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Una mirada integral sobre la Historia y el conocimiento histórica

Durante los siglos XIX y XX se han desarrollado diversos enfoques acerca del
conocimiento histórico, que implican a su vez concepciones diferentes en relación a la
realidad histórica, simplificadas en algunos casos y complejas en otros. La escuela
francesa de los annales y en general de las líneas que reivindican la historia social
reconocen al hombre como sujeto de la Historia , además recuperan para la historia la
explicación como recurso metódico que incluye el planteo de regularidades, los
análisis causales y multicausales a medida que se profundiza en el descubrimiento y la
aceptación de la complejidad de los procesos históricos .El materialismo histórico y
las corrientes neomarxista reconoce a la historia como una ciencia social,
proponen categorías estructurantes para el análisis historiográfico , construyen
modelos explicativos con la pretensión de rigor científico. La microhistoria hará
análisis históricos a partir de sujetos individuales, pero sin perder de vista la
inserción de los indicios en un proceso más amplio. La historia concebida, en
cambio ya no como ciencia social, sino más bien como disciplina humanística,
como ciencia y arte a la vez, la aceptación del hombre como sujeto de la
historia, pero sujeto individual.
La complejidad de la realidad histórica es reflejo de la complejidad de lo
humano. La historia pone en juego su condición en tales, ejercen su libertad y
despliegan sus rasgos más propiamente humanos, participa por eso misma la
complejidad de lo humano
El hombre es un ser situado, se ejerce siempre condicionado por la propia
historia y por el contexto cultural - mental, socio político y económico en que
ese hombre se halla insertado, pero libertad al fin, que le posibilita adueñarse
de su destino y construir la historia con otros.
Concebir al hombre como persona humana nos enfrenta con una historia
profundamente rica y compleja que constituye al ámbito espacio temporal en el
cual la persona despliega su vida, elige y con sus elecciones construye su
Desde este sentido es que la Historia va adquiriendo sentido.
Adoptar una perspectiva cultural nos posibilita al menos aproximarnos al
misterio del hombre , generando ciertas categorías de análisis que nos
posibilitan sistematizar el conocimiento pero sin perder de vista la riqueza y
diversidad de los propiamente humano , esto permite establecer una tensión
dialéctica entre la necesidad de organizar sistemáticamente el conocimiento
para poder comprender la realidad pasada como un proceso y entre la
necesidad de respetar e incluir en el análisis a esos hombres concretos que
han protagonizado la historia . Esto propone una mirada que nos permita
abordar el estudio del pasado. Esta mirada consiste en reconocer en toda
manifestación histórica, humana, en definitiva, pues nada de lo humano es
ahistórico, una expresión de cultura. De esta manera logramos situar el
acontecer humano en una perspectiva que nos posibilita asumir la impronta
personal que cada hombre deja en la historia sin perder de vista la dimensión
de lo comunitario y de lo colectivo que también constituyen el fenómeno de lo
humano, se trata de buscar un enfoque antropológico claro y definido que
proponga un enfoque historiográfico coherente con el planteo antropológico
asumido. Para recuperar a la persona en toda originalidad y protagonismo con
toda su capacidad creadora, sin perder de vista los conjuntos sociales y las
cosmovisiones y las ideologías, las prácticas sociales y los valores culturales
que resultan indispensables para la comprensión de ese hombre que definimos
como persona. Como se ve, al superar dialécticamente la oposición individuo-
sociedad; Podemos superar también en relación al conocimiento de los
histórico la cuestión de la generalización o la atención de las particularidades ,
admitiendo que se requiere de conceptos y principios que constituyen variables
de análisis, pero que a su vez siempre resultan sujetos a lo particular , dado
que cada proceso histórico es único e irrepetible, como lo son los hombres que
los protagonizan y los dotan de sentido.
Del tiempo lineal al tiempo complejo:
 Tiempo de forma cíclica: concebido en forma de eras, marcadas cada
una de ellas por periodos de surgimiento esplendor y decadencia de una
civilización a la que luego seguirá otra, repitiendo el mismo proceso, es
el tiempo de una historia predeterminada y que se repite.
 Tiempo lineal y ascendente: producto de una cosmovisión religiosa
particular (cosmovisión judeocristiana del mundo y de la vida).
Tanto el tiempo como la historia tienen un comienzo y una culminación,
siempre en correspondencia con la historia de la salvación.
Cuando en el siglo XIX, la Historia se constituye como una disciplina aceptada
en el contexto científico de las universidades, la concepción acerca del tiempo
histórico tenía como eje la idea de sucesión. La historiografía adopto la
concepción lineal y ascendente del tiempo agregándole la idea de progreso. El
marxismo aporta también a la concepción del tiempo que sostiene a la idea del
progreso de la humanidad, pero a partir de un planteo cíclico (evolución y
progreso).
De espacio como recipiente al espacio humanizado:
En el siglo XX la geografía comienza a definir la noción de espacio geográfico,
asimilándolo a la idea de espacio humanizado, ecúmeno, y dotándolo a su vez
de tres dimensiones: la del espacio absoluto, que se extiende como una
entidad limitada e independiente de los fenómenos y de los objetos. Espacio
relativo, que se define en función de las variables tenidas en cuenta para el
estudio de un fenómeno. Espacio relacional, que se deriva de la aplicación de
modelos estructurales y sistemáticos al estudio geográfico.
La Historia ha producido modificaciones en relación a las formas de concebir el
espacio históricamente cuando Braudel propone una mirada multidimensional
del tiempo, desarrolla con marcada influencia del marxismo estructuralista, la
idea de espacio como elemento constitutivo de los procesos históricos, en
relaciona a este planteo podemos hacer referencia a la noción de espacio
geográfico . El espacio geo histórico se constituye en una doble dimensión:
como realidad y como unidad de análisis. Como realidad puede definirse
 Como la síntesis de espacios políticos, económicos, sociales,
ideológicos.
 Como el área en la que se produce el entrecruzamiento de procesos y
situaciones.
 Como la trama de factores internos y externos que afectan .
 Como una realidad dinámica, cambiante compleja y profunda.

De la Historia como pasado al modo de conocer el pasado


Encontramos en relación a esta problemática dos grandes líneas. La que
concibe al conocimiento histórico como un saber explicativo y que pretende
establecer regularidades, planteo que corresponde a la historiografía del siglo
XX y reconoce además la necesidad de problematizar en torno al conocimiento
histórico y la que rescata a la comprensión (herméutica) como modo específico
de aproximación al hombre y a su pasado.
Los aportes de la herméutica al estudio de la Historia.
 Interpretación
 Explicación
 Comprensión

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