Está en la página 1de 7

Naturaleza de la Sociología

Continuamos trabajando con la Naturaleza de la Sociología

Ya vimos las definiciones de la sociología, y continuaremos con la lectura de


puntos importantes:

El carácter científico de la Sociología:

La sociología aspira a ser una ciencia, es decir, es una rama del conocimiento
humano que tiende hacia la comprensión racional y objetiva de un ámbito de la
realidad.

Un criterio a seguir para decidir si la sociología es o no un ciencia es averiguar


si avanza o no nuestro conocimiento objetivo, comprobable y racional sobre la
sociedad.

La sociología es una ciencia porque cumple con el sentido básico de lo que el


vocablo latino Scentia expresa: saber objetivo y racional de la realidad; o bien,
más exactamente, aspiración consciente y rigurosa hacia la posesión de este
tipo de saber. Reúne condiciones mínimas de: empirismo, teoría, apertura,
neutralidad ética y crítica que de toda ciencia se exigen.

- La sociología es una ciencia empírica. Todo el conocimiento que obtiene ha


sido recolectado a través de observaciones hechas en una sociedad concreta.
Los métodos que se utlizan son métodos que varian grandemente, debido a
que todos aspiran a un examen riguroso de datos comprobables. La sociología
debe atenerse a los datos disponibles sobre tales hechos, y respetar las
informaciones en torno a ellos que más sean de fiar desde el punto de vista
empírico.

- La sociología es una disciplina teórica. En esta se integran las conclusiones


parciales que la investigación empírica aporta. Tiene como tarea producir
generalizaciones, interpretar e interconectar datos y lanzar hipótesis cuya
última validez sólo puede ser refrendada por pesquisas empíricas ulteriores.

- La sociología es una disciplina abierta. Ello significa, que es adogmática, es


decir nada puede aceptarse en ellas por principio de autoridad. Todas las
proposiciones de la sociología deber ser reexaminadas, llevadas a la duda y
comprobadas por la experiencia. Por eso, la sociología, tiene como
características ser cumulativa, es decir los datos, las hipótesis y las teorías son
precisas y vienen a sobreseer a los que lo son menos, aunque este proceso
pueda ser fácil o automático. Esta característica no debe ser entendida como
una acumulación de información, sino al contrario es una teoría que hace que
todo saber se desmorone sobre una zona de la realidad.

- La sociología es una disciplina cuya metodología es moralmente neutra. Esta


es fecunda, pero si quienes la practican no son seres amorales no podrán vivir
en un mundo aséptico. Digamos que la necesidad de una neutralidad ética de
las proposiciones empíricas o teóricas queda fuera de dudas; si estas aprueban
o reprueban cuando describen o interpretan, la sociología se convierte en un
sermón moral o exhorto político. Ello no alcanza para que desde su nacimiento
como ciencia social, la sociología haya encontrado sus motivaciones profundas
en una preocupación ética por la condición humana. Desde un primer
momento, teniendo en cuenta esta sociedad moderna se ha intentando,
proponer una moral.Esta moral, esta basada  en la racionalidad, la de las
pruebas objetivas y la reflexión abierta de lo hombres sobre su mundo
colectivo. La sociología comprende poder reflexionar sobre nosotros mismos,
teniendo en cuenta la ética. En consecuencia la neutralidad ética a que aspiran
sus proposiciones arranca, de un imperativo moral profundo, como lo es la
moral de la objetividad, es decir, la búsqueda de la moral a través de una
ejercicio de investigación racional basada en los datos que nos ofrece la vida
social, libre de toda ideología o dogmatismo.

- La sociología es una crítica de la sociedad. Esta característica es, más


privativa de la sociología que las otras cuatro anteriores, las cuales son
comunes, a otras ramas del conocimiento. El imperativo moral impone una
independencia del sociólogo de aquellos intereses creados que comprometan
la objetividad a la que, esta también entregado por vocación. El sociológico
debe luchar contra sus propias pasiones al fin de poder juzgar el mundo que lo
rodea. Cuando esto no es así produce ideología, es decir obedece más a su
pasiones que al conocimiento al que debe guiar en su tarea, lo que genera que
no pueda realizar la critica del mundo social propia de su disciplina. Por lo que
debemos tener presente que sociología y ideología son términos totalmente
incompatible. Y para mantener viva esta incompatibilidad, el sociólogo ha de
extender la critica de la sociedad al terreno mismo de la sociología. Por lo que
inevitablemente la indagación sociológica se convierte en critica a la sociedad.
Ello hace de la sociología una disciplina incómoda para muchos.

El problema ético y los valores: la aspiración a la neutralidad ética es una


condición sine que non de una sociología bien hecha, aunque la sociología no
esté libre de inspiración moral ni intente eludir la transmisión de ciertas
lecciones sobre cómo podría mejorarse la vida social, es decir cómo podríamos
aproximaros, a una Buena Sociedad.
La introducción de ciertos juicios morales en la investigación de la realidad
social puede disminuir fácilmente la calidad de los resultados. Por ello el
sociólogo procura suspenderlos cuando tal peligro acecha en sus pesquisas.

Los sociólogos pronto se dieron cuenta de los peligros de la distorsión


valorativa. Para evitarlos, Durkheim recomendó que se trataran todos los
hechos sociales “como cosas”, y Weber formulo con claridad la aspiración a la
neutralidad ética o liberación de los juicios de valor. Por desgracia, numerosos
sociólogos han comprendido a medias el sentido de estas formulaciones y
creen que es posible y deseable hacer una sociología perfectamente libre de
valores.

No cabe duda que nuestro conocimiento de la sociedad y de la condición


humana ha avanzado en muchos casos gracias a los desvelos de hombre
profundamente comprometidos con ciertos principios morales, y ello
ciertamente de un modo apasionado. Pensemos e Tocqueville preocupado por
la democracia, Marx por la explotación de los obreros bajo el capitalismo, o en
Weber por la excesiva burocratización de la vida moderna.

No propugnamos la neutralidad ética del sociólogo como persona, sino de su


tarea. La inteligencia racional y objetiva de la realidad social puede surgir de
una actitud, en última instancia de la naturaleza valorativa: puede ser el afán de
verdad, o el de justicia, u otro igualmente ético. Tales afanes han movido con
frecuencia los desvelos más imparciales y los logros más cabales de los
mejores exponentes de la ciencia social, inspirados en una actitud
esencialmente moral: un profundo respeto por el hombre y por la santidad de la
vida humana.

Problemas Epistemológicos: la cuestión de los valores y de la inspiración ética


de la tarea sociológica nos lleva al terreno de los problemas epistemológicos
de la sociología, pues los valores hacen en ciertos casos las veces de
prejuicios, de tal modo que velan nuestro conocimiento de la realidad o, por lo
menos, causa una distorsión en nuestra precepción de ella. Esa distorsión es
como una refracción, y por eso ha sido llamada sesgo o bies. Las concepciones
previas que tengamos acerca de una institución social, costumbre, creencia, o
grupo imprimen un sesgo a nuestro análisis. La manera de combatirlo no es
solamente hacer un esfuerzo personal para liberarse de tales valorizaciones o
prejuicios, sino hacer que nuestros métodos y resultados sean siempre
públicos, sujetos a discusión y a cotejo con otros trabajos semejantes.

Aun cuando consideremos superado en ciertos casos el sesgo valorativo, nos


topamos con otro escollo epistemológico: en sociología como en las demás
ciencias humanas, el observador contempla también su propia naturaleza así
como la de su especie.

Frete a la dimensión subjetiva, los hechos sociales poseen una serie de rasgos
que lo equiparan a los otros fenómenos naturales, pues todos ellos son
objetivos, colectivos generales y positivos. La realidad social tiene para el
hombre, una doble vertiente subjetiva y objetiva. Cuando se elimina el aspecto
subjetivo obtenemos descripciones pobres de la realidad social, porque ignoran
los intereses, intenciones y emociones que entran en juego en cada situación.
Por otra parte, el abuso de la interpretación subjetiva conduce a una falta de
respeto por los hechos y a las especulaciones infundadas. En consecuencia,
ambos elementos deben estar siempre presentes en esta tarea, corrigiéndose y
apoyándose mutuamente.

La teoría sociológica: El fin de la sociología es la de elaborar teorías sobre la


realidad social, esto es, conjuntos de proposiciones en estado de mutua
integración lógico- causal, que posean un grado mínimo de validez. Validez
significa, aquí, que la teoría proponga explicaciones causales de los fenómenos
a los que se refiere.

Cuanto más general es el alcance de la teoría, más ardua se hace su


comprobación empírica. No obstante la elaboración de teorías generales de la
sociedad no es empresa en sí objetable, sobre todo si quien las construye
posee la capacidad y la destreza suficientes. Los hombres necesitan a menudo
una visión general de su mundo, de su destino, de la estructura y dinámica de la
sociedad en que viven: en el mundo moderno, considerablemente secularizado,
la teoría social en sus varias vertientes y en especial la sociológica, satisface
tal necesidad. En civilizaciones anteriores o distintas a la nuestra las visiones
generales de esa índole solían provenir de mitos, las leyendas y las ideologías.
Éstos no han desaparecido ni mucho menos de nuestra cultura, pero deben
convivir ahora con las explicaciones generales del mundo que intenta
suministrarnos la teoría social.

Un ejemplo de teoría sociológica.

El estudio clásico de Émile Durkheim sobre el suicidio publicado en 1897, es un


ejemplo excelente  precisamente porque está enraizado en la preocupación
general del autor por el “estado moral” de las sociedades modernas, sus
ansiedades, y conflictos y las fisuras que presenta su orden y cohesión.
Precisamente por esta doble naturaleza (el ser un estudio de la teoría general y
una investigación que intenta elaborar una explicación de un fenómeno
concreto) El Suicidio de Durkheim puede resumirse aquí como ilustración muy
adelantada de lo que s es la teoría de alcance medio.
Durkheim tomo un fenómeno limitado, al acto en apariencia totalmente privado
e individual del suicidio, e intento interpretarlo sociológicamente. Para que tal
interpretación fuera plenamente sociológica fuera menester excluir de todos
los elementos pertenecientes a la psicología individual del suicida, así como los
posibles influjos extra sociales, como la raza, el clima o la geografía.

Durkheim se vio obligado a clasificar los suicidios según los motivos a que él
conducían, y no según el modo empleado por el protagonista para poner fin a
sus días. De esta manera, la diversidad de los actos suicidas quedaba reducida
a un numero de tipos limitado.

Al relacionar las tasas de suicidio con las características de los medios


ambientales respectivos, Durkheim llego a establecer tres tipos principales de
suicidio, a los que dio nombres respectivos:

Suicidio Egoísta: es aquel tipo de suicidio que es inversamente proporcional al


grado de integración de los grupos de los cuales el individua forma parte.

Suicidio Altruista: representa el caso opuesto, pues varía en proporción directa


con el grado de integración del grupo. Lo hayamos solamente en sociedades
tribales, en las que la cohesión social es muy alta, o bien en el seno de grupos
muy militares, si se trata de sociedades modernas. Es ése el caso del soldado
que entrega su vida en un acto de heroísmo.

Suicidio Anómico: es consecuencia de la debilitación de los lazos sociales en


una situación de anomia social, es decir, cuando falta una definición social
tajante de las normas de conducta a seguir, fruto las mas de las veces de un
conflicto de normas más que de la ausencia de las mismas.

Una vez establecida la taxonomía del suicidio, puede verse como en los tres
casos el suicidio está relacionado de un modo regular con un solo elemento
común: la cohesión interna y la integración afectiva del grupo cuyo miembro ha
decidido poner fin a su vida. Durkheim en consecuencia lanza la hipótesis de
que la constitución moral  de la sociedad es lo que determina su tasa de
suicidio, es decir, el porcentaje de miembros que cometen tal acto en un
momento histórico determinado.

La teoría del suicido de Durkheim es imperfecta pero es una teoría, es decir, una
explicación causal y racional más satisfactoria que las disponibles antes de
que el la elaborara.

La teoría orienta la investigación empírica, ésta a su vez, eleva las meras


hipótesis de trabajo a la categoría de proposiciones teóricas. Ambas se
necesitan mutuamente. La creatividad de la sociología depende de su
constante interacción.
 

Metodología  y métodos: la metodología cosiste en el conjunto de métodos que


emplea una ciencia. Esta acepción es muy común en el terreno de las ciencias
humanas, pues indica la existencia de una pluralidad de métodos en lugar de la
existencia de un método único. La complejidad de su objeto de estudio  así
como la de su doble vertiente subjetivo-objetiva imponen un pluralismo
metodológico.

El método es el proceso de investigación que debe seguir la mente para


acrecentar su conocimiento. Muchas ciencias poseen sus métodos propios,
pero ninguno es totalmente intransferible. La sociología se distingue por su uso
extensivo de métodos empleados por otras ciencias.

Las pesquisas sociológicas siguen, en líneas generales, un camino semejante


al de las otras ciencias. Comienzan con una hipótesis, es decir, con una
conjetura que ha de servir de base de la investigación, y cuya verdad o falsedad
no se afirman, pues son los resultados de la investigación los que tiene que
decidir. Se elaboran las definiciones operativas: se declara qué técnicas se
seguirán, qué zonas se cubrirán y sobre todo, se aclaran los conceptos
empleados, su alcance y su significación.

Todo esto no quiere decir que cada sociólogo o equipo de investigación tenga
que comenzar de cero en los que a conceptos e hipótesis se refiere. Al
contrario los investigadores procuran emplear y someter a prueba conceptos ya
usados por sus colegas o predecesores. De ello resulta un proceso de
conceptualización, el cual es un aspecto de la cumulatividad de la teoría
sociológica; otro aspecto es el de la codificación de los conceptos en
inventarios sistemáticos. La codificación intenta ordenar sistemáticamente
experiencias anteriores de la investigación. En su virtud, muchas veces
comenzamos a investigar en trabajos ya realizados, lo cual ahorra mucha
energía.

Emparentada con la cuestión de la codificación, y aun previa a la investigación


en sí, se halla la formación de modelos. Los modelos como Weber indico, so
construcciones mentales que expresan los rasgos fundamentales de los
fenómenos a los que se refiere en abstracto.

La investigación o pesquisa propiamente dicha no empieza cuando todas estas


fases previas han sido llevadas a cabo, sino que en la práctica todo va
montándose a la vez.de hecho los conceptos, las hipótesis y los modelos se
van refinando a medida que avanza nuestra pesquisa sobre los datos. Tal
pesquisa deber ser, para mantener el nombre de sociológica, esencialmente
una interpretación causal de la realidad social, y no una mera descripción de
datos.

Bibliografía:

 Giner, S. (2000) Sociología. Barcelona: Península. Cap. 1

También podría gustarte