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Las políticas de empleo son un conjunto de medidas que adopta el Estado que
tienen como objetivo principal la obtención del pleno empleo.
En el ámbito nacional, tras la derogación de la Ley Básica de Empleo 51/1980 la
cual se caracterizaba por la existencia de una centralización territorial y, como
consecuencia, de un único servicio de empleo para todo el país, se aprobó la Ley
53/2003 con una distribución de competencias constitucionales entre el Estado y las
comunidades autónomas, en materia de política de empleo.
El Sistema Nacional de Empleo es considerado un conjunto de estructuras,
medidas y acciones necesarias cuya finalidad es promover y desarrollar la política
de empleo. (Instrumento principal para conseguir los objetivos de la política de
empleo).
Dicho Sistema está integrado por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), los
Servicios Públicos de las comunidades autónomas (CCAA) y la Administración
general del Estado (AGE).
La situación económica española entre los años 2009 y 2013 fue pésima, en
estos años cada vez se generaba más desempleo hasta que en el primer
trimestre del año 2013 se tocó fondo con: 6.278.200 parados, apenas 17
millones de ocupados y una tasa de paro del 26,94%. Respecto a 2007 se
habían destruido 4,5 millones de puestos de trabajo. En algunas regiones,
como Andalucía, la tasa de paro superaba el 36%.
· Ocupados
Se empezaron a ver los primeros signos de recuperación de la economía ya
que a partir del año 2013 la tasa de desempleo va en descenso y se empiezan
a generar puestos de trabajo, aunque en España el paro siempre ha sido unos
principales problemas y aún estamos lejos de alcanzar nuestra mejor cifra de
ocupados (20 000 000 en 2007 y una tasa del 7,97% de desempleo.
El sector más afectado en el desempleo es el sector juvenil, según datos de la
OIT en 2015 la tasa de desempleo juvenil era de un 53.2%. Durante la crisis en
España la destrucción de empleo juvenil ha sido muy pronunciada, pasó de
haber 4.908.900 jóvenes ocupados a 2.380.300, esto es una reducción del
51.5% en apenas 8 años, mientras que en el mismo periodo el descenso en
Europa es de un 14.8%.