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1.

- De acuerdo con la situación descripta en el caso, el Tribunal al momento de


fallar, ¿debe aplicar esta ley vigente al momento de la resolución en reemplazo de
la anterior legislación o debe contemplar la regulación legal existente al momento
del hecho? Describe tu postura.
En función del interrogante planteado y previo a expedirnos
formalmente, consideramos correspondiente enumerar el principio y/o normas que
debemos tener en cuenta, para poder arrojar luz a la cuestión planteada.
Así la cosas y de acuerdo con lo establecido por Nuestra Constitución
Nacional, la cual adopta un sistema liberal que prioriza la libertad de los ciudadanos y
consagra una serie de principios fundamentales para el derecho penal, los cuales son
reformulados por los Pactos sobre Derechos Humanos incorporados mediante la Reforma
de 1994 en el art. 75 inc. 22 a la Constitución Nacional, veremos que solo hay una
interpretación posible.
En efecto, nos ocuparemos del principio de legalidad, el cual se
vincula con la función de garantía individual que tiene la ley penal frente al poder punitivo
del Estado. Dentro de este principio se desprende otras series de garantías. Pero lo que
nos interesa para responder el dilema planteado es que la ley penal debe cumplir con
ciertos requisitos.
En este caso, puntualmente nos ocuparemos del considerado: LEX
PRAEVIA (ley previa): la ley penal debe existir con anterioridad al hecho. Un hecho solo
puede ser penado si la ley estaba vigente antes de que fuera cometido. De esta manera,
se consagra el principio de irretroactividad de la ley penal. Esa es la regla, la ley siempre
rige para el futuro.
La única excepción es cuando, en beneficio del imputado, rige el
principio de retroactividad y ultraactividad de la ley penal más benigna (art. 9, Convención
Americana sobre los Derechos Humanos; art 15.1, Pacto internacional de Derechos
Civiles y Políticos; art 2, CP).
Recapitulando, la regla determina que la ley es anterior al hecho, es
decir que la ley penal es irretroactiva y siempre rige para el futuro. ¿Qué ocurre cuando
primero está el hecho y luego surge la ley? Esa ley penal es inaplicable. Es importante,
entonces, fijar cuál es la ley penal vigente al momento de la comisión de un hecho.
La excepción: cuando la ley posterior al hecho es más benigna. Para
este caso concreto, se aplica el artículo 2 del Código Penal, el cual establece: … Si la ley
vigente al tiempo de cometerse el delito fuere distinta de la que exista al pronunciarse el
fallo o en el tiempo intermedio, se aplicará siempre la más benigna. Si durante la condena
se dictare una ley más benigna, la pena se limitará a la establecida por esa ley. En todos
los casos del presente artículo, los efectos de la nueva ley se operarán de pleno derecho 1.
La garantía de la ley penal más benigna cede incluso ante la cosa
juzgada. Es operativa de pleno derecho.
Finalmente, en atención a lo antes explicado procederemos al análisis
del caso en estudio. Según la situación problemática planteada el hecho fue cometido el
día 13 de febrero de 2021, momento en el cual se encontraba vigente una ley que
establecía una pena para el robo de un mes a seis años de prisión.
Luego, se informa que el día 10 de marzo de 2021, entró en vigor una
nueva ley que establece una escala penal de un mes a ocho años de prisión. Más aún, se
destaca que el Poder Ejecutivo Nacional dicta un DNU, mediante el cual establece que
cualquier hecho de hurto o robo que se cometa dentro de la emergencia sanitaria, las
penas previstas serán consideradas como agravadas.
Ante este panorama, es fácil concluir que el Tribunal al momento de
fallar debe aplicar la ley vigente al momento de comisión del hecho imputado, por cuanto
un hecho solo puede ser penado si la ley estaba vigente antes de que fuera cometido,
como es el caso, de acuerdo con lo establecido por el principio de irretroactividad de la ley
penal.
A ello, debemos agregar que no se puede aplicar a la hipótesis
planteada, la única excepción a dicho principio, esto es, el principio de retroactividad y
ultraactividad de la ley penal más benigna, dado que las leyes que entraron en vigor con
posterioridad al hecho poseen mayores penas privativas de la libertad.
Entonces, conforme a la combinación de los art 18 y 19 de la CN, está
vedada la retroactividad de la ley penal, es decir, está prohibido aplicar una ley posterior
al hecho. El momento del hecho marca la ley aplicable. La retroactividad es la prohibición
de aplicar una norma posterior al hecho que modifique negativamente la situación del
sujeto frente a la ley penal. Prohibición de leyes ex post facto. La retroactividad de la ley
más benigna se desprende del ya mencionado artículo 2 del Código Penal Argentino,
artículo 9 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de San José de
Costa Rica) y del artículo 15.1 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos
INCP.
1
Art. 2, Ley 11.179. (1984). Código Penal. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/3wcO96A
La aplicación de la ley penal más benigna se funda en el principio de
mínima suficiencia al comparar dos leyes. Una ley puede ser aplicada retroactivamente
cuando beneficia objetivamente la situación del autor. La aplicación de la ley más benigna
es posible desde la comisión del hecho hasta la extinción total de la pena y su aplicación
opera de pleno derecho, sin necesidad de petición de parte. El juez debe optar por una u
otra ley sin que pueda combinar lo más positivo de ambas.
Resta destacar, que el DNU dictado por el Poder Ejecutivo resultaría
nulo (anticonstitucional),pero ello será materia de análisis en el punto 4.

2.- Los partícipes en el delito son detenidos y puestos a disposición del Fiscal de
Instrucción de la ciudad de Córdoba. ¿Qué garantías constitucionales los
amparan?
Nuestra Constitución establece un sistema de principios y garantías
como pilares fundamentales, es así como el derecho penal encuentra sus límites en ellos
mismos que amparan a los detenidos partícipes del delito expuesto en el caso planteado.
Entre ellos podemos mencionar:
Principio de legalidad: (Art. 18) “Ningún habitante de la Nación puede
ser penado sin juicio previo fundado en ley anterior al hecho del proceso.” (No hay delito
ni pena, sin ley). Es la garantía individual política del ciudadano frente al “ius puniendi” del
Estado (poder punitivo).
De ésta se desprende otras garantías como:
 Ley previa: (Lex praevia) Esta garantía se consagra en el principio
de la irretroactividad de la ley, es decir que al momento del hecho la ley penal ya debía
existir para ser penado ya que la ley siempre rige al futuro. (Excepción: “aplicación de la
ley penal más benigna” art.2 Código Penal, siendo operativa de pleno derecho)
 Ley escrita: (Lex scripta) Esta garantía intenta dejar fuera la
costumbre, se necesita una ley penal escrita, sancionada y publicada en el Boletín Oficial
de la nación.
 Ley estricta: (Lex stricta) Con esta garantía se prohíbe usar la ley
penal por analogía que podría perjudicar negativamente al acusado aplicando leyes a
hechos no previstos; aquí encontramos también la “excepción a la prohibición de la
analogía”, analogía in bonam partem, aplicando a un hecho una ley penal o un principio
jurídico que trae un beneficio para el imputado.
 Ley cierta: (Lex certa) “Mandato de determinación”, en esta
garantía encontramos la exigencia a la ley penal de ser clara y precisa sobre las
conductas prohibidas sin generalizar. A pesar de ellos surgen algunos elementos en
materia penal valorativos, como “negligencia, imprudencia”.
 Principio de reserva: (Art. 19) “Ningún habitante de la Nación será
obligado a hacer lo que no manda la ley, ni privado de lo que ella no prohíbe”. En esta
garantía se les reserva a los ciudadanos una zona fuera del alcance del castigo sobre
hechos que por más que sean inmorales, viciosas, perjudiciales no encajan en conductas
establecidas como delitos por la ley, garantizando el sistema democrático, que constituye
a la libertad civil en un Estado de derecho.
 Principio de privacidad: (Art. 19) “Las acciones privadas de los
hombres que de ningún modo ofendan al orden y a la moral pública, ni perjudiquen a un
tercero están solo reservadas a dios y exentas de la autoridad de los magistrados”. Es la
garantía que pretende preservar la intimidad de las personas, por un lado, las ideas,
pensamientos y creencias que no trascienden al exterior; por otro, aquellas acciones
personales que aun exteriorizándose no afectan al orden social y la moral pública ni
perjudican a terceros; también la misma se extiende a ámbitos vinculados íntimamente
con la vida privada de la persona, como domicilio, la correspondencia epistolar y los
papeles privados.
 Principio de lesividad: (Art. 19) “… las acciones que no lesionan
derechos de terceros están fuera de intervención estatal”. Es decir, que ninguna ley
“puede legitimar una intervención punitiva cuando no media por lo menos un conflicto
jurídico” (Villavicencio Terrerros). Los fundamentos de un derecho penal liberal “…
impiden prohibir y castigar una acción humana si esta no perjudica o de cualquier modo
ofende a los derechos individuales o sociales de un tercero, la moral o el orden público”
(Vásquez, 1995, p.39). Con este principio garantizamos que no puede haber intervención
estatal si los acusados no causan daño a un bien jurídico.
 Principio de fragmentariedad y subsidiariedad: Caracteres que
forman el “principio de mínima intervención”, el carácter fragmentario del derecho penal
refiere a que el derecho penal a de limitarse a los ataques más peligrosos de los bienes
importantes, si la necesidad de que cualquier acto sea castigado como delito; y el carácter
subsidiario actúa cuando no es necesario llegar a una sanción penal para proteger a la
sociedad y se lo puede hacer a través, de por ejemplo sanciones civiles.
En la práctica, al momento de detención del imputado se debe labrar
un acta de detención, la cual varía de acuerdo con el código de procedimiento de cada
provincia, ocasión en la que se lo notifica de sus derechos y garantías.
Entre dichos derechos y garantías se destaca el derecho a contar con
un abogado de confianza y en caso de no poseer el estado le designara un defensor
oficial, los cuales asesoran al reo y velaran por el cumplimiento de sus derechos y
garantías. En ese sentido podemos citar lo establecido por art. 6 del Código Procesal
Penal Federal, que reza “…Defensa. El derecho de defensa es inviolable e irrenunciable y
puede ejercerse libremente desde el inicio del proceso hasta el fin de la ejecución de la
sentencia. El imputado tiene derecho a defenderse por sí, a elegir un abogado de su
confianza o a que se le designe un defensor público. Los derechos y facultades del
imputado pueden ser ejercidos directamente por éste o por su defensor, indistintamente.
En caso de colisión primará la voluntad del imputado, expresada clara y libremente”.
Finalmente, destacamos que el Fiscal interviniente, también deberá
velar por el cumplimiento del debido proceso, debiendo denunciar cualquier
incumplimiento y/o violación de dichos derechos y garantías.

3.- En la situación planteada, ante el accionar del Sr. Camilo López deben poder
Identificar la ley aplicable al caso y analizar cuáles son las condiciones que
permiten su procedencia.

Del relato podemos extraer la siguiente situación: El Sr. Camilo López


antes de que el ómnibus abandone la nación del Paraguay comienza a romper algunos
bolsos de pasajeros que se encontraban dormidos y sustrae diversos elementos
electrónicos y dinero en efectivo. Conducta que continúa desplegando cuando el ómnibus
ingresa a la República Argentina. Aquí podemos observar que el hecho se comienza a
perpetrar en Paraguay y continúa en la República Argentina, lugar donde se da
intervención a las fuerzas para la aprehensión de los delincuentes. El resultado del delito
se produce bajo jurisdicción de la nación Argentina, por lo tanto, la ley aplicable es la que
corresponde a la República Argentina. Las condiciones que permiten su procedencia son
las vinculadas con el Principio territorial. Este principio implica la aplicación de la ley penal
argentina a los delitos cometidos. Dice el primer inciso del art. 1 del Código Penal: “… en
el territorio de la Nación Argentina, o en los lugares sometidos a su jurisdicción…” (ya sea
residente o transeúnte, nacional o no quien lo comete). La determinación del espacio se
extenderá por la superficie terrestre, el aire y el agua:

a) la superficie de tierra se encuentra delimitada por los países


limítrofes;

b) en cuanto al mar territorial y las aguas interiores, se encuentran


delimitadas conforme lo establece la Convención del Mar, que fue ratificada por ley
24.543

El espacio aéreo se encuentra sobre las tierras, los ríos y aguas


pertenecientes al territorio nacional, cuyo límite no ha sido fijado por la legislación interna
(Código Aeronáutico), pero se entiende que no puede extenderse hacia el espacio
extraterrestre que es libre. El principio territorial absorbe, por aplicación de la llamada
teoría de la ubicuidad, todos los casos en que el delito es considerado cometido en el país
(acción, en todo o en parte, resultado intermedio, lugar donde debía producirse el
resultado), que se ha impuesto por encima de las teorías de la acción o del resultado que
atendían a uno u otro tramo del delito. (De la Rua y Tarditti, 2015, p, 175).

4.- El decreto de necesidad y urgencia (DNU) respeta los principios


constitucionales. Explica tu posición fundada en los textos del módulo.
Con el objeto de responder la hipótesis planteada debemos resaltar
que, en nuestro sistema, ni el Poder Ejecutivo ni el Poder Judicial pueden crear derecho
penal. Siempre será el Poder Legislativo el encargado de elaborar el derecho penal
común (Congreso de la Nación), el derecho penal contravencional (Congreso de la
Nación, Legislaturas Provinciales o Consejos Deliberantes) o el derecho penal
disciplinario (Poder Legislativo).
Ello es así, por imperio constitucional, la única fuente formal de
producción, derogación y modificación del derecho penal es el Congreso de la Nación, tal
como lo establece el art. 75 inc. 12 de nuestra C.N. La propia Constitución Nacional
regula el modelo de creación, modificación y derogación de la ley penal e impide que el
Congreso de la Nación delegue facultades legislativas al Poder Ejecutivo en materia penal
(art. 76 de la CN).
La misma norma veda al Poder Ejecutivo para emitir disposiciones de
carácter legislativo, ni siquiera utilizando decretos de necesidad y urgencia. Esto esta
fundado en el artículo 99° inc. 3 de nuestra Constitución Nacional, que dispone que “El
Poder Ejecutivo no podrá en ningún caso bajo pena de nulidad absoluta e insanable,
emitir disposiciones de carácter legislativo. Solamente cuando circunstancias
excepcionales hicieran imposible seguir los trámites ordinarios previstos por esta
Constitución para la sanción de las leyes, y no se trate de normas que regulen materia
penal, tributaria, electoral o de régimen de los partidos políticos, podrá dictar decretos por
razones de necesidad y urgencia, los que serán decididos en acuerdo general de
ministros que deberán refrendarlos, conjuntamente con el jefe de gabinete de ministros”.
En atención a lo antes desarrollado podemos afirmar categóricamente
que dicho DNU no respeta los principios constitucionales.

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