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UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS

Universidad del Perú. Decana de América

REDACCIÓN Y TÉCNICAS DE COMUNICACIÓN EFECTIVA

INTEGRANTES:
Aucassi Janampa Kevin Luis
Huamán Rivera Daniel Sebastián
Jiménez Portal Esther Anyela
Magallanes Santos Antonio Paolo
Mendoza Rojas Jhojan Hernán
Peña Pariona German Santiago Sebastián
Rojas Anccalli Royer Gabriel
Sánchez Salas Piero Ángel
En el mundo surgen diversos problemas de diversas magnitudes, una de estas es el

hambre que afecta alrededor de 2300 millones de personas, esto significa el 29,3% de la

población mundial. Nuestro país no es ajeno a este problema, ya que, un 15% de nuestra

población sufre de desnutrición, es por esto que se buscan soluciones, la ingeniería

genética parece ser una de ellas. La ingeniería genética hace posible que se transfieran

un gen o varios a diversos organismos (plantas, animales) y gracias a la modificación

adquieren nuevas características para mejorar la salud de la población. En el 2019, 29

países ya lograron crear los AGM (Alimentos genéticamente modificado); entre los más

destacables se encontraban los países potencia, entre ellos, EE. UU, Canadá e India, la

lista de países va en aumento con el pasar de los años y el avance de la tecnología.

Mientras que unos destacan los beneficios de los AGM existe otro grupo que asegura

que estos AGM pueden llegar a dañar a la salud y el medio ambiente. Desde nuestra

perspectiva, los beneficios potenciales de los AGM ayudan a mitigar el hambre

mundial.

Desde nuestra perspectiva los beneficios potenciales de los AGM ayudan a mitigar el

hambre mundial y a mejorar la salud, debido a que la intervención científica ha

contribuido a las mejoras nutricionales y aumentar la producción de alimentos. En este

contexto, los cultivos transgénicos responden a la necesidad de nutrientes necesarios

para el ser humano en su dieta básica, que aquellas plantas no tienen de manera natural,

convirtiéndose en una herramienta potencial para fortalecer estos cultivos con nutrientes

y minerales de interés particular (Pérez-Massot et al., 2013). Ante la variación genética

limitada en el contenido de nutrientes y minerales en diferentes variedades de plantas se

ha recurrido al desarrollo de la bio-fortificación (Saltzman et al., 2013). En el


desarrollo de los cultivos transgénicos, la identificación y caracterización de la

función de los genes y su posterior utilización para el diseño, estructuración y acople

del metabolismo de las plantas ha sido clave para el desarrollo de cultivos

transgénicos, adicionalmente se pueden aprovechar otras vías alternas para la

ingeniería metabólica como el uso de bacterias y otros organismos a introducir

en las plantas (Calero & Nikel, 2019; Erpen et al., 2018).Por ello, los alimentos

genéticamente modificados prometen aumentar la productividad creando plantas

adaptadas a su medio ambiente, reducir costos de producción, generar innovaciones y

mejoras en los alimentos y conducir prácticas más ecológicas. En resumen, promete

contribuir a una agricultura sostenible, utilizando recursos más acordes con el medio

ambiente, es decir, ayudar a satisfacer las necesidades actuales sin comprometer las

futuras. Estas posibilidades han sido reconocidas por la FAO al señalar que “la

biotecnología ofrece instrumentos poderosos para el desarrollo sostenible de la

agricultura”. Por consiguiente, ante la variación genética limitada en el contenido de

nutrientes y minerales en diferentes variedades de plantas se ha recorrido al desarrollo

de la biofortificación. (Cuevas, 2003). En conclusión, los AGM responderán ante la

necesidad que no pueden satisfacer las plantas en su estado natural actualmente,

convirtiéndose en una herramienta potencial y factible para fortalecer los cultivos y

adaptarlos para las necesidades humanas futuras.

Los alimentos transgénicos ayudan a mitigar el hambre mundial ya que han pasado por

distintos procesos de modificación genética que permiten el acceso y la fácil obtención

de estos. Algunos cultivos transgénicos han sido diseñados para ser más resistentes a

plagas, enfermedades o condiciones climáticas adversas, lo que puede aumentar la

productividad agrícola y, por ende, la disponibilidad de alimentos. Además, se han


desarrollado cultivos transgénicos que utilizan de manera más eficiente el agua y los

nutrientes, lo que contribuye a la sostenibilidad agrícola y reduce la presión sobre los

recursos naturales. Por consiguiente, se considera que los alimentos transgénicos es la

alternativa más eficaz para luchar contra el hambre mundial. Su capacidad de no tener

un periodo de alta o baja producción hace que sea una fuente confiable de alimentos en

cualquier época del año y también el hecho de contener más vitaminas que los alimentos

tradicionales. En consecuencia, los alimentos transgénicos son los alimentos que

ayudaran a mitigar el hambre mundial.

Los alimentos transgénicos son beneficiosos para la sociedad, porque gracias a sus

propiedades y mejor calidad dan soluciones a problemas como el hambre mundial,

desnutrición, entre otros. Sobre ello varios especialistas dan su punto de vista y

concluyen que no hay razón para tenerle temor a los posibles daños a la salud que

pueden traer consigo estos alimentos, ya que no hay pruebas ni evidencias reales de

daños graves en personas, a su vez aseguran que todas las propiedades médicas que se

les puede implementar que favorecen, por supuesto, a la salud del consumidor.

(Hernández y García, 2022). Efectivamente, en diversos estudios basados en artículos

científicos publicados en una revista de la UAH (Universidad de Alcalá, Madrid),

relacionan la inseguridad alimentaria con la falta de equidad en el acceso a los alimentos

y con el aumento o disminución de la producción los mismos, apoyando el uso de

estrategias que combinen la biotecnología junto con el uso de la agricultura

convencional. Además, afirman que, en el proceso de creación de los transgénicos, hay

filtros de salubridad por los que estos tienen que pasar antes de ser considerados, y que

en muchas ocasiones estos filtros son más rigurosos de los que se llevan a cabo en

alimentos naturales, por lo que en realidad estos alimentos no dañan la salud de las
personas, sino que es posible combatir problemáticas y enfermedades con estos

alimentos.

Los AGM no son tan beneficiosos como se cree, puesto que puede tener efectos no

deseados en los ecosistemas, como la creación de superplagas lo cual podría tener

consecuencias negativas a largo plazo en la diversidad biológica. No obstante,

esa idea es equívoca, porque los AGM son diseñados para ser resistentes a las plagas de

insectos y aumentar la producción de alimentos.

Como ejemplo de AGM tenemos a los maíces Bt, estos maíces son resistentes a

insectos, “la denominación Bt deriva de la bacteria Bacillus thuringiensis, que es el

organismo donante de los genes que aportan la característica. Esta bacteria, que

normalmente habita en el suelo, produce proteínas específicas, genéricamente llamadas

proteínas Bt, que son tóxicas para ciertos insectos plaga, así ayudan a reducir y combatir

las plagas”.

Es por esto, que los AGM son una alternativa para la reducción de plagas y beneficiar a

la biodiversidad.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFÍAS:

García Fernández, M. L., & Hernández García, T. (2022). Alimentos Transgénicos y

Seguridad Alimentaria, ¿son la solución contra el hambre y la desnutrición en

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Amy Saltzman, Ekin Birol, Howarth E. Bouis, Erick Boy, Fabiana F. De Moura, Yassir

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María Claudia Sanchez Cuevas, Biotecnología: Ventajas y desventajas para la

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