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En ese sentido, en el presente informe se han dado algunos alcances de esta facultad, así
como los límites de la misma.
1. Introducción
Nuestro Estado peruano necesita contar de manera oportuna y eficiente con los recursos
necesarios para el sostenimiento del gasto público. Con esa finalidad nuestra Constitución y
las leyes le han conferido a la Sunat, como Administración Tributaria, una serie de facultades
de recaudación, determinación, fiscalización y sanción, en el entendido de que ninguna de
ellas sea utilizada de manera abusiva o en detrimento de los derechos y garantías del
administrado.
2. Facultad de fiscalización
En el Perú la Sunat es el organismo técnico especializado que cuenta con determinadas
facultades y prerrogativas que tienen por finalidad administrar, aplicar, fiscalizary
recaudar los tributos internos del Gobierno nacional; por ello, al amparode lo dispuesto por
el artículo 62 del Texto Único Ordenado del Código Tributario, aprobado por Decreto Supremo
N.º 133-2013-EF (en adelante Código Tributario), la Administración Tributaria cuenta con la
prerrogativa de ser revestida con la facultad de fiscalización, la misma que incluye además la
facultad de inspección, la investigación y el control del cumplimiento de obligaciones
tributarias, incluyendo a aquellos sujetos que gocen de inafectación, exoneración o beneficios
tributarios.
Pero ¿cómo se define a esa facultad de fiscalización?, al respecto Marysol León afirma que la
facultad de fiscalización, básicamente, se refiere a aquel conjunto de actos y actividades
establecidas en una norma legal con el fin de que la Administración Tributaria pueda
determinar, verificar o comprobar el debido cumplimiento de las obligaciones
tributarias vinculadas al deudor tributario1.
• legalidad;2
• imparcialidad;
• Excluyente.Debido aque reclama esta facultad para Sunat, y no para las demás
entidades públicas, siendo incompetentes para ver temas tributarios.
• Preclusiva. Ya que una vez ejercida la facultad de fiscalización concluye dicha facultad,
respecto del tributo y periodo fiscalizado, debiendo ser la fiscalización, única, integral y
definitiva.
* Cabe señalar que, de acuerdo con el primer párrafo del artículo 88 del Código Tributario, la declaración
tributaria es la manifestación de hechos comunicados a la manifestación de hechos comunicados a la
Administración Tributaria en la forma y lugar establecidos por ley, reglamento, resolución de Superintendencia
o norma de rango similar, la cual podrá constituir la base para la determinación de la obligación tributaria.
En ese sentido, la Sunat ya sea por propia iniciativa o denuncia de terceros realiza la
fiscalización, como veremos más adelante; producto de ella y bajo el supuesto de que se halle
una base imponible o cuantía mayor a la declarada por el contribuyente; procederá a emitir
una resolución de determinación, orden de pago o resolución de multa según corresponda.
Cabe destacar que en esa misma línea se ha pronunciado el Tribunal Fiscal en las
resoluciones N.ros1010-2-200 y 512-4-2002, donde se ha señalado lo siguiente:
[…] la facultad de fiscalización es el poder que goza la administración tributaria
según ley, con la finalidad de comprobar el cumplimiento de las obligaciones y la
procedencia de beneficio tributario […]supone la existencia del deber de los deudores
tributarios y terceros de realizar las prestaciones establecidas legalmente para hacer
posible esa comprobación. [El resaltado es nuestro]
Tomando en consideración la definición antes referida, se hace necesario precisar que dentro
y durante el procedimiento de fiscalización, conforme al artículo 2 del mencionado Reglamento
la Sunat, emitirá documentos tales como cartas, requerimientos, resultados de los
requerimientos o actas,los mismos que no necesariamente requieren estar sustentados, ya
que así lo ha referido el Tribunal Fiscal para el caso del requerimiento, en la RTF N.º 03272-3-
2009, en la que se señala lo siguiente:
5 Así por ejemplo las Resoluciones N.º 00148-1-2004, 03199-5-2006, 09253-1-2007 y 09402-
1-2007, el Tribunal Fiscal ha dejado establecido que los requerimientos constituyen actos
iniciales o instrumentales mediante los que la Administración solicita la presentación de
diversa documentación e información sobre la cual realizará una verificación, mientras que en
sus resultados se deja constancia de la documentación recibida y, de ser el caso, del examen
efectuado sobre ella, y son los que sustentan en rigor, los reparos que constarán en las
resoluciones de determinación o de multa, contra las que la quejosa tendrá expedito su
derecho de interponer el recurso impugnatorio respectivo, en el que no solo se revisarán los
fundamentos en los que se sustentan la determinación, constituidos por la calificación a la que
esta se refiere, sino cualquier reparo o sanción derivada de ella, de modo que se encuentra
debidamente protegido su derecho de defensa.
Asimismo, la mencionada RTF agrega que las cartas solo informaban cuál era la vía que
debía seguirse de no encontrase conforme con los resultados del proceso de fiscalización.
Y concluye señalando que se están impugnando actos no reclamables, por lo que la
Administración Tributaria habría procedido conforme a ley al declarar improcedente la
reclamación formulada.
Asimismo, el numeral 2 del artículo 109 del referido código, señala que son nulos los actos de
la Administración Tributaria dictados prescindiendo totalmente del procedimiento legal
establecido o que sean contrarios a la ley o norma con rango inferior. En ese sentido, es
necesario que se tome en consideración que el efecto principal de una declaración de nulidad
son sus efectos retroactivos que alcanzan a todo lo sucedido antes de la notificación del
mismo; pues la norma es clara al establecer que la retroactividad se considera “a la fecha del
acto” y, por tanto, si el acto es declarado nulo y por ello es expulsado del mundo jurídico, los
efectos que produjo a raíz de su notificación también deben considerarse excluidos junto con
él, además de tomar en consideración lo regulado por el artículo 13 de la citada Ley del
Procedimiento Administrativo General, la declaración de nulidad del acto implica la de los
sucesivos en el procedimiento cuando estén vinculados a aquél.
Así, por ejemplo, la sala 10 del Tribunal Fiscal en la resolución N.º 00631-10-2012 ha
declarado nula la Resolución de Oficina Zonal en el extremo referido a los resultados de los
Requerimiento N.os 142290000146 y N.° 1421090000177 por cuanto, no obstante, el plazo
inicial otorgado en dichos requerimientos, los resultados de tales requerimientos se han
notificado antes del plazo establecido, lo que en la práctica supone que se le ha otorgado un
plazo menor al regulado en el numeral 1 del artículo 62 del Código Tributario, por lo que de
acuerdo a la Resolución del Tribunal Fiscal N.° 148-1-2004 conlleva la nulidad de los
resultados a los citados requerimientos.
b) Respecto a la queja
Conforme al artículo 155 del Código Tributario, la queja se presenta ante el Tribunal Fiscal
cuando existan actuaciones o procedimientos que afecten directamente o infrinjan lo
establecido en el citado código, en la Ley General de Aduanas, su reglamento y disposiciones
administrativas en materia aduanera; así como en las demás normas que atribuyan
competencia al Tribunal Fiscal.
De hecho, la queja tiene por características constituirse como un remedio procesal a través
del cual los administrados pueden cuestionar los defectos incurridos en las actuaciones o
procedimientos llevados a cabo por la Administración Tributaria, esto con la finalidad de
obtener una corrección en la marcha del mismo procedimiento. Cabe precisar que mediante la
queja se va a redireccionar un procedimiento que aún se encuentra en trámite, es decir, que
no ha culminado.
En este punto conviene enfatizar el criterio expuesto por la Resolución del Tribunal Fiscal N.°
10710-1-2008 que constituye jurisprudencia de observancia obligatoria, en la cual se estable
lo siguiente:
Del mismo modo el Tribunal, mediante la Resolución N.º 04187-3-2004, publicada en el diario
oficial El Peruano el 4 de julio del 2004 con carácter de jurisprudencia de observancia
obligatoria, ha establecido que es competente para pronunciarse, en la vía de la queja, sobre
la legalidad de los requerimientos que emita la Administración durante el procedimiento de
fiscalización o verificación, en tanto no se hubieran notificado las resoluciones de
determinación, de multa u órdenes de pago que, de ser el caso, correspondan.
Al respecto tenemos que la norma IV del Título Preliminar del Código Tributario le otorga a la
Administración Tributaria un carácter discrecional en la aplicación de medidas fiscalizadoras;
ello en concordancia con el artículo 62 del citado código, dispone que la facultad de
fiscalización de la Administración se ejerce en forma discrecional, y que el ejercicio de la
función fiscalizadora incluye la inspección, investigación y el control del cumplimiento de
obligaciones tributarias, incluso de aquellos sujetos que gocen de inafectación, exoneración o
beneficios tributarios.
Además, el citado artículo 62 contiene una serie de facultades discrecionales7, entre otras,
exigir a los deudores tributarios y/o terceros la exhibición y/o presentación de toda aquella
documentación que sustente contabilidad y/o que se encuentre relacionada con hechos
susceptibles de generar obligaciones tributarias, solicitar la comparecencia de deudores
tributarios y/o terceros, efectuar inspecciones en los locales, practicar incautaciones de libros,
archivos y documentos, registros en general y bienes de cualquier naturaleza que guarden
relación con la realización de hechos susceptibles de generar obligaciones tributarias.
7 Así por ejemplo el último párrafo del numeral 1 del artículo 62 del Código Tributario dispone
que se podrá exigir la presentación de informes y análisis relacionados con hechos
susceptibles de generar obligaciones tributarias en la forma y condiciones requeridas, para lo
cual la Administración deberá otorgar un plazo que no podrá ser menor a tres (3) días hábiles.
Sin duda, consideramos que esta información es una herramienta para el contribuyente que
pudiera estar inmerso en un procedimiento de fiscalización.
(Continuación)
Al respecto se hace necesario precisar que esta facultad discrecional de la Administración en
la fiscalización no puede ser ejercida de manera irrazonable, desconociendo principios y
valores constitucionales, ni al margen de los derechos fundamentales de los
contribuyentes.Así lo ha establecido el Tribunal Constitucional mediante la Sentencia que ha
recaído en el Expediente N.° 81-2008-PA/TC (07-10-08), donde se ha señalado lo siguiente:
Tal como fluye del fallo, la potestad tributaria, en su dimensión fiscalizadora, se encuentra
regulada por el Código Tributario y establece una serie de facultades discrecionales
concedidas a la Administración Tributaria, a fin de que, por un lado, pueda cumplir con su
labor recaudatoria y, por otro, combata la evasión tributaria.
Por lo señalado, podemos concluir en palabras de César Villegas, que refiere que la
“discrecionalidad” no es la puerta a la arbitrariedad o abuso por parte de la autoridad
administrativa, sino que significa la toma de decisiones dentro del marco y las limitaciones de
la ley. Y aplicando esta precisión a la Administración Tributaria, esta debe ejercer su facultad
fiscalizadora de forma discrecional, como le faculta el Código Tributario, pero no con poder
absoluto, omnímodo e ilimitado, sino en un marco de legalidad que garantice la validez y
legitimidad del acto1.
En ese sentido, es necesario que esa facultad de fiscalización, al tratarse de una facultad
discrecional, se sujete a principios o derechos, tales como los que detallamos a continuación:
a) Principio de legalidad
De conformidad con el numeral 1.4 del artículo IV del Título Preliminar de la Ley de
Procedimiento Administrativo General, las decisiones de la autoridad administrativa, cuando
creen obligaciones, califiquen infracciones, impongan sanciones, o establezcan restricciones a
los administrados, deben adaptarse dentro de los límites de la facultad atribuida
y manteniendo la debida proporción entre los medios a emplear y los fines públicos que
deba tutelar, a fin de que respondan a lo estrictamente necesario para la satisfacción de su
cometido
Conforme el numeral 1.2 del artículo IV del Título Preliminar de la Ley de Procedimiento
Administrativo General, los administrados gozan de los derechos y garantías implícitos al
debido procedimiento administrativo. Tales derechos y garantías comprenden, de modo
enunciativo mas no limitativo, los derechos a ser notificados, a acceder al expediente; a refutar
los cargos imputados; a exponer argumentos y a presentar alegatos complementarios; a
ofrecer y a producir pruebas; a solicitar el uso de la palabra, cuando corresponda; a obtener
una decisión motivada, fundada en derecho, emitida por autoridad competente, y en un plazo
razonable; y, a impugnar las decisiones que los afecten.
d) Reserva tributaria
De conformidad con el artículo 85 del Código Tributario, la reserva tributaria tendrá carácter de
información reservada, y únicamente podrá ser utilizada por la Administración Tributaria, para
sus fines propios, la cuantía y la fuente de las rentas, los gastos, la base imponible o
cualesquier otro dato relativo a ello, cuando estén contenidos en las declaraciones e
informaciones que obtenga por cualquier medio de los contribuyentes, responsables o
terceros, así como la tramitación de las denuncias a que se refiere el artículo 192 del Código
Tributario2.
2 Cabe precisar que el artículo 85 del señalado Código también contiene un listado expreso
de excepciones a la reserva tributaria.
De lo antes señalado, se tiene carácter de información reservada y solo será empleada por
Sunat para
• los gastos; y
7. Facultad de determinación
Desde el punto de vista de la facultad de determinación de la Administración Tributaria, el
literal b) del artículo 59 del Código Tributario define el acto de determinación de la obligación
tributaria como la verificación de la realización del hecho generador de la obligación tributaria,
la identificación del deudor tributario, así como la de indicar la base imponible y la cuantía del
tributo.
a) Base cierta, donde se toma en cuenta los elementos existentes que permitan conocer
en forma directa el hecho generador de la obligación tributaria y la cuantía de la misma.
b) Base presunta, se da en mérito a los hechos y circunstancias que, por relación normal
con el hecho generador de la obligación tributaria, permitan establecer la existencia y
cuantía de la obligación.
7.2. ¿Es posible utilizar ambas bases para la determinación de los ingresos?
Diversas resoluciones del Tribunal Fiscal han precisado que, si bien es cierto el artículo 63 del
Código Tributario no ha establecido expresamente la prohibición de utilizar simultáneamente
ambas formas de determinación de la obligación tributaria (base cierta y base presunta), se
debe entender que resultaría un tanto contraproducente, en vista a que se originaría una doble
imposición respecto de un mismo hecho; en ese entender, la RTF N.° 03600-1-2015, precisa
que no pueden aplicarse conjuntamente al no estar permitido por ley.
Asimismo, se puede afirmar que el propio artículo 63 del Código Tributario no establece un
orden de prelación, que deba observarse para efectos de la determinación de las
obligaciones tributarias en donde tenga que privilegiarse siempre la base cierta sobre la base
presunta, encontrándose la Administración facultada a utilizar directamente los procedimientos
de determinación sobre base presunta en los casos en que se configure alguna de las
causales previstas por el artículo 64 del Código Tributario.
8. Tipos de fiscalización
Al respecto, tenemos que conforme el segundo párrafo del artículo 61 del Código Tributario se
establece que la fiscalización que realice la Sunat podrá ser definitiva o parcial. Asimismo,
estos procedimientos han sido regulados mediante el Decreto Supremo N.º 085-2007-EF, que
aprobó el Reglamento del Procedimiento de Fiscalización de la Sunat, el mismo que fue
modificado por el Decreto Supremo N.º 207-2012-EF, que introdujo al procedimiento de
fiscalización parcial, y finalmente se publicó el Decreto Supremo N.º 049-2016-EF, que regula
la fiscalización parcial electrónica.
8.1. Fiscalización definitiva
De conformidad con el artículo 62-A del Código Tributario se establece el marco legal del
procedimiento de fiscalización definitiva, el cual regula los siguientes aspectos:
b) Prórroga
De forma excepcional, el plazo de un año podrá prorrogarse por uno adicionalmente en tres
oportunidades:
c) Excepciones al plazo
3 “La JOO N.° 2017-Q-03500, ha dejado señalado que, vencido el plazo de un año de la
fiscalización definitiva, la excepción al plazo establecida por el numeral 3) del artículo 62-A del
Código Tributario solo es aplicable a los requerimientos mediante los que se solicite
información y/o documentación relacionada con la aplicación de las normas de precios de
transferencia. […] en tal sentido, la Administración no podrá requerir al administrado
información y/o documentación adicional a la solicitada durante el plazo del referido
procedimiento por aspectos que no involucren la aplicación de las normas de precios de
transferencia”.
El vencimiento del plazo establecido tiene como efectos que la Administración Tributaria no
podrá requerir al contribuyente mayor información de la solicitada en el plazo establecido, sin
perjuicio de que luego de transcurrido este pueda notificar los actos a que se refiere el primer
párrafo del artículo 75 del Código Tributario, dentro del plazo de prescripción para la
determinación de la deuda.
Respecto al plazo, es aplicable lo señalado por el artículo 62-A del Código Tributario,
considerando un plazo de seis (6) meses, salvo que procedan las prórrogas excepcionales del
numeral 2 del mismo artículo.
Cabe precisar que, es factible que Sunat prolongue la fiscalización a otras materias no
comunicadas en un inicio; pero, para ello, deberá comunicarlo al deudor tributario, siendo
improrrogable el plazo de seis (6) meses, salvo que se inicie una fiscalización definitiva, en
cuyo caso se aplicaría el plazo de un (1) año desde que el deudor tributario entregue la
totalidad de la información solicitada en el primer requerimiento de la fiscalización definitiva.
Respecto a los valores emitidos en este tipo de fiscalización, tenemos que las resoluciones de
determinación o las de multa deberán señalar el carácter parcial de la fiscalización y expresar
los puntos que han sido revisados.
Finalmente, respecto a la suspensión del plazo de prescripción en relación con este tipo de
fiscalización tendrá efecto solo sobre la materia y periodo fiscalizado, no comprendiendo otras
materias ni otros periodos.
• El deudor tributario, en un plazo de 10 días hábiles siguientes contados a partir del día
hábil siguiente a la fecha de notificación del inicio de la fiscalización parcial electrónica,
subsanará los reparos notificados contenidos en la liquidación preliminar realizada por la
Sunat o sustentará sus observaciones a esta última, y, de ser el caso, adjuntará la
documentación en la forma y condiciones que la Sunat establezca mediante la resolución
de Superintendencia6.
6 Conforme con las formas en las actuaciones de los administrados y terceros, regulado en el
artículo 112-A del Código Tributario.
• La Sunat, dentro de los 20 días hábiles siguientes a la fecha en que venció el plazo para
la subsanación o sustentación que tiene el deudor tributario, notificará por medio de
sistemas de comunicación electrónicos, la resolución de determinación con la cual se
culmina el procedimiento de fiscalización y, de ser el caso, la resolución de multa.