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CIUDADANO

JUEZ DEL MUNICIPIO ANACO DE LA CIRCUNSCRIPCIÓN


JUDICIAL DEL ESTADO ANZOATEGUI
SU DESPACHO.
Yo, ZULEIMA GONZALEZ, venezolana, mayor de edad, abogada en ejercicio,
Titular de la Cédula de Identidad No. V-8.494.396, inscrita en el I.P.S.A. bajo el
No. 32.299, y con domicilio procesal de a demandada y su apoderada en la Calle
Ayacucho No. C-10 de la misma ciudad de Anaco; en mi carácter de coapoderada
de la ciudadana ZULEIMA COROMOTO DUQUE HERNÁNDEZ, identificada en
autos, de conformidad con el artículo 588 Parágrafo Segundo y el artículo 602
ambos del Código de Procedimiento Civil, siendo ésta la oportunidad legal para
hacer oposición a la medida preventiva de embargo, decretado por este Tribunal
por auto de fecha 14 de Febrero de 2002, el cual cursa en el cuaderno de medidas
del presente expediente, expediente No. 02-2216, expongo las razones y
fundamentos en los siguientes términos:
En fecha 14 de Febrero de 2002, este Tribunal admitió la demanda
que por Cobro de Bolívares incoara Clínica Mérida C.A. en contra de
mí representada en autos del expediente en mención. En su libelo de
demanda la actora solicitó se decretara y ejecutara medida de
embargo sobre bienes muebles propiedad de la demandada e invocó
a los efectos los artículos 585 y 588 del Código de Procedimiento Civil.
Acordada como fue dicha medida, por auto de fecha 14 de Febrero de
2002, la misma se practicó en fecha 15 de Febrero de 2002 en la
empresa TUBOS SERVICIOS DE ORIENTE, S.A. sobre acreencias
líquidas y exigibles que a favor de mí representada se encontraban en
dicha empresa, hasta por la cantidad de DOS MILLONES
QUINIENTOS OCHENTA Y SIETE MIL BOLÍVARES (Bs.
2.587.000,00), contentivo en cheque de gerencia No. 39068143,
girado contra el Banco Mercantil de fecha 01 de Julio de 2003.
Ahora bien, el artículo 588 del Código de Procedimiento Civil que
invocara la actota, establece:
Artículo 588: En conformidad con el artículo 585 de este Código, el
Tribunal puede decretar en cualquier estado y grado de la causa las
siguientes medidas:
1) El embargo de bienes muebles
El artículo 585 del Código de Procedimiento Civil, a que hace mención
el antes trascrito artículo 588, establece:
Artículo 585: Las medidas preventivas establecidas en este Título las
decretará el Juez, sólo cuando exista riesgo manifiesto de que
quede ilusoria la ejecución del fallo, y siempre que se acompañe un
medio de prueba que constituya presunción grave de esta
circunstancia y del derecho que se reclama.
En reiterada jurisprudencia la Corte ha señalado: “dichas medidas
tienen por objeto, fundamentalmente, el de operar como medio que
garantice la ejecución del fallo, ante la posibilidad que pueda
modificarse la situación patrimonial de las partes. En tal sentido, toda
medida cautelar para que sea decretada es necesario una serie de
requisitos: 1) Que exista presunción de buen derecho. 2) Que la
ejecución del fallo pueda quedar frustrada, y además para que cada
medida en particular, se requiere cumplir con el supuesto de hecho
que se establece para cada uno de sus tipos. Es por ello, que para
que sea posible otorgar providencias cautelares, se hace
imprescindible que exista real y comprobable de que quede ilusoria la
ejecución del fallo” (sentencia de la sala de Casación social No. 387
del 21-09-2000).
En el caso que nos ocupa, ni se alegó ni se probó los hechos que
permitieran convencer al Juez de la existencia del riesgo
manifiesto de que quede ilusoria la ejecución del fallo y que
exista una presunción grave del derecho que se reclama, además
de los hechos que exige cada medida preventiva.
En aplicación al criterio jurisprudencial antes expuesto, la sala de
Casación Civil, observa que el sentenciador al acordar o negar una
medida preventiva, debe verificar el cumplimiento de los extremos:
el primero referido a que exista la presunción del buen derecho y
el segundo a verificar la existencia del riesgo manifiesto de que
quede ilusoria la ejecución del fallo.(negrillas de la expositora)
Al momento en que se presenta una solicitud de medida cautelar, el
Juez ante el que se propone, para resolver debe en acatamiento a lo
señalado en el artículo 585 del Código de Procedimiento Civil, verificar
la existencia de varios extremos puntuales, que deben concurrir para
declararla procedente, como son la presunción grave del derecho que
se reclama (fumus boni iuris) y la presunción grave del riesgo
manifiesto de que quede ilusoria la ejecución del fallo (periculum in
mora). Verificados que sean estos extremos el juez podrá decretar o
bien negar la medida solicitada, señalando los motivos por los
cuales considera llenos los extremos requeridos o por qué
considera que los mismos no se encuentran satisfechos. Pero,
en aquellos supuestos en los que el Juez, luego del examen de
las circunstancias de hecho que se proponen en la solicitud de la
medida cautelar, estime que no se han cumplido con todos los
extremos requeridos, podrá decretar igualmente la cautela,
siempre que exija la constitución de una caución o garantía
suficientes para responder a la parte contra la que obre la medida,
de los daños y perjuicios que aquella pudiere causarle.
Pues bien, es necesario entonces, para que proceda la solicitud de
medida preventiva, que exista un medio de prueba que constituya
presunción grave, tanto de riesgo manifiesto de que quede
ilusoria la ejecución del fallo, vale decir, del periculum in mora,
como del derecho que se reclama, o fumus boni iuris.
Y es el caso, en el presente asunto, no se presume en forma alguna el
buen derecho de la accionante, en el caso concreto no se cumplen los
requisitos del periculum in mora y del fumus boni iuris, a que alude el
artículo 585 del Código de Procedimiento Civil, al no existir prueba que
constituya presunción suficiente sobre tales circunstancias.
Así mismo, Ciudadano Juez, se observa del Acta de fecha 15 de
Febrero de 2002, levantada por el Tribunal de Ejecución de medidas
del Municipio Anaco de este Estado, que fueron embargadas
acreencias líquidas y exigibles en la empresa Tubo Servicios de
oriente S.A. y que tales acreencias embargadas no son otras que las
prestaciones sociales de mi representada ciudadana ZULEIMA
COROMOTO DUQUE HERNÁNDEZ, y que de conformidad con el
artículo 163 de la Ley Orgánica del Trabajo son inembargables, razón
por demás por lo que la solicitud de medida preventiva o cautelar,
resulta improcedente. Pido que la medida preventiva aquí decretada y
ejecutada sea suspendida.
Justicia, a la fecha de su presentación.

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