Está en la página 1de 3

Nombre.

Rakel.

Apellido.

Familia cordero.

Matrícula.

100286239.

Asignatura.

Educación comunitaria.

Profesor.

Carmen De Aza Mejía.

Sección.

Tema.

Escuela comunidad.

Fecha.

28-8-2021.
¿Qué es la educación.?

Es el proceso de facilitar el aprendizaje o la adquisición de conocimientos, así como


habilidades, valores, creencias y hábitos. El proceso educativo se da a través de la
investigación, el debate, la narración.

¿Qué es la comunidad?

Una comunidad es un conjunto de individuos que tienen en común diversos elementos, como
el territorio que habitan, las tareas, los valores, los roles, el idioma o la religión. También suele
ocurrir que las personas se agrupen entre sí de manera voluntaria o espontánea por tener un
objetivo en común.

Escuela, participación y interacción.

Nos centraremos en dos aspectos claves de la educación inclusiva: la comunidad y la


participación. No se constituye una comunidad si sus miembros no se sienten parte de la
misma y no se desarrolla ese sentimiento si cada uno de ellos no se considera valorado,
apreciado, si no participa en sus decisiones, en sus proyectos. Para transformar la escuela en
comunidad es necesario el acuerdo y la participación de todos sus miembros. La inclusión se
conforma y desarrolla sobre la participación y el compromiso de todos los implicados:
profesores, alumnos, familias y otros profesionales y también con el apoyo y participación de
la comunidad social inmediata, el barrio, el pueblo, sus vecinos, sus instituciones. La influencia
entre ambas comunidades (la escolar y la social) es recíproca y deben establecerse canales de
comunicación y participación que la hagan posible y efectiva.

La escuela es una entidad que aprende y que necesita aprender de la propia experiencia para
poder crecer y mejorar pedagógicamente. Por eso, tanto el alumnado como el profesorado
han de poder participar en la construcción diaria como miembros de un proyecto educativo
global, más allá de la participación en el aula.

La escuela es un ente que educa de forma sistémica, con sus proyectos con y sin incidencia en
la comunidad, con su organización, el diseño del espacio, las normas y horarios, en el recreo, el
comedor, con la selección de contenidos, con su participación en el contexto, etc. El alumnado
siempre ha de ser el centro de su actividad y de sus objetivos; ha de estar en el centro del
proceso de enseñanza-aprendizaje, pero no solo en las actividades del aula, sino en la escuela
en general como un espacio en el que se generan todas las actividades que por definición son
educativos. Por esto es importante que se piensen y creen los ámbitos educativos
(participativos, curriculares, metodológicos, organizativos, etc.) y los ambientes y espacios
propicios para que se genere aprendizaje, se desarrollen competencias y se construyan
valores, dado que la educación y la formación del alumnado es la que da sentido al centro
educativo.

Además de estar abierta al mundo, la escuela ha de fomentar, en todos los ámbitos


educativos, la participación del alumnado, el profesorado y de las familias. Y
organizativamente ha de dotarse d una estructura flexible, de mecanismos y normativas que
permitan una vida democrática real y la participación en la gestión de tiempos, espacios,
normas, proyectos, etc. A través de sus órganos.

La docencia, como la educación, está inspirada en una ética de la responsabilidad. “Quien se


inspira en la ética de la responsabilidad piensa en cambio, no sólo en la pureza de sus valores,
sino también sobre todo en las consecuencias de sus actos”, Claudio Magris. Nunca han estado
los docentes como hoy llamados a ejercer la duda sobre su trabajo y a interrogarse sobre su
sentido y sus consecuencias. Nunca llamados como hoy a no someter a su profesión a las leyes
educativas más conservadoras, pero si a las personas a las que educa.

El docente no puede sustraerse a la responsabilidad de elegir valores universales cuando


ejerce su trabajo intelectual. La educación, como escribía Henna Arenad sobre los estudios, es
comprender lo que sucede en el mundo, pero también elaborar juicios para entender y dar
respuestas a los acontecimientos y para poder valorar los actos. Se trata de una tarea
intelectual y moral, en medio de la complejidad de la situación del aula y de la falta de
liderazgo moral de importantes componentes de la sociedad, que urgen al docente a que se
ocupe de todo, con lo que deja de ser docente. En estos tiempos la docencia es una profesión
de riesgo. Y un compromiso social y político que requiere de mucho coraje. Esta doble tarea
intelectual y moral es la que va a permitir al docente educar a las personas “en un justo medio
ideal entre un razonable relativismo cultural, respetuoso con la diversidad, y la medida
necesaria de universalismo ético sin el cual no es posible.

Ser docente es comprometerse no solo con él estudiante si no también,con la comunidad.

También podría gustarte