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ASDRÚBAL CABELLO
CESAR CASTRO
JANEICE SUAREZ
YARITZA ROSAS
En el mundo del proceso Judicial civil Venezolano existen procesos judiciales que
hacen necesarios la cautela en la protección de ciertos bienes para las partes en litigio,
por parte del legislador en el código de procedimiento civil venezolano vigente de
1990, estas medidas cautelares buscan garantizar el cumplimiento del fumus boni
iuris de las partes afectadas ante la posible pérdida de la cosa en litigio, de un fallo que
por no anticipar la medida cautelar resulte en ilusorio, en este sentido estas medidas
son: Las medidas cautelares, que son utilizadas a instancia de parte, ante la
imposibilidad de perder la cosa litigada antes de la decisión del juzgado en sentencia
definitivamente firme, con la finalidad de buscar garantizar las resultas del proceso, la
parte afectada solicita ante un tribunal como garante de la tutela judicial efectiva,
artículo 26 de la constitución de la República Bolivariana de Venezuela, su intervención
para dictar las medidas cautelares que garanticen el aseguramiento de la cosa
Juzgada antes de la sentencia definitivamente firme y así de esta forma el Estado
poder dar el cumplimiento efectivo de la tutela judicial efectiva por parte del Juzgado
ante el cual fue invocado el periculum in mora, el fumus Bonus Iuris que da origen a la
presunción de un peligro inminente sobre un bien con derechos titulados por las partes
en la Litis y así producir finalmente probada la pretensión una medida cautelar, esta
será acordada para asegurar y proteger bienes antes del fallo del tribunal de cosa
juzgada definitivamente firme, en los cuales las partes litigantes se pueden ver
afectadas antes que se produzcan fallos que puedan resultar ilusorios ,en este
particular Osorio , M(2006).Establece que:
El peticionario de una medida que lo haga por la vía de causalidad, deberá probar
respecto a dos materias distintas. Una prueba versará sobre la pretensión de su
demanda, sobre las razones por las que intenta la acción, y otra versará sobre las
razones por las que embarga, valga decir, sobre el peligro de que por falta de una
oportuna aprehensión de bienes no se pueda llevar a cabo la ejecución forzosa.
El nuevo Código de Procedimiento Civil exige ahora, en ambos casos, un juicio
de mera probabilidad (summaria cognitio), y por ello la enunciación latina de
sendos requisitos debe ser: fumus boni iuris y el periculum in mora. Ciertamente,
el art. 585 CPC establece que el juez decretará las medidas preventivas "sólo
cuando exista riesgo manifiesto de que quede ilusoria la ejecución del fallo y
siempre que se acompañe un medio de prueba que constituya presunción grave
de esta circunstancia y del derecho que se reclama.(p. 185)
En este punto las medidas cautelares tienen como fin garantizar ante un riesgo
manifiesto que se pueda materializar la ejecución del fallo, evitando que quede ilusorio
al finalizar el proceso. por parte de quien las invoca ante el juzgado titular de ejercer la
tutela judicial efectiva, ante la posibilidad de una presunción grave que proponga
cualquiera de las partes de que el fallo quede ilusorio una vez finalizado el juicio,
entendiendo que la puede invocar cualquiera de las partes afectadas en el juicio, ante
la posibilidad de presunción de que esté en riesgo ilusorio la ejecución del fallo. En
este mismo orden de ideas en cuanto al fundamento o ratio legis del requisito legal de
la presunción grave del derecho que se reclama establece Henríquez R.
(1988).Bosqueja lo siguiente:
En este sentido tal y como explica el autor se persigue como fin principal con la medida
cautelar proteger un bien jurídico tutelado por el juzgador, e invocada su protección
previamente por una de las partes en el juicio, ante la presunta y cierta posibilidad de
una sentencia favorable a una de las partes y que quede ilusoria la ejecución del fallo.
En este particular Henríquez R. (1988).Plantea que:
Artículo 590°
Podrá también el Juez decretar el embargo de bienes muebles o la prohibición
de enajenar y gravar bienes inmuebles, sin estar llenos los extremos de ley,
cuando se ofrezca y constituya caución o garantías suficientes para responder a
la parte contra quien se dirija la medida, de los daños y perjuicios que esta
pudiera ocasionarle.
De esta misma forma pero concurrentemente los ordinales de este articulo 590 del
CPC, venezolano estiman un verdadero desarrollo tutelar que permiten hacer valer al
juzgador, mediante las medidas cautelares accionadas por las partes una verdadera
tutela jurídica para garantizar el fallo de la sentencia.
En los ordinales del artículo 590 del CPC del 1 al 4 se establecen las reglas de
identificación de los bienes, sobre los cuales se pueden proponer medidas
cautelares de embargo que busquen asegurar la sentencia del juicio.
Continúa explicando Henríquez R. (1988).Plantea que:
En el artículo 599 del CPC se encuentran un compendio de seis (6) ordinales referidos
a ciertos casos en los cuales las partes pueden proponer en juicio el secuestro a
bienes como medida cautelar para garantizar la ejecución del fallo, en este particular
de conformidad con lo establecido el CPC de Venezuela en su artículo:
Artículo 599.
Cuando el juez dicta una medida cautelar esta debe estar debidamente fundamentada
y proporcionada a la protección de garantizar debidamente las resultas de las partes
en la sentencia así pues el artículo 188 del CPC establece lo siguiente:
Artículo 188°
Los actos del Tribunal se realizarán también por escrito, bajo el dictado o las
instrucciones del Juez, en términos claros, precisos y lacónicos. Las
observaciones, reclamaciones, salvedades o recursos de quienes intervinieren
en el acto, se manifestarán al Juez, quien redactará sustancialmente el acta,
sin alterar la verdad de lo que haya pasado, ni omitir nada de lo expuesto. Si
leídos, el interesado observare algo de más o de menos de lo que quisiere
hacer constar, se escribirá lo observado en términos precisos y breves.
Según el art. 591 CPC la ejecución del embargo sobre bienes muebles produce la
desposesión de los bienes y su entrega en manos de un depositario judicial. A tal
fin, puede el juez "ordenar la apertura de puertas y de cualesquiera depósitos o
recipientes, y solicitar, cuando fuere necesario, el auxilio de la fuerza pública". El
art. 588 CPC establece que "podrá también el juez acordar cualesquiera
disposiciones complementarias para asegurar la efectividad y resultado de la
medida que hubiere decretado". "Cuando no haya perjuicio para el embargante —
expresa el art. 597 CPC—, el embargo debe ejecutarse preferentemente sobre
las cosas que indique la parte embargada". A nuestro modo de ver dicho perjuicio
puede residir en los costos de depósito (vgr. embargo de comestibles), (p. 213)
En este punto tan importante el artículo 591 del CPC explica cómo se debe desarrollar
la ejecución del embargo y la entrega de los bienes embargados al depositario judicial
con el uso de la fuerza pública de ser necesario, estableciéndose lo siguiente según el
CPC venezolano:
Artículo 591°
A pedido de parte, el Juez se trasladará a la morada del deudor, o a los sitios o
establecimientos donde se encuentren los bienes a embargarse, para ejecutar
la medida. A tal fin, podrá ordenar la apertura de puertas y de cualesquiera
depósitos o recipientes, y solicitar, cuando fuere necesario, el auxilio de la
fuerza pública.
En este mismo orden de ideas continua explicando el autor en cuanto a los bienes lo
siguiente cuando existe escaso valor comercial por parte de las cosas ofrecidas por
parte del embargado :
Los artículo 600 y 605 del CPC establecen los parámetros de prohibición de enajenar y
grabar para medidas cautelares frente a los protocolos de los registros subalternos en
este particular el CPC establece lo siguiente:
Artículo 600°
Acordada la prohibición de enajenar y gravar, el Tribunal, sin pérdida de tiempo,
oficiará al Registrador del lugar donde esté situado el inmueble o los inmuebles,
para que no protocolice ningún documento en que de alguna manera se pretenda
enajenarlos o gravarlos, insertando en su oficio los datos sobre situación y
linderos que constaren en la petición. Se considerarán radicalmente nulas y sin
efecto la enajenación o el gravamen que se hubieren protocolizado después de
decretada y comunicada al Registrador la prohibición de enajenar y gravar. El
Registrador será responsable de los daños y perjuicios que ocasione la
protocolización.
De esta forma queda protegido el bien inmueble contra todo gravamen o enajenación
a partir del momento que el Tribunal dicte la prohibición de enajenar y gravar y sea
comunicada al registrador haciendo responsable al registrador de los daños y
perjuicios causados por la protocolización. Asi como es importante estudiar lo
establecido en el artículo 605 del CPC venezolano :
Artículo 605°
La parte en cuyo favor se haya expedido el decreto de secuestro podrá hacerlo
protocolizar en la Oficina de Registro respectiva, lo mismo que el del depósito de
la finca vendida o arrendada, hecho en el dueño para responder al arrendatario
cuando hubiere lugar, conforme al aparte final del artículo 599.
El avalúo de los bienes afectados por la medida tiene por objeto determinar el
cumplimiento del decreto preventivo en cuanto al monto total de la misma; por
consiguiente, no tiene efecto vinculante para el justiprecio que debe hacerse en la
fase de ejecución, a los fines del remate. El monto de la medida preventiva no
tiene que ser necesariamente el doble del crédito más las costas prudencialmente
calculadas, ya que el art. 527 CPC, que regula este aspecto, señala que el valor
de la medida no excederá lo indicado, dando a entender, pues, que queda a
criterio del juez determinar la cuantía del decreto, e incluso disminuirla
posteriormente con vista al valor suficiente y estable de los bienes aprehendidos
o de su liquidez. La razón por la que la ley permite el embargo del doble de la
demanda no es la de coaccionar ni imponer una sanción al embargado; está en
función del remate que, como lo indica el significado común de la palabra, supone
el ofrecimiento de sumas menores al valor comercial, en libre negociación, que
tengan los bienes.(p. 215).
Artículo 527°
Si la condena hubiere recaído sobre cantidad líquida de dinero, el Juez mandará
embargar bienes propiedad del deudor que no excedan del doble de la cantidad y
costas por las cuales se siga ejecución. No estando líquida la deuda, el Juez
dispondrá lo conveniente para que se practique la liquidación con arreglo a lo
establecido en el artículo 249. Verificada la liquidación, se procederá al embargo
de que se trata en este Artículo. El tribunal podrá comisionar para los actos de
ejecución librando al efecto un mandamiento de ejecución, en términos generales
a cualquier Juez competente de cualquier lugar donde se encuentren bienes de
deudor. El mandamiento de ejecución ordenará: 1º Que se embarguen bienes
pertenecientes al deudor en cantidad que no exceda del doble de la cantidad y
costas por las cuales se siga la ejecución.2º Que se depositen los bienes
embargados siguiendo lo dispuesto en los artículos 539 y siguientes de este
Código.3º Que a falta de otros bienes del deudor, se embargue cualquier sueldo,
salario o remuneración de que disfrute, siguiendo la escala indicada en el artículo
598.
En este artículo se establece bien definido hasta que monto el tribunal puede embargar
al deudor y que no debe exceder del doble de la cantidad y costas por las cuales se
siga la ejecución así como se fijan en los ordinales 1 al 3 como se debe realizar la
ejecución por parte del tribunal en contra del deudor . En cuanto al embargo de bienes
afectos al uso público o pertenecientes a determinadas entidades de capital privado:
afectados por el embargo Henríquez R. (1988).Constituye que :
Las leyes especiales prevén ciertas pautas para el embargo de bienes afectos al
uso público o pertenecientes a determinadas entidades de capital privado: Los
bienes de entidades públicas o de particulares afectos al uso público, a un
servicio público o a una actividad de utilidad pública nacional, podrán ser objeto
de embargo; pero el juez, antes de ai ejecución, deberá notificar al Ejecutivo
Nacional, por órgano del Procurador General de la República, a fin de que se
tomen las medidas necesarias para que no se interrumpa la actividad a que esté
afectado el bien. Vencidos sesenta días a contar de la fecha de la notificación, sin
que el Ejecutivo
Nacional se haya pronunciado sobre el acto, el juez podrá proceder a su
ejecución (Cf. art. 46 in fine Ley Orgánica de la Procuraduría General de la
República). (p. 215).
Este punto es muy importante ya que plantea el interés del Estado en la protección de
aquellos bienes de uso público y que se regirán para su ejecución por leyes especiales
que prevén ciertas pautas e inclusive para los tribunales que conocen de ciertas
materias que son de uso público por ejemplo tribunales competentes para conocer por
materia de derecho aeronáutico y marítimo. En cuanto embargo de créditos afectados
por el embargo Henríquez R. (1988).Constituye que :
Este tipo de embargo está supeditado a las normas establecidas en el artículo 593 del
CPC y su notificación se hará de conformidad con el artículo 220 del CPC.
Artículo 593°
El embargo de créditos se efectuará mediante notificación que hará el Juez al
deudor del crédito embargado, en la morada, oficina o negocio de éste. Si no se
encontrare al deudor, la notificación se hará a cualquiera de las personas
indicadas en el artículo 220, si se tratare de personas jurídicas. Si se tratare de
personas naturales, la notificación se hará en persona que esté a su servicio, o
sea pariente del deudor, que se encuentre en su morada, oficina o negocio,
dejándose constancia en el acta del nombre, apellido y cédula de identidad de la
persona notificada. Si se tratare de créditos o derechos litigiosos, bastará con
dejar constancia del embargo en el expediente del juicio respectivo, mediante
acta que suscribirán el Juez, el Secretario y los comparecientes
Artículo 220°
En los casos de citación por correo certificado con aviso de recibo, de personas
jurídicas, el aviso de recibo deberá ser firmado por el representante legal o
judicial de la persona jurídica, o por uno cualquiera de sus directores o gerentes,
o por el receptor de la correspondencia de la empresa.