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DERECHO PENAL 1
El derecho penal es la rama del ordenamiento jurídico que “regula la potestad
estatal de castigar, determinando lo que es punible y sus consecuencias"
Sub-eje temático 1: GARANTÍAS CONSTITUCIONALES. TEORIA DE LA LEY
PENAL Y DEL DELITO
Los principios integran, el modelo constitucional penal, un conjunto de principios,
que se constituyen en límites de la potestad punitiva, esenciales a todo Estado
de derecho, y que se traducen en condiciones necesarias tanto para la atribución
de responsabilidad· penal como para Ia imposición de la pena.
1. Principio de LEGALIDAD
Este principio se vincula a la función de garantía individual que tiene la ley penal
frente al poder del Estado, y se expresa en su aspecto formal con la máxima
romana "nullum crimen, nulla poena sine lege”
Este principio no es sólo una exigencia de seguridad jurídica sino además una
garantía política, limitadora de la ley penal.
El art. 18 de la CN consagra esta garantía penal cuando reza: “Ningún habitante
de la Nación puede ser penado sin juicio previo fundado en ley anterior al hecho
del proceso...”
De igual manera, el principio en cuestión se explicita en tratados internacionales
con jerarquía constitucional (art. 75 inc. 22 de la CN) siendo estos la Declaración
Universal de Derechos Humanos, Pacto internacional de Derechos Civiles y
Políticos Convención Americana de los Derechos del Niño.
Garantías derivadas del principio de legalidad
• Garantía “criminal” exige que el delito se encuentre determinado por una
ley (nullum crimen sine lege)
• Garantía “penal” requiere que la ley señale la pena que corresponde al
hecho (nulla poena sine lege)
• Garantía “jurisdiccional o judicial” exige que la existencia del delito y la
imposición de la pena se determinen por medio de una sentencia judicial
y según un procedimiento legalmente establecido
• Garantía “de ejecución” requiere que el cumplimiento de la pena o medida
de seguridad se sujete a una disposición legal
Con relación a la ley reguladora del hecho ilícito y su sanción debe cumplir los
requisitos de:
• Previa: Es preciso que el sujeto pueda conocer en el momento del hecho
si va a incurrir en un delito y, en su caso, la pena aplicable. Este requisito
consagra el principio de la irretroactividad de la ley penal más severa.
• Estricta: Se exige que la ley determine de forma suficientemente
diferenciada, las distintas conductas punibles y sus penas, excluyéndose
la analogía en perjuicio del imputado. Este requisito se concreta en la
teoría del delito a través de la exigencia de la tipicidad del hecho y, en la
teoría de la determinación de la pena, implica un límite arbitrio judicial.
• Escrita: Al requerirse una ley escrita, queda excluida la costumbre como
posible fuente de delitos y penas. Es imperioso que se trate de una ley
emanada del poder legislativo, no pudiendo ser delegada la función
legislativa a los poderes ejecutivo o Judicial (art. 76 y 99 inc. 3° de la CN)
= Indelegabilidad legislativa. 2 cuestiones:
• Facultad reglamentaria del Poder Ejecutivo (art. 99 inc. 2° CN).
• Problema de las leyes penales en blanco y tipos penales abiertos.
DE RESERVA
Principio consagrado por el 2° párrafo del art. 19 CN que reza: “Ningún habitante
de la Nación será obligado a hacer lo que la ley no manda, ni privado de lo que
ella no prohíbe”
Implica la idea política de reservarles a los individuos, como zona exenta de
castigo, la de aquellos hechos que no están configurados y castigados por una
ley previa a su acaecer
Este principio exige que la punibilidad de un hecho, sólo puede ser establecida
por una ley anterior a su comisión.
Se trata de una garantía individual que debe estar claramente trazada, lo que se
logra mediante la enumeración taxativa por la ley, de los hechos punibles y de
las penas pertinentes, estableciendo de manera tal, un catálogo legal de delitos
y penas absolutamente circunscripto = numerus clausus
DE LESIVIDAD.
En virtud de este principio, se impide prohibir y castigar una acción humana, si
ésta no perjudica o de cualquier modo ofende los derechos individuales o
sociales de un tercero, la moral o el orden públicos.
De esta forma, sólo se justifica la limitación de la esfera de las prohibiciones
penales a las acciones reprobables por sus efectos lesivos para terceros,
imponiendo la tolerancia jurídica de toda actitud o comportamiento que no
posean esta consecuencia.
Este principio configura la base del derecho penal liberal (art. 19 CN).
DEL NON BIS IN ÍDEM.
Este principio adquirió el rango de garantía constitucional a partir de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos, así como con el Pacto de
Derechos Civiles y Políticos incorporados a la Constitución Nacional (art. 75 inc.
22 de la CN).
Además de estos tratados, este principio, por el cual se prohíbe perseguir
penalmente a una persona más de una vez por el mismo hecho, puede ser
considerada una derivación del principio de inviolabilidad de la defensa (art. 18
CN).
Se prohíbe un nuevo juzgamiento tanto, cuando en uno anterior, sobre los
mismos hechos, ha recaído absolución o condena.
A los efectos procesales, esta garantía se aplica cuando hay concurrencia de las
tres identidades, a saber:
• Identidad de persona (eadem persona): el primer elemento en que se
apoya la prohibición de la doble persecución penal es el de la identidad
de las personas. En este extremo -o límite- no existe duda alguna que el
posible sujeto pasivo de la sanción y el sujeto del segundo proceso penal
debe ser el mismo.
• Identidad de objeto (eadem res): el objeto es el hecho de la vida que
constituye el contenido de la pretensión, el acontecimiento real o no, para
el cual se reclama la aplicación de la norma jurídica. Es el hecho fáctico
que se investiga, la verdad jurídica que quiere lograr descubrirse con la
sustanciación del proceso.
• Identidad de causa (eadem causa petendi): supone la existencia de una
pretensión que se hace valer en un proceso ante un tribunal con
jurisdicción y competencia suficiente para examinarla plenamente y sin
obstáculos formales que implican una decisión sobre el fondo. Se trata del
proceso en sí, con una pretensión punitiva determinada y concreta que
encarrile el accionar del estado de manera que no pueda confundirse con
otra pretensión similar o aparente.
2. VALIDEZ TEMPORAL DE LA LEY PENAL:
Principio general
El principio general que gobierna la validez temporal de la ley penal en el sistema
positivo argentino es el – tempus regit actus - es decir rige la Iey que estaba
vigente al momento de Ia comisión del hecho delictivo. Ello es así, toda vez que
las leyes penales sólo alcanzan a los hechos cometidos durante su vigencia, esto
es, en el periodo comprendido desde su entrada en vigor hasta el momento de
su derogación: no pudiendo aplicarse, como regla general, retroactivamente.
Este principio y, en consecuencia, la irretroactividad de la ley penal, se, deriva
del ya analizado principio de legalidad que exige a los fines de la imposición de
una sanción penal, la existencia de una ley previa.
Principio de excepción: retroactividad, ultractividad:
El principio general de la aplicación de la ley vigente al momento de la comisión
de hecho delictivo no es absoluto, pues reconoce lo que en doctrina se denomina
la extraactividad de la ley penal, es decir, 'la aplicación de la ley fuera de su
período normal de vida legislativa, siempre que resulte más favorable al
imputado o, en su caso, condenado.
Estos supuestos de excepción al principio general se dan cuando al fallar se
aplica la ley vigente a dicho momento procesal, pero que es distinta a la que
regía en el momento de la comisión del hecho (retroactividad) o, por el contrario,
cuando se aplica una ley que no está vigente al momento de la sentencia, pero
que sí lo estaba al momento de la comisión del hecho o en la etapa intermedia
(ultraactividad).
Es decir que el principio general analizado, tiene Como excepciones:
• La 'retroactividad que autoriza la aplicación de la ley a un hecho ocurrido
con anterioridad a su entrada en vigencia, siempre que beneficie al
acusado' y
• La ultraactividad que permite que la ley vigente al momento de la comisión
del delito o en el tiempo intermedio entre el delito y el fallo, posteriormente
sustituida por otra más gravosa, siga rigiendo para la regulación del hecho
aun después, de su derogación.
Escuelas
positivismo La acción se concibe como "toda conducta humana voluntaria
que causa un cambio en el mundo exterior. De lo dicho se desprenden
sus elementos:
• manifestación de voluntad
• resultado.
DOLO:
el sujeto es plenamente consciente de que su actuar lesiona el bien jurídico y
quiere afectarlo
Elementos
El dolo está compuesto por 2 partes:
La primera parte se compone del elemento de consciencia, sabiendo que
está mal lo que hace. Se dice que no se puede cometer el hecho sino se
sabe primero que el hecho es contrario a la ley.
La segunda parte lo compone el elemento volitivo, que no se puede llevar
a cabo sin tener primero la consciencia del hecho (elemento anterior).
Este elemento es la voluntad que tiene la persona para cometer el acto.
son dirigidas por a voluntad contra la norma que le prohíbe dañar el bien
jurídico en cuestión.
Clases
Directo: Cuando la acción o el resultado típico constituyen el objetivo
perseguido por el sujeto. Ejemplo: el sujeto quiere matar a otro y mata.
Indirecto: Esta clase de dolo abarca los resultados no queridos
directamente por el autor, pero que aparecen unidos de modo necesario
e ineludible al resultado comprendido en la intención del sujeto. Ejemplo:
la actitud de quien coloca la bomba en un avión para matar a un pasajero
determinado. La muerte del resto de los pasajeros de la aeronave es una
consecuencia no buscada por el autor, pero ligadas inexorablemente al
efecto querido.
Eventual: Cuando el sujeto que realiza la conducta conoce que
probablemente se produzca el resultado típico, y no deja de actuar por
ello. Este es el umbral mínimo de dolo.
CULPA:
se limitan a infringir una norma de cuidado.
Por su representación por parte del autor: por su representación por parte
del autor: culpa consciente y culpa inconsciente. Cabe aclarar
primeramente que esta es una clasificación teórica que no importa una
consecuencia práctica. Esto se debe fundamentalmente a que ambos
tipos de actuar culposo tienen la misma escala penal. En la culpa
inconsciente el autor actúa sin representarse de ninguna manera la
posible lesión del bien jurídico. Ejemplo: el conductor que maneja por una
Av. en forma correcta, con cinturón de seguridad, por su carril, a la
velocidad adecuada y segundos antes de llegar al semáforo que le daba
paso, se agacha por un instante e intenta recoger un CD que se le había
caído mientras lo colocaba en el estéreo. En ese instante el semáforo
cambió y dio paso a los de la mano contraria, produciéndose un grave
accidente con lesiones para varias personas. El autor sabía lo que estaba
haciendo, pero nunca se representó una lesión al bien jurídico, y por ende,
tampoco el resultado típico.
Por otra parte el que actúa representándose la posible lesión al bien
jurídico pero confiando que por X circunstancia que ella no ocurrirá, actúa
con culpa consciente. Ejemplo: otro conductor, pero esta vez uno más
intrépido, conduce por una Av. a 120 km. por hora cuando el límite de
velocidad es de 30. En ese curso atraviesa un semáforo en rojo, sin
intentar frenar, y pudiendo observar que desde el otro carril los
automóviles que tenían paso habían comenzado su marcha. A esa
velocidad impacta contra dos vehículos produciendo la muerte
instantánea de tres personas. En este caso, podemos observar que el
conductor previó la posibilidad del resultado lesivo, pero confiando en algo
–que bien podría ser en su pericia como conductor, en la suerte, en que
los demás autos iban a verlo e iban a frenar, o lo que sea- creyó que éste
no se produciría. El conductor no quería causar la muerte de nadie, en
realidad, quería llegar velozmente a algún lugar, no obstante, el hecho
ocurrió por su responsabilidad.
Por su gravedad: Hasta el año 2000 nuestro CP no distinguía entre culpa
grave y culpa leve. No obstante, con la modificación sufrida por el art. 278
CP la distinción fue incorporada, para este supuesto especialmente.
Respecto a la culpa insignificante o levísima, existe consenso doctrinario
a favor de su impunidad. Ahora bien, esto no se refleja tan claramente en
la jurisprudencia en donde debemos atenernos al criterio del juez y al
análisis de cada caso en particular, la culpa levísima o insignificante sigue
siendo culpa, y por ende podría entenderse que justamente para eso se
cuenta con mínimos y máximos en la escala penal establecida para cada
figura.
¿Qué criterios se deben tener en cuenta para determinar cuándo estamos
ante una culpa grave o una culpa leve? Se señala generalmente que debe
prevalecer la valoración sobre el desvalor de acción y no sobre el desvalor
de resultado. Concretamente una parte de la doctrina señala que no debe
estarse al resultado causado (es decir a la cuantía del daño causado) por
la conducta sino a las características de la conducta en sí. A su vez se
dice que, con respecto al desvalor de acción lo que debe tomarse en
cuenta no es la actitud interna del sujeto sino el nivel objetivo de
peligrosidad de la acción.
Por su modalidad: negligencia, impericia, imprudencia y violación de
reglamentos. Se trata en realidad de distintas clases de culpa, y la
diferenciación es meramente terminológica.
o negligencia Es negligente el comportamiento descuidado. Se
identifica más con un comportamiento omisivo. Ej. niñera
que olvida la plancha conectada, armero que entrega un arma
cargada a un cliente, etc.
o Imprudencia Es imprudente el comportamiento riesgoso, atrevido,
o peligroso para las personas o bienes ajenos. Se identifica más
con una acción. Conducir a alta velocidad muy cerca de la
vereda atestada de peatones, conducir estando ebrio, etc.
o Impericia Es la culpa profesional. Es una forma de imprudencia
o negligencia en el ejercicio del propio arte o profesión, es decir,
sin el saber, experiencia o habilidad mínima exigible. El médico
que a consecuencias de falencias en su conocimiento causa
lesiones a terceros. Oculista que trata de coser una herida grave.
o Inobservancia de reglamentos, ordenanzas o deberes del cargo
Es una forma de culpa en donde la precaución exigible está
predeterminada por las normas de una actividad o cargo. El
mismo oculista que trató la herida del paciente sin tener la pericia
suficiente violó un reglamento específico de su profesión (lex artis).
Escuelas
• Positivismo: solo objetivo
• Normativismo: solo objetivo, comprende las causas de justificación
• Finalismo: tipo complejo
• Funcionalismo: tipo complejo
ANTIJURIDICIDAD
Una conducta es típica si con ella se infringe una norma, y será antijurídica si no
está justificada por una causa de justificación.
No existe un concepto uniforme sobre antijuridicidad, ya que la construcción del
mismo dependerá de la escuela dogmática a la que adscribamos
LAS CAUSAS DE JUSTIFICACIÓN.
Las únicas causas de justificación son las legales; o sea: las que taxativamente
enumera la ley. Al respecto, el art. 34 del Código Penal junto con las causas que
excluyen la pena, la culpabilidad y la imputabilidad enumera las siguientes
causas de justificación: cumplimiento de un deber; legítimo ejercicio de un
derecho, autoridad o cargo; estado de necesidad y la legítima defensa.
LEGÍTIMA DEFENSA El fundamento de la legítima defensa es que el derecho
no necesita ceder ante lo ilícito y nadie puede ser obligado a soportar un injusto.
También se basa en la necesidad de conservar el orden jurídico y garantizar el
ejercicio de los derechos.
Requisitos:
La agresión: la agresión debe partir de un ser humano, puede ser activa,
omisiva, intencional o negligente. Cuando el agresor sea un incapaz de
culpabilidad (inimputable), el agredido deberá intentar eludir la agresión
antes de hacer uso del derecho de defensa. En los demás casos no está
obligado a eludir la agresión. Cualquier bien jurídico puede ser objeto de
una agresión. Sin embargo, no se admite la defensa frente a la agresión
a la patria, a la esencia de la nacionalidad, etc.
La actualidad de la agresión: la agresión debe ser actual e inminente. La
agresión es actual mientras se está desarrollando. La inminencia de la
agresión es equivalente a la actualidad. Terminada la agresión, también
cesa el derecho de defensa.
La antijuridicidad de la agresión: la agresión es antijurídica cuando es
contraria al derecho. No se requiere que sea típica ni tampoco que
constituya un delito. La agresión es antijurídica cuando el agredido no está
obligado a tolerarla. No habrá agresión antijurídica cuando el agresor obre
justificadamente. La agresión es ilegítima cuando es antijurídica. No es
necesario que a su vez constituya delito.
La necesidad de la defensa: el medio que se emplea debe ser idóneo, es
decir, racional, necesario y proporcional a la circunstancia. La necesidad
de la acción de defensa es racional cuando esta es adecuada para impedir
o repeler la agresión. La defensa es necesaria si la acción del agredido
es la menos dañosa de cuantas estaban a su disposición para rechazar
la agresión en la situación concreta
Falta de provocación suficiente: suficiente es la provocación cuando
constituye un estímulo tan poderoso que el provocado reacciona en un
estado de incapacidad de culpabilidad (inimputabilidad). Por lo tanto, el
que ha provocado suficientemente solo tiene el derecho limitado de
defensa, que se reconoce cuando el que arremete lo hace en estado de
inimputabilidad
Límites: Los límites de la defensa necesaria: en principio no se exige
proporcionalidad entre el daño que se causa para evitar la agresión y el
que esta habría causado. No se admite un derecho de defensa cuando la
desproporción entre la lesión que se causa y la que habría causado la
lesión es exagerada No se admite un derecho defensa cuando entre el
agresor y el agredido existen estrechas relaciones personales (padre-
hijo). En estos casos, el agredido deberá recurrir siempre a medios que
eviten la agresión de una manera suave
El elemento subjetivo de la defensa: la exigencia de que el que se
defiende haya obrado conociendo las circunstancias de la agresión
ilegitima de la que era objeto y con intención de defenderse puede
considerarse hoy opinión dominante
Defensa de terceros: la legítima defensa no es solo defensa propia, también se
puede defender a terceros y en las dos el fundamento es el mismo.
Bienes defendibles: cualquier bien jurídico puede ser objeto de una agresión y
por lo tanto defendible
Las denominadas legítimas defensas privilegiadas: El art. 34 inc 6, párrafos 2 y
3) prevé dos casos de legítima defensa privilegiada: “Se entenderá que
concurren agresión ilegitima, necesidad del medio empleado para impedirla o
repelerla y falta de provocación suficiente por parte del que se defiende, respecto
de aquel que durante la noche rechazare el escalamiento o fractura de los
cercados, paredes o entradas de su casa o departamento habitado o de sus
dependencias, cualquiera que sea el daño ocasionado al agresor. Igualmente,
respecto de aquel que encontrare a un extraño dentro de su hogar, siempre que
haya resistencia.
EL ESTADO DE NECESIDAD Esta previsto en el art. 34 inc 3 del CP: El que
causare un mal por evitar otro mayor inminente al que ha sido extraño. El
fundamento justificante del estado de necesidad es el interés preponderante que
con la acción se salva. El mal que se quiere evitar puede provenir de una fuerza
de la naturaleza o de una acción humana. El fundamento del estado de
necesidad justificante es la necesidad de salvar el interés mayor sacrificando el
menor, en una situación no provocada de conflicto externo. Por ejemplo: El que
comete un delito contra la propiedad coaccionado por otro que lo amenaza con
matar a su mujer. Entonces, lo que determina la exclusión de la antijuridicidad
es la necesidad de la lesión unida a la menor significación del bien sacrificado
respecto del salvado
Requisitos:
Elemento subjetivo: el tipo permisivo del estado de necesidad justificante
requiere el conocimiento de la situación de necesidad y la finalidad de
evitar el mal mayor
Mal: por mal, debe entenderse la afectación de un bien jurídico
El mal debe ser inminente: es decir que puede producirse en cualquier
momento.
El mal amenazado: debe ser inevitable de otro modo menos lesivo
El mal causado: debe ser menor que el que se quiere evitar. En los casos
en que los males sean vidas humanas, el estado de necesidad justificante,
no podrá amparar nunca la conducta homicida
La ajenidad del autor a la amenaza del mal mayor: implica que el mismo
no se haya introducido por una conducta del autor, en forma que al menos
hiciera previsible la posibilidad de producción de peligro. Cuando esto
haya ocurrido, el autor actuara antijurídicamente.
El autor no debe estar obligado a soportar el riesgo: el agente no puede
ampararse en un estado de necesidad justificante cuando se haya
garantizado la conservación del bien jurídico que afecta
El exceso en las causas de justificación: Se excede en el ejercicio de una causa
de justificación, el que realiza una acción típica que no es necesaria para la
salvación de un bien jurídico. Si el autor lo hace sabiendo del exceso no tendrá
derecho a invocar esta circunstancia. El exceso solo puede tener relevancia en
el caso en que el autor no sepa que se excede, lo que significaría que ha obrado
con un error respecto de la necesidad de la acción.
Mencionemos otras causas de justificación:
EJERCICIO DE UN DERECHO
El art. 34 de nuestro cp. establece: "No son punibles: '" 4) El que obrare ... en el
legítimo 'ejercicio de su derecho, autoridad o cargo".
El ejercicio legítimo de un derecho consiste en realizar las acciones autorizadas
por la ley. Ello surge del principio general de no contradicción del derecho.
En esta justificante "se actúa en el ámbito de libertad, dentro de lo autorizado por
el orden jurídico.
De la legitimidad del ejercicio -ejercicio regular- resulta una doble limitación: de
contenido y de forma. Superando esos límites nos encontramos en un exceso o
en un abuso del derecho, ambas acciones antijurídicas,
Se abusa del derecho en razón del objeto, cuando se lo ejerce con un fin distinto
del autorizado por el derecho (p. ej.: los actos realizados en cualquiera de las
ramas del arte, de curar) o cuando se lo ejerce usando medios o vías distintas a
las autorizadas por la ley (p. ej.: utilizar las vías de hecho en cambio de las de
derecho -justicia por propia mano). La consecuencia en los casos de abuso sería
la responsabilidad dolosa,
El derecho a que hace referencia el art. 34 inc. 4 es un derecho (subjetivo
reconocido a una persona para cometer un hecho típico, sea que surja de la ley
en sentido amplio o de un contrato
Suelen mencionarse Ias defensas mecánicas como ejercicio legítimo de un
derecho para la defensa del domicilio o como legítima defensa privilegiada o
presumida
EJERCICIO LEGITIMO DE UNA AUTORIDAD
Es la potestad que posee una persona sobre otra en virtud de una disposición
legal. Se desenvuelve dentro del ámbito privado de las relaciones familiares,
implicando la facultad de educación y corrección de ambos padres, tutores o
curadores respecto de sus hijos menores no emancipados -sean matrimoniales,
extramatrimoniales o adoptados- de sus pupilos o incapaces.
Constituye una facultad legal, no sólo un deber y es el imperio o supremacía
sobre otro, por ello algunos autores lo Ilaman derecho disciplinario
EJERCICIO LEGITIMO DE UN CARGO
Esta justificante se encuentra en el art. 34 inc. 4 cp. significando el ejercicio del
propio poder de decisión o ejecución correspondiente a un cargo. El Código
Penal no distingue su naturaleza, deduciéndose que se habla de cualquier tipo
de cargo, público o no, con tal que la actuación se encuentre dentro del marco
de una competencia, sin embargo, es opinión dominante en doctrina que el cargo
cuyo ejercicio legítimo es justificante, debe ser público
Es legítimo cuando el agente obra dentro y según las formalidades, prescriptas
por la ley
Obran legítimamente por ejemplo el juez qué ordena un desalojo con uso de la
fuerza pública
OBEDIENCIA DEBIDA
La obediencia debida, llamada también obediencia jerárquica, es el cumplimiento
de una orden dada de acuerdo a derecho, dentro de una relación de sujeción
pública, aunque se han examinado órdenes en los ámbitos policial, ferroviario y,
militar, también surgen estos deberes de relaciones de otro tipo como el
doméstico o el laboral.
Los requisitos de esta eximente que enuncian los autores son: a) debe existir
una relación jerárquica de naturaleza pública, b) la obediencia debe provenir de
una orden formalmente legítima, c) esa orden debe ser substancialmente
ilegítima, d) el agente debe conocer que la orden es formalmente correcta y
sustancialmente ilegítima y e) no debe tener la posibilidad de examinar la
legitimidad del contenido.
CONSENTIMIENTO DEL OFENDIDO
El consentimiento de la víctima se presenta cuando, en determinadas
circunstancias el sujeto pasivo acepta que el autor realice conductas que de otra
manera constituirían delitos.
Escuelas
• Positivismo concibió a la antijuridicidad como la contrariedad del aspecto
externo del hecho (tipo objetivo) con el derecho, con el orden jurídico del
Estado
• Normativismo aparece como un juicio de disvalor sobre el hecho
• Finalismo la doctrina distingue entre la lesión o puesta en peligro de un
bien jurídico -disvalor de resultado Jurídico- y la acción desaprobada por
el ordenamiento jurídico –disvalor de acción- o Para WELZEL "La
antijuridicidad es siempre la desaprobación de un hecho referido a un
autor determinado,
Lo injusto es injusto de acción referido al autor, es injusto personal
• Funcionalismo: injusto
CULPABILIDAD
Concepto
Atribuirle a un sujeto un hecho típico y antijurídico.
“[…] imputabilidad es un estado bio-psicológico -recalco la palabra estado que
da una idea de cierta permanencia- que supone determinada calidad o aptitud
de dicha índole en la persona responsable: se es imputable cuando en virtud de
un estado de equilibrio de la personalidad biopsíquica se tiene la aptitud de
comprender la criminalidad de la acción y de dirigir la propia conducta conforme
a esa comprensión … se es imputable en general, frente a cualquier especie de
delito; pero sólo se es culpable en concepto, es decir, con referencia a un
determinado delito y no a otro que puede cometerse, incluso
contemporáneamente, en forma no culpable […]”
Según Núñez la imputabilidad es la capacidad de ser penalmente culpable. Esa
capacidad presupone madurez, salud mental y conciencia, en una medida que
habiliten al autor para comprender la criminalidad del acto y dirigir sus acciones
Nuestro código adopta el método mixto: biológico-psicológico (Art. 34 inc. 1º del
CP).
Presupuestos biológicos.
Madurez mental: es el desenvolviendo intelectual y volitivo suficiente para
comprender la criminalidad del acto ejecutado y dirigir las propias
acciones Esta establecida en la Ley 22.278 (Art. 1ero). Establece
distintas categorías:
o Menor de dieciséis años, es considerado -sin admitir prueba en
contrario- inimputable.
o Menor de entre 16 y 18 años: no es considerado imputable con
relación a delitos de acción privada o reprimidos con pena privativa
de la libertad que no exceda de dos años, con multa o con
inhabilitación.
o Mayor de 18 años: es considerado imputable.
Salud mental: el autor goza de salud mental cuando no se encuentra
afectado por ninguno de los estados mencionados en los a, b y c del
“presupuesto biológico”. Esta falta de salud mental le impide al sujeto
comprender la criminalidad del acto y la posibilidad de dirigir sus
acciones.
Supuestos:
o Insuficiencia de las facultades mentales: es entendida como una
deficiencia mental u oligofrenia que impide el desarrollo de esas
facultades (imbecilidad, debilidad mental, etc.). Núñez la explica
como la detención, preferentemente intelectual, del desarrollo
psíquico del individuo.
o Alteración morbosa de las facultades: comprende las
enfermedades de la mente que alteran o transforman las facultades
–mentales- ya desarrolladas por el sujeto. Abarca todo tipo de
perturbaciones patológicas de la vida mental.
Conciencia: señala Núñez que la conciencia, como característica de la
capacidad delictiva, es la cualidad psicológica que tiene el individuo de
conocer y valorar sus propios estados, ideas, sentimientos, voliciones,
etc., o algo exterior. Según este autor el “estado de inconciencia”
constituye una causa de inimputabilidad, si alcanza el efecto psicológico
a que se refiere el inciso 1º del Art. 34, y no se refiere a la exclusión de
la conciencia por enfermedad mental, sino a la producida por una causa
fisiológica (Ej. sueño, estado hipnótico, estados afectivos profundos,
etc.). Señala que el estado de inconsciencia no debe ser imputable al
autor que lo padece.
Si el autor llegó al estado de inconsciencia adrede, su responsabilidad
penal se analiza en los límites de la actio libera in causa.
Presupuestos psicológicos.
Capacidad de comprensión de la criminalidad. Según Núñez la
imputabilidad no solo presupone que el autor del delito goza de salud
mental y de conciencia, sino que además requiere que las posea en una
medida tal que, en el momento del hecho, tenga la posibilidad de
comprender la criminalidad del acto y dirigir sus acciones (presupuesto
mixto biosociológico). La imposibilidad de comprender la criminalidad del
acto sólo concurre cuando el autor que sufre alteración morbosa de sus
facultades mentales o estado de inconsciencia, aún tiene posibilidad de
contactar con la norma. Este contacto no será causa suficiente para
motivar al autor en la norma (carece de eficiencia a tal efecto), debido –
justamente- a falta de normalidad en sus capacidades psíquicas que
provocan una deficiente comprensión de la ilicitud del hecho.
Posibilidad de dirección de la conducta. La presencia de las alteraciones
morbosas de las facultades mentales o estado de inconsciencia, provoca
la imposibilidad del sujeto de dirigir sus acciones. El autor en
circunstancias “normales” podría haber sido motivado a los fines de no
infringir la norma, pero cuando concurren estos supuestos los procesos
de motivación impactan en él de forma anormal, distorsionando o
deformando su voluntad.
Escuelas
• Positivismo: dolo y culpa son formas de culpabilidad
• Normativismo: dolo y culpa son elementos de culpabilidad. . Estos, junto
a otros (imputabilidad y circunstancias concomitantes), constituyeron el
objeto del juicio de reproche
• Finalismo Se mantiene el juicio de reproche, es decir, la posibilidad del
autor de actuar de otra forma.
Se mantienen la imputabilidad y las circunstancias concomitantes
• Funcionalismo responsabilidad. Aquí se trata de saber si el sujeto
individual es merecedor de una pena por el injusto que ha realizado
2.2. PARTICIPACION
Concepto
• En sentido amplio: Se llama participación a la concurrencia de personas
en el delito, es decir, a los autores, cómplices e instigadores. El concepto
extensivo de autor tiene como principal función justificar la llamada autoría
mediata. De acuerdo con este concepto, toda aportación será fundamento
de autoría
• En sentido restringido: Se llama participación a la concurrencia de quienes
participan sin ser autores
A partir del art. 45 C.P., destinado específicamente a conceptualizar la coautoría,
se puede inferir no sólo el concepto de autor, sino también la autoría mediata.
AUTOR
Hablamos aquí de autoría directa o individual. Autor directo es el que comete el
hecho por sí mismo, el que desarrolla la conducta típica, el que realiza el tipo
penal.
COAUTORÍA: Si el dominio del hecho es funcional; son considerados coautores
los que de común acuerdo ejecutan el tipo de forma tal que poseen
conjuntamente el imperio del hecho.
Requisitos subjetivos y objetivos
Subjetivos
El requisito de carácter subjetivo es la decisión conjunta: La existencia de
un común acuerdo
Objetivos Para coactuar se debe haber codecidido hasta el último
momento acerca de la realización del hecho típico.
o Aporte realizado en fase ejecutiva: Para conceptualizar a alguien
como coautor es indispensable que preste su aporte en el
momento de la ejecución del hecho.
o Esencialidad del aporte; bien o función: Es coautor quien ha
ejercido una función, quien ha prestado un aporte o ha contribuido
con una cosa o una actividad esencial y necesaria, difícil de
remplazar.
En la coautoría, según lo explica, rige el principio de imputación recíproca
mediante el cual a cada uno de ellos se le imputo la totalidad del hecho con
independencia de la concreta aportación que cada autor haya realizado.
Estimamos posible la coautoría tanto en los delitos culposos como en los de
omisión.
Clases
• prisión o reclusión
La reclusión y la prisión constituyen las únicas penas de encarcelamiento
vigente
Las diferencias entre ambas sanciones, provienen de la antigua división
entre crímenes y delitos. Mientras la reclusión se aplicaba a Ios primeros
y revestía carácter infamante (quitaba la fama, la reputación, privaba del
honor), la prisión se reservaba a los delitos y se satisfacía con el
encarcelamiento. Luego, la reclusión nació como una pena más gravosa
que la de prisión.
Pero la forma de cumplimiento de ambas clases de sanción privativa de
la libertad se encuentra equiparada por la ley de ejecución penitenciaria
24.660
• multa
Es la única pena pecuniaria principal legislada en nuestro Código Penal.
Puede presentarse como pena exclusiva (art. 155 C.P.); conjunta Con la
de prisión (175 bis cp.), con la de inhabilitación absoluta (art 270) o con la
de inhabilitación especial (art. 49 C.P.); o alternativa con la de prisión
(110 cp.) Consiste en el pago de una Suma de dinero al Estado, impuesta
bajo la forma de "retribución" por el delito cometido. En la actualidad, su
tratamiento ha cobrado gran interés debido a su posibilidad de "substituir,
con eficacia, muchas penas privativas de la libertad de corta duración"
• inhabilitación
La pena de inhabilitación es aquella sanción de carácter impeditivo
consistente en la imposición de una incapacidad con relación a
determinadas esferas del derecho
2.2. REINCIDENCIA
Concepto.
La reincidencia en el derecho penal, como significado amplio del término, es la
reiteración o repetición de conductas delictivas (caer nuevamente en el delito).
En este sentido, será reincidente aquél que, habiendo sido juzgado por un delito,
vuelve a delinquir.
Distinto y más restringido es el concepto ajustado a nuestro Código Penal, a
partir del cual podemos decir que hay reincidencia, cuando el sujeto que ha
cumplido total o parcialmente condena a pena privativa de libertad impuesta por
tribunal del país, es condenado nuevamente con esa misma especie de pena,
siempre que desde su cumplimiento no hubiera transcurrido el plazo legal que la
excluye.
Pero, el Instituto de la reincidencia ha dispuesto exclusiones: no admite los
delitos políticos, exclusivamente militares, amnistiados, ni cometidos por
menores de 18 años.
Estas exclusiones operan ipso jure, es decir que, aunque alguna de estas
situaciones excluidas estuvieren abarcadas por la definición, no procede que el
Juez las tome en cuenta para declarar reincidente al reo.
Efectos
La reincidencia es un estado en que cae el sujeto, estado que causa los efectos
descriptos en los arts. 14,27 y 41.
• La reincidencia es una circunstancia agravante que debe tener en cuenta
el juez al graduar la pena.
• De la letra del artículo 14 surge que la ley de fondo deniega a los
reincidentes la posibilidad de acceder al egreso anticipado por medio de
la libertad condicional. -
• Así también, las leyes adjetivas disponen que la eventual declaración de
reincidencia puede constituir óbice para la concesión de exención de
prisión o excarcelación cuando dicha circunstancia permita suponer que
el imputado intentará eludir la acción de la justicia o entorpecer la
investigación
• Finalmente, la acumulación de varias reincidencias habilita la imposición
de la reclusión por tiempo indeterminado como accesoria de la última
condena (art. 52 del C.P.).
ARTICULO 52.- Se impondrá reclusión por tiempo indeterminado como accesoria de la
última condena, cuando la reincidencia fuere múltiple en forma tal que mediaren las
siguientes penas anteriores:
1. Cuatro penas privativas de libertad, siendo una de ellas mayor de tres años;
2. Cinco penas privativas de libertad, de tres años o menores.
Los tribunales podrán, por una única vez, dejar en suspenso la aplicación de esta
medida accesoria, fundando expresamente su decisión en la forma prevista en el
artículo 26.
ARTICULO 53.- En los casos del artículo anterior, transcurridos cinco años del
cumplimiento de la reclusión accesoria, el tribunal que hubiera dictado la última condena
o impuesto la pena única estará facultado para otorgarle la libertad condicional, previo
informe de la autoridad penitenciaria, en las condiciones compromisorias previstas en el
artículo 13, y siempre que el condenado hubiera mantenido buena conducta,
demostrando aptitud y hábito para el trabajo, y demás actitudes que permitan suponer
verosímilmente que no constituirá un peligro para la sociedad. Transcurridos cinco años
de obtenida la libertad condicional el condenado podrá solicitar su libertad definitiva al
tribunal que la concedió, el que decidirá según sea el resultado obtenido en el período
de prueba y previo informe del patronato, institución o persona digna de confianza, a
cuyo cargo haya estado el control de la actividad del liberado. Los condenados con la
reclusión accesoria por tiempo indeterminado deberán cumplirla en establecimientos
federales.
La violación por parte del liberado de cualquiera de las condiciones establecidas en el
artículo 13 podrá determinar la revocatoria del beneficio acordado y su reintegro al
régimen carcelario anterior. Después de transcurridos cinco años de su reintegro al
régimen carcelario podrá en los casos de los incisos 1º, 2º, 3º y 5º del artículo 13, solicitar
nuevamente su libertad condicional.
Condena de ejecución condicional.
Concepto y finalidad.
Es condenación condicional la condena dictada a pena privativa de libertad de
corta duración, suspendiendo en el mismo pronunciamiento su efectiva
ejecución, con un plazo en que el condenado deberá observar ciertas conductas
y abstenciones.
La finalidad perseguida por el instituto es la redención del delincuente no
habitual, otorgándole el beneficio como estímulo para su esfuerzo de reinserción
a la vida normal, bajo la condición determinante de que no cometa otro delito
durante el tiempo de prueba,
Pero, la ley no ha previsto únicamente un beneficio estimulante de la voluntad
del delincuente (basado en la buena fe), sino que lo acompaña con el
apercibimiento de ejecutar la pena impuesta en su totalidad, si en el lapso
acordado, la conducta posterior demuestra que no hubo arrepentimiento por el
delito cometido, A esta amenaza, se agrega que en el caso de comisión de nuevo
delito dentro del plazo legal, sufrirá íntegramente la pena que estaba suspendida,
junto con la del último delito (ambos en concurso real).
Requisitos
El tribunal está facultado, es decir que valorará el caso concreto y sus
circunstancias, luego de lo cual y de acuerdo a expresos fundamentos puede
conceder el beneficio u ordenar que la pena sea de cumplimiento efectivo. Para
que el juez disponga suspender el cumplimiento de la pena impuesta, la ley exige
como requisito, que se trate de primera condena a Ia especie de prisión no mayor
de tres años (aunque se trate de concurso de delitos).
El significado de "primera condena" comprende: tanto una primera condena
sufrida por el sujeto, como una segunda condena después de transcurrido el
término legal de diez años si ambos delitos fueron dolosos, u ocho cuando uno
de ellos fue culposo. En ambos. Casos a partir de que la sentencia quedó firme
(art: 27 cp.). "
Para la procedencia de la suspensión de la ejecución penal, el juez deberá fundar
bajo pena de nulidad su decisión. Los fundamentos consisten en la valoración
que haga el juzgador en la misma sentencia, de circunstancias subjetivas y
objetivas, que demuestren la inconveniencia de aplicar efectivamente la
privación de libertad" (art. 26 C.P.).
Revocación
La suspensión de la ejecución de la pena será revocada si el condenado no
cumple con las condiciones impuestas. Tanto puede ser la comisión de un nuevo
delito dentro del término de cuatro años, como el incumplimiento persistente o
reiterado de las reglas de conducta que el reo debe observar cabalmente durante
el tiempo ordenado (art. 27 cp.).
Tales reglas de conducta (todas o algunas) podrán ser modificadas -en la misma
sentencia-·de acuerdo a la conveniencia del caso concreto.
El plazo de cumplimiento de las reglas de conducta, entre dos y cuatro años,
puede extenderse por su interrupción: si el condenado la cumple con alguna
regla, el tribunal puede disponer que no se compute todo o parte del tiempo
transcurrido, iniciándose nuevamente el cómputo.
Principio de Resocialización:
El Art. 1 L.E.P. en consonancia con los postulados de los Tratados
Internacionales de Derechos Humanos (Art. 10 apart. 3 P.I.D.C.P. y Art. 5 apart.6
P.S.J.C.R.) Establece que la finalidad de la ejecución penal será “lograr que el
condenado adquiera la capacidad de comprender y respetar la ley procurando
su adecuada reinserción social”, estableciéndose así cuáles son los objetivos
que debe perseguir el Estado durante la ejecución de la pena privativa de la
libertad y a los que deben estar orientados la actividad de los operadores
penitenciarios y judiciales
La palabra “reinserción” representa un proceso de introducción del individuo en
la sociedad
Períodos libertad condicional y asistida
ARTICULO 13.- El condenado a reclusión o prisión perpetua que hubiere cumplido
treinta y cinco (35) años de condena, el condenado a reclusión o a prisión por más de
tres (3) años que hubiere cumplido los dos tercios, y el condenado a reclusión o prisión,
por tres (3) años o menos, que hubiere cumplido un (1) año de reclusión u ocho (8)
meses de prisión, observando con regularidad los reglamentos carcelarios, podrán
obtener la libertad por resolución judicial, previo informe de la dirección del
establecimiento e informe de peritos que pronostique en forma individualizada y
favorable su reinserción social, bajo las siguientes condiciones:
1º.- Residir en el lugar que determine el auto de soltura;
2º.- Observar las reglas de inspección que fije el mismo auto, especialmente la
obligación de abstenerse de consumir bebidas alcohólicas o utilizar sustancias
estupefacientes;
3º.- Adoptar en el plazo que el auto determine, oficio, arte, industria o profesión, si no
tuviere medios propios de subsistencia;
4º.- No cometer nuevos delitos;
5º.- Someterse al cuidado de un patronato, indicado por las autoridades competentes;
6º.- Someterse a tratamiento médico, psiquiátrico o psicológico, que acrediten su
necesidad y eficacia de acuerdo al consejo de peritos.
Estas condiciones, a las que el juez podrá añadir cualquiera de las reglas de conducta
contempladas en el artículo 27 bis, regirán hasta el vencimiento de los términos de las
penas temporales y hasta diez (10) años más en las perpetuas, a contar desde el día
del otorgamiento de la libertad condicional.
El régimen penitenciario aplicable al condenado, cualquiera fuere la pena impuesta, se
caracterizará por su progresividad y constará de los siguientes períodos (art. 12):
ARTICULO 12. — El régimen penitenciario aplicable al condenado, cualquiera fuere la
pena impuesta, se caracterizará por su progresividad y constará de:
a) Período de observación;
ARTICULO 13. — El período de observación consiste en el estudio médico-psicológico-social del
interno y en la formulación del diagnóstico y pronóstico criminológicos. Comenzará con la
recepción del testimonio de sentencia en el organismo técnico-criminológico, el que deberá
expedirse dentro de los treinta (30) días. Recabando la cooperación del interno, el equipo
interdisciplinario confeccionará la historia criminológica.
b) Recabar la cooperación del condenado para proyectar y desarrollar su tratamiento, a los fines
de lograr su aceptación y activa participación, se escucharán sus inquietudes;
c) Indicar la fase del período de tratamiento que se propone para incorporar al condenado y el
establecimiento, sección o grupo al que debe ser destinado;
d) Determinar el tiempo mínimo para verificar los resultados del tratamiento y proceder a su
actualización, si fuere menester.
ARTÍCULO 13 bis.- A los efectos de dar cumplimiento a los recaudos del artículo anterior se
procederá de la siguiente manera:
5) Cumplimentados los incisos anteriores el expediente será remitido a la dirección del penal que
lo derivará a la unidad de tratamiento la que, conforme las indicaciones emanadas por el
organismo técnico-criminológico y previa evaluación de la necesidad de intervención de cada
unidad del establecimiento, hará las derivaciones correspondientes.
En todos los casos los responsables de las unidades que hayan sido indicados para la realización
del tratamiento penitenciario, deberán emitir un informe pormenorizado acerca de la evolución
del interno. Dicho informe será elaborado cada treinta (30) días y elevado al Consejo
Correccional, debiendo ser archivado en el mismo para su consulta.
Cuando el interno, por un ingreso anterior como condenado en el Servicio Penitenciario Federal,
ya tuviere historia criminológica, ésta deberá ser remitida de inmediato al organismo técnico-
criminológico del establecimiento en que aquél se encuentre alojado durante el período de
observación, para su incorporación como antecedente de los estudios interdisciplinarios a
realizarse.
b) Período de tratamiento; que podrá ser fraccionado en fases que importen para el
condenado una paulatina atenuación de las restricciones inherentes a la pena
ARTICULO 14. — En la medida que lo permita la mayor o menor especialidad del establecimiento
penitenciario, el período de tratamiento podrá ser fraccionado en fases que importen para el
condenado una paulatina atenuación de las restricciones inherentes a la pena. Estas fases
podrán incluir el cambio de sección o grupo dentro del establecimiento o su traslado a otro.
Fase 2. Consolidación. Se iniciará una vez que el interno haya alcanzado los objetivos fijados en
el programa de tratamiento para la fase 1. Consiste en la incorporación del interno a un régimen
intermedio conforme a su evolución en dicho tratamiento, en el que tendrá lugar una supervisión
atenuada que permita verificar la cotidiana aceptación de pautas y normas sociales y la
posibilidad de asignarle labores o actividades con menores medidas de contralor.
Para ser incorporado a esta fase el interno deberá reunir los requisitos y haber alcanzado los
objetivos siguientes:
g) Contar con dictamen favorable del Consejo Correccional y resolución aprobatoria del director
del establecimiento.
Para acceder a esta fase de tratamiento deberá poseer en el último trimestre conducta Muy
Buena siete y concepto Bueno seis y darse pleno cumplimiento a los incisos b), c), d), e), f) y g)
previstos para la incorporación a la fase 2.
a) La carencia de vigilancia directa y permanente en el trabajo que realice dentro de los límites
del establecimiento, y/o en terrenos o instalaciones anexos a éste.
b) Realizar tareas en forma individual o grupal con discreta supervisión en zona debidamente
delimitada.
ARTICULO 14 bis.- El ingreso a las diversas fases aludidas en el artículo precedente, deberá ser
propuesto por el organismo técnico-criminológico.
El Consejo Correccional, previa evaluación de dicha propuesta, emitirá dictamen por escrito.
Producido el dictamen, el director del establecimiento deberá resolver en forma fundada.
Dispuesta la incorporación del interno en la fase 3, la dirección del establecimiento, dentro de las
cuarenta y ocho (48) horas remitirá las comunicaciones respectivas al juez de ejecución y al
organismo técnico-criminológico.
En caso de que el interno dejare de reunir alguna de las condiciones selectivas o cometa
infracción disciplinaria grave o las mismas sean reiteradas, el director, recibida la información,
procederá a la suspensión preventiva de los beneficios acordados en la fase 3, debiendo girar
los antecedentes al Consejo Correccional, quien en un plazo no mayor a cinco (5) días,
propondrá a qué fase o sección del establecimiento se lo incorporará, comunicando tal decisión
al juez de ejecución y al organismo técnico-criminológico.
c) Período de prueba;
ARTICULO 15. — El periodo de prueba consistirá en el empleo sistemático de métodos de
autogobierno y comprenderá sucesivamente:
a) La incorporación del condenado a un establecimiento abierto, semiabierto o sección
independiente de éste, que se base en el principio de autodisciplina;
1) Que la propuesta de ingreso al mismo emane del resultado del periodo de observación y de
la verificación de tratamiento.
a) Pena temporal sin la accesoria del artículo 52 del Código Penal: la mitad de la condena;
b) Penas perpetuas sin la accesoria del artículo 52 del Código Penal: quince (15) años;
c) Accesoria del artículo 52 del Código Penal, cumplida la pena: tres (3) años.
Libertad condicional
Es el período durante el cual el penado sale de su encierro, pero está sometido
a una serie de obligaciones. Es una característica del sistema progresivo y forma,
parte de la pena
Dice el art. 16 cp.: "Transcurrido el término de la condena, o el plazo de cinco
años señalado en el art. 13 sin que la libertad condicional haya sido revocada, la
pena quedará extinguida, lo mismo que la inhabilitación absoluta del art 12
ARTICULO 28. — El juez de ejecución o juez competente podrá conceder la libertad
condicional al condenado que reúna los requisitos fijados por el Código Penal, previo
los informes fundados del organismo técnico-criminológico, del Consejo Correccional
del establecimiento y de la dirección del establecimiento penitenciario que pronostiquen
en forma individualizada su reinserción social. Dicho informe deberá contener los
antecedentes de conducta, el concepto y los dictámenes criminológicos desde el
comienzo de la ejecución de la pena.
En los casos de las personas condenadas por los delitos previstos en el artículo 128
tercer párrafo, 129 segundo párrafo y 131 del Código Penal, antes de adoptar una
decisión, el juez deberá tomar conocimiento directo del condenado y escucharlo si
desea hacer alguna manifestación.
También se requerirá un informe del equipo interdisciplinario del juzgado de ejecución y
se notificará a la víctima o su representante legal, que será escuchada si desea hacer
alguna manifestación.
El interno y la víctima podrán proponer peritos especialistas a su cargo, que estarán
facultados para presentar su propio informe.
Al implementar la concesión de la libertad condicional, se exigirá un dispositivo
electrónico de control, el cual sólo podrá ser dispensado por decisión judicial, previo
informe de los órganos de control y del equipo interdisciplinario del juzgado de ejecución.
Con el pedido del interno se abrirá un expediente en el que se deberán consignar:
a) Situación legal del peticionante de acuerdo a la sentencia condenatoria, la pena
impuesta, su vencimiento, fecha en que podrá acceder a la libertad condicional y los
demás antecedentes procesales que obren en su legajo;
b) Conducta y concepto que registre desde su incorporación al régimen de ejecución de
la pena y de ser posible la calificación del comportamiento durante el proceso;
c) Si registrare sanciones disciplinarias, fecha de la infracción cometida, sanción
impuesta y su cumplimiento;
d) Posición del interno en la progresividad del régimen detallándose la fecha de su
incorporación a cada período o fase;
e) Informe de la Sección de Asistencia Social sobre la existencia y conveniencia del
domicilio propuesto;
f) Propuesta fundada del organismo técnico-criminológico, sobre la evolución del
tratamiento basada en la historia criminológica actualizada;
g) Dictamen del Consejo Correccional respecto de la conveniencia de su otorgamiento,
sobre la base de las entrevistas previas de sus miembros con el interno de las que se
dejará constancia en el libro de actas.
El informe del Consejo Correccional basado en lo dispuesto en el artículo anterior se
referirá, por lo menos, a los siguientes aspectos del tratamiento del interno: salud
psicofísica; educación y formación profesional; actividad laboral; actividades educativas,
culturales y recreativas; relaciones familiares y sociales; aspectos peculiares que
presente el caso; sugerencia sobre las normas de conducta que debería observar si
fuera concedida la libertad condicional.
El pronóstico de reinserción social establecido en el Código Penal podrá ser favorable
o desfavorable conforme a la evaluación que se realice y a las conclusiones a las que
se arriben respecto a su reinserción social para el otorgamiento de la libertad
condicional. Sin perjuicio de otras causas que aconsejen dictamen desfavorable
respecto de su reinserción social, deberá ser desfavorable:
1) En el caso de encontrarse sujeto a proceso penal por la comisión de nuevos delitos
cometidos durante el cumplimiento de la condena;
2) En el caso de no haber alcanzado la conducta y concepto del interno la calificación
como mínimo de Buena durante al menos las dos terceras partes de la condena
cumplida al momento de peticionar la obtención de la libertad condicional.
Con la información reunida por el Consejo Correccional y la opinión fundada del director
del establecimiento sobre la procedencia del pedido, éste remitirá lo actuado a
consideración del juez de ejecución.
El interno será inmediatamente notificado bajo constancia de la elevación de su pedido
al juez de ejecución.