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NOVIEMBRE DE 2009
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INDICE
1. Introducción...................................................................3
2. Conceptualizando............................................................4
3. Tratamiento en el IVA......................................................8
5. A modo de conclusión......................................................18
3
1-Introducción
“En la vida moderna nada produce tanto efecto como una buena tontería”1, decía un
agudo escritor.
Es en este contexto en el que se analizarán los pronunciamientos de los organismos
fiscales.
2-Conceptualizando
En unas Jornadas Tributarias de casi medio siglo atrás, con relación al tema de
recupero de gastos, un expositor distingue gasto de desembolso.2
Es importante diferenciar entre recupero de gastos y recupero de desembolsos
realizados, en ambos casos por cuenta del cliente.
¿Qué es entonces un gasto? El diccionario de la Real Academia nos dice que es el
empleo del dinero en algo. En cuanto a desembolsar, la definición es pagar o entregar
dinero.
La diferencia radica, en lo que nos compete, en que el gasto es una cuestión
económica, darle un uso al dinero, en cambio el desembolso resulta en una cuestión
de índole financiera.
El gasto se puede emplear para materia prima, materiales, alquileres, sueldos e incluso
en bienes de uso y durables. Algunos serán gastos de consumo personal, otros donde
su empleo sea filantrópico y finalmente otros que se realizan con relación a una
actividad económica, que se vinculan directa o indirectamente con la obtención de
ingresos, a corto, mediano o largo plazo. Este último uso es el que nos interesa.
El gasto muchas veces es causa de un desembolso, pero no siempre, hay
desembolsos que tienen otro origen. Un préstamo o la devolución del mismo no es un
gasto pero hay desembolso. Por su parte podrían existir gastos que no generen
desembolsos, como ser la depreciación, o el canje de productos y/o servicios.
Siguiendo con la búsqueda de respuestas, ¿Cuando un gasto se relaciona con la
actividad económica?
Para responder será útil ejemplificar con un estudio contable.
1
Oscar Wilde en “Un marido ideal”, primer acto.
2
Eudaldo Feijoo en las V Jornadas Tributarias del Colegio de Graduados en Ciencias Económicas de la
Capital Federal, realizadas en Mar del Plata en julio de 1975.
5
¿Y si a pesar de lo dicho el cliente acepta hacerse cargo del gasto del otro contador o
del plomero o de un sueldo o incluso de una parte del alquiler?. Sería un recupero,
pero de gastos propios.
El honorario tiene su origen en el desarrollo intelectual, sin dudas que para realizar la
tarea resulta menester contar con la utilización de ciertos factores que como tales
influirán en la magnitud del mismo, pero otros desembolsos se llevan a cabo sobre la
base de la especificidad de cierto trabajo concreto e identificable, y son ajenos al
desarrollo intelectual y a los factores que en forma conjunta generan el honorario,
porque son gastos propios del cliente, y el desembolso es realizado por el profesional
por meras cuestiones comerciales o financieras, nunca económicas.
Nos hemos referido a los servicios porque la controversia existe en el tratamiento de
los mismos, y no tanto con la compraventa de bienes.
Habiendo definido la distinción entre recupero de gastos y recupero de desembolsos,
así como aclarado lo que entendemos gastos de la actividad y ajenos a la misma, se
procederá al análisis de jurisprudencia sobre el tema tanto en el IVA como en el
impuesto sobre los Ingresos Brutos.
3-Tratamiento en el IVA
3
Transportes Metropolitanos Belgrano Sur SA, TFN, Sala “D”, 23/11/2005.
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“En realidad, el sistema elegido para distribuir tales gastos carece de toda significación
en tanto se trata del IVA, ya que lo que para este tributo cobra relevancia, es el hecho
que se deriva de existir la prestación y no la magnitud pecuniaria de la misma, como
tampoco importa que responda a un precio predeterminado de antemano o pactado o
se trate de un método consensuado, tanto como que sea rentable o no. Por ello, no
resulta atendible...la insistencia del representante de la actora, remarcando la ausencia
de todo beneficio en las sumas facturadas a las otras dos empresas.”
Agregó que “Lo que sí corresponde destacar es que la apelante no ha probado que el
personal que presta los servicios administrativos responda a directivas emanadas de
cada una de las tres empresas, y esto significa que en la práctica, TBS realiza una
prestación de gerenciamiento en favor de TGSM y de TGR, lo que constituye un hecho
alcanzado por el IVA...”
Por esa razón para el tribunal no resultaba admisible la pretensión de la accionante de
presentar lo descripto como un “reintegro de gastos”.
Como se ha dicho antes, el gasto en remuneraciones nunca podría considerarse un
recupero de desembolsos que lo deje fuera del objeto del gravamen.
Pero el tribunal deja abierta una ventana al ponderar la falta de prueba de que el
personal haya respondido a directivas emanadas de cada una de las tres empresas, lo
cual es erróneo por dos motivos, el personal en última instancia siempre tendrá un solo
empleador, con sus directivas, y aún suponiendo la posibilidad contraria, el personal
lleva a cabo sus tareas en un lugar físico no exento de generar gastos, utiliza
mobiliarios y otros elementos, incluso el aire acondicionado o la calefacción tienen
implicancia en la labor realizada, haciendo que esta prestación resulte en un gasto
complejo, por lo tanto nunca podría cumplir con el requisito de exactitud entre el
monto que se pretende recuperar y costo generado, y mucho menos aportar la prueba
documental de tal identidad.
La misma sala también se ha expedido en otra sentencia4 que merece ser destacada.
En esta oportunidad el núcleo de la cuestión reside en determinar si el gasto incurrido
por un profesional perteneciente a un estudio contable-impositivo por pasajes de
avión, para reunirse con clientes domiciliados en otra jurisdicción, se encuentra
alcanzado por el tributo.
También aquí se le da el tratamiento de recupero de gastos.
4
Gañan, Eduardo H. y otros SH, TFN, Sala “D”, 6/11/2006.
10
El voto de la mayoría concluye que “...el traslado sólo sé efectiviza por una comodidad
propia del cliente, y -contrariamente a lo sostenido por el ente fiscal- resulta
totalmente prescindible y absolutamente escindible para la concreción de la prestación
gravada.”
“Que es por ello que las erogaciones bajo examen sólo quedan reducidas a simples
requerimientos de los clientes que los contratan y sólo se traduce en una mera cita que
sirve para que el tercero vea si le conviene o no contratar los servicios contables que
brindan. Por lo tanto es a estos terceros a quienes le corresponde hacerse cargo del
gasto de traslado, y así lo asumen,...”
Se comparte la decisión de la mayoría aunque no tanto el fundamento, salvo en el
término de ser considerado absolutamente escindible de la prestación profesional. Es
un recupero de desembolsos realizados porque no resulta un pago por un gasto propio
de la actividad, el honorario será el mismo por idéntica tarea si el cliente tiene su
domicilio a la vuelta de la esquina que a 600 km.
En el voto disidente la Doctora Sirito nos dice que “en consecuencia, cada labor
profesional que da derecho a retribución, se cobre o no por adelantado, incluye todas
las tareas, conductas y erogaciones principales y accesorias que condujeron a su
resultado, entre las cuales se cuentan los desplazamientos a dependencias del cliente o
a lugares indicados por el mismo.”
Agrega que “...carece de relevancia la causa específica que en cada ocasión motivó el
desplazamiento de los profesionales.”
El derecho a retribución tiene su origen en el desarrollo intelectual, la calidad del
mismo determinará la magnitud del honorario, nunca los costos o erogaciones
necesarias para producirlo. Supongamos que dos clientes, uno con domicilio en Salta y
otro a una cuadra del estudio, requieren el asesoramiento del profesional para dilucidar
el tratamiento de los recupero de gastos en el IVA, a ambos se les dará idéntica
respuesta y el honorario profesional será también el mismo, poco importarán los
gastos incurridos en una u otra ocasión o las distancias recorridas para exponer las
conclusiones, sin perjuicio que la empresa salteña tendrá un costo mayor, ya que a los
servicios del profesional le sumará los servicios de transporte, hotelería, etc. Igual
gasto realizaría si alguien de la empresa decidiera viajar a Buenos Aires para reunirse
con el asesor o recibiera el asesoramiento telefónicamente, por mail o por tele-
conferencia, el honorario profesional es siempre el mismo, los viajes no resultan
entonces costo de la actividad del contador, sino del cliente, y como es posible una
11
Por último, nos queda por analizar, el ejemplo por excelencia, la actividad de los
escribanos.
La sala “B” del tribunal ha fallado5 apoyando la tesitura del contribuyente escribano de
que se trata de gastos a recuperar, utilizando los siguientes argumentos:
“...suponiendo un reembolso exacto de lo gastado sin adicionales que puedan dar lugar
a intuir una remuneración por servicio de intermediación y mediando un estricto
soporte documental de los gastos efectuados, no es lógico que el reintegro esté
sometido al gravamen, por cuanto, en caso contrario, el legislador estaría permitiendo
la generación de un débito fiscal en relación con un concepto que no habiendo
generado el respectivo crédito en su nacimiento, ni provocando un verdadero valor
agregado, desbalancearía la situación fiscal en el gravamen del contribuyente
intermediario, desligándose, en cierta forma, entonces, de la noción estricta de valor
agregado alterando la naturaleza del gravamen.”
Nuevamente se incurre en el argumento de la simetría crédito y débito fiscal, la que
repetimos entendemos errónea. Si bien parece válido el planteo de ausencia de valor
agregado, no es indicativo suficiente ya que el valor agregado podría existir y formar
parte imperceptiblemente de los honorarios facturados.
Adicionalmente el tribunal nos dice que ”...debe señalarse que en puridad de verdad
las sumas gravadas por el Fisco no aparecen como remunerando un servicio
profesional del propio escribano, sino la obtención de determinadas constancias y
elementos documentales necesarios para que su operación pueda llevarse a cabo, cuya
obtención la ley pone a cargo del notario... En concreto, tales gastos no remuneran un
servicio del escribano, sino el de certificados emitidos por distintas reparticiones
públicas o semipúblicas que el notario se encarga de obtener mediante una gestión
que, seguramente, habrá de cobrar dentro del concepto honorarios profesionales.”
Sigue diciendo que “...es en este punto donde yerra el Fisco su enfoque, ya que el
certificado en sí mismo y el monto necesario para su obtención no es nunca una
remuneración del escribano, sólo podrá ser parte de los honorarios en aquel supuesto
en que el profesional factura un plus por su tarea de gestionar los mismos, si es que
no engloba este servicio en el concepto genérico facturado como honorarios
profesionales.”
5
Narosky, Eduardo Gabriel, TFN, Sala “B”, 29/07/2005.
13
El impuesto denominado sobre los ingresos brutos tiene un hecho imponible algo
diferente al IVA.
En este tributo local se grava el efectivo ejercicio habitual y a título oneroso de una
actividad configurada dentro del ámbito territorial de la jurisdicción que corresponda.
En los Códigos Fiscales generalmente se excluye de la base imponible, representada
por los ingresos brutos totales de la actividad, a los reintegros percibidos por los
comisionistas, consignatarios y similares, por gastos efectuados por cuenta de terceros,
en las operaciones de intermediación donde actúan.
El recupero de gastos por cuenta de terceros pueden instrumentarse con una factura a
nombre del comisionista o similar o directamente a nombre del mandante. Es fácil
predecir que la norma sólo podría referirse al primer caso, pero incluso si alguien
pudiera afirmar que la última operatoria se encuentra dentro del hecho imponible,
donde el legislador no ha distinguido, mal podría hacerlo alguien más.
Como podemos apreciar, no podemos inferir la ausencia de conflicto en la
interpretación.
Muchos años atrás uno de los maestros de la tributación opinaba que tanto la
exclusión de la base imponible de los reintegros de capital como la de los reintegros a
comisionistas, consignatarios y similares, por gastos realizados por cuenta de terceros,
no merecían su incorporación a la ley ya que no importan beneficios o lucros. Sin duda
los términos beneficios o lucros denotan un contexto legal donde seguramente el
hecho imponible se refería a los mismo y no a la simple onerosidad. De todos modos
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culmina con una frase destacable “...a nadie se le puede ocurrir incluirlos en la base
imponible, como no sea con ideas extravagantes...”6
Otro mentado tributarista ha opinado recientemente en el mismo sentido:
“Es otro caso de exclusión justificada, y si se quiere redundante. Es obvio que los
ingresos representados por los reintegros de los gastos efectuados por otro, no
constituyen una contraprestación por el ejercicio de la actividad gravada, que en el
caso de la intermediación es retribuida por la comisión.”7
Es el turno de analizar algunos pronunciamientos de los fiscos.
En el informe 164/2001 de la Dirección Técnica Tributaria de la Dirección Provincial de
Rentas de la Provincia de Buenos Aires (en adelante DTT), se concluye que “...el mero
pago no constituye una actividad realizada a título oneroso.” Adherimos a esta
definición vertida, es lo que remarcamos al definir recupero de desembolsos.
El informe se refería a reintegros de pagos en concepto de servicios públicos cuando
existe un contrato de comodato entre la sociedad A y otra B a favor de esta por el uso
de instalaciones de propiedad de la primera, donde el comodatario es quien utiliza el
servicio pero el titular y quien realiza los pagos es el comodante, quien además le
factura a B el importe exacto, que a la vez las empresas de servicios públicos le
facturan.
La DTT concluye que el reintegro de pagos no participa del concepto ingreso bruto
devengado por el ejercicio de una actividad gravada, pero exige una exacta correlación
entre importes facturados, aclarando que la existencia de sobreprecios hará de estos
base imponible.
Sorprende este pronunciamiento, se ha dicho que entendemos que una de las
condiciones de la ausencia de gravabilidad de los desembolsos a recuperar es la exacta
correlación entre lo pagado y lo trasladado neto de IVA, por lo que una facturación
superior por la existencia de sobreprecios resulta prueba contundente de que se trata
de un gasto de la actividad y no de un mero pago a recuperar.
Compartimos, sí, la opinión emitida en el informe con relación a los sueldos
recuperados, incluso considerados al “costo” (hemos planteamos la imposibilidad de
que esto suceda), ya que representa una clara retribución por la actividad ejercida.
6
Giuliani Fonrouge-Navarrine, “Impuesto sobre los ingresos brutos”, Ed. Depalma, 1982, páginas 162 y
163.
7
Enrique G. Bulit Goñi, “Impuesto sobre los ingresos brutos”, Ed. Depalma, 2º edición, 1997, páginas
112 y 113.
15
8
Dirección General de Rentas, Res. 6766 del año 2002.
16
9
Dirección Técnica Tributaria de la Provincia de Buenos Aires, Informe Nº 41/2005.
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5 - A modo de conclusión
a) Aclaraciones previas
10
Dirección Técnica Tributaria de la Provincia de Buenos Aires, Informe Nº 179/2003.
11
Dirección Técnica Tributaria de la Provincia de Buenos Aires, Informes Nº 166 y 169/2003
18
Podríamos intentar sintetizar la opinión del Tribunal Fiscal acerca de cuales son los
caracteres que determinan que una erogación a recuperar no resulte alcanzada por el
impuesto, y por lo tanto pueda ser considerado como un desembolso a recuperar:
Muy a menudo sucede que en cualquier análisis complejo con relación a los impuestos
se prescinde casi por completo de la técnica contable, algunas veces subestimada.
No haré lo mismo, después de todo estamos dilucidando si una operación es un
ingreso o no, un crédito o un gasto, y nada mejor que la técnica contable para darnos
una mano.
En muchas ocasiones lo que es gasto impositivamente no lo es en la contabilidad o a la
inversa, pero en el caso de gastos a recuperar, los mismos serán créditos en el balance
salvo que no sean recuperables.
El tratamiento de estas erogaciones en los estados contables firmados por un
profesional independiente bajo el cumplimiento de estrictas normas de auditoria no
puede ser menospreciado, no resultará el único determinante, claro está, pero será de
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utilidad dentro del conjunto de elementos que se analizarán en forma concurrente para
determinar si se trata de un gasto de la actividad o de un simple desembolso a
recuperar.
1) Estar a cargo del cliente, con lo que se quiere decir que resulte un costo propio de
su actividad;
2) Adicionalmente éste debe aceptarlo como propio;
3) Se debe actuar como intermediario, y la intermediación solo consistirá en un modo
conveniente de realizar el pago, no se trata de una cuestión económica, la realidad
muchas veces lleva a tener que efectuar el pago por esta vía pero no difiere en
nada que la factura se emita a nombre del cliente y este nos alcance el dinero para
que nosotros lo paguemos o que directamente lo haga él mismo, es una simple
cuestión financiera, hasta podría defenderse la hipótesis de que se realiza un
préstamo sin interés;
4) No debe ser un gasto propio de la actividad del intermediario, incluyendo como
tales a los pagos que realizara a los proveedores que ejerzan la misma profesión o
presten los mismos servicios o realicen el mismo oficio, según el caso;
5) Debe existir una exacta correlación y una perfecta identificación documental entre
lo pagado y el importe neto de IVA a reintegrarse;
6) El desembolso a recuperar debe responder a un hecho específico de ese servicio
particular a prestarse.
7) Debe encontrarse contabilizado como un crédito a recuperar;
8) No debe existir una expresa mención de la ley que, sin perjuicio de los argumentos
esgrimidos en 1) a 7), imponga el hecho imponible o lo presuma.
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BIBLIOGRAFIA
- “Impuesto sobre los ingresos brutos - Ciudad de Buenos Aires, Jorge Alberto Carmona y Oscar
- “Impuesto sobre los ingresos brutos”, Giuliani Fonrouge-Navarrine, Ed. Depalma, 1982;
- “Impuesto sobre los ingresos brutos”, Enrique G. Bulit Goñi, Ed. Depalma, 2º edición, 1997;
- “Impuesto al valor agregado. Tratamiento de los reintegros de gastos”, Martín R. Caranta, en Práctica
- “Provincia de Buenos Aires. Claves para una correcta deducción de recuperos de gastos de la base
imponible del impuesto sobre los ingresos brutos”, Martín R. Caranta, en Práctica y Actualidad
- “La facturación de los profesionales y su vinculación con la base imponible del impuesto sobre los
ingresos brutos. A propósito de los reintegros de gastos”, Martín R. Caranta, en Práctica y Actualidad
- Fallos del Tribunal Fiscal de la Nación: Transportes Metropolitanos Belgrano Sur SA, Sala “D”, del
23/11/2005, Gañan, Eduardo H. y otros SH, Sala “D”, del 6/11/2006, Narosky, Eduardo Gabriel, Sala
- Dirección General de Rentas de la Ciudad de Buenos Aires, Resolución Nº 6766 del 2/12/2002;
- Dirección Técnica Tributaria de la Provincia de Buenos Aires, Informes Nº 41/2005, 166, 169 y
179/2003, 164/2001,