La gestión del cambio es un enfoque sistemático que se vale
de las personas que forman parte de una empresa, con el fin de minimizar la resistencia que podría afectar los cambios que la organización requiere para su crecimiento y evolución}}}
Si bien las empresas pueden ser conscientes de que necesitan
hacer ajustes a su organización, muchas fracasan en el intento. Esto se debe a que, a pesar de reconocer que es vital el cambio y han trazado hacia dónde quieren ir, realmente no saben cómo hacerlo.
Muchas directoras y directores de recursos humanos no se
sienten satisfechos con la velocidad con la que se implementan cambios en sus empresas. Puede deberse a un error en la forma de aplicarlos, pues muchos negocios realizan la gestión del cambio de arriba abajo. Esto significa que los líderes de la organización son los que se encargan de crear un plan y enviar las instrucciones para la adopción de nuevas actividades, operaciones o gestiones en toda la empresa.
Si bien esta forma de hacer las cosas puede sonar más fácil y rápida, no es la mejor para conseguir resultados a largo plazo.
Si las cosas no funcionan, los líderes no dudan en culpar a los
empleados por la nula adopción de los cambios o su fracaso al implementarlos. Las prácticas exitosas de otras empresas confirman que los colaboradores sí poseen las habilidades y la disposición para realizar cambios organizacionales; simplemente no son guiados de la manera correcta para adoptar los nuevos procesos. Importancia de la gestión del cambio La gestión del cambio es fundamental para establecer quiénes formarán parte de esta estrategia, quiénes serán los encargados de tomar decisiones y de qué manera se llevarán a cabo los cambios.
Actualmente, las operaciones de una empresa son mucho más
complejas que antaño. Para que los cambios que se desean incorporar sean aplicados exitosamente, es vital que los miembros clave de la organización realicen sus aportes y haya una retroalimentación constante. Es aquí cuando hablamos de una gestión del cambio inclusiva.
Es importante que una empresa y sus líderes tengan en cuenta
que los cambios son constantes y necesitan moverse para seguir alcanzando sus objetivos y metas. Pero para que esto se encamine de la manera más efectiva, es necesario desarrollar un modelo que funcione de forma personalizada a las necesidades de la empresa, considere el lado humano del cambio y prepare a sus equipos para el éxito.