los brazos del paciente están pegados al
proceso dificulta cada vez más la ventilación y empeora la cuerpo y a menudo son inaccesibles durante una operación.
mencionada hipercapnia.10 Para mejorar la ventilación, se Una vez que el robot se ha acoplado, se dificulta el acceso
ha recomendado cambiar de modo de ventilación con control al paciente. Por lo tanto, si un profesional de anestesia está
de volumen a ventilación con control de presión (VCP). Sin considerando la posibilidad de un acceso intravenoso/arterial
embargo, en un ensayo aleatorio de pacientes sometidos a adicional, considere la posibilidad de colocar estas líneas des-
prostatectomía radical laparoscópica asistida por robot, se ha pués de la inducción de la anestesia y antes de acoplar el robot.
demostrado que, aparte de las presiones máximas inferiores La mejor práctica es colocar al menos dos catéteres intravenosos
de la vía aérea y de la mejora de la distensibilidad en el modo además de un manguito de presión arterial no invasiva, con
de VCP, no hubo ningún beneficio en otros parámetros, como la otro manguito y otra tubuladura adicionales antes de acoplar el
presión venosa central, la presión arterial pulmonar media, robot. Esto permite una mayor flexibilidad en la monitorización
la presión de enclavamiento capilar pulmonar, el índice car- intraoperatoria del paciente incluso durante períodos de acceso
díaco, la presión arterial de oxígeno, la presión media de la vía mínimo.
aérea, el espacio muerto fisiológico y la fracción de derivación Además, el tipo de procedimiento quirúrgico crea considera-
intrapulmonar.11 ciones de la colocación del paciente únicas. Si los cirujanos están
Los elevados niveles de CO2 también desplazan la curva de operando órganos pélvicos, los pacientes requieren una posición
disociación de la hemoglobina hacia la derecha a través del de Trendelenburg pronunciada. Por otra parte, si los pacientes
efecto Haldane. Este desplazamiento de la curva de disociación se someten a una cirugía de la pared abdominal, a menudo se
ayuda a llevar el oxígeno a los tejidos y provoca una isquemia requiere la posición supina.
ligeramente menor de lo que se esperaría.12-14 Una explicación Si se va a colocar a un paciente en posición de Trendelenburg
potencial para este fenómeno es que el dióxido de carbono ins- pronunciada, entonces la mejor práctica es colocar los brazos
pira el efecto Haldane y la VPH. del paciente pegados a su costado para minimizar la lesión sobre
el plexo braquial por hiperextensión de los brazos. Además de
Efectos vasculares cerebrales minimizar el riesgo de lesión del plexo braquial, los brazos de un
El aumento del CO2 absorbido por la insuflación también con- paciente pueden ser plegados a sus lados para permitir también
duce a la dilatación cerebrovascular. Aunque el CO2 lleva a que el acceso del robot al paciente. Se utilizan almohadillas de espu-
la sangre se aleje preferentemente de la vasculatura pulmonar, ma y silicona para proteger los nervios vulnerables. Si los brazos
el CO2 en la circulación cerebral lleva a la dilatación vascular del paciente no están plegados a los lados, hay que asegurarse
cerebral. Los anestesiólogos deben tener en cuenta el posible de que no se produzcan lesiones del plexo braquial debido a la
aumento de la presión intracraneal (PIC) que puede surgir de hiperextensión de los brazos. Puede ser necesario un acolchado
los niveles elevados de CO2.15,16 Además, una serie de proce- adicional para proteger la cara, la cabeza y el cuello del paciente
dimientos robóticos requieren una posición de Trendelenburg de los movimientos robóticos de los brazos, y es obligatoria la
muy marcada para permitir la visualización quirúrgica de las vigilancia por parte del equipo de anestesiólogos.
estructuras pélvicas, lo que también provoca un aumento de la Dada la necesidad de inmovilizar al paciente durante un
PIC. Los anestesiólogos deben ser conscientes del posible aumen- procedimiento, el bloqueo neuromuscular continuo es pri-
to de la PIC, especialmente en los casos en que los pacientes son mordial, ya que el movimiento del paciente resultante de una
portadores de una derivación ventriculoperitoneal debido a una intensa estimulación quirúrgica en el marco de una anestesia
elevación previa de la PIC. inadecuada o un bloqueo neuromuscular insuficiente puede
provocar lesiones importantes. Para permitir una parálisis
Efectos sistémicos de la hipercapnia titulable durante los casos robóticos, muchos clínicos realizan
La hipercapnia provocará una acidosis respiratoria, ya que el una perfusión continua de relajantes musculares. Como resul-
CO2 se combina con el agua y se metaboliza en iones de bicar- tado, es imperativa la monitorización continua del bloqueo
bonato e hidrógeno. Dado que el bicarbonato no amortigua neuromuscular. Muchos profesionales de anestesia colocan
eficazmente la acidosis inducida por la hipercapnia, se produce múltiples líneas intravenosas para que se puedan adminis-
una acidosis respiratoria.17,18 trar bolos de medicamentos y líquidos a través de una línea,
La hipercapnia aumentará los efectos de la anestesia. La mientras que las perfusiones de agentes bloqueantes vasoac-
hipercapnia aguda también dará lugar a una disminución del tivos o neuromusculares se pueden administrar a través
nivel de conciencia cuando la Paco2 exceda los 80 mmHg.19 de otra.
El aumento del CO2 también disminuye la contractilidad de Tenga en cuenta que los brazos del robot y la mesa quirúrgica
los miocitos y puede potencialmente aumentar la susceptibilidad pueden no moverse juntos. Por lo tanto, una vez que el robot
miocárdica a las arritmias.20 está acoplado y los brazos del robot están dentro del paciente,
es primordial evitar el movimiento disincrónico de la mesa qui-
Posición del paciente. La posición del paciente durante rúrgica para evitar lesiones por desgarro de los tejidos dentro
la cirugía robótica puede representar un desafío. Por definición, del paciente.
Descargado para Paola Escaneo Otero (paola.escaneo.otero@sergas.es) en Xunta de Galicia Consellería de Sanidade de ClinicalKey.es por Elsevier en diciembre
12, 2023. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2023. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
71 • Anestesia para cirugía robótica 2243
como prostatectomías, cistectomías y nefrectomías. También, las en el estómago, además de proteger los ojos del paciente. El
intervenciones ginecológicas comunes son las histerectomías, aumento de la PIC puede provocar apoplejías o hemorragias
las miomectomías y las ovariectomías. También se realizan en poblaciones vulnerables.
frecuentemente procedimientos hepatobiliares, colectomías, El manejo de los líquidos intravenosos también es muy
colecistectomías y herniorrafias. importante durante las prostatectomías robóticas y requiere
un equilibrio meticuloso. Demasiado líquido administrado antes
PROCEDIMIENTOS UROLÓGICOS de la reinserción de la vejiga y la uretra se asocia con un mayor
riesgo de fuga anastomótica postoperatoria.36 Sin embargo, el
El primer procedimiento urológico robótico se produjo en la uso de un control de líquidos demasiado restrictivo puede estar
década de los ochenta con el desarrollo del robot Unimate Puma asociado con la necrosis tubular aguda y el posible riesgo de
de Unimation.32 Unimate Puma era una máquina con seis ejes un síndrome compartimental debido a la hipotensión en las
de movimiento que permitía la rápida resección transuretral piernas. El riesgo de síndrome compartimental es probablemente
del tejido prostático (RTUP). Este aumento de la eficiencia y la inferior al 0,5%, y se asocia con casos más largos, obesidad y
disminución del tiempo de operación condujeron a una menor mala colocación.37
Descargado para Paola Escaneo Otero (paola.escaneo.otero@sergas.es) en Xunta de Galicia Consellería de Sanidade de ClinicalKey.es por Elsevier en diciembre
12, 2023. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2023. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
2244 SECCIÓN IV • Subespecialidades en el tratamiento del adulto
Cistectomía radical asistida por robot Sin embargo, a pesar del gran número de pacientes que se
someten a histerectomías robóticas, no está claro si la robótica
Las cistectomías son tradicionalmente una operación difícil, ya
es superior a los enfoques laparoscópicos tradicionales.54
que la hemostasia de líquidos, el manejo de fluidos y las comorbi-
La cirugía robótica para la resección del cáncer de endome-
lidades de los pacientes presentan desafíos únicos. El tratamiento
trio parece requerir más tiempo de operación quirúrgica, en
perioperatorio de estos pacientes es lo suficientemente difícil
particular porque los equipos quirúrgicos trabajan para sen-
como para que casi uno de cada cuatro pacientes tenga que ser
tirse más cómodos con el procedimiento;55 la habilidad en la
reingresado en el hospital después de una cistectomía radical.38,39
realización de la cirugía, aproximada por el tiempo quirúrgico,
Lamentablemente, los pacientes reingresados suelen permanecer
parece mejorar después de 20 a 30 casos.56 Ha aumentado la
en el hospital durante aproximadamente 1 semana.39,40
preocupación por la utilización del robot durante la cirugía
Desde 2003, se han realizado cistectomías radicales asistidas
de resección del cáncer de endometrio, ya que los resultados
por robot en quirófanos de todo el mundo.41 Aunque existen
parecen similares a los de la histerectomía laparoscópica, pero
varios ensayos controlados aleatorizados, hay una heterogenei-
el coste y los tiempos quirúrgicos son mayores.53,57 El American
dad en los datos, y se han extraído diversas conclusiones basadas
College of Obstetricians and Gynecologists (ACOG) sigue reco-
en los resultados a largo plazo de los pacientes.42-45 En general,
mendando la histerectomía vaginal como el enfoque preferido
la cistectomía radical asistida por robot parece tener una menor
para las enfermedades benignas, cuando es factible, debido a su
pérdida de sangre en comparación con las cistectomías abiertas.
menor tasa de complicaciones y su tiempo de recuperación más
Sin embargo, esta menor pérdida de sangre parece ser el resulta-
rápido. El ACOG afirma que la cirugía robótica debe estudiarse
do de un mayor tiempo quirúrgico. Cabe señalar que no parece
mejor para descubrir si un subgrupo particular de pacientes se
haber diferencia en la duración de la estancia en el hospital46
beneficiaría más con este enfoque.53
ni en las tasas de reingreso a las 2 semanas.47
Los profesionales han comenzado a realizar procedimientos
Las consideraciones anestésicas para los pacientes que se
robóticos en pacientes con obesidad mórbida, dadas las exigen-
someten a una cistectomía radical asistida por robot reflejan las
cias quirúrgicas físicas asociadas con la laparoscopia tradicional
consideraciones para los pacientes que se someten a una pros-
y el gran aumento de la morbilidad asociada con un enfoque
tatectomía radical asistida por robot. Es posible que se produzca
abdominal abierto. En general, los resultados perioperatorios
un Trendelenburg pronunciado, un aumento de la PIC y un
parecen ser similares.58,59 Sin embargo, la colocación de los
aumento de la presión ocular. Además, se requiere la necesidad
pacientes con obesidad mórbida en posición de Trendelenburg
de insuflación de CO2 para la visualización.48
pronunciada puede ser muy difícil. La posición de Trendelen-
Nefrectomía asistida por robot burg pronunciada, combinada con el neumoperitoneo necesario
para facilitar la exposición quirúrgica, puede crear desafíos
Durante los últimos 10 años, se han realizado nefrectomías radi- cardiovasculares y de ventilación. Si bien es posible que este
cales para tratar los cánceres renales, y a menudo se considera el subgrupo de pacientes (índice de masa corporal [IMC] > 40),
estándar de atención para los pacientes con tumores renales T1 que de otro modo requeriría un abordaje abdominal abierto,
y T2. Esta cirugía, que puede dar lugar a la curación del cáncer, se beneficie de la cirugía robótica mínimamente invasiva, estos
se ha realizado mediante una técnica abierta o laparoscópica. casos implican una gran cantidad de desafíos anestésicos.
En el último decenio, los cirujanos han empezado a recurrir a
la asistencia robótica para realizar estas cirugías.49 Otras cirugías ginecológicas
La cirugía asistida por robot, en comparación con la cirugía
Debido a la curva de aprendizaje bastante pronunciada de la
laparoscópica tradicional, puede permitir una mejor visualiza-
pexia sacra, se cree que la asistencia de los robots facilita este
ción del campo quirúrgico y un mayor grado de articulación de
procedimiento técnicamente difícil. Ensayos aleatorizados y
los brazos quirúrgicos. Además, varios metaanálisis demuestran
controlados han mostrado resultados similares con las cirugías
resultados perioperatorios similares o ligeramente mejorados
robóticas comparadas con las laparoscópicas. Sin embargo, los
cuando se comparan las intervenciones laparoscópicas con las
casos robóticos pueden tener un mayor tiempo quirúrgico, un
intervenciones asistidas por robots.50,51
mayor dolor postoperatorio y un mayor coste.53 Las miomec-
A pesar de las numerosas revisiones de la literatura y los
tomías con asistencia robótica pueden permitir cirugías más
metaanálisis que comparan la cirugía laparoscópica y la robó-
mínimamente invasivas que de otra manera ocurrirían debido
tica, hay muy pocos estudios prospectivos que comparen las
a la ubicación de los fibromas y al alto IMC del paciente.
complicaciones perioperatorias y los costes quirúrgicos. Sin
La cirugía asistida por robots para las afecciones ginecológi-
embargo, se han documentado aumentos en los costes y los
cas malignas ha sido poco estudiada y solo se dispone de com-
tiempos quirúrgicos asociados a las nefrectomías robóticas en
paraciones retrospectivas. Se prefirió la asistencia de robots a un
comparación con un enfoque laparoscópico tradicional.49
enfoque abierto debido a la disminución del coste, la duración
de la estancia y las complicaciones. Un reciente metaanálisis
CIRUGÍA GINECOLÓGICA centrado en el cáncer de endometrio concluyó que la cirugía
robótica frente a la laparoscopia tenía una duración similar
Desde 1999, la cirugía robótica se ha utilizado en procedimientos de la cirugía, pero una estancia hospitalaria más corta, menos
ginecológicos. Inicialmente, se utilizaron procedimientos robóticos pérdida de sangre, menos conversiones a laparotomía y com-
para repermeabilizar las trompas de Falopio después de una este- plicaciones generales, pero un coste más elevado.60
rilización permanente, y actualmente se están utilizando para la La ACOG no recomienda el uso del robot para cirugías de
histerectomía, la ovariosalpingectomía, la reparación de fístulas corta duración y baja complejidad, como la ligadura de trompas,
vesicovaginales, la pexia sacra y la resección de quistes de ovarios.52 la resección de quistes de ovario simples, el embarazo ectópico
o la ovariosalpingectomía bilateral.53
Histerectomía asistida por robot
Después de la primera cirugía ginecológica asistida por robot, Cirugía general
la asistencia robótica se aplicó rápidamente a las histerecto- Colectomía. En 1997, los cirujanos generales de Bélgica
mías, el segundo procedimiento quirúrgico más comúnmente aplicaron técnicas robóticas a sus pacientes cuando se realizó
realizado en EE. UU.53 la primera colecistectomía laparoscópica asistida por robot.52
Descargado para Paola Escaneo Otero (paola.escaneo.otero@sergas.es) en Xunta de Galicia Consellería de Sanidade de ClinicalKey.es por Elsevier en diciembre
12, 2023. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2023. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
71 • Anestesia para cirugía robótica 2245
Sin embargo, a pesar de muchos estudios examinados por Si bien las cirugías robóticas se asocian con un aumento de
homólogos, un metaanálisis reciente no encontró diferencias los costes intraoperatorios, los costes generales de esos proce-
significativas entre las cirugías de colectomía laparoscópica y dimientos pueden disminuir, ya que generalmente se asocian
robótica. Esta falta de diferencias se debe tal vez, en gran parte, con períodos de ingreso más cortos en comparación con las
al bajo número de pacientes de esos estudios. Además, existía intervenciones abiertas.75 Por lo tanto, la cirugía robótica en el
una heterogeneidad significativa en los estudios que podría manejo de pacientes que requieren cirugía hepatobiliar sigue
haber dificultado la obtención de resultados.61 siendo un campo en evolución.
En un análisis de mejora de la calidad, las colectomías
robóticas se asociaron con aumentos estadísticamente sig- Otorrinolaringología
nificativos de los costes de la intervención en comparación Hay más de medio millón de casos de cáncer de cabeza y cuello
con las técnicas laparoscópicas tradicionales y con tiempos en el mundo.76
de operación más prolongados. 62 Sin embargo, este argu- A medida que los otorrinolaringólogos modernizan su enfo-
mento económico puede verse atenuado por una posible que de las patologías benignas y malignas, han recurrido a
disminución de la duración de la estancia, como se puso enfoques asistidos por robots para reemplazar las disecciones
de manifiesto en un examen retrospectivo de una base de de cuello más grandes y más invasivas que se necesitaban para
datos del National Surgical Quality Improvement Program eliminar los cánceres orales.
de 17.000 colectomías.24
Descargado para Paola Escaneo Otero (paola.escaneo.otero@sergas.es) en Xunta de Galicia Consellería de Sanidade de ClinicalKey.es por Elsevier en diciembre
12, 2023. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2023. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
2246 SECCIÓN IV • Subespecialidades en el tratamiento del adulto
Descargado para Paola Escaneo Otero (paola.escaneo.otero@sergas.es) en Xunta de Galicia Consellería de Sanidade de ClinicalKey.es por Elsevier en diciembre
12, 2023. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2023. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
71 • Anestesia para cirugía robótica 2247
Figura 71.11 Puertos de entrada para la cirugía de injerto de derivación arterial coronaria. Los trocares se colocan en los espacios intercostales tercero,
sexto y octavo. Se emplean posiciones similares cuando se realiza una disección bilateral de las arterias mamarias internas.
Descargado para Paola Escaneo Otero (paola.escaneo.otero@sergas.es) en Xunta de Galicia Consellería de Sanidade de ClinicalKey.es por Elsevier en diciembre
12, 2023. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2023. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
2248 SECCIÓN IV • Subespecialidades en el tratamiento del adulto
Descargado para Paola Escaneo Otero (paola.escaneo.otero@sergas.es) en Xunta de Galicia Consellería de Sanidade de ClinicalKey.es por Elsevier en diciembre
12, 2023. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2023. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
71 • Anestesia para cirugía robótica 2249
difícil, por lo que se debe establecer un plan de cómo acceder a la paciente que acompañan a las cirugías robóticas permitirá a los
vía aérea con un broncoscopio de fibra óptica antes de iniciar anestesiólogos atender mejor a sus pacientes.
la parte robótica del caso. Es importante señalar que un fracaso en
la intubación selectiva de los pulmones provocará la incapacidad
de completar la cirugía a través de RATS.110 Agradecimientos
La insuflación de CO2 ayuda a conseguir una exposición qui-
rúrgica adecuada movilizando el mediastino y comprimiendo Los autores desean agradecer a Sumeet Goswami, Priya Kumar
simultáneamente el pulmón lejos del lugar de la operación. y Berend Mets las contribuciones que hicieron en ediciones
Desafortunadamente, la insuflación de CO2 puede llevar a la anteriores de este capítulo.
inestabilidad hemodinámica y dificultar el manejo de la hiper-
capnia durante la ventilación de un solo pulmón. También puede Bibliografía completa disponible online en expertconsult.com.
causar embolia gaseosa venosa, disminución del retorno venoso
y colapso cardíaco si se desarrolla una insuficiencia cardíaca Bibliografía
derecha.
1. Intuitive Surgical I. da Vinci Gynecology. 2018. http://davincisurgery.
El anestesiólogo también debe estar preparado para una com/da-vinci-gynecology/.
posible conversión a toracotomía abierta debido a una hemo- 2. Ashrafian H, et al. Br J Anaesth. 2017; 119(suppl 1):i72–i84.
rragia o a la incapacidad de obtener una exposición quirúrgica 3. Hemmerling TM, et al. Anesth Analg. 2012;114(3):590–594.
adecuada.111 En un metaanálisis reciente, la incidencia de con- 4. Hemmerling TM, et al. Br J Anaesth. 2012;108(6):1011–1016.
versión de RATS a toracotomía abierta durante las resecciones 5. Hemmerling TM, Terrasini N. Curr Opin Anaesthesiol. 2012;25(6):736–
pulmonares fue del 0 al 19%.114,115 La curva de aprendizaje de 742.
6. Zorko N, et al. J Int Med Res. 2011;39(3):1084–1089.
los nuevos cirujanos también es bastante pronunciada duran- 7. Kaye AD, et al. Ochsner J. 2013;13(4):517–524.
te los primeros 20 casos. Debe preverse un aumento de los pro- 8. Choi SJ, et al. Anaesthesia. 2006;61(5):439–443.
blemas operativos para los cirujanos que aprenden a utilizar el 9. Ott DE. Subcutaneous emphysema--beyond the pneumoperitoneum.
robot.114,115 JSLS. 2014;18(1):1–7.
Otro posible escollo de las RATS es que el daño a la pleura 10. Andersson LE, et al. Anesthesiology. 2005;102(2):293–299.
puede permitir que la insuflación de CO2 se extienda al pulmón 11. Choi EM, et al. J Clin Anesth. 2011;23(3):183–188.
12. Dick CR, et al. Am J Respir Crit Care Med. 1997;155(2):609–614.
ventilado causando una difícil ventilación y posiblemente 13. Christiansen J, et al. J Physiol. 1914;48(4):244–271.
causando un neumotórax a tensión o un grave enfisema 14. Strang CM, et al. Minerva Anestesiol. 2013;79(6):617–625.
subcutáneo –ambos pueden producir una afectación hemo- 15. Price HL. Anesthesiology. 1960;21:652–663.
dinámica–.114 16. Juan G, et al. N Engl J Med. 1984;310(14):874–879.
Los estudios que comparan los datos de los resultados de la 17. Patel S, Sharma S. Physiology, Acidosis, Respiratory. StatPearls. Treasure
VATS con los de la RATS en procedimientos más habituales Island (FL). StatPearls Publishing LLC; 2018.
18. Hyneck ML. Am J Hosp Pharm. 1985;42(9):1992–2004.
están aumentando. Como podría esperarse de cualquier pro- 19. Kazemi H. Cerebrospinal Fluid and the Control of Ventilation. 2nd ed.
cedimiento complejo, los resultados de las lobulectomías de Philadelphia: Lippincott-Raven Publishers; 1997.
RATS son mejores en los centros de alto volumen.116 Como 20. Gutt CN, et al. Dig Surg. 2004;21(2):95–105.
se muestra en otras disciplinas quirúrgicas, las lobulectomías 21. Geerts BF, et al. J Clin Anesth. 2012;24(8):668–674.
de RATS de mayor duración tienen resultados similares a las 22. Gok F, et al. Int J Clin Exp Med. 2015;8(10):19037–19043.
lobulectomías de VATS. Sin embargo, la cirugía robótica sí tiene 23. Martin JT. AANA J. 1995;63(1):29–36.
24. Miller PE, et al. J Am Coll Surg. 2016;223(2):369–373.
mayores costes en comparación con las alternativas laparos- 25. Sonny A, et al. J Anesth. 2017;31(5):692–702.
cópicas.117,118 En una investigación sobre el tratamiento de 26. Davies BL, et al. Proc Inst Mech Eng H. 1991;205(1):35–38.
los timomas de etapa temprana comparando la cirugía abierta 27. Sheeder J, et al. Gynecologic Oncology. 2015;137:54.
con la VATS y la RATS, el abordaje robótico se asoció con una 28. Raz O, et al. J Urol. 2015;193(4):1213–1219.
duración de ingreso reducida y tuvo un perfil de complicacio- 29. Awad H, et al. Anesth Analg. 2009;109(2):473–478.
nes similar al de la VATS.119 En el caso de las esofagectomías, 30. Hoshikawa Y, et al. Br J Ophthalmol. 2014;98(3):305–308.
31. Nguyen NT, et al. J Am Coll Surg. 2002;195(4):476–483.
la RATS –aunque tiene una duración quirúrgica más larga 32. Moran ME. J Robot Surg. 2007;1(2):103–111.
que un abordaje mínimamente invasivo– tiene un perfil de 33. Lane T. Ann R Coll Surg Engl. 2018;100(suppl 6):5–7.
resultados similar.120 34. Taketani Y, et al. PLoS One. 2015;10(4):e0123361.
A medida que se empiezan a utilizar enfoques robóticos en lugar 35. Olympio MA. BJU Int. 2013;112(8):1060–1061.
de abiertos en cirugías más complejas, esperamos ver una mejora 36. Piegeler T, et al. BMC Anesthesiol. 2014;14:61.
en los resultados de los pacientes y posiblemente una reducción 37. Pridgeon S, et al. BJU Int. 2013;112(4):485–488.
38. Stimson CJ, et al. J Urol. 2010;184(4):1296–1300.
de los costes.108,121 39. Hu M, et al. Cancer. 2014;120(9):1409–1416.
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Descargado para Paola Escaneo Otero (paola.escaneo.otero@sergas.es) en Xunta de Galicia Consellería de Sanidade de ClinicalKey.es por Elsevier en diciembre
12, 2023. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2023. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
2250 SECCIÓN IV • Subespecialidades en el tratamiento del adulto
56. Lin JF, et al. Int J Gynaecol Obstet. 2014;124(1):88–91. 89. Bonaros N, et al. Ann Thorac Surg. 2006;82(2):687–693.
57. Wright JD, et al. JAMA. 2013;309(7):689–698. 90. Morgan JA, et al. Ann Thorac Surg. 2004;77(4):1328–1333.
58. Nawfal AK, et al. J Minim Invasive Gynecol. 2011;18(3):328–332. 91. Rodriguez E, et al. Int J Med Robot. 2006;2(3):211–215.
59. Pursell N, et al. J Minim Invasive Gynecol. 2017;24(7):S155. 92. Suematsu Y, et al. Ann Thorac Surg. 2005;80(6):2309–2313.
60. Ind T, et al. Int J Med Robot. 2017; 13(4). 93. Katz MR, et al. Circulation. 2006;114(suppl 1):I473–476.
61. Solaini L, et al. Surg Endosc. 2018;32(3):1104–1110. 94. Argenziano M, et al. Ann Thorac Surg. 2006;81(5):1666–1674. dis-
62. Dolejs SC, et al. Surg Endosc. 2017;31(6):2387–2396. cussion 1674–1665.
63. Huang Y, et al. Surgery. 2017;161(3):628–636. 95. Kypson AP. Cardiology. 2007;107(3):147–158.
64. Hagen ME, et al. Surg Endosc. 2018;32(3):1550–1555. 96. Gillinov AM. J Interv Card Electrophysiol. 2005;13(2):115–124.
65. Breitenstein S, et al. Ann Surg. 2008;247(6):987–993. 97. DeRose JJ, Kypson AP. Am J Surg. 2004; 188(suppl 4A):104s–111s.
66. Balachandran B, et al. World J Surg. 2017;41(5):1246–1253. 98. Vassiliades TA. Heart Surg Forum. 2002;5(2):119–124.
67. van der Linden YT, et al. J La paroendosc Adv Surg Tech A. 99. Reichenspurner H, et al. Ann Thorac Surg. 2000;69(4):1176–1181.
2016;26(11):857–861. discussion 1181–1172.
68. Cherqui D. Br J Surg. 2003;90(6):644–646. 100. Bakir I, et al. Ann Thorac Surg. 2007;83(1):331–340.
69. Couinaud C. Presse Med. 1954;62(33):709–712. 101. Gerosa G, et al. Eur J Cardiothorac Surg. 2004;26(2):450–452.
70. Croome KP, Yamashita MH. Arch Surg. 2010;145(11):1109–1118. 102. Thomas D, et al. J Electrocardiol. 2012;45(2):95–101.
71. Croner RS, et al. Langenbecks Arch Surg. 2016;401(5):707–714. 103. Augustin F, et al. Int J Med Robot. 2006;2(3):262–270.
72. Goja S, et al. Int J Surg Case Rep. 2017;33:16–20. 104. Bodner JC, et al. Ann Thorac Surg. 2005;80(4):1202–1206.
73. Magistri P, et al. J Surg Res. 2017;217:92–99. 105. Kernstine KH, et al. Surg Endosc. 2007;21(12):2285–2292.
74. Felli E, et al. Updates Surg. 2015;67(1):27–32. 106. Gharagozloo F, et al. Ann Thorac Surg. 2008;85(6):1880–1885. dis-
75. Beard RE, Tsung A. Cancer Control. 2017; 24(3). 1073274817729234. cussion 1885–1886.
76. Dias FL, et al. Curr Opin Oncol. 2017. 107. Gharagozloo F, et al. Ann Thorac Surg. 2009;88(2):380–384.
77. Sperry SM, et al. ORL J Otorhinolaryngol Relat Spec. 2014;76(6):342– 108. Louie BE. Thorac Surg Clin. 2014;24(2):169–175. vi.
352. 109. Kernstine KH, Waters JK. J Thorac Cardiovasc Surg. 2018;155(2):787–
78. Weinstein GS, et al. Laryngoscope. 2012;122(8):1701–1707. 788.
79. Holsinger FC. Laryngoscope. 2016;126(4):864–869. 110. Steenwyk B, Lyerly R 3rd. Anesthesiol Clin. 2012;30(4):699–708.
80. Kavanagh KT. Laryngoscope. 1994; 104(3 Pt 1):283–293. 111. Campos JH. Curr Opin Anaesthesiol. 2010;23(1):1–6.
81. We i n s t e i n G S, e t a l . A rch O t o l a r y n g o l H e a d N e ck S u rg . 112. Zhang Y, et al. Ann Transl Med. 2015;3(5):71.
2007;133(12):1220–1226. 113. Kernstine KH. Am J Surg. 2004; 188(suppl 4A):89s–97s.
82. De Ceulaer J, et al. Int J Oral Maxillofac Surg. 2012;41(11):1311–1324. 114. Campos J, Ueda K. Minerva Anestesiol. 2014;80(1):83–88.
83. Bekeny JR, Ozer E. World J Otorhinolaryngol Head Neck Surg. 115. Cao C, et al. Ann Cardiothorac Surg. 2012;1(1):3–10.
2016;2(2):130–135. 116. Tchouta LN, et al. Chest. 2017;151(2):329–339.
84. Moore EJ, et al. Clin Anat. 2012;25(1):135–141. 117. Bao F, et al. J Thorac Dis. 2016;8(7):1798–1803.
85. Lorincz BB, et al. Ann Surg Oncol. 2015;22(suppl 3):S1028–1033. 118. Louie BE, et al. Ann Thorac Surg. 2016;102(3):917–924.
86. Nataf P, et al. J Card Surg. 2000;15(4):278–282. 119. Qian L, et al. J Thorac Dis. 2017;9(7):1997–2005.
87. Loulmet D, et al. J Thorac Cardiovasc Surg. 1999;118(1):4–10. 120. He H, et al. J Cardiothorac Surg. 2018;13(1):52.
88. Argenziano M, et al. Circulation. 2003; 108(suppl 1):Ii191–Ii194. 121. Kuo SW, et al. J Thorac Dis. 2017;9(9):3105–3113.
Descargado para Paola Escaneo Otero (paola.escaneo.otero@sergas.es) en Xunta de Galicia Consellería de Sanidade de ClinicalKey.es por Elsevier en diciembre
12, 2023. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2023. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
71 • Anestesia para cirugía robótica 2250.e1
laparoscopic vs robotic colectomy. J Am Coll Surg. 2016;223(2):369- meta-analysis. Ann Surg Oncol. 2017;24(8):2420-2428.
373. 51. Leow JJ, et al. Outcomes of robotic versus laparoscopic partial
25. Sonny A, et al. The response to Trendelenburg position is minimally nephrectomy: an updated meta-analysis of 4,919 patients. J Urol.
affected by underlying hemodynamic conditions in patients with 2016;196(5):1371-1377.
aortic stenosis. J Anesth. 2017;31(5):692-702. 52. Himpens J, et al. Telesurgical laparoscopic cholecystectomy. Surg
26. Davies BL, et al. The development of a surgeon robot for prostatecto- Endosc. 1998;12(8):1091.
mies. Proc Inst Mech Eng H. 1991;205(1):35-38. 53. Committee opinion no. 628: robotic surgery in gynecology. Obstet
27. Sheeder J, et al. Prolonged steep Trendelenburg positioning increases Gynecol. 2015;125(3):760-767.
the risk of postoperative morbidity in patients undergoing robotic 54. Lim PC, et al. Multicenter analysis comparing robotic, open, laparos-
surgery for presumed gynecologic malignancy. Gynecologic Oncology. copic, and vaginal hysterectomies performed by high-volume surgeons
2015;137:54. for benign indications. Int J Gynaecol Obstet. 2016;133(3):359-364.
28. Raz O, et al. The effect of the modified Z Trendelenburg position on intrao- 55. Torng PL, et al. Learning curve in concurrent application of laparos-
cular pressure during robotic assisted laparoscopic radical prostatec- copic and robotic-assisted hysterectomy with lymphadenectomy in
tomy: a randomized, controlled study. J Urol. 2015;193(4):1213-1219. endometrial cancer. Taiwan J Obstet Gynecol. 2017;56(6):781-787.
29. Awad H, et al. The effects of steep Trendelenburg positioning on 56. Lin JF, et al. Learning curve analysis of the first 100 robotic-assisted
intraocular pressure during robotic radical prostatectomy. Anesth laparoscopic hysterectomies performed by a single surgeon. Int J
Analg. 2009;109(2):473-478. Gynaecol Obstet. 2014;124(1):88-91.
Descargado para Paola Escaneo Otero (paola.escaneo.otero@sergas.es) en Xunta de Galicia Consellería de Sanidade de ClinicalKey.es por Elsevier en diciembre
12, 2023. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2023. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
2250.e2 SECCIÓN IV • Subespecialidades en el tratamiento del adulto
57. Wright JD, et al. Robotically assisted vs laparoscopic hysterec- 85. Lorincz BB, et al. Two-year survival analysis of 50 consecutive head and
tomy among women with benign gynecologic disease. JAMA. neck cancer patients treated with transoral robotic surgery in a single
2013;309(7):689-698. European centre. Ann Surg Oncol. 2015;22(suppl 3):S1028-1033.
58. Nawfal AK, et al. Effect of body mass index on robotic-assisted total 86. Nataf P, et al. Thoracoscopic IMA takedown. J Card Surg.
laparoscopic hysterectomy. J Minim Invasive Gynecol. 2011;18(3):328- 2000;15(4):278-282.
332. 87. Loulmet D, et al. Endoscopic coronary artery bypass grafting with
59. Pursell N, et al. Outcomes of robotic-assisted laparoscopic hyste- the aid of robotic assisted instruments. J Thorac Cardiovasc Surg.
rectomy stratified by body mass index. J Minim Invasive Gynecol. 1999;118(1):4-10.
2017;24(7):S155. 88. Argenziano M, et al. Totally endoscopic atrial septal defect repair with
60. Ind T, et al. A comparison of operative outcomes between standard robotic assistance. Circulation. 2003;108(suppl 1) II191–II194.
and robotic laparoscopic surgery for endometrial cancer: a systematic 89. Bonaros N, et al. Robotically assisted totally endoscopic atrial septal
review and meta-analysis. Int J Med Robot. 2017;13(4.). defect repair: insights from operative times, learning curves, and
61. Solaini L, et al. Robotic versus laparoscopic right colectomy: an updated clinical outcome. Ann Thorac Surg. 2006;82(2):687-693.
systematic review and meta-analysis. Surg Endosc. 2018;32(3):1104- 90. Morgan JA, et al. Robotic techniques improve quality of life in
1110. patients undergoing atrial septal defect repair. Ann Thorac Surg.
62. Dolejs SC, et al. Laparoscopic versus robotic colectomy: a natio- 2004;77(4):1328-1333.
nal surgical quality improvement project analysis. Surg Endosc. 91. Rodriguez E, et al. Robotic mitral surgery at East Carolina University:
2017;31(6):2387-2396. a 6 year experience. Int J Med Robot. 2006;2(3):211-215.
63. Huang Y, et al. Robotic cholecystectomy versus conventional laparos- 92. Suematsu Y, Mora BN, Mihaljevic T, del Nido PJ. Totally endoscopic
copic cholecystectomy: a meta-analysis. Surgery. 2017;161(3):628- robotic-assisted repair of patent ductus arteriosus and vascular ring
636. in children. Ann Thorac Surg. 2005;80(6):2309-2313.
64. Hagen ME, et al. Robotic single-site versus multiport laparoscopic 93. Katz MR, et al. Integrated coronary revascularization: percutaneous
cholecystectomy: a case-matched analysis of short- and long-term coronary intervention plus robotic totally endoscopic coronary artery
costs. Surg Endosc. 2018;32(3):1550-1555. bypass. Circulation. 2006;114(suppl 1):I473-476.
65. Breitenstein S, et al. Robotic-assisted versus laparoscopic cholecys- 94. Argenziano M, et al. Results of the prospective multicenter trial of
tectomy: outcome and cost analyses of a case-matched control study. robotically assisted totally endoscopic coronary artery bypass grafting.
Ann Surg. 2008;247(6):987-993. Ann Thorac Surg. 2006;81(5):1666-1674 discussion 1674-1665.
66. Balachandran B, et al. A comparative study of outcomes between 95. Kypson AP. Recent trends in minimally invasive cardiac surgery.
single-site robotic and multi-port laparoscopic cholecystectomy: an Cardiology. 2007;107(3):147-158.
experience from a tertiary care center. World J Surg. 2017;41(5):1246- 96. Gillinov AM. Surgical ablation of atrial fibrillation. J Interv Card Elec-
1253. trophysiol. 2005;13(2):115-124.
67. van der Linden YT, et al. Robotic single-port laparoscopic cholecys- 97. DeRose JJ, Kypson AP. Robotic arrhythmia surgery and resynchroni-
tectomy is safe but faces technical challenges. J Laparoendosc Adv Surg zation. Am J Surg. 2004;188(suppl 4A) 104s–111s.
Tech A. 2016;26(11):857-861. 98. Vassiliades TA. Technical aids to performing thoracoscopic robotically-
68. Cherqui D. Laparoscopic liver resection. Br J Surg. 2003;90(6):644- assisted internal mammary artery harvesting. Heart Surg Forum.
646. 2002;5(2):119-124.
69. Couinaud C. [Liver lobes and segments: notes on the anatomical 99. Reichenspurner H, et al. Three-dimensional video and robot-assisted
architecture and surgery of the liver ]. Presse Med. 1954;62(33):709- port-access mitral valve operation. Ann Thorac Surg. 2000;69(4):1176-
712. 1181 discussion 1181-1172.
70. Croome KP, Yamashita MH. Laparoscopic vs open hepatic resection for 100. Bakir I, et al. Current strategies in the surgical treatment of atrial
benign and malignant tumors: an updated meta-analysis. Arch Surg. fibrillation: review of the literature and Onze Lieve Vrouw Clinic’s
2010;145(11):1109-1118. strategy. Ann Thorac Surg. 2007;83(1):331-340.
71. Croner RS, et al. Robotic liver surgery for minor hepatic resections: 101. Gerosa G, et al. Totally endoscopic robotic-guided pulmonary veins
a comparison with laparoscopic and open standard procedures. Lan- ablation: an alternative method for the treatment of atrial fibrillation.
genbecks Arch Surg. 2016;401(5):707-714. Eur J Cardiothorac Surg. 2004;26(2):450-452.
72. Goja S, et al. Robotics in hepatobiliary surgery-initial experience, first 102. Thomas D, et al. Initial experience with robotic navigation for catheter
reported case series from India. Int J Surg Case Rep. 2017;33:16-20. ablation of paroxysmal and persistent atrial fibrillation. J Electrocardiol.
73. Magistri P, et al. Laparoscopic versus robotic surgery for hepatocellular 2012;45(2):95-101.
carcinoma: the first 46 consecutive cases. J Surg Res. 2017;217:92-99. 103. Augustin F, et al. The robotic approach for mediastinal lesions. Int J
74. Felli E, et al. Robotic liver surgery: preliminary experience in a tertiary Med Robot. 2006;2(3):262-270.
hepato-biliary unit. Updates Surg. 2015;67(1):27-32. 104. Bodner JC, et al. Robotic-assisted thoracoscopic surgery (RATS)
75. Beard RE, Tsung A. Minimally invasive approaches for surgical for benign and malignant esophageal tumors. Ann Thorac Surg.
management of primary liver cancers. Cancer Control. 2017;24(3.) 2005;80(4):1202-1206.
1073274817729234. 105. Kernstine KH, et al. The first series of completely robotic esophagec-
76. Dias FL, et al. The role of transoral robotic surgery in the management tomies with three-field lymphadenectomy: initial experience. Surg
of oropharyngeal cancer. Curr Opin Oncol. 2017;. Endosc. 2007;21(12):2285-2292.
77. Sperry SM, et al. The University of Pennsylvania curriculum for 106. Gharagozloo F, et al. Robot-assisted thoracoscopic lobectomy for
training otorhinolaryngology residents in transoral robotic surgery. early-stage lung cancer. Ann Thorac Surg. 2008;85(6):1880-1885
ORL J Otorhinolaryngol Relat Spec. 2014;76(6):342-352. discussion 1885-1886.
78. Weinstein GS, et al. Transoral robotic surgery: a multicenter study 107. Gharagozloo F, et al. Robot-assisted lobectomy for early-stage
to assess feasibility, safety, and surgical margins. Laryngoscope. lung cancer: report of 100 consecutive cases. Ann Thorac Surg.
2012;122(8):1701-1707. 2009;88(2):380-384.
79. Holsinger FC. A flexible, single-arm robotic surgical system for transo- 108. Louie BE. Robotic pneumonectomy. Thorac Surg Clin. 2014;24(2):169-
ral resection of the tonsil and lateral pharyngeal wall: next-generation 175 vi.
robotic head and neck surgery. Laryngoscope. 2016;126(4):864-869. 109. Kernstine KH, Waters JK. To robot or not to robot: is that really the
80. Kavanagh KT. Applications of image-directed robotics in otolaryn- question? J Thorac Cardiovasc Surg. 2018;155(2):787-788.
gologic surgery. Laryngoscope. 1994;104(3 Pt 1):283-293. 110. Steenwyk B, Lyerly R. Advancements in robotic-assisted thoracic
81. Weinstein GS, et al. Transoral robotic surgery: radical tonsillectomy. surgery. Anesthesiol Clin. 2012;30(4):699-708.
Arch Otolaryngol Head Neck Surg. 2007;133(12):1220-1226. 111. Campos JH. An update on robotic thoracic surgery and anesthesia.
82. De Ceulaer J, et al. Robotic surgery in oral and maxillofacial, craniofa- Curr Opin Anaesthesiol. 2010;23(1):1-6.
cial and head and neck surgery: a systematic review of the literature. 112. Zhang Y, et al. Anesthesia of robotic thoracic surgery. Ann Transl Med.
Int J Oral Maxillofac Surg. 2012;41(11):1311-1324. 2015;3(5):71.
83. Bekeny JR, Ozer E. Transoral robotic surgery frontiers. World J Otorhi- 113. Kernstine KH. Robotics in thoracic surgery. Am J Surg. 2004;188(suppl
nolaryngol Head Neck Surg. 2016;2(2):130-135. 4A) 89s–97s.
84. Moore EJ, et al. Transoral robotic surgery of the oropharynx: clinical 114. Campos J, Ueda K. Update on anesthetic complications of robotic
and anatomic considerations. Clin Anat. 2012;25(1):135-141. thoracic surgery. Minerva Anestesiol. 2014;80(1):83-88.
Descargado para Paola Escaneo Otero (paola.escaneo.otero@sergas.es) en Xunta de Galicia Consellería de Sanidade de ClinicalKey.es por Elsevier en diciembre
12, 2023. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2023. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
71 • Anestesia para cirugía robótica 2250.e3
115. Cao C, et al. A systematic review and meta-analysis on pulmonary lung cancer using the Society of Thoracic Surgeons database. Ann
resections by robotic video-assisted thoracic surgery. Ann Cardiothorac Thorac Surg. 2016;102(3):917-924.
Surg. 2012;1(1):3-10. 119. Qian L, et al. A comparison of three approaches for the treatment of early-
116. Tchouta LN, et al. Hospital volume and outcomes of robot-assisted stage thymomas: robot-assisted thoracic surgery, video-assisted thoracic
lobectomies. Chest. 2017;151(2):329-339. surgery, and median sternotomy. J Thorac Dis. 2017;9(7):1997-2005.
117. Bao F, et al. Comparison of robotic and video-assisted thoracic sur- 120. He H, et al. Short-term outcomes of robot-assisted minimally invasive
gery for lung cancer: a propensity-matched analysis. J Thorac Dis. esophagectomy for esophageal cancer: a propensity score matched
2016;8(7):1798-1803. analysis. J Cardiothorac Surg. 2018;13(1):52.
118. Louie BE, et al. Comparison of video-assisted thoracoscopic surgery 121. Kuo SW, et al. Robot-assisted thoracic surgery for complex procedures.
and robotic approaches for clinical stage I and stage II non-small cell J Thorac Dis. 2017;9(9):3105-3113.
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Descargado para Paola Escaneo Otero (paola.escaneo.otero@sergas.es) en Xunta de Galicia Consellería de Sanidade de ClinicalKey.es por Elsevier en diciembre
12, 2023. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2023. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.