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Los seres humanos somos seres sexuados y expresamos la sexualidad de diferentes formas
en cada etapa de la vida. El desarrollo sexual es un proceso y en él, además de la evolución
psicofísica, propia de cada edad, influyen:
A cada etapa de la vida y, más concretamente a cada edad, corresponden unas formas
específicas de manifestación de la sexualidad. Pueden diferenciarse claramente cuatro etapas
en el desarrollo psicosexual:
El inicio y duración de cada una de estas etapas son orientativos puesto que dependen de
varios factores:
1. ETAPA INFANTIL
La infancia es la etapa de la vida que se caracteriza por la curiosidad, la exploración, la
observación y el descubrimiento. Los niños, jugando y experimentando, se van conociendo
a sí mismos y al mundo que les rodea. Por ello, el comportamiento sexual del niño le permite
desarrollarse y adaptarse a su entorno mediante:
Al mismo tiempo, toman conciencia de que pertenecen a un determinado sexo, incorporan roles
y comportamientos relacionados con el género e imitan los comportamientos de las personas
que les rodean.
- Las actitudes de reproche o los castigos cuando el niño manifiesta curiosidad o ganas de
reproducir sensaciones de placer pueden tener una influencia negativa en el desarrollo
psicosexual.
CONDUCTAS RELEVANTES DEL DESARROLLO PSICOSEXUAL POR GRUPO ETARIO
• La anatomía y fisiología sexual están definidas (niño, niña o intersexual).
• La fisiología del placer sexual está desarrollada. Algunos niños descubren estas
capacidades y se autoestimulan.
De 0 a 3 años
• Se inicia el descubrimiento del propio cuerpo y del entorno a través de los sentidos. Las
sensaciones se reconocen como agradables o desagradables y se relacionan con
sentimientos de seguridad o inseguridad.
• Se muestra interés por el propio cuerpo y por el de los otros.
• Descubren el cuerpo como fuente de placer. Juegan a tocarse y a explorar el cuerpo
de otros (tocan los pechos de su madre u otras mujeres...).
• Se llevan a cabo conductas sexuales de imitación. Suelen imitar aquello que observan:
conducta de los adultos, familiares, animales...
De 3 a 6 años
• Aparecen los celos, tanto hacia las figuras materna y paterna como hacia otros
familiares.
• La curiosidad y el deseo de saber y de interpretar aumentan. Formulan muchas
preguntas y elaboran teorías propias.
• Se consolida la identidad sexual y de género.
• Siguen demostrando interés por el propio cuerpo y por el de los otros como fuente de
placer.
• Continúan con la curiosidad y el deseo de saber y de interpretar. Si se ha percibido que
la sexualidad es un tema tabú, se ocultan las expresiones de sexualidad y disminuyen
las preguntas (o no hacen).
De 6 a 10
• Se interesan por el material de contenido sexual a través de los medios de
años
comunicación.
• Dicen y repiten palabras relacionadas con las partes íntimas y las asocian a risitas,
porque han comenzado a aprender que forman parte de un lenguaje “prohibido”.
• Se agrupan en función del sexo (niños y niñas), empiezan a sentir atracción y surgen
los primeros “enamoramientos”.
2. PUBERTAD Y ADOLESCENCIA
La pubertad y la adolescencia son etapas de transición de la infancia a la edad adulta. La
pubertad empieza aproximadamente a los 10 años y finaliza a los 13, cuando comienza la
adolescencia, que finaliza alrededor de los 19 años.
En la pubertad se inicia el proceso de cambios físicos y hormonales que permiten la
transformación del cuerpo infantil en un cuerpo adulto, hacia el final de la adolescencia. Estos
cambios preparan el organismo para la reproducción y para disfrutar del placer sexual adulto.
• A las niñas les crecen los pechos y se les ensanchan las caderas.
Tanto los niños como las niñas hacen valoraciones de su propio cuerpo, considerando
diferentes criterios:
• La forma como se vive el cuerpo, especialmente la relación con las zonas íntimas.
• La opinión de otras personas, sobre todo del grupo de iguales.
• Los estereotipos sociales de belleza.
• Los estereotipos sociales de masculinidad y feminidad.
3. JUVENTUD Y MADUREZ
La juventud es la etapa posterior a la adolescencia que, según la Organización Mundial de la
Salud, comprende el rango de edad entre los 20 y los 25 años. Después de los 25 años,
se inicia la madurez, que dura hasta los 65 años, edad en la que empieza la vejez.
Ambas son etapas en las que, si la persona ha alcanzado un buen nivel de maduración
psicosexual y tiene los conocimientos y habilidades precisos, la sexualidad se manifiesta en
toda su plenitud. En estas etapas, la vida sexual es un elemento más del estilo de vida, en
constante evolución, marcada por las siguientes circunstancias vitales:
• Tener o no tener pareja sexual. • La maternidad y la paternidad.
• Vivir una situación de pareja estable. • La menopausia y la andropausia.
Generalmente se ha considerado que tener una pareja estable es la situación idónea para una
buena relación sexual, pero ello no es condición indispensable. Lo importante no es tener
pareja, sea o no estable, sino:
Adaptarse a las nuevas situaciones que suponen la maternidad y la paternidad es uno de los
mayores retos a los que se enfrenta una persona respecto a su sexualidad. Estas situaciones
que pueden perturbar la ilusión que supone esperar o tener un hijo son:
• El embarazo. Debido a que durante el cuerpo cambia pueden surgir dudas sobre si se
pueden tener o no relaciones sexuales y la forma de tenerlas.
• El puerperio. Después del parto o de una cesárea, la mujer necesita un tiempo para
recuperarse del esfuerzo físico y tanto la madre como el padre tienen que dedicar tiempo al
cuidado del bebé. El deseo sexual puede disminuir a causa del estado físico porque se
priorizan los roles de padre y de madre.
4. VEJEZ
La vejez es la etapa de la vida que empieza a partir de los 65 años. Las personas que están
en esta etapa de la vida mantienen intacta la capacidad de sentir deseo y de disfrutar de la
sexualidad. La expresión de la sexualidad durante la vejez, está condicionada por una serie de
circunstancias que se dan mayormente en este momento vital:
A partir de los 30 años el cuerpo inicia el proceso de envejecimiento que se hace más visible
año tras año en la apariencia externa y más patente en el funcionamiento del cuerpo. Este
proceso se acelera a partir de los 50 años. El proceso de envejecimiento, la menopausia en las
mujeres y la andropausia en los hombres, ocasionan una serie de cambios fisiológicos que
influyen en la respuesta sexual.
Con respecto a los cambios fisiológicos, lo más importante es la actitud que adopte cada
persona. Conocer los cambios propios de esta etapa, tanto en la forma del cuerpo como en su
funcionamiento, y saber cómo actuar para reducir los efectos negativos en la expresión de la
sexualidad (fármacos, lubricantes...) o para adaptar las prácticas sexuales a las capacidades
de cada persona (posturas, ritmo...) ayuda a evitar muchos problemas y a disfrutar de la
sexualidad.
Bibliografía
Gobierno de las Islas Baleares. (s.f.). La sexualidad a lo largo de la vida. Recuperado el 11 de
septiembre de 2023, de Salud sexual:
https://www.caib.es/sites/salutsexual/es/sexualidad_a_lo_largo_de_la_vida/
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Oizerovich, S., & Perrotta, G. (marzo de 2017). Salud sexual y salud reproductiva. Obtenido de
Ministerio de salud de Argentina: https://salud.gob.ar/dels/entradas/salud-sexual-y-
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