El hecho que se conquista vs. la ilusión del saber inmediato Sociología científica (teoría y empiria) vs. Sociología espontánea (hiperempirismo) En las ciencias del hombre, la separación entre opinión común y discurso científico es imprecisa, entonces se impone la vigilancia epistemológica (validación tórico-empírica del conocimiento). La familiaridad con el universo social es el obstáculo epistemológico por excelencia para el sociólogo. 1. prenociones y técnicas de ruptura Prenociones: representaciones esquemáticas y sumarias que se forman en la práctica y para ella; reciben su evidencia y autoridad de las funciones sociales que cumplen. Objeto científico vs. Objeto preconstruido La definición previa del objeto como construcción teórica provisoria cumple una función de ruptura destinada a sustituir las nociones del sentido común por una primera noción científica. El descubrimiento nunca se reduce a una simple lectura de lo real, puesto que supone siempre la ruptra con lo real y las configuraciones que éste impone a la percepción. 2. La ilusión de transparencia y el principio de la no-conciencia Para constituirse como una ciencia separada del sentido común, la sociología debe oponer a las pretensiones sistemáticas de la sociología espontánea la resistencia organizada de una teoría del conocimiento de lo social cuyos principios contradigan los supuestos de la filosofía primera de lo social. Principio de la no-conciencia: las acciones más personales y más transparentes no pertenecen al sujeto que las ejecuta sino al sistema total de las relaciones en las cuales, y por las cuales, se realizan. (vs. Filosofía humanista que cree que todo sujeto social es dueño de sí mismo y de su propia verdad). La vida social debe explicarse por las causas profundas que escapan a la conciencia y no por la concepción que se hacen los que en ella participan. Principio de la no-conciencia es una condición sine qua non de la constitución de la ciencia sociológica. 3. Naturaleza y cultura: substancia y sistema de relaciones La verdad de un fenómeno cultural no puede definirse independientemente del sistema de relaciones históricas y sociales del cual es parte. Rechazo del uso ingenuo de los criterios de análisis como el sexo, la edad, la raza o las aptitudes intelectuales, considerándolas como datos naturales, necesarios y eternos. Decisión metodológica de no renunciar anticipadamente al derecho de la explicación sociológica, recurriendo a un principio de explicación tomado de otras ciencias. 4. La sociología espontánea y los poderes del lenguaje El lenguaje común encierra toda una filosofía petrificada de lo social siempre dispuesta a resurgir en palabras comunes o expresiones complejas construidas con palabras comunes que el sociólogo utiliza inevitablemente. Se debe someter al lenguaje común a una crítica metódica para disipar el halo semántico que rodea a las palabras más comunes y controlar las significaciones dudosas de todas las metáforas. Los esquemas de interpretación, tomados a menudo del orden físico o biológico, corren el riesgo de transmitir una filosofía inadecuada de la vida social. El rigor científico no impone que se renuncie a todos los esquemas analógicos de explicación o de comprensión pero es preciso usarlos científica y metódicamente. 5. La tentación del profetismo A menudo se asigna a la sociología la tarea de responder al os interrogantes últimos sobre el porvenir de la civilización. El sociólogo está expuesto al veredicto ambiguo y ambivalente de los no especialistas que se creen autorizados a dar crédito a los análisis propuestos. Todo sociólogo debe ahogar en sí mismo el profeta social que el público le pide encarnar. 6. Teoría y tradición teórica El sociólogo debe romper con las incitaciones del sentido común ingenuo y científico: cuando se vuelve hacia el pasado teórico de su disciplina se enfrenta, no con una teoría científica constituida, sino con una tradición. La ruptura con las teorías tradicionales y la típica relación con las mismas, es un caso particular de la ruptura con la sociología espontánea: cada sociólogo debe tener en cuenta los supuestos científicos que amenazan con imponerle sus problemáticas, sus temáticas, y sus esquemas de pensamiento. El progreso teórico implica la integración de nuevos datos a costa de un enjuiciamiento crítico de los fundamentos de la teoría que aquéllos ponen a prueba. 7. Teoría del conocimiento sociológico y teoría del sistema social Una teoría no es ni el más grande común denominador de todas las grandes teorías del pasado ni, a Fortiori, esa parte del discurso sociológico que se opone a la empiria escapando al control experimental. La teoría del conocimiento sociológico (sistema de normas que regulan la producción de todos los actos y de todos los discursos sociológicos posibles, y sólo de éstos) es el principio generador de las diferentes teorías parciales de lo social, y por ello el principal unificador del discurso propiamente sociológico, que no se debe confundir con una teoría unitaria de lo social. Tres niveles lógicos: los objetos de la ciencia, la ciencia misma, y la metaciencia, que incluye la lógica y la epistemología e la ciencia. Función primordial de la teoría: asegurar la ruptura epistemológica y concluir en el principio que explique las contradicciones, incoherencia o lagunas y que sólo él hace surgir en el sistema de leyes establecido.