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UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO HENRÍQUEZ

UREÑA.
FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y POLÍTICAS
   

Nombre: Kendarlin L. Familia Matos


Matrícula: 19-0193
.Materia: Derecho Penal 1
.Profesor: Manuel de Jesús Barrientos
Fecha : lunes 24 de Febrero 2020
Asunto: Reporte de lectura: tema VI del silabus.
Temas de la unidad 6 del sílabus:- 1. La ley penal en el tiempo.
2. La no retroactividad de la ley penal en el tiempo. 3. La ley
penal en el espacio. 4. Opiniones y Sistemas sobre el tema. 5.
Infractores en el Extranjero
5.1 Condiciones para su Encausamiento en la
República Dominicana
6. Inmunidades.
7. La Extradición.
Las leyes en el ámbito penal están vigentes, desde que entran en vigor hasta que son
derogadas, a raíz de una ley posterior o hasta la publicación de una sentencia del
Tribunal Constitucional declarándola inconstitucional, teniendo este último supuesto
algunas limitaciones en cuanto a sus efectos, ya que por ejemplo los efectos de la
declaración de inconstitucionalidad no son retroactivos salvo que importen un beneficio
para un sujeto al que haya sido aplicada dicha ley durante su vigencia y al ser eliminada,
desaparezca con ello su responsabilidad o se reduzca la misma.

Lo expuesto en el párrafo anterior nos deja claro que la ley por carácter general surte
efecto únicamente durante su vigencia, lo que se traduce en la irretroactividad de
la ley como principio general. Pero hay excepciones a esta regla de la ley penal en el
tiempo, que permiten la retroactividad, y por ende su aplicación a un caso que sucede
mientras esta ley aun no estaba vigente, ante determinados supuestos.

Debido al principio de seguridad jurídica que protege la certidumbre sobre los derechos
y obligaciones, por regla general la ley no es retroactiva y solo regula hechos
posteriores a su sanción.

Sin embargo una ley puede ser retroactiva y regular hechos anteriores a su sanción,
cuando así lo disponga expresamente. Cuando una ley es retroactiva quiere decir que
independientemente de cuándo se cometió el acto a juzgar, si hay una ley posterior en
contra de ese acto, se le sancionará o aplicará la misma.

La ley penal en el espacio esta tiene validez espacial de la ley penal se determina con
arreglo a una serie de principios, que conforman, concurriendo en distinta medida según
las distintas legislaciones, el denominado sistema de derecho penal internacional en
cada Estado.

Estas son disposiciones que se refieren a la aplicación del derecho penal del
Estado en casos en los que, por la concurrencia de algún punto de conexión cabría la
posibilidad de aplicar el Derecho Penal de otro Estado.

Constituyen un conjunto de normas o principios que resuelven los supuestos de


concurso o colisión de diversos Derechos Penales de distintos Estados.
Los referidos principios se clasifican al siguiente tenor:
a) Principios que determinan la aplicación de la ley penal a los hechos cometidos
en el territorio del Estado:
- Principio territorial
b) Principios que justifican la aplicación de la ley penal a hechos cometidos fuera
del territorio del Estado:
- Principio real o de defensa.
- Principio de la nacionalidad o defensa.
- Principio de perseguibilidad universal.
- Principio del derecho penal por representación.

La ley penal del Estado se aplica a los hechos punibles cometidos dentro de su
territorio, abstracción hecha de la nacionalidad del autor.

El art. 56 CPP establece el principio territorial como criterio básico para de-
terminar la jurisdicción de los tribunales dominicanos, afirmando que “la jurisdicción
penal es ejercida por los jueces y tribunales que establece este Código, y se extiende
sobre los dominicanos y sobre los extranjeros para los efectos de conocer y juzgar
los hechos punibles cometidos total o parcialmente en el territorio nacional, o cuyos
efectos se produzcan en él, salvo los casos exceptuados en tratados o convenciones
internacionales adoptados por los órganos públicos o en los principios reconocidos
por el derecho internacional general y americano”.

Los sistemas jurídicos modernos suelen establecer que la aplicación retroactiva de las
leyes no puede afectar derechos adquiridos o amparados por garantías constitucionales.

La sucesión de leyes en el tiempo, permite al Ordenamiento Jurídico estar en continua


evolución, por el carácter mutable del Derecho, que regula relaciones sociales y se
renueva al igual que avanza la sociedad.
Sin embargo esta adaptación no es fluida y surgen conflictos entre las leyes en
sucesión, que dan lugar al Derecho transitorio, encargado de determinar el régimen
aplicable a situaciones surgidas durante el tiempo en que coexisten dos o más leyes.
Los supuestos controvertidos aparecen cuando no coinciden en el tiempo la ley vigente
durante la comisión del hecho y la vigente en el momento de su enjuiciamiento. Se
aplica, por tanto, una ley nueva a hechos derivados de otras normas anteriores o a
hechos realizados vigente la ley anterior, que en pocas ocasiones viene regulada a través
de las Disposiciones Transitorias de la nueva disposición normativa.

En la mayoría de situaciones, la omisión de estas reglas, cede ante el Ordenamiento


Jurídico, que ofrece dos posibilidades, la aplicación irretroactiva de las leyes, “tempus
regit actum” o, la aplicación retroactiva, con ciertos límites.
No existen criterios rígidos, para determinar la aplicación irretroactiva o retroactiva de
las leyes penales, aunque se ofrecen pautas encaminadas a mantener el equilibrio entre
seguridad jurídica y respeto a las conquistas del Derecho por una parte y evolución y
progreso del Ordenamiento, como presupuesto para evitar su petrificación, por otra.
El sometimiento de la sucesión de leyes, exclusivamente, al principio de retroactividad
o al de irretroactividad de la ley, conllevaría al anquilosamiento del Derecho, por tanto
las reglas deben ser interpretadas de acuerdo a los límites que comportan, permitiendo
un cierto arbitrio al Tribunal.
Este principio lo podemos encontrar plasmado en nuestro ordenamiento en el art. 110 de
nuestra Constitución que dice: “ Artículo 110.- Irretroactividad de la ley. La ley sólo
dispone y se aplica para lo porvenir. No tiene efecto retroactivo sino cuando sea
favorable al que esté subjúdice o cumpliendo condena. En ningún caso los poderes
públicos o la ley podrán afectar o alterar la seguridad jurídica derivada de situaciones
establecidas conforme a una legislación anterior.”
La ley aplicable al delito desde el punto de vista temporal es la vigente en el momento
de su comisión. Es ésta una exigencia derivada del principio de legalidad penal, en cuya
virtud las leyes penales únicamente alcanzan a los hechos cometidos después de su
entrada en vigor (lex praevia).
El principio de irretroactividad de las leyes penales no favorables está consagrado en la
Declaración de Derechos Humanos (art. 11.2), en la Convención Americana de
Derechos Humanos (art. 9), y en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos (art. 15).
Esta exigencia, que tiene relevancia constitucional (art. 46 CRD), se aplica tanto a la
tipificación del hecho como a la pena, a las medidas de seguridad y a las consecuencias
accesorias del delito. Igualmente se aplica a las normas o disposiciones (civiles,
laborales, administrativas,…) que completan o complementan leyes penales en blanco.
No, sin embargo, a las leyes o disposiciones de carácter procesal, que pueden aplicarse a
hechos cometidos antes de su entrada en vigor.
El fundamento de este principio se ha realizado conforme a varias teorías, entre las que
destacan las siguientes: principio de justicia, necesidad de pena y principio de
humanidad.
El principio de la nacionalidad justifica la aplicación del Derecho Penal de un Estado a
los hechos cometidos fuera del territorio nacional en función:
a) De la nacionalidad del autor (principio de la nacionalidad activo).
b) Del titular del bien jurídico lesionado (principio de la nacionalidad pasivo).
La jurisdicción dominicana no sigue el principio de nacionalidad activo. Sin embargo, el
principio de la nacionalidad pasivo puede resultar aplicable, en función de los efectos
del delito, cuando el hecho punible cometido fuera del territorio nacional, pueda
producir sus efectos en el territorio nacional respecto de bienes jurídicos individuales,
de acuerdo con el ya citado art. 56 CPP.
La extradición es una institución de íntimamente ligada a la aplicación de la ley penal
en el espacio. Para que el Derecho Penal de un Estado pueda ser efectivamente aplicado
en los casos en que las normas de dicho Estado atribuyen jurisdicción a sus tribunales,
es preciso que el sujeto esté a disposición de los mismos: la extradición trata de resolver
los problemas que se producen cuando el individuo que ha cometido un delito para cuyo
conocimiento tienen jurisdicción los tribunales de un Estado, logra escapar a la acción
de las autoridades de este Estado y busca refugio en otro.
En estos términos, y siguiendo a Cezón González, puede afirmarse que la extradición es
un instituto de cooperación jurídica internacional a virtud del cual un Estado (requerido)
a petición de otro (requirente, pone físicamente a disposición del último a una persona
que se encuentra en el territorio del primero a fin de ser sometida a juicio por un delito
cuya persecución compete al Estado requirente o a fin de cumplir una pena o medida de
seguridad impuesta por los tribunales de este mismo Estado.
De acuerdo con el art. 160 CPP, en República Dominicana la extradición se rige por la
Constitución, las normas de los tratados, convenios y acuerdos internacionales
adoptados por los poderes públicos y su ley especial en aquello que no se oponga a este
código.
Existen varias clasificaciones de extradición como : a. Extradición activa y pasiva y b.
Extradición gubernativa, judicial o mixta.

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