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Dirección: Borbón S29 y Alberto Spencer Teléfonos: 2634-867 2622-725 Telefax: 2843439 AÑO LECTIVO:
QUIMESTRE N.º: 1
PLANIFICACIÓN DE PROYECTO INTERDISCIPLARIO EDUCATIVO POR ÁREA SIN CONECTIVIDAD
PROYECTO Nº: 1
1. DATOS INFORMATIVOS
Los estudiantes comprenderán que el retorno seguro a las escuelas promueve acciones para cuidar la salud y permite compartir sentimientos, emociones, inquietudes y
necesidades.
● CN.4.2.7. Describir las características de los virus, indagar las formas de transmisión y comunicar las medidas preventivas, por diferentes medios.
(RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS)
CRITERIOS DE EVALUACION
Propone medidas de prevención (uso de antibióticos y vacunas), contagio y propagación de virus, formas de transmisión. Ref. CE.CN.4.7
PLANIFICACION
Observe y analice el documento propuesto ANEXO GENERAL
referente al tema del proyecto
Acceso a ambientes seguros e inclusivos que promueven la buena salud en la comunidad educativa.
ACTIVIDAD:
Responda la pregunta
desequilibrante, una sola vez en la
asignatura que imparte el docente
tutor (esta actividad debe ser
realizada en hojas a cuadros)
CUESTIONARIO
VERDADERO O FALSO
OPCION MULTIPLE
Seleccione la respuesta correcta
5. ¿Qué enfermedades comunes son producidas por un virus?
ACTIVIDAD:
● PRESENTACIÓN DEL PRODUCTO FINAL (pertenece a
actividades del portafolio)
RECURSO:
Carpeta
● Presentar las actividades realizadas en orden y organizadas por
asignaturas y su respectiva carátula.
● Leer detenidamente las instrucciones e indicaciones emitidas por el docente en la guía interdisciplinar
(CC, SC, G3)
RECOMENDACIONES PARA EL PADRE ● Controlar y verificar que los representados cumplan puntualmente con el trabajo a desarrollar en las
DE FAMILIA: fechas establecidas
● Facilitar el material necesario para el cumplimiento del proyecto
El Ministerio de Educación y de Salud emitieron los protocolos para el retorno seguro a clases. El conjunto de actividades que se desarrolle durante la jornada escolar debe
llevarse a cabo atendiendo a las medidas de protección y cuidado que incluyen:
1. Asistencia al servicio educativo siempre y cuando no se presente ningún síntoma de enfermedad.
2. Uso de tapabocas que cubra nariz y boca para su uso correcto.
3. Los tapabocas pueden ser fabricados por las familias y/o cuidadores según las recomendaciones dadas en la guía del Ministerio de Salud.
4. Establecer un horario específico de lavado de manos con agua y jabón mínimo cada 3 horas preferiblemente bajo supervisión de un adulto. (antes y después de
consumir alimentos, cuando se vean visiblemente sucias, antes de ingresar a la clase después de los recesos).
5. Higienización con gel o alcohol antibacterial, si hay contacto con alguna superficie diferente a la de su mobiliario personal o hubo desplazamiento a otra aula.
6. Abstenerse de compartir alimentos y materiales como expresión de cuidado de sí mismo y del otro.
7. Evitar tocarse la cara, frotarse la nariz y los ojos.
8. Mantener distancia de 1 a 2 metros entre las personas en la interacción con ellas. Es indispensable que en cada espacio o área de la institución educativa se garantice
este distanciamiento físico. De acuerdo a esta consideración definir el número de personas por espacio.
9. Durante el consumo de alimentos:
● Realizar lavado de manos de mínimo 20 segundos con agua y jabón.
● Los tapabocas convencionales o de tela deben cambiarse si se humedecen o si están visiblemente sucios, su uso máximo es de 1 día. El tapabocas de tela al
retirarse en casa debe lavarse inmediatamente con agua y jabón.
10. Después de comer:
● Colocarse de nuevo el tapabocas manipulando únicamente las tiras o elásticos del mismo.
VECTORES
Un vector es el portador de un virus, que puede transmitir a otros organismos. Por ejemplo, un mosquito con su picadura puede
transmitir el virus a otro animal. Cuando tosemos los virus se distribuyen por el aire, transmitiéndose muy fácilmente a los seres vivos que haya alrededor.
RECOMENDACIONES
Por eso es recomendable al toser taparse con el ángulo interno del codo, así evitamos también propagar el virus por contacto con nuestras manos.
También se puede evitar la transmisión de virus por contacto con objetos lavándonos las manos.
VACUNAS
Algunos virus, producen enfermedades como la gripe, por suerte tenemos nuestro sistema inmune que es el encargado de defendernos de los virus. Las vacunas preparan a
nuestro sistema inmune para protegernos.
MEDICAMENTOS
Por otro lado, tenemos los medicamentos, que pueden aliviar los síntomas, pero no curarnos de una infección vírica.
ENFERMEDADES COMUNES
Entre las enfermedades más comunes producidas por los virus tenemos:
ANEXO 2 TEMA: RESOLUCION DE CONFLICTOS
Todos sabemos que la adolescencia no es una etapa fácil, ni para los propios adolescentes ni para los que conviven con ellos y tienen que educarlos y ponerlos limites.
Entendemos la adolescencia como el periodo que transcurre entre los 10 y los 18 años, durante los cuales los adolescentes viven un periodo de grandes cambios no solo a nivel
físico, sino también psicológico y social. Todos estos cambios hacen de esta etapa un periodo de transición significativo en el que las emociones y los estados de animo pueden
llegar a ser una autentica montaña rusa.
Quien convive con un adolescente sabe que los conflictos por cualquier pequeña diferencia pueden llegar a ser
habituales, con el consiguiente malestar que genera en el clima general del hogar. Los conflictos más habituales
suelen estar relacionados con el desorden de su habitación (81´8%), las notas (76´9%) y las peleas con los hermanos
(73´9%) tal y como indican las conclusiones del estudio “Las Familias de Madrid ante la adolescencia y su
educación. Cómo mejorar la convivencia y prevenir el acoso escolar y otras formas de violencia” (2018) de Blanca
de la Cierva y Mª José Díaz Aguado, Catedrática de Psicología de la Educación de la Universidad Complutense.
La mitad de los adultos indica que tiene «muchos problemas para controlar a su hijo» y un 63,5% de las familias son
partidarias de «a veces pegar una bofetada para que aprendan«, antes situaciones «críticas» demostrando así que
existe cierto desconocimiento en la resolución alternativa de estos conflictos. Sin embargo, en este mismo estudio
encontramos que el 54´6% de los padres y el 36´3 % de los adolescentes son partidarios de resolver los conflictos
familiares entre todos, «tratando de llegar al mejor acuerdo posible».
Sin querer ser pesimista, se avecinan días convulsos. Nuestra sociedad se va a enfrentar a una situación compleja y
desconocida en la que se nos pide que no salgamos de casa. Si ya de por sí este aislamiento puede ser difícil de
sobrellevar para los adultos, imaginemos cómo puede llegar a afectar a los adolescentes, para los que en esta etapa la
diferenciación con los padres es parte importante para la construcción de su personalidad y sus amigos y las
relaciones con ellos son su mayor prioridad. Si bien es cierto que en la actualidad contamos con multitud de
herramientas para seguir conectados con el exterior y nuestros amigos (como la televisión, internet y las redes
sociales) el día a día de todos dentro de casa y sin posibilidad de salir puede convertirse en una ‘zona de guerra’ en
cuestión de días.Ni que decir tiene que vamos a tener que armarnos de una dosis extra de paciencia, comprensión y estrategias alternativas para la
resolución de conflictos para no terminar como ‘el rosario de la Aurora’.
1. Ante todo, calma
Los conflictos son inevitables. Lo sabemos, los sufrimos, los solucionamos. Pero no conseguiremos gestionarlos de forma adecuada si tratamos de
hacerlo en plena escalada o estallido, entre gritos y reproches. Cuando el enfado está en su punto más alto no somos capaces de pensar de forma
clara y nos dejamos llevar por las emociones que nos hacen dañar al otro y querer ganar por encima de todo. Para gestionar de forma adecuada el
conflicto será necesario verlo con cierta distancia, desde un momento sereno y reflexionar sobre él.
Estrategia: Antes de comenzar a gritar, a faltar al respeto, a exigir obediencia con los “¡porque lo digo yo!”, es mejor parar. Respirad, buscad un
lugar de la casa en el que poder estar a solas y distraerse con otras actividades (ver la tele, una serie, jugar a la videoconsola, etc.). Transcurrido un
tiempo, que dependerá de cada uno, del origen del conflicto, del nivel de conflicto al que se haya llegado podremos plantearnos gestionar el
conflicto de una forma constructiva.
2. Primero, escucha
Cuando estamos inmersos en una discusión, lo que primero solemos hacer es dejar de escuchar. Tal vez oímos, pero solo con intención de contestar para contraatacar con
nuestros argumentos, incluso interrumpiendo y no dejando acabar al otro.
Pero, realmente, la única manera de poder llegar a solucionar un conflicto es escuchando lo que la otra persona está diciendo para que después pueda escuchar lo que nosotros
tenemos que decir.
Además, para bajar el nivel de enfado del otro no hay nada mejor que hacerle sentirse escuchado, dejarle hablar y desahogarse, escuchar sus argumentos y la razón de los
mismos. Cuando las personas se sienten escuchadas, se sienten comprendidas y más abiertas a un diálogo constructivo. En el caso de los adolescentes, cuando se sienten
validados en sus emociones y comprendidos en sus necesidades conseguiremos aumentar su autoestima y se mostrarán más abiertos al diálogo.
Estrategia: Practica la escucha activa. Escucha atento, mostrando interés, asintiendo, preguntando para confirmar que has entendido bien, muestra cercanía.
3. Asertividad para ser escuchado
Una vez hayamos terminado de escuchar lo que el otro tiene que decirnos, es nuestro turno. Pero debemos hacerlo sin culpabilizar al otro, sin recriminar ni faltar al respeto, sin
tener en cuenta todo lo que acabamos de escuchar.
Es importante plantear nuestro punto de vista desde nosotros y lo que pensamos o creemos, sin suponer que solo nosotros tenemos la razón o la verdad absoluta.
Estrategia: Utiliza la comunicación asertiva: Describe la situación, explica lo que tú piensas y lo que tú sientes. Finalmente, describe el cambio o comportamiento que te haría
sentir mejor. Es importante que cuando hagamos esto lo llevemos a cabo con un tono de voz firme pero calmado, mostrando cercanía y tranquilidad, siendo muy concretos en
la situación que estamos describiendo y detallando lo más concretamente posible el comportamiento que nos haría sentir mejor.
4. Lluvia de ideas
Una vez hemos escuchado y sido escuchados es momento de centrarse en el futuro, para lo que necesitaremos encontrar la mejor solución al conflicto que
estamos teniendo. Para ello, es beneficioso que todas las partes sientan escuchadas en este momento y que forman parte activa de la solución.
Estrategia: Escribir en un papel o cartulina todas las ideas que se nos ocurran, por absurdas que puedan llegar a parecer, para poder solucionar el problema.
Una vez hayamos terminado, podemos clasificarlas o desechar las que parezcan menos viables.
5. Filtrar y seleccionar
Una vez hemos escuchado y sido escuchados es momento de centrarse en el futuro, para lo que necesitaremos encontrar la solución más beneficiosa para todos. Tendremos que
analizar una a una las soluciones planteadas, escuchando las razones por las que se han planteado y argumentando a favor o en contra de dicha solución.
Estrategia: Por turnos, la persona que haya planteado la posible solución expone los argumentos para la misma. Una vez terminada dicha exposición, la otra parte tendrá la
oportunidad de contraargumentar si no está de acuerdo. Podemos plantear 1 o 2 rondas más de argumentación para terminar acordando si esta solución puede ser viable o no.
Lo adecuado es finalizar este paso con un máximo de tres posibles soluciones.
6. Buscar la solución más beneficiosa
Llegados hasta aquí, puede ser difícil conseguir una sola solución al problema o que todas las partes en conflicto estén plenamente convencidas de que la solución planteada es
la más beneficiosa para todas las partes. Por eso es importante ‘poner a prueba’ cada una de estas ideas planteadas que hemos filtrado hasta aquí.
Estrategia: Plantear todas las situaciones en las se va a necesitar aplicar la solución que estamos analizando. Cuanto más detalladamente, mejor. Desarrollar todos los posibles
inconvenientes que puedan aparecer y detallar si son afrontables o van a suponer nuevos conflictos. La solución que menos inconvenientes aporte será la más beneficiosa para
todos.
7. Compromiso con la solución elegida
Una vez tenemos una solución que todas las partes consideramos como más adecuada, las partes deben comprometerse a llevarla a cabo. Para ello es
importante que todas las partes en conflicto estén convencidas de que ésta y no otra, es la mejor solución posible.
Estrategia: Puede ser una buena idea dejar este compromiso por escrito, planteando no solo la solución, sino también las situaciones en las que se va
a desarrollar e incluso establecer un periodo de ‘prueba y evaluación’. También es adecuado establecer qué acciones podemos llevar a cabo si
transcurrido ese tiempo la solución no ha tenido los resultados esperables.
8. Celebra el acuerdo
Llegar hasta aquí supone un gran trabajo y esfuerzo. Al comienzo de la discusión parecía muy difícil o casi imposible mantener la calma, dialogar y llegar a una solución.
Celebradlo. Se ha conseguido algo difícil pero muy beneficioso y nos merecemos un premio.
Estrategia: La celebración puede ser solo verbal, agradeciendo y valorando el esfuerzo realizado por todos o llevando a cabo alguna actividad especial que sea del agrado de
todos (una comida especial, una pequeña fiesta…).
9. Llevarlo a cabo
Es hora de poner en práctica nuestro acuerdo. Es posible que al principio sea difícil, puesto que llevamos mucho tiempo solucionando los problemas de otra
forma y dejarnos llevar por lo conocido será más fácil. Es importante que nos mantengamos en alerta para ser conscientes de los cambios que debemos realizar
en nuestra forma de actuar.
Estrategia: Si alguna de las partes olvida llevar a cabo alguna de las actuaciones planteadas recordar, de forma tranquila y calmada, el acuerdo al que se llegó
y recordar de forma asertiva cuales son los compromisos que se asumieron.
10. Evaluar y reajustar
Transcurrido el tiempo establecido en el compromiso para la evaluación de la solución es hora de comprobar si ha funcionado o no, si finalmente ha sido beneficioso para todas
las partes y las dificultades que se han encontrado al llevarlo a cabo.
Estrategia: Tratar de detallar las veces y situaciones en las que se ha tenido que recurrir a la solución puede ser un buen comienzo. Partiendo de esas situaciones, detallaremos
tanto las cosas positivas que hemos encontrado al llevarlo a cabo como las cosas negativas, las dificultades y los errores cometidos. A partir de esto, trataremos de mejorar las
actuaciones llevadas a cabo y buscaremos posibles soluciones a esas dificultades o errores. Si observamos que son más las consecuencias negativas que las positivas, podemos
volver al punto 6 y tratar de encontrar alguna otra solución teniendo presente las dificultades encontradas hasta ahora.
Enseñar a nuestros adolescentes alternativas de resolución de conflictos como ésta les ayudará a mejorar su habilidades sociales no solo en casa, sino fuera de ella. Mejorará su
autoestima al sentirse capaces de mantener diálogos y conseguir acuerdos ante dificultades y servirá para prevenir futuros conflictos.
Sin embargo, debemos tener en cuenta que hay conflictos en los que podemos plantearnos este tipo de estrategias y conflictos en los que no. Cuando el conflicto deriva de
alguna situación en la que puede ponerse en riesgo su salud física o mental o desafía normas o limites básicos establecidos por los padres, trataremos de explicarles
las razones por las que no es posible negociar y mantenerse firmes en el limite establecido.
Mónica Martín es Licenciada en Psicología y Psicóloga mediadora para Idein.
REFERENCIAS BIBLIOGRÀFICAS
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