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Investigador: Nikolas Rojas Cárdenas

Fecha: 18/10/2023
Lugar: Bogotá
Número de aplicaciones realizadas: 10
# Hombres: 4
# Mujeres: 5
# Ensayo-Error: 1
Niveles de riesgo: 3 de las entrevistas arrojaron niveles altos y 4 medio- bajo.

Descripción: Realicé 8 aplicaciones, 2 hotelería y turismo, 4 a comunicación social y


periodismo, 1 a derecho, en dos de las entrevistas falló el aplicativo y en una de ellas la
participante se mostró en más apertura y fue mucho más extensa cuando no utilicé la
tablet sino usé el celular para grabar. Seguramente al ver al encuestador en disposición se
centró mucho más en su relato. 3 de las entrevistas arrojaron niveles altos y 4 medio-bajo.
No reconocen ni identifican estrategias de cuidado, la categoría "alcohólico" no refleja
alerta entre ellos mismos. Es decir, no perciben el riesgo del choque etílico o el
ahogamiento por vómito. 6 de los encuestados tenían 18 años y no reconocen el cigarrillo
como parte del poli consumo, 1 de los participantes asume el exceso como algo normal los
otros 6 saben reconocer el malestar sin llegar a enseñar síntomas de exceso. 2 de las
mujeres encuestadas NO reconocen el acercamiento, la fuerza física no deseada y la
invasión de su espacio privado como un tipo de acoso. Por lo general sienten inseguridad
al estar solas.

Institución social: Priorizan los consumos bajos como mayoría, esto crea una perspectiva o
atmosfera en la que de entrada sabemos que hay regulación y dosificación. Esto quiere
decir que de entrada la muestra puede estar inclinándose hacia el consumo funcional,
quienes puntean bajo me cuentan -al terminar la encuesta- que dentro de su historia
familiar han sido enseñados, para entender el consumo desde el cuidado “mi abuelito me
enseñó que con una copa de whiskey uno queda listo, entonces pues… y a veces él ponía
canciones entonces era chévere hablar con él” esto no solo habla de la relación familiar
que han construido, a partir del cuidado, sino a partir de la experiencia familiar.
Construyendo una primera institución familiar.
Por otra parte, podemos decir que entienden como institución social, los grupos
construidos mediante paridad social de ideas o atributos para conformar uniones. Su
consumo es alto, se caracteriza por querer disfrutar por sobre todas las cosas, la gestión
del placer por tanto es bastante reducida.
La idea de construir lazos a partir de comunes denominadores como; los amigos, termina
construyendo núcleos compuestos donde prevalece el cuidado a través del respeto de los
excesos, esto quiere decir que sin ellos planearlo terminan construyendo grupos de
acompañamiento -no es lo mismo que cuidado- en los que consideran se sienten parte de
una totalidad.
Durante la entrevista la usuaria se miraba con su pareja del mismo sexo, haciéndose
miradas cuando aparecían las preguntas en las que se revelaba excesos. Como si la
entrevistada entendiera que tiene una personalidad excesiva y que su pareja es quien a
decidido cuidarla.

Valor cultural: Era curioso que los puntajes bajos luego de terminar la encuesta y
acercarse a hablar con sus amigos -a compartir los resultados- tendían a ser mofados por
sus amigos cuando aparecían los resultados, haciendo comentarios como “uyy yo pensé
que usted era un borracho”, y luego ellos me decían “No se por qué lo dicen si yo soy el
mas tranqui del parche. En ellos también -como investigador- percibía en su rostro una
semblanza particular, my característica del consumo regulado. Lo que me hace pensar en
los rostros del alcohol cuando es regulado.
Por otro lado, en su mayoría predomina la posibilidad de construir tradiciones con base en
el compartir, estas experiencias terminan marcando o construyendo memorias episódicas
a largo plazo, lo digo porque estuve encuestando a sujetos de 18 años que tenían
recuerdos sobre pijamadas de hace 10 o mas años, esto ocurre de manera ambivalente -
tanto egosintónica como egodistónica- ya que pueden recordarse eventos relacionados al
placer y la prevalencia de consumo como a situaciones que revelan todo lo contrario.
Como nos contaba una usuaria en la pregunta sobre sus creencias y recuerdos en su
primera pijamada en la que hubo alcohol “Fue chistosa porque en la pijamada tomamos
en la casa de mi amiga, pero cuando nos fuimos a acostar fue cuando sentí el aguardiente,
el tequila y cerveza”

Percepción cuerpo-mente: EN particular los consumos altos difieren de los baos a la hora
de hablar de las sensaciones que sienten en el cuerpo o los efectos deseados del alcohol,
puesto que estos primeros hablan de un “mareíto chévere”, los segundos por otra parte
directamente me decían “No sé, normal, como rico”. Siendo estrictos con la palabra,
cuando uno habla de mareos, está hablando de la percepción de una sensación donde
tambalea el piso o donde se siente vértigo e inestabilidad, algo que en general no puede
gustarle a muchos, ahí hay una gran diferencia entre quienes moderan consmos y quienes
no y es la capacidad de degustar con mayor cuidado ciertos efectos

También predomina la idea dicotómica en la que entienden los efectos del alcohol en dos
dimensiones 1. La primera tiene que ver con los efectos deseados y 2. La segunda con los
efectos NO deseados. En esta primera repiten constantemente el mareito, las rizas y la
relajación que produce el alcohol cuando inician los efectos placenteros. Luego al terminar
la pregunta comienzan sin titubear a contar esos efectos no deseados como, el mareo – el
mareo entra en las categorías de efectos deseados y no deseados para los encuestados,
pues algunos lo definen como tipsi o el mareíto rico-, la pesadez, el dolor de cabeza, la
pálida, etc.

Categoría emergente:
- Normalidad y no normalidad: Apareció mas de una vez comentarios sobre, cuales son las
dosificaciones normales a la hora de tomar, para definir esto creo que es importante
entender los niveles de tolerancia como una variable que puede interferir en la relación
que se crea entre la experiencia y el usuario.
- Percepción de acciones de daño: En discusiones y algunas grabaciones con usuarios se
presentan comentarios como “estuvo muy cerca de mi” a lo que terminan siendo
alicientes de posibles situaciones de incomodidad donde no ponen limites debido a que
no se han establecido dosificaciones en las que un tercero termina siendo parcialmente
abrasivo, consideran que el límite está en los otros y no en elles mismas.
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Investigador: Nikolas Rojas Cárdenas
Fecha: 19/10/2023
Lugar: Bogotá
Número de aplicaciones realizadas: 16
#Hombres: 4
#Mujeres: 12
Niveles de riesgo: (sin determinar)

Descripción: Se realizaron 18 encuestas, donde predomina el sexo femenino a la hora de


responder las encuestas, se realizan en su mayoría a estudiantes de comunicación social y
periodismo (C.S.P) y Derecho. Se logró este número pues la mayoría de aplicaciones dio
como resultado usuarios en nivel de riesgo bajo y medio.

Institución social: Los consumos bajos toman mas en casa de amigos y casas propias que
en bares, tambien hablan de su consumo en espacios no tradicionales como bares, sino en
cenas, almuerzos, celebraciones especiales, etc. Esta ritualidad de la moderación me hace
reflexionar sobre la inclusión de las bebidas en espacios no tradicionales para generar
relaciones mas, reguladas por la dosificación, cosa que entonces ya es aliciente de unos
consumidores capacitados en el tema de consumo de alcohol y la moderación.
Predominan los lugares como las casas de los amigos y bares cercanos a la universidad
para tomar, sobre todo que se repite la idea de que es mejor tomar en casa con amigos,
esto da una suerte de tranquilidad a los consumidores.
Tambien se repite bastante la categoría parchar, esta de alguna manera esta creando todo
un movimiento donde la palabra en si misma establece indicadores de A) horario; pues
para parchar se requiere una hora en particular que no es convocada con antelación sino
que cuando se nombra la acción indica que ocurrirá un evento B) Actitud; usualmente
acompañan la palabra parchar acompañada de un “no se” lo que indica la apertura a una
amplia y a la vez limitada gama de experiencias,
Lo único cierto es que se busca la expansión del tiempo que se ha visto reducida durante la
jornada académica pues como dijeron dos de los usuarios de esos días “Me gusta parchar,
porque si, ¿por qué no?” o “Porque uno se levanta con ganas de hacer algo, no hay clases,
sigue el fin de semana, ¿pues que más hago? Pasar el tiempo”

Valor cultural: Hay una predominancia a querer hacer suyos espacios donde
tradicionalmente no están hechos para consumir licor, los consumidores medios o bajos la
mayoría de veces dijeron que “consumo ocasionalmente en la calle y con amigos cuando
caminamos” es decir, hay un espíritu de querer consumir mientras comparten otro tipo de
experiencias estimulantes. No es la sustancia en si misma lo que produce efectos
fisiológicos sino es todo un entramado de caracteres sociodemográficos y emocionales
que crean la experiencia. Algunos de estos son las quedadas en casa, el consumir whiskey
con familiares cercanos para conocer la sustancia, esperando algún tipo de libertad o
conexión.
Se mantiene la costumbre de compartir con amigos, el alcohol es un amplificador del
tiempo, que trae consigo mismo esferas sociales de otros tipos y la repetición de estos
eventos, algo que se nota en la frecuencia y facilidad con la que repiten cierto tipo de
respuestas “Porque estoy de fiesta, nada me motiva, solo lo hago, porque me voy a sentir
bien, porque se dan las cosas”
En ese sentido la frecuencia cumple un valor importante porque está dejando de medirse
ciertas interacciones por el factor tiempo predominando más el elemento o la frecuencia
de placer. A mayor duración del placer, mayor duración de la experiencia y por tanto
mayor contenidos experienciales, tanto positivos como negativos -a veces también de
manera individual, porque puede producirse el consumo de alcohol en soledad para
reflexionar sobre lo ocurrido o lo no ocurrido-
También hablan sobre: Dar boleta, es decir que es ahí cuando ya aparece la medición del
placer, y la gestión del mismo. Dar boleta, entendido como el momento en que sus
acciones vistas primero por otros como excesivas en cualquier esfera, representan el tope
de eso que no se procuró establecer desde el principio; El límite. Esto no aplica para
situaciones de violencia pues usualmente se usa para hablar del exceso de seguridad en la
desinhibición.

Percepción cuerpo-mente (emoción): Da información, el hecho de que en los consumos


bajos no hay culpa aparentemente pero a la vez hay actitudes prosociales de cuidado,
estono quiere decir que en consumos no altos no pase, pero si es evidente que cuando el
estado de alicoramiento es alto las capacidades motoras del organismo se reducen a cero,
estos consumos bajos y medios altamente regulados hablan sobre la importancia de
posiblemente generar pares activos de transmisión de experiencias y por qué no, de una
construcción de placeres conscientes, desde el gozo de una pola -pues el fin es compartir-
hasta la posibilidad de encontrar eventualmente en la liberación dopaminoenergetica,
acompañada de la narcosis del alcohol, experiencias casi que catárticas.
También repite el mareo chévere como esa sensación de lo tipsy, haciendo que el sentir
estos efectos en lo corpóreo sea ya un indicador, tanto de excesos como de control “Se me
baja al estómago, tengo un vértigo en el estómago, sé que después de eso ya no hay
vuelta atrás”
Esta tipo de relatos hace referencia a la desinhibición expuesta desde el detalle físico, pero
puede también terminar siendo “El mareo chévere, normalmente soy más valiente cuando
tomo, maaaas directa y atrevida” Es decir, hay sensaciones físicas que envalentonan al
consumidor a la hora de tomar decisiones, sobre todo a aquellos más tímidos que aun ven
en el licor la posibilidad de establecer el contacto a través de la palabra. Esto lo dicen al
terminar la encuesta debido a que reflexionan mucho sobre estas cosas que piensa
cuando como encuestador dije “¿Qué te motiva a consumir alcohol?” Como si la
motivación estuviera oculta o no fuese de ellos, o no pensaran en una motivación
particular.
Categorías emergentes: No aparecen el día de hoy nuevas categorías emergentes o alguna
anterior a completar. Debido a que las encuestas puntuaron bajo y no se realizaron
encuestas cualitativas
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Investigador: Nikolas Rojas Cárdenas
Fecha: 20/10/2023
Lugar: Bogotá
Número de aplicaciones realizadas: 9
#Hombres: 6
#Mujeres: 5
Niveles de riesgo: 3 de consumo crítico, 2 nivel medio, 4 riesgo bajo

Descripción: Se hacen recomendaciones generales a los niveles altos sobre desintoxicación


física y mental para establecer niveles de tolerancia, en discusiones con los participantes
entienden lo funcional como una cualidad de sus vidas, sin embargo, no entienden la
dependencia como el factor que los limita. Hay poli consumo entre el alcohol y otras
sustancias psicoactivas, siempre acompañadas por el cigarrillo y marihuana. En discusiones
de campo 4 de los entrevistados dicen que su primera experiencia con el alcohol fue
inducida por un amigo, abuelo, tío etc. -Nunca una mujer- y resulta en parte desagradable
para ellos mismos estás experiencias por el sabor del alcohol.
También se encontró que no gustan de tomar en casa y con un importante historial de
alcoholismo en la familia. Aun así, atienden y saben que cuando el consumo es regulado,
se establece la posibilidad de mejorar aspectos en una sociedad que consume
excesivamente.
Recomendaciones: La pregunta "consume más de 6 bebidas alcohólicas..." Debe ser
explicada varias veces, ya que no son conscientes de las dosificaciones, por ejemplo;
cuando toman directamente de la botella más de una vez, asumen que hay UNA dosis, y
no tienen en cuenta que cada "sorbo" es una dosis completa de alcohol en el caso del
aguardiente, o el vino. Además, varios participantes preguntan "¿y si es un cóctel?" En la
que la dosificación está relacionada a la cantidad de licores que entren en el cóctel.
No hubo casos de desbordamiento emocional, del campo total al día de hoy cabe resaltar
que el exceso es parte de la experiencia, y que en población adolescente "18 a 20" hay
mayor consciencia sobre el autocuidado ya que en estos consumos bajos hay algunas
estrategias de contención tanto en ellos mismos como en sus grupos.
Institución social: Bares, casa y cerca de la universidad puntean aun como lugares de
congregación del consumo, también se repite varias veces el inicio del consumo auspiciado
por la familia y en particular el día de hoy prevaleció el consumo de cerveza y aguardiente,
que al ser cotejado con las respuestas a las preguntas sobre la primera experiencia en el
consumo de alcohol como; “Lo hice con mi tío a los 11 años y con unos amigos, ellos
fueron a parchar a un parque, ellos llevaban aguardiente, mi amigo se vomito, en ese
momento no estaba muy muy bien que digamos, y yo ya full desinhibido me fui a casa”
hace pensar si el primer contacto con cierto tipo de licor produce una prevalencia o interés
convertida en habito al menos en ciertos tiempos o etapas adultas de la vida.
En relación a la experiencia familiar pude decirse que es la primera -o una de las primeras-
en influir la toma de decisión cuando se es menor de edad, es decir que esta misma
institución es la que invita a infringir la ley donde el consumo de alcohol está prohibido en
menores de edad.
Acompañado a esto está el gusto adquirido que produce el alcohol, un gusto social pues
de entrada todos entienden que el sabor es algo incomodo o que simplemente no gusta,
esto hace que los efectos deshinibitorios cuando llegan al peak o al cénit de la campana de
los efectos deseados logren el éxtasis que tanto buscan los consumidores “Es placentero,
el efecto de descontrol, desinhibirse, no me gusta tomar solo porque gusto de las
interacciones.”
Un gusto adquirido que funciona inicialmente si existe la compañía de otros, por lo que la
química social cumple un papel fundamental al ser casi que una obligación la construcción
del ritual donde se convocan parches para que hallan “interacciones ásperas”
El parche que es etimológicamente hablando “el designio de un origen de un trozo de piel
curtida, y las badanas usadas para tambores e instrumentos de percusión” (Etimologías de
Chile) me hace pensar como investigador en el por qué estos grupos de consumo alto –
critico o dependiente resuenan en la percepción de los no consumidores o consumidores
de nivel bajo. Atrayendo la mirada de los que están cerca o los que se sorprenden por el
llamado bullicio de los borrachos.
Finalmente los usuarios del día de hoy tienen en común que no gustan de consumir
alcohol en familia debido que varios de los patrones de consumo estas esferas, han traído
problemas como la violencia familiar, acoso, excesos y daños en la salud mental, o ven en
el alcohol patrones de daño a los que responden con el sacrifico de su propia vitalidad
física, como contrapropuesta a los supuestos abusos que permite el alcohol.

Valor cultural: Una de las cosas que mas se han nombrado en términos de percepción
seguridad o situaciones relacionadas al displacer, es que siempre puntea alto, la
importancia de estar acompañado de amigos, mejores amigos, gente que en lo familiar sea
algún tipo de par o tener la capacidad de generar la cultura del cuidado.
Ya que es una demanda ambivalente, es decir, puede surgir tanto en consumos
dependientes como en consumos sin riesgo. Puede decirse que en la cultura del consumo
SI, hay una percepción del otro como un igual a quien hay que proteger, lo irónico es que
así lo quieras, cuando hay exceso no es posible realizar alguna acción activa de atención
debido a que físicamente el alcohol como depresor a apagado el sistema nervioso. Eso si,
cuando hay consumos problemáticos.
Dentro de las cosas que no les interesa compartir o del fenómeno que usualmente no
quieren ser parte, este mismo cuidado del otro pero cuando el otro se excede y no regula
su consumo, cuidado en términos de primeros auxilios pues como dice uno de los
participantes, “Me moleta el petaqueo, porque te desgasta empezar a cuidar, toca bajarle,
aun así considero que es importante cuidar”
Parte de su filosofía está en que quien caiga rendido producto del alcohol es una persona
que causa un desgaste al grupo, pero aun así mantienen la vista activa en él, entregándole
atención de algún tipo. Destaco que este argumento es dado por un joven que es punkero
y reconoce que estos leves rituales de cuidado están es para evitar que la misma sociedad
los vea como una serie de sujetos desadaptados.
También se vio que parte de sus arrepentimientos o culpas están focalizados en el no
hacer los deberes antes que el acto de beber, es decir que si lo tienen presente ¿por qué
no lo hacen? ¿Es posible que las horas de trabajo académico no estén siendo
aprovechadas y exista entre ellos una política social del derecho al placer?, al no hacer, y al
uso del tiempo libre como les plazca.
Por último a pesar de tener una actitud punk con la vida, se preocupan bastante por
aquellas cosas que “debieron haber hecho”, los deber ser están presentes la mayoría del
tiempo “Cuando jarto y paro de hacer una cosa que debí haber hecho. Me da mucha
cagada no hacer las cosas” algo que evidencia falta de autonomía y cuestiona la misma
actitud punk, alejada de la búsqueda intelectual un poco, más cercana al exceso
acompañada del aprendizaje obligatorio intelectual.

Percepción cuerpo-mente: “El cuerpo lo sienten caliente, hay euforia, se sienten ligeros y
sueltos, puede también que se les suelte la lengua”, fueron parte de los argumentos que
se vieron el día de hoy, esto no es solo una condición corporal, es también una guía para
ellos identificar quienes dentro de sus practicas están entrando en el modo del placer ante
todo, de esta manera se repiten las preguntas de “¿Cómo se siente mi perrito?” o
exclamaciones que hacen cuando surgen sonidos que hacen cuando toman bebidas
destiladas, como el ron, aguardiente, y fermentados y para las cuales no estaban
preparados.
En la búsqueda del exceso es ese mismo el límite que se va a sobrepasar, un fenómeno
ritual donde el comportamiento repetitivo es “no saber parar” porque ahí no hay
aprendizaje o como me dijo uno de los usuarios “eso es lo que yo quiero, que los niños
vean lo que no se debe hacer jajaja, yo tengo problemas y es por eso que me refugio en el
alcohol, pero en ese refugio puedo quedarme quieto, dormido, sin hacerle daño a nadie”
En ese sentido la experiencia de los usuarios, una experiencia en general alta, potencia la
ritualidad construida a partir de su egosintonicidad sin importar los contextos donde haya
consumo de alcohol. Es decir, asumen ser funcionales pero dependientes a la vez.
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Investigador: Nikolas Rojas Cárdenas
Fecha: 23/10/2023
Lugar: Bogotá
Número de aplicaciones realizadas: 8
# Hombres: 6
# Mujeres: 2
# Ensayo-Error: 0
Niveles de riesgo:

Descripción: Se realizan 8 aplicaciones, 5 o 4 de ellas puntuaron alto, para recalcar las


mujeres hablan mucho de "Incomodidad con los hombres" no reconocen situaciones de
acoso ni de violencia física. Los hombres que puntuaron alto tienen hábitos de consumo
donde el cuidador es visto como algo molesto, sobre todo en quienes tienen un poli
consumo alto relacionado a la combinación de licores, y quienes explícitamente hablan de
que las otras drogas "no van con ellos", también les parece altamente molesto "cargar"
con personas que "no son de rigor pa´ tomar" buscando de alguna forma autocontrol que
de entrada el alcohol en su placer dificulta.
También el termino alcohólico es usado ampliamente para competir entre ellos, ejemplo;
"yo soy más alcohólico que usted, jaja" Por último, dos (2) de los participantes que
puntearon alto se reconocen como consumidores tranquilos, personas que dentro de la
borrachera se asumen como "controlados, pilotos, seguros"

Institución social: Tranquilidad y diversión, durante un tiempo, varias de las respuestas


relacionadas al consumo bajo tuvieron como variable media el uso de las palabras
tranquilidad y diversión, en la misma afirmación, acompañado de lo agradable. Esta es una
realidad, los consumidores bajos tienen un mayor control de emociones, y una capacidad
para relatar sus historias suavemente, me pregunto ¿No es esto lo que se busca a la hora
de gestionar actitudes y desempeños funcionales? Insisto en que este tipo de
consumidores tiene la clave para manejar situaciones problemáticas, tal vez no
directamente pero si dan pistas sobre el como hacerlo.
Se repite la categoría parchar como un aliciente para compartir en espacios de consumo
de alcohol, el tiempo aparece nuevamente como el deseo de extenderse “Porque me
gusta parchar, tomar para parchar” y también porque “Uno se ambienta más fácil, solo me
gusta” entendiendo que hay un tipo de ecosistema necesario para decidir si se toma o no,
incluso si la intención es no hacerlo,
Posiblemente hay factores que amplifican la posibilidad de toma decisiones entendiendo
que hay una salida de opioides en el cerebro y una alta desinhibición, puede que
argumentos o dichos como “la cerveza es el sagrado sorbo de todos los días” reduzcan de
alguna forma el nivel de respuesta del usuario pero tambien amplifiquen las posibilidades
estabilidad emocional en un mal dia. Ahí es claro que la institución social del grupo de
amigos, esté constituido en dichos antiguos y estos son esenciales para entender el
consumo alto de alcohol.
Pensando que afirmaciones como “no hay nada que hacer” o el “¿qué hay pa´ hacer?”
buscan reflexionar sobre actividades donde el consumo es el centro de tal afirmación, -no
necesariamente de alcohol- pero si usualmente están buscando estímulos de algún tipo.
Este estimulo aumenta cuando se les preguntan por los motivos de ir a tomar “Porque me
gusta salir, salir a parchar, por la sed, porque en las noches me gusta una copa de vino, por
desinhibirme un poco”
Es posible que se esté pensando-sintiendo que el compartir con otros es una experiencia
que potencia el transito en la universidad, pues tambien punteo altamente el consumo
social.
Pensándolo en términos de tiempo, en el colegio apremia las necesidades de salir a
“hacer” no se sabe qué. Pero, es importante relacionarte socialmente para construir
habilidades sociales y prosociales que terminan siendo generadoras de vínculos. Estos
vínculos cumplen funciones ambivalentes que tras lo visto en campo puede resultar siendo
consecuencias de sentirse en tensión constantemente, o de una constitución de núcleos
familiares elocuentes, desinhibidos en si mismos, y donde el consumo de alcohol es parte
de las ritualidades.

Valor cultural: Una de las policonsumidoras en discusión conmigo dijo “¿Por qué no, la
primera experiencia del alcohol puede ser agradable? I mean, ¿que nos ha hecho pensar
en el exceso como filosofía hacia la demencia? ¿No es esto de lo que nos hablan las otras
generaciones? y la esterilidad total luego de esto?” me impactó porque tiene razón, tiene
un consumo regulado y a la vez parecía bastante conectada con sus emociones.
No es que no se pueda llegar a esto, pero es una usuaria que ha convertido el alcohol en
su forma social para afrontar discusiones en su uso mas ritual, ella no se enfocó en la
sustancia misma, porque ya conoce los efectos, agregó, más bien a la receta, los aspectos
importantes del compartir, del vínculo, vinculo logrado porque tenía que surgir es
mediante la liberación del sistema nervioso en conjunto con su capacidad de decisión. Es a
lo que se enfrenta. También de la importancia de celebrar en excesos, porque aceptó que
hay fechas donde consume en altas dosis para poder sacar lo que tiene adentro, ya sea un
“te amo” o un “te extraño” etc. Regula también su exceso.
Hablaban bastante de “pasar un buen rato”, que conectan directamente con la riza, este
pasar un buen rato está definido como “la euforia, el baile, amigos, rizas, alegrías,
compartir, desinhibición” todas estas palabras que tienen antonimos, y es que las subidas
del alcohol -o de cualquier otra sustancia- tiene de por medio un costo emocional, o social,
o cultural que no está prescrito en ninguna fuente de conocimiento relacionado al
consumo social.
Es decir, tras la euforia viene el cansancio, tras el baile el reposo, tras los amigos, la
soledad, después de las rizas el silencio, y etc, etc… Esto llega es cuando hay
remordimiento o culpa, algo que decían en las respuestas a la pregunta sobre sus
creencias “Me gusta el alcohol y dejo pasar lo importante o cosas que tengo que hacer por
andar tomando” como si el alcohol fuera al culpable, el sujeto se diluye en excusas y
termina por no asumir responsabilidades.
Algo que se refuerza bastante en los grupos de derecho o FIGRI, pensando en que cuando
discutíamos sobre estos causantes de la culpa, venían cargados de excusas, rizas, ausencia
de acciones de cambio, la incapacidad de no reconocer los errores y sobre todo
validaciones en si mismos donde el contexto era el culpable.

Percepción cuerpo-mente emoción: En el hacer o lo que permite abiertamente el alcohol


hay una gran posibilidad de construir relaciones sociales pues los contextos de
socialización pueden estar cargados de juicios de valor, estos juicios pueden ser
perjudiciales para muchos estudiantes inseguros pero terminan siendo a veces los
catalizadores de situaciones historicas que son problemáticas y que con las dosis correctas
de alcohol son capaces de enunciar, dándole poder a su palabra, sin pensar en la forma en
la que transmiten ciertos prejuicios o ideas intrusivas que cargan en si mismos.
A veces está, si se quiere, esta suerte coraje que produce el consumo aliviana y establece
un marco de acción-reflexión que con ayuda del grupo indicado de amigos puede resultar
en espacios de discusión constructivos y de alguna forma catalizadores de acciones de
cambio.
Esto también puede en algunos casos ser un detonador de empatía, como dice uno de los
usuarios “Digamos a veces ver uno a gente que no puede tomar resulta difícil porque uno
sabe que ellos no pueden tomar, pero cuando va a hacer el vaquero ve que tienen poco y
también a veces prefieren irse, por eso es que aguanta el vaquero” lo cual permite
evidenciar -al menos en este caso porque también pasa al revés- actitudes prosociales de
grupo y cohesión entre los mismos estudiantes.
Acá también fue curioso, como se vio en la descripción, que hay usuarios que se ríen
cuando terminan de ver los resultados del test AUDIT, diciendo varias veces “necesito
ayuda, soy un alcohólico jajaja” es decir, la normalización del abuso como una variable
muy importante a intervenir. Esto a la vez desestigmatiza a los consumidores de nivel alto
o crónico pensándose a través del humor y su consumo alto pero inconsciente.
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Investigador: Nikolas Rojas Cárdenas
Fecha: 24/10/2023
Lugar: Bogotá (Observación participante en Plays y Contagio)
Número de aplicaciones realizadas: 2
# Hombres: 2
# Mujeres: 0
# Ensayo-Error: 0
Niveles de riesgo: Bajo

Descripción: Se realiza una observación participante como parte del proceso para
entender el contexto que por ahora puntuando en la mayoría de los comentarios del
instrumento AUDIT en la sección cualitativa sobre lugares de consumo, estos lugares a
visitar son Plays y Contagio, dos bares cercanos a la universidad Externado de Colombia

Institución social: No hay paridad de género, pero es bastante común ver grupos de
hombres con mayor quietud y en dinámicas de apuestas, donde a veces se incluyen a las
mujeres, entrar en la dinámica de la apuesta resulta en un trance casi que obsesivo puesto
que generamos ruido -apoyados en el bafle que nos presta el dueño de Contagio- y los
apostadores, siendo 3 hombres y 3 mujeres, no se inmutaron en lo absoluto cuando
subimos el volumen o cuando pasábamos cerca de ellos.

Valor cultural: En Plays aparecía otro tipo de espacio social para el desarrollo y la
interacción entera de la posible creatividad del sujeto, veíamos como en una de los
espacios que tienen designados para el uso de los televisores gigantes de 25 pulgadas más
o menos, dos de las usuarias de Plays, jugaban Fifa 2023, acompañadas de un Four Loko,
vapeaban -no se logró reconocer el dispositivo- escogían la música del bafle que tenían
junto a ellas y escuchaban lo que tenia que decir la una a la otra, es entonces posible
reconocer la habilidad que tienen para comunicarse con 4 estímulos fuertes a la vez.
Una de las observadoras que estaba en Contagio observando el juego de Texas Holdem
vapeo mínimo unas 16 veces el dispositivo en la hora en la que estuvimos observando las
dinámicas de consumo, dentro de Contagio, también se observa que exponen en las
vitrinas cajas de Buchanan pero a la hora de preguntar por distintos tipos de licor, este era
el único que no tenían.

Percepción cuerpo-mente emoción: No se pudo discutir sobre lo que sentían quienes


habitaban este espacio de consumo, pero en relaciona las encuestas realizadas aparece
por primera vez el vino en caja, un tipo de consumo que no había sido percibido o
encuestado anteriormente.
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Investigador: Nikolas Rojas Cárdenas


Fecha: 25/10/2023
Lugar: Bogotá
Número de aplicaciones realizadas: 4
# Hombres: 4
# Mujeres: 1
# Ensayo-Error: 0
Niveles de riesgo:

Descripción:

Institución social: Uno de los usuarios utiliza afirmaciones como “Apagar las
inseguridades, vivir en el presente” al hablar de consumo de alcohol. Haciendo referencia
a sucesos de su vida particular que realmente afirma como si fuesen verdades universales
para una gran mayoría, esto me hizo pensar sobre la capacidad que tiene el alcohol para
generar dependencias si sus efectos deseados van hacia el peak de los efectos del alchool,
Esto reduce la inversión que se hace en alchool pues a grandes dosis mayores efectos,
mayor es la administración y por tanto se llega al éxtasis en un tiempo muy corto.
Teniendo en cuenta que la recuperación corporal después de una borrachera, es mucho
mas extensa que el momento en el que fue consumido el alcohol y bajo el amparo de esta
afirmación o otras como “(…) también a veces es como, ok, NO debí tomar tanto, después
me pase, lo físico lo dejo de ultimas pero ya me he puteado mucho” pienso que pueden
generarse mejores relaciones con el alcohol si se hablara de consumir con mayor
regulacion
Otro usuario asevera “(…) puede que haga algo que no quería…” al hablar del sentimiento
de cupla o remordimiento cuando llega al tope de consumo, otra afirmación que
desconoce la idea de que la sustancia no es en sí misma el problema sino es quien la
habita y las formas en la que convierte la sustancia como parte de los agravantes en su
vida. Creo que es porque hay posibles vacíos cuando se consume porque se desconocen
los efectos no deseados de la sustancia, en este caso el alcohol.

Valor cultural: Se integra a la variable de consumo la construcción social de los dias de la


semana junto a ciertas horas donde los usuarios consideran su consumo aumenta, además
de que otros usuarios dicen que depende de la cantidad de dinero que posean -otro de los
argumentos que generan culpa-, en algunos casos esto no es vital, pero puede ser
importante para establecer relaciones sociales según las variables anteriores. -dia, horas,
dinero-
A los estudiantes les gusta el licor porque les permite hablar con los extraños, y “Si todo el
mundo está tomando, se generan lazos y asi uno hace parceros” genera cohesión entre
ellos mismos, pero no establecen las dosificaciones como un paso importante para la
construcción de estas relaciones, ya que por las respuestas que surgieron en las edades
entre 18 y 20 años no quieren cargar con personas que “no sepan tomar” aludiendo al
consumo responsable pero no entendiendo el importante camino hacia ese “saber tomar.”
Que no es precisamente aguantar.
Esto a pesar de que puede sonar fuerte, es una afirmación a tener en cuenta debido a que
se está hablando de un depresor del organismo y para hacer un avance hacia la Gestión
del Placer, antes es muy importante establecer los límites de los ya experimentados
excesos, tanto en nuevos usuarios como en aquellos que están empezando en el consumo
de alcohol.
También aparece el poli consumo como el escape racional a la triada costo-beneficio-
efectos del alcohol “Si, fumo mucho y cuando lo hago es escalado, porque sobre todo ya
no hay luca?. Al final lo pego un poquito, pero es porque no alcanza la plata” lo que me
hace pensar en los consumos relacionados a la capacidad adquisitiva.
Esta capacidad adquisitiva, que también se puede entender desde los lugares de consumo;
los bares al ser lugares de música son frecuentados por quien quiere bailar, las tiendas dan
un plus creativo cuando permiten que el usuario ponga la música ya que controla el mood,
y la calle para quienes buscan el silencio, la diversidad y los estímulos visuales más el gran
premio de habitar una urbe caótica pero que en las noches es benevolente, con los que la
habitan en embriaguez.

Percepción cuerpo-mente (emociones): Narran las cosas que más les gusta, “(..) siento
calorcito o me enconcho”, “(…) Entre más consumo más voy cambiando, hay placer, estalla
el afecto, el amor…” O “Primero me empiezo a sentir como feliz, deezy, luego como
extrovertida como maaaaassss extrovertida, horny” como si de alguna forma estuvieran
diciendo que es mucho más fácil entender a través del cuerpo lo que ocurre adentro de
ellos, y no mediante narrativas tradicionales.
Luego de esto al hablar de culpa es mas difícil rastrear el limite puesto que “no sentí nada
curiosamente hasta que me pego duro y perdí la fuerza de voluntad” surgen reprimendas
propias del egodistónico, apoyado en afirmaciones como “no seas gay toma” lo que
entiendo como formas medianamente hostiles de validar el exceso.
Pensando en el valor cultural de la culpa aparece para mi un tercer cuerpo “(…) muchas
veces lo hago por encajar, lo siento -pide excusas- a veces como que marica me quedo por
los otros, de pronto ya en el punto de embriaguez uno deja de ser uno mismo y hace esas
cosas- haciendo referencia a lo que no le gusta” y es cuando aparece una actitud que no es
mediada por la conciencia, ni por la inconsciencia sino por el valor que le dan los demás a
si misma. Algo que creo puede causar conflictos en este tipo de usuarios.
Por ultimo es importante decir que el dia de hoy varios de los usuarios contaron que su
consumo por primera vez fue cuando eran pequeños -8 a 15 años-, es decir que hay algo
en el querer ser grande que con el alcohol se maximiza.
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Investigador: Nikolas Rojas Cárdenas


Fecha: 26/10/2023
Lugar: Bogotá
Número de aplicaciones realizadas: 11
# Hombres: 5
# Mujeres: 6
# Ensayo-Error: 0
Niveles de riesgo:

Descripción:
Institución social: Se nombra el bar Ebrios, por primera vez pero se desconoce su
ubicación y sus características, aparece una usuaria abstemia que logra tal objetivo según
sus relato porque “estudia, trabaja y cree en dios” por lo que no le queda tiempo para
consumir sustancias, además de que maneja un automóvil todo el tiempo, por tanto le da
miedo consumir cualquier psicotrópico.
Uno de los usuarios me contó en la pregunta sobre su primer recuerdo en la infancia en
relación al alcohol algo emotivo sobre el y su hermanastra “(…) nos emborrachamos, fue
único, es memorable, era mi hermanastra, fue la primera vez, tuvimos confianza” por lo
que aparece nuevamente la capacidad de nombrar -y al nombrarlos se les puede dar
forma- aspectos fundamentales de la vida de que antes no habían podido ser nombrados ,
es curioso porque fue un usuario que venía del uso y abuso de sustancias -también
narcóticos- con mayor potencial adictivo quien me cuenta esta historia.
Este usuario ha construido íntimos lazos de amistad con otras usuarias quienes también
han dado resultados alto-dependiente y crítico. Lo sé porque luego de las encuestas
fueron vistos en el local Plays y pudieron contarme su historia de amistad de mas o menos
3 años. Asumiéndose como consumidores crónicos y sin estrategias de regulación, pienso
en las estrategias de grupos como A.A -Alcohólicos Anónimos- donde se forman
estrategias de cuidado a partir de la configuración, reinvención e intervención de grupos
que se sostienen en si mismos como familias compuestas.

Valor cultural: Emerge la “reunión, evento o celebración” como categorías de análisis


debido a que son eventos que solo pueden ocurrir en grupo o en pares, y donde
curiosamente la cerveza puntúa como el licor más consumido. También aparecen
situaciones donde una mujer desde temprana edad ya reconocen diferencias y sesgos de
genero a la hora de consumir con el otro sexo “Fue cuando tenía 15 años, estaba con mi
familia y fue en diciembre, me acuerdo porque mi mama me ofreció una pola, y un tío hizo
mala cara y literal me miro reeeee mal, mi mama me la dio con más ganas jajaja” lo que
supone un avance en la igualdad y soberanía en el consumo de las mujeres, esto solo fue
escuchado en una entrevista de las 79 realizadas por mi lo que no representa un pequeño
porcentaje de la muestra.
Nuevamente aparece la calle, pero lo que dice la usaría confirma mi hipótesis y le agrega
un elemento “porque me gusta respirar, siento que el aire del entorno me permite ser más
abierta estar mucho más pendiente de quien estoy y con quien estoy, y si lo combino con
otra sustancia encuentro los estímulos perfectos” algo que habla sobre la importancia de
sentirse atento y con la atención plena en espacios abiertos y también con la capacidad de
controlar con quien decides estar y cómo lo habitas ese estar.
Fomentar la capacidad de decisión y la conciencia sobre con quienes y en donde decides
habitar puede que valide directamente afirmaciones como “Si uno esta eufórico, el grupo
está contento por lo tanto uno está más contento, nos pone a uno en el mismo estado, es
más fácil compartir” se conviertan en acciones en base a toma de decisiones que motivan
experiencias gratificantes de consumo y no necesariamente recaen en consumos de
escape o evitativos.

Percepción cuerpo-mente (emoción): Se evidencian los efectos deseados de la


desinhibición “el alcohol en algún momento hace que la gente se libere de la incomodidad
o los prejuicios y tal vez sea un poco ella misma” es un argumento que no santifica el
consumo de alcohol, esta reflexión es interesante porque permite seguir estableciendo
limites sobre el consumo sin la negación de la sustancia en si misma para el consumidor.
Generando o permitiendo pensarse procesos de libertad y expresión del consumo con
limites claros y estrategias de cuidado.
Se habla esta vez de efectos físicos y otros que pueden ser descritos como efectos
psíquicos, una usuaria dijo “Uy, de pronto el cuerpo más relajado, depende de la situación,
melancólica, meditativa, meditabunda, me gusta pensar , depende del momento, pero
varía según lo que este pasando” y otro dijo “Se siente raro como con pepitas en las
manos” esto puede reafirmar lo dicho en el diario del día 26-10-2023, sobre la importancia
de reconocer en el cuerpo los efectos organolépticos de las sustancias para no llegar al
exceso.
También apareció “Me da agrieras y me da sed, me quita la sensación del alcohol en mi
cuerpo y me duele el estómago” junto a “Sensación física chichi, también creo que me
pongo hiperactiva modo bailar, escuchar música, moverme mucho, la relajación o despojo
del cuerpo” por lo que aparece un cuerpo libre, que no tiene resistencias y habla incluso
con libertad sobre sus fluidos.
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Investigador: Nikolas Rojas Cárdenas
Fecha: 30/10/2023
Lugar: Bogotá
Número de aplicaciones realizadas: 17
# Hombres: 8
# Mujeres: 9
# Ensayo-Error: 0
Niveles de riesgo:

Descripción: Se realizaron 17 encuestas. Solo una me punteo alto, pero hablando con los
usuarios se mantiene la tendencia de que hay un familiar diagnosticado con alcoholismo
pero no es aliciente para prevenir el consumo, se siendo una constante Plays el lugar de
consumo más usual, pero es por su facilidad de acceso. Uno de los participantes dijo
"bebo para celebrar la palabra" lo que me pareció destacado porque vuelve a las raíces de
las sustancias y su función social, también porque es consciente directamente del uso
adaptativo que cumple el alcohol en su vida. A la vez vaaaaaarios de los usuarios que
puntearon bajo dicen "bebí para desinhibirme" también quienes toman Four Loco -dos
personas- dicen que les gusta los licores dulces, tipo vino blanco. Hubo muy poco poli
consumo, pero si hay nuevamente cigarro y mariguana. Siguen sin reconocer el cigarro
como sustancia psicoactiva y asumen como NORMAL el bajón del alcohol.
Cuando pregunto por motivos, los motivos son los otros, amigos, conocidos, redes. Es muy
difícil para los consumidores asumir que por ellos mismos deciden ir a tomar. Una de los
usuarios dijo "que no invitaría a Plays a nadie que no pertenezca a la universidad" es decir
reconocen la mala calidad que tiene el lugar en el ambiente

Institución social: Uno de los participantes habló sobre la posibilidad de acercarse a otros
usando la burla, como potenciador de la inhibición y como cohesionador social, este es
uno de los efectos de la cultura del alcohol. Aparece también el ritual de la celebración
como uno de los motivadores mas repetidos, se celebra por la vida, se celebra por perder
una materia o por pasarlo, es como si cada situación que emergiera mereciera una
herramienta para poder ser digerida.
Y en uno de los participantes fue mas evidente cuando me dijo “tomo mas cuando pierdo
una materia que cuando paso algún examen, no se por qué pero así lo hago” tal vez
queriendo decir que no tiene herramientas de manejo emocional para gestionar
situaciones de descontrol o porque ve en las tristezas la posibilidad de hacerse mas
humano. Producto de la desinhibición.

Valor cultural: Emergen los efectos no deseados nuevamente producto del exceso del
placer alimentando el imaginario de que las sustancias solo “suben pero no bajan”
refiriéndome a que toda ayuda farmacológica tiene un lado de veneno y un lado curativo,
posiblemente causado por la idea de que la motivación es lo más importante, dejando de
lado la regulación.
Reaparece la categoría de la calle y los parques porque parte de sus lógicas es que en estos
lugares “es fácil socializar” no hay frio, ni incomodidad, para ellos es mas improatnte el
conocer a otros en libertad y bajo el amaparo de la tranquilidad que adentro en sus casas
donde hay luz, la relajación y la complicidad que da la ciudad de noche permite el
desarrollo de la personalidad.
Percepción cuerpo-mente: Se hace alusión a la importancia de la memoria como
catalizadora de recuerdos relacionados al consumo de alcohol. Algo que es curioso porque
en algunos de los participantes si hubo problemas de memoria o lagunas relacionadas a
eventos donde hubo excesos de alcohol y les cuesta recordar lo que ocurrió el día anterior.

** Los días 27 y 31 de Octubre se realizaron muy pocas encuestas, sin embargo las
categorías emergentes que salieron fueron ya desarrolladas en otras anotaciones del
diario de campo.

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