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ESQUEMAS DEL DELITO CLÁSICO, NEOCLÁSICO Y FINALISTA

FLOR DE MARIA PELUFFO

DOCENTE:
HAROLD ARDILA

UNIVERSIDAD DE SUCRE
FACULTAD DE CIENCIAS Y EDUCACIÓN
DERECHO PENAL GENERAL
SINCELEJO – SUCRE
2023
Sistema Neoclásico.

Los neoclásicos, también conocidos como causalistas, y siendo algunos de sus

tratadistas Gustav Radbruch, Mezger, Mayer y Sauer. Surgieron como una respuesta a las

limitaciones del sistema clásico en el manejo eficaz de los casos penales presentados en la

época comprendida entre 1890 y 1895. En su intento de llenar los vacíos dejados por el

sistema anterior (sistema clásico), introdujeron conceptos que han influido de manera

significativa en la evolución del sistema penal hasta la actualidad.

En primera instancia tenemos la figura de la acción: Esta se centra desde un aspecto

más valorativo, y toman como fundamento primordial introducir un factor social, es decir,

que tal acción debe comportarse socialmente relevante en la sociedad. Esto le dio cierta

inferencia a nuestro sistema penal actual porque se empiezan hacer mas filtros a las

acciones que generen un comportamiento susceptible de un reproche penal, el cual solo es

suficiente la voluntariedad en esta figura.

Los causalistas a favor de defender su objetividad en la figura de la acción afirman

que es suficiente con la voluntariedad, no precisamente en el contexto general de la

voluntad, sino que estos se cerraban en su sistema programático naturalista y esta misma se

analiza desde un aspecto meramente objetivo, ya que, cuando se analiza el injusto que es

una acción típicamente antijuridica, es decir que abarca la tipicidad y antijuricidad, siendo

la primera esencia de la otra ya que se deben analizar juntas, que viene de la mano con un

factor social se observa el ingreso de una figura de dañosidad social, lo que nos dirige a la

examinación de aspectos de juicios normativos a la conducta, en pocas palabras con el

simple hecho de haber un factor social desaparece el acceso de la omisión, por lo tanto,

ellos dicen analizar dicho comportamiento. Al momento de tratar de analizar los elementos
objetivos desde su postura causalista toman una decisión no tan distante del sistema clásico

que se basaban en lo objetivo como acción, tipicidad, antijuricidad y subjetivo la

culpabilidad, pese a que en muy pocos casos se puede analizar un aspecto subjetivo desde

la tipicidad o antijuricidad no hay aceptación alguna por parte de los neoclásicos pero

sostienen algo donde no aceptan la subjetividad en el aspecto de injusto sino que la llaman

prevalentemente objetiva.

La culpabilidad desde un nexo psicológico similar al sistema clásico sustenta la

figura de la reprochabilidad en la que se dice que una persona pudo comportarse de una

manera, pero no lo hizo, llevándonos a lo que es el dolo y la culpa que se convierte en

elementos de dicha culpabilidad y se basa en la exigibilidad de la conducta con lo

anteriormente ya mencionado.

Esquema
Sistema Clásico

Este esquema ha sido construido por Franz Von Liszt y Ernst Beling, este mismo se

estructura en acción, tipicidad, antijuricidad y culpabilidad, donde los tres primeros

componentes están estrechamente ligados a la objetividad del derecho penal, reservando la

culpabilidad como el único elemento que permite la inclusión de la subjetividad. Es

importante destacar que, según el causalismo, una acción causal que carezca de alguna de

estas categorías no se considera delito.


En cuanto a la acción, considerada la piedra angular, se define como la modificación

voluntaria del mundo exterior a través de la conducta humana con la intención de producir

un resultado. Esta se compone de la manifestación de la voluntad, el resultado y la relación

de causalidad.

La tipicidad, vinculada con la correspondencia entre la conducta del autor y la

descripción legal del delito, se analiza en relación con el tipo penal. Si la conducta no se

ajusta exactamente a la descripción legal, carecerá de tipicidad y no se considerará delito.

La antijuricidad, según el esquema clásico, se manifiesta de manera formal y

representa la contradicción objetiva entre la conducta del sujeto y el ordenamiento jurídico

total. En otras palabras, se verifica si la conducta realizada estaba autorizada por el derecho.

Finalmente, el elemento subjetivo, la culpabilidad, evalúa la conciencia y voluntad

del individuo al cometer el acto ilícito. Implica la imputabilidad moral y psicológica del

autor, destacando que la persona tenía la capacidad de comprender la ilicitud de su acto y

de actuar de manera diferente. El dolo y la culpa son las formas en que se manifiesta la

culpabilidad, siendo el primero consciente y voluntario, y el segundo imprudente y

negligente.
FINALISTA

Existe una voluntad que es objetiva y subjetiva, en donde la acción se analiza desde

una fase interna (subjetiva) que es la anticipación mental del fin, el cual es la determinación

de los medios por los cuales una persona expresa ‘quiero matar a cierto individuo’ y se va

anticipando mentalmente el fin. Cabe decir que todas estas aportaciones al sistema finalista

han sido en apoyo y aportes de Hans Welzes.


La fase externa es aquella ceñida en el mundo real, en las cuales suceden las

circunstancias en las que se va a realizar el contexto de ese planteamiento que se realizó.

Aquí se sumerge una parte del dolo que tiene dos aspectos: el dolo en la acción por la

voluntad y el dolo de la conciencia y antijuricidad, la primera queda la acción pero la

segunda pasa y se queda en lo que es la culpabilidad, ya que frente a la tipicidad hay que

analizar elementos tanto subjetivos como objetivo y esta misma nos sustenta que hay que

analizar el dolo desde el aspecto de conocimiento de la antijuricidad, así mismo se puede

revisar desde la tipicidad con la relación a la misma acción por lo que se observa la

dañosidad social y la no justificación. En la antijuricidad se analizan dos aspectos: el formal

que nos expresa el no cumplimiento del orden jurídico o de actuar contrario al derecho

como se tiene establecido; y un aspecto material que sustenta la dañosidad social que se

realizaba a las demás personas o el intento de violar los bienes jurídicos tutelados. Esta

misma antijuricidad nos habla de una figura que se llama el desvalor de la acción que nos

llevaba a que se actuara de manera negativa que generaba entrar al aspecto por antijuricidad

contrario y aquí se podía ver el conocimiento del injusto, es decir que se sabía que ese

comportamiento es contrario de la norma que se establece como lo es la tipicidad.

En la culpabilidad hay un juicio de reproche, juicio que se le llama de

reprochabilidad del acto y se consta una observación de todos los aspectos relacionados con

la capacidad de motivación con la exigibilidad de otra conducta, una conciencia actual

potencial de antijuricidad, como también se hace un análisis desde el aspecto de la

imputabilidad y desde este mismo poder decir lo que puedo hacer como persona en favor de

una buena conducta y no contraria, se concreta el cambio de los elementos de la

culpabilidad, el dolo y la culpa se ubicaron en la tipicidad y la acción.

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