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Se crean de forma natural y con un fin social. A los miembros de este grupo los
conecta el interés común por temas como las condiciones de trabajo. El
liderazgo y la formación de estos equipos suele ser de forma orgánica, nadie de la
organización coordina su creación.
Equipos de liderazgo
Según su funcionalidad
En este grupo, existen dos tipos diferentes:
Equipos ejecutivos: Estos equipos se encargan de encontrar una solución a los
problemas y de implementar dicha solución. También se llevan el mérito del éxito de
los resultados.
Equipos consultivos: A diferencia de los anteriores, los equipos consultivos
encuentran soluciones, pero no las implementan, sino que recomiendan su
implantación a los directivos. Estos últimos han de designar otro equipo que ponga
en práctica estas soluciones
Concéntricos
Los equipos concéntricos tienen una estructura basada en círculos. Una serie de
círculos adyacentes, denominados periféricos, se organizan alrededor de un equipo
núcleo. Este equipo núcleo es el responsable de todo el proyecto, y está formado
por un representante de alto nivel de cada uno de los equipos periféricos. De esta
manera, cada miembro del equipo núcleo supervisa a uno de los equipos
periféricos.
El equipo núcleo es también el encargado de presentar los resultados y las
conclusiones del trabajo realizado, así como de mantener a todos los equipos
periféricos informados sobre los avances y dificultades.
Recomendaciones para armar un equipo de trabajo
Tal como se indicó anteriormente, cuando tienes la posibilidad de armar tu propio
equipo de trabajo, intenta que éste abarque la mayor cantidad de capacidades
profesionales, sociales y personales posibles. Para que así se fortalezca y pueda
enfrentar los diversos desafíos que aparecerán en el camino.
Entre estas capacidades destacamos las siguientes:
Capacidad profesional: Se refiere a las habilidades propias de cada
profesión u oficio que permiten gestionar los recursos tangibles e intangibles.
Capacidad social: Son aquellas que permiten a las personas establecer y
construir relaciones de largo plazo. Esto, con el fin de mejorar la gestión e
impacto del proyecto.
Capacidad personal: Son las capacidades que se alojan en las emociones y
la fortaleza mental de las personas, haciéndolas capaces de reconocer y
gestionar sus emociones en función del escenario al cual se enfrentan,
siendo altamente adaptativas.
El equipo de trabajo y el líder
Esa virtud del líder de reconocer en otros el talento y las capacidades es vital para
generar equipos eficientes.
Además, cuando él líder es parte integrante del equipo de trabajo se genera
horizontalidad y ambiente de colaboración. Lo cual contribuye a generar confianza y
lazos más estrechos de trabajo, repercutiendo en el compromiso de los integrantes
con el propósito que persiguen.
Por ello es importante, que cuando se tiene la oportunidad de armar un equipo de
trabajo, este tenga como principio en sus valores, la colaboración mutua.
Roles en un equipo de trabajo
Un equipo de trabajo puede tener tantos roles como requiera, y éstos pueden ser
formales o no, fijos o rotativos, todo de acuerdo a la naturaleza del grupo. Incluso en
algunos casos un mismo individuo puede desempeñar más de un rol.
Los principales roles asignables en un equipo de trabajo son:
Líder o coordinador. Quien toma las decisiones, guía el esfuerzo mancomunado o
resuelve las disputas internas, tratando de mantener un ambiente cordial y eficaz
dentro del grupo, orientado hacia el trabajo en equipo y no hacia la competencia.
Sus obligaciones incluyen motivar y dar ejemplo.
Secretario. Aquel que se encarga de la burocracia interna del equipo, de haberla, o
de la gestión administrativa mínima necesaria para tener un orden interno, como
llevar el archivo, hacer una minuta de cada reunión, comunicar a los miembros del
grupo entre sí, etc.
Creativo. El o los encargados de la parte artística o creativa del grupo, suelen
dedicarse al diseño, el embellecimiento o la redacción de los documentos emanados
del equipo, así como de presentaciones, disertaciones, etc.
Generador de recursos. Aquel que se encarga de conseguir los recursos
necesarios para el funcionamiento constante y fluido del grupo, sin importar de qué
tipo de recursos se trate. Puede pensársele como un “productor” en términos
cinematográficos.
Evaluador. Aquel que evalúa, como su nombre lo indica, la gestión del grupo de
trabajo, para así retroalimentarlo a partir de los objetivos conseguidos y saber qué
tan cerca de conseguir el objetivo final se encuentran.
La importancia del liderazgo en la formación de equipos de trabajo eficaces
Los nueve roles en los equipos de trabajo
Los distintos roles que pueden presentarse y que es necesario, según Belbin, tener
en cuenta a la hora de conformar un equipo son:
1. Coordinador (presidente). Enfoca al equipo hacia los objetivos, con una
adecuada visión sobre los mismos. Gestiona la interacción entre los
miembros a través de su autoridad, teniendo en cuenta las características de
cada uno y con un perfil hacia el objetivo común. Poseen, en general, rasgos
de personas con autocontrol, disciplina y delegan autoridad de acuerdo con
las potencialidades de cada miembro del equipo.
2. Pensador (Ideólogo). Son personas creativas, con gran inteligencia y
conocimientos. Su originalidad y creatividad los conduce a manifestar ideas
claras y bien enfocadas en la solución de los problemas o en el
aprovechamiento de oportunidades. No se caracterizan por desarrollar en la
práctica sus ideas ni atender los detalles.
3. Investigador de recursos. Pueden ser creativos, pero no en la generación
de ideas nuevas, se caracterizan por desarrollar ideas de otras personas.
Son muy buenos reuniendo información y negociando, sobre todo con
personas ajenas a su equipo, lo que les permite solucionar problemas o
aprovechar oportunidades. No se amilanan ante los desafíos por lo que
motivan y entusiasman a los miembros del colectivo.
4. Modelador (Moldeador). Son personas cuyo rol se orienta hacia las tareas,
desplegando gran dinamismo y energía en el cumplimiento de los objetivos
del equipo. Trabajan en la unidad de objetivos dentro del grupo, son capaces
de tomar decisiones rápidas y acertadas. Les agradan los desafíos y no se
amilanan ante ellos.
5. Constructor (Trabajador) de equipo. Su enfoque de trabajo es hacia lo
relacional, escuchando y apoyando a las personas. Son promotores de la
armonía, de la cohesión y de la creación del espíritu de equipo, siendo muy
capaces e importantes en grupos propensos a conflictos. En ocasiones se
muestran poco dinámicos.
6. Controlador (Evaluador). Su característica principal es el análisis
concienzudo de los problemas y situaciones que se le presentan, no
emitiendo respuestas ni criterios a la ligera. En situaciones conflictivas son
muy analíticos valorando las distintas opciones que se le pudieran presentar,
determinando la mejor solución con justicia y eficacia. Son además
previsores ante situaciones donde se puedan presentar problemas.
7. Especialista. Su tendencia es hacia la adquisición de conocimientos y
habilidades sobre una especialidad con el objetivo de convertirse en expertos
en esa materia o rama. Poseen un elevado ego hacia su superación
profesional, pero no se muestran de la misma manera ante el trabajo de los
otros miembros del equipo. Las decisiones que toman son basadas en su alto
nivel profesional.
8. Finalizador (Rematador). Son muy preocupados porque los resultados
salgan bien, siendo exhaustivamente cuidados con los detalles, comprobando
los mismos para asegurarse de la terminación de la tarea. Cumplidores con lo
programado tanto en tiempo como en calidad.
9. Realizador (Implementador). El rol de esta persona es el de organizar y el
de encontrar el método para llevar a tareas concretas y con posibilidades de
realizar las ideas, enfoques, criterios y decisiones que se tomen o aporten, o
sea, se concentran en los planes y programas prácticos. Se caracterizan por
un trabajo metódico y sistemático, aportando gran esfuerzo para lograrlo sin
tener en cuenta un gusto particular por alguna tarea, tienden a manifestarse
así con cualquier labor.
Tormenta o conflictos
Mientras los grupos de trabajo avanzan en su formación, surgirán diversas
preguntas en relación con las dinámicas de trabajo, el sistema de jerarquía, la
distribución de responsabilidades y los liderazgos.
Esta etapa es clave para la organización, hay que fortalecer el equipo de trabajo
para evitar conflictos laborales y luchas de poder. Para detectar cómo es el
ambiente en cada equipo de trabajo la organización puede apoyarse en un software
de encuestas a empleados.
Regularización
A partir del paso anterior, se establecen los códigos, las reglas, la estructura
laboral con la que se regirá el equipo de trabajo. De esta manera el equipo de
trabajo podrá comenzar a avanzar en las tareas y objetivos propuestos.
Rendimiento
Establecida la hoja de ruta, designadas las funciones y tareas que hay que cumplir
por cada componente del equipo de trabajo, comienza la dinámica de trabajo.
Cuando el desarrollo de los grupos de trabajo se ha logrado de buena manera,
los objetivos se irán alcanzando de forma progresiva y, en el mejor de los
casos, en tiempos de entrega menores a los estimados.
Incentivar nuevas ideas
Una vez que la dinámica de trabajo comienza a desarrollarse, es conveniente
buscar estrategias para que los empleados se sientan motivados a compartir
ideas propias y buscar nuevos enfoques. A su vez, la organización se beneficia al
contar con perspectivas que, en muchos casos, pueden ser innovadores.
Colaboración
Como parte de las apuestas en clave de integración, se recomienda incentivar la
colaboración entre los miembros del grupo. De esa forma no solo se consigue un
mejor rendimiento, se fomenta la construcción de un clima laboral favorable, así
como también se pueden alcanzar ideas y propuestas de trabajo llamativas.
Fomente el desarrollo
La capacitación de los empleados es clave para que aprendan nuevas técnicas y
procesos que ayuden a mejorar el equipo de trabajo. Cuantos más
conocimientos tengan más posibilidades habrá de alcanzar los objetivos y rendir al
máximo.
Flexibilización y retroalimentación
Al ser un grupo de trabajo nuevo, es probable que haya una serie de dudas e
inquietudes que, a través de la flexibilización de distintos aspectos y la feedback, se
pueden mitigar. Se trata de generar confianza y seguridad en los empleados.
Desintegración del equipo de trabajo
Es uno de los riesgos que se corre, en especial cuando el equipo de trabajo está
cerca de alcanzar sus objetivos. Se pierde concentración, foco, y se ve afectado
el rendimiento. Reconocer esto y saber prevenirlo es clave para que el grupo de
profesionales alcance todas las metas planteadas.
Es decir, la conformación de grupos de trabajo tiene una meta en común. Y entre
todos comparten opiniones, percepciones y planteamientos. Con ello, hay un
proceso arduo y lento, pero importante. A este vamos a denominarlo como
“colaboración”
La importancia del liderazgo en la formación de equipos de trabajo eficaces
La formación de equipos repercute de forma individual y grupal en la organización.
Los empleados que se integran a estos procesos, cuando se les desarrolla
adecuadamente y se fijan en el liderazgo de sus responsables, registran mejoras en
sus competencias, pueden exponer sus habilidades profesionales y fomentarlas en
un entorno que se apoya en ellas para avanzar.
El líder de un equipo de trabajo sirve de guía, de faro ante los escenarios más
complicados o cuando la toma de decisiones requiera de una figura con experiencia
y de autoridad para actuar adecuadamente.
La gestión del desarrollo individual enriquece la dinámica grupal, con personas
que se complementan unas a otras, que se comprometen en la búsqueda de tareas
y metas concretas en el corto, mediano y largo plazo. Esa integración y aprendizaje
continuo entre los miembros del equipo y la dirección del líder repercute
positivamente en su rendimiento laboral y en los beneficios que la organización
extrae de ello.
Así, la compañía propiciará un clima laboral en el que unos y otros se ayudan y
se forman; un equipo en el que puedan expresar sus ideas e incluso aprender
a través del liderazgo de alguna figura o el que emerja en momentos específicos.
La productividad de la empresa se beneficia de esto, alcanzando mejores resultados
y fortaleciendo relaciones con miras hacia el futuro.
¿Cómo gestionar un equipo de trabajo?
Es importante saber que, por una parte, un equipo puede tener un líder que
encausará el trabajo hacia los objetivos propuestos, pero por otra, debe existir una
cultura de trabajo que vaya aportando constantemente al trabajo colectivo, sin la
necesidad de supervisión constante. Es decir, disciplina de equipo.
La disciplina de equipo se trabaja programando las tareas personales
encomendadas y estableciendo plazos, identificando recursos y proyectando
entregas de productos.
Equipo de trabajo y grupo de trabajo
A simple vista, ambos términos parecieran ser sinónimos: grupo de trabajo y equipo
de trabajo. Pero los separa una diferencia fundamental, que tiene que ver con el
grado de organización interno que se tenga.
Así, los equipos de trabajo suelen ser estables, fijos, con cierto nivel de compromiso
y de formalidad, incluso cuando se trata de equipos informales. Existe una jerarquía
y un orden interno de cara a resolver ciertos problemas.
En cambio, los grupos de trabajo son mucho más flexibles y horizontales. No
necesariamente poseen un líder, ni una agenda fija, ni se guían por mucho más que
las necesidades de quienes lo integran, las cuales pueden variar a menudo. Un
grupo de trabajo es un conjunto de personas que se organizan en torno a un
objetivo común, pero a menudo sin distribuir las labores.
Beneficios del trabajo en equipo:
1. Permite la combinación de talentos de distintas áreas al integrar equipos
multifuncionales.
2. La combinación de las diferencias permite que las soluciones que se aporten
sean más creativas e innovadoras al observar las problemáticas desde
distintos ángulos.
3. Se obtiene mayor información sobre el asunto tratado ya que cada uno de los
participantes aporta una dosis adicional de conocimiento.
4. Se produce un mejor proceso de toma de decisiones.
5. La integración que se produce en el equipo permite que sus integrantes
desarrollen todos sus potenciales ampliando además sus capacidades
6. El trabajo en equipo es considerado más motivador que el trabajo individual
7. Se constituyen entornos de trabajo favorecidos por las relaciones
interpersonales
8. Mejora la gestión del conocimiento dentro de una organización
9. Desarrolla un estilo de liderazgo más abierto y descentralizado
Conclusión
Los equipos de trabajo son una parte fundamental de muchas organizaciones y
desempeñan un papel crucial en la consecución de objetivos y en la mejora del
ambiente laboral.
Es importante destacar que la formación de equipos exitosos no es un proceso
estático, y la comunicación efectiva, la colaboración y la adaptabilidad son
fundamentales para el éxito a lo largo del ciclo de vida del equipo.
Referencias
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