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Esta aplicación arbitraria causa un perjuicio a los derechos del contribuyente como son el

debido procedimiento y la seguridad jurídica. Analicemos entonces, una adecuada


interpretación del error material dentro de un procedimiento de fiscalización. El numeral 2 del
artículo 108 del CT señala que luego de su notificación, la AT solo podrá revocar, modificar,
sustituir o complementar sus actos cuando detecte que se han presentado circunstancias
posteriores a su emisión que demuestran su improcedencia o cuando se trate de errores
materiales, tales como los de redacción o cálculo.

Como se observa, dicho artículo solo pone ejemplos de error material (tales como de
redacción o de cálculo) pero no señala jurídicamente qué se debe entender por error
material, es por ello que se recurre supletoriamente a la Ley 27444 cuyo artículo 212
señala que “los errores material o aritmético en los actos administrativos pueden ser
rectificados con efecto retroactivo, en cualquier momento, de oficio o a instancia de los
administrados, siempre que no se altere lo sustancial de su contenido ni el sentido de
la decisión”.

En efecto, el Tribunal Fiscal en la RTF N° 3596-Q-2019 señaló que lo expuesto en el


artículo 108 del CT es de carácter excepcional, lo que guarda concordancia con el
principio de seguridad jurídica, y que la corrección de los errores materiales mediante
su rectificación tiene por finalidad corregir actos válidos y eficaces no pretendiéndose
con dicho mecanismo revisar el proceso de formación de voluntad.

¿Qué es el informe de fiscalización?


El informe de fiscalización es un instrumento fundamental en el
ámbito del Derecho Tributario, ya que permite a la Administración
Tributaria ejercer sus potestades de comprobación e investigación
para asegurar el cumplimiento de las obligaciones tributarias por
parte de los contribuyentes.
Sin embargo, en dicho proceso pueden surgir errores aritméticos y de
valoración de prueba que, de no ser debidamente atendidos, pueden
llevar a una violación al debido proceso y, por ende, afectar la validez
de las actuaciones administrativas.

En primer lugar, es importante destacar que el debido proceso es un


principio constitucional que garantiza a los ciudadanos el acceso a un
proceso justo y equitativo, en el cual se respeten sus derechos
fundamentales y se les brinde la oportunidad de defenderse
adecuadamente frente a las pretensiones de la Administración. En el
ámbito tributario, el debido proceso se materializa a través de una
serie de garantías procesales que buscan asegurar la imparcialidad,
transparencia y legalidad de las actuaciones de la Administración
Tributaria.
Uno de los errores que pueden surgir en el informe de fiscalización
son los errores aritméticos. Estos errores pueden darse en el cálculo
de las bases imponibles, en la aplicación de las tarifas tributarias o en
la determinación de las deducciones y exenciones aplicables. Cuando
se presentan errores aritméticos en el informe de fiscalización, se
corre el riesgo de establecer una liquidación tributaria incorrecta, lo
cual puede generar una vulneración al principio de capacidad
contributiva y, en última instancia, al debido proceso.

Por otro lado, los errores de valoración de prueba pueden darse


cuando la Administración Tributaria otorga un valor probatorio
indebido a ciertos elementos de prueba o, por el contrario, desconoce
el valor probatorio de pruebas aportadas por el contribuyente. En este
sentido, la valoración de la prueba en el informe de fiscalización debe
realizarse conforme a las reglas de la sana crítica, la lógica de la
experiencia y el conocimiento de la vida, tal como lo establece el
Código Procesal Civil.

Este tipo de violaciones en el informe de fiscalización, ya sea por


errores aritméticos o de valoración de prueba, puede tener graves
consecuencias para el contribuyente y para la Administración
Tributaria. En primer lugar, el contribuyente puede verse afectado por
una liquidación tributaria injusta, lo cual puede llevar a la imposición
de sanciones indebidas o al pago de montos tributarios superiores a
los realmente adeudados. Por otro lado, la Administración Tributaria
puede verse expuesta a impugnaciones y recursos por parte del
contribuyente, lo cual puede generar una mayor carga procesal y, en
última instancia, afectar la eficiencia en la recaudación tributaria.

Para evitar este tipo de violaciones en el informe de fiscalización, es


fundamental que la Administración Tributaria adopte una serie de
medidas que permitan garantizar la corrección aritmética y la
adecuada valoración de la prueba. Entre estas medidas se pueden
mencionar la capacitación y actualización constante de los
funcionarios encargados de la fiscalización, la implementación de
sistemas informáticos que faciliten el cálculo de las liquidaciones
tributarias y la promoción de una cultura de transparencia y diálogo
entre la Administración y los contribuyentes.

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